Revista de Ciencias Sociales (RCS)

Vol. XXX, No. 1, Enero - Marzo 2024. pp. 140-153

FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431

Como citar: Ávila-Toscano, J. H., González, A., Escobar, A. D. C., y Rambal-Rivaldo, L. I. (2024). Satisfacción con la vida y atribuciones causales frente a la desocupación en jóvenes. Revista De Ciencias Sociales, XXX(1), 140-153.

 

Satisfacción con la vida y atribuciones causales frente a la desocupación en jóvenes

 

Ávila-Toscano, José Hernando*

González Mendoza, Angie**

Escobar López, Arlidis del Carmen***

Rambal-Rivaldo, Laura Isabel****

 

Resumen

 

La desocupación en población juvenil es un alarmante problema social en las Américas. Su estudio se ha enfocado en factores económicos y demográficos, pero demanda analizar las valoraciones cognitivas que este grupo tiene sobre su situación, así como el impacto en su satisfacción vital. El objetivo de este estudio fue determinar si las atribuciones causales sobre la desocupación de jóvenes que ni estudian ni trabajan se relacionan con sus niveles de satisfacción con la vida. Mediante diseño relacional simple, fueron evaluados 295 jóvenes colombianos, analizando los datos con conglomerados de K medias y t de Student. Dos tipos de jóvenes que ni estudian ni trabajan fueron identificados: Individualistas de larga duración con atribución a causas personales y fatalistas-externalizantes de corta duración, cuya atribución causal se enfoca en factores externos. Los niveles de satisfacción vital fueron bajos; sin embargo, el grupo externalizante se mostró más satisfecho. Se concluye que la desocupación juvenil afecta el grado de satisfacción con la propia vida, especialmente cuando los jóvenes imputan a sus limitaciones personales los motivos de su realidad de paro.

 

Palabras clave: Desocupación; satisfacción con la vida; atribución causal; fatalismo; jóvenes que ni estudian ni trabajan.

 

 

Satisfaction with life and causal attributions regarding unemployment in young people

 

Abstract

 

Unemployment in the youth population is an alarming social problem in the Americas. Their study has focused on economic and demographic factors, but requires analyzing the cognitive evaluations that this group has about their situation, as well as the impact on their life satisfaction. The objective of this study was to determine whether the causal attributions about the unemployment of young people who neither study nor work are related to their levels of satisfaction with life. Using a simple relational design, 295 young Colombians were evaluated, analyzing the data with K means and Student's t clusters. Two types of young people who neither study nor work were identified: long-term individualists with attribution to personal causes and short-term fatalistic-externalizing, whose causal attribution focuses on external factors. Life satisfaction levels were low; However, the externalizing group was more satisfied. It is concluded that youth unemployment affects the degree of satisfaction with one's life, especially when young people attribute the reasons for their unemployment to their personal limitations.

 

Keywords: Unemployment; satisfaction with life; causal attribution; fatalism; young people who neither study nor work.

 

 

Introducción

El concepto de juventud se debe abarcar desde varias perspectivas, pues, tradicionalmente se asocia con la edad, pero en realidad se trata de una etapa con complejas tareas de carácter biológico, psicológico y social. Se le puede definir como un periodo de descubrimiento y crecimiento subjetivo cuyo fin es la construcción de la propia personalidad, la cual se establece mediante la exploración y desarrollo de las capacidades de cada individuo y en consideración de las herramientas suministradas por el entorno que lo rodea (Urcola, 2003).

Siempre ha resultado complejo definir las edades del ser humano con términos concluyentes para delimitar las etapas del ciclo vital, y en el caso de la juventud se trata de un periodo particular por las implicaciones psicosociales que le confieren interpretaciones múltiples acerca de lo que es y lo que significa ser joven. La delimitación de la juventud de acuerdo con la edad varía en función del contexto cultural y político, la Organización Internacional de Trabajo (International Labour Organisation [ILO], 2020) sitúa a la población joven activa entre los 15 y 24 años; mientras que en países como México el rango oscila entre 12 y 29 años, en Uruguay va de 14 a 25 años (Navarret, Padrón y Silva, 2017), en Brasil de 15 a 29 (Kiss, Fotheringhame y Quinlan-Davidson, 2022), y en Colombia de 14 a 28 (Ley 1622 de 2013).

