Revista de Ciencias Sociales (RCS)

Vol. XXX, Número Especial 9, enero/junio 2024. pp. 589-602

FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431

Como citar:  Avila, M., Rangel, L., y Jiménez, L. E. (2024). Vulnerabilidad social y su evaluación en México a partir de un índice compuesto. Revista De Ciencias Sociales, XXX(Número Especial 9), 589-602.

 

Vulnerabilidad social y su evaluación en México a partir de un índice compuesto

 

Avila Vera, Madelyn*

Rangel Blanco, Lidia**

Jiménez Ferretiz, Laura Esther***

 

Resumen

 

La vulnerabilidad social es un concepto multidimensional que se utiliza para denotar las condiciones de desventaja o riesgo de grupos sociales de acceder a mejores oportunidades de integración y movilidad social ascendente. Este artículo tiene como objetivo evaluar las condiciones de vulnerabilidad en México a partir de un índice compuesto en el 2010 y 2020; para la construcción del índice se utilizó un método multivariado descriptivo a través del análisis de componentes principales. Después de la esterificación Dalenius-Hodges, los resultados indican que la vulnerabilidad disminuyó en gran parte del territorio nacional; no obstante, en el noroeste y sureste las condiciones persisten. Se concluye en abordar la problemática en municipios con alta vulnerabilidad como casos particulares de estudio, con la intención de conocer cuáles son los factores que continúan reproduciendo el fenómeno.

 

Palabras clave: Vulnerabilidad social; índice compuesto; municipios; oportunidades de integración; movilidad social.

 

 

Social vulnerability and its evaluation in Mexico based on a composite index

 

Abstract

 

Social vulnerability is a multidimensional concept that is used to denote the conditions of disadvantage or risk of social groups in accessing better opportunities for integration and upward social mobility. This article aims to evaluate the vulnerability conditions in Mexico based on a composite index in 2010 and 2020; To construct the index, a descriptive multivariate method was used through principal components analysis. After Dalenius-Hodges esterification, the results indicate that vulnerability decreased in a large part of the national territory; However, in the northwest and southeast conditions persist. It concludes by addressing the problem in municipalities with high vulnerability as particular case studies, with the intention of knowing what factors continue to reproduce the phenomenon.

 

Keywords: Social vulnerability; composite index; municipalities; integration opportunities; Social Mobility

 

 

Introducción

Históricamente se ha mostrado una gran preocupación sobre la situación social que prevalece en México y gran parte de América Latina; académicos, tomadores de decisión y organismos internacionales, consideran crítico el número de personas que continúa por debajo de los niveles mínimos de bienestar e insatisfacción de necesidades básicas.

Autores Latinoamericanos como Kaztman y Filgueira (1999); Busso (2001); y, Pizarro (2001), argumentan que las condiciones macroeconómicas globales han instaurado un proceso de debilitamiento en el sistema económico que conduce a fenómenos como la pobreza, desigualdad, y particularmente, la vulnerabilidad social.

Ciertamente, la vulnerabilidad social como concepto se fundamenta en las disparidades económicas de la sociedad, refiriéndose a las desventajas o riesgos que surgen cuando los recursos disponibles para individuos, hogares, comunidades y territorios no permiten aprovechar oportunidades de integración y movilidad social, ni contrarrestar los riesgos de pérdida de bienestar (Arriaga, 2001).

Los enfoques teóricos de la vulnerabilidad social constituyen desde hace más tres décadas un corpus que genera una interpretación sintética y multidimensional de los fenómenos de desigualdad y pobreza en los estudios del desarrollo, por lo que como fenómeno social se identifica en función de varios aspectos que describe Kurniawan  et al. (2018), tales como los económicos, sociales y de infraestructura, pero también se refiere a los factores socioeconómicos y demográficos tomados en cuenta en mediciones exploratorias e índices compuestos.

