Universidad del Zulia (LUZ)

Revista Venezolana de Gerencia (RVG)

Año 26 No. 95 Julio-Septiembre 2021, 466-471

ISSN 1315-9984 / e-ISSN 2477-9423

Haydée Ochoa Henríquez

In memoriam

“Hay una fuerza motriz más

poderosa que el vapor, la electricidad

y la energía atómica: la voluntad”.

Albert Einstein

El 30 de mayo de 2021 cambió de paisaje quien en vida creara y dirigiera con rigor científico y editorial esta revista. Hoy se abren sus páginas para dar a conocer la semblanza de una mujer que supo comprometerse con la ciencia, el conocimiento y el trabajo sistemático y liberador. Haydée Ochoa Henríquez nace en Maracaibo el 14 de diciembre de 1944. Su infancia y adolescencia transcurrió en la calle Baralt del Sector “El Milagro”. Su madre Ángela Henríquez y su padre Ramón Ochoa.

A sus 12 años, un acontecimiento familiar impacta su adolescencia y juventud. Se trató de la repentina muerte de su padre. Esto coloca a la familia en una situación económica difícil, teniendo su madre que cumplir funciones de jefa del hogar, al tiempo que realizaba labores como costurera. Esta impronta con seguridad se convirtió en impulso para el trabajo, la constancia y la responsabilidad que caracterizó la vida de la profesora Haydée Ochoa.

Tempranamente comienza a despuntar como una joven trabajadora y antes de obtener su título de Bachiller Comercial en el “Liceo Antonio Guzmán Blanco” a los 16 años de edad, ingresa como pasante en la “Ferretería Hermanos Castro” ejerciendo funciones de secretaria. Por su desempeño laboral en esta empresa permaneció en el cargo, lo que le permitió apoyar económicamente las demandas del hogar. Su tenacidad y compromiso con el trabajo y con su familia se expresan en esa época, por el hecho de cursar sus estudios universitarios en Administración durante el turno nocturno que ofrecía la Universidad del Zulia. Trabajó y estudió al mismo tiempo, cuestión que asumió como una constante en su vida.

En su tránsito por las aulas universitarias supo forjar amistades permanentes y vinculadas con el estudio riguroso de los temas administrativos. Sus compañeros y compañeras de estudio la recuerdan como una estudiante con entereza moral, destacada, inteligente y a quien admiraban por haber fraguado sus logros a través del esfuerzo. Como estudiante Haydée destacó siempre por la calidad de sus trabajos académicos, aportando más allá de lo exigido por sus profesores, cuestión que habla de su compromiso con el conocimiento, más allá de los márgenes previstos.

La lectura tenía un espacio importante en su vida universitaria, actividad que realizaba hasta la madrugada, muchas veces debajo de los postes del alumbrado público, como era costumbre de los estudiantes de la época. Mientras cursaba la carrera universitaria y buscando otras perspectivas laborales, ingresa como personal administrativo de la misma Universidad del Zulia, cumpliendo funciones de secretaria en diversas dependencias de la Facultad de Agronomía (FAGRO); tales como la Biblioteca y el Decanato de la Facultad.

En este período, como personal administrativo de la Facultad de Agronomía de LUZ, la profesora Haydée exhibió un talento nato para la organización del trabajo que puso a disposición de cualquiera que fuera a solicitarle apoyo. Al respecto, ha dicho José Huerta (2021) que a mediados de la década de los sesenta el Movimiento Estudiantil de dicha facultad, tuvo importante visibilidad en congresos nacionales e internacionales y que frente a estas iniciativas estudiantiles, la profesora Haydée Ochoa jugó un importante papel apoyando y asesorando a la organización estudiantil en sus actividades.

No pasó mucho tiempo para que su trabajo constante, metódico y tenaz le valiera avances hacia otros puestos más desafiantes. Un rasgo de su paso por la FAGRO es cuando asume como Secretaria Docente de la Facultad, un cargo que en la década de los sesenta estaba reservado para el personal docente; no obstante, la profesora Haydée Ochoa lo ejerció con diligencia.

Posteriormente es promovida como Directora de Control de Estudios de la Universidad del Zulia, cargo a partir del cual organiza desde sus bases esta dependencia central de la Universidad. Nos damos cuenta, a través de su trabajo, que la profesora Haydée Ochoa ejecutó acciones inmanentes a los procesos administrativos medulares de la docencia universitaria. Entre esas acciones destacan la captación y formación del sistema de personal de esta dependencia, creación de rutinas de trabajo eficientes, conformación de equipos y seguimiento del trabajo basado en la honestidad y la mejora permanente; siempre con el objetivo de impulsar una gestión pública ajena a prácticas irregulares que suelen asociarse con estas direcciones.