De hecho, en la actualidad se habla de juventudes debido a los diferentes grupos conformados de acuerdo con los intereses particulares de las personas, partiendo de diferencias puntuales que involucran la cultura, la sociedad y la economía. De la Torre y Baquerin (2017), señalan que la noción de juventudes se da en función de las múltiples lecturas sobre este periodo, el cual tiene acepciones sociodemográficas desde un marco de edades con compromisos y propiedades legales, pero también se puede asumir desde una postura generacional, como una etapa vital o como una construcción social que contempla la identidad juvenil, la conformación como unidad social y el cumplimiento de tareas o trayectorias sociales que introducen al joven en las prácticas de ocio o en la asunción de responsabilidades.

La juventud es un momento en el cual las personas afrontan un sinnúmero de situaciones que constituyen oportunidades o riesgos en función de sus condiciones de vida (Brunet y Pizzi, 2013), lo cual incluso delimita diferencialmente el nivel de madurez que puedan alcanzar (Alpízar y Bernal, 2003). Muchos jóvenes son considerados como una población en riesgo debido a su exposición a factores que les exponen a problemas sociales complejos que incluyen la falta de oportunidades educativas y laborales (Alpízar y Bernal, 2013). Al respecto, García et al. (2018) sostienen que es una etapa donde el individuo potencializa y manifiesta sus competencias y habilidades para insertarse en el mercado laboral y en muchas ocasiones no lo consigue.

Un claro ejemplo es la conformación de la población NINI, aquel conjunto de jóvenes que ni estudian, ni trabajan, y que afrontan graves riesgos de exclusión social expuestos a situaciones como deserción escolar, embarazos a temprana edad, falta de recursos en el hogar, influencias negativas de sus amistades, toma de decisiones incorrectas, mayor dedicación a labores domésticas, incursión en empleos informales, falta de apoyo por parte de la familia y actividades de ocio (Ochoa, Silva y Sarmiento, 2015). Por consiguiente, el objetivo de este estudio fue determinar si las atribuciones causales sobre la desocupación de jóvenes que ni estudian ni trabajan (NINI) se relacionan con sus niveles de satisfacción con la vida.

 

1. Fundamentación teórica

1.1. Juventud y desocupación: Los NINI

Las problemáticas sociales y económicas impactan sensiblemente a los jóvenes, conduciendo a que muchos se vean excluidos del escenario educativo y laboral (Águila et al., 2015; Velásquez et al., 2022; Mejía, 2022), a estos jóvenes se les ha conocido como los NINI, en referencia a personas que ni estudian, ni trabajan (Bermúdez-Lobera, 2014). El término originario es el acrónimo anglo NEET (Not in Education, Employment or Training), introducido en 1999 en el informe del gobierno del Reino Unido Bridgend the Gap” (Cerrando la brecha) (Caroleo et al., 2020).

Son múltiples los estudios que se han interesado en el problema psicosocial y económico que representa la población NINI, los cuales enfatizan en el papel que cumplen factores de diversa índole como la pobreza, edad, desigualdad, renta familiar, la etnia y el género, como elementos relacionados o incluso detonantes de este fenómeno. A partir de la lectura de dichos factores se ha concluido que ser NINI se liga con las desigualdades del contexto y representa un claro riesgo de exclusión social (Serracant, 2014), problema que se agudiza con el crecimiento de esta población.

El panorama internacional demuestra elevadas cifras de jóvenes en esta situación. En Reino Unido, entre 2002 y 2021, el porcentaje de NINI ha oscilado entre 16,9% y 10,4% (Powell, 2018). En las Américas, el informe del Banco de Desarrollo de América Latina, elaborado por Tornarolli (2016), señala que para 2014 los países con mayor porcentaje de NINI fueron Nicaragua (25%), El Salvador (26,4%), Honduras (26,8%) y Guatemala (27,7%). En el caso de Chile, la Octava Encuesta de la Juventud indicó que para 2015 el porcentaje de NINI en esa nación era de 42,2%, siendo principalmente mujeres y de zona urbana.

Esta ubicación es lo más llamativo por cuanto en Latinoamérica se trata de un problema más acentuado en el escenario rural (Cavieres, Ponce y Gómez, 2020). Finalmente, en Brasil, las cifras de NINI son mucho más elevadas en los Estados que presentan mayor desigualdad y elevados niveles de criminalidad (Kiss et al., 2022).

Vale mencionar que en la etiqueta de NINI se acoge con frecuencia a personas adultas (Assusa, 2019), pues como ya se dijo, la delimitación de la juventud abarca un rango amplio de edades. Así mismo, no todo joven en condición de desempleo tiene el mismo nivel de riesgo (Assusa, 2020). Por ejemplo, en el informe realizado por Gontero y Weller (2015) para la Comisión Europea para América Latina y el Caribe (CEPAL), los jóvenes desempleados de Latinoamérica se pueden clasificar en dos grupos, quienes son desempleados calificados que esperan oportunidades productivas, y quienes son desempleados no calificados, los cuales son precisamente, el principal grupo de riesgo.

