Revista de Ciencias Sociales (RCS)

Vol. XXX, Número Especial 10,

julio/diciembre 2024. pp. 195-208

FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431

Como citar: Bravo-Cedeño, G. D. R., Intriago-Cedeño, M. E., Vélez-Vélez, M. E., y Pico-Macías, E. P. (2024). Habilidades blandas en los currículos de Educación Superior. Revista De Ciencias Sociales, XXX(Número Especial 10), 195-208.

 

Habilidades blandas en los currículos de Educación Superior

 

Bravo-Cedeño, Guadalupe del Rosario*

Intriago-Cedeño, María Eugenia**

Vélez-Vélez, Maritza Elizabeth***

Pico-Macías, Elena Paola****

 

Resumen

 

La relevancia de las habilidades blandas en la educación superior ha cobrado consenso en la academia, resaltando su importancia para el desarrollo integral de los estudiantes y su preparación ante los retos laborales. La finalidad de este estudio es analizar las habilidades blandas en los currículos de instituciones de educación superior. La metodología adoptada se enmarca dentro de un enfoque cualitativo, orientado a la comprensión profunda de las dinámicas asociadas a la integración de habilidades blandas en la educación superior a través de un diseño documental y de un tipo de investigación descriptivo y explicativo. Entre los hallazgos más relevantes destaca la necesidad de implementación de un currículo que promueva el desarrollo escalonado de habilidades blandas que refleja un compromiso con la formación de individuos capaces, no solo de sobresalir académicamente, sino también de liderar, innovar y resolver desafíos en el ámbito profesional. Se concluye que competencias como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, el liderazgo y el pensamiento crítico, son esenciales para la interacción efectiva, la adaptación a mercados laborales cambiantes y el aumento de la empleabilidad y desempeño profesional de los graduados.

 

Palabras clave: Currículo; educación superior; habilidades blandas; formación académica; ámbito profesional.

 

 

Soft skills in higher education curricula

 

Abstract

 

The relevance of soft skills in higher education has gained consensus in academia, highlighting its importance for the comprehensive development of students and their preparation for work challenges. The purpose of this study is to analyze soft skills in the curricula of higher education institutions. The methodology adopted is framed within a qualitative approach, oriented to the deep understanding of the dynamics associated with the integration of soft skills in higher education through a documentary design and a descriptive and explanatory type of research. Among the most relevant findings is the need to implement a curriculum that promotes the gradual development of soft skills that reflects a commitment to the training of individuals capable not only of excelling academically, but also of leading, innovating and solving challenges in the professional field. It is concluded that skills such as effective communication, teamwork, problem solving, leadership and critical thinking are essential for effective interaction, adaptation to changing labor markets and increasing the employability and professional performance of graduates.

 

Keywords: Curriculum; higher education; soft skills; academic training; professional field.

 

 

Introducción

En las últimas décadas, el panorama de la educación superior ha experimentado transformaciones significativas a nivel global, impulsadas por diferentes dinámicas socioeconómicas, avances tecnológicos y crecientes demandas del mercado laboral. Este contexto renovado ha resaltado la importancia vital de las habilidades blandas, incluyendo la comunicación efectiva, el trabajo colaborativo, la resolución de problemas, el liderazgo y el pensamiento crítico (Star y Hammer, 2008; Bracho-Fuenmayor, 2023). Tales competencias se han erigido como pilares fundamentales para el desarrollo integral de los estudiantes y su éxito profesional, obteniendo un reconocimiento cada vez mayor dentro del ámbito académico y empresarial (Kong, 2014).

Investigaciones previas han subrayado la necesidad de adaptar los currículos universitarios para abarcar estas habilidades esenciales, respondiendo a un mercado laboral que privilegia la adaptabilidad y la capacidad de colaboración en entornos laborales variados y en constante evolución (Cobo, 2013). Esta perspectiva encuentra respaldo en estudios que destacan la demanda por profesionales que, además de poseer una sólida formación técnica, dispongan de habilidades interpersonales y de gestión avanzadas, facilitando una comunicación asertiva y un liderazgo efectivo (Serrão et al., 2020).

