Universidad del Zulia (LUZ)

Revista Venezolana de Gerencia (RVG)

Año 26 No. 96 2021, 1201-1217

ISSN 1315-9984 / e-ISSN 2477-9423

COMO CITAR: García, J. J., Ochoa Vásquez, I., y Valenzuela, A. (2021). Impacto social y económico del Covid-19 en México y otros países. Revista Venezolana de Gerencia26(96), 1201-1217. https://doi.org/10.52080/rvgluz.26.96.13

Impacto social y económico del Covid-19 en México y otros países

García, Juan José*

Ochoa Vásquez, Ivan**

Valenzuela, Alejandro***

Resumen

El objetivo de la presente investigación es analizar el impacto social y económico del Covid-19 en México y diez países considerados más afectados por la pandemia, en términos del número de fallecimientos registrados. En el caso de México se analizan los cinco estados de la república más afectados por la pandemia y se contrastan con los cinco estados menos afectados. El análisis se basa en el método analítico de investigaciones relacionadas con el tema en otros países y en fuentes de datos oficiales como Worldometer, Secretaria de Seguridad Federal, Fondo Monetario Internacional, Secretaria de Economía Federal, entre otras. Los datos muestran que países como Estados Unidos, Brasil, México e India son los que tienen el mayor número de defunciones, a pesar de que ya han iniciado su cobertura de vacunación. Se concluye que, en 2020, todo el grupo de países aquí analizados registraron tasas negativas de crecimiento del PIB, aunque se tiene para 2021 un pronóstico alentador.

Palabras clave: Covid-19; pandemia; coronavirus; confinamiento; crecimiento económico.

Recibido: 08.06.21 Aceptado: 10.09.21

* Doctor en Planeación Estratégica. Profesor Titular del Departamento de Física, Matemáticas e Ingeniería, Universidad de Sonora, Lázaro Cárdenas del Río No.100, Colonia Francisco Villa, Navojoa, Sonora. C.P. 85880. México. Tel 01-642-425-9950. *Autor de correspondencia: Email: juanjose.garcia@unison.mx; ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0413-7341

** Doctor en Planeación Estratégica. Profesor Asociado del Departamento de Física, Matemáticas e Ingeniería, Universidad de Sonora, Lázaro Cárdenas del Río No.100, Colonia Francisco Villa, Navojoa, Sonora. C.P. 85880. México. Tel 01-642-425-9950. ivan.ochoa@unison.mx; ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5758-6717

*** Doctor en Ciencias Sociales. Profesor Titular del Departamento de Ingeniería Industrial. Universidad de Sonora. Rosales y Transversal s/n. Col. Centro, Hermosillo, Sonora. CP 83000. México. Teléfono: 6621006532. Email: alexval@unison.com; ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7672-9840.

Social and economic impact by Covid-19 in Mexico and other countries

Abstract

The objective of this research is to analyze the statistics of social and economic impact in the ten most affected countries in the world in terms of deaths from Covid-19. In addition, on Mexico, the five states of the republic most affected by the pandemic are analyzed and they are contrasted with the five least affected states. The analysis is based on the analytical method of research related to the subject in other countries and on official data sources such as Worldometer, Federal Security Secretary, International Monetary Fund, Federal Ministry of Economy, among others. The data show that countries such as the United States, Brazil, Mexico and India have the highest number of deaths, despite the fact that they have already started their vaccination coverage. It is concluded that, in 2020, the entire group of countries analyzed here registered negative GDP growth rates, although there is an encouraging forecast for 2021.

Keywords: Covid-19; pandemic; Coronavirus; lockdown; economic growth.

1. Introducción

Desde diciembre de 2019, se reportaron en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en China, un creciente número de pacientes con neumonía por causas desconocidas (Qiu, Chen & Shi, 2020). Más tarde, se identificó como la causa de este problema al novedoso coronavirus llamado preliminarmente 2019-nCoV (Kampf et al, 2020), el cual, más tarde, la Organización Mundial de la Salud [OMS] le asignó el nombre de Covid-19 (“enfermedad por Coronavirus-2019”).

El mismo se trata de un virus similar al Síndrome Respiratorio Severo Agudo por Coronavirus (SARS-CoV), al Síndrome Respiratorio del Este Medio por Coronavirus (MERS-CoV) y al Coronavirus Endémico Humano (HCoV), que también se transmiten de persona a persona con un periodo de incubación entre 2 y 10 días (Qiu, Chen & Shi, 2020; Kampf et al, 2020).

