REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA. 3ª época. Año 12 N° 35, 2021
Delci Herrera León et al. /// Proyectos enfocados en la resolución de problemas y el pensamiento … 370-388
DOI: http://dx.doi.org/10.46925//rdluz.35.22
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Los proyectos de aprendizaje, favorecen la formación integral, dado que, el aprendizaje
se genera en relación de los intereses, preocupaciones y problemas del estudiante (MINEDU,
2018). Desde esta perspectiva, los proyectos presentan diferentes ventajas como: valora la
indagación como elemento importante en el proceso de aprendizaje y en la solución correcta
de la problemática, permite que los infantes participen libremente, realicen sus tareas
activamente y conforme a sus intereses y preocupaciones; promueve la confianza en sus
juicios y favorece pensamientos flexibles y creativos; desarrolla el interés para investigar,
intercambiar ideas y experiencias entre ellos; promueve dimensión lingüística y otras
manifestaciones expresivas a través de distintos códigos; desarrolla el trabajo colaborativo,
intercambio de ideas, consolidación de valores, reglas de coexistencia, y respeto mutuo entre
estudiantes, familia y la sociedad.
Los proyectos enfocados en la resolución de problemas son aquellos proyectos en los
que se propone solucionar un problema de la vida cotidiana que afecta a los niños y que se
vincula a sus necesidades de aprendizaje (MINEDU, 2019), como la detección de una fuente
de contaminación alrededor de la institución educativa, el descuido del jardín de la escuela,
la cantidad de basura que se genera en el aula, entre otros. En este tipo de proyectos, los niños
proponen alternativas de solución a las problemáticas que encuentran (acorde a su nivel), las
ponen en práctica y las difunden a fin de mejorar, dentro de sus posibilidades, la calidad de
vida en su comunidad más cercana (aula, institución educativa, vecindario), promoviendo
una cultura participativa, solidaria y de compromiso ciudadano.
1.4. El Pensamiento Crítico
Ahora, en referencia al pensamiento crítico, hay autores que lo definen como un
proceso intelectual; desde esa postura Sternberg (1986) lo define como procesos, estrategias
y representaciones mentales usados para resolver problemas, tomar decisiones y aprender
nuevos conceptos. De igual forma, Scriven (1996:5) lo concibe como un proceso intelectual,
disciplinado y activo que desarrolla habilidades cognitivas como: “conceptuar, aplicar,
analizar, sintetizar, evaluar y validar información, a través de la experiencia, reflexión,
razonamiento y comunicación, como una guía hacia la creencia y la acción”.
Por su parte, Baron (2000) refiere que es un pensamiento de orden superior, y como
tal, no es automático, sino que requiere de autodeterminación, reflexión, esfuerzo,
autocontrol y metacognición. Para Villarini (2011) es la capacidad para examinarse y