Revista
de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXIX, No. 4, Octubre - Diciembre 2023. pp. 327-341
FCES -
LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431
Como
citar: Arias, J. F., Meza, G., y Rubio-Rodr�guez, G. A. (2023). Valores
sociales en la polic�a de Ecuador: Un an�lisis comparativo para pensar la
prevenci�n del delito. Revista De Ciencias Sociales, 29(4),
327-341.
Valores sociales en la polic�a
de Ecuador: Un an�lisis comparativo para pensar la prevenci�n del delito
Arias Aguiar, John Fredy*
Meza Salcedo, Guillermo**
Rubio-Rodr�guez, Gustavo Adolfo***
Resumen
Los valores sociales pueden
contribuir al desarrollo integral de la profesi�n policial, al punto de
transformar a los agentes en catalizadores de cambio en la sociedad e incidir en la prevenci�n del
delito.
El objetivo de este manuscrito consiste en identificar los
valores de los agentes policiales en Ecuador para describirlos y analizarlos
frente al perfil de valores de personas que han asumido conductas al margen de
la ley en estudios precedentes. Se emple� una metodolog�a cuantitativa de tipo
descriptiva en instrumentos y procedimientos, por medio de la aplicaci�n de la
prueba de valores VALANTI, a 63
integrantes de la polic�a de Ecuador, seleccionados bajo un muestreo no
probabil�stico, cuya informaci�n se
analiz� de forma comparativa con otras investigaciones. Los resultados encontrados establecen que los valores de los agentes
policiales son muy disimiles del perfil de valores de las personas estudiadas.
Una vez establecidas las categor�as de an�lisis (g�nero, nivel de estudio, cargo
de desempe�o), la dimensi�n de valor con mayor prelaci�n fue el amor, y la de
menor, la paz. Se concluye que a diferencia de las personas que delinquen, los
agentes de la polic�a estiman el amor por encima de la paz, y la rectitud como valores
fundamentales.
Palabras clave: Polic�a; actitudes
policiales; valores sociales; delincuencia; prevenci�n del delito.
Social values in the police in Ecuador: A comparative
analysis to think about crime prevention
Abstract
Social
values can contribute to the integral development of the police profession, to
the point of transforming officers into catalysts for change in society and
influence crime prevention. The objective of this manuscript is to identify the
values of police officers in Ecuador in order to describe and analyze them in
relation to the values profile of people who have engaged in illegal behavior
in previous studies. A quantitative methodology of descriptive type was used in
instruments and procedures, through the application of the VALANTI values test,
to 63 members of the Ecuadorian police, selected under a non-probabilistic
sampling, whose information was analyzed comparatively with other
investigations. The results found establish that the values of the police
officers are very dissimilar from the values profile of the people studied.
Once the categories of analysis were established (gender, level of study,
performance position), the value dimension with the highest priority was love,
and the lowest, peace. It is concluded that, in contrast to people who commit
crimes, police officers consider love above peace and righteousness as
fundamental values.
Keywords: Police; police
attitudes; social values; delinquency; crime prevention.
Introducci�n
La frase �el bien siempre triunfa
sobre el mal�, no s�lo hace parte de los constructos de la esperanza del ser
humano que sigue creyendo en la justicia, sino, tambi�n es una expresi�n que
refleja lo que se vive en la realidad, a�n por encima del incremento de la delincuencia
en el mundo y de hechos sociales que reflejan esa parte humana de maldad.
En efecto, son m�s las personas
que procuran hacer el bien que aquellas que hacen el mal, aun cuando se pueda constatar,
en concordancia con B�hm (2017); Morillo y
Birkbeck (2017); Ram�rez, Alarc�n y Ortega (2020); Orozco,
Jim�nez y Cudris-Torres (2020); Torres-Tellez y
Montero (2022), que la injusticia, la violencia, el maltrato, la
delincuencia, entre otras problem�ticas, hacen parte de la cotidianidad social
en m�ltiples contextos. Violencia que, sin duda, al perseguir un fin, est�
fundamentada o sustentada en una axiolog�a como algo a lo que se le da valor,
al mismo tiempo que impulsa a actuar. Por eso, como expresa S�nchez (2017), �no
existe la violencia por la violencia; real, efectivamente, existe como medio al
servicio de un fin con el que pretende justificarse. (�) sea este fin valioso o
no� (p. 41).
La influencia de los
valores en el proceder del ser humano es una tem�tica que se menciona constantemente
en diversas investigaciones en �reas como la criminolog�a, la psicolog�a, la �tica,
la sociolog�a, entre otras. Particularmente, en relaci�n con la criminolog�a,
se plantean t�picos relacionados con la dignidad, la violencia, la
delincuencia, la conducta antisocial y la educaci�n prosocial, en los que se
argumenta que la pr�ctica de virtudes o vicios depende de una diversidad de
condiciones contextuales (Garrido y L�pez, 1995; Sossa, 2011; Loinaz, 2014; Paz
y Andreu, 2018; Barrios, 2018).
En este sentido, de
acuerdo con Gottfredson e Hirschi (1990);
y, Tenenbaum (2018), hay que se�alar que cuando existe un nivel bajo de
autocontrol, as� como ausencia de valores s�lidos de convivencia, autoestima y
respeto, las personas buscan suplirlos con la violencia como medio atractivo de
nuevas sensaciones, incluso como anhelo subjetivo de esperanza, al mismo tiempo
que se encuentran necesitados de permanente estimulaci�n para afrontar
emociones fuertes y riesgosas, que finalmente terminan en acciones delictivas. Seg�n
Cabana, Narea y Orrego (2018), se deber�a
analizar cu�les son los factores que dogm�ticamente intervienen en la conducta
del ser humano y aquellos elementos que afectan negativamente el proceder
actitudinal del individuo.