Ya en esta época se iba perfilando un estilo de trabajo que llevaría durante toda su vida: una dedicación importante a la formación y capacitación de quienes se encontraran cerca de su hacer social, administrativo, docente e investigativo. En una caracterización de su trabajo destacan valores tales como su disposición permanente a compartir conocimientos, reconocimiento del trabajo del otro, establecimiento de planes, funciones y compromisos, elaboración de registros y seguimiento riguroso de las actividades pautadas.

En el año 1973, a tres años de haber obtenido el título de Licenciada en Administración, gana un concurso como docente-investigadora en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FCES) de LUZ. Al mismo tiempo, ganan concurso los profesores Emilio Chirinos, Teresa Gamboa y Héctor Díaz. Todos adscritos al Centro de Estudios de la Empresa (CEE) quienes conformaron un equipo de trabajo sostenido, que supo dar sus frutos por más de tres décadas. Este hecho constituiría la oportunidad para el encauzamiento de sus inquietudes e iniciativas hacia la búsqueda del conocimiento, el trabajo colectivo y la tenacidad con que asumía lo propuesto, a pesar de las circunstancias.

La incorporación de cuatro investigadores docentes al CEE fue de una iniciativa del profesor Juan Laya Baquero y del profesor Jesús Aranguren, quienes buscaban convertir a la Escuela de Administración y Contaduría Pública en un centro de formación, con una visión realmente científica, colocando la investigación administrativa y contable como eje de la actividad del Centro, con miras a superar la práctica meramente extensionista que había caracterizado el CEE.

Para esa época la profesora Haydée Ochoa, participó junto a Teresa Gamboa y los miembros del CEE en la elaboración del Plan de Docencia, Investigación y Extensión (PIDE) por medio del cual se organizaron esfuerzos para impulsar el trabajo de investigación, la formación del personal de este centro, de la FCES y de los estudiantes de las Escuelas de Administración y Contaduría pública, Sociología y Economía. Se pone de manifiesto el trabajo de la profesora Ochoa en la formación para la investigación administrativa y su empeño por impulsarla en el pregrado y en el postgrado, buscando contrarrestar el escepticismo sobre la cualidad de ciencia de la administración que prevalecía en aquel momento.

Su trabajo en el CEE también fructificó en la creación de la cátedra “Evaluación de la Gestión” incluida en el programa académico de la Licenciatura en Administración; el diseño de las Maestrías: Evaluación de las Organizaciones y de Gerencia Pública. En su búsqueda continua por el avance de la ciencia de la Administración, la profesora Haydée Ochoa también creó un “Sistema integrado de producción y difusión de conocimiento administrativo en la FCES”, concretado en la ampliación del objeto de estudio del CEE, el cual pasa a estudiar, a través de líneas de investigación, no solo a las organizaciones privadas, sino también a las organizaciones públicas, sociales y comunitarias; la creación de una revista científica, la captación de profesores para la investigación, y la formación del personal de relevo. Estas decisiones amplían y le dan vigencia al CEE, al tiempo que reflejan el interés de la profesora Ochoa por acercar el conocimiento a la realidad y otorgarle preeminencia a la investigación en la resolución de los problemas que aquejaban a la sociedad.

La formación para la investigación crítica en administración como alternativa frente a las recetas y modas impuestas desde otras realidades, se vio fortalecida en sus estudios de cuarto nivel en la Escuela Nacional de Administración y Hacienda Pública (ENAHP) en la cual obtiene el título de Magister en Empresas Públicas y en el Centro de Estudios para el Desarrollo (CENDES) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde realizó su doctorado en Estudios para el Desarrollo (UCV-1992), obteniendo mención publicación en su tesis doctoral lo que la convirtió así, en la primera doctora de la FCES de LUZ. Hoy los estudiosos de la administración tenemos en nuestras manos el libro titulado: “Tecnocracia y empresas públicas en Venezuela (1948-1991)” publicado en 1995, resultado de su tesis doctoral.

