Innovación social en la docencia universitaria: una estrategia de interacción academia y sociedad

Concha Saldías, Claudia*

Sánchez Sánchez, Gerardo**

Rojas Aguilar, Carolina***

Resumen

Las problemáticas complejas de la sociedad, han presionado a las instituciones de educación superior, a ejercer un rol más activo en la solución de los problemas y en la forma de vincularse con el entorno, favoreciendo relaciones de reciprocidad y procesos colaborativos e innovadores. Este artículo, tiene por objetivo presentar una propuesta implementada por la Universidad Católica del Maule, que permite favorecer la vinculación con el medio en los procesos formativos a través de la innovación social. El diseño de la propuesta adopta una lógica inductiva cualitativa, la que consideró los aprendizajes adquiridos en experiencia piloto de innovación social en comuna rural de la zona central de Chile, revisión documental de lineamientos institucionales de la universidad y de la vinculación con el medio declarada en los proyectos formativos de las carreras de pregrado. Los resultados del trabajo se traducen en una propuesta que visualiza la innovación social como una estrategia que permite el desarrollo de una docencia universitaria de carácter bidireccional con los territorios, a través de procesos de rediseños y/o ajustes curriculares.

Palabras clave: Innovación Social; Universidad; Docencia; Vinculación con el Medio.

Recibido: 26-08-20 Aceptado: 28-10-20

* Doctora en Procesos Políticos y Sociales en América Latina, Académica de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas, Escuela de Sociología de la Universidad Católica del Maule. Email: mconcha@ucm.cl. ORCID: 0000-0001-6594-2304

** Doctor en Ciencias de la Educación, Académico de la Facultad de Ciencias de la Educación, Departamento de formación Inicial Escolar, Universidad Católica del Maule. Email: gsanchez@ucm.cl ORCID: 0000-0003-1694-1406

*** MBA, Ingeniera Comercial, Asesora Centro Integral de Innovación Social de la Universidad Católica del Maule. Email: carojas@ucm.cl ORCID: 0000-0002-2871-9151

Social innovation at university teaching: strategy for meaningful interaction between academia and society

Abstract

Currently the complex problems of society have pressured higher education institutions, in particular universities to exercise a more active role in solving problems, and in the way of linking with the environment, favoring reciprocal relationships and collective and innovative creation processes. The objective of this article is to present a proposal implemented by the Universidad Católica del Maule, which allows an engagement with the community in the training processes of undergraduate students through social innovation. The design of the proposal adopts a qualitative inductive logic, which considered the learning acquired in a pilot experience of social innovation in a rural commune of central Chile, a documentary review of the institutional guidelines of the university and the link and engagement with community, declared in the training projects of undergraduate careers. The results of the work converge into a proposal that views social innovation as a strategy that allows the development of bidirectional university teaching with the territories, through processes of redesign and / or curricular adjustments.

Keywords: Social innovation; University; Public Engagement

1. Introducción

Actualmente es de público conocimiento la crisis social que atraviesa Chile, la que producto del SARS-COV-2 (Covid-19) ha agravado viejos problemas, que en muchos casos se pensaban resueltos (o al menos en vías de solución), como las persistentes desigualdades socioeconómicas, territoriales, de género, problemas socio-ambientales, pérdida de confianza en las instituciones, entre otros. La complejidad de los problemas, han interpelado especialmente a las universidades respecto a su rol público para integrar en su quehacer (docencia, investigación y extensión) el compromiso con la sociedad desde una perspectiva de bidireccionalidad que impone nuevos desafíos. Esto ha puesto de relieve la pregunta por ¿cómo las universidades aportan a la creación de respuestas y soluciones? que con tanta urgencia se requieren.

En un marco de fuertes críticas a los aportes que las universidades brindan a su entorno, consideradas como torres de marfil desconectadas de los problemas reales, reactivas a los desafíos del entorno y basadas en lógicas instrumentales, se cuestiona su rol social y las formas que han utilizado para relacionarse con la sociedad, más allá de la formación intramuros que proporcionan a sus estudiantes.

