Revista de Ciencias Sociales (RCS)

Vol. XXX, No. 1, Enero - Marzo 2024. pp. 111-121

FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431

Como citar: Valdez, A., Lozoya, J., Ortiz, K. H., y Mora, C. O. (2024). Partidos políticos, democracia y campañas electorales resilientes. Revista De Ciencias Sociales, XXX(1), 111-121.

 

Partidos políticos, democracia y campañas electorales resilientes

 

Valdez Zepeda, Andrés*

Lozoya Arandia, Jorge**

Ortiz Palafox, Karla Haydee***

Mora Pérez, Cesar Omar****

 

Resumen

 

Los procesos electorales, a través de los años han sufrido cambios en sus procesos en cuanto a la democracia. Por esto, han debido adaptarse a nuevos estilos de democratización. En este artículo, se describe y analiza la relación existente entre democracia y resiliencia. Se conceptualiza, caracteriza y tipifica el proceso de resiliencia que, muchas veces, experimentan los partidos políticos, después de haber perdido las elecciones constitucionales. Se describen tres casos de partidos políticos resilientes: El Partido Revolucionario Institucional de México, 2012; el Partido Demócrata de los Estados Unidos de Norteamérica, 2020; y, el Partido de los Trabajadores de Brasil, 2022; utilizando para ello una metodología enmarcada en el paradigma interpretativo con enfoque cualitativo y método hermenéutico. A manera de conclusión, se señala que la democracia es un sistema político de resiliencia, puesto que ésta posibilita la alternancia en el poder, lo que permite que los perdedores de las elecciones siempre tengan la posibilidad de sobreponerse a la adversidad, reinventarse y reorganizarse para fortalecerse y volver de nuevo a ganar el voto mayoritario de los ciudadanos.

 

Palabras clave: Partidos políticos; campañas electorales; democracia; resiliencia; sistema político. 

 

 

Political parties, democracy and resilient electoral campaigns

 

Abstract

 

Electoral processes, over the years, have undergone changes in their processes in terms of democracy. For this reason, they have had to adapt to new styles of democratization. In this article, the relationship between democracy and resilience is described and analyzed. The resilience process that political parties often experience after having lost constitutional elections is conceptualized, characterized and typified. Three cases of resilient political parties are described: The Institutional Revolutionary Party of Mexico, 2012; the Democratic Party of the United States of America, 2020; and, the Brazilian Workers' Party, 2022; using a methodology framed in the interpretive paradigm with a qualitative approach and hermeneutical method. In conclusion, it is pointed out that democracy is a political system of resilience, since it makes alternation in power possible, which allows the losers of the elections to always have the possibility of overcoming adversity, reinventing themselves and reorganizing themselves to strengthen and once again win the majority vote of the citizens.

 

Keywords: Political parties; electoral campaigns; democracy; resilience; politic system.

 

 

Introducción

Las democracias representativas son sistemas políticos modernos basados en la competencia electoral entre diferentes partidos políticos y candidatos, quienes se disputan periódicamente el voto de los ciudadanos con el objetivo central de acceder o conservar posiciones de poder político (Hernández y Chumaceiro, 2018; Contreras y Montecinos, 2019).

Una de las características distintivas de estos sistemas democráticos es la alternancia en el gobierno, donde diferentes fuerzas políticas y personajes usualmente se alternan en el poder, debido al resultado que se obtiene producto de los procesos electorales organizados recurrentemente, es decir, en toda democracia siempre existe la posibilidad de la alternancia en el poder, puesto que, generalmente, las lealtades electorales son efímeras y cambian frecuentemente (Ojeda, 2012).

De ahí que, en todo proceso electoral bajo sistemas democráticos, siempre hay partidos políticos y candidatos ganadores y perdedores en la recurrente disputa por los diferentes espacios de representación pública. Esto es, en democracia, se pueden observar, por un lado, partidos políticos y campañas electorales ganadoras, quienes resultan victoriosas en los procesos de votación; y, por el otro lado, partidos políticos y campañas perdedoras, puesto que no obtuvieron los suficientes votos para conservar o acceder a los puestos de poder público.