Por
otra parte, tambi�n es relevante reconocer que los cambios sociales han dado
lugar a un nuevo sistema de valores determinado por m�ltiples factores como la
competitividad y el individualismo, los cuales se entretejen con otros como el
consumismo, el relativismo, lo ef�mero, lo fr�gil, entre otros. Todos estos
aspectos que se retroalimentan entre s� son causa de nuevos cambios sociales,
as� como de modificaci�n de rasgos de identidad personal y de valores (Penas,
2008).
En
este marco de realidades, una de las razones que conllevaron a la realizaci�n
de esta investigaci�n reside en el aporte que se puede brindar
a los agentes policiales, quienes con su
accionar p�blico influyen de manera significativa en la conducta de la
ciudadan�a. Este aporte est� representado en potencializar las competencias en valores
personales a trav�s de modelos de aprendizaje que
contribuyan al manejo de la adversidad, la resoluci�n creativa de conflictos y
la prevenci�n del delito. Como es de dominio p�blico, la carencia de normas
comportamentales es un fen�meno que cada d�a deteriora las relaciones afectivas
en la sociedad.
Por
consiguiente, este trabajo tiene el objetivo de presentar los valores de la polic�a de Ecuador, y analizarlos
frente al perfil de valores de personas que han tenido conductas al margen de
la ley, teniendo en cuenta que a la hora de buscar cambios sociales y de prevenci�n
del delito, es relevante intervenir en el desarrollo moral de las personas que
hacen parte de las instituciones que custodian, protegen y hacen respetar los
bienes jur�dicos, y est�n al servicio de la sociedad.
Finalmente, se espera que los hallazgos de este
estudio logren ser percibidos y administrados por la instituci�n policial del
Ecuador, para que redunden en beneficio de sus miembros. Para ello, es
necesario reconocer que las personas que muestran un �ptimo
comportamiento tienen una menor probabilidad de cometer actos delictivos debido
a su compromiso con una conducta recta.
1. Fundamentaci�n te�rica
1.1. Valores y delincuencia
Los valores son cualidades, reales y din�micas que
permiten acondicionar el mundo y hacerlo habitable, cuyo fin contribuye a
mejorar la calidad de vida (Cortina, 1998). En realidad,
no son propios de cada persona, sino que est�n socialmente construidos por las
normas culturales y morales dominantes (�zates, �ngen y Hatiboglu, 2019). O bien como se�ala S�nchez (1969): �Los valores son
creaciones humanas, y solo existen y se realizan en el hombre y por el hombre�
(p. 23).
Adem�s,
Bandura (1999) menciona que la
cuesti�n pol�tica y econ�mica de los pa�ses, de las empresas multinacionales,
de los medios de comunicaci�n y de la globalizaci�n, tienen una fuerte
influencia en el campo de los valores, gracias al �aprendizaje vicario� que
permean al ser humano y su voluntad.
Por otra parte, en base a la �tica del discurso, Cortina (2013) se�ala
que la raz�n y el di�logo desempe�an un papel fundamental en
la construcci�n de una moralidad compartida para establecer normas �ticas
justas y universalmente aceptables. Por tanto, propugna por valores basados en
el respeto mutuo, empat�a, responsabilidad y cooperaci�n, con el objetivo de
construir una sociedad m�s justa y equitativa.
En
efecto, los valores influyen en el comportamiento del ser humano, tal vez m�s
que las actitudes. Por tanto, el concepto de valor se constituye en �la variable
dependiente m�s significativa en el estudio de la cultura, la sociedad y la
personalidad, y la principal variable independiente en el estudio de las
actitudes y comportamientos de la sociedad� (Rockeach, 1973, p. 12). De ah�, la importancia que
engloba este concepto en el desarrollo del ser humano, valido para tener
presente en diversas instituciones o grupos humanos.
Seg�n Escobar (2007),
hay cinco valores humanos b�sicos que son fundamentales para el desarrollo de
la sociedad -verdad, rectitud, paz, amor y no violencia-, donde cada uno tiene
un subconjunto de cualidades que los componen; la veracidad, curiosidad,
esp�ritu de investigaci�n, autoan�lisis, entre otros, corresponden al valor
verdad. La obediencia, deber, limpieza, puntualidad, autoayuda, entre otros,
evidencia la rectitud. El autocontrol, calma, paciencia, buen humor, optimismo,
entre algunos m�s, est�n relacionados con el valor paz. La bondad, simpat�a,
amistad, patriotismo, devoci�n y otros, son expresiones del valor amor.
Finalmente, cualidades o valores como respeto por la vida, amor universal
reflejan el valor de la No violencia.
Sin
embargo, Bauman (2013) se�ala que la sociedad est� viviendo una �poca
posde�ntica �del individualismo m�s puro y de la b�squeda de la buena vida,
limitada solamente por la exigencia de la tolerancia -siempre y cuando vaya
acompa�ada de un individualismo auto celebratorio y sin escr�pulos, la
tolerancia s�lo puede expresarse como indiferencia-� (p. 9).
Desde
esta perspectiva, se puede afirmar que por esta forma de valorar y l�gicamente
de actuar, la sociedad actual entra�a una deshumanizaci�n en la que los valores
tradicionales aceptados por el com�n se han trastocado y se le ha apostado a lo
que Cortina (2013) llama �la maldici�n del cortoplacismo�, que deja de lado lo
que realmente vale la pena vivir. Es decir, valores econ�micos o instrumentales
como la rentabilidad, el sentido de propiedad y el consumo, motivan a la
internalizaci�n del deseo de �tener m�s� pasando incluso, por encima del otro y
perdiendo de vista la importancia de otros valores sociales.
