Vol. 12 № 2
Julio-Diciembre 2022
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Editorial
Meditaciones sobre la pluralidad-singularidad del método y la ciencia
En mi humilde experiencia personal, todo indica
que en la academia tradicional existe mucha confu-
sión sobre el alcance y signicado de la metodolo-
gía de investigación cientíca; en este sentido, para
algunos profesores de metodología, esta disciplina
se reduce al estudio de las normas para la produc-
ción de trabajos escritos, de modo que en buena
medida sus clases versan sobre el uso adecuado
de normas APA o de las llamadas normas LUZ, en-
tre otras. Para otros, más entendidos, la metodolo-
gía es el estudio teórico de los métodos, técnicas
e instrumentos útiles en la producción y reproduc-
ción del conocimiento cientíco y humanístico, sin
embargo, aun así, se trabaja poco en la dimensión
epistemológica de la ciencia
1
.
No obstante, debe quedar claro que un grupo
importante de profesores de LUZ están a la van-
guardia de los estudios metodológicos y epistemo-
lógicos, a tono con las tendencias actuales que ri-
gen esta materia en el mundo.
Al calor de esta discusión también es usual, ha-
blar del método cientíco en singular. En este orden
de ideas, conviene recordar que, si bien en la his-
toria de la ciencia se fue perlando desde al menos
el siglo XVII, un método para producir saberes con
utilidad social, al mismo tiempo empírico y racional,
conocido posteriormente por la escuela positivista
como el método hipotético deductivo o, simplemen-
te, como el método cientíco. Desde la segunda
mitad del siglo XX hay claridad en el hecho de que
existen diferentes métodos cientícos al servicio de
los diversos investigadores siempre condicionados
por las disciplinas o áreas en las que se formaron
dialécticamente.
Por ejemplo, en las ciencias sociales ganadas
en su conjunto a develar la complejidad bio-psi-
co-social de la persona en su mundo de vida, se
valora en igualdad de condiciones, lo objetivo y
lo subjetivo, lo material y simbólico, lo abstracto y
lo concreto. Es precisamente en el marco de este
1 Una discusión epistemológica de altura debe asumir a la ciencia en general como un sistema
ideológico y descifrar, por lo tanto, las condiciones políticas, económicas, ideológicas y culturales,
necesarias para hacer y difundir la ciencia en una sociedad determinada. De modo que, en este
hilo conductor se formulan preguntas como ¿Cuál es la relación existente entre el poder político y
los académicos o cientícos? ¿Qué vínculos hay entre desarrollo económico y cientíco? ¿Qué rol
desempeña las creencias y cultura de una comunidad en su evolución cientíca integral?
propósito superior, donde el método cientíco se
presenta más exactamente como una pluralidad
teórico-metodológica de opciones, tales como: la
hermenéutica, la fenomenología, la etnografía, la
investigación-acción-participación, el análisis del
discurso, análisis de contenido, las historias de vida
o los grupos focales de discusión, por mencionar
solo algunos de los más conocidos.
Por las limitaciones propias de esta editorial, no
es posible denir o distinguir cada una de estas he-
rramientas metodológicas, basta decir que respon-
den a la naturaleza diferencial de los objetos y su-
jetos de estudio y que, además, son instrumentos
limitados que no pueden ser usadas para todos los
propósitos cientícos. De cualquier modo, la cienti-
cidad de estos métodos, denidos genéricamente
como “cualitativos” viene dada por al menos tres
razones: primero, su apego a la evidencia empírica
concreta, recabada sistemáticamente por instru-
mentos validos; segundo, el tratamiento inductivo o
deductivo de las fuentes y; tercero, la posibilidad de
conrmar, revisar o contrastar los resultados de una
investigación de forma independiente, ello, aunque
estos resultados no sean universalizables.
Quizá el problema de la pluralidad-singularidad
del método cientíco se desprende del discurso has-
ta hace poco hegemónico de las llamadas ciencias
duras (naturales o exactas), según el cual el campo
de lo cientíco, es decir, de todo aquella parte de
la realidad que se puede conocer “objetivamente”
mediante métodos de cuanticación y escalas de
medición es monopolio de estas disciplinas, lo que
signicó que, las llamadas “ciencias sociales y hu-
manas” o bien no son ciencias propiamente dichas
o, en el mejor de los casos, estaban condenadas a
emular en todo momento las técnicas, postulados
y métodos de las “ciencias duras” como condición
de posibilidad para adquirir alguna legitimidad epis-
témica.
REDIELUZ
ISSN 2244-7334 / Depósito legal pp201102ZU3769
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En la actualidad, esa concepción neopositivis-
ta de la ciencia y el método –que por cierto hizo
grandes aportes para la institucionalización de las
ciencias sociales en general–, ha quedado casi
completamente superada por una nueva o renova-
da racionalidad cientíca que, al decir de Martínez,
intenta reunir todos los aspectos verdaderos del
mundo en una metafísica unicadora en la cual lo
cientíco, humanístico, artístico y losóco tienen
igual valor y utilidad cuando se trata de entender el
mundo natural y cultural, sin sesgos, ni prejuicios,
mucho más cuando que:
Es deber de la ciencia ofrecer una explicación
rigurosa y completa de la complejidad de los he-
chos que componen el mundo actual e idear teo-
rías y modelos intelectualmente satisfactorios para
nuestra mente inquisitiva. Esto exigiría estructurar
un paradigma epistémico que coordine e integre,
en un todo coherente y lógico, los principios o pos-
tulados en que se apoyan los conocimientos que
se presentan con fuerte solidez, estabilidad y evi-
dencia, ya sea que provengan de la losofía, de la
ciencia o del arte. (Martínez, 2009, p. 63)
En denitiva, toda discusión seria sobre la plura-
lidad-singularidad del método y la ciencia debe ser
capaz de pensar a la ciencia no como un círculo
cerrado solo accesible a una elite de iniciados, ni
tampoco como un saber popular que va responder
en cada momento a las necesidades y aspiraciones
de la comunidad, se trata más bien de una herra-
mienta, costosa pero necesaria, que está en cons-
tante movimiento y resignicación, íntimamente in-
tegrada al proceso de evolución de las sociedades
humanas, sin la cual no hay ninguna posibilidad de
desarrollo. En este hilo conductor, es que la cien-
cia se expresa como una multiplicidad metódica en
la que también participa la losofía y el arte en su
intento de mejorar al mundo.
Jorge Jesús Villasmil Espinoza
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Universidad del Zulia