El 13 de enero del año 2020, el Ministerio de Salud de Tailandia reportó el primer paciente por Covid-19, una persona originaria de Wuhan, China. Un día después, Japón da a conocer su primer caso, que también resultó ser alguien que había realizado viajes a Wuhan. El 20 de enero se reporta el primer caso en Corea del Sur y, en esa misma fecha, los Estados Unidos reconocen que tienen 21 casos diagnosticados con Covid-19. También para esa fecha, la OMS contabilizaba 283 casos confirmados, la mayoría de ellos (278) en la provincia de Wuhan, en China (Secretaria de Salud, 2020), y el 30 de enero, reconoció que el 2019-nCoV había causado un estado de emergencia en salud pública de importancia internacional y, muy poco después, el 11 de febrero, ya con la denominación de Covid-19, emitió la declaratoria de pandemia (OMS, 2020).

A partir de la declaratoria de la pandemia por Covid-19, las cosas se precipitaron en el mundo, para el 15 de abril del 2021 se habían reportado a, nivel global, un total de 2.999.553 defunciones distribuidas en 221 países (Worldometer, 2021). El COVID 19 ha impactado en todos los estamentos de la sociedad, advertiendo el impacto económico que se espera de esta pandemia (Bandrés-Goldáraz, Conde-Casado e Iniesta-Alemán, 2021; Rocha, Rodríguez y Semprun, 2021). Sin duda un desastre económico que se puede resumir en una fuerte reducción de la actividad económica.

Hasta entonces, con base en los datos existentes, se preveía para el año 2020 una reducción de la economía mundial de hasta 3.3%, pronóstico que contrastaba con el optimismo con que se veía el futuro desde el 2019. En aquel año, el crecimiento mundial alcanzó una tasa de 2.9% en promedio, con crecimientos específicos que fueron desde el 4.2% en la India (1,3% en las economías de Europa, 2.3% para los Estados Unidos y 1.1% en Brasil) hasta el escaso 0.1% de América Latina y el Caribe (Fondo Monetario Internacional, 2020a).

Con base en los antecedentes expuestos, la presente investigación tiene como principal objetivo analizar el impacto social y económico del Covid-19 en México y diez países considerados más afectados por la pandemia en términos del número de fallecimientos registrados. Esa información se contrastó con los indicadores del producto interno bruto para determinar si la pandemia ha tenido un impacto en el crecimiento y en el desarrollo económico.

El análisis se basa en las estadísticas publicadas por Worldometer (2021) sobre Covid-19, en particular, el número de defunciones mensuales acumuladas en los países analizados durante el periodo del 15 de marzo de 2020 al 15 de abril de 2021, y en la información disponible sobre crecimiento en los países aludidos. Adicionalmente, como un análisis espejo del anterior, se replica la metodología en diez estados de México, cinco de los cuales son los más afectados en el periodo mencionado y, los otros cinco, los menos afectados de un total de 32. Esta parte del análisis se basa en la información estadística oficial, emitida por el gobierno de México, y tiene como propósito darle sentido a la información para derivar de ella conclusiones útiles para el diseño y aplicación de estrategias de políticas públicas que minimicen el impacto en la crisis sanitaria, económica y social en los estados de la república mexicana.

2. Dificultades económicas antes y durante la pandemia

Este análisis comparativo inicia con los resultados de las economías estudiadas en el año 2019, año que registró un crecimiento positivo en prácticamente todo el mundo y que hizo que los analistas hicieran pronósticos que la pandemia reveló como fallidos. Para realizar una caracterización, hemos organizado a los diez países más afectados por la pandemia en las cuatro regiones a las que pertenecen: Latinoamérica, Norteamérica, Europa y Asia.

La tasa de crecimiento promedio del PIB en Latinoamérica y el Caribe, en el período de 1951-1978, fue de 5.7%. De allí en adelante, ese promedio ha caído paulatinamente hasta llegar al 0.4% en los últimos años (2014-2019) antes de la pandemia por Covid-19. Por otro lado, la infección por coronavirus ha llevado a la región, al igual que a muchos países del mundo (si no es que a todos), a una profunda crisis sanitaria que ha tenido efectos severos en la economía y en las prácticas y relaciones sociales ocasionando una problemática cuyas dimensiones apenas se empezarán a manifestar en el corto plazo. Así, la desaceleración de la economía es, quizás, el efecto más dramático de la pandemia porque ha ocasionado el cierre no quiebra de negocios, desempleo y aumento de la pobreza. A las dificultades económicas, se les debe añadir los efectos psico-sociales causados por el aislamiento forzoso o voluntario, lo que afecta todos los ámbitos de la vida social, incluyendo la ruptura de las necesarias rutinas en niños y jóvenes (Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL], 2020).