As�
entonces, de acuerdo con Bauman (2009); y, Meza (2016a), se puede hablar de un
mundo hostil, inseguro, en el que se han perdido los v�nculos y el arraigo que
daba sentido, identidad y pertenencia social. Por el contrario, se ha instalado
la rivalidad y la competencia sin tregua, lo que representa un agravante para
la crisis de valores que la sociedad actual enfrenta. Un mundo en el que se
dice nosotros, pero no se vive el nosotros (Meza, 2106b), el cual le deja la
puerta abierta a la delincuencia.
La mirada a los valores
sociales no es cuesti�n de una moda sino de actualidad, en cuanto que el ser
humano se realiza y construye sociedad mediante el desarrollo de estos. Por
consiguiente, desde siempre ha existido la pregunta por dichos valores; la
inquietud por saber c�mo actuar en determinados momentos de la vida, y
responder si tal actuar es correcto o incorrecto, est� bien o mal, es justo o
injusto. As� desde los planteamientos de los fil�sofos griegos, pasando por el
pensamiento medieval y moderno hasta la actualidad, existen m�ltiples
indagaciones al respecto.
Por
ejemplo, en el contexto organizacional, a trav�s de la encuesta del �Sistema de
Valores de Rokeach� (RVS) sobre valores terminales e instrumentales, hay
estudios que evidencian la diversa y desigual escala valorativa entre un grupo
de ejecutivos y otro de sindicalistas (Robbins y Judge, 2013; Valbuena, Morillo y Salas, 2006).
Por
otra parte, en el campo de la psicolog�a jur�dica existen estudios comparativos
sobre la jerarqu�a de valores entre grupos de personas que delinque y otros que
no lo hacen. En ambos grupos los valores finales de la libertad y la seguridad
familiar son los m�s importantes; mientras que la honestidad y la
responsabilidad se destacaron dentro de los valores instrumentales (Garrido y
Mart�nez, 1997).
En
otro estudio realizado con delincuentes que se encontraban en prisi�n y otro grupo
de no delincuentes, los mismos Garrido y Mart�nez (1997), al hacer el an�lisis
diferencial de los valores, encontraron diferencias significativas en 10 de 36
valores analizados, observando que los valores que no ten�an relevancia
personal y carec�an de gratificaci�n inmediata, eran menos importantes para los
presos que para aquellos que no estaban en prisi�n.
En
efecto, en la base de la actividad delictiva existen unos valores m�s de
car�cter individual, situacional y a corto plazo, con un alto grado de
egocentrismo, como tener una vida c�moda, sentir placer, la inmediatez, entre
otros, los cuales motivan al delincuente en su proceder. En cambio, los no
delincuentes prefieren valores m�s de car�cter social y a largo plazo como la
amistad, la responsabilidad, la justicia, entre otros; de ah� su tolerancia a
las normas sociales, lo que no sucede con los que delinquen, quienes prefieren
una conducta ilegal.
1.2. Valores de los agentes policiales
Algunas investigaciones evidencian que cuando se analizan los diferentes
protagonistas que pueden participar en una acci�n delictiva, se infiere que uno
de los actores que no se puede eximir es la fuerza p�blica -ej�rcito, polic�a,
fuerzas especiales-, quienes participan en eventos criminales de manera directa
o indirecta, por acci�n u omisi�n (Garrido y L�pez, 1995; Garrido y Mart�nez,
1997; Nagin y Telep, 2017; 2020; Aponte, 2021; , Ivkovich SFarf�n,
Moguel y Maciel, ).
De manera particular,
Sirimarco (2018) se�ala algunas situaciones policiales que se deben tener en
cuenta para hacer reformas en cuanto a la formaci�n policial, conservando
algunas pr�cticas institucionales de disciplina y jerarqu�a; �corrupci�n,
ineficiencia, represi�n, apremios, brutalidad, muertos, desaparecidos y
v�nculos con el crimen organizado, han sido y son el tel�n de fondo sobre el
que las fuerzas policiales se han ido constituyendo como actores en tensi�n con
el espectro democr�tico� (p. 3).
Por consiguiente, al considerar el proceder de las autoridades, como la
polic�a, en el manejo de las situaciones delictivas o personales, surge la interrogante
sobre la axiolog�a de la fuerza p�blica, sobre los valores que tienen prioridad
en su vida, sobre las condiciones sociales en las que crecieron y los factores
del contexto que los impulsan, motivan o influyen para elegir un proceder l�cito
o il�cito. Incluso, esto mismo tiene una incidencia fundamental en la confianza
de la ciudadan�a hacia su proceder profesional y el uso de su autoridad en el
escenario p�blico (Caicedo, 2022).
Estos planteamientos sugieren asumir
los diferentes aspectos que definen y explican tanto la conducta delictiva como
la conducta acorde con la ley. En este sentido, autores como Luengo et al. (1999);
y, a la hora
de precisar si una persona es delincuente o no, influye de manera importante el
sesgo que la polic�a y los jueces pueden tener en contra o a favor de los
presuntos delincuentes; es decir, que la subjetividad de las autoridades y
administradores de la justicia, influye a la hora de determinar y juzgar la
conducta delictiva, lo cual, es muy desfavorable para la construcci�n de la
justicia.
