UTOPÍA Y PRAXIS LATINOAMERICANA. AÑO: 22, n°. 77 (ABRIL-JUNIO), 2017, PP. 101-110
REVISTA INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA Y TEORÍA SOCIAL
CESA-FCES-UNIVERSIDAD DEL ZULIA. MARACAIBO-VENEZUELA.
The relations between Clarté and Amauta: research notes
Carmen Susana TORNQUIST
Universidade do Estado de Santa Catarina, UDESC, Grupo de investigaciones LUTE, Brasil.
Resumen
La influencia de Clarté sobre Mariátegui es reconocida por varios estudiosos, entre los cuales está Robert París, que subraya la elección por parte del Amauta por el estilo del periodismo programático expresado por Clarté. Este artículo trata de presentar algunos datos referentes al periódico Clarté, que fue editado entre los años de 1919 y 1928, así como los hallazgos acerca de la interlocución entre Mariátegui y Clarté, a lo largo de su trayectoria. No obstante su rol clave en el debate acerca del colonialismo y de su perspectiva revolucionaria e internacionalista, Clarté estuvo centrada en el contexto europeo y estadounidense, así que las referencias a la realidad latino-americana fueron muy raras, y, en lo que se refiere al Perú, prácticamente inexistentes.De otra parte, es conocida la interlocución directa del Amauta con Henri Barbusse, con quien Mariategui mantuvo una relación epistolar en los años posteriores a su giro por Europa. Sin embargo, los intentos de interlocución personal con Pierre Naville, elemento clave de la conversión del grupo al trotskismo, a los finales de la década de 1920, no lograron éxito.
Palabras clave: Clarté; Mariátegui; periodismo programático; Amauta
Abstract
The influence of Clarté on Mariátegui is recognized by several scholars, including Robert Paris, who highlights Amauta’s choice for the programmatic journalism style expressed by Clarté. This article aims to present some data referring to the newspaper Clarté, which was published between the years of 1919 and 1928, as well as the findings about the interlocution between Mariátegui and Clarté throughout its trajectory. Notwithstanding its key role on the debate on colonialism and its revolutionary and internationalist perspective, Clarté focused on the European and United States contexts, so references to the Latin American reality were very rare, and, regarding Peru, practically non existent. On the other hand, it is known the direct interlocution ofAmauta with Henri Barbusse, with whom Mariátegui maintained an epistolary relation in the years after his tour around Europe.However, attempts of a personal interlocution with Pierre Naville, a key element in the group’s conversion to Trotskyism in the late 1920s, were unsuccessful.
Keywords: Clarté; Mariátegui; programmatic journalism; Amauta
Recibido: 23-01-2017 ● Aceptado: 27-03-2017
Llegué a Mariátegui hace pocos años, después de dedicarme a investigar el tema del movimiento indígena brasileño, particularmente los pueblos guaraníes, en el sur de Brasil. De pronto, ante el tratamiento del problema del indígena como un “problema de la tierra”, me impresionó su actualidad. En los estudios sobre los movimientos indígenas en Brasil predominan las miradas centradas en las dimensiones de la identidad y de la etnicidad, a las cuales se agregan las principales referencias del campo de los movimientos sociales, en que, en general, la perspectiva marxista es tomada como algo ultrapasado. De hecho, esto es oportuno para que reflexionemos sobre el caso en un país en donde las políticas decrecimiento económico sin límites llevadas a cabo por los últimos gobiernos han vuelto a colocar el tema de la tierra como central en las luchas indígenas. Cuando la tierra se afirma como eje central en las luchas, los estudios hacen hincapié en el tema de la etnicidad y de las motivaciones culturales de los conflictos, centrados en categorías y perspectivas teóricas que si bien expliquen parte de la realidad, no enfrentan el problema de la tierra, tal como le planteó Mariátegui en Los Siete Ensayos. De otra parte, se percibe netamente el sentido de la tierra para los pueblos guaraníes contemporáneos, lo que también nos lleva hacia el Amauta: el significado del tekoa(palabra que significa tierra, territorio) es muy cercano a la Idea de Pacha mama de los pueblos andinos, como ayer recordamos en una de las mesas de este Simposio. Así que conocí a Mariátegui por la vía del indigenismo, pero luego me enteré de la Revista Amauta y del tema del feminismo en Mariátegui, me enamoré con la actualidad de Las Reivindicaciones feministas, y por los conocidos estudios de Sara Beatriz Guardia sobre el tema, a quien agradezco enormemente el estímulo y apoyo, algo muy precioso para nosotras las mujeres, para quienes la toma de la palabra sigue siendo un desafío.
Comparto con ustedes algunas observaciones de una investigación todavía inconclusa sobre las relaciones entre la Revista Amauta y el Movimiento Clarté1. Estas dos publicaciones son, en mi entender, ejemplos del editorialismo programático de vanguardia que marcó las primeras décadas del siglo XX, y que produjeron rupturas estéticas y políticas. Amauta y Clarté, al igual que otras publicaciones del aquel entonces, buscaban romper con la separación entre el arte y la política, como señala Fernanda Beigel2.