La Universidad Católica del Maule, anticipándose a estos desafíos, el año 2018 inicia experiencia piloto de innovación social en la docencia, en una comuna rural de la región del Maule, territorio en el cual se encuentra emplazada la institución. A partir de acciones de colaboración, con actores públicos, privados y de la sociedad civil, se co-construye un diagnóstico participativo en que se identifican y priorizan problemas y oportunidades, para luego buscar soluciones creativas desde la innovación social. Esta experiencia se sistematiza e implementa en la docencia de pregrado, con el fin de fortalecer el desarrollo de competencias profesionales que permitan enfrentar, los escenarios cada vez más complejos de la sociedad a través de la innovación social.

La innovación social, se comprende como la búsqueda colectiva de soluciones nuevas orientadas a mejorar la calidad de vida de personas y comunidades. Estas nuevas soluciones pueden ser un producto, un servicio, un proceso, una práctica o un modelo de gestión, una legislación, movimiento social, intervención o una combinación de éstos.

Bajo este panorama, el presente artículo expone una propuesta que incorpora la innovación social en la docencia universitaria, como estrategia que favorece la vinculación entre academia y sociedad. El interés del trabajo se sitúa en mostrar como la incorporación de la innovación social al currículum y la docencia de pregrado, favorece la vinculación con el medio, la actitud indagatoria de los docentes orientada al descubrimiento del potencial curricular, y la transformación de la formación, mediante la elaboración de nuevas alternativas didácticas.

2. Antecedentes teóricos: Extensión universitaria y/o vinculación con el medio

En América Latina se han desarrollado variados modelos de extensión y/o vinculación con el medio. Serna (2007) identifica cuatro modelos: i) altruistas, asociados a trabajos voluntarios, consultorios jurídicos, brigadas de salud, pasantías sociales, etc.; ii) divulgativos de transferencia de avance técnicos y actividades culturales; iii) concientizador basados en trabajo colaborativo para resolver problemas en conjunto con las comunidades e incidir en la trasformación social; iv) y los de vinculación empresarial que se orientan al desarrollo productivo, y fortalecen la articulación universidad empresa.

La variedad de enfoques y la ambigüedad con que se aborda la extensión y/o vinculación con el medio, se traduce en un panorama diverso de iniciativas con escasa articulación y sin una perspectiva estratégica (Tomasino y Cano, 2016). Esta situación se ve agravada dado que el modelo gerencial que impera en la educación superior otorga a la vinculación con el medio un carácter subalterno, (Dougnac, 2016). Como resultado la extensión y/o vinculación está supeditada a escaso presupuesto, orientaciones y definiciones ambiguas, disociada del currículo y del quehacer investigativo de las universidades.

Situando la discusión en una perspectiva contextual, si bien las universidades latinoamericanas desde su origen y desarrollo, se han caracterizado por el compromiso con la sociedad, a través de la denominada extensión, en las últimas décadas en diversos países latinoamericanos como Argentina, Chile, Ecuador, México y Uruguay se ha adoptado la noción de vinculación -con el medio, con la sociedad, con la empresa- (Music et al, 2020).

La extensión universitaria, debe ser entendida con perspectiva histórica y asociada a procesos de trasformación político social. Desde la reforma Universitaria de Córdoba en 1918, se añaden varias décadas de demandas de los movimientos estudiantiles y académicos, así como reflexiones teóricas y propuestas respecto a la misión de la universidad y la función de la docencia e investigación en el desarrollo social.

La extensión -tercera misión- en la década del 60 y 70, comenzó a ser un componente de la acción política de los estudiantes y universidades, promoviendo nuevos modelos de inserción asociados a la lucha política y a visiones transformadoras de la sociedad (Domínguez, 2009). Progresivamente, recién en la década de los 80 se integra de forma explícita en el quehacer institucional; y en los 90, se inicia su institucionalización, atendiendo a procesos de planificación estratégica que definen la misión y relación con el medio externo de la universidad.

3. La innovación social y su desarrollo en el ámbito universitario

La innovación social es un fenómeno en auge, sin embargo, al no existir consenso académico respecto a su significado, es preciso reconocer la presencia de un concepto extremadamente flexible, que puede ser abordado desde enfoques disciplinares y contextos muy diferentes, de ahí la noción de que es un concepto en construcción (Hernández et al, 2016).