Entre sus profesores figuraron investigadores y docentes como: Tulio Monsalve, Hugo Calello, Jesús Rivero, Carmen García Guadilla y Nuria Cunill. En esta época establece vínculos con diversos estudiosos del pensamiento administrativo, entre los que se cuentan a Isabel Licha, Luis Edgardo Lander, Rigoberto Lanz, Omar Ovalles y Bernardo Kliskberg, quienes a través de su diligente gestión académica, se convertirían en asesores y profesores invitados de los programas de Maestría en Evaluación de la Gestión y Maestría en Gerencia Pública. Posteriormente, estos docentes participaron en la formación de los estudiantes del Doctorado en Ciencias Sociales, mención Gerencia creado por un equipo liderado por Haydée Ochoa y Teresa Gamboa en el año 2003 en la FCES de la Universidad del Zulia.

Los vínculos con docentes-investigadores y asesores de talla nacional e internacional le permitieron no solo avanzar más rápidamente en la calidad de la docencia de las maestrías y doctorados por ella impulsados, sino que también, su trabajo constante y comprometido le valió el respeto y admiración de ellos. A pocos días de su partida física ha escrito Bernardo Kliskberg: “Tuve el privilegio inmenso de su amistad. Haydee era una persona excepcional.  Una luchadora consecuente, entregada,  por una Venezuela y un mundo mejor.  Tenía todas las dotes intelectuales posibles, un fervor total por la justicia social y para ella la solidaridad con los postergados no era discurso sino acción. Trabajó con gran talento, visión, calidad, día a día, por, los excluidos y aportó muchísimo a la Venezuela soñada, en la labor académica, de investigación, y de transformación. Era pura acción, presidida por el amor, y un compromiso inquebrantable con los grandes ideales igualitarios”. 

La visión de la profesora Haydée Ochoa sobre el avance de la investigación también tomó expresión con la creación de la Revista Venezolana de Gerencia (RVG) de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia, en 1996, la cual nace como un proyecto bajo su coordinación, donde la acompañan en esta iniciativa las profesoras Teresa Gamboa e Isabel Rodríguez. A través de este órgano se viene a complementar la promoción y difusión del pensamiento administrativo crítico, siendo hasta el nombre de esta revista motivo de profundas reflexiones que buscaban tomar distancia del pensamiento conservador, así lo refirió la profesora Haydée: “fue después de una larga discusión que se decidió llamar Revista Venezolana de Gerencia (RVG), aclarando que había plena claridad respecto a los riesgos de usar el concepto de gerencia, que connotaba productivismo y tecnicismo, pero que en ese tiempo se estaba utilizando en el contexto del proyecto neoliberal, para designar la administración en distintas organizaciones y ya no sólo en las empresariales” (Ochoa citada por Vicher, 2018)

La permanencia de la RVG en la actualidad habla de un trabajo construido sobre la base de cimientos sólidos que se traduce en la continuidad de procedimientos de gestión editorial, el cultivo de vínculos académicos, la actualización de los procesos de edición y sobre todo, el rigor científico en la selección de los trabajos; características que hacen de esta revista una referencia obligatoria al momento de hablar de conocimiento administrativo.

Los procesos políticos, económicos y sociales que se han venido gestando en la Venezuela contemporánea, también constituyeron un bastión de lucha para la profesora Haydée. Ya jubilada de la Universidad del Zulia, cuando otros pensaron en el retiro definitivo de la academia, Haydée Ochoa comenzó una nueva etapa de trabajo, creación, consolidación y proyección del pensamiento crítico en materia académica y de investigación, cumpliendo diversas funciones que contribuyeran al avance de las políticas Bolivarianas formuladas por el Estado. Así, en el año 2007 se compromete con la Universidad Bolivariana de Venezuela y ocupa el cargo de Coordinadora de Investigación y Estudios Avanzados en la UBV-Zulia y Trujillo, eje Cacique Mara. De nuevo la acompaña en esta tarea titánica la profesora Teresa Gamboa, fortaleciendo junto a otros profesores de valía, las distintas modalidades de postgrado en la UBV. Desde allí conformó colectivos de investigación interinstitucionales donde hicimos vida maestrantes y doctorandos de distintas universidades de la región y de instituciones públicas quienes buscábamos investigar en función a teorías no subordinadas a otras realidades y con mayor posibilidad de articular propuestas adecuadas a las necesidades del país. Quienes escribimos este documento encontramos en Haydée Ochoa una aliada, una maestra, un modelo de trabajo y constancia en la consecución de esos propósitos.

