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Wed, 01 Jul 2020 in Kasmera
Citas a ciegas
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Las citas que se utilizan en los artículos son una parte integral de los mismos, dando soporte a afirmaciones, comparaciones y datos. No obstante, a menudo esos trabajos citados no son leídos por aquellos que los citan, en el mejor de los casos la lectura se limita a los resúmenes recogidos en bases de datos o simplemente se citan al oído, transcribiendo lo que otros autores usan en sus introducciones o discusiones, o aplicando razonamientos lógicos, que no tienen por qué ser correctos. Esto, que es una evidente mala práctica científica, lleva a la introducción y perpetuación de errores en la literatura científica.
Para ilustrar este problema, voy a poner varios ejemplos, fáciles de constatar, usando un clásico de la temática de resistencia a antibióticos; seguro que la mayoría lo conocemos: La beta-lactamasa “TEM”.
¿Qué significa "TEM"?
Por ejemplo, todos sabemos, o creemos saber, que significan esas siglas; el nombre de la paciente que proporcionó la muestra de la que se aisló por primera vez un microrganismo con una beta-lactamasa tipo “TEM” 1. Para citarlo, lo más usual sería que nos remitamos al artículo donde se describió la TEM por primera vez, cosa que sucede en algunas publicaciones; pero lo interesante es que en ningún momento Datta y Kontomichalou 2 en su artículo original de 1965, por mucho que se use como fuente para referenciar el origen del nombre, dicen nada al respecto. Fue en 1984 cuando Medeiros 3 incluyó esa información en una revisión (ver la Tabla II de la misma), sin poner cita alguna sobre el origen de la información. Este autor ha sido incapaz de encontrar ninguna información anterior sobre la razón que subyace tras el nombre (¿Alguna comunicación a congreso previa a 1965?). Pero la historia del nombre no acaba aquí, si leemos a Medeiros (u otros) el nombre es Temoniera 3,4, pero otros autores lo escriben como Temoneira 5,6. Es una cuestión menor, pero si yo me llamo de una manera ese es mi nombre y no otro.
En lo tocante al nombre, hasta aquí podemos estar hablando de un boca/oreja, de un dato que Medeiros 3 consiguió hablando con el investigador original, o tal vez accediendo a algún texto de escasa difusión hoy posiblemente extraviado y luego las variaciones deberse a un simple error de redacción por parte de autores subsiguientes que han llevado a la presencia de variantes en torno al nombre de esa paciente. En lo tocante a usar el artículo de Datta y Kontomichalou 2 de 1965 como referencia, hablamos de una referencia puesta sin leer, por simple “suposición” o “copia” de lo que dicen otros, sin constatar la corrección de la información.
¿De qué tipo de muestra se aisló la cepa portadora de la beta-lactamasa tipo TEM que dio nombre a esta familia de genes de resistencia?
Vayamos hasta el tipo de muestra de donde se aisló la cepa portadora de esa TEM. Aquí según algunos autores la muestra original era de sangre y según otros de orina 4,7. Si bien las diferencias en el nombre de la paciente pueden ser una permuta de letras sin más relevancia posterior ¿Se pueden confundir las muestras biológicas al citar un origen? La respuesta es que no, y aquí ya la cosa cambia, como mínimo una de las dos versiones no se atiene a la realidad. Eso es que alguien puso lo que no era una vez, sin verificar los datos, por “inferencia” lógica y el resto, en vez de localizar la fuente original para reportar correctamente los datos, perpetuó el error.
Evidentemente para salir de dudas debemos ir a la fuente primigenia. Pero es muy curioso, si vamos al artículo original de Datta y Kontomichalou 2, tampoco dicen nada al respecto. ¿De dónde sale pues esa información?
La realidad es que Kontomichalou 8 reportó la fuente biológica en un artículo posterior, publicado en 1967, que incluye la misma cepa de Escherichia coli, y no se trata de sangre, ni tampoco de orina. El autor dice que la cepa fue aislada de una muestra de heces tras un tratamiento con ampicilina 8. Si queremos disipar dudas, podemos seguir leyendo la obra de Kontomichalou y, como mínimo, en un artículo de 1974 vuelve a reportar la misma cepa de E. coli como aislada de una muestra de heces tras un tratamiento con ampicilina 9. Valdría la pena preguntarse cómo, con el devenir de los años, se convirtió en sangre u orina. Tristemente, este autor no ha leído en ningún trabajo, fuera de los del autor original, que la fuente originaría fuesen heces.