La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (European Foundation for the Improvement of Living and Working Conditions [Eurofound]), en un informe en 2012, diferenció cinco tipos de NINI:

1) Quienes son desempleados habituales (conventionally unemployed), siendo un grupo numeroso de desempleados de corta y de larga duración (Eurofound, 2012; 2016).

2) Quienes no están disponibles (unavailable), entre los que se encuentran jóvenes dedicados al hogar o la familia y otros con enfermedades o discapacidades.

3) Quienes están desvinculados (disengaged), es decir, asumen la situación de desocupación por voluntad propia. Esta es una categoría problemática, pues integra jóvenes con desánimo por el trabajo y otros que asumen estilos de vida peligrosos.

4) Quienes buscan oportunidades (opportunity seeker) de trabajo o de formación.

5) Quienes son NINI voluntarios (voluntary NEET), pues optan por llevar estilos de vida constructivos enfocados en el arte, la música o el aprendizaje autodidacta (Eurofound, 2012; 2016).

De acuerdo con Stea et al. (2019), esta categorización demuestra que se trata de una población diversa, en la cual se encuentran jóvenes vulnerables y quienes no lo son, así como individuos que pueden tener diferente nivel de control sobre la situación que viven.

 

1.2. Satisfacción con la vida y atribuciones causales frente a la desocupación

La ocupación es una tarea importante para la juventud, bien sea mediante el empleo, la educación o la formación para el trabajo, pues inserta al joven en una sociedad productiva, manteniéndole en dinámicas que le apartan de factores de riesgo (Helliwell y Huang, 2011). Por el contrario, quienes engrosan las cifras de desocupación se exponen a problemas complejos de depresión, preocupación excesiva, somatización, disminución de autoestima (Estramiana et al., 2012; Zamorano et al., 2021; Veldman et al., 2022), y otras series de situaciones que reducen su satisfacción con la vida.

Como se aprecia, los efectos de estar parados (sin empleo) o sin ocupación (incluida falta de estudios) tiene una implicación importante para la vida de las personas. Buena parte de la literatura ha enfocado los análisis sobre esta perspectiva; sin embargo, una línea de estudio llamativa se ha enfocado en entender cómo se vive la desocupación considerando las atribuciones causales hacia ella de quienes experimentan esta situación (Moyano-Díaz et al., 2013).

Uno de los autores precedentes en el estudio de atribuciones causales es el psicólogo británico Adrian Furnham, quien desarrolló a inicios de la década de 1980 diversos estudios enfocados en las explicaciones de las personas para dar cuenta de la desocupación. De acuerdo con el autor, son distinguibles tres tipos de atribuciones: a) Individualista, a partir de las cuales se atribuye la responsabilidad de la desocupación sobre la misma persona; b) Social, desde las que se sugiere que los factores sociales y estructurales (políticos y económicos) son los causantes de la situación; y, 3) Fatalista, por las que se asume que el azar, el destino o factores incontrolables son las principales causas para la pérdida de vinculación laboral (Furnham, 1982a; 1982b).

Posteriormente, Furnham y Hesketh (1989) evaluaron las atribuciones causales de ciudadanos de Gran Bretaña y Nueva Zelanda hacia la situación laboral, e identificaron algunas diferencias al observar que en el primer contexto nacional los ciudadanos otorgaban mayor peso a atribuciones sociales; mientras que los neozelandeses mostraban un enfoque más individualista. Los autores también señalan que muchas personas encuentran excusas al escaso esfuerzo personal y a su incapacidad para hallar empleo, en cambio, atribuyen el fracaso de los demás a la falta de habilidad. 

Estas atribuciones causales parecen cumplir un papel importante en relación con la experiencia subjetiva de malestar que se ha descrito previamente como consecuencia del desempleo o la desocupación, especialmente cuando están implicadas atribuciones internas o personales.

En un estudio realizado con una muestra de personas vietnamitas desempleadas se observó que cuando atribuyen esta experiencia negativa a características internas (propias de sí mismos), tienden a presentar un índice mayor de respuestas emocionales negativas (Nguyen, Gow y Hicks, 2007). Más recientemente, Bendassolli, Guedes y Coelho-Lima (2015), aplicaron el modelo atribucional de Furnham a una muestra de ciudadanos de Brasil, entre quienes identificaron que el principal tipo de atribuciones explicativas corresponde a aquellas que se enfocan en el componente social.

