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INTRODUCCIÓN
El estado nutricional es un indicador de cali-
dad de vida, reeja el desarrollo físico, intelectual
y emocional del individuo, relaciona el estado de
salud y los factores alimentarios, socioeconómicos,
ambientales, educativos y culturales. La alimenta-
ción durante el primer año de vida es decisiva en el
desarrollo. (Luna y otros, 2018). Por consiguiente,
los nutrientes especiales para el sustento del niño
no deben faltar, de ahí la importancia de la leche
materna y micronutrientes como el hierro para el
óptimo desarrollo infantil.
En los recién nacidos menores de 32 semanas,
en general, existe preocupación por el compromiso
en el neurodesarrollo, pero también en el pretérmi-
no tardío, debido a que estos niños tienen una alta
incidencia de compromiso en el neurodesarrollo.
Se rerió en sus hallazgos que entre el 5% y 15%
pueden tener parálisis cerebral y un 25% a 50% de
la población de prematuros, pueden tener alguna
alteración cognitiva, conductual o social y bajo ren-
dimiento escolar. Consideró que se debe orientar
a las familias en una nutrición saludable desde el
inicio de la vida de las niñas y niños (Vacchiarelli,
2016).
Es lamentable que por condiciones socioeconó-
micas muchos países subdesarrollados, se enfren-
ten a un severo problema de desnutrición. Con un
sistema alimentario no adecuado, la desnutrición se
convierte en una amenaza para la salud de los ni-
ños. Se puede entonces considerar, que realmente
el estrato socio económico, sí afecta notablemen-
te el desarrollo neurobiológico del niño, cognitivo,
psicomotor. El estrato socioeconómico inuye de
manera signicativa en la malnutrición, puesto que
es un fenómeno perceptible tanto en países desa-
rrollados, como en vía de desarrollo. Otra variable
de tipo biológica estudiada, estuvo relacionada con
un menor desempeño en el desarrollo psicomotriz,
en las habilidades metalingüísticas, memoria visual
a largo plazo, uidez verbal, exibilidad cognitiva y
décit en el funcionamiento neurolingüístico y pre-
maturez en el nacimiento de los niños, que además
también nacieron con bajo peso (Calceto y otros,
2019)
El estado nutricional es la situación en la cual el
niño se encuentra en relación con la ingesta de ali-
mentos, cómo son aprovechados por su organismo
y si son sucientes para responder al gasto dado
para los requerimientos nutricionales para su edad,
sexo, estado siológico y actividad física. Si la in-
gesta de alimentos es balanceada, el aprovecha-
miento biológico de los nutrientes será adecuado;
esta relación se verá reejada en la salud corpo-
ral del infante. Además, es la condición física que
presenta el niño como resultado del balance entre
sus necesidades e ingesta de energía y nutrientes
(Luna y otros, 2018).
De acuerdo con esto, el estado nutricional está
asociado al desarrollo neurobiológico. Por lo tanto,
debe ser evaluado desde temprana edad, debido a
que requiere pronta atención. Corresponde al pro-
fesional de la salud ser vigilante de esta situación y
actuar con prontitud. La malnutrición y su relación
con el desarrollo cognitivo se evidencia porque mal-
nutrición sea ésta por décit o por exceso, hace que
los efectos en la primera infancia sean negativos,
impidiendo el normal desarrollo conductual y cog-
nitivo, repercutiendo en el rendimiento escolar y la
salud. disminuyendo su capacidad potencial para
enfrentarse al mundo productivo (Ocaña & Sagñay,
2020)
En el caso concreto del Ecuador, existen polí-
ticas para el mejoramiento de la nutrición infantil.
Actualmente, se encuentra en proceso el Progra-
ma Acción–Nutrición, que se encarga del bienes-
tar de los niños, desde la etapa prenatal hasta la
educación inicial, con una vigilancia integral del cre-
cimiento y desarrollo, entregando micronutrientes,
inmunizaciones y alimentación. No obstante, en
Ecuador, el Ministerio de Salud Pública reconoció
que en la nación los avances en la reducción de la
mortalidad infantil presentan aún disparidades en la
supervivencia infantil y los niños de hogares pobres
tienen 1,9 veces más riesgo de morir antes de los
5 años que los niños de hogares más prósperos
socioeconómicamente. Señalaron que los hijos de
madres que no han recibido educación tienen 2,8
veces más posibilidades de morir con edades pro-
medio de 2 y 3 años; mientras que niños que viven
en zonas rurales tienen 1,7 más riesgo de morir an-
tes de su quinto cumpleaños, comparado con niños
de zonas urbanas.
Al respecto, la Organización Mundial de la Sa-
lud (OMS) declaró que en el año 2020 en el mundo
más de 191 millones de niños que alcanza entre el
25% y 33% de la población infantil, se verían com-
prometidos en el estado nutricional, producto de un
tipo de malnutrición conocida como la desnutrición,
en la cual sus afectados padecerían retraso del cre-
cimiento o emaciación, siendo demasiado bajos o
demasiado delgados con relación al promedio indi-
cado como saludable y esta cifra en regiones espe-