Revista
de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXX, No. 1, Enero - Marzo
2024. pp. 381-397
FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431
Como citar: Serrano de Moreno, M. S., Castellanos, S. J., y
Andrade, D. J. (2024). Competencias en investigación del profesorado
universitario: Desafíos en la construcción de la cultura investigativa. Revista
De Ciencias Sociales, XXX(1), 381-397.
Competencias en investigación del profesorado
universitario: Desafíos en la construcción de la cultura investigativa*
Serrano de Moreno, María Stella**
Castellanos
Herrera, Silvio José***
Andrade, Daniel
Jacobo****
Resumen
Las competencias en
investigación del profesorado constituyen una
herramienta fundamental en el fortalecimiento de la cultura
investigativa y la calidad académica en las universidades, asociadas con el mejoramiento
de capacidades para impulsar la investigación y el incremento de la productividad
científica. De ahí la relevancia del estudio que analiza las
competencias investigativas del profesorado a tiempo completo, obtenidas a
través de un cuestionario validado por expertos y con una confiablidad Alpha de Cronbach de 0,90, aplicado a una muestra de 405 docentes de
una universidad ecuatoriana. Con fundamento en el enfoque mixto y diseño de
investigación no experimental, se examina el potencial docente, mediante el
análisis de regresión múltiple, que incluyó la correlación entre las variables
que integran la capacidad investigativa como un todo; lo cual, permitió
detectar el impacto de cada competencia particular en la competencia
investigativa total. Los resultados revelan que solo el 9% de profesores
presenta “muy buena competencia”, el 48% arroja “buena” competencia y el 43%
muestra un nivel “insuficiente”. Evidencias que manifiestan desconocimiento en
aplicación de paradigmas, métodos y diseños de investigación, explicado por la
carga administrativa impuesta. Se concluye la existencia de escasa relación
entre competencias científicas y cultura investigativa de la institución.
Palabras
clave: Educación superior;
competencias en investigación; profesor universitario; cultura científica; desafíos.
Research competences of university teaching
staff: Challenges in the construction of the research culture
Abstract
The
research competencies of the teaching staff are a fundamental tool for
strengthening the research culture and academic quality in universities,
associated with the improvement of capacities to promote research and increase
scientific productivity. Hence the relevance of the study that analyzes the
research competencies of full-time teachers, obtained through a questionnaire
validated by experts and with Cronbach's Alpha reliability of 0.90, applied to
a sample of 405 teachers from an Ecuadorian university. Based on the mixed
approach and non-experimental research design, the teaching potential is
examined, through multiple regression analysis, which included the correlation
between the variables that make up the research capacity as a whole; This
allowed to detect the impact of each particular competence on the total
investigative competence. The results reveal that only 9% of professors present
“very good competence”, 48% show “good” competence and 43% show an
“insufficient” level. Evidence that manifests ignorance in the application of
research paradigms, methods and designs, explained by the administrative burden
imposed. It is concluded that there is little significant relationship between
scientific competences and the research culture of the institution.
Keywords: Higher education; research skills; university
professor; scientific culture; challenges.
Introducción
La generación, fomento y difusión del conocimiento,
como misión trascendente de la universidad del presente, alcanza su razón de
ser en la formación integral de la persona y en el aporte a la transformación
de la sociedad. Finalidad que encuentra su realización a través de acciones
concretas del profesorado, que no solo debe demostrar capacidad docente
producto de una buena formación académica, sino también el compromiso con la
productividad, mediante buenas prácticas investigativas (Batista-Mainegra,
Hernández-García y González-Aportela, 2017;
Núñez-Rojas et al., 2021; Urriago et al., 2023), para
generar resultados en conocimiento y aportar soluciones eficaces a problemas
existentes y hacerlas llegar a las comunidades que realmente las necesitan.
Por esta razón, la universidad está llevando a cabo
acciones tendentes a fomentar el desarrollo de la investigación con eficacia,
mediante un trabajo inter y transdisciplinario en
redes con otras instituciones, para la generación de conocimiento pertinente,
útil y aplicado (Basso, Gonçalves y Silveira, 2021; Epiquién et al., 2023).
Entre sus preocupaciones fundamentales se
encuentran viabilizar mecanismos para el incremento y consolidación de
estándares de calidad y una creciente productividad en investigación (Ganga et
al., 2020; Suárez-Amaya, Rodríguez-Altamirano y Ganga, 2022; Fuster-Guillén et
al., 2023); examinada a través de un sistema de evaluación, con indicadores
entre los que destacan: Calidad docente, calidad de investigación, oferta de
postgrado y número de graduados con tesis, transferencia de conocimiento e
innovación; determinantes en la clasificación de universidades en los rankings mundiales como The World University Ranking (González-Díaz et al., 2022). Para
Powell (2020), esto demuestra que la investigación se mide con indicadores de
productividad, impacto y visibilidad académica de sus investigadores.
De allí, el compromiso y responsabilidad de las
universidades en la creación de escenarios para la gestión del conocimiento en
los que la calidad del docente, cristalizada en su saber y capacidad para
generar conocimiento es imprescindible. Así lo sugieren González-Díaz et al.
(2022), al advertir que las universidades que destinan recursos a la generación
de conocimientos aumentan su impacto en la sociedad.
Esta capacidad, como sugieren
García-Gutiérrez y Aznar-Díaz (2019), está
estrechamente relacionada con el desarrollo de competencias para hacer y
generar investigación, y se constituye en la herramienta fundamental para crear
conocimiento y generar alternativas en la solución de problemas sociales.
Función trascendente en la cual, para su realización, los docentes tienen un
compromiso ético con su formación.
