Revista de Ciencias Sociales (RCS)

Vol. XXIX, No. 4, Octubre - Diciembre 2023. pp. 327-341

FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E: 2477-9431

 

Como citar: Arias, J. F., Meza, G., y Rubio-Rodr�guez, G. A. (2023). Valores sociales en la polic�a de Ecuador: Un an�lisis comparativo para pensar la prevenci�n del delito. Revista De Ciencias Sociales, 29(4), 327-341.

 

Valores sociales en la polic�a de Ecuador: Un an�lisis comparativo para pensar la prevenci�n del delito

 

Arias Aguiar, John Fredy*

Meza Salcedo, Guillermo**

Rubio-Rodr�guez, Gustavo Adolfo***

 

Resumen

 

Los valores sociales pueden contribuir al desarrollo integral de la profesi�n policial, al punto de transformar a los agentes en catalizadores de cambio en la sociedad e incidir en la prevenci�n del delito. El objetivo de este manuscrito consiste en identificar los valores de los agentes policiales en Ecuador para describirlos y analizarlos frente al perfil de valores de personas que han asumido conductas al margen de la ley en estudios precedentes. Se emple� una metodolog�a cuantitativa de tipo descriptiva en instrumentos y procedimientos, por medio de la aplicaci�n de la prueba de valores VALANTI, a 63 integrantes de la polic�a de Ecuador, seleccionados bajo un muestreo no probabil�stico, cuya informaci�n se analiz� de forma comparativa con otras investigaciones. Los resultados encontrados establecen que los valores de los agentes policiales son muy disimiles del perfil de valores de las personas estudiadas. Una vez establecidas las categor�as de an�lisis (g�nero, nivel de estudio, cargo de desempe�o), la dimensi�n de valor con mayor prelaci�n fue el amor, y la de menor, la paz. Se concluye que a diferencia de las personas que delinquen, los agentes de la polic�a estiman el amor por encima de la paz, y la rectitud como valores fundamentales.

 

Palabras clave: Polic�a; actitudes policiales; valores sociales; delincuencia; prevenci�n del delito.

 

 

Social values in the police in Ecuador: A comparative analysis to think about crime prevention

 

Abstract

 

Social values can contribute to the integral development of the police profession, to the point of transforming officers into catalysts for change in society and influence crime prevention. The objective of this manuscript is to identify the values of police officers in Ecuador in order to describe and analyze them in relation to the values profile of people who have engaged in illegal behavior in previous studies. A quantitative methodology of descriptive type was used in instruments and procedures, through the application of the VALANTI values test, to 63 members of the Ecuadorian police, selected under a non-probabilistic sampling, whose information was analyzed comparatively with other investigations. The results found establish that the values of the police officers are very dissimilar from the values profile of the people studied. Once the categories of analysis were established (gender, level of study, performance position), the value dimension with the highest priority was love, and the lowest, peace. It is concluded that, in contrast to people who commit crimes, police officers consider love above peace and righteousness as fundamental values.

 

Keywords: Police; police attitudes; social values; delinquency; crime prevention.

 

 

Introducci�n

La frase �el bien siempre triunfa sobre el mal�, no s�lo hace parte de los constructos de la esperanza del ser humano que sigue creyendo en la justicia, sino, tambi�n es una expresi�n que refleja lo que se vive en la realidad, a�n por encima del incremento de la delincuencia en el mundo y de hechos sociales que reflejan esa parte humana de maldad.

En efecto, son m�s las personas que procuran hacer el bien que aquellas que hacen el mal, aun cuando se pueda constatar, en concordancia con B�hm (2017); Morillo y Birkbeck (2017); Ram�rez, Alarc�n y Ortega (2020); Orozco, Jim�nez y Cudris-Torres (2020); Torres-Tellez y Montero (2022), que la injusticia, la violencia, el maltrato, la delincuencia, entre otras problem�ticas, hacen parte de la cotidianidad social en m�ltiples contextos. Violencia que, sin duda, al perseguir un fin, est� fundamentada o sustentada en una axiolog�a como algo a lo que se le da valor, al mismo tiempo que impulsa a actuar. Por eso, como expresa S�nchez (2017), �no existe la violencia por la violencia; real, efectivamente, existe como medio al servicio de un fin con el que pretende justificarse. (�) sea este fin valioso o no� (p. 41).

La influencia de los valores en el proceder del ser humano es una tem�tica que se menciona constantemente en diversas investigaciones en �reas como la criminolog�a, la psicolog�a, la �tica, la sociolog�a, entre otras. Particularmente, en relaci�n con la criminolog�a, se plantean t�picos relacionados con la dignidad, la violencia, la delincuencia, la conducta antisocial y la educaci�n prosocial, en los que se argumenta que la pr�ctica de virtudes o vicios depende de una diversidad de condiciones contextuales (Garrido y L�pez, 1995; Sossa, 2011; Loinaz, 2014; Paz y Andreu, 2018; Barrios, 2018).

En este sentido, de acuerdo con Gottfredson e Hirschi (1990); y, Tenenbaum (2018), hay que se�alar que cuando existe un nivel bajo de autocontrol, as� como ausencia de valores s�lidos de convivencia, autoestima y respeto, las personas buscan suplirlos con la violencia como medio atractivo de nuevas sensaciones, incluso como anhelo subjetivo de esperanza, al mismo tiempo que se encuentran necesitados de permanente estimulaci�n para afrontar emociones fuertes y riesgosas, que finalmente terminan en acciones delictivas. Seg�n Cabana, Narea y Orrego (2018), se deber�a analizar cu�les son los factores que dogm�ticamente intervienen en la conducta del ser humano y aquellos elementos que afectan negativamente el proceder actitudinal del individuo.