No obstante, la integración de estas competencias en los programas educativos representa un desafío considerable para las Instituciones de Educación Superior (Palacios et al., 2022; Pinargote-Macías et al., 2022). Este reto abarca la revisión de contenidos académicos y metodologías de enseñanza y evaluación, para asegurar una formación que no solo fortalezca el aspecto cognitivo de los estudiantes, sino que también promueva el desarrollo de habilidades clave para su desempeño profesional y personal (Tedesco, Opertti y Amadio, 2014; Chan et al., 2017; Sánchez et al., 2018).

El sistema de educación superior se encuentra en un proceso de reforma continua, buscando alinear sus estructuras académicas con las exigencias de una economía globalizada y las particularidades del mercado laboral nacional (Martínez y De la Torre, 2010). Sin embargo, se observa una notable ausencia de estudios empíricos enfocados en la integración de habilidades blandas en los planes de estudio universitarios, así como en la valoración de su importancia desde la perspectiva de estudiantes y docentes.

En ese contexto, la escasez de investigaciones específicas en este ámbito sugiere la imperiosa necesidad de profundizar en el entendimiento de cómo las universidades están incorporando habilidades como el pensamiento crítico, la comunicación efectiva, la colaboración y el liderazgo en sus currículos (Morales y Morales, 2023; Moreira-Choez et al., 2024). Estas habilidades, reconocidas como fundamentales para el éxito en el siglo XXI (Kennedy y Sundberg, 2020; Mitsea, Drigas y Mantas, 2021), requieren de un análisis riguroso que contemple las prácticas actuales, percepciones y barreras para su desarrollo y articulación curricular.

Por tanto, establecer un marco orientador que facilite la incorporación efectiva de habilidades blandas en las instituciones de educación superior es crucial. Esto no solo preparará a los estudiantes de manera integral, abarcando aspectos académicos, profesionales, personales y sociales, sino que también contribuirá al mejoramiento de su empleabilidad y desempeño laboral (Cavanagh et al., 2015).

La integración de estas competencias en la educación superior no solo favorece la preparación de los estudiantes frente a los desafíos del mercado laboral, sino que también promueve su desarrollo personal y contribuye a la formación de una sociedad más cohesiva y adaptable (Zepke y Leach, 2010; Mendivil et al., 2023). Este enfoque demanda un cambio paradigmático en el diseño curricular y en las estrategias pedagógicas, fomentando un aprendizaje activo, reflexivo y basado en competencias que supera los límites del conocimiento técnico o disciplinario convencional (Boelt, Kolmos y Holgaard, 2022; Huxley-Binns, Lawrence y Scott, 2023).

Consecuentemente, la interrogante que orienta la presente investigación es: ¿De qué manera están integradas las habilidades blandas dentro de sus currículos en las instituciones de educación superior? Esto permite identificar las brechas y desafíos existentes, así como las oportunidades disponibles para enriquecer la formación integral de los estudiantes. La consecución de este objetivo contribuye significativamente a la optimización de los currículos universitarios, porque pone de relieve la necesidad de asegurar una educación que responda eficazmente a los requerimientos complejos y multifacéticos.

 

1. Metodología

La metodología adoptada para este estudio se enmarca dentro de un enfoque cualitativo, orientado a la comprensión profunda de las dinámicas asociadas a la integración de habilidades blandas en la educación superior. A través de un diseño documental y un tipo de investigación descriptivo-explicativo, esta metodología facilita la exploración detallada de las estrategias pedagógicas y curriculares empleadas, así como de los desafíos y oportunidades que emergen en el proceso de fortalecimiento de dichas competencias en los estudiantes.

La recopilación de datos se llevó a cabo mediante la revisión significativa de literatura académica, informes de políticas educativas y estudios previos relacionados con el desarrollo de habilidades blandas en contextos de Educación Superior. Esta revisión documental incluyó fuentes primarias y secundarias, tales como artículos de revistas científicas, libros, tesis, documentos oficiales de instituciones educativas y reportes de organizaciones internacionales relevantes en el ámbito de la educación.

El Cuadro 1, detalla los criterios de inclusión y exclusión establecidos para la recopilación y análisis de datos en el estudio sobre la integración de habilidades blandas en los currículos de las Instituciones de Educación Superior. Estos criterios aseguran la relevancia, actualidad y aplicabilidad de la información utilizada para fundamentar el análisis y las conclusiones del estudio.