Dicho de otra manera, los procesos de alternancia, propios de los sistemas democráticos, generan siempre partidos políticos perdedores, puesto que no obtuvieron los votos necesarios para retener o acceder a las posiciones de representación pública (López y Martínez, 2019).  

Como parte de la democracia, estos partidos políticos perdedores pueden, de cara a los próximos comicios, reorganizarse y/o re-inventarse, perfeccionar sus procesos y decisiones (Lozoya-Arandia y Franco-Rebored, 2012), seleccionar mejor a sus candidatos, mejorar sus estrategias de campaña, crear y dinamizar sus estructuras partidistas, fortalecer el apego y la identidad de su militancia al partido, todo esto con el fin de reconquistar, en los comicios venideros, la credibilidad y confianza y ganar el voto mayoritario de los ciudadanos.  

En este sentido, cobra importancia el concepto de resiliencia (Pérez et al., 2020; Samán et al., 2022; González et al., 2023), entendida ésta como la capacidad que tiene la organización partidista de superar la crisis y los momentos de adversidad generados por la derrota electoral, adaptarse a las nuevas circunstancias presentes y poderse sobreponer para, de cara a la próxima elección, ser más competitivo (electoralmente hablando) y poder ganar las elecciones, obteniendo la mayoría de los votos de los ciudadanos. La resiliencia política implica la capacidad de anticipar y responder eficazmente a estos desafíos, así como la capacidad de recuperarse y aprender de las experiencias pasadas (Mora y Ortíz, 2020).

Esta investigación conceptualiza y describe en su primera parte, a los partidos políticos y a las campañas electorales, así como las funciones que cumplen en toda democracia representativa. Seguido de estos, se conceptualiza y describe el término y proceso de resiliencia en su relación con las organizaciones políticas y las campañas electorales. A continuación, se describen las características distintivas de los partidos políticos resilientes. Como siguiente punto, se realiza una clasificación o tipología de los diferentes tipos de resiliencia que se presentan en los partidos políticos. Seguido de ello, se describen tres casos de partidos políticos resilientes. Y para finalizar, se realizan algunos comentarios finales, a manera de conclusión.

La presente investigación se enmarca en el paradigma interpretativo, caracterizado por un enfoque analítico, interpretativo e introspectivo centrado en el estudio y comprensión del discurso y comportamiento humano. Este enfoque permite a los investigadores construir teorías a partir de los discursos producidos, facilitando una exploración profunda de los fenómenos humanos a través del significado y la interpretación de las palabras.

El paradigma interpretativo proporciona un contexto rico y profundo para comprender la complejidad y diversidad de la experiencia humana. Se asumió un enfoque cualitativo, valorizando la capacidad humana para reflexionar sobre los fenómenos vitales y proponiendo su explicación en su contexto sociohistórico real. Esta perspectiva evita interpretaciones a priori desde una perspectiva exclusivamente naturalista, minimizando así el riesgo de una comprensión descontextualizada.

El método utilizado en la investigación fue la hermenéutica, orientada a la comprensión de cómo se percibe y da sentido a la realidad desde una perspectiva ontológica. La hermenéutica busca revelar la diversidad de significados que pueden surgir de las concepciones subjetivas humanas, potenciando así la comprensión profunda de los fenómenos estudiados. Se siguieron las fases del círculo hermenéutico para desarrollar el método de estudio, que consta de cuatro etapas clave: Precompresión, Reducción, Construcción y Destrucción. Este enfoque permite describir las experiencias de manera sistemática a través de un proceso interpretativo reflexivo, analizando las experiencias en profundidad y revelando múltiples capas de significado.

La recopilación de información se realizó mediante la categorización, agrupando conceptualmente elementos similares mediante la exploración, bajo una nueva definición determinada por el proceso interpretativo del investigador.