Otros estudios han documentado el papel que tiene la desocupación (fundamentalmente por falta de empleo) y los estilos atribucionales, con el nivel de satisfacción vital, esto en función de que el estar cesante o parado aumenta la insatisfacción y produce infelicidad (Ahn, García y Jimeno, 2009).

La satisfacción con la vida pertenece al componente cognitivo del bienestar subjetivo (Chavarría y Barra, 2014), e implica la manera cómo los individuos evalúan su propia vida, tanto en los aspectos positivos como en los negativos, integrando elementos tangibles y subjetivos que son ponderados, para finalmente ofrecer un juicio valorativo en relación con el nivel personal de satisfacción. Esto implica que la forma como el ser humano asume los retos que experimenta y las situaciones adversas incide sobre el nivel de bienestar psicológico y, por ende, sobre su satisfacción vital (Moreta, Gabior y Barrera, 2017).

En un estudio realizado con ciudadanos chilenos, se observó que los individuos desempleados presentaban una reducción de su nivel de satisfacción vital comparativamente con quienes sí tenían ocupación; además, entre ambos grupos hubo diferencias en las atribuciones dadas a su situación, pues los desempleados ofrecían un estilo atribucional basado en causalidades externas sobre la idea de situaciones inestables y de bajo control para el individuo; mientras que en los empleados la idea del desempleo contaba con mayor nivel de locus de control interno (Moyano-Díaz et al., 2013).

Por su parte, Blinova y Vial’shina (2017) evaluaron una muestra de jóvenes rusos de zonas urbanas y rurales, identificando dos grupos de NINI, quienes buscan empleo y quienes no desean trabajar, entre los cuales existen actitudes, motivaciones e incentivos diferentes en relación con la necesidad y la intención de buscar ocupación. El primer grupo de jóvenes suele vivir con sus padres y recibe su ayuda económica total o parcial, mientras “esperan una buena oportunidad laboral”, opuestamente, los buscadores de empleo son jóvenes angustiados por la necesidad de trabajar. En este estudio se observó que solo 11,2% de los NINI urbanos buscadores de empleo y 23,3% de los que no desean trabajar, expresan estar satisfechos con su situación; en cambio, en la zona rural los porcentajes son de 24 y 49,7% respectivamente.

Al parecer, esta notable diferencia se debe a que en el contexto rural encuentran en la agricultura un medio permanente de subsistencia que garantiza el consumo personal, lo que reduce en los jóvenes rurales la ansiedad por la situación económica (Blinova y Vial’shina, 2017). En general, los NINI urbanos y rurales que no desean trabajar muestran mayor satisfacción que quienes buscan empleo en ambos contextos.

Aun con la evidencia existente, los estudios sobre satisfacción vital en NINI siguen siendo necesarios, en especial si se les aúna el papel de las justificaciones o atribuciones dadas a la desocupación, escenario de análisis de mucho desarrollo frente al desempleo, pero de menor avance en relación con los NINI, que, como se ha visto, también incluye a jóvenes desocupados por voluntad propia.

 

1.3. Contexto del presente estudio

El fenómeno de los NINI es un problema social de mucha relevancia en territorio colombiano que se refleja en cifras de gran notoriedad. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE, 2020a), se estimó que el segmento de la población colombiana entre 14 y 28 años ascendía a 12.672.168 jóvenes (25% de la población total), de los cuales alrededor del 30% se encontraba en el grupo de NINI. Estos jóvenes no aportan al desarrollo económico del país por no estar incluidos en el sector productivo y tampoco se están formando para el desarrollo de sus habilidades y competencias, lo cual conduce al deterioro de la calidad de vida producto del aumento de la pobreza, la promoción de la delincuencia y la violencia como formas de subsistencia (Sánchez, 2021).

De acuerdo con la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) (DANE, 2020b), el promedio nacional de NINI es elevado comparativamente con el resto de Latinoamérica, donde el porcentaje de NINI está alrededor del 20%. Adicionalmente, 14,4% de estos jóvenes no buscan empleo, y en el caso de ciudades como Bogotá, Medellín, Tunja, Cesar, Caquetá y Chocó el porcentaje de NINI es superior al 30%. A esto se suma que el Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana (LEE, 2022), ha señalado que la pandemia generada por COVID-19 agravó el registro de NINI a lo largo de todo el territorio nacional.

Algunos estudios han distinguido en Colombia, NINI que desarrollan trabajo doméstico, los que cumplen tareas sin remuneración y los que realizan actividades personales o de ocio (Ochoa et al., 2015). También se ha indicado que en este último grupo el tiempo dedicado al ocio afecta su participación e integración social (Dueñas, Iglesias y Llorente, 2011), incluso son quienes en mayor medida se relacionan con conductas disfuncionales.