En esta misma l�nea, Su�rez (2017),
en su estudio titulado: �Interpretaci�n de la v�ctima
policial: Hacia el camino de la caracterizaci�n�, evidencia que entre los diferentes actores
armados que figuran como victimarios, se encuentra la Polic�a Nacional. Asimismo,
Torres-V�squez (2013), muestra en su investigaci�n sobre la delincuencia
organizada en Colombia, el caso de un exteniente del Ej�rcito Nacional quien
lidera un grupo al margen de la ley.
Los casos enunciados -entre otros
tantos que puede haber- se percibe la necesidad de trabajar con las autoridades
a la hora de intervenir los aspectos que influyen en la delincuencia. Para tal
fin, se retoma lo planteado por Redondo (2008), en la teor�a del Triple Riesgo
Delictivo (TRD), en la que se propone que las
dimensiones de riesgo de la conducta delictiva pueden ser asignadas a tres
fuentes de riesgo: Una personal, una de apoyo prosocial y una de oportunidades
delictivas.
Con respecto a las
fuentes de riesgos personales, se se�alan las caracter�sticas de cada sujeto,
tanto las que hacen parte de su identidad individual como las que adquiere, y
de ellas hacen parte aspectos tanto psicofisiol�gicos (problemas del sistema
nervioso central), como psicol�gicos (rasgos de personalidad y habilidades
sociales).
En relaci�n con esta teor�a,
es significativa la investigaci�n realizada por Arias (2013), quien a partir de
la Tabla 1, muestra la incidencia de estos factores al comparar un grupo de
personas que delinquen con aquellas que no lo hacen. Las primeras, dan una baja
prioridad al valor rectitud, mientras otorgan una mejor prelaci�n a dimensiones
como la paz, situaci�n contraria que se present� en los que no han delinquido,
para quienes la rectitud ten�a una mayor prioridad que la paz. Por ende, la
alta valoraci�n por la rectitud se correlaciona con ausencia de comportamientos
delictivos; mientras que la baja prioridad hacia este valor tiene que ver con
personas que si han delinquido.
Tabla 1
Niveles de significancia entre personas
que hurtan y no hurtan
Factores
determinantes |
Nivel
de significancia de cada valor |
||||
Verdad |
Rectitud |
Paz |
Amor |
No Violencia |
|
Escolaridad |
.643 |
.431 |
.315 |
.918 |
.221 |
Familiar hurta |
.440 |
.037* |
.037* |
.434 |
.389 |
Amistad hurta |
.644 |
.174 |
.118 |
.998 |
.763 |
Estrato |
.180 |
.120 |
.467 |
.596 |
.111 |
SNB |
.437 |
.466 |
.155 |
.391 |
.443 |
INB motiv� hurtar |
.699 |
.116 |
.111 |
.757 |
.552 |
Consumo sustancias psicoactivas |
.689 |
.160 |
.127 |
.849 |
.179 |
Tipo familia |
.573 |
.074 |
.045* |
.740 |
.343 |
Tipo uni�n padres |
.609 |
.192 |
.443 |
.359 |
.203 |
Apego a padres |
.637 |
.161 |
.095 |
.680 |
.493 |
Violencia familiar |
.877 |
.224 |
.056 |
.994 |
.249 |
Maltrato infancia |
.325 |
.229 |
.011* |
.495 |
.021* |
Abandono familiar |
.583 |
.257 |
.193 |
.861 |
.168 |
Nota: SNB= Satisfacci�n de necesidades b�sicas, INB= insatisfacci�n de necesidades b�sicas. * aspectos en los que se encuentran diferencias significativas entre los valores de j�venes que hurta y los que no lo hacen.
Fuente: Arias (2013).
Por otra parte, Garrido
y Mart�nez (1997) proponen bases de una comunidad justa en ambientes
carcelarios, planteando estrategias que permitan lograr un mejor desarrollo moral en las personas
que han delinquido para orientarlas hacia la resocializaci�n, arguyendo que
necesariamente se debe intervenir en el desarrollo moral de las autoridades de
dichas instituciones. Su propuesta gira en torno a las siguientes tres
estrategias: a) La clarificaci�n de valores, b) el desarrollo de razonamiento
moral a trav�s de dilemas morales, y, c) una comunidad justa en la cual pueda promoverse
este desarrollo moral tanto en el personal de las instituciones penitenciarias
como en los cautivos de libertad.
2. Metodolog�a
La investigaci�n es de
tipo descriptiva a partir de un enfoque cuantitativo, en cuanto se propone
especificar las propiedades, caracter�sticas y rasgos de un fen�meno, logrando
con ello adquirir insumos que faciliten el an�lisis de su comportamiento. Para
este estudio, el objetivo consisti� en identificar y describir los valores de
los polic�as que permitan recopilar elementos que explique su proceder l�cito o
al margen de la ley, y analizar los resultados obtenidos, a la luz de los hallazgos
de otras investigaciones sobre el perfil de valores de personas con conductas o
carrera criminal.
La muestra estuvo conformada por un grupo de 63 integrantes de la polic�a
de Ecuador, de una poblaci�n total de
114 sujetos, los cual fueron seleccionados bajo un muestreo no
probabil�stico, considerando, entre otros aspectos, su disponibilidad y su
tiempo de permanencia en la polic�a y afinidad con el tema a investigar. De la
muestra, 46 son hombres y 17 mujeres,
caracterizados por contar con diversos niveles de estudio y diferentes rangos
de desempe�o profesional.
Es relevante destacar
que una de las razones
para emplear un m�todo de muestreo no probabil�stico en esta investigaci�n al
seleccionar la muestra, es debido al uso del muestreo por conveniencia, el cual
facilita la recopilaci�n de datos valiosos en diversas situaciones,
especialmente, cuando los sujetos abordados logran agotar las variables de
manera satisfactoria.