 

1. Partidos políticos y campañas electorales

Los partidos políticos, como instituciones centrales de las democracias representativas, tienen como función principal el representar y articular los diversos intereses e ideologías de la sociedad e integrar diferentes opciones políticas para que los ciudadanos elijan a sus gobernantes (Blanco, 1990); así como canalizar y expresar demandas sociales, formar gobierno e impulsar las correspondientes políticas públicas (Sartori, 2005). Además, estos institutos políticos cumplen la función de expresar las demandas sociales, articulan los intereses de la sociedad, así como articulan las demandas y preferencias de los ciudadanos, tal como lo sostienen Duvenger (1957); Cingolani (2006); y, Malamud (2007).

Con el objetivo de acceder o conservar posiciones de poder público, los partidos políticos, como figuras de los sistemas democráticos, periódicamente, impulsan diferentes campañas electorales con el fin de influir en la conducta de los votantes y ganar su voto (Castro, 1995; Valdez, Flores y Huerta, 2022).

Estas campañas electorales, se conceptualizan como procesos políticos recurrentes, propios de las democracias representativas, que incluyen el estudio e investigación de los ciudadanos constituidos como mercado electoral, el proselitismo, la comunicación, la organización, la movilización y el cuidado y defensa del voto (Malamud, 2007). También, toda campaña electoral implica una confrontación política por el poder entre partidos y candidatos que compiten por la titularidad de un puesto de representación pública. Es un ejercicio de cortejo y seducción que realizan partidos y candidatos para conformar mayorías electorales estables, que es el sustento de todo sistema democrático (Godínez y Cornejo, 2017).  

En cada proceso electoral, siempre existen partidos políticos y campañas electorales ganadoras y perdedoras. Las primeras, son las que logran obtener el mayor número de votos en los comicios electorales con respecto de sus opositores; mientras que las segundas, no logran el número y porcentaje de votos suficiente para obtener la titularidad del puesto de representación pública. Estos últimos, son los que tienen que trabajar su proceso de resiliencia política para aprender de su derrota, reformarse y realizar los cambios necesarios para, de cara a los próximos procesos electorales, poder ser más competitivos y lograr un mayor número de votos para ocupar un puesto de representación pública.    

 

2. Resiliencia

En el campo de la psicología, la resiliencia es la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias y hechos traumáticos. Es la habilidad de adaptarse y superar la adversidad, recuperarse de un hecho traumático, tragedia, amenaza o situación de estrés (Forés y Grané, 2008; Pérez et al., 2020; Samán et al., 2022; González et al., 2023). De acuerdo con la Real Academia Española (RAE, 2022), la resiliencia es la capacidad humana de asumir, con flexibilidad, situaciones límite y sobreponerse a ellas. Es la capacidad de recuperarse de una crisis y salir fortalecido de ella.

Implica restructurar los recursos y estrategias en función de las nuevas circunstancias presentes (Cyrulnic, 2002). Es una oportunidad para adaptarse a la adversidad, crecer y desarrollar al máximo el potencial con el que cuenta una persona o una organización, en un momento y espacio determinado (Bowlby, 1983).  

En el campo de la política, el proceso de resiliencia implica la capacidad que tiene una organización o institución, como es el caso de los partidos políticos, para poder superar la adversidad, adaptarse a las nuevas circunstancias y salir fortalecido, mejorando sus prácticas, decisiones, estrategias, procesos y sistemas. Es decir, superar hechos traumáticos del pasado, como lo es la perdida de una elección constitucional, reorganizarse y reconstruirse para enfrentar, de manera exitosa, un proceso electoral venidero y de esta manera salir fortalecido. La resiliencia es entonces la capacidad de un sistema político, una sociedad o un gobierno para resistir, adaptarse y recuperarse de crisis, desafíos o perturbaciones.