Estas innovaciones, como señala (Comisión Económica Para America Latina y el Caribe [CEPAL], 2010) constituyen un continuo teórico en cuyo extremo dominante, se sitúan aquellas coordinadas por el mercado (empresa) en las que interviene el Estado para dar impulso a trayectorias de innovación. Y en el otro extremo, la innovación determinada por necesidades sociales, donde surgen dos tipos de innovación, la social tecnológica y la de carácter social u organizativo. Rüede y Lurtz, (2012) gráfica estos patrones de distinción de la innovación social y los explica a partir de las diversas disciplinas que lo abordan, de este modo propone siete categorías que develan las compresiones en torno a la innovación social, cuadro 1:

Cuadro 1

Comprensiones entorno a Innovación Social

Comprensión de la Innovación social.

Categorías conceptuales.

1. Hacer algo bueno en / para la sociedad.

Apela al conocimiento socialmente deseable de carácter social; permite que las innovaciones sociales sean con ánimo de lucro, aunque el balance debe privilegiar el beneficio social más que al privado. La tecnología, es vista como un mecanismo que contribuye al mejoramiento humano.

2. Para cambiar las prácticas sociales y / o la estructura

Mirada sociológica que destaca nuevas formas de cómo los seres humanos organizan sus interacciones sociales; se niega a que la innovación social se oriente a fines de lucro, aunque sostiene que las innovaciones con fines de lucro pueden ser la causa o la consecuencia de innovaciones sociales que cambian las prácticas sociales; al igual que en la anterior, la innovación social puede ser la causa o la consecuencia de innovaciones tecnológicas.

3. Para contribuir al desarrollo urbano y comunitario

Mezcla las categorías 1 y 2, lo socialmente deseado es combinado con el cambio en las interacciones sociales y/o prácticas sociales en favor de los miembros desfavorecidos y socialmente excluidos de la sociedad; escéptica de la innovación con fines de lucro, y se opone a este porque parte del supuesto que socava la construcción de comunidad y de desarrollo; las innovaciones tecnológicas no son convencionales para el desarrollo urbano.

4. Para reorganizar los procesos de trabajo

Hincapié en el aspecto de la organización, orientada a la eficiencia como principal motor de las innovaciones sociales; siguiendo esta idea la innovación social debiera retribuir con recursos económicos; las innovaciones tecnológicas son consideradas como relevantes.

5. Para imbuir innovaciones tecnológicas con significado cultural y relevancia social

Explícitamente utiliza la categoría no-tecnológica como social; diferencian los aspectos tecnológicos y sociales, aunque se considera que ambos contribuyen al proceso de innovación; orientación comercial global forman parte del proceso de innovación dirigida al beneficio —en gran parte— global.

6. Para hacer cambios en el área de trabajo social.

Orientada a obras sociales; también escéptica sobre el afán de lucro, pero ve a los objetivos de eficiencia como conductores de la necesidad de prestar atención a las innovaciones sociales; considera las innovaciones tecnológicas como un aporte al trabajo social y la innovación social.

7. Para innovar mediante conectividad digital.

Comprensión de conectado digitalmente de lo social; orientación comercial global forman parte del proceso de innovación vinculada al beneficio —en gran parte— global.

Fuente: Rüede y Lurtz (2012), traducción propia.

Al revisar definiciones que abordan la innovación social (Crozier y Friedberg, 1993; Mulgan et al, 2007; Phills et al, 2008; Morales, 2008; Westley, 2009; Domanski et al, 2016; Howaldt et al, 2016), se observa un continuo que abarca desde el cambio institucional u organizacional, la generación de productos, servicios y acciones para mejoras en la calidad de vida de las personas o colectivos, la construcción de bienes públicos, la satisfacción de necesidades no atendidas por el mercado o los sistemas públicos-privados.