La informaci�n fue
recolectada mediante la prueba psicom�trica de �valores y antivalores� VALANTI,
reconociendo que tienen el prop�sito de
�medir la prioridad que dentro de una escala de valores da el sujeto a una
serie de �tems� (Escobar, 2007, p. 3), los cuales son condensados en un
quinteto de valores humanos b�sicos: Rectitud, verdad, amor, paz y no
violencia.
El estudio se desarroll� a partir de tres fases: Primero, se hizo el
contacto con las Directivas de la Asociaci�n Latinoamericana de Psicolog�a
Jur�dica y Forense, quienes facilitaron la realizaci�n de un taller para el desarrollo
de valores por parte de los miembros de la polic�a de Ecuador. Luego se ejecut�
el taller para recolectar los datos a ser estudiados, pero tambi�n para tomar
acciones a partir de los resultados. Este taller estaba dise�ado de la
siguiente manera: Introducci�n: �Erase una vez el mejor
polic�a del mundo�; Toma de consentimiento informado; Exposici�n breve de
investigaciones con el VALANTI (basada en an�lisis circunstancial del contexto
donde se realizar�a el ejercicio); Aplicaci�n de la prueba VALANTI;
Socializaci�n de resultados; Fortaleciendo lo valioso y acrecentando los
valores (din�micas para el fortalecimiento de los valores bien establecidos y
el incremento de las dimensiones que se muestran como debilidad).
Finalmente, se llev� a cabo la tabulaci�n de la informaci�n para su
an�lisis y discusi�n, donde se asumi� la categor�a
�valores� como la cualidad real o ideal
que es deseada o deseable por un sujeto que orienta su vida a partir de ella,
que eso es valiosos. Es decir, se est� afirmando que realmente tiene valor, que
es bueno, digno de aprecio y de estimaci�n; de los valores depende que se tenga
una vida grata, alegre, en armon�a con uno mismo y con los dem�s, una vida que
valga la pena ser vivida (Cortina,1998; Escobar, 2007).
3. Resultados y discusi�n
La revisi�n de los
valores humanos b�sicos en los integrantes de la polic�a con quienes se realiz�
el estudio, se clasific� desde de tres variables: Primero, seg�n el g�nero;
segundo, de acuerdo con el nivel de estudios; y tercero, en relaci�n con el
cargo de desempe�o. Las Tablas 2, 3 y 4, muestran los hallazgos para su
an�lisis pertinente en cada una de ellas. Por otra parte, en la Tabla 5 se aprecian
los resultados para el an�lisis comparativo entre los agentes policiales y las
personas que han cometido actos il�citos.
3.1. Valores seg�n el g�nero
En la Tabla 2, se
observa que el g�nero masculino le da mayor prioridad al valor amor y menor
prioridad a la no violencia. En cuanto al g�nero femenino, la prelaci�n m�s
alta se otorga tambi�n al valor amor y la menor preferencia se da a la paz. La
importancia seg�n el g�nero est� ubicada en un nivel promedio para los valores
rectitud y paz, tanto para hombres como para mujeres.
Tabla 2
Valores clasificados seg�n el g�nero
G�nero |
Participantes % |
Valores |
||||
Verdad |
Rectitud |
Paz |
Amor |
No violencia |
||
Masculino |
73 |
50,3 |
48,5 |
48,5 |
50,8 |
48,4 |
Femenino |
27 |
47,5 |
51,1 |
44,3 |
55,1 |
49,5 |
Fuente:
Elaboraci�n propia, 2023.
De acuerdo con la prueba VALANTI, las cualidades que se consideran
relevantes para el valor amor son la amabilidad, ayuda, apoyo, bondad,
dedicaci�n, devoci�n y cari�o. Contrariamente, las cualidades a las que menor
relevancia se le dan son: Paciencia, calma, concentraci�n, silencio interior y satisfacci�n,
que corresponden al valor paz (Escobar, 2007).
En efecto, el valor amor sobresale en puntuaci�n tanto en
hombres como mujeres, sin embargo, hay que enfatizar que en las mujeres
polic�as la valoraci�n es mayor. Esto tambi�n se puede ver en la investigaci�n
con perspectiva de g�nero realizada sobre valores profesionales relacionados
con la solidaridad, tolerancia, justicia, confianza y reflexi�n social, entre
otros, la cual se llev� a cabo con estudiantes que se preparan para este
trabajo p�blico. En todos los valores analizados �los
puntajes de las alumnas fueron m�s altos� (Farf�n
et al., 2023, p. 14).
En coherencia con estos resultados, as� como con la
propuesta de CuidarE desde la �tica del cuidado (Aponte, 2022), si las
creencias de los polic�as en sus capacidades o autoeficacia son fundamentadas
en valores relacionados con el amor, pueden formar esquemas mentales que sirvan
como factores protectores que inhiban su deseo de realizar conductas
delictivas. Lo anterior, se potencializar� mayormente, si adem�s de creer que
pueden resolver problemas o enfrentar situaciones conflictivas, lo hacen con
otros esquemas como los ofrecidos por las cualidades de los valores rectitud y
no violencia, en las que se incluyen acciones pac�ficas y de amor universal,
dada su comprobada influencia en personas que respetan la ley.