Ante ese escenario, los gobiernos de la región han implementado diversas estrategias para minimizar los efectos más aparatosos, entre estas medidas han implementado leyes, resoluciones ministeriales y decretos presidenciales para el desarrollo y regulación del teletrabajo como medida urgente para enfrentar la crisis del mercado laboral y económica y, de esta forma, amparar los derechos de los trabajadores, así como apoyar la productividad del sector productivo, tanto público como privado (Ramírez et al, 2021); además, se ha propuesto que los gobiernos deben desarrollar e implementar una economía social como alternativa para frenar los impactos de esta crisis social y económica y de esta manera repuntar el desarrollo humano sustentable que esté a favor del crecimiento de sus tres dimensiones social, económica y ambiental (Rocha, Julio y Semprun, 2021). Al mismo tiempo, se emprende una carrera desesperada por el desarrollo, distribución y aplicación de vacunas.

En la región de América Latina y el Caribe, se está hablando de países que ante la pandemia deben emprender inversiones y gastos no previstos, porque los sistemas de salud se rebelaron pronto como insuficientes para atender la problemática. Es por ello que problemas, antes relativamente bajo control, como el pago de intereses por la deuda externa (que alcanza el 44.8% del PIB regional), se vuelven un problema ya que el 2.86% del valor del PIB debe dedicarse a esa pesada carga fiscal. Relacionado con el problema anterior y debido a que los países de América Latina y del Caribe dependen de una manera muy importante del comercio mundial, como es lo normal en tiempos de globalización, esa dependencia los hace vulnerables ante problemáticas relativamente ajenas, como los conflictos comerciales entre los bloques comerciales, señaladamente entre China y los Estados Unidos. Esos problemas (a lo que hay que sumar la desaceleración de las economías de Europa), ocasionaron que, antes que llegara la pandemia, en 2019, el comercio mundial de bienes descendiera en un 0.4% (digamos que creció -0.4%). En especial, dichos problemas afectaron las exportaciones a China desde los países de la región y el comercio intra-sectorial realizado a través de las cadenas globales de valor (CEPAL, 2020).

Brasil, por su parte, tuvo un crecimiento de 0.9% en 2019, lo que contrasta con el 2% en promedio que había registrado en los años anteriores. Esa reducción, antes de la pandemia, se puede atribuir a la caída en la demanda mundial, junto con la baja productividad interna y una deuda pública creciente, que alcanza el 90% del PIB. Un aspecto positivo en el desempeño económico de Brasil, fue que ocupó el lugar número 71 en el ranking mundial de competitividad, y el octavo en el orden de la región. La situación para 2020 cambió bruscamente como efecto de la pandemia, el PIB del país se redujo en 5.2% (es decir, creció -5.2%) respecto a 2019. Esa fuerte reducción ocasionó que el desempleo alcanzara el 11,4% de la población económicamente activa. Además de ese complicado escenario, los líderes empresariales del país han exigido que se reduzca lo que consideran una excesiva burocracia y que se logre consenso en una visión de largo plazo, que ahora consideran ausente (World Economic Forum, 2020; CEPAL, 2020).

Por otra parte, Chile fue (y quizá lo siga siendo) hasta 2019, el país de la región más estable en términos macroeconómicos. Esa estabilidad se debe a una baja inflación (2,25% promedio anual) y una deuda pública mucho más baja que sus vecinos de subcontinente (25,56% del PIB). Sus mercados son competitivos, abiertos al mundo y tiene un sistema financiero fuerte. Sin embargo, como a todos los demás países, la pandemia hace que el PIB de 2020 muestre una tendencia a la baja registrando un crecimiento de -0.4%. Por lo anterior, los organismos internacionales le han sugerido que impulse algunos factores, como la seguridad, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y elimine exceso de burocratismo en los trámites, en orden de escalar en el ranking mundial de competitividad (World Economic Forum, 2020; CEPAL, 2020).

Con respecto a Colombia, la pandemia llega con el antecedente de un crecimiento de 3.4% del PIB en el año 2019. Los análisis de organismos internacionales (World Economic Forum, 2020; CEPAL, 2020), aseguran que ese crecimiento se debió a una política monetaria adaptativa, un mayor gasto público a nivel de los gobiernos estatales y un menor costo tributario para las empresas, a pesar de que se mantuvo la disciplina fiscal los resultados como consecuencia de la pandemia, fueron, entre otros, una reducción del PIB, en el año 2020, en 2.6% (un crecimiento de -2.6%).

En el caso de Perú, desde antes de la pandemia, venía registrando un crecimiento lento debido, principalmente, a un agotamiento del sector primario, sobre todo de los subsectores pesquero y minero. A eso habría que agregarle una insuficiente inversión pública.