Si bien creo que la obra de Mariátegui está relacionada con el proyecto de descolonialidad del saber, y por cierto Clarté no se alejó de una perspectiva eurocéntrica, mi preocupación se centra en el esfuerzo de actualización del pensamiento marxista. Me refiero a una lectura marxista heterodoxa, que se renueva permanentemente a partir de las luchas y movimientos de la realidad, heredera de aquella vertiente a la cual, según Michael Löwy, pertenece el Amauta. Esta se caracteriza por una valoración con las tradiciones pre-capitalistas reinterpretadas a partir de los planteos esenciales del marxismo. En ese sentido, la propuesta de interpretación de la realidad nacional del Perú, y, más aún, su proposición de construir un socialismo indo-americano, correspondería, además, al romantismo marxista del tipo revolucionario, como lo plantean Löwy y Sayre3.
Tomo como punto de partida dos proposiciones de Robert París: la primera, referente a la noción misma de influencia, o sea, influencia entendida como elección, como lo que pasó alrededor de su apropiación del sorelismo4 y, en segundo lugar, la premisa de que, si bien la formación ideológica de Mariátegui se dio fundamentalmente en Italia, el proyecto editorial que lo inspiró fue el de Clarté, así como otras revistas de esa época.
Lo sustancial de la ponencia se refiere a datos que recogí muy recientemente en Paris, bajo la supervisión del profesor Michael Löwy, sin el cual esta investigación no habría sido posible, y a quien agradezco el apoyo e inspiración.
BEIGEL, F (2003). El itinerário y la brújula. Buenos Aires: Editorial Biblios, p.35.
LOWY, M & SAYRE,R (1993). Romantismo e política. Rio de Janeiro: Paz e Terra.
PARÍS, R (1978). “Un sorelismoambiguo”, in: ARICÓ, J (org). Mariátegui y losorígenes del marxismo en la América Latina. México: Sigloveinteuno.
Voy a caracterizar brevemente Clarté, para después hablar de las referencias directas entre Amauta y Clarté, lo que llamé de momento Sherlock Holmes de mi ponencia, porque resulta interesante percibir algunos rasgos de la pretendida búsqueda de interlocución de Mariátegui con sus camaradas franceses. La investigación sobre Clarté se realizó a partir del material microfilmado disponible en varias bibliotecas de París. Este material está en buen estado de conservación, con excepción de los números iníciales del Bulletin Clarté5. Hay algunas lagunas, sobre todo entre los meses de junio y diciembre de 1922, documentos que no constan en el acervo, bien como otros dos ejemplares de los años subsiguientes6. Ese tipo de discontinuidad fue compartida por muchos de los periódicos programáticos de vanguardia de aquel entonces, sea en razón de los problemas financieros y conflictos internos, relacionados con divergencias políticas, sea por las persecuciones políticas, como pasó en Perú con las publicaciones en las cuales estuvo involucrado Mariátegui.
Alain Cuenot clasifica dos períodos de Clarté. Si tomamos en serio esa periodización, tendremos como primer período aquel que corresponde a los años de 1919 hasta 1924, intitulado “del pacifismo al internacionalismo proletario”7, y el segundo, que comprende los años de 1924 hasta 1928, o sea, desde la relación del Grupo con el surrealismo hasta el trotskismo8. Antes de ese cambio, que señala la ruptura en definitiva del grupo rumbo a la adhesión a la oposición trotskista. Pero antes de este cambio en definitiva, en 1926, hubo esfuerzos de articular en una publicación de los clarteístas y los surrealistas (La Revista La Guerre Civile), que a pesar de no haber logrado en términos editoriales, constituyó un proceso de interlocución muy interesante del cual participaran Marcel Fourrier, Pierre Naville, André Breton, Jean Bernier y Victor Castre9, teniendo por eje temas como la relación entre arte y revolución y entre el comunismo y surrealismo, las diferentes interpretaciones del materialismo marxista, entre otros10. En 1928, sucediendo declaradamente a Clarté, se creó la revista La Lutte de Classes cuyo equipo editorial incluía a Víctor Serge y Pierre Naville, juntamente con otros ex-clarteístas, especialmente Marcel Fourrier, figura casi omnipresente en Clarté, tanto como articulista, cuanto gerente, y, probablemente, pieza clave en los términos de los cambios de Clarté a lo largo de su existencia. Como veremos más adelante, Mariátegui intentó establecer una interlocución con Naville, desde Lima, en un momento cercano al final de Clarté, en el contexto de La Lucha de Clases.
Clarté fue, desde 1919, un movimiento colectivo, organizado alrededor del periódico de mismo nombre, liderado, en un primer momento, por Henri Barbusse. El escritor francés y otros intelectuales de aquel entonces, impactados por la tragedia de la Primera Guerra Mundial, intentaron hacer una amplia movilización pacifista que pronto vendría a volverse anticolonialista y antiimperialista.
Los otros 130 números fueron registrados en pequeñas tablas, y, cuando fue posible, reproducidos, especialmente, los artículos
teóricos y las ilustraciones.
6 Lamentablemente se trata de las hojas donde, probablemente, tendríamos acceso a las noticias del Primer Congreso de los clarteístas en Francia, divulgado en los números anteriores, o, quizás, su no realización, pues en el marco de la dinámica de aquellos locos años, muchas acciones previstas por los grupos de vanguardia no se lograron.