No obstante, estudios realizados han
demostrado que, en el ámbito de la educación superior Latinoamericana, los docentes
presentan debilidades en sus competencias investigativas que
afectan la cultura investigativa y la calidad académica en las universidades
(Castro, 2021). Este resultado parece indicar que la calidad de la educación universitaria está
asociada con el mejoramiento de sus competencias para impulsar la investigación
e incrementar la productividad científica, que incide en el fortalecimiento de
la cultura investigativa institucional.
De acuerdo con Espinoza (2020), la cultura
investigativa sustentable se caracteriza por diferentes manifestaciones que
requieren ser atendidas por las universidades, desde la relación entre
investigación y docencia, formación para la investigación, interés por
publicar, autoría y prevención del plagio. Aplicando, para ello políticas
educativas que promuevan la asignación de mayor tiempo para la labor
investigativa, y el respeto por esta actividad en la formación científica del
profesorado.
Si bien, en las instituciones universitarias ampliamente
ha sido aceptada la tesis del desarrollo de competencias científicas para
fortalecer la investigación, la noción de competencias y, más específicamente
la de competencia científica, continúa en debate en torno a sus finalidades de
aplicación en la realidad para generar conocimiento, explicar fenómenos y
proponer soluciones acertadas a las demandas sociales. Por esta razón, la
UNESCO (2009) en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior propone a las instituciones de
educación superior: 1) Proveer competencias sólidas al mundo de hoy y
contribuir a la educación de ciudadanos éticos, cultivando su pensamiento
crítico e independiente; y, 2) desarrollar sistemas de investigación que
promuevan la excelencia de la ciencia y la interdisciplinariedad.
Institucionalmente, en la universidad ecuatoriana
se ha dispuesto como finalidad esencial, el desarrollo de competencias
investigativas en docentes y estudiantes contemplado en el Reglamento de
Régimen Académico (Consejo de Educación
Superior del Ecuador, 2022); no obstante, los docentes
universitarios presentan dificultades que impiden
valorarlas como herramientas para insertarse en procesos de investigación y
generación de conocimiento. Debido a la complejidad epistemológica que
caracteriza estos procesos, el profesorado asume la tarea sin la necesaria
reflexión epistemológica, que le permita identificar problemas
teórico-conceptuales y metodológicos, así como sus implicaciones en la
adopción de instrumentos, debido a su escaso dominio.
Estas razones permiten reconocer que la formación del profesorado en competencias de investigación es hoy una necesidad urgente. De ahí el interés en este estudio que postula las siguientes preguntas científicas: 1. ¿Cuáles son las competencias investigativas del profesorado que contribuyen a emprender el trabajo científico y atender los desafíos en la construcción de la cultura investigativa en la universidad ecuatoriana?; 2. ¿Cuáles son las variables que definen las competencias investigativas del profesorado universitario?; y, 3. ¿En qué dimensiones y campos del conocimiento los docentes revelan niveles de competencias investigativas adecuadas?
Por lo tanto, la investigación se planteó como
objetivo general, analizar la competencia investigativa del profesorado de una
universidad privada ecuatoriana, a través de las dimensiones y variables que la
integran, para atender los desafíos en la construcción de la cultura
investigativa universitaria.
1. Fundamentación teórica
1.1. Competencias
investigativas en educación superior
En
sentido general, las competencias han sido concebidas como actuaciones para
regular tareas y situaciones, mediante “el saber movilizar” diversos recursos:
Conocimientos, habilidades, procedimientos, métodos y actitudes para atender
problemas y resolverlos (Perrenoud, 2008), implicando
la integración de las dimensiones conceptual (saber); actitudinal (saber ser);
y, la procedimental (saber hacer)
(Zabala y Arnau,
2007). También son vistas como la capacidad humana de
movilizar conocimientos, habilidades y actitudes para resolver
problemas, valorar riesgos, tomar decisiones, trabajar en equipo, asumir
liderazgo, comunicarse asertivamente, aprender a indagar y aprender a aprender
(Aguerrondo, 2009).
En consideración a estos aportes, las competencias
implican integración de capacidades, habilidades y actitudes para garantizar un
desempeño coherente con las demandas del contexto. Por lo que, su desarrollo está ligado a la necesidad de formación
humana para aprender a resolver situaciones y necesidades vitales. Lo que
plantea a la educación la exigencia de hacer énfasis en que se forme para la
vida y para el trabajo con calidad. No obstante, advierte Foucault (2005), que
la elección de uno u otro enfoque sobre competencias en educación, es una decisión
orientada por razones ideológicas que delimitan el perfil para gestionar
ciertas actividades.
El examen de las
condiciones que deben reunir los investigadores, es imprescindible, debido a
que la calidad de la educación universitaria está asociada con la actividad
investigativa y con el incremento de la productividad científica del docente,
determinadas por las competencias investigativas eficaces con las que cuenta.
Con los avances de la investigación en la
actualidad, los esfuerzos actuales de indagación sobre la competencia del investigador
en la universidad, ha sido estudiada de modos diversos, demostrando, como advierte Gimeno (2011), que éstas no
pueden ser vistas como normas universales, aunque muchas de ellas se definen de
manera recurrente en diversos contextos disciplinarios. Así, un criterio elegido para
definir las competencias es el de describir explícitamente cuáles son los
componentes estructurales que integran las competencias investigativas como
actuaciones integrales (Gayol et al., 2008). También se
las concibe como conjuntos de habilidades instrumentales y
sistémicas (Mas-Torelló, 2016;
Rubio et al., 2018; Núñez, 2019).