Por ejemplo, un polic�a que reflexiona con frecuencia
sobre su integridad profesional de c�mo proceder ante una situaci�n que implique
infringir la ley, cumpliendo con su trabajo en un ret�n descubre un cargamento
de coca�na y los delincuentes lo quieren sobornar con una suma de dinero para
que los deje pasar, a lo cual �l responde con firmeza que no; en su momento, recuerda
su reflexi�n hecha momentos previos al salir a trabajar, y adem�s recuerda que
debe ser coherente su actuar con sus valores, y que al dar prioridad en su vida
al amor, debe ayudar y apoyar desde su trabajo a la lucha contra la
delincuencia, buscando, de acuerdo con Nagin y Telep (2020), un proceder legal
en el proceso de impartir justicia.
Por consiguiente, en concordancia con Bandura (1999), cuando
se combina la autoeficacia y la introyecci�n de valores, la vida de las
personas es m�s saludable y eficaz que aquellos que no desarrollan cierto grado
de autocontrol. Adem�s, de acuerdo con Caicedo (2022); y, Farf�n et al. (2023),
cuando el proceder de las autoridades policiales
se fundamenta en valores, eso generar� en la ciudadan�a una mayor percepci�n
positiva respecto a la integridad de su funci�n p�blica.
3.2. Valores seg�n el nivel de estudios
Respecto a esta
clasificaci�n de valores, la Tabla 3 deja ver que los polic�as con nivel universitario
y de secundaria le conceden mayor prioridad al valor amor y menor prioridad a la
paz. Por su parte, los de nivel t�cnico destacan el amor, incluso m�s que los
grupos anteriores; sin embargo, dan menor prioridad al valor de la rectitud. En
cuanto al nivel de importancia (baja, media, alta) que se atribuye a los
valores, se observa que, para la rectitud y la paz, los resultados est�n
relacionados con una prioridad media, salvo en las personas cuyo nivel es la
secundaria, pues para ellos la paz tiene una preferencia baja.
Tabla 3
Valores clasificados por el
nivel de estudios
Nivel de estudios |
Participantes % |
Valores |
||||
Verdad |
Rectitud |
Paz |
Amor |
No violencia |
||
Universitarios |
50,7 |
49,7 |
50,3 |
46,5 |
52,9 |
48 |
T�cnico |
36,5 |
49,5 |
47 |
49,2 |
51,3 |
49 |
Secundaria |
8 |
47,2 |
53 |
43 |
54 |
50,4 |
No reporta |
4,8 |
53 |
47,6 |
50 |
43,6 |
51,6 |
Fuente:
Elaboraci�n propia, 2023.
Dentro de los postulados de la teor�a del TRD, Redondo (2008) establece
que existen unas �dimensiones continuas de riesgo�, consistentes en factores de riesgo y
factores de protecci�n;
los
primeros, llevan al ser humano a la conducta
delincuente; y los segundos, lo alejan.
De acuerdo con Escobar (2007); y, Arias (2013), los factores de riesgo o protecci�n
estar�an relacionados con el valor rectitud, pues se reconoce que esta
dimensi�n ofrece esquemas mentales relacionados con la �tica, la justicia, la honestidad, el respeto, cumplir metas y el deber,
entre otros, valores que gu�an el actuar del ser humano.
Por tanto, si una persona da alta
prioridad al valor rectitud en medio de una tentativa antijur�dica, lo m�s
probable es que su conducta sea asertiva -toda vez que cuenta con factores
protectores-, lo cual no sucede cuando se enfrentan esas situaciones con bajos
esquemas de rectitud (siendo en este caso un factor de riesgo la baja prioridad
por este valor), como bien se puede observar en el estudio de Escobar
(2007), al comparar un grupo de 80 delincuentes condenados por la justicia con
un grupo de ejecutivos de empresa de excelente conducta �tica, se observaron
diferencias significativas en los valores rectitud -alto para ejecutivos, bajo
para delincuentes-.
En el caso de la muestra de la
polic�a de Ecuador, las cualidades que determinar�an una condici�n protectora
ser�an las que componen la dimensi�n del valor amor, para lo cual, es
importante someter este estudio a una segunda fase, en la que se puedan
comparar los valores de polic�as que posean una buena conducta, frente a aquellos
polic�as que han cometido il�citos o delitos.
3.3. Valores seg�n el cargo de desempe�o
La Tabla 4, muestra que
los agentes de polic�a, los suboficiales y oficiales dan mayor prioridad al
valor amor y dan menor prioridad a la paz. Las personas que desempe�an otro
tipo de cargos dan mayor relevancia a la verdad y menor a la no violencia. Los
intendentes dan mayor primac�a al valor amor, y menor a la verdad y la no
violencia (sus puntuaciones son iguales). Finalmente, quienes no reportan el
cargo, dan mayor prioridad a la verdad y no violencia (sus puntuaciones son
iguales), y menor prioridad a la rectitud.
Tabla 4
Valores clasificados por cargo
de desempe�o
Cargo |
Participantes % |
Valores |
||||
Verdad |
Rectitud |
Paz |
Amor |
No violencia |
||
Agente de
polic�a |
49,2 |
48,7 |
48,9 |
31 |
52,4 |
48,2 |
Suboficial |
19 |
49,3 |
50,9 |
46,8 |
51,3 |
48,7 |
Oficial |
19 |
51,2 |
49,7 |
43,8 |
52,5 |
50,1 |
Otro |
6,4 |
52,2 |
49,2 |
49 |
49,2 |
47,7 |
Intendente |
1,6 |
44 |
50 |
49 |
60 |
44 |
No reporta |
4,8 |
52 |
43,3 |
49 |
48,6 |
52 |
Fuente:
Elaboraci�n propia, 2023.
