Revista de Literatura Hispanoamericana

No. 77, Julio-Diciembre, 2018: 11-35


Mito y archivo en El sueño del celta de

Mario Vargas Llosa

Ana Boller

Western University. Department of Modern Languages and Literatures. Hispanic Studies, London

Email: agonza6@uwo.ca


RESUMEN


En este estudio se analiza la novela de Mario Vargas Llosa El sueño del celta (2010) bajo el concepto de novela archivo de Roberto González Echevarría según el cual la narrativa latinoamericana evoca la historia de Latinoamérica y sus mitos, y desarticula las narrativas previas para crear otras nuevas. En esta lectura, propongo que la novela archivo ha cambiado como consecuencia del proceso de globalización, y que la novela El sueño del celta es un ejemplo de una nueva novela archivo que hace apertura hacia nuevos espacios geográficos, que no se centra únicamente en la historia latinoamericana, sino que expande sus horizontes y abarca la historia de otros continentes como Europa y África. El sueño del celta desmitifica la historia alrededor del Irlandés Roger Casement, el Rey Belga Leopoldo II, el explorador Henry Morton Stanley, y la localización del espacio colonial americano como el terreno predilecto de los escritores latinoamericanos. Asimismo, afirmo que las razones de tal mutación son el proceso de desterritorialización de la literatura latinoamericana y el progresivo abandono del proyecto de identidad en la narrativa de los escritores latinoamericanos del siglo XXI.

Palabras clave: archivo; mito; novela archivo; desterritorialización; multiterritorialidad


Recibido: 28-08-2018 Aceptado: 29-10-2018

12 Revista de Literatura Hispanoamericana No. 77, 2018

Myth and archive in Mario Vargas Llosa's

El sueño del celta

ABSTRACT

The present study provides an analysis of the novel El sueño del celta

(2010) written by Mario Vargas Llosa using the archive novel concept of Roberto González Echevarría, which states that Latin American narrative invokes the history of Latin America and its myths while disassembling previous narratives to create new ones. I propose that the archive novel has changed as a consequence of the process of globalization, and that the novel El sueño del celta is an example of a new archive novel that opens itself up to new geographical locations, a novel that is not centered only on Latin American history but expands its outlook to cover the history of other continents such as Europe and Africa. El sueño del celta demystifies the history around Roger Casement, King Leopold II, explorer Henry Morton Stanley, and the location of the American colonial space as the predilect field of Latin American writers. I put forward that the reasons behind this change are the process of deterritorialization of Latin American literature and the continuing withdrawal from the identity project in the narrative of writers of the XXI century.

Key words: archive; myth; archive novel; deterritorialization; multiterritoriality


Latin American history is to Latin American narrative what the epic themes are to Spanish literature: a constant whose mode of appearance may vary, but which is rarely absent.

Roberto González Echevarría (1990: 6)


A partir de un estudio de novelas como Los pasos perdidos (1953) de Alejo Carpentier y Cien años de soledad (1967) de Gabriel García Márquez, Roberto González Echevarría desarrolla una hipótesis acerca de la narrativa latinoamericana según la cual ésta recoge e imita documentos históricos que funcionan como subtextos en la novela, y que simultáneamente genera

una intertextualidad que re-articula los textos y temas que la fundamentan. González Echevarría explica que la producción de la novela y la producción de documentos históricos están sujetas al uso de estrategias similares, y a esto se debe su afirmación de que la novela imita este tipo de documentos o archivos (GONZÁLEZ ECHEVARRÍA,

1990: 8). Sin embargo, para González Echeverría, no es hasta la publicación de Los pasos perdidos de Carpentier que se origina una nueva relación entre los documentos que imita y la novela. A este nuevo tipo de narrativa latinoamericana González Echevarría lo define como


novela archivo. Primero, resumimos los conceptos de archivo y mito para luego emplearla en el análisis de la novela El sueño del celta de Vargas Llosa.

Para González Echevarría (1990: 29) el archivo1 es “first of all, a repository for the legal documents wherein the origins of Latin American history are contained, as well as a specifically Hispanic institution created at the same time as the New World was being settled”. Por ejemplo, el gran Archivo General de Simancas es el primer archivo y probablemente más grande depósito en Europa (González Echevarría, 1984: 379). Las cartas de relación de Hernán Cortés, por ejemplo, forman parte de ese archivo al que hace referencia González Echevarría.2 Estos primeros textos de base legal exigidos por la Corona Española a los colonizadores, textos que contienen la historia de América Latina, constituyen el primer medio para la fundación de la literatura latinoamericana


  1. En su teoría González Echevarría explica que el origen de su concepto de Archivo proviene de la epistemología de la palabra y comenta que “Archive suggests not only that something is kept, but that which is secret, encrypted, enclosed, and also the common, though old- fashioned Spanish word for chest”. Además, comenta que fue inspirado con la versión de archivo de Michel Foucault que el autor presenta en The Archeaology of Knowledge, pero que es un concepto distinto (1990: 32-34)


  2. Acerca de este tipo de documentos, González Echevarría explica que “These cartas de relación were not simply letters nor maps, but also charters of the newly discovered territories. Both the writer and the territory were enfranchised through the power of this document which … is addressed to a higher authority” (1984: 361).

    al momento de escribir, por ejemplo, textos como Verdadera historia de la conquista de Nueva España escrito por el cronista Bernal Díaz del Castillo. Según esta definición, la novela archivo es asimismo un contenedor o almacén en el que se acumulan modalidades de narrativas previas, con la finalidad de producir una narrativa original (González Echevarría, 1990: 4). Es decir, de acuerdo con González Echevarría, en la narrativa latinoamericana se evoca la historia de Latinoamérica por medio del uso de alusiones a diferentes épocas, eventos, y mitos propios de la cultura de la región. Por lo tanto, la narrativa latinoamericana es un archivo que encierra su historia desde los inicios de la colonización.

    Lo siguiente que deseo aclarar es la definición que trabaja González Echevarría de mito en su teoría. Para el crítico, los mitos “are stories whose main concern is with origins” … “hermeneutic tool for probing human nature” (1984: 359). Además, son “fictions Latin American culture has created to understand itself, the myths about the origin of its history” (1984: 368). González Echevarría explica que, por ejemplo, la novela Cien años de Soledad posee un carácter mítico general, aunque es posible también enumerar diferentes tipos de mitos. Lo describe de la siguiente forma:

    It seems clear that myth appears in the novel in the following guises: 1) there are stories that resemble classical or biblical myths, most notably the Flood, but also Paradise, the Seven Plagues, Apocalypse, and the proliferation of the family, with its complicated genealogy, has an Old Testament ring to it; 2) there are

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    characters who are reminiscent of mythical heroes: José Arcadio Buendía, who is a sort of Moses, Rebeca, who is like a female Perseus,

    …; 3) certain stories have a general mythic character in that they contain supernatural elements, as in the case just mentioned, and also when José Arcadio’s blood returns to Ursula; 4) the beginning of the whole story, which is found, as in myth in a tale of violence and incest. … No single myth or mythology prevails. Instead the various ways in which myth appears give the whole novel a mythical character without being a distinct version of one given myth. (1984: 368-9).


    González Echevarría provee el ejemplo de Cien años de soledad, que para él constituye el arquetipo de la novela archivo. Explica que al inicio “Macondo is inhabited by a de jure aristocracy made up of the founding families, which is analogous to towns in colonial Latin America where the first conquistadors and their descendants enjoyed certain privileges and exemptions” (1990: 20). En la novela de García Márquez no hay referencias directas o eventos históricos que describen la colonización, aunque sí predomina la alusión a la historia de la colonización. La novela archivo posee un carácter fundador porque contiene la historia de Latinoamérica desde su fundación, y porque esta historia fundacional es la historia del origen de la cultura latinoamericana.

    Según el modelo de González Echevarría, las funciones de la novela archivo son dos. En primer lugar, almacenar la historia del origen de América Latina y, por lo tanto, de sus mitos. Engloba la historia de Latinoamérica colonial o postcolonial, que es supuestamente más reciente o

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    “nueva” que la historia del viejo mundo, y representa la búsqueda y el anhelo de una identidad propia y única (1990: 6). La segunda función de la novela archivo es generar nuevas narrativas a partir de las diferentes modalidades narrativas que enriquecen la obra (1990: 12).