Con un trabajo disciplinado y a dedicación exclusiva impulsó las distintas Maestrías y el Doctorado en Ciencias del Desarrollo Estratégico en todas sus áreas de conocimiento: Gestión de Políticas Públicas, Gestión en Salud Pública, Comunicación e Información, Dominio Tecnológico para el Desarrollo Endógeno, Organización Comunitaria y Poder Popular, Desarrollo Endógeno y Calidad de Vida e Innovaciones Educativas y Desarrollo Humano. Organizó las Jornadas de Producción y Recreación de Saberes Regionales, espacios esperados por los investigadores de la UBV y de otras universidades de la región pues se convertían en escenario para el intercambio de conocimientos y saberes, así como un encuentro para el debate de las ideas y la consolidación del pensamiento crítico.

En su desempeño en la UBV también formó parte del equipo de diseñadores de las Especialidades del Hospital Coromoto de Maracaibo, dirigidas al personal de salud. Conformó un equipo de trabajo y capacitó al personal administrativo en la edición de libros desde los aspectos técnicos hasta los de contenido, buscando la autonomía de la CIEA en los procesos de edición e impresión, evitando con ello la subcontratación a empresas del ramo con sus fuertes erogaciones. Editó diferentes libros, algunos de ellos derivados de las investigaciones presentadas en las Jornadas de Producción y Recreación de Saberes, siempre buscando la promoción de la investigación y el desarrollo de los docentes.

En el área de la Política y la Gestión pública fue docente del doctorado en Ciencias para el Desarrollo Estratégico, conformando Colectivos de Investigación donde participaban estudiantes y tutores. Se trató de una estrategia organizativa que tenía la finalidad de vencer el llamado “Síndrome de Todo Menos Tesis”, la cual a través del acompañamiento sistemático le brindaba al estudiante la oportunidad de aprender en colectivo y discutir también en colectivo los avances de sus investigaciones de tesis.

Era un método por demás exigente tanto para los estudiantes como para los tutores, dada la cantidad de lecturas necesarias para la preparación de los avances, aunado a la dificultad que solemos tener los estudiantes para enfrentar la crítica. No obstante, fue un aprendizaje transformador que permitió a los participantes elevar su nivel de producción intelectual, encontrar en la crítica el mejor aliado para avanzar y en la discusión con los pares, la puesta en común del conocimiento.

Los frutos de esos encuentros están hoy diseminados en las páginas de numerosas revistas científicas, en libros arbitrados y lo más importante para la profesora Haydée, convertidos en práctica transformadora de la realidad de las comunidades. Podemos decir, que la forja de Haydée Ochoa dio como resultado el nuevo investigador comprometido que requiere el país.

En un balance sucinto de su actuación como docente e investigadora, encontramos que la profesora Haydée Ochoa tutoreó el trabajo doctoral de aproximadamente diez estudiantes, cerca de treinta trabajos de maestría y produjo de manera individual y en coautoría, más de ochenta artículos científicos, fue conferencista invitada a numerosos eventos académicos nacionales e internacionales. Se mantuvo al frente de las actividades de formación y producción hasta el final de sus días. Según Suárez (2021) no es temerario decir que gracias al trabajo constante de la profesora Haydée Ochoa, la UBV dejó de ser sólo una institución para formar estudiantes de pregrado y pasó a ser referencia en la formación de estudios de postgrado en la región occidental del país. La UBV perdió en Haydée Ochoa a una de las principales impulsoras de la calidad educativa, de la conducción y proyección de la investigación transformadora y a una autoridad en la difícil tarea de la gestión de los procesos académico-administrativos.

Paralelamente, la profesora Haydée participó en instancias gubernamentales de ciencia y tecnología como la Comisión de Publicaciones del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT) durante el período 2007-2009 y el Directorio del FONACIT en los años 2004-2009, adscritos al Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y la Tecnología. La Directora del FONACIT de entonces, Marta Rodríguez señala que en materia de formulación de políticas de ciencia y tecnología, Haydée Ochoa dio siempre certeras recomendaciones y aportes.