Considerando el cargo, los valores rectitud y paz tienen
una prioridad media para todos los cargos, a excepci�n de los que no reportan
cargo que atribuyen una preferencia baja a la rectitud, y los agentes de
polic�a que conceden una importancia baja a la paz. Seg�n Arias (2013), los
valores de rectitud y paz se
contraponen entre no delincuentes e infractores de la ley; es decir, mientras
para los que delinquen la paz tiene un mayor puntaje, para los que no delinquen
a la paz se le otorga un menor puntaje.
Esta valoraci�n alta al valor
amor y baja para la paz es diferente a lo encontrado en un estudio realizado
con consumidores de sustancias psicoactivas en un establecimiento penitenciario
colombiano. Los participantes dan importancia a los valores de verdad, paz,
amor y no violencia -en las que sobresale tambi�n el amor-; sin embargo, se
muestran pasivos frente a las normas desde el valor rectitud (Hern�ndez, 2020).
Los componentes del valor b�sico
paz, son valores como la calma, concentraci�n, silencio interior, paciencia,
satisfacci�n, entre otros; con ellos se incrementa la posibilidad de desinhibir
(no manejar) el deseo o impulsividad al actuar en una situaci�n delictiva, dado
que estos esquemas mentales le pueden ayudar a una persona a tener el control
de las emociones para proceder. Por ejemplo, si hay tranquilidad interior en
quien va a delinquir, se incrementar�n las posibilidades de tener �xito al
hacerlo, dado que puede observar mejor las condiciones que faciliten su
proceder (Escobar, 2007; Arias, 2013).
Por otra parte, si se considera
lo postulado por Redondo (2008), dar baja prioridad a cualidades como la calma,
concentraci�n, silencio interior, paciencia, satisfacci�n (dimensi�n del valor
paz), genera menos factores de riesgo a la hora de enfrentar situaciones
delictivas, toda vez que no contar�an con los componentes emocionales que
permitan desarrollar acciones ilegales; por ejemplo, ante la falta de calma
ser�a dif�cil manejar el temor por ser sorprendido en un accionar ilegal y ello
evitar�a su ejecuci�n; a ello hace referencia cuando se habla de menores
factores de riesgo en este grupo.
3.4. Valores comparados entre agentes policiales y delincuentes
Teniendo en cuenta el
objetivo de identificar los valores del personal de la polic�a
de Ecuador y analizarlos frente al perfil de valores que
caracteriza a las personas que han tenido conductas al margen de la ley y de
otros que han actuado acorde a ella, se observ� que los participantes de la polic�a
arrojan unos resultados muy similares con las personas que no han cometido
il�citos y muy diferentes con el perfil de los que hurtan, como se puede ver en
la Tabla 5.
Tabla 5
Comparativo
de valores entre polic�as y j�venes que hurtan y los que no hurtan
Cargo |
Participantes % |
Valores |
||||
Verdad |
Rectitud |
Paz |
Amor |
No violencia |
||
Hombre
Polic�a |
73 |
50,3 |
48,5 |
48,5 |
50,8 |
48,4 |
Mujer
Polic�a |
27 |
47,5 |
51,1 |
44,3 |
55,1 |
49,5 |
J�venes que
no hurtan |
50 |
48,9 |
48,3 |
48,8 |
51,9 |
48,5 |
J�venes que
hurtan |
50 |
49 |
45,2 |
52,4 |
52,1 |
46,9 |
Fuente:
Elaboraci�n propia, 2023.
Al analizar las diferencias entre los
promedios de los valores de los j�venes que hurtan, se observa que las
diferencias son significativas para los valores rectitud, paz y no violencia,
pero solo para algunos de los elementos de la condici�n familiar, tales como
modelos de hurto, el tipo de familia y maltrato en la infancia (Arias, 2013),
por lo que el an�lisis referido se centra en los valores de rectitud, paz y no
violencia.
Desde una mirada general, las dimensiones de valoraci�n seg�n el nivel
de estudio, la mayor prioridad fue concedida al amor y la verdad; seg�n el
cargo de desempe�o, la relevancia mayor se distribuye entre el amor, la verdad
y la no violencia; mientras que, seg�n el g�nero, el valor m�s destacado es el
amor. En cuanto a la menor prioridad de valores, seg�n la primera categor�a
(nivel de estudio), son la paz, la rectitud y el amor los que se destacan; sin
embargo, respecto al cargo, la paz, la rectitud, la no violencia y la verdad, aparecen
como tal en todas las subcategor�as, y en relaci�n con el g�nero, la dimensi�n
menos priorizada es la no violencia y la paz.
As� pues, no es posible sacar una conclusi�n que permita alinear el
perfil de los integrantes de la polic�a con quienes delinquen o no lo hacen. Lo
que si se reafirma es que no coincide para nada con lo observado en estudios
realizados por Escobar (2007); y, Arias (2013), quienes
observan en las personas que no delinquen una alta prioridad a la rectitud y
una baja prioridad a la paz; mientras que los que delinquen o lo han hecho
priorizan m�s la paz y menos la rectitud.
El panorama anterior puede
contrarrestarse si se atribuye a la no violencia y a la rectitud una mayor
prioridad que a la paz; sin embargo, la poblaci�n estudiada no es estable en
esta tendencia; por ejemplo, hay grupos que tienen como fortaleza dar mayor
prioridad a la no violencia sobre la paz, pero la rectitud es menos importante
que la paz, lo que significa que tendr�an esquemas protectores como inter�s por
el amor
universal, aprecio por las dem�s culturas y creencias, hermandad, justicia
social y unidad humana, las cuales son atribuidas a la parte espiritual de los
valores o no violencia (Escobar, 2011), dimensi�n que en situaciones antijur�dicas cuando hay la tendencia a darles una buena
prioridad, podr�an generar autorregulaci�n en la ejecuci�n de conductas
incorrectas.