Estas
conceptualizaciones constituyen el marco de referencia teórico y conceptual
necesario para, de manera aproximativa, definir la competencia investigativa
vinculada estrechamente con el saber-hacer en el campo científico. Es en este
marco en que se inscribe y se fundamenta la identificación de las dimensiones
que integran la competencia investigativa y la definición de las variables
que determinan las capacidades de
investigación reconocidas para construir el instrumento de exploración de
dichas competencias y analizarlas.
Se configuran
según los objetivos de las instituciones de educación superior en habilidades
metodológicas y prácticas para la generación de conocimiento y para la
comunicación y transferencia de resultados, mediante el cultivo del pensamiento
argumentativo, la capacidad de razonamiento y la actitud reflexiva y crítica,
la honestidad intelectual e independencia de criterio, como estrategias de
conocimiento innovadoras. Conjugadas con la utilización
de herramientas tecnológicas para la gestión del conocimiento, denominada
competencia digital, la cual es considerada en la última década, un recurso
estratégico para la gestión de la investigación.
2. Metodología
La
investigación para verificar la hipótesis de que la preparación de los docentes
universitarios en competencias investigativas está asociada de modo
insuficiente al aporte institucional a la productividad científica; se realizó
por medio de un estudio de campo, no experimental de corte transversal, debido
a que no se manipularon las variables del estudio y los datos a ser analizados
se recolectaron en un momento único.
El diseño metodológico se desarrolló en varias etapas:
1) Revisión documental para la fundamentación teórico
conceptual y determinación de dimensiones y variables sobre
competencias investigativas, a la luz
del objetivo de investigación; 2) Diseño y
validación del instrumento (formulario del
cuestionario) y prueba piloto con 25 docentes seleccionados al azar (muestreo
aleatorio simple), a fin de constatar la confiabilidad del instrumento y
concordancia con los objetivos. 3) Validación del instrumento por juicio de
expertos (Profesores PhD). 4) Levantamiento de la información; 5) Construcción de la base de datos en Excel según indicadores, procesamiento
de la información y obtención de resultados con métodos estadísticos; y, 6)
Análisis y discusión e integración de relaciones entre las dimensiones y
variables afines y
redacción de conclusiones.
En esta actividad, la utilización de los métodos
estadísticos, la técnica de encuestas, de recolección y de procesamiento de
información fue ineludible (Castellanos y Serrano, 2021).
La
metodología utilizada fue inductiva puesto que se aplicaron
métodos correlacionales de estadística descriptiva inductiva, con técnicas de
muestreo, para justificar las inferencias obtenidas. Se estableció como meta
aplicar el cuestionario a 662 profesores universitarios de tiempo completo que
conformaban la población de la universidad en estudio, pero fue respondido por
405, equivalente al 61% del profesorado, asegurándose de esta manera, las
inferencias sobre la población.
Para determinar y analizar la variable competencias
investigativas del profesorado universitario, se diseñó un instrumento
denominado Cuestionario
de Competencias Investigativas del Profesorado Universitario (CCIPU), integrado
por 25 ítems, valorados mediante
escala tipo Likert, que consultó sobre las competencias investigativas, las
creencias y valores en la investigación, con el fin de caracterizarlas en sus
dimensiones constitutivas. Fue construido producto
de la revisión documental, del trabajo de indagación y del debate entre los integrantes
del grupo de investigación.
El
cuestionario presentó cinco secciones: 1) Datos demográficos del docente
(respuestas de selección simple), en detalle, ítems relacionados con edad, grado académico, experiencia docente,
ubicación laboral, horas semanales que invierte en la gestión y procesos
académicos; 2) Variables actitudinales; 3) Participación en proyectos de investigación,
planificación y manejo de recursos; 4) Capacidades
de investigación relacionadas con conocimiento de métodos y enfoques de investigación y
aplicación de procesos de recolección, procesamiento y análisis de datos y
publicación de artículos científicos derivados; y, 5) Competencias de escritura
científica y capacidad para comunicar y
difundir resultados (Escala
tipo Likert con 3 y 5 alternativas).
2.1. Validación de contenido del cuestionario mediante
juicio de expertos
El
cuestionario fue validado por juicio de 5 expertos, al
determinar la viabilidad del instrumento para medir adecuadamente las
dimensiones de las variables a analizar, asegurando que las mismas sean
representativas dentro del conjunto de las variables de interés (Hernández, Fernández y Baptista, 2014). Para ello, se solicitó evaluar, asignando a cada ítem una calificación entre 1 y 5, en qué medida los ítems cumplen los criterios de equivalencia semántica: Cualidad de ítem en cuanto a su significado para
medir el constructo; y, equivalencia
experiencial: Cualidad del ítem
de expresar la idea culturalmente relacionada a la situación a evaluar.
La selección de los expertos se realizó de acuerdo a tres
criterios: (i) Poseer reconocido conocimiento de la temática competencias
investigativas; (ii) poseer experiencia en investigación y diseño de
instrumentos; y, (iii) ser investigador en el nivel universitario. Luego
de recoger las observaciones y opinión de expertos, el cuestionario fue
sometido a un pilotaje para calcular su confiabilidad, mediante la aplicación
del coeficiente Alpha de Cronbach, la cual fue de:
0,90 (Muy alta). El cuestionario quedó integrado por las siguientes dimensiones
y su valoración respectiva, tal como se observa en la Tabla 1.
Tabla 1
Valoración de variables
según sus dimensiones
Dimensiones |
Valoración |
1. Datos demográficos |
- |
2. Variables actitudinales |
15 puntos |
3. Capacidad investigativa |
15 puntos |
I 4.
Identificación de problemas y soluciones |
30 puntos |
5. Planificación y manejo de recursos tecnológicos |
20 puntos |
6. Recolección, procesamiento y análisis de datos |
10 puntos |
7.