    La novela archivo desarticula las narrativas previas acerca de la historia para crear otras nuevas; “the previous writings of history are undone as the new one is attempted”, explica González Echevarría (1990: 15). El autor afirma que la novela archivo genera un espacio meta-ficcional en el que se desmantelan los constructos que regían la sociedad latinoamericana de una determinada época para demostrar su relatividad y supeditación al momento histórico en el que prevalece tal concepto (1990: 18). De tal forma, los escritores generan novelas de realidades que son ficción (Ídem). González Echevarría afirma que el archivo posee una cualidad para encubrir, y explica que:

    It is this dissembling quality, this empty space where the novel’s capacity for retention and loss balance out, that leads to the series of breaks in history, breaks where the novel’s mimetic desire leads it to choose a different form in reaction to changes in the textual field in which it is inscribed. A new non-literary document will acquire the legitimating powers lost by the previous model, and the novel will follow that form as it had done originally in relation to the legal documents of the Archive. This mimetic displacement is more important than superficial, aesthetic changes, such as those that novels outside of the core of the tradition will undergo. (1990: 37-8)


    La base de la novela archivo es la negación de las narrativas previas, es el


    cuestionamiento de lo que ya no existe,

    (2010).3

    En esta obra del escritor

    del pasado histórico latinoamericano que permite comprender su origen y su cultura.

    Sin embargo, la propuesta de González Echevarría, que tan bien analiza las novelas de la segunda mitad del siglo XX, no parece ser ya suficiente para explicar importantes obras latinoamericanas publicadas a inicios del siglo XXI, como por ejemplo la novela de Mario Vargas Llosa El sueño del celta

    peruano, la historia de Latinoamérica, como el mito fundacional de la narrativa, deja de ser el centro o el archivo central de la ficción. El sueño del celta es una representación literaria de la historia del irlandés Roger Casement y su vida en tres lugares del mundo: Irlanda, el Congo, y la Amazonía del Perú.

    Paradójicamente, el contexto geográfico de casi toda la novela no es América Latina, ni el personaje principal


  3. Haciendo referencia a información general acerca de Vargas Llosa y su rol en la literatura hispanoamericana, la época entre finales de la década de los 50 e inicios de los 60 marca el inicio de una carrera literaria para Vargas Llosa, en especial por su inclusión al grupo de los grandes escritores latinoamericanos, la generación del Boom. Durante su estadía entre París y Madrid, Vargas Llosa comienza a escribir una novela que representa su experiencia en Perú y en especial en la academia militar Leoncio Prado, La ciudad y los perros publicada en 1963, novela honrada con el Premio Biblioteca Breve en el mismo año, momento a partir del cual su nombre resuena como uno de los mejores escritores de Hispanoamérica. De allí en adelante su producción literaria será como una lluvia sin descanso, y es reconocido por afamadas novelas como La casa verde (1966), Conversación en la Catedral (1969), La tía Julia y el escribidor (1977), La guerra del fin del mundo (1981), Travesuras de la niña mala (2006), y El sueño del celta (2010), entre otras obras. Este trayecto como escritor le remitirá a ser el ganador del Premio Nobel de Literatura en el año 2010, luego de la publicación de El sueño del celta. La generación simultánea de excelentes obras literarias por parte de diferentes escritores de Hispanoamérica, como Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, y Julio Cortázar, así como el apoyo que estos escritores recibieron de la Editorial Seix – Barral en Barcelona, España, aunado a la crisis política y represión literaria en España producto del Franquismo, acarreó que la atención internacional se volcara sobre estos escritores que fueron agrupados como la generación del Boom que ofrecían nuevos temas y nuevos estilos. De acuerdo con Ángel Rama, Vargas Llosa definió el Boom como “‘un conjunto de escritores, tampoco se sabe exactamente quiénes, pues cada uno tiene su propia lista, que adquirieron de manera más o menos simultánea en el tiempo, cierta difusión, cierto reconocimiento por parte del público y de la crítica. Esto puede llamarse, tal vez, un accidente histórico’” (citado en Rama 59). Una suma de factores permitió, en última instancia, que el nombre de Vargas Llosa se incluyera en este selecto grupo de escritores de gran reconocimiento internacional, justificado por su excelente calidad narrativa.

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    es latinoamericano.4

    Se han realizado diversos estudios de esta novela. Ana Pizarro, por ejemplo, analiza la novela en términos de su carácter reduccionista y critica la homogeneización que se observa en el desarrollo de los personajes que representan a los trabajadores del caucho en la Amazonía y en África. La autora argumenta que la novela carece de una descripción detallada de los mismos como seres humanos, así como sus diferencias. Otro estudio es el realizado por Nicholas Birns quien analiza la visión tricontinentalista en la novela y examina la posición de Vargas Llosa frente al Eurocentrismo y al neocolonialismo. Adicionalmente, Desimarie Quintana

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    González en su Disertación de Tesis lleva a cabo un estudio del concepto de héroe en la novela El sueño a través del análisis del personaje de Casement. Se presenta como un héroe moderno con características heroicas y antiheroicas. Igualmente, se hallan estudios acerca de la novela El sueño del celta en cuanto a temas como fanatismo, como ocurre en el análisis de Luigi Guarnieri Calò Carducci; la sexualidad o “pecado nefando” presentado por Dieter Ingenschay; y la relación entre periodismo y la novela, estudio que lleva a cabo Juana Martínez Gómez. Entre los numerosos estudios que se realizan de la novela, hasta el momento no se ha analizado como novela archivo en términos de la teoría


  4. Cabe destacar lo siguiente. El estudio de los ambientes en los que Vargas Llosa contextualiza su obra arroja interesantes resultados. De acuerdo al análisis de Rosa Boldori de Baldussi, en las obras de Vargas Llosa existe un determinismo ambiental, es decir, una preferencia geográfica centrada en Perú y principalmente Lima, la selva amazónica, y Piura, debido a que en estos lugares transcurrieron momentos importantes en su vida (16). Asimismo, comenta Boldori de Baldussi, en estos ambientes literarios impera la representación de la violencia que caracterizó a Perú a mediados del siglo XX. Esta afirmación es irrefutable si se analizan las primeras obras de Vargas Llosa, como por ejemplo La casa verde o Conversación en la Catedral. Sin embargo, con la publicación de La fiesta del chivo (2000) se develan otros intereses del autor. En tal novela Vargas Llosa comienza a modificar el contexto histórico de su novela y crea un espacio novelístico para la historia del dictador Rafael Trujillo en República Dominicana. Luego, en el año 2003, publica El paraíso en la otra esquina, que relata la historia del pintor Paul Gauguin y su abuela Flora Tristán contextualizada en Francia, Tahití y Gran Bretaña. El sueño del celta, publicada en el año 2010, provee la confirmación de una transición y ruptura de ese determinismo ambiental sugerido por Boldori de Baldussi, pues nos encontramos ante una novela que narra la historia del Congo Belga, Irlanda, y la Amazonía del Putumayo, entrelazadas por la presencia de un hombre irlandés, Roger Casement, en el contexto temporal de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Esto no significa que posteriormente Vargas Llosa no desarrolló historias contextualizadas en Perú. De hecho, el escenario de sus dos últimas novelas luego de la publicación de El sueño del celta, tituladas El héroe discreto (2013) y Cinco esquinas (2016), es Lima, Perú. Lo que sí podemos observar es una variación en el contexto histórico de las novelas de Vargas Llosa que inicia en la primera década del siglo XXI, una alteración en cuanto a la inclusión de la historia latinoamericana en sus producciones literarias. Las novelas que el autor produce durante mediados del siglo XX demuestran un énfasis en la historia de Perú y otros países de Latinoamérica, en contraste con otras novelas que escribe a inicios del siglo XXI que se centran en la historia de otros países, no latinoamericanos. Esta variación ambiental en las novelas de Vargas Llosa se comenta en una entrevista efectuada por Raymond Leslie Williams, en la que el escritor manifiesta que, por ejemplo, ambientar la novela El sueño del celta en un escenario internacional no fue un plan anticipado, sino que surgió mientras leía una biografía de Roger Casement escrita por Joseph Conrad, y su interés aumentó luego de leer la novela de Conrad Heart of Darkness. Además, comenta que se considera a sí mismo un ciudadano global, y por tal razón sus novelas pueden contextualizarse en cualquier país del mundo (Mario a Life 204).


    de González Echevarría.