 

2.1. Características de los partidos políticos resilientes

Los partidos políticos resilientes presentan una serie de características distintivas, que los hacen ser diferentes a otros partidos tradicionales, puesto que tienen la capacidad de aprender, reinventarse y salir fortalecidos de la adversidad. Estas características son las siguientes:

a. Son conscientes de la crisis política que han vivido, producto de los resultados de la última elección. Es decir, tienen la capacidad de aceptación y del procesamiento adecuado de los resultados que ha emitido la autoridad electoral correspondiente. Aprenden de los errores y toman a estos como aprendizajes, para mejorarse como organización o institución y poder enfrentar, de mejor manera, los retos futuros.

b. Otra característica es que, conocen sus fortalezas y debilidades, así como las oportunidades y amenazas que se presentan en el contexto en el que se desarrolla la elección. Son conscientes de que deben hacer un análisis, tanto interno como externo, del estado que guarda su organización después del proceso electoral. Saben cuáles son sus verdaderas fortalezas y también cuáles son sus principales debilidades.  Buscan formas y fondos para potencializar sus fortalezas y también disminuir o superar sus debilidades. Realizan un diagnóstico certero también sobre las oportunidades y amenazas que el entorno y las nuevas circunstancias les presentan. Es decir, realizan un FODA objetivo, apegado a la realidad y actúan en consecuencia.

c. Asimismo, son dirigentes creativos e innovadores, en los partidos políticos, que buscan reconstruirse y superar la adversidad tratando de convertir las debilidades en fortalezas y las amenazas en oportunidades. La creatividad, implica la capacidad de imaginar formas distintas de hacer política, pensar escenarios futuros e impulsar estrategias y acciones para hacerlos realidad, innovando prácticas, sistemas y procesos propios de la organización.

d. También son organizaciones políticas con una fuerte identidad, orgullo y lealtad institucional. Que han construido una marca y la han sabido improntar en la mente y corazón de sus militantes y simpatizantes. Que fomentan acciones para fortalecer el orgullo institucional y el sentido de pertenencia y que trabajan intensamente para construir y fortalecer la lealtad institucional.  

e. Por otra parte, son organizaciones orientadas a resultados. En democracia, el poder se gana con votos y el voto es de quien lo trabaja. En consecuencia, sus acciones, planes y estrategias están orientadas a generar credibilidad y confianza entre los ciudadanos, que, en su momento, se puede traducir en votos y victorias electorales. Es decir, los partidos políticos orientan sus esfuerzos organizacionales a ganar elecciones, vincularse con la sociedad e incidir en la solución de la problemática de la gente.

f. Y desde luego son partidos políticos autodidactas, que aprenden de las experiencias pasadas, mejoran sus estrategias y procesos y se reinventan para enfrentar, de manera más exitosa, los retos y desafíos presentes y futuros. Son organizaciones que aprenden de las derrotas, de los errores, e incluso, que aprenden de la competencia, puesto que no hay errores en la vida, sino aprendizajes y lecciones recibidas.

g. Son partidos políticos que se diagnostican, sin falsedad ni simulaciones, la realidad; se basan en los hechos y emprenden acciones contundentes para superar la adversidad y así poder salir adelante. Son autocríticos; se alejan de la mentira y la hipocresía y aceptan las críticas, así como errores cometidos. No buscan culpables, sino formas de superar la crisis y los momentos amargos para establecer y construir nuevos derroteros.

h. Además, son partidos políticos optimistas, que motivan a sus militantes y no desfallecen ni claudican ante la adversidad. Observan las cosas y el futuro con optimismo, resaltando los aspectos más positivos de su realidad. Tienen siempre una actitud positiva de las cosas, lo que genera entre sus militantes y simpatizantes una mayor confianza, tranquilidad, seguridad, certeza y, sobre todo, convicción. Convicción para persuadir y motivar a los demás a levantarse, como el ave fénix de las cenizas y erigirse como una real alternativa de gobierno para la gente.

i. Saben lidiar con la incertidumbre. Que son competentes para sobreponerse a las crisis y sacan fuerzas para salir avante y fortalecerse. Que entienden que las crisis son temporales y pasajeras, por lo que generan, como respuesta, condiciones que los doten de seguridad, certeza y confianza. 

j. Partidos políticos flexibles, que saben adaptarse a las nuevas circunstancias y que, a pesar de la incertidumbre y adversidad, logran sobreponerse y reconstruirse. Son flexibles en sus procedimientos, en sus prácticas y en sus estrategias, pero siempre buscando que se respeten sus ideales y principios.