Capacidad para comunicar y difundir resultados |
10 puntos |
Fuente: Elaboración propia, 2023.
Fruto de la valoración establecida
con sus puntajes para cada dimensión y las variables que las integran, se
estableció la
cantidad de ítems y la forma en que
estos se constituyen en valores numéricos, obteniendo la
escala de valoración total de la competencia investigativa: De 81-100= Muy
buena competencia; 61-80=Buena; 41-60= Mediana; 21-40=Se aproxima; 0-20= Sin
competencia.
3.
Resultados y discusión
A partir
de la escala de valoración de la competencia, se obtuvo la siguiente
distribución de frecuencias. Con relación al objetivo del estudio:
Identificar las competencias de investigación del profesorado y caracterizarlas
en sus dimensiones constitutivas, se desprende de la distribución de
frecuencias (ver Tabla 2) que, en
promedio, los catedráticos de la institución estudiada, poseen una
competencia investigativa promedio de 61 puntos, que los ubica en el nivel
inferior de la categoría “Buena competencia”, en una escala de 1 a 100,
localizada entre 61-80 puntos, posicionándose la media en el nivel
inferior.
Tabla 2
Distribución de frecuencias
de los puntajes alcanzados por el profesorado a tiempo completo de la
Universidad Católica de Cuenca en cuanto a su competencia investigativa.
PUNTAJE
EN COMPETENCIAS |
Xi |
fi |
Xi x fi |
fi acum. |
fi relat. (%) |
fi relat. acum. (%) |
Xi - Ẋ |
(Xi - Ẋ)
2 |
fi(Xi - Ẋ)
2 |
0 – 20 (NO TIENE) |
10 |
6 |
60 |
6 |
1 |
1 |
-51 |
2.601,00 |
15.606,00 |
21 – 40 (SE APROXIMA) |
30,5 |
39 |
1.189,5 |
45 |
10 |
11 |
-30,5 |
930,25 |
36.279,75 |
41 – 60 (MEDIANAMENTE) |
50,5 |
130 |
6.565,00 |
175 |
32 |
43 |
-10,5 |
110,25 |
14.332,5 |
61 – 80 (BUENA) |
70,5 |
193 |
13.606,5 |
368 |
48 |
91 |
9,5 |
90,25 |
17.418,25 |
81 – 100 (MUY BUENA) |
90,5 |
37 |
3.348,5 |
405 |
9 |
100 |
29,5 |
870,25 |
32.199,25 |
TOTALES |
|
405 |
24.769,5 |
|
100 |
|
|
4.602,00 |
155.835,75 |
Fuente: Elaboración propia, 2023
Fuente: Elaboración propia, 2023.
Gráfico I: Distribución absoluta y porcentual
del nivel de competencia investigativa del profesorado universitario
De acuerdo
con la escala utilizada, solo 37 docentes, equivalente al (9%), se ubican en la
categoría “muy buena competencia”; 48% del profesorado TC posee una
caracterización de “buena”, estos docentes alcanzaron una calificación
competencial promedio de 61 puntos, puntaje que los sitúa en el límite inferior
del intervalo 61-80, en que se ubica la categoría “buena”. De la distribución
de frecuencias se desprende también que el 32% se ubica en “medianamente” y el
11% entre “se aproxima” o “no tiene competencia”. Desagregando la información por Unidad Académica, en la Tabla 3, se
presenta la distribución de frecuencias.
Tabla
3
Distribución de frecuencias absolutas y
porcentuales de los puntajes competenciales, por intervalos según Unidad
Académica y Campos de Conocimiento
INTERVALOS |
PUNTAJE |
Administración |
Ciencias Agropec. |
Ciencias Sociales |
Educación |
Ingeniería, Industria y Construcción |
Salud y Bienest. |
Tecnología de la información |
0-20 (NO TIENE) |
6 – 1% |
0 – 0% |
0 – 0% |
0 – 0% |
1 – 3% |
2 – 3% |
3 – 2% |
0 – 0% |
20-40 (SE APROXIMA) |
39 – 10% |
0 –
0% |
0 – 0% |
13 – 21% |
0 – 0% |
5 – 10% |
2 20 – 12% |
1 – 6% |
40-60 (MEDIANAMENTE) |
130 – 32% |
16 – 28% |
5 – 36% |
24 – 38,3% |
12 – 39% |
15 – 30% |
52 – 30% |
6 – 35% |
60-80 (BUENA) |
193 – 48% |
36 – 62% |
9 – 64% |
25 – 40% |
15 – 48% |
19 – 37% |
81 – 47% |
8 – 47% |
80-100 (MUY BUENA) |
37 – 9% |
6 – 10% |
0 – 0% |
1 –
0,7% |
3 –
10% |
10 – 20% |
15 – 9% |
2 – 12% |
TOTALES |
405 – 100% |
58 – 100% |
14 – 100% |
63 – 100% |
31 – 100% |
51 – 100% |
171
– 100% |
17 – 100% |
Fuente:
Elaboración propia, 2023.
Estos resultados demuestran que existe déficit de habilidades necesarias
para impulsar la innovación y el conocimiento con pertinencia local, regional y
nacional. Así mismo, los docentes requieren prepararse en investigación, para
afrontar el reto de la institución de mejorar su productividad científica y
académica, y alcanzar mayores estándares de calidad.
