Familia, escuela y sociedad: estrategias para los problemas de comportamiento académico en instituciones de educación básica
Rodríguez Zambrano, Arturo Damián1
Castaño Moreira, Jean Carlos2
Corral Joza, Karen Elisa3
García Matute, Mónica Mercedes Jacqueline4
Resumen
La presente investigación de tipo fenomenológica utiliza el método de historias de vida para reconocer el desarrollo y la influencia que se da entre los contextos familiar, social y escolar. Se analiza el caso de un adolescente de trece años de edad, quien cursa el octavo año de educación básica superior y presente problemas de comportamiento. Para la obtención de los datos se utilizó la observación participante, entrevistas a docentes y pares académicos y el mapeo del entorno familiar. La biografía del estudiante se ve marcado por el nacimiento en familia de padres adolescentes, el abandono paternal temprano y la migración. Tiene dificultades para relacionarse adecuadamente con sus compañeros y autoridades, presentando conductas agresivas y delincuentes. Se comprueba que los estilos parentales permisivos y las relaciones intrafamiliares conflictivas son predictores de la conducta agresivas en los contextos escolar y social.
Palabras clave: educación básica; contexto familiar; contexto social; problemas de comportamiento; migración en Latinoamérica.
Recibido: 15.12. 19 Aceptado: 20.04.19
1 Magíster en educación superior: Investigación e Innovación pedagógica. Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. Ecuador, E-mail: arturo.rodriguez30@gmail.com, Orcid: 0000-0002-7017-9443
2 Estudiante de la carrera de Educación Básica, Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, Ecuador, E-mail: jcastanomoreira@gmail.com, ORCID: 0000-0002-7597-629X
3 Magíster en Educación: mención en Psico didáctica. Directora de la carrera de Educación Especial, Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, Ecuador, E-mail: karen.corral@uleam.edu.ec, Orcid: 0000-0002-8209-4084
4 Magíster en Educación Parvularia. Docente, Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, Ecuador, E-mail: monica.garcia@uleam.edu.ec, Orcid:0000-0003-3053-8162
Family, school and society: strategies to denote academic behavior problems in basic education institutions
Abstract
The present phenomenological research uses life stories method to recognize the development and influence that occurs between family, social and school contexts. The case of a thirteen-year-old adolescent, who is in the eighth year of higher basic education and has behavioral problems, is analyzed. To obtain the data, participant observation, interviews with teachers and academic peers and mapping of the family environment were used. The student’s biography is marked by being birth of teenage parents, early parental abandonment, and migration. He has difficulties in properly relating to his colleagues and authorities, presenting aggressive and criminal behaviors. It is found that permissive parenting styles and conflictive intra-family relationships are predictors of aggressive behavior in school and social contexts.
Keywords: basic education; family context; social context; behavior problems; Latin-American migration.
1. Introducción
Innumerables son los factores que influyen en el rendimiento académico de un estudiante. Desde una mirada general, durante la educación básica, un individuo se desenvuelve en los contextos: 1) familiar, 2) escolar y 3) social. A pesar de que la escuela es el espacio físico donde gran parte de la vida de un adolescente transcurre, y en la cual se manifiesta la mayor parte de su círculo social, el ambiente familiar tiene el papel fundamental de proporcionar, favorable o desfavorablemente, las herramientas materiales y emocionales para crecer y encarar las diferentes experiencias por las que transita (Gutiérrez et al., 2017; Carreño y Morales, 2016).
En el presente trabajo se recrea y analiza la historia de vida de un adolescente de trece años de edad quien cursa el octavo año de educación básica en una institución pública del país. El análisis de las historias de vida, permite reconocer cómo se manifiesta, en casos particulares, problemas de la estructura social y educativa, como lo son el comportamiento y el rendimiento académico. (Juárez, 2017).