k. Organizaciones políticas perseverantes, que tienen la energía y la constancia necesaria para seguir luchando; que buscan, con asiduidad, alcanzar sus metas y objetivos y que, a pesar de que se caen, persisten en su lucha por construir un mejor futuro. Los partidos políticos perseverantes tienen el tesón, empeño y tenacidad para superar la adversidad, desafiar la incertidumbre que generan las crisis y salir fortalecidos.

l. Son partidos políticos unidos, que logran evitar las desbandadas y fracturas mayores. Que anteponen el interés general por encima del interés particular y que saben que la unidad hace la fuerza. Que logran superar diferencias al interior y reconstruir las alianzas internas necesarias para poder confrontar exitosamente a sus adversarios. 

m. Existe en ellos proactividad, dado que siempre se anticipan a la competencia, muestran iniciativa y conservan el liderazgo en los temas y acciones propias de la competencia política inter-partidista. Son partidos políticos dinámicos, con el arrojo y la convicción suficiente para reconstituirse, superar la adversidad y poder, en el futuro, superar a sus adversarios.

En fin, los partidos políticos resilientes son aquellos que logran superar la adversidad, perseveran para alcanzar sus objetivos y metas, se adaptan a las nuevas circunstancias, saben lidiar con la incertidumbre, superan las crisis y la división interna, son proactivos, flexibles y orientados a resultados. Son conscientes de sus fortalezas y sus debilidades, fomentan la identidad y el orgullo institucional; son organizaciones que aprenden de sus errores y saben superar sus problemas, son auto didactas, optimistas y motivados, tienen una alta auto estima y son lo suficientemente astutos para superar situaciones traumáticas y dolorosas, como la pérdida de las elecciones y son lo suficientemente competentes para construir un futuro mejor. Todo partido político resiliente impulsa campañas electorales resilientes.

 

2.2. Tipos de resiliencia en los partidos políticos

Existen diferentes tipos de resiliencia aplicado a los partidos políticos y a las campañas electorales. De esta manera, se pueden identificar, al menos, cinco deferentes tipos de resiliencias: Financiera, organizativa, actitudinal, ideológica y de fidelidad de la militancia.

a. La resiliencia financiera, se refiere a la capacidad que tiene el partido político para superar la adversidad generada por la reducción o pérdida de fondos económicos, prerrogativas y recursos financieros para su funcionamiento y desarrollo. La resiliencia financiera se genera por una crisis presupuestal, por falta o reducción de las aportaciones de los militantes y, en general, por la reducción drástica, de recursos económicos para el sostenimiento de la organización y el financiamiento de las actividades políticas que desarrollan. Un partido político es resiliente, financieramente hablando, si es capaz de superar la crisis presupuestal, buscar formas alternativas de financiamiento y seguir con las actividades propias de su quehacer institucional.    

b. La resiliencia organizativa, describe la capacidad que tiene el partido político para reorganizarse, reestructurarse y reinventase, reformando sus documentos básicos, adoptando una nueva estructura organizacional que le resulte más funcional y eficiente para el logro de sus objetivos y metas, tal como lo indica Silva (2022). Un partido político es resiliente, organizativamente hablando, si es capaz de adoptar su estructura a la nueva realidad política que se está viviendo, supera la adversidad y genera nuevas pautas organizativas para el cumplimiento de su misión y sus objetivos como institución política.   

c. La resiliencia actitudinal, se refiere a la capacidad que tiene el partido político de superar los problemas de actitud de sus dirigentes y militantes, de lograr la disposición de las diferentes corrientes y liderazgos para resolver las crisis y problemas que se suceden al interior de la organización, así como para privilegiar la unidad partidista por encima de cualquier otro interés particular.