Cuadro 1

Criterios de inclusión y exclusión para la recopilación de datos

Criterio

Descripción

Inclusión

Publicaciones en los últimos 15 años, para capturar las tendencias contemporáneas en Educación Superior.

Estudios que abordan específicamente la integración y desarrollo de habilidades blandas en la Educación Superior.

Documentos que ofrecen perspectivas tanto teóricas como prácticas sobre estrategias pedagógicas efectivas para el fortalecimiento de habilidades blandas en la Educación Superior.

Investigaciones realizadas en contextos similares o que proporcionan insights aplicables al ámbito educativo.

Exclusión

Estudios centrados exclusivamente en habilidades técnicas o duras, sin relación directa con las habilidades blandas.

Investigaciones obsoletas o que no reflejan las prácticas educativas actuales.

Documentación que no aporta evidencia empírica o análisis detallado sobre la implementación y resultados de estrategias pedagógicas para el desarrollo de habilidades blandas.

 

Fuente: Elaboración propia, 2024.

Por su parte, el análisis de los datos se realizó mediante una técnica de análisis de contenido, que permitió identificar, codificar y categorizar la información relevante extraída de las fuentes documentales. Esta técnica facilitó la extracción de patrones, temas y categorías relacionadas con la integración de habilidades blandas, las metodologías pedagógicas aplicadas y las percepciones de los actores educativos involucrados.

Este enfoque metodológico proporciona una comprensión rica y matizada de cómo se aborda el desarrollo de habilidades blandas en la Educación Superior, lo que permite explorar en profundidad las prácticas actuales, identificar brechas y desafíos, y proponer recomendaciones basadas en evidencia para mejorar la formación integral de los estudiantes.

 

2. Examen de las habilidades blandas clave y su importancia en el contexto educativo superior

2.1. Definición y clasificación de habilidades blandas

En el contexto de la educación superior, el término habilidades blandas refiere a un conjunto de competencias interpersonales y de autoeficacia que complementan las habilidades técnicas o duras (Dell’Aquila et al., 2017). Estas habilidades, fundamentales para el éxito profesional y personal, abarcan la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la solución de problemas, el liderazgo y el pensamiento crítico (Abu et al., 2023; Jiménez-Bucarey et al., 2023). A diferencia de las habilidades técnicas, que se centran en la capacidad para realizar tareas específicas relacionadas con un campo de conocimiento o profesión, las habilidades blandas se relacionan con la forma en que los individuos interactúan entre sí y enfrentan desafíos complejos en diversos contextos.

Por su parte, Poláková et al. (2023) argumentan que las habilidades blandas son esenciales para la adaptación a los cambiantes entornos laborales; mientras que Suyansah et al. (2023), las identifica como críticas para mejorar la empleabilidad y el desempeño profesional de los graduados. Ambos autores coinciden en la necesidad de una clasificación detallada que facilite su identificación y desarrollo dentro de los programas educativos.

A continuación, en el Cuadro 2 se presentan cinco habilidades blandas fundamentales en el contexto de la educación superior y su relevancia en el desarrollo integral de los estudiantes. La importancia de las habilidades blandas en el ámbito de la educación superior ha alcanzado un consenso en la literatura académica, destacando su papel esencial en el desarrollo integral de los estudiantes y en su preparación para los desafíos del mercado laboral. Este acuerdo resalta la necesidad de una integración exhaustiva de las cinco habilidades blandas clave dentro del currículo educativo, con el respaldo de evidencia y el apoyo de destacados autores en pedagogía y desarrollo personal.

Cuadro 2

Descripción de habilidades blandas esenciales

Habilidad Blanda

Descripción

Comunicación Efectiva

Implica la capacidad de transmitir ideas de manera clara y persuasiva, tanto de forma oral como escrita, además de la habilidad para escuchar activamente y responder de manera constructiva.

Trabajo en Equipo

Refiere a la capacidad de colaborar con otros hacia un objetivo común, respetando las diferencias individuales y contribuyendo al éxito colectivo.

Resolución de Problemas

Involucra la habilidad para identificar problemas, analizar información relevante, desarrollar y evaluar soluciones alternativas, y tomar decisiones efectivas.

Liderazgo

Consiste en la capacidad para inspirar y motivar a otros, dirigir equipos, tomar decisiones estratégicas y asumir responsabilidades.