Por otra parte, tambi�n es relevante reconocer que los cambios sociales han dado lugar a un nuevo sistema de valores determinado por m�ltiples factores como la competitividad y el individualismo, los cuales se entretejen con otros como el consumismo, el relativismo, lo ef�mero, lo fr�gil, entre otros. Todos estos aspectos que se retroalimentan entre s� son causa de nuevos cambios sociales, as� como de modificaci�n de rasgos de identidad personal y de valores (Penas, 2008).

En este marco de realidades, una de las razones que conllevaron a la realizaci�n de esta investigaci�n reside en el aporte que se puede brindar a los agentes policiales, quienes con su accionar p�blico influyen de manera significativa en la conducta de la ciudadan�a. Este aporte est� representado en potencializar las competencias en valores personales a trav�s de modelos de aprendizaje que contribuyan al manejo de la adversidad, la resoluci�n creativa de conflictos y la prevenci�n del delito. Como es de dominio p�blico, la carencia de normas comportamentales es un fen�meno que cada d�a deteriora las relaciones afectivas en la sociedad.

Por consiguiente, este trabajo tiene el objetivo de presentar los valores de la polic�a de Ecuador, y analizarlos frente al perfil de valores de personas que han tenido conductas al margen de la ley, teniendo en cuenta que a la hora de buscar cambios sociales y de prevenci�n del delito, es relevante intervenir en el desarrollo moral de las personas que hacen parte de las instituciones que custodian, protegen y hacen respetar los bienes jur�dicos, y est�n al servicio de la sociedad.

Finalmente, se espera que los hallazgos de este estudio logren ser percibidos y administrados por la instituci�n policial del Ecuador, para que redunden en beneficio de sus miembros. Para ello, es necesario reconocer que las personas que muestran un �ptimo comportamiento tienen una menor probabilidad de cometer actos delictivos debido a su compromiso con una conducta recta.

 

1. Fundamentaci�n te�rica

1.1. Valores y delincuencia

Los valores son cualidades, reales y din�micas que permiten acondicionar el mundo y hacerlo habitable, cuyo fin contribuye a mejorar la calidad de vida (Cortina, 1998). En realidad, no son propios de cada persona, sino que est�n socialmente construidos por las normas culturales y morales dominantes (�zates, �ngen y Hatiboglu, 2019). O bien como se�ala S�nchez (1969): �Los valores son creaciones humanas, y solo existen y se realizan en el hombre y por el hombre� (p. 23).

Adem�s, Bandura (1999) menciona que la cuesti�n pol�tica y econ�mica de los pa�ses, de las empresas multinacionales, de los medios de comunicaci�n y de la globalizaci�n, tienen una fuerte influencia en el campo de los valores, gracias al �aprendizaje vicario� que permean al ser humano y su voluntad.

Por otra parte, en base a la �tica del discurso, Cortina (2013) se�ala que la raz�n y el di�logo desempe�an un papel fundamental en la construcci�n de una moralidad compartida para establecer normas �ticas justas y universalmente aceptables. Por tanto, propugna por valores basados en el respeto mutuo, empat�a, responsabilidad y cooperaci�n, con el objetivo de construir una sociedad m�s justa y equitativa.

En efecto, los valores influyen en el comportamiento del ser humano, tal vez m�s que las actitudes. Por tanto, el concepto de valor se constituye en �la variable dependiente m�s significativa en el estudio de la cultura, la sociedad y la personalidad, y la principal variable independiente en el estudio de las actitudes y comportamientos de la sociedad� (Rockeach, 1973, p. 12). De ah�, la importancia que engloba este concepto en el desarrollo del ser humano, valido para tener presente en diversas instituciones o grupos humanos.

Seg�n Escobar (2007), hay cinco valores humanos b�sicos que son fundamentales para el desarrollo de la sociedad -verdad, rectitud, paz, amor y no violencia-, donde cada uno tiene un subconjunto de cualidades que los componen; la veracidad, curiosidad, esp�ritu de investigaci�n, autoan�lisis, entre otros, corresponden al valor verdad. La obediencia, deber, limpieza, puntualidad, autoayuda, entre otros, evidencia la rectitud. El autocontrol, calma, paciencia, buen humor, optimismo, entre algunos m�s, est�n relacionados con el valor paz. La bondad, simpat�a, amistad, patriotismo, devoci�n y otros, son expresiones del valor amor. Finalmente, cualidades o valores como respeto por la vida, amor universal reflejan el valor de la No violencia.

Sin embargo, Bauman (2013) se�ala que la sociedad est� viviendo una �poca posde�ntica �del individualismo m�s puro y de la b�squeda de la buena vida, limitada solamente por la exigencia de la tolerancia -siempre y cuando vaya acompa�ada de un individualismo auto celebratorio y sin escr�pulos, la tolerancia s�lo puede expresarse como indiferencia-� (p. 9).