En particular, el estudio presentado en este artículo ha sido planteado con la intención de enfocar el análisis sobre la realidad de esta población dentro de un escenario como el que presenta la ciudad de Barranquilla, principal ciudad del Caribe colombiano y cuarta economía del país, donde los reportes muestran que entre diciembre de 2020 y febrero de 2021 el porcentaje de NINI alcanzaba la cifra de 30,8%, con una notoria brecha de género al registrarse un porcentaje de desocupación de 17,39% entre los hombres y de 38,14% entre las mujeres en el mismo periodo (Amaya, 2021). Otras cifras han mostrado que la tasa de NINI entre 2008 y 2021 ascendió al 23,7% frente al 21,6% del orden nacional (LEE, 2022), ubicándola como la tercera ciudad del país con mayor crecimiento en cifras de NINI en el periodo descrito.

Desafortunadamente, el estudio de esta población no suele superar la caracterización económica, por lo cual es importante analizar el papel atributivo y sus implicaciones en la satisfacción vital. La investigación que aquí se presenta constituye un aporte relevante a este campo y frente a la reducida información puntual sobre este grupo poblacional en relación con las variables descritas. Atendiendo a esta necesidad, este estudio se trazó como objetivo determinar si las atribuciones causales sobre la desocupación de jóvenes NINI se relacionan con sus niveles de satisfacción con la vida.

Para ello, se ha planteado formular un análisis tipológico que permita diferenciar diversos tipos de NINI en función de las atribuciones que ofrecen a la situación de desocupación; así como evaluar la satisfacción vital de los participantes, realizando una comparación entre los grupos que integran la tipología de NINI generada, lo cual permite una revisión de la forma en que las atribuciones que dan origen a subconjuntos de NINI inciden en el grado de satisfacción con la vida que estos jóvenes experimentan.  

 

2. Metodología

En este estudio se asumió como jóvenes a las personas con edades comprendidas entre 14 y 28 años, ajustándose esta delimitación a la perspectiva jurídica en Colombia establecida en la Ley 1622 de 2013. Sin embargo, para efectos de la selección de la muestra se optó por incluir a personas con mayoría de edad (18 años) cumplida.

Mediante un estudio relacional de corte transversal (Ato, López y Benavente, 2013), se evaluó una muestra accidental de 295 participantes residentes en la ciudad de Barranquilla (Colombia), divididos en 140 hombres (47,5%) y 155 mujeres (52,5%), con edades entre 18 y 28 años (M = 23.69 años; DT = 3.62), y un promedio de tiempo desocupados de 11.6 meses. Además, 186 individuos reportaron ser solteros (63,1%), y 109 sostenían una relación conyugal (36,9%). La media de edad de los hombres fue de 23.97 años (DT = 3.63), y el tiempo promedio de desocupación fue de 9 meses; mientras que la edad media en las mujeres fue de 23.45 (DT = 3.60) y el tiempo medio de desocupación fue mayor con 13.46 meses.

La medición de las variables se cumplió a través de la aplicación de diferentes instrumentos. Inicialmente, se aplicó una Ficha demográfica con el fin de registrar información como edad, género y tiempo de desocupación de los participantes. También se aplicó el Cuestionario de atribuciones sobre el desempleo (Furnham y Hesketh, 1989), que consta de 20 afirmaciones organizadas en escala tipo Likert de siete puntos (1 = nada importante; 7 = muy importante), que miden tres factores denominados causas individualistas, sociales y fatalistas, y cuya medida de puntuaciones de consistencia interna global fue muy buena (α = 0.863, ω = 0.866).

La consigna del instrumento consiste en preguntar a los evaluados qué tan importante consideran que es cada una de las razones dadas para justificar el por qué algunas personas están desempleadas o desocupadas. Las Causas Individualistas (8 ítems, α = 0.825, ω = 0.834), se refieren a factores de naturaleza personal a través de los cuales las personas asignan la responsabilidad de la desocupación a su falta de habilidades o talentos (p. e.: “La falta de esfuerzo y la pereza de las personas desempleadas o desocupadas”).

Las Causas Sociales (8 ítems, α = 0.802, ω = 0.805), en cambio, se refieren a un locus externo mediante el cual las personas asignan la responsabilidad de la desocupación a eventos sociales, políticos o económicos (p. e.: “Las políticas y estrategias del gobierno actual”). Por último, las Causas Fatalistas (4 ítems, α = 0.524, ω = 0.596) asumen que la razón del desempleo recae sobre eventos que escapan al control del individuo (p. e.: “Simplemente es mala suerte”).