7 CUENOT, A (2011). Clarté 1919-1924. Du pacifisme au Internationalisme prolétarien. Itinéraire politique et culturel.Tome 1. Paris, L’Harmattan.
CUENOT, A (2011). Clarté. 1924-1928 . Du surréalisme au trotskisme . Itinéraire politique et culturel. Tome 2. Paris, L’Harmattan.
Victor Castre y Jean Bernier tuvieran un rol central el ese diálogo, escribiendo varios artículos sobre el surrealismo en Clarté, además de tomar parte en los meetings entre los dos equipos ver CUENOT, A (2011). Op. cit.
10 CUENOT, A (2011). Op. cit., pp.73-82.
Clarté estableció un vínculo muy cercano con La Librairie du Travail, que editó obras artísticas y teóricas situadas en el campo socialista, tanto marxistas como anarquistas, desde sus primeros días, en un experimento muy dinámico y heterogéneo, cuya influencia se hizo sentir en varios ámbitos de la vida política de Europa. Además de publicar artículos escritos en francés, así como Claridad y Amauta, Clarté asumió el trabajo de traducir obras importantes, y lo hizo con el apoyo frecuente de Magdeleine Marx, Parijanine y de Victor Serge, que vertían al francés obras o textos del ruso, alemán, inglés e italiano. Llama atención que pocos textos fueran traducidos en Clarté desde el español, lo que nos hace pensar sobre la relación entre el grupo y Mariátegui, como veremos. Esos trabajos formaban parte del proyecto de formación política y constitución de un amplio movimiento mundial, revolucionario, en el cual la revolución de los espíritus y del pensamiento era considerada clave.
Clarté se organizó en grupos de debate en varios barrios de París, provincias de Francia y de países europeos, bien como en colonias francesas como Argelia, Marruecos y Egipto. Hubo intentos de creación de grupos Clarté tanto en Estados Unidos, Canadá y México, como en América Latina, donde se formaron grupos en Argentina, Cuba, entre otros. La constitución de esos grupos no correspondía a ningún tipo de centralización, y así muchos grupos que se reivindicaron clarteístas tuvieron destinos distintos del grupo francés. Este fue precisamente el caso del grupo brasileño, creado por sindicalistas anarquistas y que tuvo un destino muy lejano de los que planteó el grupo francés11. En otros casos – y ese parece ser el caso de Amauta –la interlocución con Clarté se establecía indirectamente, en términos del contenido de las reflexiones, de los temas y de los articulistas o autores traducidos, además del proyecto editorial propiamente dicho, como lo subrayó Robert París. En el Perú, Claridad fue declaradamente cercana al grupo y a Henri Barbusse, de quien publicó Le couteau entre les dents, debidamente traducido al español, y manifiestos del grupo Claridad (Clarté) de Paris, entre los cuales aquél que fue publicado en el n° 4 de 1923, ya con la presencia de Mariátegui en el editorial12.
Clarté empezó su trayectoria como un boletín de cuatro páginas, contando con la colaboración de varios escritores europeos, articulados en torno del rechazo de la Gran Guerra, y que habían creado la Asociación Republicana de los Antiguos Combatientes (ARAC), en 1917. De la ARAC participaban figuras importantes de la intelectualidad europea de aquel entonces, entre estos Romain Rolland, Anatole France, Paul Vaillant Couturier, Raymond Lefebvre y Henri Barbusse13. Barbusse fue uno de los principales interlocutores de Mariátegui, y la persona central en los conflictos internos al grupo, alrededor de la cual la nueva generación de clarteístas se opuso, en especial a partir de la publicación de su libro intitulado “Jesús”, antes del cambio en definitiva de Clarté para La Lutte de Classes, en el 1928. En ese conflicto subrayamos la figura de Pierre Naville, importante líder del surrealismo y, luego, de Clarté y de la oposición trotskista14,con quien Mariátegui intentó hacer contactos, pero no tan productivos como los que emprendió con Barbusse, como veremos adelante. Conocido por su capacidad de articulación política y por su prestigio internacional en el ámbito literario, Barbusse arrebató el Premio Goncourt, en 1916, con Le Feu, un romance de guerra, género que se popularizó en esa época. Mariátegui había leído El fuego en el Perú, antes de su viaje, e intentó encontrar a Barbusse luego de su llegada a París, después de haber adquirido otra obra de su autoría (L’Enfer), en una librería del Quartier Latin, donde estuvo
HALL, M & PINHEIRO, OS (986). O grupo Clarté no Brasil: da Revolução nos Espíritos ao Ministério do Trabalho.Libertários no Brasil. São Paulo, Brasiliense.
Claridad. Edición facsímile, Lima, Empresa Editora Amauta, 1994.
Raymond Lefèbvre, otra importante figura en los primeros años del Post Guerra, por su parte, tuvo una trágica y precoz muerte, cuando volvía de un tumultuado viaje a Rusia junto con otros líderes sindicales (Vergeat e Lepetit). Pero, más allá de su fallecimiento, sus artículos y poemas siguieron siendo parte de innumerables páginas de Clarté, durante muchos años, hasta el 1927. Su esposa, Mela Muter, fue una presencia frecuente en Clarté, produciendo dibujos e ilustraciones para la revista.