    Al final de su ensayo Echevarría comenta que pareciera que existe el deseo de evadir o escapar de la novela archivo y deja una pregunta abierta que es el punto de partida de esta investigación: ¿el desplazamiento más allá del archivo es el fin de la narrativa o es el comienzo de otra narrativa? (1990: 186). Y si se trata del comienzo de una narrativa nueva,

    ¿cuáles son las nuevas características que asume? En última instancia y para efecto del análisis central de este trabajo, ¿es El sueño del celta un modelo o ejemplar de la nueva novela archivo? La tesis aquí propuesta es que la novela archivo está cambiando. Conserva su característica de la novela como repositorio de la historia. Se desarticula la historia y los constructos que rigieron en décadas anteriores, aunque ya no es posible afirmar que

    el espacio geográfico al que se limita la novela archivo es Latinoamérica, como lo afirma González Echevarría al vincular los mitos de la historia fundacional de América Latina que fueron creados a partir de sus archivos con la creación de novelas de la región. Por el contrario, abogo por una novela archivo que expande sus horizontes y abarca una pluralidad de escenarios geográficos, aunque aún centrándose en archivos de esos territorios que no son necesariamente latinoamericanos. En la nueva novela archivo es posible encontrar la historia de países europeos, africanos, así como latinoamericanos.5

    El sueño del celta es una novela que representa esta metamorfosis de la novela archivo, puesto que en su médula yacen estas propiedades que se describen en el planteamiento de González Echevarría.


  5. El sueño del celta hace referencia a una gran cantidad de contenido histórico. Se han realizado diversos estudios acerca de la relación entre historia y literatura, así como teorías acerca de la novela histórica. Entre estos destacan, por ejemplo, el estudio de Hayden White “Literary Theory and Historical Writing” y “The Historical Text as Literary Artifact”; The Reality Effect in the Writing of History de Frank Ankersmit; Myth and Archive de Roberto González Echevarría, y The Latin America’s New Historical Novel de Seymour Menton. La teoría de Menton inicia con un esbozo de lo que es la novela histórica en Latino América, y explica que entre 1949 y 1979 en la región comienza a surgir un número de novelas que él categoriza como novelas históricas. Al igual que González Echevarría, Menton ubica al escritor cubano Alejo Carpentier y su novela El reino de este mundo (1949) y El arpa y la sombra (1979) a la cabeza de esta proliferación de novelas en la época (20-1). Comenta además que la definición de novela histórica que, a su juicio, es más completa es la de Enrique Anderson Imbert, que las define como “those whose action occurs in a period previous to the author’s” (citado en Menton, 1993: 16). Sin embargo, Menton crea una definición de lo que él denomina la nueva novela histórica, que posee seis características que la diferencian de la novela histórica tradicional, aunque no éstas están presentes en cada una de las nuevas novelas históricas. Las características son:

    1. The subordination, in varying degrees, of the mimetic recreation of a given historical period to the illustration of three philosophical ideas, popularized by Borges and applicable to all periods of the past, present, and future. …. these ideas are (a) the impossibility of ascertaining the true nature of reality or history; (b) the cyclical nature of history; and (c) the unpredictability of history – that although history tends to repeat itself, occasionally the most unexpected and amazing events may and do occur. 2) The conscious distortion of history through omissions, exaggerations, and anachronisms. 3) The utilization of famous historical characters as protagonists …. 4) Metafiction, of the narrator’s referring to the creative process of his own text…. 5) Intertextuality. Since García Márquez surprised the readers of Cien años de soledad with the insertion in his novels of characters from novels by Carpentier, Fuentes, and Julio Cortázar, intertextuality has become increasingly fashionable among the theorists as well as among the majority of the novelists….

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      La novela archivo latinoamericana contiene la historia de Latinoamérica, sin embargo, esta novela gira en torno a la vida del nacionalista irlandés y funcionario del Imperio inglés Roger Casement. Encontramos en la obra una representación histórica de la explotación de la población nativa en el Congo y en el Putumayo peruano durante la etapa histórica de la cultivación y extracción del caucho a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX.

      En la obra de Vargas Llosa subyace una combinación de diversos documentos históricos y legales que la complejizan y estructuran como novela archivo.6 Al hacer entrar en diálogo todos estos diferentes tipos de documentos, Vargas Llosa construye una nueva perspectiva ficcional del caso de Casement, de la historia del Congo, del Putumayo, y la lucha por la independencia de Irlanda. Esto se realiza por medio de la integración de un amplio espectro de datos de la historia, que permiten contextualizar, así como

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      a la vez tratan de explicar, las acciones del irlandés. El producto final de la novela es la construcción de una visión de Casement, sino claramente heroica, definitivamente no como la imagen consagrada del traidor del Imperio británico, que ha llevado desde que fue ejecutado en Inglaterra. Existen diversos mitos en la novela de Vargas Llosa, mitos que conforman el archivo, algunos de los cuales serán descritos en los siguientes párrafos. El concepto de mito de González Echevarría como historias o ficciones que conciernen al origen de Latinoamérica puede observarse en El sueño pero ya no en términos del origen de la historia de América Latina sino del Congo belga y el régimen de Leopoldo

      II. En el caso del análisis que realiza González Echevarría de la novela Cien años de soledad, el crítico enumera los mitos que están presentes en el texto y los relaciona con la historia del origen de América. En las siguientes líneas analizaremos el caso de la novela de Vargas Llosa y la presencia de los



  6. Escribir novelas que representan la realidad y la historia de diferentes países del mundo, narrativas que son traducidas a diferentes idiomas para que lectores de diferentes orígenes se aproximen a ellas, es la forma principal en la que Vargas Llosa se ha hecho escuchar, aunque no es su único medio. Williams expone que el autor fue escogido como presidente del Pen Club International en 1976, posición en la que tuvo la oportunidad de ocuparse de la defensa de la libertad de la prensa, y los derechos humanos de los escritores presos alrededor del mundo (Mario A Life 51). Años después, sus ideas políticas y sociales lo llevaron a fundar el Movimiento Libertad en Perú, y a participar en el Frente Democrático de su país poco antes de su candidatura presidencial (Williams, Mario A Life 71). Adicionalmente, Vargas Llosa es miembro de la Real Academia Española de la Lengua desde el año 1996 que se encarga de la regulación, actualización, renovación lingüística del español, cuyos puestos se otorgan a personajes académicos de gran prestigio. Desde su capacidad periodística ha escrito en diferentes diarios desde joven, entre ellos el periódico El País en Madrid en la columna “Piedra de toque”, y en The New York Times Magazine. Como Profesor universitario ha dictado diferentes cursos en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos. Vargas Llosa desde joven fue un intelectual consciente de la situación de su país, y como otros escritores de la época, aprovechó su imagen pública como reconocido escritor hispanoamericano para informar y revelar al público en general, y a sus lectores en particular, la historia y crítica social, política y económica de Perú y otros países de América Latina, Europa y África.


    mitos acerca de los héroes del Congo belga. Al mismo tiempo, estos mitos se contraponen con la historia del Congo belga y de sus “héroes” con la finalidad de demostrar que esta novela archivo, aparte de incluir mitos de territorios no latinoamericanos, realiza un intento por desmitificar tales personajes y su historia. Así como la novela podría considerarse un vehículo de mitos, la desmitificación está presente en la novela de Vargas Llosa para explorar la Historia del Congo belga. Es así como conecta los textos acerca de la vida, el trabajo y en general de la historia de funcionario de Casement con datos históricos del Congo, del Putumayo y de Irlanda. Por ejemplo, uno de los aspectos biográficos de Casement es su llegada a la Amazonia en 1910. Roger Sawyer, editor del libro Roger Casement´s Diaries, comenta:

    although he was still Consul General, he never set foot in Rio again. Instead there occurred an extraordinary repetition in the Amazon Basin of the humanitarian investigation which he had carried out in the basin of the Congo. The atrocities in the Putumayo River region were even more horrifying than those which Casement had exposed in Africa. Tribal peoples had been slaved by means of the local system of debt-bondage: peonage. To make matters seem worse still, the atrocities- far worse than the chopping off of hands, inflicted generally for failure to bring in the stipulated quota of rubber for the day, which had been a feature of Leopold’s private kingdom- were committed in the name of a British-registered company (Vargas Llosa, 2010: 31).


    Estos hechos son narrados en la novela El sueño del celta. Por ejemplo, en una conversación entre Rey Lama y Casement, este último le explica:

    Como sin duda sabe, en Inglaterra, en Europa, ha habido denuncias sobre atrocidades que se habrían cometido contra los indígenas- explicó, con calma-. Torturas, asesinatos, acusaciones muy graves. La principal compañía cauchera de la región, del señor Julio C. Arana, la Peruvian Amazon Company, es, me imagino que está enterado, una compañía inglesa, registrada en la Bolsa de Londres. Ni el Gobierno ni la opinión pública tolerarían en Gran Bretaña que una compañía inglesa violara así las leyes humanas y divinas. La razón de ser de nuestro viaje es investigar qué hay de cierto en aquellas acusaciones (Ob. Cit: 149).