La satisfacción vital fue evaluada con Satisfaction With Life Scale (SWLS) desarrollada por Diener et al. (1985). Es un cuestionario de amplio uso internacional por su brevedad y simplicidad, compuesto por cinco ítems de escala tipo Likert de siete puntos (1= totalmente en desacuerdo, 7= totalmente de acuerdo) de respuesta directa (p. e. “En muchos aspectos, mi vida se acerca a mi ideal”), los cuales ofrecen un resultado unidimensional. Mayor puntaje es indicador de una satisfacción más alta con la vida. El resultado de consistencia interna en el estudio fue aceptable (α= 0.735, ω = 0.733).

La selección de la muestra se realizó por vía Web mediante la distribución de un formulario en línea que contenía el consentimiento informado, la descripción del objetivo y los instrumentos dispuestos para la recolección de la información. Dado que la población de estudio no es fácil de identificar, se procedió a emplear una estrategia de bola de nieve para lograr la selección de la muestra, procedimiento que se cumplió en un lapso de cuatro meses. Todos los participantes ofrecieron su consentimiento informado y diligenciaron en línea el instrumento entre febrero y mayo de 2022.

El análisis de los datos se cumplió con el programa SPSS v. 23, aplicando análisis de conglomerados jerárquicos de K media para la identificación de tipologías de jóvenes NINI, empleando el tiempo de desocupación y las atribuciones causales; y posteriormente, se aplicó la t de Student para muestras independientes con el fin de comparar los niveles de satisfacción vital entre los tipos de NINI identificados con el procedimiento de conglomerados. El análisis del tamaño del efecto se cumplió con la d de Cohen (0.20 = pequeño, 0.50 = mediano, 0.80 = grande) a través del programa G*Power 3.1.9.7. 

 

3. Resultados y discusión

En la Tabla 1, se presentan los datos descriptivos de las variables de estudio, en ella se observa que la media de las atribuciones sobre la desocupación indica una tendencia moderada a asignar causas individualistas y fatalistas; mientras que las atribuciones sociales son las más frecuentes, entre tanto, los niveles de satisfacción vital son bajos.

Tabla 1

Datos descriptivos [IC 95%] y prueba de distribución normal de las variables analizadas

Variables

Rango posible

M

DT

Z a

p

Atribuciones individualistas

8-56

25.96 [24.85, 27.02]

10.28 [9.24, 11.0]

1.226

0.08

Atribuciones sociales

8-56

32.90 [31.72, 34.14]

10.03 [9.27, 10.79]

1.475

0.09

Atribuciones fatalistas

4-28

14.48 [13.93, 15.04]

4.73 [4.28, 4.91]

0.975

0.29

Satisfacción vital

5-35

19.10 [19.49, 19.80]

5.86 [5.41, 6.30]

2.723

0.11

Nota: a Prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov.

 

Fuente: Elaboración propia, 2023.

Se probó cuáles de estas variables eran significativas para definir una tipología de jóvenes NINI, incluyendo también las variables demográficas edad y tiempo de desocupación. Se produjeron varios modelos clasificatorios con diferente número de grupos (entre 3 y 4), pero la reiteración de modelos descartó el papel de la edad por su baja significancia, así como tipologías de cuatro o tres categorías, dado que no se lograba una distribución racional de los participantes. Finalmente, se identificó un modelo tipológico compuesto por las tres atribuciones causales de la desocupación y por el tiempo de parada ocupacional, es decir, el tiempo (en meses) que los participantes llevan en situación de desempleo y falta de estudio. El resumen del análisis se aprecia en la Tabla 2.

Tabla 2

Análisis de conglomerados de K media para definir tipología de jóvenes NINI

 

ANOVA

Variables incluidas en el modelo

SM

RMS

F[gl=1-293]

p

Tiempo de desocupación (meses)

5199.7

117.10

44.40

0.001**

Atribuciones individualistas

15421.7

53.52

288.12

0.001**

Atribuciones sociales

8741.3

71.23

122.71

0.001**

Atribuciones fatalistas

1002.2

19.02

52.66

0.001**

Nota: SM = media cuadrática, RSM = error de la media cuadrática, gl = grados de libertad, **p < 0.01.

 

Fuente: Elaboración propia, 2023.

