Enfermedad de Huntington. Revisión
Resumen
La enfermedad de Huntington (EH) es una enfermedad hereditaria neurodegenerativa, autosómica dominante, caracterizada por trastornos del movimiento, cognitivos y psiquiátricos. Su prevalencia es de aproximadamente 1 caso por cada 10.000 habitantes. Los síntomas comienzan generalmente entre la tercera y cuarta décadas de la vida, pero pueden aparecer en cualquier edad. La base molecular de la EH es la expansión del trinucleótido CAG en el primer exón del gen situado en el cromosoma 4 (4p 16.3). Este gen codifica la proteína huntingtina, de 3136 aminoácidos. La traducción de la expansión de este trinucleótido produce unidades repetidas de glutamina (Gln). Esta expansión CAG/poliGln tiene de 6 a 39 unidades en individuos normales y de 36 a 180 en pacientes con EH. Son poco conocidos tanto la función de la huntingtina normal como el mecanismo patogénico provocado por la expansión poliGln de la huntingtina mutante. Esta proteína se asocia con vesículas sinápticas y/o microtúbulos y parece desempeñar un papel importante en el transporte de las vesículas y/o su unión al citoesqueleto. Se cree que la forma mutante altera el funcionamiento de la cadena respiratoria mitocondrial. La huntingtina es importante para la embriogénesis. La ganancia tóxica de función ocasionada por la huntingtina podría ser debida a la hiperactividad de la función normal o a la introducción de una función novedosa. Su interacción con otras proteínas puede conducir a una alteración del funcionamiento celular o a su propia polimerización para formar agregados insolubles. Al parecer, los agregados intraneuronales de la huntingtina pueden afectar la transcripción del gen, las interacciones entre proteínas y su transporte dentro del núcleo y el citoplasma, así como el transporte de las vesículas. Sin embargo, el hecho de que se haya demostrado una disociación entre la agregación de huntingtina y el patrón selectivo de la pérdida de las neuronas del estriado, hace pensar que las otras propiedades de la huntigtina mutante, tales como la proteólisis y las interacciones con otras proteínas que afectan el tráfico de las vesículas y el transporte nuclear, podrían ser suficientes para causar la neurodegeneración. El 80% de los cerebros de los individuos con EH presenta atrofia de los lóbulos frontales y el 95% atrofia bilateral simétrica del estriado. El peso promedio del cerebro es aproximadamente un 30% menor que el normal. El neoestriado se atrofia de una forma ordenada y topográfica. La cola del núcleo caudado (NC) se degenera más que el cuerpo y éste más que la cabeza. La atrofia del NC se acompaña de una atrofia gradual y pérdida neuronal en otras regiones cerebrales, a medida que avanza la enfermedad. Las neuronas de proyección en el neoestriado y en la corteza cerebral son más susceptibles que las interneuronas. En el neoestriado las concentraciones de GABA, dinorfina y sustancia P están disminuidas, pero las de la somatostatina y del neuropéptido Y están aumentadas. Una alteración del metabolismo energético y la sensibilidad al estrés oxidativo y a los efectos citotóxicos del glutamato contribuyen, probablemente, a la muerte neuronal en la EH. Se propone el ensayo de la melatonina en cultivos celulares y en animales transgénicos, para estudiar cómo sus propiedades antioxidantes y secuestradoras de radicales libres afectan la progresión de la enfermedad.