Más específicamente y con el fin de dar respuesta a la pregunta: ¿En qué campos del conocimiento
los docentes revelan niveles de competencias investigativas adecuadas?, la mejor posición se observa en la Unidad
Académica de Administración, con un 72% de catedráticos con calificación entre
“buena” y “muy buena” y un potencial de académicos para la investigación del
28% “medianamente”. En segundo lugar, se ubica la Unidad Académica de Ciencias
Agropecuarias, con las cifras de 64% en categoría “buena”, siendo su potencial
a desarrollar de 36%. Análogamente, en cifras absolutas, sobresale el hecho de
que la Unidad Académica con más profesores a tiempo completo es la de Salud y
Bienestar (171 docentes), razón por la cual posee 96 docentes con competencias
investigativas calificadas como “buena” a “muy buena”.
Paralelamente, de la Tabla 4, se desprende el siguiente análisis: El
Coeficiente de variación (CV) es un indicador que sirve para comparar conjunto
de datos, tomando en cuenta su Media Aritmética (promedio) y su Desviación
Típica, de tal forma que el grupo que tenga menor CV, demuestra una mayor
concentración de sus datos alrededor de su Media Aritmética.
Tabla 4
Desviación típica y coeficiente de variación por
Unidad Académica
UNIDAD ACAD. |
PROMEDIO |
DESVIACIÓN TÍPICA |
COEFICIENTE DE VARIACIÓN |
ADMINISTRACIÓN |
52,42 |
16,85 |
0,32 |
CIENCIAS AGROPECUARIAS |
63,62 |
12,72 |
0,20 |
CIENCIAS SOCIALES |
68,04 |
12,04 |
0,17 |
EDUCACIÓN |
57,04 |
14,70 |
0,26 |
INGENIERÍA, INDUSTRIA Y CONSTRUCCIÓN |
58,21 |
16,81 |
0,29 |
SALUD Y BIENESTAR |
62,13 |
18,75 |
0,30 |
TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN |
65,07 |
16,32 |
0,25 |
CIFRAS GENERALES (PONDERADAS) |
61,00 |
17,00 |
|
Fuente: Elaboración
propia, 2023.
Sobre el particular, se presenta la Unidad Académica de Ciencias Sociales
con una mejor concentración que las demás unidades académicas, puesto que su CV
es el menor de todos (0,17). En efecto, el 99% de sus datos se agrupan en las
clases, “se aproxima”, “medianamente” y “buena”.
Desde otra arista del análisis, se procedió, a la luz del objetivo
general y de la pregunta científica: ¿Cuáles son las variables que definen las
competencias investigativas del profesorado universitario?, a determinar en qué medida cada variable
contribuía a la competencia total, por intermedio del análisis correlacional.
En esta senda, se trabajó con el Coeficiente de Correlación (r) y con el Coeficiente
de Determinación (r2). El primero, es un indicador que va desde
-1 a +1 y señala, por ejemplo, que si sus valores están comprendidos entre -1 y
0, la relación es inversa, es decir, de menos a más y de más a menos; entre
tanto que, si sus valores se comprenden entre 0 y +1 la relación de las
variables es directa, de más a más o de menos a menos. Mientras que el
Coeficiente de Determinación (r2) ofrece la información del porcentaje de
veces en que una variable influye sobre la otra.
A continuación, la construcción de diagramas de dispersión entre cada
variable y la competencia total, permitió verificar gráficamente la relación
(ver Gráfico I). Como ejemplo, el diagrama alusivo a la variable que resultó
ser la más importante entre el conjunto de las que componen el grupo de
competencias investigativas.
Fuente: Elaboración propia, 2023.
Gráfico II: Diagrama de dispersión: Competencia total – Competencia asociada a la
capacidad de identificar problemas y soluciones
Puede notarse
la relación entre los dos aspectos estudiados. El coeficiente de correlación entre la competencia investigativa como un todo y la variable identificación de problemas y soluciones,
es de 0,87, lo que indica una
asociación significativa entre ambas variables. Con el mismo razonamiento
previo, se encontró el coeficiente de determinación r2 que
resulta ser igual a 0,76, lo que
informa que, en 76% de las ocasiones, una mejor preparación en cuanto a
competencias asociadas a la identificación de problemas y soluciones, tiene
influencia en la competencia investigativa como un todo. En la Tabla 5,
se agrupa la información de todas las variables en cuanto al análisis
correlacional se refiere.
Tabla 5
Interpretación de los coeficientes
de determinación entre la competencia total y cada competencia en particular
VARIABLES |
COEF. CORREL. (r) |
COEF. DET. (r2) |
INTERPRETACIÓN DEL
COEFICIENTE DE DETERMINACIÓN |
TOT-AC |
0,79 (*) |
0,62 |
En 62% de las ocasiones, una
mejor preparación en cuanto a actitudes, tiene influencia en la competencia
investigativa como un todo |
TOT-CA |
0,77 (*) |
0,59 |
En 59% de las ocasiones,
una mejor preparación en cuanto a capacidad, tiene influencia en la
competencia investigativa como un todo |
TOT-IPS |
0,87 (*) |
0,76 |
En 76% de las ocasiones,
una mejor preparación en cuanto a identificación de problemas y soluciones,
tiene influencia en la competencia investigativa como un todo |
TOT-PMR |
0,77 (*) |
0,59 |
En 59% de las ocasiones, una
mejor preparación en cuanto a planificación y manejo de recursos, tiene
influencia en la competencia investigativa como un todo |
TOT-TEC |
0,66 (-) |
0,43 |
En 43% de las ocasiones,
una mejor preparación en cuanto a manejo de tecnología, tiene influencia en la
competencia investigativa total |
TOT-RPA |
0,76 (*) |
0,57 |
En 57% de las ocasiones,
una mejor preparación en cuanto a recolección y procesamiento de datos, tiene
influencia en la competencia investigativa como un todo |
TOT-DI |
0,70 (-) |
0, 49 |
En 49% de las ocasiones,
una mejor preparación en cuanto a difusión de resultados, tiene influencia en
la competencia investigativa total |
Nota: (*) Correlación significativa / (-) Correlación
moderada.