El trabajo se adscribe al proyecto de investigación e innovación de los procesos y contextos educativos, en el marco de las prácticas preprofesionales realizadas en una institución educativa, durante el proceso de formación de docentes en la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
Las técnicas utilizadas para esta investigación fueron la observación participante, las entrevistas, el mapeo. En primera instancia se llevó a cabo la revisión de los antecedentes académicos del estudiante. Dentro del aula, la observación participante permitió reconocer la interacción del estudiante con un total de treinta y siete compañeros. Las entrevistas semiestructuradas fueron aplicadas a los pares iguales y superiores en el contexto escolares (docentes y autoridades) y el mapeo acercó la investigación al reconocimiento del contexto familiar y social del adolescente.
Una vez conocidas las generalidades del caso, se prestablecieron categorías de análisis de la información, de acuerdo a los aspectos más relevantes de su historia de vida: embarazo, parto, dificultados en los primeros años de vida, migración, relaciones familiares y rendimiento académico.
2. La familia: dinámicas del entorno
La familia es el grupo social básico de la civilización, indispensable para la el crecimiento y desarrollo de los individuos, desde su nacimiento hasta la autonomía. Se entiende por familia no solo a quienes tienen lazos genéticos, sino a quienes forman parte de los lazos construidos por el afecto y la interacción (Papalia, 2012). Para Murillo y Hernández (2019), el núcleo familiar tiene un papel crucial en la orientación del individuo. La familia se constituye como el primer agente socializador para el niño, niña o adolescente y es donde se forja el tipo de relaciones que construirá durante su vida. Martínez, Suárez y Valiente (2019) explican que la calidad del entorno familiar influye de manera relevante en las etapas próximas del crecimiento físico y mental del hijo.
Danielsen, Samdal, Hetland y Wold (2009) enfatizan en el rol que tiene la familia como formador de la disciplina. Dentro del núcleo familiar se brindarán valores y hábitos que serán beneficiosos en el desenvolvimiento cotidiano, siempre y cuando se transmitan de forma adecuada; de lo contrario, serán perjudiciales.
Comprender el entorno familiar permite conocer, en gran medida, los factores que soportan o retrasan el desarrollo social de un niño, niña o adolescente. Algunos aspectos dentro de la familia, como la sobreprotección, la violencia intrafamiliar, el desinterés de los padres, entre otros, suelen dimensionar los problemas de comportamiento fuera del hogar. Si no son atendidos oportunamente, podría trascender a dificultades mayores, por lo que, la intervención familiar desde otros contextos, suele ser una estrategia apropiada (Cañadas et al., 2016).
El rol tan sustancial del entorno familiar plantea problemáticas a corto y largo plazo y las situaciones adversas por las que pase la familia repercuten directamente en todos sus integrantes. Sin embargo, el sufrimiento de los menores suele no ser notado y hasta invisibilizado. Su manifestación se ve reflejada en el aislamiento, depresión o mal comportamiento. Esto a su vez ocasiona que el individuo no logre desenvolverse adecuadamente en otros escenarios o que se involucre en actividades no deseables (Barnetche y Cornejo, 2020). Por ende, el apoyo y la guía familiar en todas las etapas de la vida es fundamental para el bienestar subjetivo del individuo, es decir, la satisfacción general que siente en la vida (Miranda, Amutio y Ortúzar, 20018).
3. Contexto escolar: la influencia institucional
Las actividades en el contexto escolar, comprendidas en su conjunto como actividades relacionadas con el trabajo, socialización, salud, recreación, propósitos en la vida, son parte fundamental del bienestar subjetivo (Gutiérrez, Tomás, Romero y Barrica, 2017).
Dentro de la escuela se da cabida a situaciones que permiten formar el carácter del ser humano. Dependiendo del tipo de atención y de relaciones fomentadas alrededor de ellas, el desarrollo del individuo se verá influenciado de manera positiva o negativa. Esta idea es respaldada por Guerra et al., (2012) quien sitúa a la convivencia escolar como fuente de conocimiento y crecimiento personal.