A manera de ejemplo se puede citar a Tate (2013); Peroni y Timmer (2013); Reckien (2018); y, Tasnuva et al. (2021), quienes elaboran estimaciones del fenómeno de vulnerabilidad social para su análisis espacial en diferentes contextos de aplicación, incorporando los aspectos que reconoce Kurniawan et al. (2018).

El número significativo de estudios de la vulnerabilidad social son un precedente relevante para la estimación del fenómeno en países o regiones caracterizado por esquemas de desprotección social que limita la capacidad de respuesta de la sociedad a impactos de índole macroeconómica.

En este sentido, la presente investigación tiene como objetivo evaluar las condiciones de vulnerabilidad social en los municipios de México desde una perspectiva socio territorial, a partir de la construcción de un índice compuesto que alberga seis dimensiones de estudio. La finalidad es comparar los resultados encontrados en el 2010 y 2020, y con ello realizar un análisis espacial del fenómeno en regiones de alto nivel de vulnerabilidad.

Cabe agregar que la estimación del fenómeno de vulnerabilidad a escala municipal es un valioso aporte al conocimiento de las condiciones vulnerables y de desigualdad en México, su evaluación es relevante en la medida que la proliferación de eventos adversos incapacita la obtención de mejores condiciones de bienestar.

 

1. Fundamentación teórica  

La vulnerabilidad alude al sufijo “a qué se es vulnerable”; sin embargo, hace referencia a aquellas personas que por distintos motivos no tienen desarrollada la capacidad de hacer frente a situaciones o eventos adversos. Como hacen saber Yáñez-Romo, Muñoz-Parra y Dziekonski-Rüchardt (2016), desde el punto de vista social el término explica las situaciones de indefensión, susceptibilidad e inseguridad que las personas viven relacionadas a problemas de desocupación, bajos ingresos, dificultades en el acceso a servicios básicos, entre otros; escenarios en menoscabo del desarrollo, acentuadas por la preponderante pobreza, tal como lo señalan Sorzano, Rocha y Acosta (2021).

Como bien distingue Astorquiza et al. (2022), la conceptualización de la vulnerabilidad implica tener en cuenta tanto la exclusión como la inclusión social de las unidades sociales, por lo que el concepto va más allá de los aspectos económicos de la pobreza e incluyen además aspectos políticos, sociales y culturales, ligados a la desigualdad que presenta el desarrollo de los territorios.

En este sentido, los patrones de desarrollo condicionan los niveles de bienestar como bien asevera Busso (2001), la caída de indicadores macroeconómicos de coyuntura, junto con malos esquemas de protección social ocasionan un proceso de debilitamiento de la estructura de oportunidades de los territorios. La estructura hace referencia a lo descrito por Kaztman y Filgueira (1999), “la estructura alude al hecho que las rutas al bienestar están estrechamente vinculadas entre sí, de modo que el acceso a determinados bienes, servicios o actividades provee recursos que facilitan a su vez el acceso a otras oportunidades” (p. 299).

Desde la esfera macrosocial las características sociodemográficas, socioeconómicas, de infraestructura, medio biofísico, bienes duraderos en el hogar, entre otras (ver Figura I), son elementos que motivan un mayor riesgo y fragilidad en los grupos sociales, dando como resultado el fenómeno de vulnerabilidad. La diversidad de aspectos macrosociales está estrechamente relacionada con los aspectos microsociales de las unidades de análisis; los individuos, hogares y comunidades, posen características internas que suscitan una mayor o menor medida de exposición a shocks externos, debido a que el aprovechamiento de estos recursos se conduce de manera desigual.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboración propia, 2024.

Figura I: Factores determinantes de la vulnerabilidad social en el aspecto macro y micro social

Si bien, Kaztman y Filgueira (1999) sugieren que el nivel de vulnerabilidad social dependerá de la posesión o control de activos simbólicos y materiales, también los recursos requeridos para el aprovechamiento de las oportunidades que brinda el medio en que se desenvuelven las unidades de análisis, son una particularidad central.