Pensamiento Crítico

Se refiere a la capacidad para analizar hechos, generar y evaluar evidencias, y elaborar juicios razonados para comprender y resolver problemas.

 

Fuente: Elaboración propia, 2024.

Inicialmente, la comunicación efectiva emerge como una competencia indispensable en variados contextos profesionales y personales. Wentzel y Watkins (2002), argumentan que la capacidad para expresar ideas claramente y la habilidad para escuchar y responder de manera constructiva, son cruciales para el éxito en numerosos ámbitos. Además de su rol en la colaboración eficiente, esta habilidad es vital para el desarrollo de relaciones interpersonales sólidas, promoviendo el intercambio y la construcción de conocimiento colectivo.

El trabajo en equipo, subraya la importancia de la colaboración y la sinergia, enfatizando la necesidad de dirigir esfuerzos hacia metas compartidas, respetando las diferencias individuales, particularmente en entornos globalizados e interdisciplinarios (Thompson et al., 2017). Este enfoque no solo facilita el éxito colectivo, sino que también es fundamental para la innovación y el progreso continuo.

En cuanto a la resolución de problemas, Proctor (2009) resalta la habilidad para abordar retos complejos a través del análisis y la generación de soluciones innovadoras. Esta competencia fomenta un pensamiento analítico y creativo, preparando a los estudiantes para resolver problemas en diversos contextos profesionales.

Por su parte, Imboden (2014) identifica el liderazgo como la capacidad para inspirar y motivar, esencial para la gestión efectiva de equipos y proyectos. Esta habilidad prepara a los estudiantes para roles de liderazgo, promoviendo la responsabilidad, la innovación y el compromiso social.

Finalmente, el pensamiento crítico implica una evaluación meticulosa de argumentos y evidencias para tomar decisiones informadas (Bowell y Kemp, 2005). Esta capacidad es crucial para el análisis profundo de información, impulsando la comprensión crítica de temas y la generación de soluciones innovadoras a problemas complejos.

 

2.2. Impacto en la Educación Superior

La integración de habilidades blandas en la educación superior se ha convertido en un elemento crítico, impulsando el desarrollo integral de los estudiantes y mejorando su empleabilidad. Este enfoque, sustentado en la idea de que las competencias interpersonales y de autoeficacia complementan y son tan indispensables como el conocimiento técnico para el éxito laboral, recibe apoyo empírico de investigaciones como la de Tomlinson (2007), que evidencian su valor en el mercado laboral y su impacto positivo en las perspectivas profesionales de los graduados.

La incorporación de estas habilidades en los currículos universitarios responde a demandas del mercado laboral que priorizan la flexibilidad, adaptabilidad e inteligencia emocional al mismo nivel que el conocimiento técnico. Estudios en este ámbito muestran que los empleadores de distintos sectores consideran las habilidades blandas esenciales para el éxito organizacional, argumentando firmemente a favor de su inclusión en la educación superior (Bellotti et al., 2014).

Además, se ha demostrado que las habilidades blandas no solo facilitan la transición de los estudiantes al ámbito profesional, sino que también contribuyen a una mayor satisfacción laboral y a carreras más fructíferas. Competencias como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, el liderazgo, la resolución de problemas y el pensamiento crítico, resultan fundamentales en un mercado laboral que requiere de profesionales capaces de manejar entornos complejos y dinámicos, subrayando la importancia de estas habilidades para la adaptabilidad y el éxito en el entorno laboral actual.

 

3. Aplicación de habilidades blandas en diferentes áreas de la Educación Superior

3.1. En la docencia, investigación y vinculación

La implementación de habilidades blandas en áreas clave de la Educación Superior, incluyendo la docencia, investigación y la vinculación con la comunidad, emerge como un pilar fundamental para el fomento de un ecosistema académico completo y dinámico. Según Figueiró, Neutzling y Lessa (2022), esta promoción mediante estrategias pedagógicas y curriculares específicas, posibilita la formación de estudiantes aptos para superar los desafíos profesionales y contribuir significativamente a la sociedad.

En la esfera docente, la integración de habilidades blandas requiere la implementación de actividades y metodologías que estimulen la comunicación efectiva, el trabajo colaborativo y el pensamiento crítico. Vogler et al. (2018), sugieren que técnicas como el aprendizaje basado en problemas y el aprendizaje-servicio, promueven el desarrollo de estas competencias en contextos aplicados, ofreciendo una educación activa y participativa.