La escolarización es el proceso en el cual se obtienen conocimientos, se desarrollan habilidades y se adquieren valores para la vida. Es en la escuela donde el niño/a o adolescente aprender a analizar y comprender el funcionamiento de su entorno. Al respecto Borges (2008) ha demostrado cómo el nivel de práctica de valores tiene correlación con el nivel educativo individual.
En este aspecto, para la formación correcta del individuo es importante una organización escolar adecuada. Murillo (2008) hace alusión a la eficacia interna y externa que deben tener las instituciones educativas, de forma que haya colaboración de las partes que la conforman. La organización de aquellos centros del saber tiene que ser excelente, oportuna y contextualizada, de manera que se ajusten la realidad y las necesidades de una comunidad. Además, las instituciones educativas deben liderar, rendir y asegurar el cumplimiento de la educación de calidad y calidez. Pero la eficacia y excelencia no pueden ser alcanzadas, puesto que el compromiso con su búsqueda debe ser constante.
La participación de todos los miembros de la comunidad escolar es importante en este proceso. Su actuación tiene influencia en las actitudes y el desenvolvimiento de los individuos que se adhieren a ella. El protagonismo directo lo tienen los alumnos y docentes, de manera que la aceptación, tolerancia, apoyo, inclusión e integración se constituyen en aspectos fundamentales a tomar en consideración dentro de las aulas (Gutiérrez et al., 2017).
En este punto se debe hablar desde una perspectiva educativa actual. No hace más de dos décadas, la segregación y la exclusión eran conductas culturalmente normalizadas y que invisibilizaban a las personas consideradas, de alguna manera, como “diferentes”. Las condiciones socioeconómicas, todo tipo de discapacidad, diferencias de etnias, credos, nacionalidades, a pesar de su evidente influencia en el desempeño socioeducativo, eran obviadas a la hora de aplicar políticas, métodos y estrategias didácticas (Monarca, 2015). Aunque no sea evidente para todos los actores en una comunidad educativa, tal como lo manifiestan diferentes normativas (Asamblea constituyente, 2008 y Ejecutiva, 2001), la mayor parte de problemas presentados por los estudiantes deben ser atendidas en el marco de la inclusión.
4. El contexto social y la socialización
Los entornos sociales humanos, o el contexto social, abarcan el entorno físico inmediato, relaciones sociales y entornos culturales dentro de los cuales grupos definidos de personas funcionan e interactúan. Esta interacción presupone relaciones de dependencia en todos los niveles (Barnett y Casper, 2001). Esta dependencia es mayormente evidente inmediatamente tras el nacimiento y está compensada con la capacidad de aprender y la tendencia a la socialización, ambas inherentes al ser humano (Arias, 2012: 34)
La sociedad es un medio creado por el hombre para situar el proceso de actividades y relaciones entre individuos. Es innegable que el proceso de interacción se configura bidireccionalmente, de manera que el individuo y su medio se influencian continuamente. En este proceso de socialización participan los agentes de socialización: instituciones e individuos quienes, a su vez, tienen potestad de valorar e imponer la cultura (Suriá, 2010).
Una de las características de las relaciones sociales es su dinamismo. Esto quiere decir que sea cual sea el grupo humano al que pertenezcan, todas las personas pueden relacionarse entre sí. Por su lado, Danielsen et al., (2009) les atribuye la característica de cambiante, ya que nuevas realidades surgen de manera constante. Por otro lado, no es menos cierto que cada territorio presenta una y diversas realidades. El contexto social influye en cómo actúa cada individuo dentro y fuera del mismo. Así se construye la cultura.