Esta idea es complementada por Moser (1998), quien hace un reconocimiento explícito de la visión de los actores en el sentido de la identificación de los activos como la forma en que los individuos articulan su beneficio. Ciertamente para este autor, el enfoque de vulnerabilidad capta mejor los procesos de cambio en la medida en que los diferentes grupos sociales entran y salen de condiciones de pobreza con los recursos y activos de los cuales disponen; en ese sentido, la dotación de activos se conforma de cinco principales elementos que persisten en la literatura sobre la vulnerabilidad social: Empleo, capital humano, vivienda, relaciones familiares y capital social.

Retomando a Busso (2001), el argumento central del enfoque descansa en tres elementos que el análisis convencional de la pobreza deja fuera: La dotación de activos, las estrategias de uso y reproducción de esos activos, y las oportunidades que ofrecen el mercado, el Estado y la sociedad civil.

Gran parte de la discusión teórica descansa en el análisis de tres instituciones de orden social: El mercado, el Estado y la sociedad civil, debido a que son fuente de oportunidades para que los distintos grupos sociales mejoren su bienestar; particularmente, el mercado ejerce un creciente dominio sobre el modo de funcionamiento de otros dos órdenes institucionales (Kaztman y Filgueira, 1999). Donde se puede mencionar el estado de derecho y derechos económicos sociales.

Continuando con lo anterior, existe un consenso sobre la conveniencia de liderar los esfuerzos nacionales en la creación de condiciones que permitan el funcionamiento eficiente del mercado; de esta manera, se asegura una mayor permeabilidad del Estado y de las instituciones de la sociedad civil a la adopción de criterios de eficiencia que emanan del mercado, incorporando la racionalidad económica como parámetro para la evaluación de sus propias acciones (Kaztman y Filgueira, 1999). Dicho lo anterior, se incluye un desarrollo de la conceptualización del fenómeno desde la perspectiva socio territorial con intención de delimitar las aplicaciones del concepto en el área de las ciencias sociales y el estudio del desarrollo.

 

1.1. Conceptualización de la vulnerabilidad social

El fenómeno de la vulnerabilidad social es abordado por diversos marcos teóricos y enfoques metodológicos que conforma hoy en día un amplio acervo de estudios en las ciencias sociales; no obstante, la perspectiva del desarrollo territorial ofrece un abordaje conceptual que enmarca, a juicio de Busso (2015), las situaciones que enfrentan los distintos grupos sociales en la medida que la transición demográfica se relaciona con el proceso de desarrollo, y cómo este a su vez, tiene efectos en las condiciones de vida de la población. Moreno (2008), distingue dos enfoques interpretativos que delimitan los alcances y aplicaciones del fenómeno desde la perspectiva del desarrollo que vale la pena mencionar, el enfoque de fragilidad y riesgo (ver Cuadro 1).

Cuadro 1

Enfoques del estudio de la vulnerabilidad social

Enfoques

Interpretación

Precursores

Fragilidad

La vulnerabilidad es un atributo de los individuos, hogares o comunidades que están vinculados a procesos estructurales que configuran situaciones de fragilidad, precariedad, indefensión o incertidumbre.

Rubén Kaztman, Carlos H. Filgueira, Roberto Pizarro, Gustavo Busso, entre otros.

Instituciones:

Organización

Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica para América

Latina y el Caribe (CEPAL).

Riesgo

Un individuo, hogar o comunidad es vulnerable como resultado del efecto conjunto de múltiples factores de riesgo y procesos colectivos de toma de decisión, que configuran una situación o síndrome de vulnerabilidad social.

Niklas Luhmann, Ulrich Beck, Anthony Giddens, Gosta Esping-Anderesen, Jorge Rodríguez Vignoli, Miguel Villa, entre otros.

 

Fuente: Elaboración propia, 2024 en base a Moreno (2008).