Fuente: Elaboración propia, 2023.
De manera general,
es notoria la correlación directa (de más a más) de todas las variables que
componen la competencia investigativa con la competencia total. Cabe señalar
que las variables correlacionadas significativamente con la competencia total,
son las que tienen una influencia contundente en el desempeño investigativo de
los docentes. Los resultados revelan que las competencias investigativas del
profesorado, que contribuyen a desarrollar evidencias para emprender el trabajo
científico en los diferentes campos de su desempeño son: Habilidad para
identificar problemas y soluciones; desarrollo actitudinal; capacidad
investigativa; habilidad para el manejo de recursos y la habilidad para la
recolección, procesamiento y análisis de información. Resultando menos significativas
las relacionadas con el manejo de herramientas tecnológicas y con difusión de
resultados.
Como una
forma de fundamentar los resultados descritos, se verifica que no existen
diferencias significativas entre las varianzas de los ocho grupos bajo estudio.
Sometimos entonces la información al test
ANOVA. Aplicado el test, el resultado
fue = 14,07 lo que lleva aceptar la Ho, es decir, no
existe diferencia significativa entre las varianzas de los grupos muestrales. Se concluye con esta prueba, que cualquiera de
las muestras obtenidas en las unidades académicas, con un alto nivel de
confianza, podrían estimar los resultados de la muestra total. Paralelamente,
se sometió los datos al test
estadístico de Kruskal-Wallis para diferencia de medias, con
resultados que también indujeron a la aceptación de que no existen diferencias
significativas entre las medias aritméticas de los ocho grupos bajo estudio
(Rodríguez-Santero y Gil-Flores, 2019).
Análogamente,
a fin de verificar que los coeficientes de correlación obtenidos no se debían
al azar, utilizando un nivel de significación del 98% (0.02), y la T de Student
con n-2 (57-2) grados de libertad, se establecieron las siguientes hipótesis
para cada caso:
Hipótesis nula, H0: No hay correlación, es decir, la
correlación es cero.
Hipótesis alternativa: H1: La correlación no es cero.
Al constatar, para cada caso, que los valores
encontrados no se hallaban en el intervalo: -2,390 < t < 2,390; se rechazó H0, corroborando que las correlaciones encontradas demuestran una
asociación que no se debe al azar (Chou, 1990).
En el
mismo contexto, pero con una óptica multivariante, es
preciso acotar que, tanto la selección de las variables que integran la
competencia investigativa, como el peso que tiene cada una de ellas en la
competencia total, se realizó utilizando en el grupo el Método Delphi
(López-Gómez, 2018). Lo que condujo a los siguientes intervalos de puntuación
en las variables, en una escala global de 0 a 100 y en las escalas
particulares:
a. Difusión de resultados de investigación: 0 –
10
b. Actitud: 0 – 15
c. Capacidad: 0 – 15
d. Identificación de problemas y soluciones: 0 – 30
e. Dirección de proyectos y manejo de recursos: 0 – 10
f. Manejo de recursos tecnológicos: 0 - 10
g. Procesamiento y análisis de información: 0 – 10
Como se observa, la puntuación máxima que puede obtener un docente al
responder la encuesta es de 100. Esto lleva a plantear que, la competencia
total de cada docente viene dada por la Media Aritmética de las puntuaciones en
cada variable, ponderada por la nota máxima de cada una de ellas.
Para ilustrar:
1. Se llamará Ci a las puntuaciones obtenidas en cada variable, pero
referidas a una escala global de 1 a 100 y con escalas particulares como ya se
indicó (con i variando entre 1 y 7).
2. Se llamará Pi a las ponderaciones asignadas a cada variable (con i
variando de 1 a 7), representadas dichas ponderaciones, en una escala de 0 a
100, de tal forma que la sumatoria de ellas será igual a 100.
3. Consecuencialmente, una puntuación total para cualquier docente vendrá
dada por la expresión:
Tomando como ejemplo la puntuación total a
obtener en el primer caso de la base de datos, el docente obtuvo las siguientes
calificaciones en cada competencia parcial:
a. Difusión de resultados de
investigación (C1): 59 (Ponderación = 10)
b. Actitud (C2): 70,67 (Ponderación = 15)
c. Capacidad (C3): 46,67 (Ponderación = 15)
d. Identificación de problemas y soluciones (C4): 91,67 (Ponderación =
30)
e. Dirección de proyectos y manejo de recursos (C5): 85 (Ponderación =
10)
f. Manejo de recursos tecnológicos (C6): 80 (Ponderación = 10)
g. Procesamiento y análisis de información (C7): 95 (Ponderación = 10)
Así, la puntuación total se obtendría aplicando la fórmula antes
explicada como sigue:
Para culminar este análisis multivariante, se
implementó el modelo de regresión lineal múltiple con el método de los ‘mínimos
cuadrados’ con la ayuda del software
SPSS, para poder estimar cualquier competencia total a través de posibles
puntuaciones parciales en cada variable. En este ejercicio, como es claro, la
variable dependiente es la
De cuya ecuación se infiere que cada
Ci (i = de 1 hasta 7) expresado porcentualmente informa, en cuánto se
incrementa la competencia total por cada unidad de aumento en cada una de las
variables.
