Revista de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XXIX, No. Especial 8, julio-diciembre
2023. pp. 377-390
FCES - LUZ ● ISSN: 1315-9518 ● ISSN-E:
2477-9431
Como citar: Cordero-Beltrán, I. (2023). Adquisición y mantenimiento de
liderazgo: Un análisis experimental. Revista De Ciencias Sociales, XXIX(Número
Especial 8), 377-390.
Adquisición y mantenimiento de liderazgo: Un análisis experimental
Cordero-Beltrán, Israel*
Resumen
Tradicionalmente, el abordaje de la relación
de liderazgo ha estado ligado a una figura de autoridad formal con respaldo
institucional, que implica presencia de coacción entre los individuos
participantes de dicha interacción. Bajo esta lógica, en el presente documento
se estudió la relación de liderazgo separándola del poder coaccionado, a través
de la manipulación experimental de tres variables: Referencia, indicación y
demostración de habilidades, analizando el efecto de las mismas, y sus
interrelaciones en la interacción entre individuos. Para ello, se empleó una
tarea que consistió en interactuar con un juego de mesa que simulaba el escape
de una prisión en donde había dos roles principales, guardias y prisioneros,
así, los participantes fueron divididos en grupos experimentales de acuerdo a
la manipulación de las variables a fin de posibilitar interacciones verbales y
no verbales e identificar el establecimiento de relaciones de liderazgo entre
los prisioneros y de esta manera analizar el efecto de las variables en el establecimiento
y mantenimiento de liderazgo. En general, se encontró que se establecieron relaciones de
liderazgo entre los participantes cuando el líder demostraba o daba
indicaciones que ayudaran al grupo hacia una resolución exitosa de la tarea
propuesta, incrementando la influencia entre sus seguidores.
Palabras clave: Liderazgo; interconducta; referencia;
demostración de habilidades; indicación.
Leadership acquisition and maintenance: An
experimental analysis
Abstract
Traditionally, the
approach to the leadership relationship has been linked to a formal authority
figure with institutional support, which implies the presence of coercion
between the individuals participating in said interaction. Under this logic, in
this document the leadership relationship was studied, separating it from
coerced power, through the experimental manipulation of three variables:
Reference, indication and demonstration of skills, analyzing their effect, and
their interrelationships in the interaction. between individuals. To do this, a
task was used that consisted of interacting with a board game that simulated
the escape from a prison where there were two main roles, guards and prisoners,
thus, the participants were divided into experimental groups according to the
manipulation of the variables in order to enable verbal and non-verbal
interactions and identify the establishment of leadership relationships among
prisoners and in this way analyze the effect of the variables on the
establishment and maintenance of leadership. In general, it was found that
leadership relationships were established among the participants when the
leader demonstrated or gave instructions that helped the group towards a
successful resolution of the proposed task, increasing the influence among his followers.
Keywords: Leadership; interconduct; reference; demonstration of skills; indication.
Introducción
El liderazgo, analizado desde la
perspectiva de la interconducta (Ribes-Iñesta, 2001;
Ribes-Iñesta, Rangel y
López-Valadéz, 2008), en
la cual se contextualiza esta investigación, se asume como una relación de
poder del tipo de facilitación o influencia social (Ribes-Iñesta et al., 2008; Rangel y Ribes, 2009), en donde
debido a su prestigio y/o a sus cualidades, en relación con otros que en teoría
no las tienen, o las tienen en menor medida, un individuo adquiere su carácter
de autoridad moral o líder ante su grupo de manera personal o impersonal.
Por tanto, quienes participan en
estas interacciones pueden seguir lo que señala el líder, en el entendido de
que en este tipo de relaciones no existen obligaciones ni sanciones explícitas
ante el no seguimiento y que se distingue de relaciones de poder
institucionalmente respaldado, en el sentido de que las relaciones de
influencia social no son coaccionadas a diferencia de los abordajes
tradicionales (transformacional, situacional, comportamiento) e incluso en la
tradición operante (reforzamiento positivo) que sobre todo en el ámbito
aplicado, el análisis del fenómeno no ha sido segregado de una figura de poder
formalmente establecida y con respaldo institucional (jefe, director,
presidente, profesor, entrenador) e implica la exclusión de aquellos casos
donde se puede presentar liderazgo sin que exista una relación jerárquica
aunque no se excluyen los casos en que un individuo tenga un nombramiento
jerárquico pero también tenga liderazgo.