La innovación social se concibe como la ruptura de las rutinas, creencias y prácticas sociales, con el fin de generar nuevas formas de hacer las cosas, para lo que se utilizan experiencias, aprendizajes de grupos y colectivos que buscan una transformación social a través de cambios profundos en la cultura. Detrás está, la idea del trabajo en red y colaborativo en busca del bien común. De este modo, las acciones, procesos, servicios y productos se orientan a satisfacer necesidades sociales de la población y a generar impactos que sean duraderos en el tiempo.

Desde la perspectiva de Conejero et al, (2016) existe un acuerdo tácito de los rasgos que están presentes en una innovación social: (i) satisface necesidades humanas no atendidas, (ii) origina cambios en las relaciones sociales, especialmente referidas a la gobernanza, dado que incrementan la participación, (iii) acrecienta la capacidad socio-política y el acceso a los recursos para fomentar el empoderamiento ciudadano, y (iv) se desarrolla mediante un proceso que emerge desde la base de la ciudadanía (bottom- up),

La innovación social en el ámbito universitario ha orientado su quehacer desde diversos enfoques y modelos influenciados por disciplinas como la economía, sociología, administración pública, entre otras. Esto ha resultado en múltiples prácticas innovadoras tales como emprendimientos sociales, responsabilidad social, economía solidaria, innovación social, gerencia social (Villa, 2013).

Para Rivers et al, (2015) la educación en innovación social promueve enfoques sistémicos y sostenibles para mejorar la sociedad a través de un cambio social positivo, promoviendo el aprendizaje en un plano más crítico y socialmente impactante que la educación tradicional de pregrado. Loogman et al, (2013) sugiere que la innovación social, es un cambio institucional multinivel relacionado con la transformación de un sistema, que provoca cambios en las prácticas sociales y el comportamiento de los patrones de los actores conduciendo a un mejor desempeño económico y social a través del empoderamiento de los actores.

En este marco, autores como (Domanski et al, 2016; Westley, et al, 2011; Gatica et al, 2015) plantean la idea de ecosistemas de innovación, para hacer referencia a competencias de carácter organizacional que articulen la docencia, investigación, extensión y gestión, que permitan transformar y promover soluciones a los desafíos del entorno. Westley et al, (2002) plantean la importancia que la innovación social esté albergada en un sistema político, institucional y cultural. En este sentido, una innovación social va más allá de ser solamente el desarrollo de un producto; es también un cambio en las prácticas y rutinas de trabajo de todo el sistema organizacional y sus socios estratégicos.

Para Domic et al, (2020) la innovación social es una estrategia para la vinculación con el medio, en tanto promueve el análisis sistémico de los problemas complejos contemporáneos y recoge dos de los atributos más significativos de la vinculación con el medio: la bidireccionalidad, como co-construcción del conocimiento y el logro de impactos positivos para la institución y la comunidad.

La revisión de diversas experiencias universitarias contemporáneas que implementan la innovación social, exhiben que las primeras iniciativas vienen desde Europa a través del proyecto Tunning. Esta iniciativa tiene por objetivo el diseño de un modelo mundial para la formación universitaria, basado en la experiencia con comunidades de aprendizaje compuesta por más de 135 universidades. Entre los elementos que destaca esta la incorporación de la relevancia social en los perfiles de titulación, con el fin de atender las necesidades del sector productivo, de la economía, de la sociedad, y de las necesidades de cada estudiante en su área disciplinar, mediada por los contextos sociales y culturales específicos (Villa, 2013). En América Latina a través del Plan Alfa Tuning, surge el Modelo de Innovación Social Universitaria Responsable (ISUR), el cual permite comprender cómo la innovación y las dimensiones en las que ella se manifiesta, atraviesa todas las funciones sustantivas del quehacer universitario (Villa, 2013).

En Latinoamérica, está el caso de México, que según Martínez, (2015) abordan la responsabilidad social universitaria con actividades diseñadas desde un enfoque social que desarrolla iniciativas y proyectos de innovación social que apuestan por “condiciones de vida más humanas”, así se reconoce que las universidades tienen una gran responsabilidad en el desarrollo social del país. En Colombia, se reconoce el aporte de la Corporación Universitaria Uniminuto de Dios, que busca la participación de actores de diverso orden que, a partir de su experiencia y saberes, puedan contribuir en el análisis de las problemáticas locales y en la construcción colectiva de soluciones eficientes (Arias, 2016).