El primer enfoque de “fragilidad” asume, de acuerdo con González (2009), que los procesos estructurales ocasionan condiciones de precariedad, indefensión e incertidumbre, las cuales afectan las posibilidades de integración, movilidad social ascendente o desarrollo, características que se relacionan con el proceso de exclusión social. Está noción se basa en los argumentos expuestos por autores de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) como Rubén Kaztman, Carlos H. Filgueira, Roberto Pizarro, Gustavo Busso, entre otros.

La segunda interpretación se concentra en el efecto conjunto de factores de “riesgo” que aquejan a diversas unidades sociales que suscitan esquemas de vulnerabilidad social. Para Moreno (2008), los factores de riesgo pueden ser de la más variada índole, y su relevancia en el plano de lo social está dada por el grado en que éstos suponen desventajas que amenazan el efectivo desarrollo de las potencialidades de individuos o de poblaciones determinadas. El enfoque es desarrollado por autores como: Niklas Luhmann, Ulrich Beck, Anthony Giddens, Gosta Esping-Anderesen, Jorge Rodríguez Vignoli, Miguel Villa, entre otros, los cuales objetan por su análisis en el campo de las ciencias sociales.

 

1.2. Dimensiones e indicadores de la vulnerabilidad social

Considerando los argumentos anteriores y la conceptualización del fenómeno, se concretan seis dimensiones y doce indicadores en el estudio en los municipios en México, los cuales están incluidos en el Cuadro 2.

Cuadro 2

Operacionalización de las variables de estudio

Dimensión

Variable

Descripción

Socio demográfica

Dependencia demográfica

Porcentaje de la población en edad dependiente (menores de 15 años y mayores de 65) respecto a la población total

Hacinamiento

Porcentaje de la población que habita en un espacio mayor o igual a 2.5 personas por cuarto dormitorio respecto al total de la población.

Población rural

Porcentaje de la población que reside en localidades menores a 2,500 habitantes respecto al total de la población.

Salud

Derechohabientes sin servicio de salud

Porcentaje de la población que no es derechohabiente a servicios de salud (público o privado) respecto al total de la población.

Educación

Menores de 14 años con educación básica incompleta

Porcentaje de la población de 6 a 14 años con educación básica incompleta respecto al total de la población de 6 a 14 años.

Mayores de 15 años con educación básica incompleta

Porcentaje de la población mayor de 15 años con educación básica incompleta respecto al total de la población de 15 años.

Ingreso

Pobreza alimentaria

Porcentaje de la población con ingresos ineficientes respecto a la población total.

Vivienda y hábitat

Población sin agua entubada

Porcentaje de la población que no cubre con sus ingresos una canasta básica de alimentos respecto a la población total.

Población sin acceso a drenaje en la vivienda

Porcentaje de la población sin acceso a drenaje en la vivienda respecto a la población total.

Población con vivienda con piso de tierra

Relación de la población con piso de tierra en la vivienda respecto a la población total.

Bienes duraderos en el hogar

Población sin refrigerador

Relación de la población sin refrigerador en la vivienda respecto a la población total.

Población sin lavadora

Relación de la población sin lavadora en la vivienda respecto a la población total.

 

Fuente: Elaboración propia, 2024 en base a Busso (2001); y, Avila-Vera, Rangel-Blanco y Picazzo-Palencia (2020).

Las dimensiones se sustentan en los aportes teóricos de Moser (1998); adoptados por Kaztman y Filgueira (1999); y, Busso (2015), para el estudio del fenómeno de la vulnerabilidad social; así mismo de investigaciones empíricas que permiten potencialmente conocer el grado de desprotección, desventaja social y falta de desarrollo de capacidades de la población (Álvarez y Cadena, 2006; Golovanevsky, 2007; Durán, 2017; Avila-Vera et al., 2020).

Los indicadores son recopilados principalmente del Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); pero también del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), para el caso del indicador de pobreza alimentaria; y el Consejo Nacional de Población (CONAPO), para el índice de hacinamiento en los periodos de estudio.