En otro sentido, la socialización se constituye como un medio para adaptarse e insertarse en el entorno, interiorizar normas para convivir con otros individuos y, finalmente, alcanzar la realización personal. Dentro del grupo de interacción social se suponen la familia, los pares iguales, el sistema educativo y los medios de comunicación en masa (Suriá, 2010). Una aproximación más de detallada de sus elementos incluye la infraestructura construida, estructura industrial y ocupacional, mercados laborales, procesos económicos y sociales, servicios de salud, gobiernos y relaciones de poder, relaciones raciales, desigualdad social, prácticas culturales, las artes, instituciones religiosas y prácticas y las creencias existentes acerca del lugar y comunidad (Barnett y Casper, 2001).
El contexto social incide en la vida del ser humano, modelando la adopción de actitudes y forjando la personalidad. Los vínculos afectivos establecidos por el individuo son la base para el desarrollo de las competencias sociales: la empatía, el apego y la amistad son valoradas, pero también lo son la adopción de conductas consideradas deseables y la omisión de conductas antisociales (Arias, 2012).
El aprendizaje de la socialización es un proceso que se desarrolla durante toda la vida y tiene como base fundamental la autorregulación. Para que su ejercicio sea posible, el individuo requiere un grado elevado de conciencia cognoscitiva y control emocional (Santana, 2014).
5. Historia de vida de los estudiantes de educación básica
La educación en Ecuador constitución vigente (Asamblea Constituyente, 2008) y la Ley Orgánica de Educación Intercultural (Asamblea, 2015) avalan la obligatoriedad de un enfoque de inclusión educativa y respecto a la diversidad.
En este escenario, a continuación, se presenta la historia de vida un estudiante de trece años de edad, de nacionalidad venezolana quien estudia en una institución de educación básica nacional, partiendo del resumen construido con categorías y subcategorías (Cuadro 1).
Cuadro 1
Resumen de la historia de vida
Categoría |
Subcategoría |
Significado |
|
Antecedentes de nacimiento |
Tipo de embarazo |
Embarazo no planificado por padres jóvenes |
|
Incidentes durante el embrazo |
Sufrió dos amenazas de aborto |
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Tipo de Nacimiento |
Nacimiento prematuro a los 8 meses |
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Primera infancia |
Acontecimientos relevantes |
Abando paternal |
|
Accidentes sin daños graves |
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Educación Inicial |
Jardín de infantes |
Desempeño normal |
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Migración |
Migración |
Pasa a vivir en Ecuador, por situación económica de su país |
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Educación Primaria |
Básica Elemental |
Sin inconvenientes en su proceso de adaptación al país. |
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Básica Media |
Se registran primeros llamados de atención en su conducta |
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Básica Superior |
En la actualidad cursa el noveno año de educación básica con problemas de comportamiento |
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Relaciones familiares |
Convivencia |
Madre, padrastro, hermano menor y abuela. |
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Estilo parental |
Permisivo |
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Relaciones con su madre |
Regular |
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Relaciones con su padrastro |
Excelente |
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Relaciones con su hermano menor |
Agresiva |
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Relaciones con su abuela |
Conflictiva |
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Relaciones escolares |
Atención a sus necesidades educativas especiales |
No se evidencia acciones de tipo tutorial o involucramiento familiar |
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Relación con la autoridad |
Conflictiva en la vía estudiante-autoridad |
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Relación con la docente |
Conflictiva en la vía estudiante-autoridad |
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Relación con sus pares académicos |
Agresiva en vía sujeto-pares De rechazo en vía pares-sujeto |
||
Rendimiento escolar |
Buen rendimiento académico |
Buen rendimiento general en su historial |
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Mal rendimiento académico |
Mal rendimiento relacionado a problemas de comportamiento |
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Dinámica del contexto social |
Situación socioeconómica |