Desde esta perspectiva, se puede afirmar que por esta forma de valorar y l�gicamente de actuar, la sociedad actual entra�a una deshumanizaci�n en la que los valores tradicionales aceptados por el com�n se han trastocado y se le ha apostado a lo que Cortina (2013) llama �la maldici�n del cortoplacismo�, que deja de lado lo que realmente vale la pena vivir. Es decir, valores econ�micos o instrumentales como la rentabilidad, el sentido de propiedad y el consumo, motivan a la internalizaci�n del deseo de �tener m�s� pasando incluso, por encima del otro y perdiendo de vista la importancia de otros valores sociales.

As� entonces, de acuerdo con Bauman (2009); y, Meza (2016a), se puede hablar de un mundo hostil, inseguro, en el que se han perdido los v�nculos y el arraigo que daba sentido, identidad y pertenencia social. Por el contrario, se ha instalado la rivalidad y la competencia sin tregua, lo que representa un agravante para la crisis de valores que la sociedad actual enfrenta. Un mundo en el que se dice nosotros, pero no se vive el nosotros (Meza, 2106b), el cual le deja la puerta abierta a la delincuencia.

La mirada a los valores sociales no es cuesti�n de una moda sino de actualidad, en cuanto que el ser humano se realiza y construye sociedad mediante el desarrollo de estos. Por consiguiente, desde siempre ha existido la pregunta por dichos valores; la inquietud por saber c�mo actuar en determinados momentos de la vida, y responder si tal actuar es correcto o incorrecto, est� bien o mal, es justo o injusto. As� desde los planteamientos de los fil�sofos griegos, pasando por el pensamiento medieval y moderno hasta la actualidad, existen m�ltiples indagaciones al respecto.

Por ejemplo, en el contexto organizacional, a trav�s de la encuesta del �Sistema de Valores de Rokeach� (RVS) sobre valores terminales e instrumentales, hay estudios que evidencian la diversa y desigual escala valorativa entre un grupo de ejecutivos y otro de sindicalistas (Robbins y Judge, 2013; Valbuena, Morillo y Salas, 2006).

Por otra parte, en el campo de la psicolog�a jur�dica existen estudios comparativos sobre la jerarqu�a de valores entre grupos de personas que delinque y otros que no lo hacen. En ambos grupos los valores finales de la libertad y la seguridad familiar son los m�s importantes; mientras que la honestidad y la responsabilidad se destacaron dentro de los valores instrumentales (Garrido y Mart�nez, 1997).

En otro estudio realizado con delincuentes que se encontraban en prisi�n y otro grupo de no delincuentes, los mismos Garrido y Mart�nez (1997), al hacer el an�lisis diferencial de los valores, encontraron diferencias significativas en 10 de 36 valores analizados, observando que los valores que no ten�an relevancia personal y carec�an de gratificaci�n inmediata, eran menos importantes para los presos que para aquellos que no estaban en prisi�n.

En efecto, en la base de la actividad delictiva existen unos valores m�s de car�cter individual, situacional y a corto plazo, con un alto grado de egocentrismo, como tener una vida c�moda, sentir placer, la inmediatez, entre otros, los cuales motivan al delincuente en su proceder. En cambio, los no delincuentes prefieren valores m�s de car�cter social y a largo plazo como la amistad, la responsabilidad, la justicia, entre otros; de ah� su tolerancia a las normas sociales, lo que no sucede con los que delinquen, quienes prefieren una conducta ilegal.

 

1.2. Valores de los agentes policiales

Algunas investigaciones evidencian que cuando se analizan los diferentes protagonistas que pueden participar en una acci�n delictiva, se infiere que uno de los actores que no se puede eximir es la fuerza p�blica -ej�rcito, polic�a, fuerzas especiales-, quienes participan en eventos criminales de manera directa o indirecta, por acci�n u omisi�n (Garrido y L�pez, 1995; Garrido y Mart�nez, 1997; Nagin y Telep, 2017; 2020; Aponte, 2021; Van Droogenbroeck, Ivkovich y Spruyt, 2022; Farf�n, Moguel y Maciel, 2023).

De manera particular, Sirimarco (2018) se�ala algunas situaciones policiales que se deben tener en cuenta para hacer reformas en cuanto a la formaci�n policial, conservando algunas pr�cticas institucionales de disciplina y jerarqu�a; �corrupci�n, ineficiencia, represi�n, apremios, brutalidad, muertos, desaparecidos y v�nculos con el crimen organizado, han sido y son el tel�n de fondo sobre el que las fuerzas policiales se han ido constituyendo como actores en tensi�n con el espectro democr�tico� (p. 3).

Por consiguiente, al considerar el proceder de las autoridades, como la polic�a, en el manejo de las situaciones delictivas o personales, surge la interrogante sobre la axiolog�a de la fuerza p�blica, sobre los valores que tienen prioridad en su vida, sobre las condiciones sociales en las que crecieron y los factores del contexto que los impulsan, motivan o influyen para elegir un proceder l�cito o il�cito. Incluso, esto mismo tiene una incidencia fundamental en la confianza de la ciudadan�a hacia su proceder profesional y el uso de su autoridad en el escenario p�blico (Caicedo, 2022).

