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ISSN 2244-7334 / Depósito legal pp201102ZU3769 Vol. 6 N° 2 • Julio - Diciembre 2016: 7 - 8
La investigación científica es un imperativo es- tratégico para las universidades, constituyendo uno de los pilares fundamentales para el desarrollo efi- caz y eficiente de la sociedad del conocimiento ac- tual. Es reconocido que el avance de una nación necesita del capital intelectual y relacional que se adquiere a través de la investigación, siendo ésta, garante de la producción de nuevos conocimientos y programas de investigación que se desarrollan para dar respuesta a los problemas y contingencias que se gestan en las comunidades latinoamerica- nas y del mundo.
De tal manera, que uno de los desafíos de las universidades contemporáneas es promover una cultura de investigación estudiantil que contribuya a la formación del talento humano en investigación e innovación en respuesta a las demandas sociales, económico-políticas, éticas y técnicas. Ahora bien, la carencia de trabajo interdisciplinario y apoyo ins- titucional al estudiante que investiga, abre paso a la consolidación de una política integrada de rea- propiación social de la ciencia desde las universi- dades.
Bajo estas consideraciones, Martín (2006). Destaca: “Las nuevas generaciones deben ser for- madas para tomar iniciativas propias, reflexionar, decidir autónomamente, buscar y aceptar respon- sabilidades”; lo que ofrece apertura a los liderazgos científicos emergentes, llevando a superar la cos- movisión de las universidades como formadoras de profesionales”. Esto crea espacios de innovación en respuesta a las nuevas y exigentes expectativas del colectivo.
Conscientes de tales desafíos, la Red de Inves- tigación de La Universidad del Zulia (REDIELUZ) se consolida como un programa de investigadores desde el pregrado, que construye y oferta escena- rios alternativos y multidisciplinarios de discusión académica científica. Esto fortalece la actitud inves- tigativa de los estudiantes e impulsa el compromiso
y el espíritu de investigación, lo cual está permitien- do que los estudiantes identifiquen y construyan oportunidades de emprendimiento.
Ahora bien, el emprendimiento modela habilidad intelectual soportada en reglas, persuasiones e in- tención de respuesta, indicadores sustantivos de la creación y utilidad del conocimiento. De manera que, pudiéramos estar hablando de un modelaje cultural y ético, que hace diferenciable la percepción del mundo, la activación del pensamiento humano, los valores, la aplicación y utilidad del conocimiento o productos. Por ello asume pertinencia compar- tir experiencias generadas en la cultura científica que ha posicionado a la Redieluz, superando las experiencias aisladas, que han fraccionado la for- mación, la investigación y acción emprendedora en los contextos de formación académica.
En efecto, la REDIELUZ constituye un semillero de investigación que “proyecta desde el pregrado los futuros investigadores que necesita el país, con base en la convicción que una nación se desarrolla y progresa a medida que lo hacen su ciencia, tec- nología e innovación; con el avance de estos tres indicadores de productividad se abren espacios y alternativas que abren rutas a la educación que queremos.
Es evidente que este programa ha aportado a LUZ reputación científica y un stock den proyectos que cuantifican la productividad científica de los es- tudiantes y egresados de la generación REDIELUZ de Venezuela, demostrando que es un semillero de investigación pionero, de gran escala y efectivo.
Tengo el honor de ser producto de este gran se- millero REDIELUZ, el cual ha impulsado mi pasión por la medicina y la academia, con esta motivación realizo investigaciones que han sido presentadas en espacios públicos y eventos científicos para es- tudiantes, profesionales y comunidad en general, tales como congresos, jornadas y simposios nacio- nales e internacionales.
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Mis trabajos de investigación y sus conclusiones han sido valoradas y resaltadas, lo que me motiva a continuar en un camino de superación y construc- ción. La REDIELUZ es un espacio donde he tenido la oportunidad de potenciar y desarrollar habilida- des diversas, en particular mi participación como locutor en el programa radial “Ciencia para Llevar, Protagonismo Estudiantil”, donde de la mano de mis pares estudiantes investigadores, desarro- llando habilidades de planificación y oratoria, los cuales son vitales para el ejercicio profesional de cualquier carrera.
Este programa forma estudiantes integrales, al ofrecerles oportunidades de participar en la organi- zación del Congreso Internacional y Jornadas cien- tíficas, aunado a cursos y talleres para la elabora- ción de artículos científicos, pensamiento crítico y otros en áreas especializadas. Mi experiencia en el comité organizador de tales eventos ha sido muy gratificante y de alto beneficio institucional.
Vivir la cultura de investigación en el pregrado, es una experiencia enriquecedora que ha generado frutos trascendentales en mi vida académica y per- sonal. Con el aprendizaje obtenido de los distintos retos y escenarios a los que me he enfrentado en la academia y fuera de ella, he entendido y visto en primera persona, que tenemos el deber de apren- der para ensenar, ayudar, mejorar la vida de otros, de no ser así ¿para qué aprendemos?, esto me lle- va a afirmar con entusiasmo, que el conocimiento es un privilegio y el compartirlo generando cambios positivos en la sociedad un compromiso.
Concluyo con una cita del poeta Ben Jonson: “El conocimiento es como el fuego, que primero debe ser encendido, por algún agente externo, pero lue- go se propaga por sí solo”. Invito a los estudian- tes que enciendan en su corazón el fuego por la investigación por los aportes que ofrece a nuestro desarrollo positivo.
Estudiante Investigador de la Escuela de Medicina. Facultad de Medicina LUZ. Socorrista y Brigadista de la Cruz Roja Venezolana. Moderador del programa radial “Ciencia para Llevar, Protagonismo Estudiantil”.