Padres migrantes no completaron la educación secundaria. |
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Estilo parental |
Padres permisivos |
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Relaciones con pares iguales |
El sujeto que aprende incide en la práctica del acoso a sus compañeros |
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Respuesta institucional |
Tipo premio-castigo |
||
Inexistencia de atención en el marco de la inclusión |
|||
Otras instituciones |
Influencia menor de tipo religioso |
||
Agrupación venezolana |
Fuente: elaboración propia
En cuanto a su historia en el contexto familiar, el estudiante nació por medio de una cesárea, en el octavo mes de embarazo. Su madre era una adolescente (dieciséis años de edad), etapa considerada como una de formación de la personalidad y del carácter. Se comprende que los padres no esperaban la noticia del embarazo. Varios estudios (Botero y Castrillón, 2015; Hoga y Reberte, 2009) vinculan la paternidad adolescente con factores con la falta de acceso a educación y métodos anticonceptivos, ambientes familiares económicamente deprimidos y creencias culturales sobre la masculinidad. Según Antolínez y otros (2017), alrededor de 16 millones de embarazos adolescentes se dan cada año y, en contextos latinoamericanos, la mayoría de casos provienen de zonas rurales. Los padres adolescentes suelen enfrentarse con una mezcla emocional de alegría y miedo
Durante el embarazo la adolescente presentó dos amenazas de aborto. Como consecuencias, la madre manifiesta que tuvo un período emocional conflictivo emocional posparto. Aunque idealmente el alumbramiento se debe dar a los nueves meses, existen ocasiones en que no se logra. Esto se ve influenciado por factores genéticos, el ambiente, la nutrición, actividad física, consumo de drogas, ansiedad, estrés y la edad (Papalia, 2012). Se ha registrado que un gran porcentaje de embarazaos adolescentes conllevan complicaciones durante el parto (Antolínez y otros, 2017).
Algunos accidentes menores marcaron la memoria de la madre. El recién nacido cayó desde su cama al piso a los 8 meses de nacido y se golpeó fuertemente la cabeza a los 2 años. Los percances en los primeros años son normales. En el caso del sujeto de estudio no fueron muy graves. Sin embargo, no se ha llevado un control de este desde que sufrió estos accidentes, acciones recomendables ante la posibilidad de secuelas. Chabernaud, Claudet, y Rebouissoux (2016) expresan que los accidentes en la infancia pueden llegar a ser causa de muerte y, aunque la mortalidad infantil ha disminuido un 70% en 20 años, las ocasionadas por accidentes domésticos no lo han hecho. Así mismo explican que el porcentaje de hospitalización de estos casos llega al 40% y la frecuencia de fracturas es se da entre el 50 y el 60%.
La historia de vida del sujeto que aprende está marcada, principalmente, por el abandono de su progenitor. Nueve meses después del parto se despidió y no volvió a dar noticias sobre su vida. A pesar de lo mencionado, el estudiante tuvo lo que la madre denomina “un buen desarrollo en sus primeros años”. Sobre el desenvolvimiento del infante, especialmente durante la educación inicial, expone que “fue sumamente bueno y tenía una personalidad extrovertida y dinámica”.
En los años siguientes, producto de la grave crisis política y económica en la República de Venezuela, cuando el sujeto que aprende tenía cuatro años de edad, las condiciones socioeconómicas de su país, Venezuela, obligaron a su familia a migrar e Ecuador, donde han vivido durante nueve años. Según UNICEF (2010) los adultos pueden ser mentalmente fuertes y soportar la idea de cambiar de país por una mejor vida, pero suelen olvidar que los niños no cuentan con aquella madurez para enfrentar los nuevos retos y que el estrés experimentado por ellos es alto. Según Barnetche y Cornejo (2020), las consecuencias en un niño que migra pueden ser invisibilizadas.
Estos cambios vienen con el requerimiento de encontrar una nueva institución educativa. Según Zamora y Moforte (2013), esta decisión se suele dar con una escasa búsqueda de información, restando importancia a las necesidades particulares de sus apoderados.
En la actualidad, el adolescente no tiene buenas relaciones con su hermano menor ni con su abuela. Con esta última, su relación es inllevable. A pesar de ello, se visualiza una buena relación con su madre y su padrastro, a quien “le ha tomado cariño”. Esto concuerda con lo expresado por Lima, Baena, Domínguez y Lima (2018), quienes mencionan que los conflictos entre hermanos deben considerarse como predictores de problemas asociados con comportamiento delincuente y agresivo, problemas de atención y de pensamiento en contextos externos al seno del hogar.