Lo anterior implica que no se tenga
claridad y definición sobre si la influencia del líder se da a partir de su
prestigio reconocido por otros (potenciales seguidores), o por su respaldo
institucional que le otorga el poder de su puesto, o incluso por ambos y esta
carente distinción dificulta dar cuenta de variables que influyen en la
emergencia del liderazgo entre individuos.
A diferencia de la postura operante
skinneriana, se asume que las contingencias de reforzamiento no son suficientes
para dar cuenta del comportamiento humano, puesto que en esta labor se
considera indispensable tener en cuenta el ambiente funcional (institucional,
en el caso del comportamiento humano), en el que el comportamiento tiene lugar
(Ribes-Iñesta et al., 2008); así, el comportamiento social
tiene lugar en un medio de contacto convencional, posibilitando las relaciones
entre personas y conformado por instituciones que son sistemas de contingencias
sociales y regulan las interacciones interindividuales en el contexto de tres
dimensiones funcionales en las que se sustenta toda relación posible, como lo
son el poder, el intercambio y la sanción (Ribes-Iñesta, 2001; Ribes-Iñesta et al., 2008; Ribes et al., 2016).
En este sentido, si se asume el
liderazgo como una contingencia compartida, éste será analizado en el contexto
de las contingencias de poder considerando su ambiente funcional
(institucional, en el caso de interés para el presente trabajo) de esta
relación. Por tanto, la propuesta interconductual, ofrece más posibilidades de
análisis con respecto de las interacciones interindividuales, lo que pudiera
permitir la identificación de la manera en que se establecen las relaciones de
liderazgo segregando a la figura de poder establecida de manera formal o
institucional.
1. Fundamentación
teórica
El liderazgo se puede identificar en el contexto de las contingencias de poder como una relación de facilitación social, en donde el líder influye, de manera no coercitiva ni obligada, en el comportamiento de otros individuos denominados seguidores (Rangel, 2008; Ribes-Iñesta et al., 2008; Rangel y Ribes, 2009), si bien, desde la propuesta interconductual no se señala la manera en que el individuo puede adquirir su prestigio, sin embargo y de acuerdo a lo revisado en la literatura, con lo planteado por Del Toro (2010); y otros autores (Hollander y Julian, 1970; Blasé y Blasé, 1998; Hernández y Canto, 2003; Moxnes y Van der Heijden, 2003; Chamorro, 2005; Hui et al., 2007), parece ser mediante tres variables, que son la referencia a la pericia, la demostración de habilidades y la indicación.
La Referencia, indica que el explicitar
o demostrar la pericia que tiene un individuo sobre un área particular, puede
hacer que éste se establezca como líder a partir de lo que se dice de él dada
su experiencia, logros, y reconocimiento (Hollander y Julian, 1970; Sánchez y
Rodríguez, 2009; Lussier y Achua, 2011), lo que puede hacer que se adquiera un estatus
para influir sobre otros individuos en una situación determinada (Hollander y
Julian, 1970; Del Toro, 2010).
La Demostración de habilidades,
sugiere el dominio que un individuo demuestra haciendo o diciendo algo con
respecto de alguna actividad o tarea específica, haciendo evidente sus
habilidades pertinentes para la consecución de un objetivo; por tanto, un
individuo puede ser seguido por dicha pericia demostrada en una situación
específica (Hollander y Julian, 1970; Barra, 1998; Hernández y Canto, 2003; Moxnes
y Van der Heijden, 2003).
La Indicación, sugiere que el líder
puede influir en el comportamiento de sus seguidores bajo la posibilidad de que
pueda indicar y dirigir la actividad de otro(s) individuo(s) a través de
instrucciones (Álvarez,
Castillo y Falcó, 2010;
Peecher et al., 2010). La Indicación, de acuerdo con Blasé y Blasé (1998);
Chamorro (2005); y, Hui et al. (2007), puede estar
incluida al menos de manera práctica como un caso de Demostración, debido a que
al indicar la manera de realizar alguna actividad se puede estar demostrando algún
tipo de habilidad y de hecho en una situación real pueden coexistir
simultáneamente, para fines analíticos es relevante hacer esta distinción dado
que la Demostración se percibe de una manera más instrumental y menos hacia una
guía vocalizada como lo es la Indicación en el contexto de la realización de
una actividad.