LOWY, M (2009). “Pierre Naville’s revolutionary Pessimism”, in: Morning Star: surrealism, anarchism, situationism and utopia.
Austin: UniversityPress of Texas.
por algunas semanas antes de partir para Italia. En 1919, la Librairie Flammarion publicó la novela de Barbusse intitulada, precisamente, Clarté.
El primer número de Clarté fue editado el 19 de octubre de 1919, y que Mariátegui llegó a Francia en noviembre del mismo año, así que cuando conoció las “oficinas” de Clarté, en la Rue de Feydeau, es posible que haya conocido y, quizás, leído también, supongo yo, el número inaugural de Clarté.
Desde el primer número del Bulletin, el 19 de octubre de 1919, hasta los últimos números de la Revista, en 1928, Clarté tomó para sí la divulgación de la verdad acerca de la Rusia Soviética, e hizo hincapié en la defensa de los ideales libertarios que estuvieron presentes en los inicios de la Revolución. En el segundo número de Clarté, fechado en noviembre de 1919, Barbusse escribe el artículo “La revolución soviética”; señalando su relación con el proceso evolutivo de la humanidad, el avance de la razón y heredera de la Revolución Francesa y de la Comuna de Paris, recientemente vivenciada en Francia. La Comuna, así como otras rebeliones respecto al movimiento obrero, eran frecuentemente mencionadas, sea a través de artículos teóricos y ediciones especiales, sea a través de registros de cuño memorables, producidos en fechas significativas, entre las cuales se encontraban las celebraciones del Primero de Mayo, los aniversarios de la Comuna y de la Revolución Soviética, como las fechas de nacimiento y de fallecimiento de líderes como Rosa, Lenin, Louise Michel, entre otros.
Inicialmente, Clarté asumió el formato de un Boletín, con columnas pequeñas, sin editorial, pocas páginas y edición quincenal. Las acciones y “campañas” de Clarté eran, desde el inicio, permanentes y amplias, y la comunicación con sus lectores trataba de temas como el mantenimiento financiero de la revista, la necesidad de obtener más subscripciones, cómo ampliar su circulación en el mundo. La cuestión de la periodicidad era importante: en el primer número, se encuentra el apelo “Pour que nous devenions hebdomadaire”, así como la divulgación de las actividades de los grupos de clarteístas organizados en Paris. Es todavía una incógnita saber el alcance, en términos cuantitativos, de Clarté, o sea, cuántos lectores en promedio obtuvo la publicación a lo largo de su existencia. No hay referencias en sus páginas sobre el número de ejemplares de cada edición. A excepción del primer número, que contó seguramente con una reimpresión, no se percibe en ningún otro número microfilmado ese tipo de registro. Las campañas permanentes de adhesión y de suscripción a mediados de la década del 20 hablan del propósito de alcanzar 5000 suscriptores, pero nos quedan lagunas en el sentido de una mayor exactitud en términos del tiraje a lo largo de su existencia. Los precios no cambiaron casi nada en toda la década de existencia de Clarté, los números individuales eran vendidos por 1 franco y 50 en Francia y 3 francos y 50 en el extranjero. La venta de libros y las suscripciones, incluyendo cuotas de los colaboradores, deberían cubrir los gastos de prensa, pero hubo momentos en los cuales la crisis financiera parecía anunciar el fin de la publicación.
El recurso de vender productos como lapiceras y encuadernaciones de Clarté, y luego promociones hechas en conjunto con otras editoriales, como la que se llamó El Libro del mes, mencionada en una carta a Mariategui, como veremos después, fueron utilizados para garantizar el autofinanciamiento de la revista. El tema fue motivo de innumerables conflictos internos, como ustedes se pueden imaginar, dado la centralidad de la problemática de la independencia de los periódicos temáticos, hasta el día de hoy. Entre los años de 1925 y 1926, Clarté recurrió a la publicidad externa, especialmente de librerías y de editoriales, en general, las que editaban obras cercanas del campo ideológico de la revista, como Flammarion, Rieder, Kra y, luego, la Casa editorial de Rusia. En algunos momentos, fueron publicados anuncios de otros productos y servicios, entre los cuales, máquinas de escribir, estantes de libros y talleres de ropas masculinas de una cooperativa parisina.
Clarté tuvo, a lo largo de su trayectoria, tres gerentes, entre los cuales cabe mencionar a Marcel Fourrier, redactor de la revista desde los años de 1926, hasta su final. La referencia al director en la portada era común en publicaciones de aquel período, y fue adoptada por Clarté, garantizando destacando a la persona de Barbusse, cuya legitimidad en el ámbito del Partido Comunista Francés, creado en 1920, estuvo involucrada con muchos de los conflictos que antecedieran los intentos de creación de La Guerre Civile y la transformación de Clarté en La Lutte de Classes, como he referido antes15.