En el caso de Cuba, se observa a través de la experiencia de la Universidad de Guantánamo, la innovación social integrada al desarrollo local; argumentan la necesidad de fortalecer el empoderamiento ciudadano en la toma de decisiones ante los complejos retos actuales para la solución creativa de problemas, y se proponen acciones a través de la innovación social, vinculadas con las líneas de investigación universitaria (Durand-Rill et al, 2017).

En Chile, se identifica el trabajo en la Universidad de Playa Ancha (Retamal, 2017) con un foco en la innovación social territorial, destacando la importancia de repensar la lógica de las relaciones entre las instituciones públicas, el territorio y sus comunidades, lo cual es un desafío que las universidades deben asumir. Además, en 2013, se fundó la red Nodos de Educación Superior para Innovación Social (NESIS Chile) en la cual participan once universidades.

Finalmente, Gatica et al, (2015), tras analizar el ecosistema universitario de innovación social de 27 universidades en América Latina, muestran que para fortalecer e impulsar el desarrollo de la innovación social las universidades deben: a) Institucionalizar alineando a directivos, debe ser parte de la cultura de la organización y sus ámbitos misionales, con participación de comunidad universitaria, e incorporación en el currículum; b) conectada con la realidad nacional; c) promover el trabajo colaborativo, vincularse, organizarse y reunirse con otros actores.

4. Aspectos metodológicos de la investigación

Para el desarrollo de la propuesta de innovación social que se presenta, se optó por una estrategia metodológica cualitativa, principalmente por el interés en captar la perspectiva de los participantes y su visión de la realidad social (Vasilachis, 2006). Se añade el carácter flexible y fluido del diseño que abre espacio a la creatividad y adecuación del investigador, sobretodo en situaciones dinámicas, y por las características diversas y cambiantes de los participantes (Eisner, 1998).

La propuesta se sustenta en un trabajo que se organizó en tres fases que operaron de forma simultánea. En la primera fase se indagó en la literatura nacional e internacional respecto a: i) la extensión y/o vinculación con el medio universitaria, en términos de las concepciones en boga, políticas y estrategias para su implementación, financiamiento, entre otros; ii) aproximaciones a la innovación social, y sus aplicaciones en el contexto universitario; iii) ecosistemas de innovación social y enfoques más utilizados en el sistema universitario. La búsqueda de información, se orientó a revisión en bases de datos Scopus, Scielo, Dialnet plus y páginas web de centros de innovación social y universidades.

Una segunda fase examinó experiencias de innovación social universitaria nacionales e internacionales, estas se registraron en ficha descriptiva que contenía tópicos como: origen de la iniciativa; modelos y enfoques de innovación social utilizado, y procesos de implementación de la innovación social e institucionalización. Los datos recolectados de la fase uno y dos, fueron sistematizados en matrices de integración (codificación temática) y analizados.

Una tercera etapa, contempló aprendizajes adquiridos en experiencia piloto de innovación social universitaria en comuna rural de la región del Maule, Chile. Esta instancia se organizó en dos niveles. A nivel interno se examinan políticas universitarias en docencia y vinculación con el medio de la Universidad Católica del Maule, planes curriculares de las carreras y relación con la sociedad. A nivel externo con el territorio, se procedió a identificar actores relevantes del ámbito público, privado y sociedad civil, y se aplicaron 31 entrevistas semi-estructuradas para recoger información sobre el territorio y su ámbito de acción. A esto se añade revisión de los principales instrumentos de planificación social y territorial de la localidad, con lo que se construyó una imagen inicial del territorio. Finalmente, con esta información se levantó un análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas del territorio, el que posteriormente fue dialogado, retroalimentado, y tematizado en un diagnóstico participativo con actores de la comunidad. La selección de los participantes se realizó en base a dos criterios, el reconocimiento de la comunidad en términos del aporte laboral, social, económico e histórico de las personas, y por otro la voluntariedad e interés por participar.