    No se observa una continuidad en cuanto a la presencia de uno u otro texto estudiado por Vargas Llosa en la novela, es decir, sustrae información de los escritos, los reorganiza y encaja como piezas de un rompecabezas para construir el imaginario que permitirá entender y conocer el contexto en el que vivió Roger Casement, su perspectiva humanitaria, las razones de su lucha por defender los derechos humanos tanto en el Congo como la región del Putumayo, y finalmente en Irlanda. Estas piezas son unidas por lo que Vargas Llosa imagina que Casement deseaba, conversaciones que se sabe que tuvieron lugar, pero de las que nadie fue testigo, narraciones que están basadas en la perspectiva que el autor de la novela posee de los personajes y eventos históricos, construida poco a poco a medida que estudió y se adentró en el tema.

    El sueño del celta es una novela con un simultáneo proceso de escritura y rescritura de la historia que casi siempre asimila un documento cargado de una alta connotación de poder de la verdad

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    (González Echevarría, 1990: 15). En el caso de la novela de Vargas Llosa, el documento legal del reporte de 1903 de Casement es uno de los principales textos que desencadena un proceso de escritura y rescritura de la historia de los tres espacios vinculados al Imperio británico: Irlanda, el Congo, y el Putumayo. Los tratos y prácticas inhumanos a los que eran sometidos los nativos en el Congo belga fueron descritos en este documento, diseñado para informar al Imperio británico acerca de lo que estaba ocurriendo en el Estado Libre del Congo.

    El reporte de 1903 fue de gran relevancia en el trabajo llevado a cabo por Casement para el Imperio británico. Luego de permanecer en África desde 1884 hasta 1886, Casement primero fue cónsul en las posesiones portuguesas del África occidental en Sao Paulo de Loanda, y luego en 1900, de acuerdo con Peter Singleton-Gates y Maurice Girodias (1959: 82), fue designado cónsul en Kinchasa ubicado en el Estado Libre del Congo. En el Imperio británico se escuchaban rumores acerca de la explotación de los nativos para el cultivo y extracción del caucho y la violencia a los que eran sometidos durante el reinado de Leopoldo II de Bélgica, a quien le interesaba obtener el mayor provecho económico de la explotación del caucho. Además de ser abusados, los nativos no eran remunerados adecuadamente por su trabajo y debían pagar impuestos (Ob. Cit: 88). La interferencia de Casement como cónsul del Imperio británico era justificada por la residencia de trabajadores británicos en el Estado

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    Libre del Congo, sobre los que poseían jurisdicción civil y criminal. Luego de viajar a Kinchasa en 1901 y a Boma en 1902, Casement decide realizar una investigación más profunda en el Congo durante el año 1903 (Ob. Cit: 95). En este viaje se dedica a tomar notas en su diario de lo que observaba, y luego al volver a Europa redacta su informe del Congo en 1903-1904. Este texto legal es de gran relevancia en su trayectoria como cónsul y defensor de los derechos humanos, por el cual fue reconocido y premiado; en él, Casement reveló la desconocida realidad del Congo belga. Fue y es todavía uno de los recuentos más importantes de la masiva violencia hacia los nativos que ocurrió en El Estado Libre del Congo a inicios del siglo XX. A continuación, presento algunos ejemplos de cómo Vargas Llosa adapta este reporte de 1903 en su narrativa.

    En primera instancia el reporte de Casement de 1903 comienza con la siguiente información:

    I was enabled, by visiting the district, to contrast its present day state with the condition in which I had known it some sixteen years ago”…“There are today widespread proofs of the great energy displayed by Belgian officials in introducing their methods of rule over one of the most savage regions of Africa (Singleton- Gates and Girodias, 1959: 96).


    En la novela se expresa lo siguiente:

    En esos tres meses y diez días la impresión de despoblamiento y eclipse de la gente, de desaparición de aldeas y asentamientos donde él había estado, pasado la noche, comerciado, hacía quince o dieciséis años, se repetía una y otra vez (Vargas Llosa, 2010: 81).


    Se observa claramente el cotejo de la misma información, el inicio de la descripción del salvajismo en las aldeas que continua posteriormente en el reporte: “Perhaps the most striking change observed during my journey into the interior was the great reduction observable anywhere in native life. Communities I had formerly known as large and flourishing centres of population are today entirely gone” (Singleton-Gates and Girodias, 1959: 98). Este subtexto (el reporte) en la novela lo presenta Vargas Llosa de la siguiente forma: “¿Dónde estaba la gente? La memoria no lo engañaba. Tenía muy presente la efervescencia humana, las bandadas de niños, de mujeres, de hombres tatuados… Algunas aldeas se habían extinguido, en otras la población se había reducido a la mitad” (Vargas Llosa, 2010: 81). Este es un ejemplo de la forma en que la información encontrada en un documento legal puede moldearse para ser convertido en la novela archivo, que según González Echevarría es la novela latinoamericana, ya que contiene datos obtenidos del reporte con aspectos extras introducidos por Vargas Llosa, fragmentos de recuerdos del personaje de Casement que nos habla de los niños y mujeres que han desaparecido, narraciones que nos acercan como lectores a los cambios en el pueblo congolense y generan angustia y pena por su sufrimiento.

    Una segunda anécdota de Casement en su informe con respecto a sus últimas horas de estancia en Coquilhatville fue la siguiente:

    a man came with some natives of the S… district, represented as his friends, who were fleeing from their homes, and whom he begged me to carry with me to the French territory at Lukolela. These were L.L. of T… and seven others. L.L. stated that, owing to his inability to the meet the impositions of the Commissaire of the S… district, he had, with his family, abandoned his home (Singleton-Gates and Girodias, 1959: 188).


    Más adelante comenta que Casement explica que le dijo al hombre que lamentaba mucho que no pudiese ayudarlo, y le aconsejó apelar por ayuda a las autoridades del distrito o en última instancia a las autoridades en Boma (Ob. cit: 189). Al final de este reporte queda sobrentendido que Casement no los lleva y regresa a Stanley Pool. Al compararlo con la información de la novela, es curioso que, aunque se narran eventos similares Vargas Llosa crea un final diferente. En primer lugar, en la novela el hombre que se acerca a Casement en busca de ayuda para estas siete personas es un nativo que

    vino a decirle que los monjes de la misión trapense querían verlo… Querían pedirle que sacara a escondidas en su vaporcito a un puñado de prófugos … por no cumplir con las cuotas de caucho la Force Publique había llevado a cabo una operación de castigo (Vargas Llosa, 2010: 104).


    En la novela Casement se excusa diciendo que no lo hará porque iría en contra de la ley, al final se explica

    los siete fugitivos subieron al Henry Reed al amanecer del día siguiente … mientras la tripulación dormía, siete siluetas silentes se escurrieron y desaparecieron en la malaza de la orilla. Nadie preguntó luego al cónsul qué

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    había sido de ellos (Ob.cit: 105).


    Es notorio que una historia muy similar tiene finales diferentes, en donde la novela enmarca un cambio importante que podría señalar el intento del autor por darle forma a la personalidad de Casement en su obra como un hombre moral, pero al mismo tiempo compasivo, la cual es una visión más privada del hombre que del cónsul que observamos en la escritura del reporte haciendo su trabajo.

    La novela de Vargas Llosa se convierte en un proceso de descomposición del discurso hegemónico imperial que ha sido sostenido a lo largo de los años por el prestigio y el poder político y socio- cultural del Imperio británico. En lugar de dejar abandonado este discurso sobre la historia de Casement, lo recupera y lo transforma para analizar la historia misma y sobre todo la representación de figuras tan importantes de la historia de la aventura colonial europea en el Congo como lo fueron Leopoldo II y Henry Morton Stanley, quienes son todavía figuras míticas de gran poder. Cae entonces el mito de la misión civilizadora de la empresa belga de Leopoldo II en el Congo, y con él, se ataca también el violento funcionamiento del sistema colonial europeo en África.

    En la recomposición que hace del archivo histórico europeo se devela además la relación imperial de Inglaterra en Irlanda y en el Putumayo peruano, donde opera la compañía asentada en Londres que explotaba a los nativos para

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    el comercio del caucho. Se trata de la principal compañía cauchera de la región, Peruvian Amazon Company, dirigida por Julio C. Arana y registrada en la Bolsa de Londres en Gran Bretaña. Esta compañía, que recibió una concesión por parte del Imperio británico, abusó de los derechos exclusivos que ésta poseía sobre la fuerza de trabajo en la región del Putumayo, cometiendo delitos atroces, aún peores de los ya presenciados por Casement en el Congo, eventos que describe en su reporte de 1910 (Inglis, 1973: 177).