Un partido político es resiliente, actitudinalmente hablando, si tiene la habilidad para resolver los problemas internos, superar la división y confrontación interna y lograr que la actitud mayoritaria de sus dirigentes y militantes sea en favor de privilegiar el interés general, el prestigio y el futuro de la organización por encima de cualquier interés particular. Es decir, es capaz de superar los conflictos y lograr la unidad necesaria para aumentar su nivel de competitividad.

d. La resiliencia ideológica, reseña la capacidad que tiene el partido político para revertir su crisis de identidad ideológica y partidista, de pérdida o debilitamiento del sentido de pertenencia e identidad de los militantes hacia su organización, sus principios y valores.

Un partido político es resiliente, ideológicamente hablando, si es capaz de superar la pérdida de identidad de los militantes sobre sus principios ideológicos y el debilitamiento de la identidad partidista entre su militancia; capaz de reforzar la moral y el orgullo de pertenecer a la organización, de generar programas orientados a fortalecer la formación ideológica y política de su membresía. Si es capaz de reinventarse y fortalecerse ideológicamente hablando, adaptándose a las nuevas circunstancias y necesidades que le demanda el entorno, tal como lo señalan Silveira-Pérez, Sanabria-Navarro y Barrios (2022) en su estudio.    

e. La resiliencia de fidelidad, se refiere a la capacidad del partido político de atraer de nuevo a los integrantes de la organización que decidieron renunciar a su militancia partidista, se salieron o cambiaron de partido y buscaron nuevos horizontes y oportunidades en otros institutos políticos. Este tipo de resiliencia genera un severo daño no solo a la organización, sino también a la política misma y a la membresía que opta por la “desbandada” y el denominado “chapulineo político”. 

 

3. Casos de partidos políticos resilientes

A lo largo de la historia, se pueden encontrar muchos casos de partidos políticos resilientes que vivieron crisis políticas profundas, perdieron estrepitosamente el poder, y, aun así, tuvieron la capacidad de reinventarse y volver a conquistar la credibilidad y confianza de la ciudadanía. De hecho, se puede decir, sin temor a equívocos, que la democracia es un sistema político que posibilita la alternancia en el poder, donde en cada elección constitucional hay ganadores y perdedores y donde la resiliencia siempre se hace presente.

Es decir, la democracia es un sistema que posibilita la resiliencia política, donde no hay ganadores ni perdedores eternos o perpetuos y donde siempre los partidos políticos perdedores tienen las posibilidades de superar la adversidad y las situaciones traumáticas que les generaron la perdida de elecciones pasadas, para volver, de nuevo, a recuperar el poder. Esto es, bajo sistemas de cuño democrático, basados en la competencia y en la pluralidad política, la alternancia en el poder entre los partidos políticos es un fenómeno recurrente y común, por lo que se concluye que la democracia es un sistema de resiliencia.

A continuación, se presentan tres casos de partidos políticos resilientes. Uno en México en la elección presidencial del 2012; otro en los Estados Unidos de Norteamérica en el 2020; y el otro en Brasil, en los comicios presidenciales del 2022.   

 

3.1. El caso del Partido Revolucionario Institucional en México

El 2 de julio del año 2000, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), por primera vez en 73 años, pierde las elecciones presidenciales en México obteniendo solo el 36,11 por ciento de los votos. En este proceso, resultó ganador Vicente Fox Quesada, candidato del Partido Acción Nacional (PAN), obteniendo el 42,52 por ciento de los votos.

De esta forma y durante dos sexenios consecutivos (2000-2012), el PRI fue relevado de la presidencia de la república, ocupando un segundo lugar en el 2000 y hasta un tercer lugar, en los comicios presidenciales del 2006, en las preferencias electorales de los mexicanos. Sin embargo, para el año 2012, las cosas cambiarían sustancialmente para este partido. En las elecciones celebradas el 1 de julio del 2012 y en el que participó el 63,1 por ciento de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral, el PRI en alianza con el Partido Verde Ecologista de México, recuperó la presidencia de la república, postulando como su candidato a Enrique Peña Nieto, ex gobernador del Estado de México.

