Imaginarios digitales y alien trans-gé
Resumen
Entre los años de 1985 y el 2000, la cultura arquitectónica norteamericana, localizada en los centros de producción intelectual y material más prestigiosos y reconocidos, efectúa una suerte de traducción local e intercultural de las nociones y propuestas teórico-criticas originadas en la cultura francesa y en los textos de Gilles Delueze, Felix Guattari y Jaques Derrida. Debido a las características y rasgo de la cultura americana, deslastrada en cierto sentido del peso occidental de la historia y del recuerdo en sentido estricto, la teoría arquitectónica lleva prácticamente al límite de posibilidades los principales temas y propuestas derivadas de una lectura local de Denrrida, Deleuze y Virilio. Las nociones de desterritorialización, agenciamiento, dispersión y reconfiguración del espacio-tiempo se cruzan con una crítica radical del sujeto y del habitar. Uno de los resultados más extraños e incluso bizarro y sorprendente es la propuesta definitiva de la superación misma del concepto de arquitectura y ciudad, de espacio habitado. En su lugar, se propone con una certeza que roza el asombro, la trans-arquitectura, el espacio liquido-digital, el cual el sujeto se diluye en la máquina fractal de formas continuamente transfiguradas. Es una seria apuesta a la posibilidad de realización material y, a corto plazo, de una transfiguración definitiva de la arquitectura en otra cosa muy cercana a las representaciones de los imaginarios fílmicos y digitales contemporáneos.
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