Estos planteamientos sugieren asumir los diferentes aspectos que definen y explican tanto la conducta delictiva como la conducta acorde con la ley. En este sentido, autores como Luengo et al. (1999); y, Van Droogenbroeck et al. (2022), dejan entrever en sus trabajos que a la hora de precisar si una persona es delincuente o no, influye de manera importante el sesgo que la polic�a y los jueces pueden tener en contra o a favor de los presuntos delincuentes; es decir, que la subjetividad de las autoridades y administradores de la justicia, influye a la hora de determinar y juzgar la conducta delictiva, lo cual, es muy desfavorable para la construcci�n de la justicia.

En esta misma l�nea, Su�rez (2017), en su estudio titulado: �Interpretaci�n de la v�ctima policial: Hacia el camino de la caracterizaci�n, evidencia que entre los diferentes actores armados que figuran como victimarios, se encuentra la Polic�a Nacional. Asimismo, Torres-V�squez (2013), muestra en su investigaci�n sobre la delincuencia organizada en Colombia, el caso de un exteniente del Ej�rcito Nacional quien lidera un grupo al margen de la ley.

Los casos enunciados -entre otros tantos que puede haber- se percibe la necesidad de trabajar con las autoridades a la hora de intervenir los aspectos que influyen en la delincuencia. Para tal fin, se retoma lo planteado por Redondo (2008), en la teor�a del Triple Riesgo Delictivo (TRD), en la que se propone que las dimensiones de riesgo de la conducta delictiva pueden ser asignadas a tres fuentes de riesgo: Una personal, una de apoyo prosocial y una de oportunidades delictivas.

Con respecto a las fuentes de riesgos personales, se se�alan las caracter�sticas de cada sujeto, tanto las que hacen parte de su identidad individual como las que adquiere, y de ellas hacen parte aspectos tanto psicofisiol�gicos (problemas del sistema nervioso central), como psicol�gicos (rasgos de personalidad y habilidades sociales).

En relaci�n con esta teor�a, es significativa la investigaci�n realizada por Arias (2013), quien a partir de la Tabla 1, muestra la incidencia de estos factores al comparar un grupo de personas que delinquen con aquellas que no lo hacen. Las primeras, dan una baja prioridad al valor rectitud, mientras otorgan una mejor prelaci�n a dimensiones como la paz, situaci�n contraria que se present� en los que no han delinquido, para quienes la rectitud ten�a una mayor prioridad que la paz. Por ende, la alta valoraci�n por la rectitud se correlaciona con ausencia de comportamientos delictivos; mientras que la baja prioridad hacia este valor tiene que ver con personas que si han delinquido.

Tabla 1

Niveles de significancia entre personas que hurtan y no hurtan

Factores determinantes

Nivel de significancia de cada valor

Verdad

Rectitud

Paz

Amor

No Violencia

Escolaridad

.643

.431

.315

.918

.221

Familiar hurta

.440

.037*

.037*

.434

.389

Amistad hurta

.644

.174

.118

.998

.763

Estrato

.180

.120

.467

.596

.111

SNB

.437

.466

.155

.391

.443

INB motiv� hurtar

.699

.116

.111

.757

.552

Consumo sustancias psicoactivas

.689

.160

.127

.849

.179

Tipo familia

.573

.074

.045*

.740

.343

Tipo uni�n padres

.609

.192

.443

.359

.203

Apego a padres

.637

.161

.095

.680

.493

Violencia familiar

.877

.224

.056

.994

.249

Maltrato infancia

.325

.229

.011*

.495

.021*

Abandono familiar

.583

.257

.193

.861

.168

Nota: SNB= Satisfaccin de necesidades bsicas, INB= insatisfaccin de necesidades bsicas. * aspectos en los que se encuentran diferencias significativas entre los valores de jvenes que hurta y los que no lo hacen.

 

Fuente: Arias (2013).

Por otra parte, Garrido y Mart�nez (1997) proponen bases de una comunidad justa en ambientes carcelarios, planteando estrategias que permitan lograr un mejor desarrollo moral en las personas que han delinquido para orientarlas hacia la resocializaci�n, arguyendo que necesariamente se debe intervenir en el desarrollo moral de las autoridades de dichas instituciones. Su propuesta gira en torno a las siguientes tres estrategias: a) La clarificaci�n de valores, b) el desarrollo de razonamiento moral a trav�s de dilemas morales, y, c) una comunidad justa en la cual pueda promoverse este desarrollo moral tanto en el personal de las instituciones penitenciarias como en los cautivos de libertad.

 

2. Metodolog�a

La investigaci�n es de tipo descriptiva a partir de un enfoque cuantitativo, en cuanto se propone especificar las propiedades, caracter�sticas y rasgos de un fen�meno, logrando con ello adquirir insumos que faciliten el an�lisis de su comportamiento. Para este estudio, el objetivo consisti� en identificar y describir los valores de los polic�as que permitan recopilar elementos que explique su proceder l�cito o al margen de la ley, y analizar los resultados obtenidos, a la luz de los hallazgos de otras investigaciones sobre el perfil de valores de personas con conductas o carrera criminal.

La muestra estuvo conformada por un grupo de 63 integrantes de la polic�a de Ecuador, de una poblaci�n total de 114 sujetos, los cual fueron seleccionados bajo un muestreo no probabil�stico, considerando, entre otros aspectos, su disponibilidad y su tiempo de permanencia en la polic�a y afinidad con el tema a investigar. De la muestra, 46 son hombres y 17 mujeres, caracterizados por contar con diversos niveles de estudio y diferentes rangos de desempe�o profesional.

