REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA. 3ª época. Año 12 N° 34, 2021
América Latina, sino también en Europa y en nuestro planeta en general. En estas circunstancias,
expresa el autor, es difícil encontrar líneas editoriales que cuestionen el sistema neoliberal o el libre
mercado.
Finalmente, en el tercer capítulo: Hay otra comunicación posible, se aborda la desinformación,
hegemonía y fascismo como consecuencia de que los medios de comunicación masiva pertenecen a
un reducido grupo de inversionistas. El autor sostiene: “La información que hoy se maneja llega, en
la inmensa mayoría de las situaciones, filtrada, orientada, utilizada o tergiversada desde aquellas
fuentes que hoy son controladas por cada vez menos grupos mediáticos” (p. 97), puesto que quienes
tienen el control sobre los medios de comunicación establecen las líneas editoriales en base a sus
intereses políticos y económicos.
Para contrarrestar el control sobre los medios de comunicación, González resalta el
surgimiento de la comunicación alternativa, donde miles de organizaciones sociales a través de las
redes sociales, realizan “contrapublicidad, creando y difundiendo vídeo social, impulsando el
software libre, escribiendo en periódicos propios o incluso haciendo programas de televisión que
visibilizan sus realidades, sus expectativas de vida, su riqueza cultural, sus demandas para una
sociedad más justa y verdaderamente democrática” (p. 103).
Si bien el texto analiza la propiedad sobre los medios de comunicación en América Latina y
el Mundo, así como las características de los medios de comunicación en un régimen neoliberal,
González trata con mucha delicadeza a los líderes que él denomina “gobiernos progresistas”, tales
como: Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Rafael Correa, Lula da Silva, Nestor Kichner y Cristina
Fernández, Evo Morales, Fernando Lugo, Manuel Zelaya, José Múgica, donde más de uno
condicionó y expropió medios de comunicación para someterlos a sus intereses políticos,
económicos y sociales.
Por consiguiente, nos encontramos ante un libro que devela el rol que cumplen los medios de
comunicación en regímenes neoliberales, quedando pendiente investigar el rol que cumplen los
medios de comunicación en países controlados por gobiernos de “izquierda” o “revolucionarios”. Las
praxis de estos gobiernos, al menos en América Latina, son tan cuestionados desde la
autodenominación de gobiernos “revolucionarios”, “socialistas”, como cuestionado es el proceso de
enquistamiento en el poder estatal y en el control absoluto que ejercen sobre los medios de
comunicación.
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