Toda la información conte-nida en las tres fases contempló la sistematización y consolidación de los registros, a partir del análisis del material el equipo de investigadores, procediendo a diseñar propuesta para favorecer la vinculación con el medio en los procesos formativos de los estudiantes de pregrado a través de la innovación social.

5. Propuesta para favorecer la vinculación con el medio en los procesos formativos de pregrado a través de la innovación social

La innovación social, se entiende como una estrategia que favorece las relaciones bidireccionales entre la universidad y el territorio, por tanto, se considera como un marco de actuaciones que contribuye, por una parte, a la implementación de experiencias de aprendizaje situadas y, por otra, propone estrategias y metodologías de trabajo en la docencia para una formación en sintonía con el medio. En consecuencia, la estrategia de innovación apuesta a asegurar la articulación interna de dos misiones claves de la universidad como son la docencia y la vinculación con el medio; y desde ahí proyectar un trabajo más coordinado de relaciones con el territorio, mediadas por la innovación social con la intención de asegurar un modelo formativo institucional sensible y pertinente a las necesidades del entorno. El diagrama 1 visualiza los componentes de la propuesta:

Diagrama 1

Innovación social para la docencia universitaria: una estrategia de interacción academia sociedad

Fuente: elaboración propia

En este sentido se mencionan los componentes conceptuales de la vinculación con el medio en los procesos formativos de pregrado a través de la innovación social

El quehacer universitario enfrenta un contexto de transformaciones, que implica demandas y tensiones. En este sentido, hoy más que nunca es urgente una formación profesional vinculada y en sintonía con el contexto social y sus dinámicas, capaz de aportar constructiva y propositivamente, lo que exige de nuevas estrategias para abordarla.

Manzano et al, (2009) advierten la necesidad de un modelo de universidad alternativo a los tradicionales, señalando que la universidad debe ser un centro de investigación, docencia, diseño e intervención. Donde los estudiantes no se formen al margen de los problemas reales, implicándose en ellos y sus soluciones. El objetivo de la formación apuntaría a que los estudiantes se constituyan en verdaderos agentes de cambio social más allá de la formación para un empleo.

En una educación que se rige por un modelo de competencias que busca la instalación de un conjunto de capacidades que se sitúan en el saber, saber hacer y saber ser para el ejercicio de una actividad profesional (Irigoyen et al, 2011), resulta clave potenciar y desarrollar atributos y cualidades que van más allá de la dimensión cognitiva, y que son considerados necesarios para el desempeño de una profesión y el aporte a una sociedad más equitativa, justa y sustentable.

Se entiende el territorio como un espacio construido socialmente, es decir, histórica, económica, social, cultural y políticamente (Sosa, 2012). De este modo, el territorio es una expresión viva de la espacialización del poder y de las relaciones de cooperación o de conflicto que de ella se derivan (Montañez et al, 1998). De esta manera cuando se inician procesos para comprender un territorio y sus dinámicas -sociales, culturales, económicas, ecológicas, etc.- se está emprendiendo una puerta de entrada para lo que (Bozzano, 2009) denomina inteligencia territorial, entendida ésta como la manera en que actores públicos y ciudadanos –con aportes científicos- se desenvuelven para hacer territorios y lugares más sustentables. Desde esta noción de territorio como construcción social, se abre la oportunidad para desplegar acciones que permitan la creación de conocimiento compartido, el cual deberá ser desarrollado a través de estrategias participativas, las que facilitan el diálogo y relaciones de reciprocidad.

Así el territorio es el espacio privilegiado para potenciar la innovación social, pues mucho de estos procesos comienzan a partir de iniciativas que buscan soluciones a problemas locales, y que la docencia universitaria ha de promover para asegurar una formación profesional que habilite para enfrentar los requerimientos de un entorno cambiante y de incertidumbre. Es por esto que resulta relevante comprender el contexto en que habitan los actores, las potencialidades y necesidades, los modos de relacionarse, el conocimiento que circula, la institucionalidad, etc. Todo esto, entrega muchas posibilidades de aprender y avanzar hacia un trabajo colaborativo entre comunidad y universidad.