 

2. Metodología

La elaboración de índices compuestos consiste en definir en primer lugar el marco conceptual; posteriormente, eligen conforme a éste los indicadores y variables que se desean sintetizar para concretar el análisis exploratorio de los datos (Lozares y López, 1991). Después de concretar el marco teórico-conceptual, la selección de variables e indicadores que conforman el índice de vulnerabilidad social, se describe el método que consiste en un análisis multivariado descriptivo.

De acuerdo con Mendoza (2018), el análisis multivariado se caracteriza por agrupar las variables de estudio en sub-indicadores, definiendo una estructura jerárquica para precisar sí la selección de éstas es suficiente para describir el objeto en cuestión, siendo la técnica componentes principales la más utilizada por lo que es retomada en esta investigación.

La selección del método y técnica de tratamiento, es consistente con la utilizada por estudios similares de la región que elaboraron índices exploratorios de vulnerabilidad (Álvarez y Cadena, 2006; Golovanevsky, 2007; Durán, 2017), pero también de instituciones como el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y el Consejo Nacional de Población (CONAPO), en México, las cuales retoman el método de análisis de componentes principales para la construcción de los índices de rezago social y marginalidad, respectivamente.

Respecto al análisis de componentes principales, este permite garantizar que el primer componente principal sea el que explique un mayor porcentaje de varianza de los datos, debido a que consiste básicamente en resumir la información de un conjunto de variables mediante la construcción de un menor número de variables, este método supone la siguiente matriz (Lozares y López, 1991):

Donde la aplicación de la matriz se conforma para este estudio de doce variables y 2.469 unidades de análisis (municipios en México) para el 2020. Los datos que conforman la muestra son estandarizados, Z score, es decir, los indicadores tienen media cero, desviación estándar 1 y una distribución normal, de manera que se garantiza la compatibilidad entre las distintas fuentes de información.

El método de componentes principales consiste en la descripción de la variación de un conjunto de  variables en término de un conjunto de  variables no correlacionadas, este nuevo conjunto calculado es una combinación lineal de los vectores Z de acuerdo al Sistema para la Consulta de Información Censal 2010 (SCINCE) (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2010), expresado en la siguiente ecuación:

Donde el nuevo conjunto  se obtiene de la suma de los productos del ponderador  para cada indicador de la matriz . Para la formación de estratos del índice, se utiliza el método univariado Dalenius-Hodges, considerando al SCINCE 2010 (INEGI, 2010) el método consiste en la formación de estratos de manera que la varianza obtenida sea mínima para cada estrato, el valor mínimo y máximo para cada observación es evaluada en la primera componente principal, siendo incluida en un estrato dado. Para esta investigación se consideran tres estratos: Bajo, medio y alto. El mapeo del índice y la agrupación por estratos, se elabora mediante el software del Mapa Digital versión escritorio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México.

 

3. Resultados y discusión

Las estimaciones del Análisis de Componente Principales (ACP), es realizada en el software estadístico SPSS; la Tabla 1, muestra los resultados del primer componente el cual explica el 54,1% de la varianza del conjunto de las variables, verificando además a través del gráfico de sedimentación (ver Gráfico I) la selección del componente 1, puesto que recoge la mayor cantidad de la varianza respecto al segundo y tercer componente.

Tabla 1

Proporción de la varianza explicada por cada componente

Componente

Autovalores iniciales

Total

Porcentaje de varianza

Porcentaje

acumulado

1

6.502

54.184

54.184

2

1.087

9.055

63.239

3

.995

8.288

71.526

4

.904

7.534

79.060

5

.759

6.323

85.384

6

.462

3.847

89.231

7

.397

3.311

92.542

8

.340

2.833

95.374

9

.209

1.740

97.115

10

.183

1.521

98.635

11

.095

.794

99.429

12

.069

.571

100.000

 

Fuente: Elaboración propia, 2024 según resultados que arroja el ACP utilizando el software SPSS.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Elaboración propia, 2024 según resultados que arroja el software SPSS.