Es relevante destacar que una de las razones para emplear un m�todo de muestreo no probabil�stico en esta investigaci�n al seleccionar la muestra, es debido al uso del muestreo por conveniencia, el cual facilita la recopilaci�n de datos valiosos en diversas situaciones, especialmente, cuando los sujetos abordados logran agotar las variables de manera satisfactoria.

La informaci�n fue recolectada mediante la prueba psicom�trica de �valores y antivalores� VALANTI, reconociendo que tienen el prop�sito de �medir la prioridad que dentro de una escala de valores da el sujeto a una serie de �tems� (Escobar, 2007, p. 3), los cuales son condensados en un quinteto de valores humanos b�sicos: Rectitud, verdad, amor, paz y no violencia.

El estudio se desarroll� a partir de tres fases: Primero, se hizo el contacto con las Directivas de la Asociaci�n Latinoamericana de Psicolog�a Jur�dica y Forense, quienes facilitaron la realizaci�n de un taller para el desarrollo de valores por parte de los miembros de la polic�a de Ecuador. Luego se ejecut� el taller para recolectar los datos a ser estudiados, pero tambi�n para tomar acciones a partir de los resultados. Este taller estaba dise�ado de la siguiente manera: Introducci�n: �Erase una vez el mejor polic�a del mundo�; Toma de consentimiento informado; Exposici�n breve de investigaciones con el VALANTI (basada en an�lisis circunstancial del contexto donde se realizar�a el ejercicio); Aplicaci�n de la prueba VALANTI; Socializaci�n de resultados; Fortaleciendo lo valioso y acrecentando los valores (din�micas para el fortalecimiento de los valores bien establecidos y el incremento de las dimensiones que se muestran como debilidad).

Finalmente, se llev� a cabo la tabulaci�n de la informaci�n para su an�lisis y discusi�n, donde se asumi� la categor�a �valores� como la cualidad real o ideal que es deseada o deseable por un sujeto que orienta su vida a partir de ella, que eso es valiosos. Es decir, se est� afirmando que realmente tiene valor, que es bueno, digno de aprecio y de estimaci�n; de los valores depende que se tenga una vida grata, alegre, en armon�a con uno mismo y con los dem�s, una vida que valga la pena ser vivida (Cortina,1998; Escobar, 2007).

 

3. Resultados y discusi�n

La revisi�n de los valores humanos b�sicos en los integrantes de la polic�a con quienes se realiz� el estudio, se clasific� desde de tres variables: Primero, seg�n el g�nero; segundo, de acuerdo con el nivel de estudios; y tercero, en relaci�n con el cargo de desempe�o. Las Tablas 2, 3 y 4, muestran los hallazgos para su an�lisis pertinente en cada una de ellas. Por otra parte, en la Tabla 5 se aprecian los resultados para el an�lisis comparativo entre los agentes policiales y las personas que han cometido actos il�citos.

 

3.1. Valores seg�n el g�nero

En la Tabla 2, se observa que el g�nero masculino le da mayor prioridad al valor amor y menor prioridad a la no violencia. En cuanto al g�nero femenino, la prelaci�n m�s alta se otorga tambi�n al valor amor y la menor preferencia se da a la paz. La importancia seg�n el g�nero est� ubicada en un nivel promedio para los valores rectitud y paz, tanto para hombres como para mujeres.

Tabla 2

Valores clasificados seg�n el g�nero

G�nero

Participantes %

Valores

Verdad

Rectitud

Paz

Amor

No violencia

Masculino

73

50,3

48,5

48,5

50,8

48,4

Femenino

27

47,5

51,1

44,3

55,1

49,5

 

Fuente: Elaboraci�n propia, 2023.

De acuerdo con la prueba VALANTI, las cualidades que se consideran relevantes para el valor amor son la amabilidad, ayuda, apoyo, bondad, dedicaci�n, devoci�n y cari�o. Contrariamente, las cualidades a las que menor relevancia se le dan son: Paciencia, calma, concentraci�n, silencio interior y satisfacci�n, que corresponden al valor paz (Escobar, 2007).

En efecto, el valor amor sobresale en puntuaci�n tanto en hombres como mujeres, sin embargo, hay que enfatizar que en las mujeres polic�as la valoraci�n es mayor. Esto tambi�n se puede ver en la investigaci�n con perspectiva de g�nero realizada sobre valores profesionales relacionados con la solidaridad, tolerancia, justicia, confianza y reflexi�n social, entre otros, la cual se llev� a cabo con estudiantes que se preparan para este trabajo p�blico. En todos los valores analizados �los puntajes de las alumnas fueron m�s altos� (Farf�n et al., 2023, p. 14).

En coherencia con estos resultados, as� como con la propuesta de CuidarE desde la �tica del cuidado (Aponte, 2022), si las creencias de los polic�as en sus capacidades o autoeficacia son fundamentadas en valores relacionados con el amor, pueden formar esquemas mentales que sirvan como factores protectores que inhiban su deseo de realizar conductas delictivas. Lo anterior, se potencializar� mayormente, si adem�s de creer que pueden resolver problemas o enfrentar situaciones conflictivas, lo hacen con otros esquemas como los ofrecidos por las cualidades de los valores rectitud y no violencia, en las que se incluyen acciones pac�ficas y de amor universal, dada su comprobada influencia en personas que respetan la ley.