Respecto a la investigación, las habilidades blandas son cruciales para la generación de proyectos innovadores y la colaboración eficaz en equipos multidisciplinarios. Azim et al. (2010), destacan que la capacitación en liderazgo y gestión de proyectos, prepara a los estudiantes para liderar investigaciones complejas, asegurando resultados significativos y su comunicación efectiva a la comunidad científica y al público.

Adicionalmente, la vinculación con la comunidad representa una oportunidad para aplicar habilidades blandas en contextos más amplios, significando que proyectos de extensión y colaboración con entidades externas pueden permitir la aplicación de conocimientos técnicos y el desarrollo de competencias como empatía y responsabilidad social (Wright, Ritter y Wisse, 2022).

Por tanto, se evidencia que la importancia de integrar de manera efectiva las habilidades blandas en el currículo de Educación Superior trasciende la formación técnica, constituyéndose como un elemento esencial para la inserción profesional y el desarrollo social de los estudiantes. La adopción de pedagogías innovadoras y programas de vinculación comunitaria emerge como estrategias clave para este fin, preparando a los graduados para afrontar con éxito los retos de un entorno globalizado y en constante evolución.

 

3.2. Relevancia en entornos virtuales

La importancia de las habilidades blandas en entornos virtuales ha ganado relevancia en el contexto educativo actual, marcado por el auge de la educación en línea y los modelos de aprendizaje a distancia. Este cambio en la modalidad de entrega de la educación superior requiere una revisión crítica de las metodologías para enseñar y desarrollar estas competencias fuera del aula convencional. La investigación indica que, a pesar de los desafíos particulares de la virtualidad, existen oportunidades significativas para promover la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, el liderazgo y el pensamiento crítico (Al-Samarraie y Saeed, 2018; Saykili, 2019; Lamus et al., 2023).

Para ello, las estrategias pedagógicas en la educación virtual deben adaptarse, utilizando herramientas como foros de discusión, trabajo grupal en plataformas colaborativas y proyectos de simulación en línea, para fomentar el desarrollo de habilidades blandas en un entorno virtual. La aplicación de evaluaciones formativas que ofrecen retroalimentación continua es clave en este proceso (Alt, Naamati-Schneider y Weishut, 2023).

Además, la formación docente se presenta como un elemento crucial, necesitando los educadores conocimientos y competencias específicas para diseñar e implementar actividades que promuevan estas habilidades en contextos virtuales. La capacitación en técnicas de enseñanza online y el manejo de herramientas tecnológicas son esenciales para el éxito de estos programas (Govindasamy, 2001).

Por tanto, el refuerzo de habilidades blandas en ambientes de aprendizaje virtual no solo responde a las demandas educativas actuales, sino que también prepara a los estudiantes para un mercado laboral globalizado, donde las competencias para comunicarse y colaborar digitalmente son fundamentales. La adaptación de currículos y metodologías docentes para integrar estas competencias en la educación en línea emerge como un desafío educativo y social prioritario para las instituciones de educación superior.

 

4. Habilidades blandas por niveles educativos

La estructuración de habilidades blandas por niveles en la educación superior emerge como una estrategia clave para el desarrollo holístico de los estudiantes, promoviendo la adquisición progresiva de competencias interpersonales y cognitivas, alineadas con las exigencias de cada etapa educativa, desde el pregrado hasta el posgrado. En las fases iniciales del pregrado, se enfatiza la formación en comunicación efectiva y trabajo en equipo, habilidades fundamentales para la interacción productiva y el aprendizaje interdisciplinario, creando una base colaborativa crucial para el desarrollo académico (Sá y Serpa, 2018).

Conforme los estudiantes progresan hacia etapas avanzadas del pregrado, se prioriza el desarrollo de competencias en resolución de problemas y liderazgo, esenciales para el éxito en contextos profesionales desafiantes. Estas habilidades se fomentan mediante proyectos aplicados y decisiones estratégicas, preparando a los estudiantes para liderar en sus campos de especialización (Nota et al., 2020). En el nivel de posgrado, el énfasis se desplaza hacia el pensamiento crítico y la innovación, competencias cruciales para la investigación y el desarrollo de soluciones novedosas. La habilidad para analizar información de manera crítica y aplicar conocimientos de forma creativa es destacada como fundamental para profesionales que buscan hacer contribuciones significativas a su área (Van Laar et al., 2017).