El modelo resultante identificó dos tipos de individuos, el primero, conformado por 164 participantes, en su mayoría mujeres, con un total de 91 frente a 73 hombres. Este grupo se denomina “NINI individualistas de larga duración”, promedian más de 15 meses desocupados y atribuyen esta situación a razones de tipo personal (t = -16.442, p = 0.006 < 0.01, d = 1.9). El segundo grupo lo constituyen 131 participantes y es más equilibrado en cuanto al género al contar con 67 hombres y 64 mujeres; se denomina “NINI de corta duración fatalistas-externalizantes”, presentando un promedio de desocupación de seis meses, y suelen ofrecer atribuciones a su situación enfocadas en causas de naturaleza social (t = -11.078, p = 0.001 < 0.01, d = 1.3), o por factores incontrolables e imprevisibles (t = -7.257, p = 0.001 < 0.01, d = 0.86), de ahí la denominación de fatalistas-externalizantes.

Finalmente, se comparó el nivel de satisfacción vital entre los dos grupos de jóvenes NINI, en este caso se aplicó la prueba t de Student para muestras independientes que mostró resultados estadísticamente significativos (t = -3.055, p = 0.002 < 0.01, d = 0.35) con un mayor nivel de satisfacción vital entre los NINI de corta duración fatalistas-externalizantes (M = 20.25, DT = 6.03) frente a quienes son NINI individualistas de larga duración (M = 18.18, DT = 5.5).

 

3.1. Atribuciones causales sobre la desocupación de jóvenes que ni estudian ni trabajan y sus niveles de satisfacción con la vida: Discusión

Los resultados encontrados en este estudio señalan que es factible elaborar una diferenciación tipológica de jóvenes que ni estudian, ni trabajan según las atribuciones a las cuales recurren para dar explicación a su situación de parada o desocupación, y que entre los tipos de NINI identificados varía significativamente los niveles de satisfacción con la vida.

Dos grupos de individuos fueron identificados en función de sus atribuciones y del tiempo de parada que llevaban al momento del estudio. Un grupo de participantes asume que la desocupación experimentada obedece a causas relacionadas con su propia persona, es decir, con sus actitudes y conductas; en cambio, el segundo grupo tiende a enfocarse en situaciones o factores externos a partir de los cuales se desligan de responsabilidad asignándola a eventos sociales, económicos y hasta al propio Estado.

En la literatura se encuentran diversos resultados de estudios que han planteado tipologías o clasificaciones de los NINI con el objetivo de diferenciar la realidad de esta. Esta evidencia previa los clasifica (entre otras propuestas) en desempleados convencionales, buscadores de empleo, y los que ni estudian ni trabajan y tampoco tienen deseo de hacerlo, esta inactividad afecta a los individuos debido a que los vuelve improductivos y poco calificados, favoreciendo los índices de pobreza y desigualdad.

Pero justamente, estas apuestas han estado centradas en la diferenciación de aspectos propios de la demografía de estos jóvenes, junto con su declaración de intenciones de salir o no de su situación de desocupación, es decir, si asumen el estar desocupados por voluntad propia o como consecuencia de situaciones diversas (discapacidad, atención de hijos, entre otros) (Eurofound, 2012; 2016; Stea et al., 2019). Sin embargo, el aporte del estudio aquí presentado radica en que la tipología propuesta aborda otros elementos, en este caso enfocados en el tiempo de desocupación y en el análisis de variables cognitivas como las atribuciones causales, lo que ayuda a proponer clasificaciones alternativas que pueden facilitar la comprensión de los motivos que subyacen a la falta de ocupación en los jóvenes estudiados.

Los resultados obtenidos sugieren posiciones divididas sobre la asignación causal de la desocupación, estudios previos han demarcado que las personas evaluadas suelen ofrecer atribuciones mayormente enfocadas en causas de naturaleza social, como sucede con el estudio realizado con ciudadanos brasileros por Bendassolli et al. (2015), o el ejecutado por Moyano-Díaz et al. (2013) con población chilena. Estos autores recalcan que los NINI se enfocan en factores externos, desligándose de la responsabilidad de la situación; en cambio, los resultados obtenidos en este estudio, al enfocarse en describir tipologías, ha permitido identificar las dos consabidas agrupaciones.

Este no es un resultado menor en consideración de que estos grupos implican diferencias en relación con las demás variables estudiadas. Es de resaltar que la experiencia de satisfacción con la vida resulta diferente entre los dos grupos de NINI, al parecer, la atribución externalizante, es decir, la asignación de responsabilidad de la desocupación a factores sociales e ideas fatalistas, favorece a que estos individuos sientan mayor satisfacción vital a pesar de la desocupación.