    Con la historia de Casement, por ejemplo, Vargas Llosa reexamina el mito del espacio colonial, solo localizado fuera de Europa. Los lectores descubren que lo que ocurrió en África también sucedió de alguna forma en el mismo espacio europeo. Numerosas veces Vargas Llosa equipara la colonización de los pueblos “primitivos” de África y Latinoamérica a la situación del pueblo irlandés bajo dominio de Inglaterra: “Ahora debía ocuparse [Inglaterra] de otros indígenas, los de Irlanda. También ellos necesitaban liberarse de los ‘aranas’ que los explotaban, aunque con armas más refinadas e hipócritas que las de los caucheros peruanos, colombianos y brasileros” (Vargas Llosa, 2010: 378). La barbarie y violencia colonial estaban presentes también en Irlanda y esta idea estaba profundamente arraigada en los irlandeses y fue lo que contribuyó a cimentar los ideales separatistas de Casement. Luego de la conquista de Irlanda, explica Inglis, el Imperio británico distribuyó las propiedades irlandesas a su antojo


    además de apropiarse de los productos allí cultivados, obligando a los irlandeses a pagar impuestos sobre tierras que anteriormente les habían pertenecido lo que causó el mismo o similar sufrimiento de hambruna y desnutrición padecido por los congoleses (Inglis, 1973: 124). Se suponía que la unión consolidada por la conquista entre Gran Bretaña e Irlanda sería de beneficio para este último, pero todo resultó en lo contrario de acuerdo a los resultados de las evaluaciones económicas y sociales en las que se demostraba que las ganancias recibidas por la recaudación de impuestos eran de provecho sólo para Gran Bretaña. La experiencia de Casement en el Congo primero y más tarde en el Putumayo fue un despertar a la realidad de su país de origen.

    Otro ejemplo de la disolución de mitos en la novela es el personaje de Leopoldo II, quien es acusado de ser prácticamente el autor intelectual de toda la barbarie del Congo, un rey o un hombre de Estado europeo que engañó a las potencias mundiales con falsas promesas para el desarrollo del Congo. Leopoldo II justificó su empresa con el discurso civilizador — alfabetizar, cristianizar, y liberar al pueblo “primitivo” en el Congo de los mercaderes árabes y de salvarlos del pecado de “ser salvajes”. Considerada por muchos un terreno impenetrable, la región del Este africano se caracterizaba

    por su naturaleza hostil, clima tropical de aire pesado, habitada, de acuerdo con la mentalidad colonial de la época, por seres “salvajes”. En el año de 1875, explica Comte de Lichtelverde (1929: 119), África era aún un área del mapa que no se conocía a profundidad y la ocupación europea no pasaba quizás de un diez por ciento del territorio del continente; por tanto, se consideraba como un enigma. Potencias europeas como Portugal y Reino Unido mostraron poco interés por extender su poder imperial a estas tierras africanas (Ob.Cit.: 121). En vista de este desinterés, el Rey belga Leopoldo II se interesó profundamente en lo que reportaban los exploradores alemanes y británicos, como Henry Morton Stanley

    —cuyo papel en la historia hablaremos más adelante— y divisó en África una oportunidad de expandir su imperio.

    Con este propósito en mente, Leopoldo II pronunció un discurso en el Palacio de Bruselas en 1876, en una conferencia convocada por él, cuyos invitados eran importantes geógrafos y filántropos, en el que afirmó que su interés por África central no estaba guiado por motivos egoístas que enriquecerían a Bélgica, sino a favor de servir a la civilización de los pueblos africanos, y de la supresión del tráfico de esclavos en el interior de África llevado a cabo por traficantes árabes (Ob.Cit.: 123)7 . En la novela se narra de la siguiente forma:


  7. Al final de esta conferencia, explica Lichtelverde (1929: 129), se creó la Asociación International de Represión al Comercio de Esclavos y Apertura de África Central (International Association to Repress the Slave Trade and Open up Central Africa), presidida por el mismo Rey Leopoldo II y conformado por los presidentes de las principales sociedades geográficas, que se esforzarían por construir un plan para la incursión en tierras africanas. Esto resulta paradójico ya que se reprimió el maltrato de los mercaderes árabes al pueblo congolense, pero comienza una nueva represión a manos del Rey belga.

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    Explicando a la opinión pública internacional que la única manera efectiva de suprimir la trata de esclavos era mediante “una fuerza de orden”, el rey envió al Congo dos mil soldados del Ejército regular belga al que debía añadirse una milicia de diez mil nativos, cuyo mantenimiento debería ser asumido por la población congolesa. … se infiltraron gentes de la peor calaña, rufianes, ex presidiarios, aventureros hambrientos de fortuna salidos de las sentinas y los barrios prostibularios de media Europa. … Porque soldados y milicianos de la Fuerza Pública eran codiciosos, brutales e insaciables tratándose de comida, bebida, mujeres, animales, pieles, marfil y, en suma, de todo lo que pudiera ser robado, comido, bebido, vendido o fornicado. (Vargas Llosa, 2010: 51)


    Las promesas, que por un largo tiempo crearon alrededor del Rey belga una imagen de gran filántropo, se pondrán en duda años más tarde al constatarse el resultado catastrófico de la penetración en tierras africanas del Estado Libre del Congo administrada por Leopoldo II, nombrada colonia del Imperio belga en 1885. John de Courcy MacDonnell presenta en su libro King Leopold II lo que puede bien definir el mito que caracterizó a Leopoldo II como el libertador de los congolenses, como mecenas de la civilización, el Rey que logró suprimir el comercio de esclavos y las practicas caníbales en el Estado Libre del Congo.

    These two achievements united go far to prove it the most successful of all the civilizing governments of our time. With these great successes in the suppression of evil, there are joined other and no less successes in the creation of good” (MacDonnell, 1969: 233).

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    Sin embargo, detrás de este telón de palabras y afirmaciones, se esconden en realidad sanguinarias crueldades que se llevaron a cabo con la finalidad de castigar injustamente a los congolenses por el incumplimiento de las cuotas de extracción del caucho (entre otros recursos). Los colonialistas belgas aplicaron medidas injustificadas como la amputación de manos o de miembros sexuales, lo cual ocurrió tanto en el Congo como en el Putumayo, de acuerdo con los datos descritos en los reportes de Casement (1997: 31).

    La estatura mítica-heroica de la que goza aún Leopoldo II en Europa se transforma en la novela en la del sanguinario que marcó para siempre la historia de los congoleses con la miseria y sufrimiento. Los frutos del trabajo de los nativos no fueron utilizados para crear una mejor vida para el Congo, sino para enriquecer y construir un poderoso imperio comercial en Bélgica. Justamente lo que desestabiliza Vargas Llosa es el discurso hegemónico que mostraba a Leopoldo II como una gran persona con fines humanitarios, un filántropo como muchos lo han llamado, sobre todo en Bélgica, donde aún es considerado un rey genuinamente interesado en el progreso del Congo. Así, Vargas Llosa rompe con el mito romántico-nacionalista repetido en la historia de Bélgica y del rey Leopoldo

    II. En la primera parte denominada “El Congo”, Vargas Llosa explica que una de las medidas ejecutadas al mando de Leopoldo II para suprimir el comercio de esclavos fue enviar a dos mil soldados del Ejército belga a los que añadió diez


    mil milicianos nativos, comandados por oficiales belgas entre los cuales se encontraban ex presidiarios. Por su parte, la comunidad africana, sin entender claramente lo que estaba ocurriendo, tenía claro que “la invasión que caía sobre ella era una plaga más depredadora que los cazadores de esclavos, las langostas, las hormigas rojas y los conjuros que traían el sueño de la muerte” (Vargas Llosa, 2010: 51).