A pesar de eso, el crecimiento del PIB en 2019 fue del 2.6%, sin embargo, la caída del producto en el 2020 fue de alrededor del 4.0%. Durante la pandemia la inflación estuvo dentro de los límites establecidos por la autoridad monetaria debido a considerables reservas internacionales y una política monetaria contracíclica (World Economic Forum, 2020; CEPAL, 2020).

En cuanto a su mercado interno, se encontró que este ha sido impulsado por las compras en línea (E-comercio), así lo demuestra una encuesta de 3193 personas cuyos resultados muestran que antes de la pandemia las compras presenciales excedían el 90% y durante la pandemia las compras por internet sobrepasaron el 60% (Palomino, Mendoza y Oblitas, 2020).

México registró una marcada desaceleración de su economía desde antes de la pandemia. Las causas de ese comportamiento se atribuyen a una débil inversión extranjera, una reducción en el consumo privado y la incertidumbre por las políticas económicas del gobierno recién inaugurado en 2018. En 2019 el PIB del país creció apenas 0.4%, por lo que la fuerte reducción registrada en el 2020 (del orden de casi 9%) se atribuye a la tensión en las relaciones con los Estados Unidos, ante las amenazas del presidente Donald Trump de imponer aranceles de hasta un 25% a los productos mexicanos, el gobierno de México tuvo que hacer gastos extraordinarios para sortear esa delicada situación, destinando recursos a la protección de las fronteras y a la atención de las oleadas de migrantes provenientes de Centroamérica. En medio de esas dificultades agravadas por la pandemia, el control de la inflación se ha vuelto problemática (y podría llegar al 5.5%, un nivel no registrado en los últimos veinte años), (World Economic Forum, 2020; CEPAL, 2020).

A pesar de ser esta la región más desarrollada del mundo, la pandemia también les trajo a sus países una crisis sanitaria que se tradujo en crisis social y económica. El número total de fallecidos por Covid-19 en esa zona hasta finales de junio de 2021 fue de 1.101.482 personas, con un total de contagiados de 47.910.889 (Worldometrer, 2021).

Al igual que en el resto del mundo, en esa zona también las cadenas globales de valor sufrieron una considerable disrupción causadas por las medidas de distanciamiento social, confinamiento y restricción de viajes por aeropuertos y fronteras.

Durante 2020, el peor año de la pandemia, el PIB europeo cayó un 5.8% respecto al año anterior, siendo mayor en los países más avanzados de la Europa Occidental que en los demás países asociados a la zona euro. Aun cuando los países de Europa tomaron con rapidez medidas de confinamiento, sana distancia y uso de protectores, Europa canalizó abundantes recursos a programas fiscales para el apoyo a las empresas y a los hogares con el fin de salvaguardar al menos 54 millones de puestos de trabajo y para financiar nuevas estrategias contra la pandemia (FMI, 2021).

Por la severidad de la pandemia, a pesar de medidas oportunas, se prevé que la recuperación en Europa será prolongada y desigual debido a que la economía sufrió una contracción cercana al 10% en 2020, aunque se espera que para el 2021 crezca un 6% en promedio, con una inflación del 2.4%, aunque los pronósticos podrían variar debido a los agresivos rebrotes de Covid-19 (FMI, 2021)

Por otra parte, Italia reportó los primeros casos de Covid-19 en Europa durante la última semana de febrero del año 2020, en las regiones de Lombardía, la Romaña, Venetto, Toscana, Campaña y Sicilia, donde el gobierno tomó las medidas estándar de manera inmediata se logró estabilizar la curva de evolución de fallecidos por la pandemia (Sebastiani, Massa & Riboli, 2020).

A pesar de que Italia tiene un sólido sistema de innovación y posee un sistema de salud con estándares de calidad muy altos, la caída del PIB en 2020 fue cercana al 9%. El cual se explica como efecto de la pandemia y de su deuda pública, que alcanza el 134% del PIB, lo cual es un obstáculo para la recuperación porque representa una pesada carga para la política económica. A eso se añade, como lo exponen los organismos internacionales, que la capacidad del gobierno para adaptarse a los cambios es limitada y una eficiencia administrativa aún insuficiente (World Economic Forum, 2020; FMI, 2021).

Por su parte, Reino Unido posee fortalezas como la estabilidad macroeconómica (pilar del índice global de competitividad que en este país alcanza el puntaje máximo de 100), un nivel competitivo de infraestructura, el desarrollo de su sistema financiero y una fuerza laboral altamente educada, y cuenta con un buen desarrollado del sistema de innovación. Sin embargo, en las evaluaciones internas la eficiencia del mercado y en las instituciones públicas han ido a la baja. Además, en cuanto al desarrollo de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se recomienda un mayor desarrollo porque califican por debajo del promedio de la OCDE, por lo anterior, en términos de competitividad, el Reino Unido se ubica en el puesto 31 a nivel mundial, aun cuando la caída del PIB en 2020 fue severa, alcanzando una reducción de casi 10%, (World Economic Forum, 2020; FMI, 2021).

