
Rev. Téc. Ing. Univ. Zulia. Vol. 44, No. 1, 2021, Enero-Abril, pp. 04-58
52
Rivadeneira et al.
Introducción
El pescado es uno de los alimentos de origen
animal más completos, por la cantidad y calidad
de nutrientes que aporta al organismo humano,
indispensable para una dieta equilibrada y saludable
debido principalmente a su aporte valioso en proteínas de
alto valor biológico (15 al 24%), al contener aminoácidos
esenciales para la vida, como metionina, cisteína, treonina,
lisina (imprescindible para el crecimiento de los niños) y
triptófano (imprescindible para la formación de la sangre);
así como a su rico contenido (0,1 al 15%) en ácidos grasos
poliinsaturados Omega-3, ácido docosahexaenoico y
ácido eicosapentaenoico. Además de esto, destacan sus
cantidades variables de vitaminas hidrosolubles, como
B1, B2, B3; y liposolubles como la E. Aportan potasio,
magnesio, fósforo y zinc. Para consolidarse así, como un
vez es más patente [1].
Por otro lado, el pescado es uno de los productos
más frágiles y perecederos que existen, debido a su gran
contenido en determinados constituyentes como el agua,
con una media de 77,2%, aminoácidos libres, lípidos con
alto grado de insaturación, compuestos nitrogenados
no proteicos, enzimas autolíticas, etc.; que facilitan la
puesta en marcha de una serie de vías de alteración,
bien mediante alteraciones de origen endógeno, debido
a la actividad de enzimas lipasas que actúan sobre las
grasas; o bien por alteraciones de origen exógeno donde
participan activamente las bacterias, efectuando procesos
de degradación de aminoácidos y óxidos de aminas [1].
Los alimentos perecederos son aquellos con
probabilidad de estropearse, descomponerse o que se
vuelven inseguros para el consumo [2]. Tienen un tiempo
de vida limitado que depende de las características del
producto, de las condiciones de almacenamiento en las
que se mantiene el producto y del tiempo, lo que ha dado
lugar a una inmensa pérdida y desperdicio de alimentos,
por lo que deben venderse a los consumidores dentro de
la vida útil para garantizar la calidad y la seguridad, al
Las principales causas operativas de desperdicios
almacenamiento, la manipulación y el transporte [4]. Por
lo tanto, la manipulación, conservación, almacenamiento,
medidas posteriores a la cosecha y el transporte de los
alimentos perecederos requieren una atención especial
evitando el desperdicio y las pérdidas [5].
La Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura, ha estimado que las
pérdidas pos-cosecha (debido al deterioro) continúan
siendo el 25% de las capturas totales. Por lo tanto, la mejor
utilización de los recursos acuáticos debe ser dirigida,
sobre todo, a la reducción de estas enormes pérdidas, la
preservación del pescado y de los productos pesqueros,
así como el mejoramiento de la calidad en el sistema
logístico de aprovisionamiento [2].
Los esfuerzos recientes se centran en los cambios de
calidad y en la predicción de la vida útil del pescado. Por
lo tanto, el uso de modelos para predecir los cambios de
calidad es de considerable interés [6].
Emanado de la investigación realizada con
pérdidas en las características de calidad de los productos
derivados de la pesca acuícola, se presentan en el sistema
logístico de aprovisionamiento; donde el tiempo de
vida depende de las características del producto, de las
condiciones de almacenamiento en las que se mantiene
el producto y del tiempo; ni un modelo predictivo de los
cambios de calidad de la carpa común, basado en el tiempo
y la temperatura de almacenamiento en el contexto cubano.
A partir de esta necesidad, se reconoce que las prácticas
actuales para la evaluación de la calidad de la carpa común
en la logística de aprovisionamiento, no permite la toma
de decisiones oportunas, lo que provoca pérdidas pos-
cosechas, constituyendo este el problema a resolver. Como
consecuencia, el objetivo de esta investigación se enmarca
en el diseño de un procedimiento para la obtención de un
modelo predictivo de calidad, que prevea la durabilidad
de los productos pesqueros, en función del tiempo y
la temperatura de almacenamiento, para la toma de
decisiones oportunas que permitan reducir las pérdidas
pos-cosechas.
Materiales y métodos
la situación problemática, se dio respuesta al problema
de investigación, mediante el diseño de un procedimiento
para la obtención de un modelo predictivo de calidad,
basado en el análisis microbiano, bases volátiles totales
nitrogenadas (BVTN) y análisis sensorial; en la gestión
logística de aprovisionamiento a la industria pesquera
acuícola. El procedimiento propuesto en la Figura 1
transita por 8 etapas, se aplica parcialmente hasta la etapa
3.
Inicio
Formación del equipo de trabajo
Determinación de los factores a controlar. Diseño de experimento
Identificar la relación entre las curvas de deterioro y el QIM
Documentar el sistema de trazabilidad
Determinar el diagrama de trazabilidad
Implementar el sistema de trazabilidad
Auditoría del sistema
Propuestas de mejora
Fin
Figura 1. Etapas del procedimiento para el diseño
de un modelo predictivo de calidad en la logística de
aprovisionamiento de la empresa pesquera acuícola. QIM:
método del índice de calidad.