Gráfico I: Gráfico de sedimentación

Por otra parte, la prueba de adecuación del muestreo Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) es una medida de idoneidad de los datos para el análisis factorial que es el siguiente paso habitual en esta estimación. Shrestha (2021), explica que el valor KMO varía entre 0 y 1, para valores adecuados de muestreo debe oscilar entre 0.8 y 1.0. Los datos arrojan en este estudio un valor más que óptimo de 0.886, por lo que se valida la adecuación de muestreo.

Así mismo, la prueba de esfericidad de Bartlett compara la matriz de correlación (Pearson) con la matriz de identidad, tomando como hipótesis nula que las variables están no correlacionadas. La prueba muestra un valor menor a 0.05 (p-value<0.05), lo cual es significativo para el modelo y su validación. Por su parte, la matriz de componente y los ponderadores base, están incluidos en la siguiente Tabla 2, los cuales fueron considerados para elaborar el índice en 2010 y ser aplicados para la comparación en 2020.

Tabla 2

Matriz de componente y ponderador de las variables para la construcción del índice

Indicador

Factor 1

Ponderador

Pobreza alimentaria

0.941

0.144794

Población sin lavadora

0.904

0.138994

Población sin refrigerador

0.894

0.137427

Mayores de 15 años con educación básica incompleta

0.827

0.127129

Dependencia demográfica

0.794

0.12211

Población sin drenaje

0.767

0.117923

Hacinamiento

0.754

0.116029

Población con piso de tierra

0.741

0.113972

Población rural

0.603

0.092779

Población sin agua entubada en el hogar

0.562

0.08639

Menores de 14 años con educación básica incompleta

0.420

0.064629

Derechohabientes sin servicio de salud

0.353

0.054282

 

Fuente: Elaboración propia, 2024 según resultados que arroja el ACP utilizando el software SPSS.

El ponderador  es obtenido del cálculo de la varianza y los factores del primer componente. Los indicadores de cada uno de los municipios (  es multiplicado por el valor del ponderador . Una vez conociendo el valor del índice municipal de vulnerabilidad social para el periodo 2010 y 2020, se procede estratificar el índice mediante el método Dalenius-Hodges en tres estratos (ver Tabla 3).

Tabla 3

Estratificación del índice de vulnerabilidad social en 2010 y 2020

 

Estratos

             2010

         2020

 

Mín.

Máx.

No. Mun.

Mín.

Máx.

No. Mun.

 

Vulnerabilidad baja

-2,0069

-0,2735

1.105

-2,2182

0,2905

1.629

 

Vulnerabilidad media

-0,2735

1,4598

1.144

0,2905

2,7991

818

 

Vulnerabilidad alta

1,4598

3,1932

207

2,7991

5,3078

22

 

Total

 

 

2.456

 

 

2.469

Nota: Para 2020 se agregaron trece municipios más correspondientes a las entidades de Baja California (1), Campeche (1), Quintana Roo (2), Chiapas (6), y Morelos (3).

 

Fuente: Elaboración propia, 2024 utilizando el Mapa Digital del INEGI.

Se identifica en el 2010 un total de 207 municipios en vulnerabilidad alta, seguido de 1.144 municipios con vulnerabilidad media, y 1.105 baja (ver Tabla 3). Las entidades que presentan un número significativo de municipios de índices altos son Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Veracruz y Puebla. No obstante, en el occidente del país también se observan jurisdicciones con alta vulnerabilidad, tal es el caso de los municipios de Mezquitic, Jalisco; Del Nayar, Nayarit; y, Mezquital, Durango (ver Mapa I).

 

Fuente: Elaboración propia, 2024 utilizando el Mapa Digital del INEGI.

Mapa I: Índice de vulnerabilidad social municipal 2010

Así mismo, en 2010 se encontró que Chihuahua presenta una aglomeración de cinco municipios con alta vulnerabilidad: Batopilas, Guadalupe y Calvo, Morelos, Belleza, y Carichí. Para 2020 el número de municipios con alta vulnerabilidad se redujo a 22 municipios, 818 con un índice medio (moderado), y 1.629 en un estrato bajo (ver Tabla 3).