Por ejemplo, un polic�a que reflexiona con frecuencia sobre su integridad profesional de c�mo proceder ante una situaci�n que implique infringir la ley, cumpliendo con su trabajo en un ret�n descubre un cargamento de coca�na y los delincuentes lo quieren sobornar con una suma de dinero para que los deje pasar, a lo cual �l responde con firmeza que no; en su momento, recuerda su reflexi�n hecha momentos previos al salir a trabajar, y adem�s recuerda que debe ser coherente su actuar con sus valores, y que al dar prioridad en su vida al amor, debe ayudar y apoyar desde su trabajo a la lucha contra la delincuencia, buscando, de acuerdo con Nagin y Telep (2020), un proceder legal en el proceso de impartir justicia.

Por consiguiente, en concordancia con Bandura (1999), cuando se combina la autoeficacia y la introyecci�n de valores, la vida de las personas es m�s saludable y eficaz que aquellos que no desarrollan cierto grado de autocontrol. Adem�s, de acuerdo con Caicedo (2022); y, Farf�n et al. (2023), cuando el proceder de las autoridades policiales se fundamenta en valores, eso generar� en la ciudadan�a una mayor percepci�n positiva respecto a la integridad de su funci�n p�blica.

 

3.2. Valores seg�n el nivel de estudios

Respecto a esta clasificaci�n de valores, la Tabla 3 deja ver que los polic�as con nivel universitario y de secundaria le conceden mayor prioridad al valor amor y menor prioridad a la paz. Por su parte, los de nivel t�cnico destacan el amor, incluso m�s que los grupos anteriores; sin embargo, dan menor prioridad al valor de la rectitud. En cuanto al nivel de importancia (baja, media, alta) que se atribuye a los valores, se observa que, para la rectitud y la paz, los resultados est�n relacionados con una prioridad media, salvo en las personas cuyo nivel es la secundaria, pues para ellos la paz tiene una preferencia baja.

Tabla 3

Valores clasificados por el nivel de estudios

Nivel de estudios

Participantes %

Valores

Verdad

Rectitud

Paz

Amor

No violencia

Universitarios

50,7

49,7

50,3

46,5

52,9

48

T�cnico

36,5

49,5

47

49,2

51,3

49

Secundaria

8

47,2

53

43

54

50,4

No reporta

4,8

53

47,6

50

43,6

51,6

 

Fuente: Elaboraci�n propia, 2023.

Dentro de los postulados de la teor�a del TRD, Redondo (2008) establece que existen unas �dimensiones continuas de riesgo�, consistentes en factores de riesgo y factores de protecci�n; los primeros, llevan al ser humano a la conducta delincuente; y los segundos, lo alejan. De acuerdo con Escobar (2007); y, Arias (2013), los factores de riesgo o protecci�n estar�an relacionados con el valor rectitud, pues se reconoce que esta dimensi�n ofrece esquemas mentales relacionados con la �tica, la justicia, la honestidad, el respeto, cumplir metas y el deber, entre otros, valores que gu�an el actuar del ser humano.

Por tanto, si una persona da alta prioridad al valor rectitud en medio de una tentativa antijur�dica, lo m�s probable es que su conducta sea asertiva -toda vez que cuenta con factores protectores-, lo cual no sucede cuando se enfrentan esas situaciones con bajos esquemas de rectitud (siendo en este caso un factor de riesgo la baja prioridad por este valor), como bien se puede observar en el estudio de Escobar (2007), al comparar un grupo de 80 delincuentes condenados por la justicia con un grupo de ejecutivos de empresa de excelente conducta �tica, se observaron diferencias significativas en los valores rectitud -alto para ejecutivos, bajo para delincuentes-.

En el caso de la muestra de la polic�a de Ecuador, las cualidades que determinar�an una condici�n protectora ser�an las que componen la dimensi�n del valor amor, para lo cual, es importante someter este estudio a una segunda fase, en la que se puedan comparar los valores de polic�as que posean una buena conducta, frente a aquellos polic�as que han cometido il�citos o delitos.

 

3.3. Valores seg�n el cargo de desempe�o

La Tabla 4, muestra que los agentes de polic�a, los suboficiales y oficiales dan mayor prioridad al valor amor y dan menor prioridad a la paz. Las personas que desempe�an otro tipo de cargos dan mayor relevancia a la verdad y menor a la no violencia. Los intendentes dan mayor primac�a al valor amor, y menor a la verdad y la no violencia (sus puntuaciones son iguales). Finalmente, quienes no reportan el cargo, dan mayor prioridad a la verdad y no violencia (sus puntuaciones son iguales), y menor prioridad a la rectitud.

Tabla 4

Valores clasificados por cargo de desempe�o

Cargo

Participantes %

Valores

Verdad

Rectitud

Paz

Amor

No violencia

Agente de polic�a

49,2

48,7

48,9

31

52,4

48,2

Suboficial

19

49,3

50,9

46,8

51,3

48,7

Oficial

19

51,2

49,7

43,8

52,5

50,1

Otro

6,4

52,2

49,2

49

49,2

47,7

Intendente

1,6

44

50

49

60

44

No reporta

4,8

52

43,3

49

48,6

52

 

Fuente: Elaboraci�n propia, 2023.