Desde los primeros números, hay una significativa presencia de dibujos y caricaturas, con un tono frecuentemente irónico y cómico, pero, a veces, trágico; sobretodo, en lo que se refiere al tema de las guerras. Entre los años de 1924 y 1925, la revista alcanzó cerca de 30 páginas, entre las cuales se podían leer artículos de gran densidad y originalidad, apreciar dibujos e historietas de artistas como Theophille Steinlen, Georges Grosz, Franz Massarel, Lucien Laforge, Mela Muter, Pablo Picasso, Serge Fotinski, entre otros artistas de las vanguardias europeas. Algunas de estas obras, como las de Grosz y Fotinsky, fueran reproducidas en Amauta.
No hay referencias a los autores de los logotipos y parece que en aquel entonces la reproducción de imágenes y otros aspectos editoriales no se constituía en un problema, como hoy. Al contrario, el propósito de Clarté y de otros periódicos del campo socialista era difundir de cualquier modo y por todas partes el ideario socialista y comunista, de lo cual hacía parte la reproducción de las obras de arte, facilitadas por los avances técnicos de entonces. El logotipo media luna, similar al de Claridad, se mantuvo como marca de la revista, otros elementos de la portada tuvieron modificaciones, entre las cuales la imagen de la mujer “iluminada”, que se mantuvo junto al sumario hasta el año de 1922, pero fue sustituida por otro dibujo, que permaneció junto al resumen hasta los finales de 1926. En Clarté de 1927, se adicionó una estrella roja.
Con respecto a la interlocución entre Mariátegui y el Grupo Clarté, tengo algunos hallazgos para compartir con ustedes. Paso, así, a presentarles los que corresponden al momento “Sherlock Holmes” de mi investigación, a modo de conclusión de esta ponencia.
Es casi seguro seguro que muchos de los lectores de Latinoamérica -entre los cuales Mariátegui, tras su retorno al Perú- recibían Clarté con regularidad, bajo, probablemente, la modalidad de la suscripción y del envío por el correo. Sobre este aspecto, encontramos importantes referencias en Correspondencias, publicadas en Mariátegui Total, por ejemplo la carta que Mariátegui recibió de Clarté, en julio de 1926:
De Clarté a Mariátegui:
Querido Camarada, como anunciamos en el último número de Clarté, suspendimos el servicio del libro del mes. Revisando las cuentas, averiguamos que la suya sigue siendo deudora de la suma de 41,05. Para poder clausurar nuestra contabilidad, le agradeceríamos tenga a bien hacernos llegar el saldo lo más pronto posible. Esperando, reciba, camarada, nuestros saludos fraternales16.
En ese año, la suscripción para los extranjeros era de 50f (un año) 30f (seis meses) o 18 f (tres meses). Posiblemente la suscripción de Mariátegui se refería a seis meses, si tomamos en cuenta los costos y el hecho de que hay una referencia a la promoción intitulada “Le livre du mois.” El signatario, cuyo nombre no se pudo descifrar, según los compiladores del material, podría haber sido, creo, Marcel
En varios momentos, y no por casualidad, si se considera los conflictos internos a Clarté, esa portada con el nombre de Barbusse fue sustituida por capas artísticas, con dibujos y caricaturas.
Amauta Total, Tomo: II, Lima, Empresa editorial Amauta,1994, p. 1796.
Fourrier, una vez que él era el gerente de la revista en aquel entonces. Es importante subrayar que en los números anteriores a setiembre de 1926 se ha destacado la crisis financiera de la revista, con artículos firmados por Marcel Fourrier sobre el asunto17.
En Clarté de abril de 1926, quizás recibida por Mariátegui, figuraba el tema de la guerra de Marruecos y del imperialismo en el editorial18, así como artículos sobre el imperialismo norteamericano19, con datos estadísticos acerca del avance de la potencia de los EEUU en el mundo y la centralidad del petróleo en el proceso. Hay un artículo de Fourrier20 con muchas citas de Trostky, y también fragmentos de su discurso, en Moscú. Hay un artículo sobre Anatole France y su relación con la Comuna, en el cual Fourrier contradice la idea de que France sería un revolucionario. En ese número, se encuentra, también, una crítica al fordismo, a partir de una publicación editada en L’ Humanité. Se nota la presencia de los surrealistas, sea a través de la divulgación de su Revista21, sea a través del artículo de Louis Aragón, sobre la mercantilización del pensamiento.
En el número 2 del mes de julio del mismo año, Clarté presenta fotos de la revolución china, con escenas de las multitudes en las calles, seguidas de artículos sobre el tema y comentarios de libros, entre los cuales uno de Michel Leiris, llamado “La vie aventureuse de Jean Arthur Rimbaud”, y del libro Cartas de la Prisión de Rosa Luxemburgo, a la venta en la Libraría du Travail por el precio de 2 francos y
50. La casa editorial vendía, en esa ocasión, fascículos de Víctor Serge22, por el precio de 1 Fr. y 50. En este número hay un artículo de Fourrier respecto la crisis financiera, bien como otro, de su autoría, sobre la situación revolucionaria en China23. Al final de este artículo, una foto de Lenin con una cita suya, un recurso editorial muy utilizado por Clarté a lo largo de su itinerario.