La entidad con mayor número de municipios con vulnerabilidad social alta se encuentra en la entidad de Guerrero, particularmente Atlamajalcingo del Monte, Cochoapa el Grande, Copanatoyac, José Joaquín de Herrera, Metlatónoc y Tlacoachistlahuaca. Seguido además la entidad vecina de Oaxaca, con los municipios de Coicoyán de las Flores, San José Tenango, San Mateo del Mar y San Simón Zahuatlán; y de Chiapas con los municipios de Chalchihuitán, Chanal, Sitalá y San Juan Cancuc (ver Mapa II).

 

Fuente: Elaboración propia, 2024 utilizando el Mapa Digital del INEGI.

Mapa II: Índice de vulnerabilidad social municipal 2020

La presencia de municipios con índice alto de vulnerabilidad y su aglomeración espacial supone ser un tema de creciente preocupación debido a las posibilidades de incrementar el número de jurisdicciones en esta condición. No es coincidencia que estas entidades presenten niveles considerables de pobreza, puesto que son parte del núcleo duro de la pobreza en México. Los resultados demuestran que el fenómeno se disminuyó en gran parte del territorio nacional; no obstante, en el noroeste y sureste las condiciones persisten.

En este sentido y de acuerdo con Luna-Nemecio (2020), el incremento mundial de la vulnerabilidad está relacionado con el alto grado de incertidumbre económica en la que se encuentra el proletariado mundial, a raíz de la coyuntura histórico epocal entre la crisis sanitaria por COVID-19 y la crisis económica actual. Como señalan Salamanca y Egea (2018), se incide en el enfoque de la vulnerabilidad social para investigar de manera integral a la población en esas condiciones y diseñar políticas públicas de atención a las mismas; particularmente haciendo énfasis en la aplicación de las políticas públicas para su superación (Ponce, 2018).

 

Conclusiones

Como se pudo constatar en la fundamentación teórica, la vulnerabilidad social es un concepto polisémico con un abordaje teórico-metodológico multidimensional y análisis multi actor, particularmente la riqueza del concepto descansa en las posibilidades de comprender la dinámica de integración y movilidad social que surgen en los distintos grupos sociales en la medida que los estilos de desarrollo territorial condicionan la estructura de oportunidades y su aprovechamiento  para elevar los niveles de bienestar.

La globalización económica ha instaurado un proceso de debilitamiento en las sociedades del mundo, en el caso de México, las condiciones de vulnerabilidad social son igual de importante que el análisis de la desigualdad y pobreza, debido a que permite captar el movimiento ascendente y descendente de los individuos, hogares y comunidades de los estratos sociales medios y bajos.

Se concluye abordar la problemática en municipios con alta vulnerabilidad como casos de estudio con la intención de conocer cuáles son los factores que continúan reproduciendo el fenómeno. Además, coincidiendo con algunos autores se requiere incidir en el enfoque de la vulnerabilidad social con la finalidad de investigar de manera integral a la población en esas condiciones, así como diseñar e implementar políticas públicas efectivas para atender este conglomerado y ayudarles a superar esta situación de vulnerabilidad.


 

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* Doctora en Gestión Estratégica de Negocios. Magister en Ciencias Sociales con orientación en Desarrollo Sustentable. Profesora-Investigadora de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Tampico, México. E-mail: madelyn.avila@uat.edu.mx ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8976-7405

 

** Doctora en Medioambiente. Magister en Desarrollo Regional. Profesora-Investigadora de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Tampico, México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1. E-mail: lrangel@docentes.uat.edu.mx ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3574-6462

 

*** Doctora en Economía y Ciencias Sociales. Profesora-Investigadora de la Facultad de Comercio y Administración en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Tampico, México. E-mail: ljimenez@docentes.uat.edu.mx ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0387-6940

 

Recibido: 2023-12-18                · Aceptado: 2024-03-07