Considerando el cargo, los valores rectitud y paz tienen una prioridad media para todos los cargos, a excepci�n de los que no reportan cargo que atribuyen una preferencia baja a la rectitud, y los agentes de polic�a que conceden una importancia baja a la paz. Seg�n Arias (2013), los valores de rectitud y paz se contraponen entre no delincuentes e infractores de la ley; es decir, mientras para los que delinquen la paz tiene un mayor puntaje, para los que no delinquen a la paz se le otorga un menor puntaje.

Esta valoraci�n alta al valor amor y baja para la paz es diferente a lo encontrado en un estudio realizado con consumidores de sustancias psicoactivas en un establecimiento penitenciario colombiano. Los participantes dan importancia a los valores de verdad, paz, amor y no violencia -en las que sobresale tambi�n el amor-; sin embargo, se muestran pasivos frente a las normas desde el valor rectitud (Hern�ndez, 2020).

Los componentes del valor b�sico paz, son valores como la calma, concentraci�n, silencio interior, paciencia, satisfacci�n, entre otros; con ellos se incrementa la posibilidad de desinhibir (no manejar) el deseo o impulsividad al actuar en una situaci�n delictiva, dado que estos esquemas mentales le pueden ayudar a una persona a tener el control de las emociones para proceder. Por ejemplo, si hay tranquilidad interior en quien va a delinquir, se incrementar�n las posibilidades de tener �xito al hacerlo, dado que puede observar mejor las condiciones que faciliten su proceder (Escobar, 2007; Arias, 2013).

Por otra parte, si se considera lo postulado por Redondo (2008), dar baja prioridad a cualidades como la calma, concentraci�n, silencio interior, paciencia, satisfacci�n (dimensi�n del valor paz), genera menos factores de riesgo a la hora de enfrentar situaciones delictivas, toda vez que no contar�an con los componentes emocionales que permitan desarrollar acciones ilegales; por ejemplo, ante la falta de calma ser�a dif�cil manejar el temor por ser sorprendido en un accionar ilegal y ello evitar�a su ejecuci�n; a ello hace referencia cuando se habla de menores factores de riesgo en este grupo.

 

3.4. Valores comparados entre agentes policiales y delincuentes

Teniendo en cuenta el objetivo de identificar los valores del personal de la polic�a de Ecuador y analizarlos frente al perfil de valores que caracteriza a las personas que han tenido conductas al margen de la ley y de otros que han actuado acorde a ella, se observ� que los participantes de la polic�a arrojan unos resultados muy similares con las personas que no han cometido il�citos y muy diferentes con el perfil de los que hurtan, como se puede ver en la Tabla 5.

Tabla 5

Comparativo de valores entre polic�as y j�venes que hurtan y los que no hurtan

Cargo

Participantes %

Valores

Verdad

Rectitud

Paz

Amor

No violencia

Hombre Polic�a

73

50,3

48,5

48,5

50,8

48,4

Mujer Polic�a

27

47,5

51,1

44,3

55,1

49,5

J�venes que no hurtan

50

48,9

48,3

48,8

51,9

48,5

J�venes que hurtan

50

49

45,2

52,4

52,1

46,9

 

Fuente: Elaboraci�n propia, 2023.

Al analizar las diferencias entre los promedios de los valores de los j�venes que hurtan, se observa que las diferencias son significativas para los valores rectitud, paz y no violencia, pero solo para algunos de los elementos de la condici�n familiar, tales como modelos de hurto, el tipo de familia y maltrato en la infancia (Arias, 2013), por lo que el an�lisis referido se centra en los valores de rectitud, paz y no violencia.

Desde una mirada general, las dimensiones de valoraci�n seg�n el nivel de estudio, la mayor prioridad fue concedida al amor y la verdad; seg�n el cargo de desempe�o, la relevancia mayor se distribuye entre el amor, la verdad y la no violencia; mientras que, seg�n el g�nero, el valor m�s destacado es el amor. En cuanto a la menor prioridad de valores, seg�n la primera categor�a (nivel de estudio), son la paz, la rectitud y el amor los que se destacan; sin embargo, respecto al cargo, la paz, la rectitud, la no violencia y la verdad, aparecen como tal en todas las subcategor�as, y en relaci�n con el g�nero, la dimensi�n menos priorizada es la no violencia y la paz.

As� pues, no es posible sacar una conclusi�n que permita alinear el perfil de los integrantes de la polic�a con quienes delinquen o no lo hacen. Lo que si se reafirma es que no coincide para nada con lo observado en estudios realizados por Escobar (2007); y, Arias (2013), quienes observan en las personas que no delinquen una alta prioridad a la rectitud y una baja prioridad a la paz; mientras que los que delinquen o lo han hecho priorizan m�s la paz y menos la rectitud.

El panorama anterior puede contrarrestarse si se atribuye a la no violencia y a la rectitud una mayor prioridad que a la paz; sin embargo, la poblaci�n estudiada no es estable en esta tendencia; por ejemplo, hay grupos que tienen como fortaleza dar mayor prioridad a la no violencia sobre la paz, pero la rectitud es menos importante que la paz, lo que significa que tendr�an esquemas protectores como inter�s por el amor universal, aprecio por las dem�s culturas y creencias, hermandad, justicia social y unidad humana, las cuales son atribuidas a la parte espiritual de los valores o no violencia (Escobar, 2011), dimensi�n que en situaciones antijur�dicas cuando hay la tendencia a darles una buena prioridad, podr�an generar autorregulaci�n en la ejecuci�n de conductas incorrectas.