Por tanto, implementar un currículo que promueva el desarrollo secuencial de habilidades blandas, demuestra un compromiso con la preparación de individuos no solo académicamente competentes, sino también capaces de liderar, innovar y afrontar desafíos profesionales. Este enfoque asegura que los estudiantes adquieran las herramientas necesarias para navegar exitosamente en un mercado laboral global y cambiante, preparándolos para los retos futuros con confianza y habilidad.

A continuación, se presenta el Cuadro 3, el cual detalla las habilidades blandas distribuidas por niveles de Educación Superior. Esta organización estructurada permite una comprensión clara de cómo se priorizan y desarrollan diversas competencias esenciales a lo largo de la trayectoria académica del estudiante, desde el ingreso al pregrado hasta la culminación de estudios de posgrado.

Cuadro 3

Desarrollo de habilidades blandas por niveles educativos en la Educación Superior

 

 

Nivel Educativo

Habilidad Blanda

Descripción y Aplicación

Citas de Autor

Estrategias Pedagógicas Sugeridas

 

 

Pregrado (Años 1-2)

Comunicación Efectiva

Desarrollo de habilidades de comunicación oral y escrita para la expresión clara de ideas.

Dejica-Cartis y Dejica-Cartis (2013)

Uso de diarios reflexivos, presentaciones orales, debates estructurados.

Trabajo en Equipo

Fundamentos y valor de la colaboración interdisciplinaria y el respeto por la diversidad.

Buelow et al. (2010)

Proyectos grupales con roles rotativos, actividades de construcción de equipo.

 

 

Pregrado (Años 3-4)

Resolución de Problemas

Enfoque en técnicas analíticas y creativas para solucionar problemas complejos.

Treffinger, Isaksen y Stead-Dorval (2023)

Estudios de caso, simulaciones, aprendizaje basado en problemas (ABP).

Liderazgo

Desarrollo de capacidades de liderazgo y gestión de proyectos.

Cejas et al. (2021)

Talleres de liderazgo, proyectos de liderazgo comunitario, mentorías.

 

 

Posgrado

Pensamiento Crítico

Aplicación avanzada del análisis crítico y evaluativo en investigación y práctica profesional.

Bezanilla et al. (2019)

Seminarios de investigación, críticas de pares, análisis de publicaciones científicas.

Innovación

Fomento de la creatividad y la innovación en el desarrollo de nuevos proyectos y soluciones.

López, Vegas y Rodríguez  (2020)

Hackathons, laboratorios de innovación, colaboración con startups o industrias.

 

Fuente: Elaboración propia, 2024.

La estructura del desarrollo de habilidades blandas por niveles educativos en la educación superior, revela una aproximación sistemática y gradual para incorporar competencias esenciales en el currículo universitario. La interpretación y discusión de resultados, subrayan la necesidad de ajustar las estrategias pedagógicas a las metas y requerimientos particulares de cada fase del desarrollo estudiantil.

En las etapas iniciales del pregrado, se pone énfasis en la Comunicación Efectiva y el Trabajo en Equipo como fundamentos para un aprendizaje colaborativo y una articulación precisa de ideas. Dejica-Cartis y Dejica-Cartis (2013), destacan la comunicación efectiva como crucial en la vida profesional; mientras que Hinds, Liu y Lyon (2011), enfatizan la importancia de la colaboración y el respeto por la diversidad en entornos laborales multidisciplinarios y globales. Estrategias como diarios reflexivos y proyectos grupales, promueven estas habilidades desde el comienzo de la educación universitaria, fomentando la reflexión y el aprendizaje activo, vitales para el crecimiento académico y personal.

Conforme los estudiantes se aproximan a los años finales del pregrado, la atención se desplaza hacia el desarrollo de competencias más complejas como la Resolución de Problemas y el Liderazgo. Reich y Reich (2006), resaltan la importancia de enfrentar desafíos mediante enfoques analíticos y creativos; Kayworth y Leidner (2002), subrayan la necesidad de formar líderes que gestionen proyectos y equipos eficazmente. Metodologías como estudios de caso y talleres de liderazgo, ofrecen contextos reales para aplicar teorías en prácticas, preparando a los estudiantes para roles directivos y de toma de decisiones en su vida profesional.

