Derecho del trabajo mínimo y economía
Abstract
El Derecho del Trabajo sufre en el momento actual duros golpes como consecuencia de la desindustrialización, la pobreza, la inflación, la marginación, la desocupación, la precarización del trabajo, la exclusión, de ahí que se levanten voces que pretenden se suprima la garantía legal, abandonando la legislación protectora en busca de la autonomía de la voluntad. Simultáneamente, se acentúa una crisis económica, pero siempre las ha habido y salvo minorías que defendían a ultranza el liberalismo exacerbado, hasta ahora no se había culpado de tales crisis y de la desocupación al Derecho del Trabajo, disciplina que muy por el contrario, no sólo pervive a las crisis sino que además, nació y se justifica con ellas. El nuevo siglo presenta desafíos y uno está vinculado con el Derecho del Trabajo Mínimo, el cual debe debatirse ampliamente, más allá de una simple descripción contemporánea o coyuntural que sólo observe el fenómeno que se trata como si fuera flexibilidad, modernización o adaptación de las normas. Sin embargo, no es posible afirmar que las nuevas realidades hayan puesto en crisis terminal al modelo tradicional del Derecho del Trabajo. En todo caso, la inobservancia de las normas laborales vigentes y la creación de nuevas formas contrarias a la razón de ser histórica del Derecho del Trabajo, frustra las expectativas de los agentes intervinientes en la relación laboral y genera situaciones ineficientes tanto para los trabajadores como para los empleadores.