Por otra parte, a la hora de enfrentar decisiones entre acciones legales o delictivas, es importante que se cuente con la convicci�n de poder salir con donaire de dichas situaciones; como es bien sabido, los integrantes de la polic�a en su diario vivir tienen dilemas en los que deben elegir: Cumplir con la ley o con pretensiones personales o de terceros.

Al respecto, Bandura (1999) ense�a que cuando se cree en las capacidades que se tienen para actuar en situaciones futuras, se desarrolla una habilidad que llama �autoeficacia�, y esta creencia a su vez influye en la forma de pensar, sentir y actuar de las personas, lo mismo que los valores. Por consiguiente, �el trato procesalmente justo de los ciudadanos por parte de la polic�a aumenta la disposici�n del ciudadano a cumplir con la ley y, por tanto, a reducir las tasas de criminalidad� (Nagin y Telep, 2020, p. 761).

 

Conclusiones

Los participantes en la investigaci�n no cumplen con ninguna de las caracter�sticas val�rales de las observadas en los estudios precedentes, tanto en quienes delinquen como en los que no lo han hecho. En ning�n miembro de la polic�a se evidencia que se d� mayor prioridad a la rectitud y la no violencia y menor a la paz (como sucede con los que no delinquen), o que se d� mayor prioridad a la paz y menor a la rectitud y no violencia (como sucede con los que delinquen).

En los polic�as participantes la mayor prioridad seg�n el nivel de estudios (subcategor�a por subcategor�a) es concedida al amor y la verdad; seg�n el g�nero, el valor m�s destacado es el amor (tanto en hombres como en mujeres); mientras que por el cargo la relevancia mayor se distribuye entre el amor, la verdad y la no violencia. Con ello se evidencia el alto potencial que se tiene para actuar con integridad profesional ante la prevenci�n de delito.

Ahora bien, respecto a menor prioridad de valores, seg�n la escolaridad son la paz, la rectitud y el amor los que se destacan; en cuanto al cargo, la paz, la rectitud, la no violencia y la verdad, aparecen como tal en todas las subcategor�as; y, seg�n el g�nero, la dimensi�n menos priorizada es la no violencia y la paz. Esto representa un desaf�o para la instituci�n policial, respecto a la rectitud para actuar conforme al debido proceso, y con ello, ganar la confianza de la ciudadan�a.

Analizando el puntaje total mayor y menor en cada una de las categor�as, el valor del amor es la dimensi�n de mayor prelaci�n y la paz la de menor puntaje. En consecuencia, las cualidades que determinar�an una condici�n protectora en los agentes policiales ser�an las que componen la dimensi�n de valor amor, para lo cual es importante someter este estudio a una segunda fase, en la que se puedan comparar los valores de polic�as que posean una buena conducta en comparaci�n con aquellos que han cometido delitos.

Por otra parte, dar baja prioridad al valor de la paz genera menos factores de riesgo a la hora de enfrentar situaciones delictivas; dentro de las categor�as establecidas, son los agentes de polic�a los que m�s cumplen con esta condici�n, toda vez que son el grupo con el menor puntaje en el valor paz. Adem�s, en este caso particular, los factores de riesgo disminuyen ante el buen equilibrio del valor amor. Es importante resaltar que el grupo previamente relacionado tambi�n tienen mayor puntuaci�n tanto en la rectitud como en la no violencia, lo cual hipot�ticamente fortalece a�n mucho m�s su inhibici�n de conductas delictivas.

Finalmente, con la investigaci�n se constata que los cinco valores analizados son determinantes para comprender la conducta profesional de la polic�a. Asimismo, con el desarrollo de dichos valores sociales se podr�n contrarrestar las pr�cticas il�citas que desdibujan la responsabilidad p�blica de la polic�a, y al mismo tiempo se podr� promover en los territorios de incidencia, la prevenci�n del delito con la participaci�n de la ciudadan�a.

De otra parte, una de las limitaciones del estudio, estriba en la no administraci�n de instrumentos de enfoque cualitativos, como un focus group o entrevistas, de tal manera que permitieran equiparar no solo los resultados cuantitativos, sino que tambi�n alcanzaran algunas generalizaciones en los resultados. En relaci�n con futuras l�neas de investigaci�n, se propone la siguiente: �responsabilidad social corporativa�. La importancia de esta l�nea radica en la necesidad de proponer modelos administrativos pertinentes para las instituciones policiales, que respondan al comportamiento organizacional y al compromiso de liderazgo para con la sociedad.

 

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* Magister en Psicolog�a Jur�dica. Psic�logo. Profesor Instructor I e Investigador en la Corporaci�n Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO), Bogot�, Colombia. E-mail: ajhonfredy@uniminuto.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1465-3964

 

** Magister en Filosof�a Latinoamericana. Licenciado en Teolog�a Pastoral. Docente Investigador en la Corporaci�n Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO), Ibagu�, Colombia. E-mail: guillermo.meza@uniminuto.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9707-6519

 

*** Postdoctor en Ciencias Contables, Contralor�a y Finanzas. Doctor en Ciencias Sociales y de la Educaci�n. Doctor en Ciencias Econ�micas y Administrativas. Profesor Investigador en la Corporaci�n Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO), Ibagu�, Colombia. E-mail: gustavo.rubio-r@uniminuto.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6582-2481

 

Recibido: 2023-06-27��������������� Aceptado: 2023-09-13