    Parecido desmontaje histórico ocurre en torno a otro personaje de la historia de la aventura colonial de Bélgica en el Congo, Henry Morton Stanley, reconocido como un gran explorador, pacificador y constructor, con quien Casement compartió su primer viaje al Congo8. Aunque fue él quien hizo posible a Casement el acceso al Congo, en la novela se le retrata como una de las personas que comandó los asesinatos, maltratos e injusticias contra los congoleses a su llegada a este territorio. Más tarde, con la invención del neumático en 1893, indispensable para la naciente industria automovilística, la materia prima del caucho se convirtió en un producto esencial para la economía europea. La novela revela la realidad del supuesto discurso civilizador de Leopoldo II: mientras se presenta la explotación del


  8. En su libro Stanley, The Impossible Life of Africa´s Greatest Explorer, Tim Jeal explica las hazañas de Stanley como explorador en África cuando encuentra al Doctor Livingstone, así como sus expediciones para crear una colonia inglesa en el Congo, imagen que conservó durante más de 10 años hasta revelarse sus medios de imposición

    caucho como un elemento positivo para el desarrollo de la sociedad, el discurso hegemónico colonial esconde que de hecho la empresa “modernizadora” de Bélgica fue la causa de la devastación de los pueblos del Congo. La ambición de Leopoldo II de conquistar un monopolio del comercio del caucho, con ayuda de Stanley, se tradujo en la implementación de las prácticas más crueles y bárbaras de explotación de los pueblos africanos.

    En el proceso de desmantelar los discursos colonialistas de las potencias europeas, la reconstrucción en la novela de la vida del mismo Casement y su condena como traidor del Imperio británico adquiere una nueva relevancia. Casement participó activamente en la planificación del Alzamiento de Pascua en Dublín en 1916, una rebelión en contra del Reino Unido y sus fuerzas imperialistas en Irlanda. Casement deseaba apasionadamente que la insurrección ocurriera. Sin embargo, mientras se encontraba en Alemania y supo que se llevaría a cabo la rebelión con o sin el apoyo de Alemania fue él quien se opuso a la idea de que se llevara a toda costa, aun si no se habían asegurado los apoyos necesarios (Inglis, 1973: 374). El Imperio británico lo consideró un traidor por aliarse a Alemania en su contra, sin importar los años de servicio que lo hicieron un hombre ejemplar y único, que lo llevó a adquirir el título nobiliario de Caballero del Imperio. No obstante, lo que agravó su situación fue la divulgación de la información que supuestamente contenían sus diarios, cuya veracidad y autenticidad aún hoy

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    en día se debate (Ob.Cit.: 358). Esta información, referente a su orientación homosexual fue el principal factor para que no se le perdonara la vida9.

    Irlanda, el país que tanto amaba y cuyo sueño de independencia lo llevó hasta al fin de sus días, no se esforzó tampoco por salvarlo de la muerte. Hubo una petición de clemencia organizada por Conan Doyle en Londres que firmaron numerosos escritores, científicos y políticos. Muchos aseguraban que no era correcto colgarlo porque se convertiría en un mártir y que, aunque legalmente era lo correcto, políticamente no lo era (Inglis, 1973: 354). Otras personas no quisieron firmar, como por ejemplo Joseph Conrad, el autor de Heart of Darkness, y Edmund Morel, quien trabajó con Casement por la defensa de los derechos de los congoleses (Ob.Cit.: 353). En la época


  9. En su libro Roger Casement’s Diaries. 1910: The Black and the White (1997), Roger Sawyer explica que los Black Diaries “were used to poison the reputation of their author, it has frequently been alleged that an agency of the British government was guilty of forging them” (Ob.Cit.: 1). El contenido sexual en los diarios que demostraba que Casement era homosexual no podía comprobarse de todo, no era posible afirmar que todo lo que escribió había realmente ocurrido. Al respecto, Sawyer comenta “The obsessive quality of the erotic details has alienated many. Perhaps some of it is fantasy; but even that diagnosis can hardly excuse the man in the eyes of would- be admirers” (Ob.Cit.: 3). La conclusión de Sawyer en la introducción a los diarios de Casement es que luego de examinarlos utilizando diferentes métodos para corroborar si fueron o no falsificados, “It all points to the genuineness of the diaries. The British authorities are thus cleared of the charge of forgery; but they remain open to the far more serious charge of executing a man on the basis of irrelevant evidence” (Ob.Cit.: 25).

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    fue muy polémico que dos de sus amigos más cercanos no firmaran la petición de clemencia, porque ambos habían defendido las ideas de que los pueblos oprimidos por el Imperio Británico debían protegerse, pero ni la amistad con Casement ni la razón de la independencia de Irlanda los movilizó a apoyarlo.

    La información en el diario de Casement referente a su vida o fantasías homosexuales, que nunca se niega a lo largo de la novela de Vargas Llosa, es otro mito que busca deshacer la novela. En el texto la lectura que se impone sobre este aspecto de la personalidad de Casement es que el irlandés no llevó necesariamente a cabo todo lo que escribe en su diario. El contenido de estos relatos personales se presenta en la novela como parte de la vida frustrada de una persona con tendencias homosexuales que vive en la sociedad europea conservadora de principios del siglo XX. En la obra, se cuestiona la imagen del hombre que se dejó llevar por sus impulsos sexuales hacia el sexo masculino, y se retrata a Casement como una persona retraída y más bien reservada. Como el autor mismo lo afirma en el epílogo de la novela, “Casement escribió los famosos diarios, pero no los vivió, no por lo menos integralmente, que hay en ellos mucho de exageración y ficción, que escribió ciertas cosas porque hubiera querido pero no pudo vivirlas” (Vargas Llosa, 2010: 449).

    González Echevarría propone que la historia o mitos que están presentes en la narrativa latinoamericana, y más


    específicamente en la novela archivo, se relacionan con la identidad y la cultura de Latinoamérica. Sin embargo, en el caso de esta novela, la identidad, que es el centro de atención, no es latinoamericana, sino más bien la identidad de un irlandés y la de su patria, Irlanda. Casement, aunque era irlandés, trabajó para el Imperio británico. A partir de esta experiencia y sus viajes logra comprender el sufrimiento de los pueblos colonizados. Como bien lo explica Angus Mitchel, “Exposure to the periphery obliged him to continually reassess his imperial relations, the nature of national identities within the imperial panoply, and to question his own sense of duty to King or country or humanity” (Mitchel, 2007: 41). Su afán como irlandés para liberar a su país del dominio británico insta al lector a pensar en la búsqueda de identidad que también tiene lugar en los pueblos latinoamericanos, que de una forma abrumadora ha sido uno de los temas centrales de la narrativa latinoamericana.

    En la novela de Vargas Llosa aparece imperioso para Casement que Irlanda se libere de la mediación o control británico que socava la identidad de la cultura irlandesa. El revolucionario y nacionalista irlandés poseía un conocimiento profundo y detallado del hundimiento social y económico que se padecía en el Congo sometido a las concesiones del Imperio británico. De acuerdo con Angus Mitchell, treinta años de trabajo como cónsul del Imperio británico forjaron en Casement un pensamiento revolucionario en contra del sistema imperial de sus propios patrones,

    por lo cual adopta una visión opositora al dominio imperial (Ob.Cit.: 41). Esta percepción revolucionaria sumada a su nacionalismo irlandés lo llevan a analizar la difícil situación del pueblo oprimido de Irlanda, cuyos ciudadanos lucharon en nombre de la Corona británica para sus fines de expansión, así como también sirvieron de mano de obra barata en Inglaterra (Ob.Cit.: 54)10.

    Consideremos ahora una obra que se menciona en diferentes momentos de la novela, obra escrita por Joseph Conrad titulada Heart of Darkness o “El corazón de las tinieblas”. En El sueño del celta esta obra de Conrad es bien conocida por Casement, como lo fue en la vida real del cónsul. El personaje de Roger en la novela entabla una conversación con Alice Green (su tutora) y le comenta:

    Conrad decía que, en el Congo, la corrupción moral del ser humano salía a la superficie. A mí, El corazón de las tinieblas me desveló muchas veces. Yo creo que no describe el Congo, ni la realidad, ni la historia, sino el infierno (Vargas Llosa, 2010: 77).


    Esta es una referencia literaria y personal importante en la novela y de la misma forma lo fue en la historia de Casement. La persona que escribió esta obra, como se narra en la novela, conoció


  10. Brian Inglis explica que “From his study of history, he [Casement] felt certain that Ireland was like a man who has been knocked to the ground; all that his assailant, England, was helping him to his knees- with the intention of keeping him there. So far from helping the Irish, he believed, England had long been exploiting them for her own economic benefit, just as Leopold had exploited the Congo natives” (1973: 125).

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    al irlandés en Matadi en 1890. Inglis dice que: “he met the Young Captain Korzeniowski, soon to be better known as Joseph Conrad. Conrad, too, had been attracted by the romance of the Congo” (1973: 31), y de la misma forma afirma que

    His stay turned out to be a disturbing experience, forming the basis for his Heart of Darkness. … Casement’s acquaintance at Matadi, in the summer of 1890, was a ‘great pleasure under any circumstances, and now it becomes a positive piece of luck” (idem).


