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ISSN 2244-7334 / Depósito legal pp201102ZU3769 Vol. 10 N° 1 • Enero - Junio 2020: 7 - 8
Los estudiantes somos mineros laboriosos que con la barra del estudio exploramos en las minas de la ciencia, riquísimos filones, con este pensa- miento del maestro Jesús Enrique Lossada, inicio mi reflexión, inscrita en una época y situación país, minada de dificultades, retos, polarización, iniqui- dad y calamidad que hemos heredado nosotros los jóvenes; esto nos convoca a la búsqueda creativa y activa que ha generado altos niveles de equi- dad, en el acceso al proceso de investigación y a la democratización de la información. Esto es denomi- nado por Massarini (2009), reapropiación social de la ciencia, es decir, se introduce una nueva forma de administrar el fenómeno científico-tecnológico con participación de estudiantes y comunidades gestoras y beneficiarias del conocimiento.
En efecto, en este momento histórico, se gene- ra una nueva forma de acercamiento, construcción e impacto científico y sociocultural, respaldado por comunidades de investigación, que están logrando enlazar la ciencia, arte y cultura desde la academia. Este trinomio según Reyes y Aular (2018), flexibili- zan la formación, ampliando espacios y experien- cias complementarias que nutren el perfil integral del estudiante, el cual les permite identificar, construir y aprovechar oportunidades, encontradas en tales espacios. Lo planteado, suma autonomía e identidad, indicadores significativos para dina- mizar la expresión del pensamiento y las actitudes científicas en un sistema universitario pluricultural y multiétnico.
Al respecto, la Constitución de la República Bo- livariana de Venezuela (1999) en su artículo 119 fundamenta la equidad y determinación de los pueblos y comunidades indígenas: “El Estado re- conocerá la existencia de los pueblos y comuni- dades indígenas, su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idio- mas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradi- cionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida…” con base a lo planteado, las universidades encuentran
en la democratización del conocimiento una ma- nera de consolidar la investigación voluntaria, sin distinción de clero o grupo étnico, en particular en una población indígena que en Venezuela, repre- senta un 2.9% de la población total, se centra en el estado Zulia su mayoria con el 61.2% de la po- blación indígena total, del cual los Wayuu consti- tuyen el 51.1%, según el último Censo Nacional de Estadísticas (2011).
En este contexto, la universidad del Zulia, se compromete con la construcción de una sociedad inclusiva, con responsabilidad social y orientada a erradicar la pobreza y la desigualdad, a través de metas consensuadas que creen condiciones para elevar la capacidad resolutiva de los estudiantes ante los problemas y riesgos sociales. Lo plantea- do, fundamenta las nuevas tendencias y políticas locales, nacionales e internacionales de investi- gación, que convergen en un propósito común: la construcción de una sociedad del conocimiento inclusiva y diversa, que amplía los escenarios de interconexión, diálogo y concertación para crear puntos de encuentro hacia la conformación y ges- tión de una red de conocimiento de interés global y multiétnico.
Ahora bien, los estudiantes indígenas que nos formamos en La Universidad del Zulia (LUZ), he- mos aprendido a trabajar como oruga, en un pro- ceso de metamorfosis. Hemos sido estigmatizados, es nuestra realidad durante muchos años, privile- giando paradigmas que habían obstaculizado nues- tro proceso de formación profesional. Somos un antes y un después de la experiencia en la Red de Investigación Estudiantil de LUZ (Redieluz), en este programa fuimos recibidos e insertos, con igual- dad de condiciones, oportunidades y derechos. Esto ha favorecido nuestro transito por la escolari- dad, en término de rendimiento y consolidación de una formación integral, con participar en diferen- tes espacios de actuación, que nos abren nuevos caminos como herederos de un futuro personal y profesional deseado.
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Con esta intención, la Redieluz ha logrado arti- cular y valorar los esfuerzos de los investigadores wayuu, con una formación flexible y deslocalizada, con participación en diversos eventos científicos, proyectos de investigación, publicaciones en revis- tas, participar como productor y locutor en un pro- grama de radio.