Estos
hallazgos permiten dar respuesta al objetivo general del estudio y revelan que
las competencias investigativas que muestran los docentes, integradas por las
variables analizadas en sus dimensiones constitutivas, son insuficientes para
aportar al desarrollo científico de las carreras. Resultados que coinciden con
los obtenidos en otras investigaciones reportadas (Mas-Torelló,
2016; y, Clavijo, 2018), al destacar diferencias en las competencias docentes
para el diseño, desarrollo de investigaciones y su difusión con procesos
metodológicos confiables.
Por
consiguiente, los resultados revelan el enorme compromiso que tiene la
universidad ecuatoriana por impulsar el perfeccionamiento profesional de sus docentes
en investigación, a fin de proveerles de las competencias para construir
conocimiento con impacto social, promoviendo, al mismo tiempo, una cultura
investigativa sostenible en beneficio de la sociedad.
Obviamente,
es en estas categorías donde debe hacerse mayor énfasis formativo para aumentar
de manera apreciable el posicionamiento de la universidad en investigación, en
el ámbito nacional e internacional. Puesto que, como destaca González-Díaz et
al. (2022), la investigación cristalizada en la habilidad para generar
conocimiento, y materializada en publicaciones con impacto social, incrementa
la productividad científica y calidad educativa, si se dispone de escenarios
propicios para crear conocimiento y de capacidades intelectuales docentes para
generarlo.
Se hace
ineludible, por consiguiente, delimitar el perfil de competencias de los
docentes para desarrollar convenientemente las funciones sustantivas y producir
los cambios cualitativos necesarios, considerando, como sostiene Mas-Torelló (2016), sus diferentes escenarios de actuación
profesional y su aporte al conocimiento, contribuyendo así, con la construcción
de la cultura investigativa institucional, como uno de sus principales desafíos
en su acontecer permanente.
De este
modo, la universidad asumiría, como destaca Castro (2021), el compromiso de
crear espacios con mecanismos que atiendan el desafío de construir una cultura
investigativa sustentable, que estimule el crecimiento científico de cada
miembro de la comunidad universitaria. Acciones que garantizarían a los
docentes, espacios de participación en los que exista respeto por el tiempo
disponible en tareas investigativas para incrementar su productividad
científica, en la ejecución de proyectos pertinentes, acordes con las líneas de
investigación institucional y con las exigencias desafiantes del entorno.
Por ello,
con fundamento en recomendaciones de la Organización de Naciones Unidas
(UNESCO, 2009) y de investigadores como González-Díaz et al. (2022), las
instituciones universitarias necesitan ceder espacio a la incorporación de
mecanismos que den respuestas a las necesidades investigativas del entorno, y
convertirse en organizaciones inteligentes, proactivas y descentralizadas,
donde las competencias investigativas sean pieza fundamental para el logro de
sus propósitos estratégicos.
Acción
valorada como una labor que garantiza espacios de participación que ofrezcan a
los docentes las mejores condiciones y el respeto por el tiempo disponible para
insertarse en procesos investigativos y contribuir a incrementar la
productividad científica, en la ejecución de proyectos pertinentes y
productivos, acordes con las líneas de investigación institucional y con las
exigencias desafiantes del entorno.
3.1. Tiempo de dedicación del profesorado a investigación
En cuanto al tiempo de dedicación
de los docentes a la investigación, en la Tabla 6 se presentan los resultados
generales obtenidos. Como se aprecia, el exceso de trabajo, específicamente, en
el área administrativa que advierten los docentes es elevado, lo que les resta
la posibilidad de dedicarse a actividades de investigación. Resultado que
coincide con otros hallazgos (Feyen et al., 2016), al
revelar “que los docentes imparten más horas de las estipuladas, y que no
cuentan con tiempo suficiente para dedicar a la investigación” (p. 119).
Tabla
6
Distribución
del tiempo de dedicación semanal del profesorado a tiempo completo, según tipo
de actividad, derivada de datos muestrales
ACTIVIDAD |
N° DE HORAS SEMANALES |
PROMEDIO SEMANAL |
% |
DOCENCIA |
8940 |
16 |
25 |
PREPARACIÓN DE CLASES |
5786 |
10 |
16 |
CORRECCIÓN DE EXÁMENES Y TRABAJOS |
5029 |
9 |
14 |
ACTIVIDADES EXTRA CÁTEDRA |
4922 |
9 |
14 |
ACTIVIDAD DE INVESTIGACIÓN (-) |
3819 |
7 |
11 |
INVESTIGACIÓN FORMATIVA |
4212 |
8 |
12 |
OTRAS ACTIVIDADES ADMINISTRATIVAS (informes) |
3541 |
6 |
10 |
TOTALES |
36249 |
65 |
100 |
Nota: * Las
cantidades que aparecen en la columna ‘N° DE HORAS SEMANALES’, se refieren a la
totalidad de horas que dedican todos los profesores que respondieron el ítem, es decir, a la sumatoria de las
horas de todos los docentes de la muestra en cada actividad.
Fuente: Elaboración propia, 2023.
No
obstante, lo anterior, los docentes declaran que en promedio dedican 7 horas
semanales a labores de investigación, tiempo este que es notoriamente
insignificante para que esta actividad se desarrolle adecuadamente. Lo que
implica, por experiencia propia, que la actividad investigativa se va
postergando, a fin de poder cumplir con el resto de las tareas asignadas.
Situación ésta que invita a una profunda reflexión institucional, de modo que
se atienda la función de investigación como corresponde.