En cambio, los NINI que individualizan la atribución causal y que llevan largo tiempo de para, son quienes experimentan mayor detrimento de sus niveles de satisfacción con la vida. En este sentido, el tipo de atribución causal parece ser clave en la manera cómo las personas viven y asumen el estar desocupados, notándose que la personalización de las causas afecta significativamente la satisfacción con la vida.

Estos hallazgos sirven de complemento a los resultados previos de la literatura, donde se han reportado diferencias atribucionales en función de la ubicación (urbana o rural) de los NINI, o cuando se compara a estos jóvenes con individuos empleados (Moyano-Díaz et al., 2013); sin embargo, es menester ampliar el margen analítico incluyendo nuevas variables y procurando trabajar con muestras que permitan una clara extrapolación al resto de la población.

En los estudios sobre NINI no se ha abordado (o se ha hecho muy poco) el análisis de justificaciones o atribuciones causales de esta población sobre su situación de desocupación, lo cual es importante para comprender factores de diversa naturaleza que los conlleva a pertenecer al conjunto de sujetos inactivos. Este fenómeno requiere mayores estudios para que rigurosamente se identifique las causales del fenómeno desde el propio protagonista, de manera que ello ayude a plantear planes de acción que permitan reducir los factores de riesgo que ocasionan el grado de inactividad.

Sigue siendo necesario el trabajo articulado entre sociedad y Estado para el desarrollo de políticas claras y eficientes destinadas a reducir el número de jóvenes en situación de NINI, como lo muestra la literatura (Eurofound, 2012; 2016) y los resultados de este estudio; esas políticas deben estar diferenciadas, teniendo en cuenta las características y necesidades heterogéneas de los distintos tipos de jóvenes, así como las formas diferenciales de análisis e interpretación de su realidad.

Por último, es importante precisar algunas limitaciones en los alcances de los resultados del estudio, partiendo del tamaño y tipo de muestra, además de las limitantes propias de los trabajos basados en autorreporte. Del mismo modo, las causas identificadas no se pueden generalizar para toda la población, se debe tener en cuenta que existen patrones externos en cada región que funcionan como barreras para que los jóvenes no estudien y no trabajen, por lo cual el estudio de la atribución causal no agota la discusión sobre los factores que inciden en la situación de desocupación, de ahí la relevancia de valorar otras variables particulares que, desde la perspectiva del joven, explican y sostienen su desocupación.

 

Conclusiones

Las formas atribucionales de los jóvenes sobre su situación de parada son elementos cognitivos implicados en la manera cómo asumen su experiencia de desocupación. Resulta plausible distinguir diferentes tipos de NINI a partir de sus atribuciones sobre la desocupación, lo que además permite construir tipologías más complejas que superan la naturaleza descriptiva de las comúnmente halladas en la literatura al centrarse en variables demográficas y económicas.

La situación de NINI incide en la forma cómo los jóvenes ponderan el grado de satisfacción con sus propias vidas, y esa relación se articula por la naturaleza de las atribuciones dadas a la desocupación. Cuando las personas asignan sobre sí mismas la responsabilidad de esta situación, desembocan en una visión negativa de la propia vida, lo que les hace especialmente vulnerables.

Reconocer la realidad de estos jóvenes, definiendo su concepción acerca de la situación experimentada y la forma cómo afecta su satisfacción vital, constituye un insumo útil para el desarrollo de estrategias de intervención que ayuden a generar agencia personal de mejoramiento, así como proponer políticas que atiendan esta realidad contemplando no únicamente salidas enfocadas en generar inserción ocupacional, sino que reconozcan en qué medida el rol de los jóvenes alimenta el problema de fondo.

 

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* Doctor en Ciencias Humanas y Sociales. Docente Investigador en la Corporación Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO), Bogotá, Colombia. E-mail: jose.avila.to@uniminuto.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2913-1528

 

** Psicóloga. Investigadora en la Corporación Universitaria Reformada, Barranquilla, Colombia. Grupo de Investigación PSICUS (Psicología, Cultura y Sociedad). E-mail: angiem.gonzalez@unireformada.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4054-3926

 

*** Psicóloga. Investigadora en la Corporación Universitaria Reformada, Barranquilla, Colombia. Grupo de Investigación PSICUS (Psicología, Cultura y Sociedad). E-mail: arlidis.escobar@unireformada.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5990-1968

 

**** Magíster en Métodos de Investigación Social. Investigadora en la Corporación Universitaria Reformada, Barranquilla, Colombia. Grupo de Investigación PSICUS (Psicología, Cultura y Sociedad). E-mail: laura.rambal@unireformada.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3928-6419

 

Recibido: 2023-09-14                · Aceptado: 2023-12-02