¿Esta tan claro que la TEM que dio el nombre a esta familia de genes es la TEM-1?
Para terminar, vale la pena hablar sobre el nombre que recibe hoy esa betalactamasa. El plásmido RTEM, el descrito por Datta y Kontomichalou 2, se rebautizó como R6K 10, determinándose que el punto isoeléctrico de la beta-lactamasa que codifica era de 5.4 11. La secuencia del gen se determinó en 1978, viéndose que contenía una Lys en posición 37 12. En paralelo, Sutcliffe 13 secuenció la beta-lactamasa del vector pBR322. la cual provenía de la beta-lactamasa presente en el plásmido R7268 (posteriormente rebautizado como R1) procedente de una cepa de Salmonella enterica serovar Paratyphi B aislada en 1963 en Londres 2. Al analizar esa secuencia encontró que había una diferencia aminoacídica con respecto a la secuencia de Ambler y Scott 12, presentando una Gln en posición 37.
Si comparamos con las secuencias presentes en GenBank a día de hoy comprobamos que la beta-lactamasa de RTEM (Lys37) descrita por Ambler y Scott 12. coincide con la actual TEM-2 y la de R7268 (Gln37) con la actual TEM-1. Por tanto, parecería evidente que la enzima que dio el nombre a una familia de betalactamasas era la que hoy conocemos como TEM-2.
No obstante, la realidad va un poco más allá. El punto isoeléctrico (pI) de la actual TEM-1 es de 5,4, mientras que el de TEM-2 es de 5,6 11. Esos puntos isoeléctricos son los determinados por Matthew and col. 11 para las dos betalactamasas tipo TEM conocidas en ese momento: TEM-1 (pI 5,4) y TEM-2 (pI 5,6). No obstante, describen el mismo pI para la beta-lactamasa de RTEM y la de R7268: 5,4, siendo por tanto para ellos la misma beta-lactamasa (TEM-1) 11. El escenario más probable es la sugerencia, ya propuesta por Sutcliffe 13 de una equivocación en algún momento de la historia de la cepa RTEM (R6K) utilizada en el primer estudio de secuenciación. Ello también se ampara en las diferencias en los patrones de resistencia conferidos por el plásmido R6K original y el plásmido R6K desde el que se procedió a secuenciar; Sutcliffe 13 reporta que se le comunicó que el plásmido RTEM secuenciado por Ambler y Scott 12 confería también resistencia a tetraciclina, pero no a estreptomicina, a diferencia de lo reportado originalmente 2. De hecho, actualmente la secuencia del plásmido R6K presente en GenBank (LT827129) muestra la presencia de una TEM-1.
Conclusiones
Así, como muestra la cuestión del nombre de la paciente, a veces hay datos que ponemos, que en efecto son cosas que nos creemos sin más; nos parecen tan evidentes que no comprobamos la fuente y ponemos la que debería ser por lógica mental, y eso no tiene por qué ser así; como indica el tipo de muestra del que se aisló la primera TEM, no basta con copiar supuestas evidencias, por mucho que parezcan razonables, se ha de indagar en el texto original, o en su defecto en los más próximos a él; y como muestra el caso del nombre del alelo, a veces lo aparentemente evidente no es tan simple como parece (y puede llevar a confusiones de buena fe).
Corolario
Todo este texto, está documentado con una serie de citas, pero, si alguien decide usar este texto como fuente de información ¿Revisará antes que lo que pone es correcto y no fruto de mí imaginación?
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¿Qué significa "TEM"?
¿De qué tipo de muestra se aisló la cepa portadora de la beta-lactamasa tipo TEM que dio nombre a esta familia de genes de resistencia?
¿Esta tan claro que la TEM que dio el nombre a esta familia de genes es la TEM-1?
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