Estas tres variables mencionadas
pueden tomar valores tanto positivos como negativos, es decir, se puede decir
de un individuo que tiene aptitudes, experiencia y demuestra o hace evidente
sus habilidades o bien carece de manera parcial o total de esas aptitudes y
habilidades, por lo que se asume que cuando dichas variables toman un valor
positivo en una situación el individuo establecería una relación de liderazgo a
diferencia de cuando los valores llegan a ser negativos.
Como se mencionó en Cordero-Beltrán
(2022), se identificaron dos problemas metodológicos en la manipulación de
estás tres variables; el primero, es el hecho de que la Referencia no es posible
desligarla de las otras dos variables (Demostración e Indicación), puesto que
el líder puesto en situación en algún momento deberá demostrar o hacer evidente
su pericia y por tanto ser seguido, en el caso de la presente investigación se
evalúa de manera conjunta las variables de Referencia + Indicación (experimento
2).
A partir de esto surgieron las
siguientes interrogantes: ¿Si el solo hecho de demostrar previamente las
habilidades + indicar durante las sesiones (sin que los participantes tuvieran
algún tipo de referencia del posible líder) establece una relación de
liderazgo?, como se hizo en el experimento 3; o si ¿el solo dar indicaciones
sobre la manera de hacer algo sin que los participantes hayan tenido contacto
en el posible líder potencial, ni con su referencia, ni con su demostración de
habilidades, permitiría o facilitaría el establecimiento de una relación de
liderazgo? (experimento 1).
El segundo problema identificado,
tiene que ver con la manera en que ha sido abordado el fenómeno de liderazgo (Cordero-Beltrán,
2022), pues en general, tanto desde lo experimental (incluyendo la perspectiva
interconductal en los estudios de Del Toro, 2010) (Pandey, 1976; Szilagy, 1980;
Podsakoff et al., 2006; Hui et al., 2007), como en lo aplicado (Fiedler; 1967; Blake
y Mouton, 1994; Hersey,
Blanchard y Johnson, 1998;
Puglisi, 2006; Sánchez, 2008; Lussier y Achua, 2011; Ramírez, 2012; Parra, Rocha y Durán, 2021; Landeo-Quispe et al., 2022; Pando et
al., 2022) éste no ha sido desligado de la estructura del poder formal (jerarquía
institucional, coacción).
Con ello, el efecto de una autoridad
moral ha estado ligada, en términos analíticos y prácticos, a un tipo de jefe o
a un profesor que, de acuerdo con Rangel (2008); Ribes-Iñesta et al. (2008); y, Rangel y Ribes (2009), son
roles que están respaldados institucionalmente y establecen un poder que
implicaría obligatoriedad a los posibles subordinados para hacer lo que el otro
solicita u ordena.
A diferencia de los estudios que han
evaluado este tipo de variables en relaciones de poder (Hernández y Canto,
2003; Moxnes y Van der Heijden, 2003; Podsakoff et al., 2006; Hui et al.,
2007; Álvarez et al., 2010; Del Toro, 2010; Peecher et al., 2010), y por lo
anterior, en el presente estudio, bajo la perspectiva planteada por Ribes-Iñesta et al. (2008), se buscó evaluar el
efecto de la Referencia, la Demostración de habilidades y la Indicación en el
establecimiento de una relación de liderazgo al margen de cualquier tipo de poder
institucional de un individuo sobre otros.
2.
Metodología
La presente investigación es de tipo cualitativa experimental, puesto que se realizaron tres experimentos para analizar las variables Indicación, Referencia y Demostración que para el caso de éstas dos últimas fueron manipuladas antes de iniciar con la tarea a la que se expusieron los individuos a través de evidenciar pericia para la actividad mediante un currículo para generar la referencia o mediante video para exponer la habilidad, después de la manipulación de las variables antes mencionadas, se consideró que en todos los grupos, uno de los participantes (al que será considerado en este estudio como líder potencial), indicará al resto de los participantes del grupo lo que deberían hacer en la situación.