En esta elección, este partido logró el 38,21 por ciento de los votos, además de 61 senadores y 241 diputados federales; mientras que el Candidato por el Movimiento Progresista integrado por el Partido de la Revolución Democrática, el Partido del Trabajo y el Partido Movimiento Ciudadano, Andrés Manuel López Obrador, obtuvo el 31,61 por ciento de los votos. Por su parte, la candidata del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, solo logró el 25,39 por cientos de los sufragios emitidos.

Fue así, como el otro partido hegemónico de Estado recuperó la presidencia de la república y obtuvo también mayoría de curules en el senado (61) y en la cámara de diputados a nivel federal (241). De esta forma, el PRI durante los doce años que estuvo fuera de la presidencia de la república, pudo restructurarse y mejoró sus prácticas, procesos políticos y toma de decisiones, aprovechando los errores y escándalos de sus opositores y logró, de nuevo, obtener la mayoría de los votos de los mexicanos.  

En este sentido, y tal como lo señalan Sandoval, López y Esponda (2023): “La expansión de las libertades y los derechos, una creciente inclusión de las personas en los procesos de participación y representación, junto con el retroceso de gobiernos totalitarios, se consideran como grandes éxitos de la democracia” (p.125).

 

3.2. El caso del Partido Demócrata en los Estados Unidos de Norteamérica

Otro caso de partido resiliente se presentó en los Estados Unidos de Norteamérica en el año 2020, cuando el Partido Demócrata (PD) pudo recuperar la presidencia de la república entonces en manos del Partido Republicano (PR). En esta elección, el candidato del PD, Joe Biden, logró obtener el 51,3 por ciento de los sufragios de los ciudadanos y la mayoría de los votos del colegio electoral, puesto que en este país la elección del presidente es de manera indirecta. Por su parte, el entonces presidente de la república, Donald Trump, quien buscaba la reelección por un periodo consecutivo de cuatro años por el PR, solo obtuvo el 46,91 por ciento de los votos, por lo que no alcanzó la mayoría de los sufragios del colegio electoral.  

De esta forma, el PD mostró su capacidad resiliente en esta elección, al recuperar la presidencia de la república y poder desplazar al mandatario Donald Trump de la silla presidencial. Es decir, de ser un partido político que perdió las elecciones en el 2016, pudo superar la adversidad, aprendió de su pasado y de sus errores, se restructuró y finalmente, pudo recuperar el poder en la unión americana.

 

3.3. El caso del Partido de los Trabajadores en Brasil

El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil perdió los comicios presidenciales en el mes de octubre del 2018, cuando el candidato del Partido Social Liberal, Jair Bolsonaro, ganó las elecciones generales (en segunda vuelta), obteniendo un 55,87 por ciento de los votos, por encima de Fernando Hadden (abanderado del PT), quien solo logró el 44,87 por ciento de los sufragios emitidos.   

Sin embargo, en las elecciones celebradas el 30 de octubre del 2022, el PT logró recuperar la presidencia de la república, postulando como su candidato al expresidente Luis Ignacio Lula da Silva. De acuerdo con las cifras dadas a conocer por la autoridad electoral, el abanderado del PT obtuvo el 50,9 por ciento de los votos; mientras que el entonces presidente Bolsonaro, solo logró obtener el 49,1 por ciento de los sufragios emitidos en la segunda vuelta.  

De esta forma, el PT, como partido resiliente, supo superar la adversidad y la situación traumática generada a raíz de la pérdida de la elección presidencial del 2018, pudo reinventarse y mejoró sustancialmente sus prácticas, decisiones, procesos y sistemas para recuperar la presidencia de la república en el 2022. Es decir, se mostró como un partido resiliente que aprendió de sus errores, se orientó a fortalecer la estructura partidista, postuló a un candidato rentable (electoralmente hablando) y logró recuperar la credibilidad y confianza de la mayoría de los brasileños.   

 

Conclusión

La democracia es un sistema sustentado en la competencia política en la que dos o más partidos políticos y/o candidatos compiten por obtener la mayoría de los votos para ocupar la titularidad de los espacios de representación pública. Como parte de esta competencia, los partidos políticos y sus candidatos impulsan periódicamente distintas campañas electorales, con el fin de ganar el voto de la mayoría de los ciudadanos y construir mayorías electorales estables y los consensos sociales que son el sustento de todo sistema democrático.

