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ISSN 2244-7334 / Depósito legal pp201102ZU3769 Vol. 10 N° 1 • Enero - Junio 2020: 9 - 10
La pandemia del COVID-19 ha cambiado al mundo por completo. Los planes que han sido or- ganizados para un futuro cercano y las metas pro- puestas en fechas próximas, han tenido que modifi- carse para poder prestar un poco más de atención a algo que habíamos olvidado, nuestra salud.
Es así como los ojos del mundo se han centrado en China, específicamente en Wuhan donde todo comenzó, desde finales del año pasado y comien- zo de éste. Un virus que tomó a todo ese país y a sus Estados vecinos en lo que parecía el comienzo del fin, y que se debía actuar rápido para contener la veloz propagación de una nueva mutación ahora altamente contagiosa.
América miraba atenta, mientras se movía acti- vamente para evitar que aquel virus de oriente llega- ra a la población y pudiese colapsar los sistemas de salud de los países menos preparados para tal suce- so. Muchos pensaban que el virus no sería capaz de atravesar las fortalezas; a pesar de eso, al observar a otras naciones, se toman las medidas preventivas que han ayudado a disminuir una posible catástrofe. En Venezuela se han tomado las medidas necesa- rias de cuarentena social en un momento clave, lo que ha permitido un desarrollo más pausado pero inminente de la pandemia. Seguramente para noso- tros, los ciudadanos, han servido eventos anterio- res para poder adaptarnos ante una situación como ésta. Aun así, la cuarentena social trajo consigo otras consecuencias a las cuales hay que ajustarse. Primeramente, el sector educativo se ha visto afectado de diferentes maneras. Apenas en mitad del año académico las actividades han sido para- lizadas por normas de seguridad para resguardar nuestra salud ante esta enfermedad. Esto ha impe- dido el funcionamiento normal y clásico de todo el sistema educativo, escolar y universitario, pero al mismo tiempo ha abierto las puertas a otras formas de aprendizaje en las cuales no somos tan ágiles.
Ahora bien, esta pandemia puede significar más que un obstáculo, una oportunidad para progresar en la forma como se imparte la educación a toda la población del país. Las aulas de clases de las ins- tituciones públicas y privadas se encuentran cerra-
das, pero al mismo tiempo se ha tomado en cuenta un gran aliado, la tecnología.
Gracias a los avances tecnológicos nos pode- mos mantener en contacto con seres queridos que han quedado lejos por las medidas que hay que acatar. También es una oportunidad grandiosa para enriquecer el conocimiento por todas las facilidades que ofrece. Muchas plataformas han permitido la realización de cursos gratis certificados que serán de mucha ayuda para el futuro.
A pesar de todo, el sistema educativo ha teni- do un rápido moldeamiento ante las adversidades y ha creado los lazos necesarios asociándose con la tecnología, para continuar el resto del año aca- démico sin interrupciones, poniendo a prueba un nuevo modo de enseñar. Sin embargo, para ciertas asignaciones que son netamente prácticas, esta ta- rea se hace difícil y se mantienen en espera hasta la culminación del aislamiento.
Tal es el caso de algunas materias de las carreras universitarias asociadas a la salud como medicina, enfermería, odontología, entre otras, que requieren del desarrollo de habilidades y destrezas para poder ser aprobadas. En este grupo es donde me encuen- tro, y aunque se me ha imposibilitado avanzar en mi profesión en ese aspecto, he podido desenvolver- me en otros, como por ejemplo en la investigación. Entre los grupos a los que pertenezco está Redie- luz, y esta red sin importar las dificultades no se detiene. Desde la distancia, la investigación no tie- ne una razón para quedarse parada, más bien se abren cada vez más enlaces para continuar traba- jando con nuevas modalidades. El equipo de inves- tigación se ha adaptado a las circunstancias para poder llevar a cabo su función y cada uno de los in- tegrantes somos parte importante de este avance.
Dicho esto, ésta es sólo una de las puertas que se abren ante la situación actual o más bien, que no se han cerrado para hacer más fácil el aislamiento social. Los dispositivos electrónicos no sólo permi- ten darle rienda suelta a la investigación, sino que también han funcionado para mantenerse comuni- cado con familiares y amigos que se encuentran lejos en este momento.
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Es tan importante la tecnología en este punto, que se debe aprovechar al máximo hasta el final de la cuarentena e incluso después, porque ha permitido el desenvolvimiento de la actividades educativas, investigación, comunicación y también de otras áreas fundamentales para el crecimiento como estudiantes y como sociedad.
Para concluir, quiero resaltar que en tiempos di- fíciles se requieren medidas excepcionales y para poder persistir es preciso adaptarnos a las circuns- tancias, como lo explica Charles Darwin en su frase “la supervivencia del más apto” de su teoría evoluti- va. Hoy y siempre debemos ser los más aptos para sobrevivir y ver en cada situación las oportunidades.