Esta constituye un camino clave para que la universidad pueda no solo avanzar en su responsabilidad con la sociedad, sino que legitime su rol como institución, y su labor académica.

La innovación social se visualiza como un campo que favorece la formación de diversas competencias en ámbitos: metodológicos, organiza-cionales y técnicos (gestión de proyectos, planificación y toma de decisiones); comunicativas y sociales (comunicación, trabajo en equipo, automotivación); de emprendimiento y funcionales (espíritu emprendedor, creatividad, liderazgo) (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, 2019) y por otro, como medio que posibilita relaciones con el medio externo de carácter bidireccional.

La propuesta comprende la innovación social como la búsqueda colectiva de soluciones nuevas orientadas a mejorar la calidad de vida de personas y comunidades. Estas nuevas soluciones pueden ser un producto, un servicio, un proceso, una práctica o un modelo de gestión, una legislación, movimiento social, intervención o una combinación de éstos. Y que, para ser exitosos, deben ser creados sobre principios como: i) la colaboración horizontal en red, a partir de un objetivo que nace de la co-construcción; ii) la justicia social y su intención de generar bienestar y cohesión social; iii) el reconocimiento de diversos saberes y contextos socioculturales; iv) la creación de valor compartido; v) la sustentabilidad responsable con el medio ambiente; v) la posibilidad de ser escalable y re-aplicable a otros contextos.

6. Componentes de la propuesta de innovación social para la docencia universitaria

La innovación social, se considera una estrategia que permite el desarrollo de una docencia universitaria de carácter bidireccional con los territorios, a través de un doble proceso de articulación:

6.1. Articulación interna

A partir de la articulación interna es preciso intencionar la docencia universitaria y procesos asociados tomando en consideración la innovación social para favorecer una formación profesional que vincule la academia y la sociedad.

Las misiones de docencia y vinculación con el medio en relación con la formación de pregrado y la responsabilidad social universitaria. Desde ella, es posible la incorporación de la innovación social en dos niveles de actuación: el diseño y el desarrollo curricular, cuadro 2.

Cuadro 2

Ámbitos de acción de la innovación social

Ámbito de actuación

Definición

Responsables

Diseño curricular

En el nivel macro curricular de las competencias genéricas definidas por la institución y asociadas a los procesos de rediseño y ajuste curricular de los proyectos formativos de las carreras.

Direcciones de carrera

Desarrollo curricular

En el nivel micro curricular de la docencia, favoreciendo un trabajo metodológico activo participativo en aquellos módulos o asignaturas que declaran vinculación con el medio y a partir de lo cual puede ser incorporada la temática de la innovación social.

Académicos

Fuente: elaboración propia

La docencia es una de las actividades claves para ofrecer a los estudiantes el desarrollo de las competencias necesarias que les permitirán enfrentar un mundo complejo e incierto en el que participarán como profesionales. La innovación social se pretende sea incorporada a la docencia, a través de un trabajo metodológico activo participativo que, en función de las competencias genéricas, posibilita acciones formativas de interacción con el territorio. Además de activar el pensamiento crítico, la responsabilidad social y la empatía en los estudiantes (Scorza et al, 2013).

En ese escenario, una propuesta de innovación social en la docencia identifica dos niveles claves de operacionalización curricular:

Un nivel macro curricular: implica la incorporación de la innovación social, a nivel de competencias genéricas y su expresión en resultados de aprendizaje a ser incorporados en los módulos o actividades curriculares.

Un nivel micro curricular: contempla el desarrollo de una docencia con foco en el estudiante y su desempeño, lo que implica cambio en las estrategias de trabajo a través de la incorporación de metodologías activo participativas que faciliten una formación situada y contextualizada.