Esta condición de indicación se mantiene constante en los estudios que
evalúan la Referencia (experimento 2) y Demostración (experimento 3), pero como
un antecedente se plantea un estudio (experimento 1), en el que se evalúa el
efecto de las indicaciones (variable Indicación), sin la presencia de las otras
dos variables.
Participaron también, como confederados, cuatro estudiantes universitarios
(dos hombres y dos mujeres) entre 18 y 24 años, a cambio de 10 puntos en la
calificación final de una de sus materias, así mismo los confederados se
conocían entre sí, pero éstos y los participantes no se conocían de manera
previa al experimento.
Se utilizó como tarea experimental
una versión modificada del juego de mesa llamado Fuga de Colditz (nombre comercial), que incluye un tablero, cartas de
juego y dados. Se utilizaron dos cuestionarios, el Cuestionario 1 que se aplicó
antes del experimento, y el Cuestionario 2, que se administró al final de este,
así como un formato de consentimiento informado. Finalmente, se utilizó un
catálogo conductual para el registro de las distintas respuestas por parte de
los participantes durante el juego.
El experimento se desarrolló en un
aula del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la
Universidad de Guadalajara en México, que contaba con una superficie aproximada
de 35 m2. En el aula había un escritorio ubicado en la parte central
con medidas aproximadas de 1 m2 y cinco sillas alrededor del mismo.
La iluminación era artificial y se colocó la cámara de video tomando el
panorama completo de los participantes y la mesa de juego; la ubicación del
participante fue de manera frontal hacia el tablero de juego y hacia la cámara
y a su alrededor se ubicaron los participantes confederados.
Los participantes fueron divididos
en dos grupos experimentales (n=6) y fueron expuestos a la tarea experimental
junto con los cuatro confederados, quienes fueron seleccionados y entrenados
para interactuar con el juego de mesa y con el participante y cumplir con un
rol específico durante el desarrollo de las sesiones experimentales.
Cada participante fue expuesto a una
fase de pre-prueba que consistió en jugar junto con los confederados una ronda
del juego; posteriormente, los participantes se expusieron a una de dos
condiciones experimentales que se diferenciaron por la manipulación del
resultado del juego: Resultado exitoso o resultado no exitoso. Así mismo, cada
grupo experimental se dividió en dos subgrupos dependiendo del papel de los
confederados en el seguimiento de las indicaciones: En uno de los subgrupos
todos los confederados siguieron las indicaciones dadas por uno de los
confederados; mientras que, en el segundo subgrupo, ninguno de los confederados
siguió dichas indicaciones.
Finalmente, todos los participantes
fueron expuestos a una post-prueba
que consistió en otra ronda de juego en igualdad de condiciones respecto de la
fase de pre-prueba, para evaluar el mantenimiento de liderazgo una vez que se
hubiese establecido la relación en la condición experimental (si es que se
había establecido). Adicionalmente a la post-prueba,
se aplicó un cuestionario a cada uno de los participantes con la finalidad de obtener
algunos datos que pudieran ser relevantes acerca del seguimiento o no
seguimiento del participante a las indicaciones del líder, de esta manera, cada
participante jugaba cinco rondas de juego en total en cada uno de los
experimentos.
La tarea consistió en interactuar con un juego de mesa denominado por
su nombre comercial como Fuga de Colditz®,
en el cual se trata de simular el escape de un grupo de reos de una prisión;
para jugar se necesita asignar a los participantes a uno de dos roles: Prisioneros
y guardias, cuatro participan como prisioneros y uno como guardia por lo que en
este estudio los participantes ingenuos experimentalmente jugaron como
prisioneros, mientras que los confederados jugaron tres como prisioneros (CS) y
uno como guardia (G). Para que los prisioneros ganaran el juego, bastaba con
que uno de ellos se fugara de la prisión en un tiempo límite de 30 minutos de
lo contrario ganarían los guardias.