Dado que
estos resultados inciden en la calidad educativa, cabe preguntar ¿cuál es la
calidad que se espera?; ¿cuáles son los rasgos de la cultura investigativa que
se espera en la universidad?; puesto que, tanto la calidad como la cultura
remiten a un conjunto de elementos cognitivos, valorativos y actitudinales
compartidos por la comunidad
Conclusiones
A la luz de los análisis efectuados
a través de los diagramas de dispersión, los coeficientes de correlación y de
determinación y de las pruebas de diferencia de medias y de varianzas, una
primera inferencia realizada se relaciona con que resultó claramente
evidenciado que, de las variables integrantes de la competencia investigativa
como un todo, las que tienen una incidencia significativa en esta última son:
Habilidad para identificar problemas y soluciones; desarrollo actitudinal;
habilidad para la recolección, procesamiento y análisis de Información y manejo
de recursos.
En segundo lugar, que las
distribuciones de frecuencias obtenidas en las diferentes Unidades Académicas,
manifiestan que no existen entre ellas diferencias significativas desde el
punto de vista estadístico, inferencia ésta que se debe al hecho de que los
análisis de sus varianzas y de sus medias aritméticas así lo demostraron.
De acuerdo con la escala
utilizada, los datos informan,
globalmente, que la universidad cuenta con una estructura profesoral a tiempo
completo, que posee un nivel de competencia investigativa que va de “buena” 48%
a “muy buena” 9%, y con un 43% cuya capacidad investigativa va, desde, “no
tenerla” hasta poseerla “medianamente”. Análisis que fue reforzado con
un enfoque multivariante para determinar la competencia total de cada docente.
Estos resultados permiten inferir
que la institución en estudio cuenta con pocos docentes suficientemente
preparados en habilidades, estrategias, conocimientos y actitudes para hacer
investigación de problemas sociales relevantes, difundir resultados en revistas
de impacto y, al mismo tiempo, trasladar la experiencia investigativa a la
docencia, fortaleciendo así la integración entre
enseñanza-investigación-vinculación social. Estos hallazgos sugieren la
necesidad de diseñar programas de capacitación en investigación científica que
fortalezca el trabajo en equipo, que ayude a superar la brecha entre
competencias y productividad científica pertinente.
Un rasgo crítico que merece ser
destacado es que deben los profesores trabajar horas adicionales para
investigar. Situación que podría empeorar el escenario científico, al verse
afectada la motivación profesoral en actividades que impliquen productividad
científica. Se asoma así, como un factor obstructivo de la productividad
científica, la excesiva carga administrativa–burocrática que no tributa a la
calidad. Como consecuencia, la posibilidad de generar una cultura investigativa
resulta una quimera en las condiciones actuales.
Avizorando nuevas perspectivas, a
las universidades se les impone hoy el desafío de fortalecer la investigación e
incrementar la productividad científica, ampliando los límites del
conocimiento. Para ello, se requiere la definición de políticas y estrategias
institucionales orientadas a potenciar la planta profesoral para contar con
docentes investigadores que permitan cristalizar los nuevos desafíos que se les
imponen para generar una cultura investigativa institucional con nuevas
respuestas y soluciones que contribuyan a la transformación social.
La exigencia de fortalecer la
capacidad del docente en investigación, como su principal protagonista, para
incrementar su productividad científica es ineludible en el presente siglo,
para contar con un profesorado universitario con conciencia ética de que su
contribución en la construcción del conocimiento demanda competencias
investigativas sólidas, pertinentes
e innovadoras y sensibles hacia los cambios sociales. Para alcanzar
esta meta se requiere comprensión
de la trascendencia de la formación docente en investigación. Valorar y
apoyar su trabajo, fortalecerá la
investigación institucional en sus dos niveles, la investigación formativa y la
investigación académico-científica, según lo establece el Artículo 30 del
Reglamento de Régimen Académico.
En atención a los resultados
obtenidos, para alcanzar este importante desafío, la universidad requiere
realizar esfuerzos para forjar entre sus actores los rasgos y principales
elementos que caracterizan la cultura investigativa, entre los que destacan:
Los cognitivos, valorativos y actitudinales que movilizan la estructuración de
significados, valores y conductas que impregnan la investigación científica
institucional.
Si bien
quedan diversas preguntas por resolver, los resultados de esta experiencia de
investigación ofrecen contribuciones a la universidad para enriquecer y
transformar políticas y acciones orientadas a la formación del profesorado, al mejoramiento y fortalecimiento de sus competencias para afrontar
estratégicamente el desafío
en la construcción de la cultura investigativa. A la Universidad ecuatoriana, como organización inteligente y creativa
le corresponde el compromiso institucional de crear una cultura investigativa
sostenible, impulsando el perfeccionamiento de sus docentes en investigación,
fundada en la ética como esencia de
la
construcción colectiva del conocimiento, desde la ciencia, garantía del
desarrollo humano y social.
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*Los investigadores agradecen a la Universidad Católica de Cuenca,
Cuenca, Ecuador, por su apoyo financiero
otorgado al Proyecto de investigación: "Competencias investigativas. Caracterización en el
profesorado de la Universidad Católica de Cuenca", aprobado en la VII Convocatoria: PICVII19-32.
** PhD. en Educación.
Docente Titular en la Universidad Católica de Cuenca, sede Principal, Cuenca,
Ecuador. E-mail: mstella.serrano@ucacue.edu.ec ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8545-4949
*** PhD. en Derecho. PhD.
en Ciencias Políticas. Docente en la Universidad Católica de Cuenca, Azogues,
Ecuador. E-mail: silvio.castellanos@ucacue.edu.ec ORCID:
https://orcid.org/0000-0001-6633-6998
**** Magister
en Administración
de Tecnologías de la Información. Docente en
la Universidad
Católica de Cuenca, sede Principal, Cuenca,
Ecuador. E-mail: dandradep@ucacue.edu.ec ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0586-4038
Recibido: 2023-09-16 · Aceptado: 2023-12-03