En el número siguiente, de agosto y setiembre, Clarté publica un fragmento del discurso de Lenin en el ámbito del Congreso del PCUS, en 1922, cuyo tema se articulaba con los artículos de Víctor Serge y de Marcel Fourrier sobre la China24, acompañado de un mapa de la República China. En ese número había artículos de Pierre Naville, uno de ellos sobre el paro de los mineros en Inglaterra25 y otro, de carácter filosófico, relacionado al materialismo histórico26. Hay un artículo sobre Jean Cocteau, de Michel Leiris, y un otro texto de Fourrier sobre los problemas financieros de Clarté. Esta descripción, quizás excesivamente detallada, intenta compartir con ustedes un poco ese momento del Clarté, cuando, probablemente, esos números llegaron a las manos de Mariátegui.
En la Correspondencia, editada en Amauta Total, también se puede leer la carta de Henri Barbusse recibida por el Amauta, enviada algunos meses antes, en mayo de 1926:
“Explication sur les difficultés vécus par la revue et par le groupe, et indication de la parution de la prochaine revue, à
septiembre”,Clarté, n° 2, Nouvelle Série, 15 de Julio de 1926.
«L`Impérialisme français triomphe au Maroc»,Clarté, n°.1, abril 1926.
«Nouvelle positions de L`imperialisme Prolétaires occidentaux et peuples opprimés» y «Le monde du capitalisme américain»,
Clarté, n°, abril 1926.
FOURRIER, M (1926). «Le capitalisme a fait son temps»,Clarté, n°.1, abril.
Leer “Manifeste Surrealiste. La revista más escandalosa del mundo”.
SERGE, V (1926). Les anarchistes” et La expérience de la Révolution Russe”, Clarté, n°. 2, julio
FOURRIER, M (1926). «La libération de la Chine marquera le déclin de l’imperialisme et ouvrira l’ère des révolutions”,
Clarté, n°. 2, julio.
«Le desastre blanc -L’évolution du mouvement national vers la lutte de clases- les groupements militaires en présense– une intervention des puissances este-elle posible?».
NAVILLE, P (1926). « La grande grève des mineurs anglais: évenement dont la portée est incalculable, nous devons en etudier
dans toutes les aspects en tirer les enseignemnts pour l ávenir de la revolution prolétarienne en Europe » Clarté, n°. 2, julio.
NAVILLE, P (1927). «Lestendances confusionistes du groupe L‘esprit: de l’incompatibilité du jargon judéo-philisophique avec le
materialimse historique», Clarté.
Mí querido José Carlos Mariátegui:
He recibido el libro La Escena Contemporánea. Cómo lamento no conocer bien la bella lengua española
-la cual es, de todas las lenguas vivas, la que yo más admiro. Sin embargo, me impide leer correctamente vuestra obra. De todos modos, yo sé suficiente español como para poder comprender con atención un texto escrito en español. Entonces, yo he tenido la alegría de entrar en algunas de vuestras páginas y descubrir en ellas una bella relación fraternal que me honra y me ha tocado. Más que nunca nosotros debemos ocuparnos de unir internacionalmente nuestras fuerzas. Nosotros buscamos la gran formula humana que nos permitirá apoyarnos los unos sobre los otros y de suscitar entre los trabajadores el espíritu de los defensores de las grandes y buenas ideas del futuro. Trataré, sin duda, de entrar en contacto con usted en algún momento, pues yo pienso que usted representa en su país los principios audaces y lúcidos necesarios para lograr esfuerzos en conjunto. Muy cordialmente, de usted27.
Se nota la relación de cordialidad y el manifiesto interés de Barbusse con lo que pasaba en el ámbito del Perú, alrededor de la figura de Mariátegui.
La referencia a la revista Amauta en Clarté aparece solamente en agosto de 192728, en el n° 12 de este año, en la columna Les Revues. Amauta es mencionada junto con otras revistas socialistas y obreras y el columnista (anónimo) se refiere a varios números recibidos por Clarté de cada una de ellas. No se sabe si los editores recibieran los números uno a uno, o si cada revista envió un conjunto de ejemplares a la redacción de Clarté. Tras la referencia a Amauta, se encuentra el siguiente comentario:
AMAUTA Revista de cultura y documentación revolucionaria, orientada a las antiguas civilizaciones americanas, defendiendo el programa marxista y, en un primer plan, la lucha anti imperialista en América del Sur, para las masas… [Artículos]: Americanismo y peruanismo, por A.Orrego, sobre el rol de las clases medias en la lucha por la independencia económica de América Latina, Haya de La Torre, La América contra la humanidad (Dora Zuelen), Traducción de Apoyo Lenin, de Sorel. Diversos artículos de defensa indígena (Traducción libre de la autora)29.