Estas campañas electorales dan como resultado, por un lado, a partidos políticos, coaliciones de partidos y candidatos que ganan la mayoría de los votos; y, por el otro, a partidos, coaliciones electorales y candidatos que no obtienen la mayoría de los votos de los ciudadanos y, en consecuencia, pierden las elecciones. Sin embargo, el mismo sistema democrático posibilita que, en los próximos comicios, los partidos políticos y sus candidatos replanteen sus estrategias, aprovechen mejor el contexto en el que se desarrolla la elección, reviertan los resultados obtenidos en las pasadas elecciones y puedan ganar la mayoría de los votos de los electores.

Es decir, la democracia es un sistema de alternancia y resiliencia en la que los partidos políticos y sus candidatos pueden, en elecciones venideras, superar la crisis generada por la pérdida de la pasada elección, mejorar su posicionamiento político y recuperar el poder, saliendo victoriosos y fortalecidos de estos procesos electorales.

Esto es, la democracia permite que los partidos políticos que pierden las elecciones puedan, en el futuro, reconstituirse y reinventarse, mejorar sus estrategias, postular mejores candidatos en los comicios venideros y volver a ganar la mayoría de los votos de los electores. De esta manera, superan la adversidad generada por la pérdida de las elecciones pasadas, saben sobreponerse a la crisis y pueden salir fortalecidos, adaptándose a las nuevas circunstancias presentes en el entorno político.   

Este proceso de resiliencia política fortalece, al interior, a los partidos, posibilitando su regreso al poder, hace más competitivo el sistema de partidos y al mismo sistema electoral y, en consecuencia, fortalece a la democracia. Es decir, la democracia fortalece a la capacidad de recuperación del nivel de competitividad de los partidos políticos y este alto nivel de competitividad interpartidista, fortalece, a su vez, a la democracia.

En esta investigación, se describieron tres casos de partidos políticos resilientes (México, Estados Unidos de Norteamérica y Brasil) que, a pesar de haber perdido las elecciones, supieron recuperarse y en los nuevos comicios, volvieron a ganar los espacios de representación pública, fortaleciendo con esto el sistema de partidos políticos y a la propia democracia.

En fin, la democracia y la resiliencia son dos constructos que están estrechamente ligados y son interdependientes entre sí, puesto que la resiliencia fortalece a la democracia y la democracia posibilita la existencia de la resiliencia. Esta resiliencia permite a los partidos políticos y candidatos la posibilidad de sobrevivir las crisis políticas generadas por la pérdida de una elección pasada y, en futuros comicios, salir victoriosos y fortalecidos. De esta manera, se producen los procesos de alternancia que son características distintivas de los sistemas democráticos modernos.  

 

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* Doctor en Estudios Latinoamericanos con especialidad en Ciencia Política. Profesor e Investigador del Centro Universitario del Sur en la Universidad de Guadalajara, Guadalajara, México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. E-mail: andres.zepeda@cusur.udg.mx ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4287-2638

 

** Doctor en Agua y Energía. Magister en Tecnologías de Información. Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica. Profesor Titular del Departamento de Ciencias de la Información y Desarrollos Tecnológicos en la Universidad de Guadalajara, Guadalajara, México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. E-mail: jorge.lozoya@cusur.udg.mx ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6642-9457

 

*** Doctora en Ciencias Sociales. Perteneciente a la Red de doctorados del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales –CLACSO. Docente en la Universidad de Guadalajara, Guadalajara, México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores SNI1. E-mail: karla.palafox@cucea.udg.mx ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4836-7074

 

**** Doctor en Estudios Fiscales con orientación en Hacienda Pública. Jefe del Departamento de Administración del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) en la Universidad de Guadalajara, Guadalajara, México. E-mail: cesar.mora@cucea.udg.mx ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3917-1144

 

Recibido: 2023-09-20                · Aceptado: 2023-12-08