Por otra parte, a la hora de enfrentar decisiones entre acciones legales o
delictivas, es importante que se cuente con la convicci�n de poder salir con
donaire de dichas situaciones; como es bien sabido, los integrantes de la
polic�a en su diario vivir tienen dilemas en los que deben elegir: Cumplir con
la ley o con pretensiones personales o de terceros.
Al respecto, Bandura (1999) ense�a que cuando se cree en
las capacidades que se tienen para actuar en situaciones futuras, se desarrolla
una habilidad que llama �autoeficacia�, y esta creencia a su vez influye en la
forma de pensar, sentir y actuar de las personas, lo mismo que los valores. Por
consiguiente, �el trato procesalmente justo
de los ciudadanos por parte de la polic�a aumenta la disposici�n del ciudadano
a cumplir con la ley y, por tanto, a reducir las tasas de criminalidad� (Nagin
y Telep, 2020, p. 761).
Conclusiones
Los participantes en la investigaci�n no cumplen con ninguna de las
caracter�sticas val�rales de las observadas en los estudios precedentes, tanto
en quienes delinquen como en los que no lo han hecho. En ning�n miembro de la
polic�a se evidencia que se d� mayor prioridad
a la rectitud y la no violencia y menor a la paz (como sucede con los que no
delinquen), o que se d� mayor prioridad a la paz y menor a la rectitud y no
violencia (como sucede con los que delinquen).
En los polic�as
participantes la mayor prioridad seg�n el nivel de estudios
(subcategor�a por subcategor�a) es concedida al amor y la verdad; seg�n el g�nero,
el valor m�s destacado es el amor (tanto en hombres como en mujeres); mientras
que por el cargo la relevancia mayor se distribuye entre el amor, la verdad y
la no violencia. Con ello se evidencia el alto potencial que se tiene para
actuar con integridad profesional ante la prevenci�n de delito.
Ahora bien, respecto a menor
prioridad de valores, seg�n la escolaridad son la paz, la rectitud y el amor los
que se destacan; en cuanto al cargo, la paz, la rectitud, la no violencia y la
verdad, aparecen como tal en todas las subcategor�as; y, seg�n el g�nero, la
dimensi�n menos priorizada es la no violencia y la paz. Esto representa un
desaf�o para la instituci�n policial, respecto a la rectitud para actuar
conforme al debido proceso, y con ello, ganar la confianza de la ciudadan�a.
Analizando el puntaje total mayor
y menor en cada una de las categor�as, el valor del amor es la dimensi�n de
mayor prelaci�n y la paz la de menor puntaje. En consecuencia, las cualidades que determinar�an
una condici�n protectora en los agentes policiales ser�an las que componen la
dimensi�n de valor amor, para lo cual es importante someter este estudio a una
segunda fase, en la que se puedan comparar los valores de polic�as que posean
una buena conducta en comparaci�n con aquellos que han cometido delitos.
Por otra parte, dar baja prioridad al valor de la paz genera menos
factores de riesgo a la hora de enfrentar situaciones delictivas; dentro de las
categor�as establecidas, son los agentes de polic�a los que m�s cumplen con
esta condici�n, toda vez que son el grupo con el menor puntaje en el valor paz.
Adem�s, en este caso particular, los factores de riesgo disminuyen ante el buen
equilibrio del valor amor. Es importante resaltar que el grupo previamente
relacionado tambi�n tienen mayor puntuaci�n tanto en la rectitud como en la no
violencia, lo cual hipot�ticamente fortalece a�n mucho m�s su inhibici�n de
conductas delictivas.
Finalmente, con la investigaci�n se constata que los cinco valores
analizados son determinantes para comprender la conducta profesional de la
polic�a. Asimismo, con el desarrollo de dichos valores sociales se podr�n
contrarrestar las pr�cticas il�citas que desdibujan la responsabilidad p�blica
de la polic�a, y al mismo tiempo se podr� promover en los territorios de
incidencia, la prevenci�n del delito con la participaci�n de la ciudadan�a.
De otra parte, una de
las limitaciones del estudio, estriba en la no administraci�n de instrumentos
de enfoque cualitativos, como un focus group o entrevistas, de tal
manera que permitieran equiparar no solo los resultados cuantitativos, sino que
tambi�n alcanzaran algunas generalizaciones en los resultados. En relaci�n con
futuras l�neas de investigaci�n, se propone la siguiente: �responsabilidad
social corporativa�. La importancia de esta l�nea radica en la necesidad de
proponer modelos administrativos pertinentes para las instituciones policiales,
que respondan al comportamiento organizacional y al compromiso de liderazgo
para con la sociedad.
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����
*
Magister en Psicolog�a Jur�dica. Psic�logo. Profesor Instructor I e Investigador
en la Corporaci�n Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO), Bogot�, Colombia. E-mail: ajhonfredy@uniminuto.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1465-3964
** Magister
en Filosof�a Latinoamericana. Licenciado en Teolog�a Pastoral. Docente
Investigador en la Corporaci�n Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO),
Ibagu�, Colombia. E-mail: guillermo.meza@uniminuto.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9707-6519
***
Postdoctor en Ciencias Contables, Contralor�a y Finanzas. Doctor en Ciencias
Sociales y de la Educaci�n. Doctor en Ciencias Econ�micas y Administrativas.
Profesor Investigador en la Corporaci�n Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO),
Ibagu�, Colombia. E-mail: gustavo.rubio-r@uniminuto.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6582-2481
Recibido: 2023-06-27��������������� � Aceptado: 2023-09-13