En ese año,Clarté era publicada mensualmente y el equipo director estaba compuesto por Marcel Fourrier, Pierre Naville, Víctor Castre. Barbusse se alejará del grupo, para dedicarse a L‘Humanité y a otros periódicos y trabajos. En marzo de 1927 se produjo el debate sobre la obra de Barbusse (Jesús), sobre el liderazgo de Pierre Naville, agravando los conflictos entre los clarteístas. Sus lectores pudieron leer, en la n°.10 de marzo de 1927, el avance de las críticas escritas por Naville al autor de “Con un cuchillo entre los dientes”, texto publicado en partes, en varios números de Claridad, en Lima, a partir de la traducción de Manuel Beltroy. En ese número, además del artículo de Naville (“Pourquoi nous
«Mon cher José Carlos Mariátegui: J’ai reçu le livre La escena contemporánea. Combien je suis désolé de ne connaître que mal la belle langue espagnole – qui est, de toutes les langues vivantes celle que j’admire le plus- ce qui m’interdit de lire courement votre ouevre. Toutefois j’ai sais assez l’espagnol pour pouvoir compreendre en y apportant suffisament d’attention un texte espagol écrit. C’est ainsi que j’ai eu la joie de pénétrer dans quelques unes de vos pages, et d’y découvrir une belle éffusion fraternelle qui m’honore et qui me touche.Plus que jamais nous devons nous occuper de grouper les forces intellectuelles internationales. Et nous cherchons la formule large et humaine que nous permettra de nous appuyer tous les uns sur les autres et de suciter parmi les travailleurs de l’esprit des défenseurs aux grandes idées saines, de l’avanir. Je me mettrai sans doute en rapport avec vous quelque jour pour cela, car je pense que vous representez dans votre pays les éléments hardis et lucides qu’il faut arriver à rallier en bloc. Croyez moi bien cordialement a vous» (Vid. Amauta Total (1994). Op cit., p. 1996.
Clarté, agosto de 1927.
«Revue de Culture et documentation révolutionnaire, orientée sur les anciennes civilisations américaines, défendant Le programme marxiste, et, en premier plan, La lutte anti-impérialiste en Amèrique du Sud, par le masses... [articles : Américanisme et pérouvienisme, par A. Orrego, sur le rôle de classes moyennes dans la lutte pour l’independance économique de l’Amerique latine, Haya de la Torre, L’Amérique contre l’humanité (Dora Zulen), Traduction de Playdoyer pour Lenine, de Sorel. Diverses articles de défense indigène»
combattons Jésus”), había un artículo de Víctor Serge sobre la lucha de clases en la Revolución China, una fotografía y un llamado sobre el caso Sacco et Vanzetti, un texto de Rosa Luxemburgo sobre la acumulación de capital, entre otros.
Algunos meses más tarde, encontramos referencias a Amauta; pero ya en los marcos de la revista La Lutte de Classes, en el n°. 5, fechado de julio de 1928 (Clarté había sido cerrada en principio del 1928). Aquí, más allá de una cita a la revista, hay comentarios:
AMAUTA, Lima, Perú
Después de una interrupción, la revista ha retomado su publicación mensual. La revista parece un poco disciplinada, flotando sobre la clase proletaria y confinándose a la lectura intelectual, lo que es menos peligroso que defender el indigenismo, como hacía antes de una manera bastante vigorosa. Nada sobre el movimiento comunal que produjo centenas de víctimas en Bolivia. La literatura, notas de arte, una campaña muy impregnada de nacionalismo contra la invasión yanqui. La revista es interesante para acompañar el movimiento intelectual de los países de la América del Sur y Central, pero excesivamente superficial para constituir un aporte a los estudios sobre los movimientos revolucionarios que se desarrollan en profundidad. Respecto a eso, una pequeña hoja que se publicó en La Paz (Bolivia): “La Bandera Roja” fue de mayor interés. Más cruda, menos endulzada, ella contenía documentación de mayor valor. Sin duda, ha desaparecido bajo la feroz represión que tuvo lugar meses después (Traducción libre de la autora)30.
Y, en el n°. 8, publicado en marzo de 1929, dedicado a denunciar el exilio deTrostky, se puede leer
otra referencia al Perú:
“Los libros recibidos en la oficina de la revista. Siete Ensayos sobre la realidad peruana, por José Carlos Mariátegui (Amauta, Lima), El movimiento Obrero en 1919 (por Martínez de La Torre, Ediciones Amauta, Lima), Tempestad en los Andes, por Luis Valcárcel (Amauta, Lima). (Traducción libre de la autora)”31.
Llama la atención el hecho de que los títulos estén traducidos al francés. No sabemos quién recibió los materiales enviados desde Perú, pero es probable que haya sido Pierre Naville, por varias razones: él ocupaba el cargo de gerente de la revista en aquel entonces, era uno de los principales articulistas de la Revista y era el principal articulador político del grupo. Además, la referencia hecha por Robert Paris parece comprobar esa hipótesis: él envió una carta a Naville, el 15 de junio de 1965, preguntándole sobre su conocimiento de Mariátegui32. La respuesta fue la siguiente: “He recibido el libro 7 Ensayos con una larga dedicatoria de Mariátegui (lo he perdido) y otros libros (Valcárcel, Tempestad en los Andes) que yo tengo todavía, así lo creo. (Traducción libre de la autora)33.