El juego estaba arreglado para que los participantes ingenuos
experimentales (P) ganaran o perdieran de acuerdo a la condición experimental
en cada experimento y como fuera conveniente a la variable que se estuviera
analizando, durante las sesiones de juego (excepto pre prueba y post-prueba) uno de los confederados
denominado para el experimento como Confederado
Líder Potencial (CLP), daba 15 indicaciones en total a los confederados
y al participante ingenuo con el objetivo de dirigir la actividad de los otros
y la manera de mover las piezas y estrategias en el juego, así mismo estas
indicaciones permitieron medir el establecimiento o adquisición de liderazgo
mediante el seguimiento de las mismas, contrastadas con lo que hacía el
participante ingenuo experimental.
Para la evaluación de los datos, se
realizó un análisis intrasujeto de los resultados y se determinó el
establecimiento de liderazgo a través de cuatro parámetros o indicadores de
seguimiento (tipos de seguimiento) por parte del participante ingenuo
experimental: 1) El participante seguía las indicaciones (instrucciones) que
daba el CLP al P a lo largo del experimento; 2) a qué confederado dirigía
preguntas (cuestionamientos hacia los confederados con respecto a las reglas de
juego o qué hacer o no hacer durante el juego); 3) consultas realizadas hacia
algún confederado (solicitud de sugerencias o consejos de P a los confederados con respecto a los
movimientos o jugadas de los peones y cartas durante el juego).
Y, finalmente, 4) las interacciones
no vocales (seguimiento de las señales de autorización o aprobación que hacía
el CLP en el movimiento de peones o cartas de juego, asintiendo con la cabeza o
haciendo un gesto de aprobación con los dedos, así mismo seguimiento a las
señales de no aprobación o descalificación con cabeza o manos) en el transcurso
del experimento.
En este sentido, y para determinar
el establecimiento de una relación de liderazgo entre el participante
experimental y los confederados, se determinó un parámetro de tendencia de
seguimiento (tomando en cuenta los cuatro indicadores), es decir, la
inclinación de P a responder atendiendo a lo indicado por el CLP, mostrando la
preferencia del primero en mantener una interacción con el segundo más que con
el resto de los confederados. Al respecto, se estableció que, para predicar
seguimiento, más de la mitad de las interacciones (o más del 50%) del P se
dieran con respecto al CLP, es decir a partir de este porcentaje se
identificaría metodológicamente hablando que hubo establecimiento y
mantenimiento del liderazgo.
3. Resultados
y discusión
Para dar explicación a los hallazgos
de estos tres experimentos, se abordó cada una de las variables de manera
individual, sintetizando lo sucedido con la manipulación de cada una de ellas
tanto en el establecimiento como en el mantenimiento de la relación de
liderazgo; posteriormente, se realizó una comparación general entre variables,
contrastando lo encontrado con lo que teóricamente se ha asumido del liderazgo
en general.
Respecto de la variable Indicación,
Blasé y Blasé (1998); y, Chamorro (2005), han asumido que el liderazgo, basado
en la instrucción mediante sugerencias, indicaciones, consejos, proposición de
estrategias, entre otras, influye en la conducta de los individuos; ello
coincide con los resultados del estudio, pues se pudo observar con respecto al
establecimiento de la relación de liderazgo que de manera general en el 83% de
los casos fue establecida presentándose mayores resultados de seguimiento
cuando el resultado de la tarea fue exitoso (ver Figura I).
Fuente: Elaboración propia, 2023.
Figura I: Muestra el tipo de seguimiento
de los participantes del Grupo 1 B -con resultado exitoso/ningún confederado
sigue indicaciones del CLP
Así mismo, al analizar el
mantenimiento de la relación establecida con el CLP, en la sesión de post-prueba, se encontró que sólo en una
tercera parte de los participantes se mantuvo una tendencia de seguir a quien
se había establecido como líder; sin embargo, se pudo identificar que, de
manera general, los participantes sujetos a las condiciones con resultado
exitoso presentaron un mayor número de interacciones con el CLP que los
participantes con resultado no exitoso.
Lo anterior, se puede asumir como el
hecho de que un líder tiene mayor influencia cuando maximiza los beneficios de
sus seguidores en una situación o actividad determinada (Hui et al., 2007; Álvarez
et al., 2010; Peecher et al., 2010; Landeo-Quispe et al., 2022), aunque como se
ha señalado, esta no es la única variable a considerar en el entendimiento de
un fenómeno social (Ribes et al., 2016).