En el caso de Rusia, cuando llegó la pandemia, ya había superado la recesión de 2015, razón por la cual su tasa inflacionaria era relativamente baja (un 3% anual) y contaba con unas finanzas públicas sostenibles. Además, de acuerdo con el índice global de competitividad, ha mejorado su capacidad de innovación gracias al aumento de la calidad de sus instituciones de investigación, un gasto no muy alto, pero constante en investigación y desarrollo (1.1% del PIB), y una mayor adopción de las TIC debido a la rápida expansión del Internet (que alcanza al 81% de la población).

No obstante, en los aspectos mal evaluados, Rusia necesita reducir la brecha de competitividad del sistema financiero que la separa del resto de Europa; ampliar el acceso al financiamiento para las empresas en general, pero en particular para las Pymes, y mejorar la eficiencia de mercado ya que muestra severos niveles de subdesarrollado en algunas áreas. Ante dichas condiciones y el efecto del Covid-19, el PIB de Rusia en el año ٢٠٢٠, se redujo en un ٣.١٪, con un buen pronóstico (3.8%) para este año (World Economic Forum, 2020; FMI, 2021).

Por su parte, Estados Unidos ha reaccionado de diversas maneras, dependiendo de las acciones que tomaron los dos presidentes a los que le toco enfrentar la pandemia. Sin embargo, a pesar de la actitud del presidente anterior, en 2020 se aprobó la ley CARE que autorizó más de 2.2 billones de dólares (dos millones de millones), cantidad muy superior al estímulo aprobado por $831 mil millones de dólares para enfrentar la crisis de 2009.

El paquete de estímulos económicos del 2020 es el más grande de la historia ya que representa el 10% del PIB total de los Estados Unidos. El estímulo de ley provee los recursos para el cuidado de la salud, apoyo en forma de préstamo para las empresas, créditos fiscales, apalancamiento de impuestos, apoyos por desempleo, préstamos y becas para estudiantes, de entre otros. En el primer trimestre del 2021, ya bajo la actual presidencia, se añadieron a los recursos anteriores 1.9 billones de dólares, específicamente destinada a combatir la crisis por la pandemia de Covid-19 (Brodeur et al, 2021).

Siendo una de las economías más competitivas del mundo, con gran potencial innovador y enorme dinamismo empresarial, los Estados Unidos cuentan con el segundo mercado más grande y alberga uno de los sistemas financieros más dinámicos del globo. Sin embargo, en el índice de competitividad mundial, en la competencia interna de su mercado de productos (uno de los pilares de ese ranking) es seis puntos menores que en 2018. Además, en el subíndice de condiciones de salud del índice mundial, bajó 3.5 puntos y 3.8 en el subíndice de habilidades del capital humano. Estos síntomas de deterioro fueron potenciados por la pandemia y como resultado en 2020 se registró una reducción del producto interno bruto del 3.5% (un -3.5%). Las proyecciones citadas de los organismos internacionales pronostican que el país registrará un incremento del PIB del 6.4% en 2021 (por el efecto del rebote) y del 3.5% en 2022 (World Economic Forum, 2020; FMI, 2021).

De Asia, solamente la India está en el grupo de países más afectados por la pandemia. Por ello, es necesario tener en cuenta, aunque sea brevemente, el desempeño de los países de Asia ya que conforman el contexto en que se desenvuelve la tragedia de la India.

Países como Japón, China, Corea del Sur, Malasia, Vietnam, Singapur y Taiwán, tuvieron experiencias de epidemias del SARS-CoV en fecha tan lejana como el 2003. Aquella experiencia les permitió, en la actual pandemia, instrumentar un plan de emergencia sanitaria que fue instaurado con prontitud y rigidez, lo que permitió que esos países registraran bajos niveles de mortalidad por la cepa 2019 del coronavirus.

Siendo el número 1 el lugar que representa el máximo riesgo, los países enlistados arriba están en los lugares 41, 57, 85, 92, 174, 177 y 190, respectivamente en el orden mencionado, con una tendencia que los aleja de los países más afectados (Worldometer, 2021).

Sin embargo, las diferencias mencionadas deben ser leídas como relativas, ya que esos países no fueron ajenos a la crisis sanitaria, social y económica que enfrentaron todos los demás. Desde el inicio de la pandemia hasta finales de junio de 2021, han perdido la vida en Asia más de 789.482 personas y se tienen registrados 55.692.022 casos de personas infectadas de Covid-19 (Worldometrer, 2021; OCDE, 2021).