    En la novela el narrador explica:

    La memoria le devolvió a Roger el recuerdo de aquel día de junio de 1890 cuando… llegó a Matadi ese joven capitán de la marina mercante británica. Treintañero de frente despejada,… se llamaba Konrad Korzeniowski y era polaco, nacionalizado inglés hacía pocos años (Vargas Llosa, 2010: 72).


    De la relación entre Conrad y Casement comenta el narrador: “La simpatía fue recíproca” (Ob.Cit.: 73), además de narrar que se encontraron en varias oportunidades y que inclusive la relación de amistad continuó por medio de cartas posteriormente (Idem).


    Esta interacción literaria e intelectual crea una permeabilidad en la narrativa latinoamericana, y en el caso de Vargas Llosa es obvia la influencia de escritores extranjeros e integra, en su novela archivo, material de índole histórica de diferentes modalidades: textos históricos, biografías, los diarios de Roger Casement, reportes o documentos legales

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    escritos por Casement y comisionados por la Corona británica y la novela de Joseph Conrad, Heart of Darkness (1899). Conrad, el escritor polaco— británico (1857-1924), fue una de las mayores influencias en la obra de Vargas Llosa y en la literatura latinoamericana de acuerdo con Efraín Kristal (1996:

    55) y Cedric Watts (1996: 233). Entre sus obras resaltan dos de particular importancia para este estudio: Nostromo (1904) y Heart of Darkness. Nostromo es una novela en la que se ficcionalizan las crónicas coloniales de Latinoamérica. Esta novela origina la tradición entre los latinoamericanos de narrar la vida colonial de la región e influyó en el trabajo literario de escritores como Carpentier y García Márquez (Kristal, Ob.Cit.: 234). Conrad fue uno de los primeros ingleses en representar la vida y aspiraciones de Latinoamérica sin ser él un escritor latinoamericano. Algo similar ocurre en Heart of Darkness, obra en la que narra la vida de los nativos congoleses y su historia contextualizada a finales del siglo XIX. En la escritura de Nostromo y Heart of Darkness se presenta una desterritorialización por parte de Conrad, ya que el autor no se limita a ficcionalizar la historia de Polonia o Gran Bretaña, el país en el que nació y el país de su segunda nacionalidad, como tampoco lo hace Vargas Llosa quien realiza, al igual que Conrad, una representación literaria de la colonización del Congo belga, así como de los procesos subversivos previos a la independencia de Irlanda. En la obra de Vargas Llosa se contempla un


    proceso de desterritorialización11 en el sentido opuesto del que ocurre en la obra de Conrad, es decir, desde la perspectiva de un latinoamericano que asume la representación de acontecimientos que marcaron la historia de Europa y África. Hay un paralelismo literario asimétrico entre Conrad y Vargas Llosa en el que ambos se retiran de sus orígenes geográficos y abordan la historia de países distintos a los de su procedencia, pero Vargas Llosa escribe la historia de Casement desde una posición periférica como escritor hispanoamericano con una mirada hacia el centro que fue el Imperio británico. Por su parte, Conrad se sitúa en el opuesto del continuo, en el centro como ciudadano británico, para producir una narrativa que representa la historia colonial de los pueblos situados en la periferia de las potencias europeas.

    González Echevarría, por su parte,

    señala que

    The Latin American narrative, both in the stories it tells, and in the structure of those stories, reflects a struggle to free the imagination of all mediation, to reach a knowledge of self and collectivity that is liberating and easily shared (1990: 42).


    Esto indica que la búsqueda de la identidad latinoamericana se enraíza en la narrativa debido a la necesidad de los latinoamericanos de singularizar


  11. Este término, que se explica en detalle más adelante, de acuerdo a Fernando Aínsa se refiere a que el canon actual de la literatura latinoamericana: “Ha perdido sus indicadores nacionales tradicionales y refleja la pérdida de referentes telúrico-biológicos de la identidad y el desmoronamiento del metaconcepto que la unificaba alrededor de nociones como territorio, pueblo, nación, país, comunidad, raíces” (2012: 111).

    las costumbres, la música, los mitos y creencias que definen sus señas particulares de identidad, con una identidad libre e independiente de cualquier poder externo, ya sea debido a la colonización como es el caso del yugo español, o del abuso de poder por parte de gobiernos tiranos que deseaban imponer una imagen o modelo político o cultural que debe seguirse. Sin embargo, al analizar la novela que nos ocupa, se observa que la novela no se enfoca solo en discernir o formar una identidad que sea liberadora y compartida, sino en demostrar y afianzar la idea de que los latinoamericanos forman parte de un mundo globalizado, con múltiples conexiones culturales, sociales, literarias, y políticas.

    Propongo en este trabajo que el distanciamiento entre el planteamiento de González Echevarría acerca de la narrativa latinoamericana y el contenido de la novela de Vargas Llosa se debe principalmente a dos razones: la desterritorialización o extraterritorialidad en la narrativa de Latinoamérica, y la complejidad de analizar la identidad latinoamericana como consecuencia del proceso llamado globalización.12


  12. Cuando menciono la globalización me apoyo en el concepto de James N. Rosenau define la globalización como procesos de interacción que evolucionan en la medida en que las personas y las organizaciones llevan a cabo sus tareas diarias y se avocan al logro de sus metas, secuencias que se despliegan en la mente o en el comportamiento. Está conformada por todas aquellas fuerzas que impulsan individuos, comunidades, sociedades, gobiernos, instituciones y organizaciones transnacionales a involucrarse en formas similares de comportamiento o a participar en sistemas más inclusivos y coherentes (Rosenau, 2006: 84).

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    La desterritorialización de la literatura latinoamericana — explica Fernando Aínsa—quiere decir que el canon actual de la literatura latinoamericana “Ha perdido sus indicadores nacionales tradicionales y refleja la pérdida de referentes telúrico-biológicos de la identidad y el desmoronamiento del metaconcepto que la unificaba alrededor de nociones como territorio, pueblo, nación, país, comunidad, raíces” (2012: 111). Es decir, el escritor del siglo XXI no siente que su función o meta como escritor es el describir un territorio latinoamericano que se adjudica de acuerdo con su lugar de nacimiento. Por el contrario, nos encontramos frente a un escritor nómada o migratorio, que es una de las características prominentes del escritor latinoamericano del siglo XXI.

    Debido a esta tendencia nómada, explica Aínsa, la literatura latinoamericana es transfronteriza, porque el lugar de nacimiento o inclusive la localización del escritor ya no define los límites de su imaginación y los temas de su producción narrativa. El intercambio social, intelectual y cultural característico de la vida errante del escritor, deriva en su transformación constitutiva y en la metamorfosis de su referente cultural e histórico. “La literatura transfronteriza multiplica escenarios y puntos de vista desasida de la noción unívoca de identidad y de patria, incluso proyectando una mirada extranjera sobre el propio solar nativo” (Ob.Cit.: 68). Aínsa y Mario Mendoza convergen en que el escritor latinoamericano no obedece a indicadores geográficos, pero

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    afirma Mendoza, “El escritor debe ser juzgado a partir de elementos puramente narrativos, de tratamientos literarios, y él, como escritor, puede retratar fielmente su realidad histórica, puede modificarla o puede sencillamente obviarla” (2004: 125). Una de sus funciones es servir de nexo entre culturas a través de su obra narrativa, y la novela de Vargas Llosa es un ejemplo de esta literatura transfronteriza del siglo XXI que relata historias de países diferentes conectadas por la presencia de Casement en cada uno de ellos.

    La identidad del escritor latinoamericano del siglo XXI es otro de los principales aspectos a los que podemos adjudicar el distanciamiento entre la teoría de González Echevarría y la temática de El sueño del Celta. La desterritorialización producto de la globalización es definida por Ángel Esteban y Jesús Montoya Juárez como “una no pertenencia a ningún espacio identitario, sino desde una multiterritorialidad ya real, ya imaginada” (2011: 9). Debido a esta desterritorialización, los estudios académicos exaltan la presencia de dos fenómenos. Uno, el desarrollo cada vez más prominente de una identidad “universal”, y dos, el abandono del proyecto de identidad regional o continental en la literatura latinoamericana.