En cuanto a crianza, la madre del adolescente admite tener una conducta permisiva, característica común entre los padres jóvenes (Papalia, 2012). Botero y Castrillón (2015) acotan que la llegada de un hijo a padres muy jóvenes los contrapone ante sensaciones de frustración y enojo, lo cual puede conllevar un mal proceso de crianza.
En el escenario escolar son mayormente palpables los problemas de comportamiento. Según lo observado e informado por docentes, autoridades y compañeros, el adolescente tiene actitudes delincuentes y agresivas, entre las que destaca el bullying y la falta de respeto. Esto, a su vez, ha generado rechazo de parte de sus pares iguales. Muchos de ellos expresan abiertamente su renuencia para incluirlo en actividades y trabajos grupales.
A través de diversas evaluaciones empíricas, las docentes afirman haber descartados posibles problemas de aprendizaje. El estudiante no evidencia inconvenientes en su desarrollo físico.
En general, el estudiante tiene un promedio regular. Cuando se lo propone, es muy eficaz con los deberes. Experimenta momentos de bajo rendimiento, los cuales están generalmente relacionados con su comportamiento. Cuando su maestra demuestra una conducta estricta, él acata las normas a cabalidad. Su madre manifiesta que el adolescente podría tener déficit de atención con hiperactividad, lo cual no es comprobable por no haber sido diagnosticado por un especialista.
Desafortunadamente dentro de la institución ninguna autoridad ha realizado acciones para atender su caso. Esta actitud, al contrario de lo esperado, remarca la exclusión y promueve el aislamiento. En su estudio, Gutiérrez et al., (2017) realizado a 2024 estudiantes, demuestran que el apoyo familiar y del profesorado resultan fundamentales para el adecuado rendimiento académico y la satisfacción del alumnado. El mismo análisis indica que, en comparación con ello, el apoyo de los pares no se constituye como un elemento predictivo.
No es descabellado pensar en las prácticas centradas en la familia para su implicación en los procesos educativos, así como en la contención socioemocional del adolescente. Una concepción diferente de parte de las instituciones que reste el poder “sobre las familias” para entablar una “colaboración con las familias”, como lo mencionan Gutiérrez et al., (2017). En su intervención en la primera infancia, Cañadas et al., (2016) demostraron que dicho enfoque permite mejorar el desempeño, la participación, la comunicación, la implicación en las actividades y las relaciones sociales. Quintana (2005), en un estudio de características similares al que se presente, manifiesta que la escasa participación de los adultos en el desarrollo intelectual, lingüístico, motor y socio afectivo resta posibilidades de tener experiencias que sirven para desarrollar autorregulación en el aprendizaje y en el desenvolvimiento del individuo.
6. Conclusiones
La historia de vida del sujeto que aprende presentada muestra que una serie de factores internos y externos del contexto familiar y social influyen en el comportamiento en el contexto escolar. Entre ellos se ha mostrado que el embarazo, parto y crianza en manos de padres jóvenes, el abandono paternal y las relaciones intrafamiliares conflictivas se constituyen como predictores del mal comportamiento, tal como lo evidencia el caso y los respalda la literatura académica.
Podría considerarse la posibilidad de que el proceso migratorio de un niño, desarrollado sin una contención adecuada, se constituya como un factor para un cambio progresivo en el comportamiento. En este punto se sugieren nuevos estudios.
Finalmente, se debe decir que existen alternativas desde el enfoque de la inclusión educativa que podrían evitar la dinámica actual basada en reprimenda y castigo. Entender la historia de vida de un estudiante es imprescindible, en ese sentido. A partir de ello, se deja abierta la posibilidad de la aplicación de prácticas centradas en la familia.
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