«AMAUTA, Lima , Pérou. Après une suspension, la revue a repris sa parution mensuelle. La revue paraît un peu assagie, planant au dessus de la classe proletarienne et se confinant dans la lecture intellectuelle, ce que est moins dangereux que de defendre l’indigenat, comme elle faisait auparavant d’une manière assez rigoureurse.Rien sur la repression du mouvement communaliste que fit plusieurs centaines de victimes en Bolivie. De la littérature, des notes de l’art, une campagne très impregnée de nationalisme contre l ’envahissement Yankee. La revue est intéressante pour suivre le mouvement intellectuel des pays de l’Amérique du sud et centrale, mais trop superficielle pour constituer un apport à l’étude des mouvements révolutionnaires qui se devellopent en profondeur. Sous ce rapport une petite feuille qui se publiait a La Paz(Bolivie) « Le Drapeau Rouge » étaient d’un plus grand interêt. Plus fruste, moins edulcoré, elle aportait des doccuments de valeur. Sans doute, a-t- elle aussi disparu sous la féroce répression qui eut lieu il y a quelques mois».
«Les Livres Reçus au bureau de La Revue:Sept essais sur la realité péruvienne, par Jose Carlos Mariátegui(Amauta, Lima), Le mouvement ouvrier en 1919 (par Martínez de la Torre, Ed. Amauta, Lima), Tempête dans les Andes, par Luis Valcárcel (Amauta, Lima)».
PARIS, R (1969). La formation idéologique de Jose Carlos Mariátegui. Thèse presentée pour le titre de Docteur en troisième cycle à l’Ecole des Pratique des Hautes Études, sous la directionde Romano Ruggero, p. 9, nota: 1.
«J’ai reçu alors le livre 7 ensayos avec une longue dédicace de Marátegui (je l‘ai perdu) et d’autres livres Valcárcel, Tempestad en los Andes, que j’ai encore, je crois».
El olvido de los materiales por la parte de Naville parece expresar la poca consideración por la Revista Amauta, recibida por la redacción de La Lutte de Clases, referidos anteriormente. Pero esto se sostiene en la hipótesis de que fue Naville quien redactó el comentario, aunque que no se puede afirmar con seguridad.Pero se puede, sin duda, comparar esa afirmación apoyada por el Equipo editorial de La Lucha de Clases, lo que contrasta radicalmente con la carta de Barbusse, con fecha de 1926. No sabemos si Mariátegui supo sobre esos comentarios y si el envío de Los Siete Ensayos, Tempestad en Los Andes y el libro de Haya de La Torre tenían que ver con una insistencia de su parte en esa interlocución, o si era simplemente una continuidad en búsqueda del diálogo. En ese sentido, la afirmación de Naville, personaje clave tanto del trotskismo como del surrealismo, requiere de reflexiones más profundas, alrededor de su polémica personalidad, como lo señala Löwy34, entre otros estudiosos de su biografía y obra. Sabemos que Mariátegui no adhirió claramente al trotskismo, no obstante no haber dejado de lado la importancia de la oposición trotskista y sus implicaciones.
Fijémonos en el hecho de que se trataban de obras posteriormente consideradas maestras desde nuestra mirada contemporánea y desde Latinoamérica. Es importante aún tener en cuenta las condiciones objetivas de realización de ese diálogo, o sea, el tema de los correos de esa época, sobre los cuales poco sabemos. Pero los correos parecen haber sido bastante eficientes en el sentido Europa-Perú, pues Mariátegui recibía con frecuencia las misivas y las obras de incontables intelectuales europeos. Así que es muy claro que tenemos más que respuestas, tenemos preguntas, entre ellas: ¿Qué habría intentado Mariátegui con la interlocución de Clarté en las vísperas de su conversión al trotskismo?
¿Cómo interpretar el silencio de la nueva generación clarteísta, en el marco de La Lucha de Clases que siguió a esa búsqueda de interlocución? ¿Cómo interpretó Mariátegui el silencio de Naville sobre los Siete Ensayos y los otros materiales?
Lo que sugieren los datos, la interlocución entre el Amauta Clarté se concentró entre los años de 1926 y 1928, casi diez años después del primer encuentro entre Mariátegui y Barbusse y en un contexto en donde los conflictos internos al campo comunista se profundizaban, teniendo por marco los años de 1926 y 1928, al rededor de La Guerra Civil y de La Lucha de Clases. En ese sentido, Barbusse, aislado del grupo que asumió la revista en los fines de la década del 20 e identificado con el PCUS hasta el fin de su vida, tomó una posición distinta y abierta en lo que se refiere al Amauta, como se puede leer en su carta, según proponía el movimiento Clarté. Pero se trata de una manifestación retórica y puntual, que no suplanta el hecho de que Latinoamérica no tuvo presencia en las páginas de Clarté a lo largo de su trayectoria, al contrario de la influencia del grupo sobre la obra de Mariátegui. Pero si esa influencia se pudo sentir en diversos ámbitos de su obra, no se puede ver ahí un calco o copia, sino una apropiación creativa de los contenidos europeos, motivo por el cual, quizás, Mariátegui intentó la interlocución con los líderes de Clarté (Barbusse y Naville), sin tomar partido de los conflictos internos del grupo y del campo comunista de aquel entonces.
34 LOWY, M (2009). Op. cit.,
AÑO 22, n° 77
Esta revista fue editada en formato digital y publicada en junio de 2017, por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
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