    La identidad del escritor latinoamericano no se debe tampoco tratar de definir como un todo. Más bien, así como lo explica Aínsa, “los


    componentes identitarios están ahora más relacionados con el ‘tiempo propio’, individual, y con el tiempo compartido con seres afines que con el ‘espacio local’, de vecindario, barrio o la aldea de origen” (2012: 79). El lugar donde se nace, crece y vive no define del todo la identidad del escritor latinoamericano, quien debido a su estado de escritor nómada, puede tener una identidad múltiple (Aínsa, Ob.Cit.: 80). En el marco de la globalización y la multiculturalidad, debido a la cual una persona puede tener dos o tres nacionalidades, ya no es posible establecer cuáles son las características que definen a la identidad latinoamericana. Aínsa ilustra que “con la pérdida del mapa de los referentes de la identidad, cuentos y novelas han ido borrando fronteras nacionales, lo que ha supuesto la ruptura de un modelo de escritor y una recomposición de su papel en la sociedad” (Aínsa, Ob.Cit.: 116). Es por esto que escritores como Vargas Llosa, entre otros, presentan una lealtad múltiple o una lealtad global y no nacional, sin sentir que transgreden su propia identidad o que traicionan a su patria13.

    Desde otra perspectiva en este debate

    actual, Jorge Franco aboga por una


  13. De acuerdo con Aínsa, “La literatura latinoamericana ya no se percibe como una manifestación valiosa de ‘una región en vías de desarrollo’ que merece ingresar con un capítulo propio en la literatura occidental, sino como parte del pluralismo multipolar a través del cual se expresa el mundo contemporáneo, esos centros provenientes de la periferia que se instalan en los centros imperiales de antaño” (2012: 123).

    desaparición de la utopía de una identidad latinoamericana, que ha dado paso a una literatura universal basada en el producir literatura por el simple placer de contar historias (Franco, 2004: 39). Explica que las ciudades latinoamericanas demuestran la universalización de referentes sociales que acrecientan las similitudes entre ellas (Franco, Ob.Cit.: 42). Así, Franco manifiesta que hay características universales con las que un lector o un escritor desde cualquier parte del mundo podrían identificarse. Similarmente, Alberto Fuguet y Sergio Gómez comentan que “El mundo se empequeñeció y compartimos una cultura bastarda similar, que nos ha hermanado irremediablemente sin buscarlo” (1996: 15). Se trata de crear un espacio identitario híbrido que imposibilita el vínculo literatura y nación como característica central de la literatura latinoamericana.

    Este fenómeno es explicado por Catherine Den Tandt, quien señala que la literatura contemporánea latinoamericana y del Caribe hispano ha abandonado el proyecto de identidad, al menos en la forma concebida en los espacios postcoloniales (Den Tandt, 2007:195). Den Tandt explica que, como lo manifiesta González Echevarría, el proyecto de la literatura latinoamericana era construir una subjetividad latinoamericana arraigada al territorio geográfico, cultura, y mitos de la nación del escritor. Sin embargo, la actual literatura latinoamericana se rehúsa a participar de la función creadora de mitos latinoamericanos y esto la convierte en cómplice de la

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    globalización (Ob.Cit.: 197) o tal vez en un participe activo. Es una literatura que ya no está involucrada en la creación de una identidad colectiva particular a una región. Para Den Tandt, la alienación de la literatura latinoamericana debido al abandono del proyecto de identidad surge para ofrecer nuevas perspectivas sobre la globalización, y así exaltar al otro que está dentro de uno, mientras que le relega el proyecto de identidad al cine, a la música popular y a la televisión (Ob. Cit.: 197).

    Conociendo ya las razones de la mutación de la novela archivo, analicemos lo siguiente. Si El sueño del Celta es una novela archivo, entonces ¿cuáles son las nuevas características de la novela archivo? Para reformular este concepto es necesario conservar ciertos aspectos de la propuesta de González Echevarría y formular algunos cambios. Uno de los puntos de la novela archivo a conservar es el que recoge e imita documentos históricos que a su vez son subtextos que generan una intertextualidad en la novela. En este caso esta característica se evidencia en la alusión directa e indirecta de los documentos históricos y legales que describen la vida de Casement, la lucha por la independencia de Irlanda, el proceso de colonización del Congo belga, y la explotación de los nativos en el Congo belga y en el Putumayo. En el contexto de la globalización efectivamente es común que ocurra un intercambio cultural y social, como también ha sido y es común que los escritores latinoamericanos se vean influenciados por autores de otros países y de otras épocas.

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    González Echevarría propuso que la novela archivo ejercía dos funciones: generar nuevas narrativas a partir de otras narrativas, y almacenar la historia o los mitos del origen de Latinoamérica. De estas dos funciones, sólo es posible conservar la primera en la nueva novela archivo. A partir de nuestro análisis se deduce que hay una influencia de la obra de Conrad en la novela de Vargas Llosa, que queda evidenciado en el interés por representar la historia del Congo belga, la inclusión de Heart of Darkness en su novela y la incorporación de Conrad como uno de los personajes. La novela de Vargas Llosa es producto de otras narrativas, que fueron leídas por el autor e incluidas en su novela. “the previous writings of history are undone as the new one is attempted”, explica González Echevarría (1990: 15). En la novela de Vargas Llosa se desarticula la historia narrada por Conrad en Heart of Darkness, y el autor experimenta con la aplicación de conceptos presentes en la obra de Conrad a los cuales ambos se oponen como la corrupción moral, civilización versus barbarie, y la erradicación de la violencia por medio de más violencia, a la época de inicios del siglo XX y a lugares tan diversos como la Amazonía, Irlanda y Perú. La mutación de la propuesta de González Echevarría se constata sobre todo porque estas narrativas que generan otras narrativas no son únicamente latinoamericanas.

    La segunda función de la novela archivo ya no está vigente porque la Historia latinoamericana ya no es la única fuente de inspiración para los


    escritores hispanoamericanos. Su nueva característica es la extraterritorialidad o la multiterritorialidad, en el sentido de que puede narrar la historia de uno o diversos países del mundo, no necesariamente latinoamericanos, como este caso en el que se encuentra integrada la historia del Congo Belga, Irlanda, Gran Bretaña, y el Putumayo. El carácter fundador de la novela archivo que propone González Echevarría dejó de ser una constante en la narrativa latinoamericana porque ya no aparece la historia de Latinoamérica como mito de fundación de la misma narrativa o, en otras palabras, de la identidad misma de la literatura latinoamericana. Lo que impera es la producción narrativa de una forma estética que abandona el proyecto de formación de la identidad latinoamericana, y que integra al otro en la descripción de sí mismo. La novela archivo demuestra la vida en la globalización, la mimesis del latinoamericano a la cultura del país donde se encuentre para expresar lo que se vive en el mundo contemporáneo. El escritor latinoamericano no está aislado, y la nueva novela archivo abole distancias y defiende la hibridez cultural.

    En síntesis, la novela archivo tal como la define González Echevarría no explica del todo las novelas escritas a inicios del siglo XXI como por ejemplo El sueño del celta de Vargas Llosa. La novela archivo ha cambiado debido a un proceso de desterritorialización de la literatura latinoamericana y al paulatino abandono del proyecto de identidad de Latinoamérica arraigado en su geografía y los territorios nacionales de la región,

    procesos que a su vez son producto de la multiplicidad de intercambios culturales, sociales, políticos y económicos en la globalización. La nueva novela archivo desmitifica la historia de personajes y eventos que tuvieron lugar en uno o varios países de cualquier continente del mundo sirviéndose de documentos históricos que funcionan como subtextos que interactúan en la novela, sin restringirse a la región de América Latina; en otras palabras, ha comenzado a apropiarse de otras historias para fundamentar y repensar su identidad literaria. La novela El sueño del celta de Vargas Llosa es un ejemplar de esta mutación de la novela archivo, en la que su autor desmitifica la historia de Roger Casement como traidor al imperio británico y lo erige como un patriota irlandés que colocó su vida al servicio de la liberación de Irlanda y el Congo Belga del poder hegemónico que los sumergió en la miseria a inicios del siglo XX; desmitifica además las intenciones benévolas de cristianización y desarrollo económico detrás del proceso de colonización barbárico del Congo belga, y de la explotación de los nativos en el Putumayo para la explotación del caucho14.


  14. Existen otras novelas que siguen este formato de nueva novela archivo, como por ejemplo En busca de Klingsor de Jorge Volpi publicada en 1999, y cuyo contexto histórico es la posguerra de la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos y Alemania. Otro ejemplo es Herejes escrita por Leonardo Padura, publicada en el año 2013, en la que se representa la historia de la persecución de los judíos en Europa, específicamente en Holanda, Polonia y Rusia.

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Nº77 Julio-Diciembre 2018


Esta revista fue editada en formato digital y publicada en Diciembre de 2018, por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


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