Con respecto a India, hay que recordar que formaba parte de un conjunto de países muy prometedores en términos de desarrollo económico, que en el año 2000 fueron llamados los BRICS (acrónimo para referirse a Brasil, Rusia, India, China y, posteriormente, a Sudáfrica), y es un país con buen desempeño en innovación. En India, las infraestructuras de transporte y electricidad han mejorado significativamente en los últimos dos años.

Sin embargo, las condiciones del sistema de salud son muy malas, como se refleja en la baja esperanza de vida saludable, que es una de las más cortas de Asia e, incluso, del mundo (World Economic Forum, 2020). Consecuencia de ello, la India registra 398.484 fallecidos por Covid-19 y más de 30.361.699 personas infectadas por el virus.

Referente al mercado laboral, la pérdida de puestos de trabajo desde el inicio de la pandemia no tiene comparación histórica debido a que, al igual que en México, el PIB se redujo en un 8% (una tasa de crecimiento del -8%). A pesar de ello, se espera como en otros países, un rebote muy pronunciado de la economía si la pandemia es controlada y se pueden levantar las estrictas medidas de confinamiento. Se pronostica, en este sentido, que el PIB podría crecer hasta un 12.5% en 2021| (FMI, 2021; OECD, 2021).

3. Evolución del número de decesos por pandemia de Covid-19 en los países seleccionados

Para identificar a los diez países más afectados por la pandemia, en términos de los decesos por Civid-19, se ha utilizado la base de datos de Worldometer (2021). En el caso de los datos sobre la tasa de mortalidad acumulada mensual para los 32 estados de la república mexicana, fueron tomados de la Secretaria de Salud de México (2021), utilizando los mismos criterios y periodo de tiempo al utilizado en el proceso de recolección de nivel mundial.

Para el 15 de abril de 2021, a nivel mundial, se han contabilizado un total de 139.670.800 casos confirmados de contagio, de los cuales 2.999.246 han fallecido en 221 países. De ese total de fallecimientos, la gráfica 1 muestra que 10 países concentran el 60.9% de los fallecimientos por Covid-19: los Estados Unidos (con 579.055), Brasil (365.954), México (210.812), India (174.335), Reino Unido (127.191), Italia (115.937), Rusia (104.398), Colombia (67.199), Perú (56.149) y Chile (24.766) (Worldometer, 2021).

Gráfica 1

Total de fallecidos por países seleccionados

Fuente: Elaboración propia con datos de Worldometer (2021).

Sobre la letalidad por Covid-19 (gráfica 1), llama la atención que la línea que muestra el comportamiento de los Estados Unidos se haya despegado tan radicalmente del resto del grupo, lo que puede ser consecuencia del mal manejo de la pandemia en los primeros meses. Además, junto con los Estados Unidos, los países con mayores ascensos son Brasil, México e India, los tres por las mismas razones.

En cuanto a los avances en la vacunación contra la Covid-19, para el 15 de abril del 2021, sólo el 6.13% en promedio de personas en todo el mundo, habían recibido al menos una dosis, con desniveles considerables entre países. Mientras que el Reino Unido ha vacunado casi a la mitad de sus habitantes y en los Estados Unidos más de una tercera parte, en Rusia, India y México, los vacunados (con al menos una dosis) llegaban, para la fecha de corte, solamente al 0.02%. La gráfica 2 muestra los avances de la inmunización mensual a partir de enero.

Gráfica 2

Porcentaje de personas vacunadas contra Covid-19 al menos una dosis

Fuente: Elaboración propia con datos de Our World in data (2021)

Se podría objetar que es inapropiado comparar a países con distinto nivel de desarrollo y posibilidades económicas para afrontar la tarea de la inmunización, pero se debe decir que Chile, al nivel económico y social de México, la India y Rusia, alcanzó, para la fecha de corte de este estudio, la inoculación del 40 por ciento de su población, menos que el Reino Unido, pero por encima de los Estados Unidos.

Los diez países más afectados en sus regiones en términos de fallecidos por Covid-19 son los que a continuación se mencionan en orden alfabético Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, India, Italia, México, Perú, Reino Unido y Rusia (Worldometer, 2021).

En México, la Secretaria de Salud (2020) decretó la cuarentena a partir del 23 de marzo de 2020 y fue hasta el 07 de junio del 2020 en que la primera etapa de las restricciones a la movilidad terminó, sin embargo, no hubo entonces un levantamiento total de la cuarentena, sino que solamente algunas actividades se permitieron con aforos y horarios controlados ya que el riesgo potencial de contagio seguía existiendo.