El proceso de incorporación de la innovación social a la formación profesional contempla tres decisiones curriculares fundamentales:

a. Análisis de las competencias genéricas que comprometen vinculación con el territorio

Las competencias genéricas o prosociales constituyen un espacio propicio para favorecer la relación con el medio externo en el proceso formativo, y en consecuencia la innovación social, pues abarcan en general, desempeños orientados a formación para la vida, identidad, comunicación, pertinencia y vinculación con el medio.

b. Análisis curricular de módulos, asignaturas o actividades curriculares

Esto implica la identificación y ubicación en el Proyecto formativo de las carreras o formaciones, de los módulos que declaran vinculación con el medio, observando las competencias genéricas declaradas y los respectivos resultados de aprendizajes. Para ello se requiere de un proceso reflexivo por parte del profesorado con la intención de incorporar la innovación social en la planificación de las actividades curriculares.

c. Análisis de actividades/estrategias metodológicas definidas en módulos o asignaturas

La promoción de aprendizaje significativo y la centralidad en el estu­diante implica, desde el punto de vista didáctico, el uso de diversas metodologías activas o experienciales, que en su conjunto tributen al desarrollo de procesos cognitivos, metacognitivos y socioafectivos, que permiten a los estudiantes que participan de la experiencia, desarrollar y fortalecer sus competencias desde el ser, el hacer, el conocer y el convivir con actuaciones que potencian las aptitudes, las actitudes y los conocimientos (Padierna, et al, 2013). A partir de un análisis de los programas de estudio es esperable que la estrategia metodológica utilizada por el docente sea consistente con el requerimiento de la innovación social y el imperativo de favorecer la vinculación academia – sociedad; teoría – práctica, asegurando la coherencia y el alineamiento constructivo del trabajo desarrollado.

En ese contexto resulta clave la incorporación de estrategias activo – participativas para el desarrollo de la docencia asociadas a: aprendizaje servicio, método de caso, aprendizaje basado en investigación, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en proyectos y aprendizaje basado en desafíos.

d. Análisis y selección de procedimientos de evaluación.

La evaluación debe constituir una oportunidad de aprendizaje y, por tanto, utilizarse para promover las competencias en todos los estudiantes (Cano, 2008) Exige, por tanto, hacer uso de una diversidad de instrumentos (de prueba, de observación, de auto informe y de desempeño) e implicar a diferentes agentes (autoevaluación, coevaluación, heteroevaluación). En términos de favorecer la innovación social, la evaluación debe posibilitar, por una parte, un mayor uso formativo de la evaluación incorporándola a los procesos de enseñanza- aprendizaje, y, por otra, la realización de una mejor evaluación sumativa, tanto en la calidad de su diseño como en su uso para promover aprendizaje.

6.2. Articulación externa

se evidencia en el territorio, utilizando la innovación social como mecanismo orientador y promotor de cambios.

6.3 Innovación social en el territorio

A partir de la experiencia de trabajo con la comunidad, se establecen 9 etapas para la co-creación de iniciativas de innovación social. Estas etapas deben ser pensadas en el currículo como ciclos progresivos y con propósitos establecidos. A continuación, se describen las etapas:

7. Conclusiones

La innovación social permite a las instituciones de educación superior responder al reto de construir una vinculación de naturaleza bidireccional con el medio, favoreciendo una docencia que articula la formación universitaria con los requerimientos de la sociedad. Ello pues permite entender las necesidades del entorno pertinente para contribuir a la búsqueda conjunta de soluciones, y alinear la formación profesional en relación con competencias exigidas en escenario reales y, por tanto, complejos.

La innovación social, es una estrategia que favorece la comprensión de las necesidades del entorno, desde relaciones dialógicas y de reconocimiento entre la universidad y los actores del territorio. Todo esto genera procesos virtuosos de aprendizaje mutuo, aportando a la mejora institucional y a la calidad de vida de las personas y comunidades, y a una formación comprometida con el desarrollo de competencias profesionales.

La inserción en la docencia universitaria de la innovación social para la vinculación con el medio, implica esfuerzos en rediseño o ajustes curriculares, favoreciendo el pensamiento complejo, la responsabilidad social en los estudiantes, así como el trabajo colaborativo entre docentes, estudiantes, y comunidad.

Finalmente, en esta época de titánicos desafíos la innovación social se presenta como una estrategia para transitar desde actuaciones institucionales que tradicionalmente privilegiaron relaciones verticales, tutelares y asistenciales con el medio, hacia modos relacionales de colaboración, participación y deliberación social.

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