Desde el 2017 hasta su fallecimiento, se desempeñó como Auditora Interna del Instituto para la Conservación del Lago de Maracaibo (ICLAM). Durante esta última etapa de su vida encontramos a Haydée Ochoa en un escenario laboral distinto al universitario. Sin embargo, en este espacio continuó en su tenaz tarea de transformación de la Administración Pública. Se inquietó principalmente por la necesidad de optimizar los procesos de control en esa institución, desde el ejercicio mismo de la función pública. Promovió un enfoque más amplio al que el instituto tenía sobre la conservación del Lago de Maracaibo; colocando el asunto sustantivo en la conservación de la cuenca del lago de Maracaibo, con incidencia en los estados Zulia, Mérida y Trujillo.

Fue una oportunidad invaluable para la profesora Haydée acercarse aún más a un objeto de estudio administrativo fundamental para poder aportar y avanzar en la transformación del Estado, nos referimos al proceso de control. De este objeto de estudio quedó pendiente por profundizar el estudio de la política formal de control del Estado Venezolano en los últimos años; lo que nos coloca como discípulos suyos en deuda con ese análisis y con un conjunto mayor de objetos de estudio que gravitaban en la mente de la profesora Haydée y compartía constantemente con sus estudiantes.

Su tránsito por el ICLAM, dejó su sello distintivo: el compromiso con el trabajo y la transformación de la gestión pública. Así lo refieren Luiggi Roppo y Jorge Pedroza al decir que la Dra. Haydée Ochoa trabajó con vocación de servicio; hizo del debate una tarea diaria, convirtió los almuerzos en productivas reuniones. Promovió una auditoría interna preventiva, evitando prácticas que comprometieran la transparencia de la gestión pública. Estaba atenta a los procedimientos, indagando sobre las funciones que cumplía el personal y a partir de allí dio inicio a un proceso de orientación a todos los gerentes. Ganó rápidamente el respeto del personal y nos dimos cuenta que no era cualquier empleada, advertimos el poder y el fuego que tenía esa señora. Estaba verdaderamente preocupada por el logro de una adecuada gestión en el instituto. En síntesis podemos decir que ella marcó una gran diferencia, fue extraordinaria, sobre todo en su pasión por la vida.

Ya al cierre de esta semblanza donde presentamos algunas pinceladas del extraordinario modelo de trabajo que se desprende de la vida de la profesora Haydée Ochoa, nos toca agradecer principalmente al profesor Emilio Chirinos (LUZ), baluarte de la administración pública y de la gestión comunitaria, por habernos aportado no sólo el dato, sino también la vivencia de las batallas libradas junto a la profesora Haydée. También valoramos el tiempo y la información aportada por su hermana Deyanira Henríquez y los profesores Isabel Rodríguez (LUZ), José Huerta (LUZ), Marta Rodríguez (FONACIT-UBV), Ing. Jorge Pedroza (ICLAM), Luggi Roppo (UNEFA-ICLAM) y la obtenida desde el compromiso digno y fecundo de la profesora Jackeline Suárez (UBV).

No podemos cerrar su biografía sin dejar constancia de cuatro hitos que a nuestro juicio marcaron su existencia: el primero, su hijo Alí Fernando, cuya vida constituyó un impulso para el desarrollo de su vasta obra. Él ha sabido tener en ella un ejemplo de amor, firmeza y un ícono de lo que significa el trabajo honesto, de calidad, ese que supera todo obstáculo fortuito o intencional. Nosotras encontramos el segundo hito en su virtud para producir un conocimiento vertebrado a partir de la tensión entre el conocimiento administrativo dominante y el conocimiento crítico, liberador y transformador. Ese conocimiento que vemos en la línea de tiempo de su hoja de vida, pues mientras más avanzó el modelo administrativo neoliberal, en la década de los 90, mayor fue su producción de investigación alternativa, la creación de maestrías, el desarrollo de la RVG; de congresos, que sirvieran de escenario para vencer el pensamiento único.

El tercer hito lo ubicamos en su importante contribución en el desarrollo y aplicación de una metodología propia para producir conocimiento junto a sus tutoreados que permitiera dar cuenta de los vacíos teórico-empíricos, propios de la ciencia, y que ese esfuerzo condujera a la producción de una teoría crítica, alternativa a la hegemónica que hiciera posible una realidad otra para su país. El cuarto hito, ese que amalgamó toda su vida, lo ubicamos en su “Voluntad”; voluntad para superar toda adversidad, todo escollo, toda zancadilla, todo obstáculo y hacer que floreciera el trabajo colectivo y la esperanza en las nuevas generaciones.

Dra. Elizabeth Boscán (LUZ)

Dra. Isneira Huerta (UNERMB)