De hecho, para los meses finales del año se presentó una segunda ola de contagios volviendo a poner en crisis al sistema hospitalario (Secretaria de Salud, 2020). Como se puede ver en la gráfica 3, el relajamiento de las restricciones solamente ocasionó que entre ese 7 de junio y el 31 de diciembre del 2020, el número de fallecimientos aumentara en 100 mil (pasando de 13.511 a 113. 950).

Gráfica 3

Número de casos de contagio y de muertes entre febrero y diciembre, 2020

Fuente: Elaboración propia con base en Statista (2021)

Para el 15 de abril del 2021, México reportaba 2.305.781 casos de contagio, de los cuales 1.839.381 lograron recuperarse, 25.055 seguían activos y 212.885 fallecieron (Secretaria de Salud de México, 2021). La distribución de esos números por estados de la república mexicana se muestra en el mapa de la figura 1 que se puede ver más adelante.

Figura 1

Mapa de la distribución de Covid-19 por estados en México

Fuente: Secretaria de Salud de México (2021)

En números absolutos, los 5 estados más afectados en términos de cantidad de decesos son: Estado de México (con 33.527 fallecidos), Ciudad de México (32.136), Jalisco (11.738), Puebla (11.116) y Guanajuato (10.424). En contraparte, los cinco estados con menor número total acumulado de defunciones son: Colima (con 1.170 decesos), Campeche (1.175), Baja California Sur (1.333), Chiapas (1.530) y Aguascalientes (con 122) de acuerdo con la Secretaria de Salud de México (2021).

Los resultados anteriores, pueden ser explicados en función de las medidas de restricción. En los más perjudicados, el relajamiento de las medidas se hizo al margen de una real disminución de la tasa de contagio del coronavirus. En las menos perjudicadas, las restricciones siguieron siendo estrictas.

4. Impacto del Covid-19 en el crecimiento de la economía de los países

Para analizar el impacto de la pandemia por coronavirus en el desempeño económico de los de los diez países analizados, se utilizaron las series del Fondo Monetario Internacional (FMI, 2020, 2021), y los informes de la CEPAL (2019, 2020). En particular, los datos analizados se refieren al crecimiento del producto interno bruto en términos reales, así como los pronósticos para el 2020 y los años sucesivos.

Antes de la pandemia el crecimiento promedio del producto mundial en el año 2019, fue del 2.9%, en contraste, y debido a las políticas de confinamiento impuestas por los países para tratar de contener al Covid-19, en el año 2020 hubo un crecimiento negativo del -3.3% respecto al valor de la producción del año anterior (FMI, 2021).

Bajo el supuesto de que la vacunación ponga fin a la pandemia o la atenúe considerablemente, se pronostica que la economía podría crecer un 6% en el segundo semestre de 2021, promediando un 5.4% para todo el año. Los mismos pronósticos para el 2022 son de un crecimiento de 4.4% (FMI, 2021).

La gráfica 4 muestra los resultados del PIB real en los años 2019 y 2020, así como el pronóstico para el 2021. Como se puede ver, con excepción de México e Italia, quienes registraron las tasas de cero crecimiento en el año 2019 (línea de en medio), todos los demás países mostraron crecimientos muy moderados, pero positivos. También se puede ver que en 2020, con excepción de los Estados Unidos y de Rusia, los demás países registraron una reducción de sus economías llegando, incluso, como son los casos de la India, Italia y Perú, hasta el 10% por debajo de cero (un crecimiento de -10%). A pesar de todo ello, se proyecta que los resultados de 2021, sean de crecimiento positivo para todos estos países (FMI, 2020).

Gráfica 4

Comparación del PIB real de algunas economías del mundo

Fuente: FMI, base de datos del informe WEO (2020)

En el caso específico de México, el cual depende fuertemente del comercio con Norteamérica, una de las esperanzas para enfrentar la crisis es que la economía de los Estados Unidos crezca este año y que los migrantes continúen enviando remesas de dólares a su país.

La contraparte de esa esperanza, en 2020, fue la contracción de la economía de los Estados Unidos (junto con los efectos de la pandemia) lo que vino a agravar marcadamente el desempeño del vecino del sur, situación considerada como una de las causas de que la economía mexicana se redujera en 9% respecto al año anterior. De hecho, países como Brasil, Chile y Perú, menos dependientes de la economía de los Estados Unidos, porque un porcentaje alto de sus exportaciones se dirigen hacia otros países, tuvieron efectos menos dramáticos.