Mi desempeño como locutora y productor dentro del Programa Radial Ciencia para llevar, protago- nismo estudiantil me ha ofrecido experiencia posi- tivas, al desarrollar: competencias comunicativas, capacidad para sistematizar saberes y extraer de ellas el contexto y pregunta pertinente. Asimismo, fortaleció en mí, la seguridad, disciplina, confianza, determinación hacia lo propio y lo del otro, esto me está permitiendo seguir soñando, creyendo y cum- pliendo mis propósitos como estudiante.
Otra experiencia aportada por la Redieluz, fue la creación de la Expo- Cultura wayuu, la cual for- ma parte de la estructura del congreso anual que ha desarrollado la Redieluz durante 10 años ininte- rrumpidos, en el cual, se exhiben diversas manifes- taciones de nuestra cultura indígena, con diferentes puestas en escena, esto nos ha permitido ser pro- tagonista de nuestra propia historia, institucionali- zando una manera de difundir nuestros orígenes, creencias, cosmovisión y costumbres más allá de nuestras fronteras, al intercambiar saberes y crear vínculos con los centros de investigación de LUZ, pares internacionales, estudiantes y público en ge- nerales. Es decir, ganamos y dejamos evidencia que somos un pueblo indígena, aguerrido y soña- dor que hemos logrado convivir en el tiempo con nuestras raíces y cultura.
También reportamos, como buena práctica, la participación de nuestra etnia en proyectos de in- vestigación, los cuales hemos compartido con la comunidad de Paraguaipoa del Municipio Indígena Bolivariano de la Guajira, en enlace con el progra- ma Redieluz y su Cátedra Libre Investigación Es- tudiantil Voluntaria para la Formación Ciudadana, a través de estos espacios de investigación, se han aplicados estrategias de sostenibilidad a través de proyectos, que atienden areas como: educa- ción, salud, ecología, cultura y recreación fortale- ciendo habilidades y valores en respuestas a las demandas del momento.
Sin lugar a duda, la inclusión ha sido un largo camino a transitar, lleno de adversidades y desa- fíos, pero sobre todo de oportunidades. De tal ma- nera que hablar de Redieluz, es referirnos a una familia de investigadores, ya que una vez, que formas parte de ella, no quieres dejarla, encon- trando en su dinámica, valores, competencias y disposición por parte del personal administrativo, coordinadores, estudiantes, lideres y profesores que nos acompañan.
Definitivamente es un privilegio ser parte de esta magnífica historia, que hoy se narra, y es que no fue casualidad nuestra participación, ya estaba escrita en la historia academia contemporánea de LUZ.
Un testimonio propio, es admitir que en mis ini- cios moría de miedo al dar mis primeros pasos, puesto que marcar cambios, acarrea incertidum- bre, causas y efectos que impactan, pero siempre encontré en el programa una mano amiga, genera- dora de confianza, con palabras significativa como:
¡Ten calma, si caes vuelve a empezar, pero no te detengas! Más que motivación fue un aliento, una amiga, una madre que hablaba y observaba en si- lencio antes que ocurriera lo deseado. Vaya que seguimos juntas en este largo camino difícil de de- jar, “la articulación en la práctica de investigación del arte, la ciencia y la cultura como soporte de la academia”.
Siembre encontramos una madre en el camino lo importante es reconocenlo. Lo planteado encuentra fundamento en el discurso del Padre Francisco a los jóvenes del mundo. Dios nos dice: mantengan viva la alegría, es signo del corazón joven, nadie se la podrá quitar hagan desbordante ese gozo, y es suficiente para incendiar el mundo entero. ¡No le teman al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande! A ese sueño grande los quiero invitar hoy.
Los corazones jóvenes se estimulan ante los grandes desafíos y encuentran en las adversidades la oportunidad de ser generadores de cambio, no importa cuántas veces caigas, sino cuantas veces eres capaz de levantarte y seguir. Ten fe y con- vicción de que algo grande espera por ti y seguir atento, porque quizás ese día sea hoy. ¡Muchas gracias a mi familia Redieluz!