En el nivel posgrado, se prioriza el Pensamiento Crítico y la Innovación, preparando a los estudiantes para retos académicos y profesionales de mayor complejidad. Pithers y Soden (2000), definen el pensamiento crítico como esencial para mejorar la calidad del análisis; mientras que Sundström y Zika-Viktorsson (2009), consideran la innovación fundamental para el desarrollo de proyectos originales. Actividades como seminarios de investigación y hackathons incentivan el análisis y la creatividad, indispensables para la investigación avanzada y la práctica profesional.

 

Conclusiones

En el marco de la Educación Superior, se concluye el papel crucial de las habilidades blandas, resaltando su contribución significativa al desarrollo integral de los estudiantes y su preparación para enfrentar los retos académicos y profesionales. Mediante un análisis riguroso, se han identificado competencias clave como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, el liderazgo y el pensamiento crítico. Estas habilidades, que trascienden las capacidades técnicas específicas, son indispensables para una interacción y colaboración efectivas, así como para la adaptación a entornos laborales en evolución y el fortalecimiento de la empleabilidad y rendimiento profesional de los egresados.

Así mismo, se subraya la importancia crítica de integrar de forma exhaustiva estas competencias en los currículos de Educación Superior, no meramente como un añadido a la formación técnica, sino como elementos fundamentales para el éxito profesional y la contribución activa al tejido social. Se propone la implementación de metodologías pedagógicas innovadoras y la creación de programas que faciliten la vinculación con la comunidad, configurándose como estrategias esenciales para dotar a los graduados de las herramientas necesarias para navegar en un contexto globalizado y sujetos a cambios constantes.

Además, se enfatiza la necesidad de que la Educación Superior adopte una estructura de habilidades blandas por niveles, lo cual permite una adquisición y desarrollo progresivos, de estas competencias, desde el inicio de la formación académica hasta el nivel de posgrado. Tal enfoque estratégico garantiza la alineación de las habilidades con las exigencias específicas de cada etapa educativa, equipa a los estudiantes no sólo para destacar académicamente, sino también para liderar, innovar y afrontar desafíos profesionales con eficacia.

Finalmente, se destaca la necesidad de la integración de habilidades blandas en los currículos de Educación Superior como un imperativo educativo y social. Tal integración resulta esencial para formar individuos capaces de adaptarse a los dinámicos entornos laborales del siglo XXI, preparándolos para contribuir de manera efectiva y positiva a la sociedad. Las instituciones que promuevan este desarrollo escalonado de competencias interpersonales y cognitivas, ofrecerán una educación más inclusiva, pertinente y adaptada a los desafíos contemporáneos, asegurando así la formación de graduados competentes y versátiles, listos para enfrentar y liderar el futuro.

 

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* Doctoranda en la Universidad de Investigación e Innovación de México. Magister en Docencia e Investigación Educativa. Licenciada en Psicología y Orientación Vocacional. Profesor de segunda Enseñanza. Docente de la Carrera de Psicología Clínica de la Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales en la Universidad Técnica de Manabí, Manabí, Ecuador. E-mail: guadalupe.bravo@utm.edu.ec ORCID: https://Orcid.org/0000-0001-9758-293X

 

** Magíster en Educación mención Comunicación Educativa. Licenciada en Secretariado Ejecutivo. Académico del Instituto de Admisión y Nivelación en la Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Manabí, Ecuador. E-mail: eugenia.intriago@utm.edu.ec ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8024-4691

    

*** Magister en Educación mención Comunicación Educativa. Licenciada en Secretariado Ejecutivo. Docente de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de Educación y Personal Administrativo del Instituto de Admisión y Nivelación en la Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Manabí, Ecuador. E-mail: maritza.velez@utm.edu.ec ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3074-9456

  

**** Magíster en Contabilidad y Auditoría. Economista. Docente del Instituto de Admisión y Nivelación en la Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Manabí, Ecuador. E-mail: elena.pico@utm.edu.ec ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4687-8295

 

Recibido: 2024-04-19                · Aceptado: 2024-07-07