De acuerdo con el World Investment Report (2020), México captó en 2019 el 2.1% de los flujos mundiales de inversión extranjera directa (IED), lo que significa una cantidad de 32.921 millones de un total de 1.54 billones (millones de millones) de dólares. La inversión extranjera directa es un indicador muy importante en el contexto de la pandemia, a pesar de ello, esos flujos entre países se redujeron un 42% en 2020, aunque en México la caída de las captaciones fue del 8% (Secretaría de Economía, 2019).

La inversión extranjera directa en México fue captada de manera desigual entre entidades federativas y sectores productivos. En relación a los sectores productivos, el destino fue como sigue: 40.6% para la industria manufacturera y el 36.2% restante se distribuye entre los demás sectores (servicios financieros y de seguros, transporte, correo, almacenamiento, comercio minería, medios masivos de comunicación y otros (Secretaría de Economía, 2020).

En relación a la distribución de la IED en México por estados, los cinco más afectados por la pandemia captaron el 43.3% del total. En particular, Estado de México, 8.3%; Ciudad de México, 23.9%; Jalisco, 7.4%; Puebla, 2.0% y Guanajuato, 1.7%. Los cinco menos afectados, por su parte captaron el 5.7% de la IED, distribuyéndose de la siguiente manera: Colima, 0.3%; Campeche, 0.5%; Baja California Sur, 1.9%; Chiapas, 0.4% y Aguascalientes, 2.6% (Secretaría de Economía, 2020).

Respecto al origen de la IED está en cinco países del mundo, que contribuyen con el 75% de todo el flujo mundial: los Estados Unidos realizan el 39.1% de las inversiones extranjeras; Canadá, el 14.5%; España, el 13.7%; Japón, el 4.2%, y Alemania, el 3.5%. El otro 25% lo invierten el resto de los países (Secretaría de Economía, 2020).

5. Conclusiones

La distribución de la pandemia entre los países no sigue un patrón específico, ni por nivel de desarrollo económico ni por ubicación geográfica, tal como lo demuestran los diez países más afectados en términos de número de fallecimientos.

Las medidas sanitarias, sin embargo, son las mismas, cualquiera que sea el país. Dado un estándar que puede expresarse en sana distancia, uso de desinfectantes y mascarillas, aislamiento y cierre de actividades, el desempeño de los países y la afectación registrada por coronavirus, depende de la rigidez o laxitud con que esas medidas fueron instrumentadas.

Otro factor común es que la inmunización por medio de alguna de las vacunas desarrolladas trae aparejados beneficios como la posibilidad de abrir las actividades de manera paulatina. Es decir, trae una esperanza para el regreso a una normalidad que no será exactamente igual a la que existía antes de la pandemia. Sin embargo, el proceso de vacunación se ha venido realizando con avances muy desiguales entre países, donde se observa alguna evidencia de que el avance en ese programa está fuertemente influido por el nivel de desarrollo.

Si bien es cierto que las diez economías más afectadas tuvieron todas crecimientos de cero o negativos, también lo es que el tamaño de la caída parece depender de factores relacionados con el nivel de desarrollo (fortaleza de la economía, desarrollo del sistema de salud, etc.) y del nivel de dependencia respecto a alguno de los bloques regionales del comercio internacional.

Los pronósticos de recuperación y crecimiento para 2021 y años sucesivos, emitidos por los organismos internacionales (Banco Mundial, Foro Económico Mundial, Fondo Monetario Internacional, Cepal), también dependen de las fortalezas económicas de cada país y su desempeño de acuerdo con los diversos pilares del índice mundial de competitividad. En realidad, todos los países registrarán algún grado de recuperación en 2021 (expresado, principalmente en la tasa de crecimiento respecto al año anterior), pero el tamaño de esa recuperación dependerá de la rapidez con que lo haga el bloque comercial que suele jalar a cada economía local.

En el caso particular de México, la recuperación está muy ligada a la recuperación de los Estados Unidos, por lo que, si las condiciones del vecino país son propicias para crecer, la recuperación será fuerte (impulsada también por la profundidad de la caída), pero habrá problemas si la economía de los Estados Unidos arrastra alguna lentitud en su recuperación.

Esa recuperación está ligada también a otros factores, tales como, el precio internacional del petróleo crudo (que ha enfrentado problemas para el país durante 2020). México cuenta también con las remesas de dólares que envían los migrantes a los Estados Unidos, que han venido creciendo en este periodo de pandemia. Otro factor que puede influir positivamente, sobre todo si avanza el proceso de vacunación a nivel mundial, es la reactivación del sector turismo.

De manera similar, como lo insinúa el estudio, los estados de la república tuvieron afectaciones diferenciadas por la disciplina sanitaria y su recuperación estará ligada a su ubicación geográfica y dependerá de las políticas generales que diseñe el gobierno federal.

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