En este sentido, los datos parecen
sugerir que la variable Indicación facilita el establecimiento de liderazgo, al
tiempo que se puede mantener cuando en la actividad o la naturaleza para la que
se estableció la relación, implique la obtención de algún tipo de beneficio
para los seguidores, en el caso de este estudio, ayudarlos a tener un resultado
exitoso en el juego. Así, el establecimiento de una relación de liderazgo puede
identificarse cuando en la relación uno de los individuos, al dirigir la
actividad de un grupo, influye la conducta de sus seguidores para alcanzar un
objetivo en particular (Ayoub, 2009), objetivo que implica obtener beneficios
que no se obtendrían si no se estableciera el seguimiento que supone el
liderazgo.
Lo anterior bajo la premisa de que
los seguidores no disponen de las herramientas, capacidades o habilidades, que
les permitirían obtener el resultado exitoso, tal y como se evidenció en el
presente estudio, en donde los participantes eran ingenuos con respecto a la
tarea experimental. Sin embargo, es importante resaltar que no en todos los
casos en los que las indicaciones no llevaron a un resultado exitoso se dejó de
presentar seguimiento, aunque definitivamente este fue menor a cuando el
resultado fue exitoso.
Con respecto al análisis de la
variable Referencia, se ha supuesto que una de las bases de la influencia del
líder puede estar determinada por la experiencia que tiene un individuo en un
área específica (Hollander y Julian, 1970; Sánchez y Rodríguez, 2009; Del Toro,
2010; Lussier y Achua, 2011); así, se suele denominar Referencia, cuando se
hace mención de las cualidades que el individuo tiene para realizar alguna
tarea o actividad determinada. Cuando esta referencia es positiva se asume que
el individuo posee conocimiento o habilidad para realizar alguna actividad,
aunque se puede presentar lo opuesto, es decir, cuando se dice de un individuo
que carece parcial o totalmente de experiencia o conocimientos, lo que se
denominó, en la presente investigación como referencia negativa.
De acuerdo con los resultados,
cuando al CLP se le referenció de manera positiva, se pudo observar una
tendencia hacia el seguimiento del CLP pues en el 92% de los participantes se
estableció la relación, así mismo y como dato relevante los porcentajes más
altos de seguimiento arriba del 90% se dieron cuando el resultado de la tarea
fue no exitoso (ver Figura II).
Fuente: Elaboración propia, 2023.
Figura II: Muestra
el tipo de seguimiento de participantes del Grupo 2 A - Referencia positiva con
resultado no exitoso/ todos los confederados siguen indicaciones del CLP
Al mismo tiempo, cuando la referencia fue
negativa se estableció la tendencia de liderazgo, aunque fue evidente que no en
todos los casos ni en las frecuencias de seguimiento como en los primeros dos
grupos (de Referencia positiva). Por tanto, es posible enlistar lo siguiente:
a. Se estableció una relación de
liderazgo cuando la Referencia fue con estatus positivo y el resultado de la
tarea fue exitoso, lo que implica que el líder puede influir en el
comportamiento de los seguidores a partir de sus antecedentes positivos con
respecto de una actividad o situación, presentándose la identificación con el
grupo, compartiendo objetivos o aspiraciones (Hollander y Julian, 1970).
Si bien se reconoce la importancia
de que se cumpla con las expectativas que dicha referencia genera, en tanto que
el posible líder demuestre sus habilidades que hagan llegar al grupo a un
resultado exitoso, en el caso de la referencia positiva, también se pudo
observar cierta tendencia al establecimiento de liderazgo cuando la tarea fue
con resultado no exitoso. Este hallazgo, coincide con lo encontrado por Del
Toro (2010), pues observó que el prestigio ostentado por un individuo influyó
en el cambio de toma de decisiones de los participantes sólo por referírsele
como un experto en el área.
b. Un aspecto que en principio
parecería contradictorio, es que se pudo observar seguimiento por parte de los
participantes hacia el CLP, cuando el estatus de la Referencia fue negativo.
Este hallazgo podría suponer que la Referencia no puede ir desligada de alguna
de las otras dos variables (Indicación o Demostración) pues, en situación, el
referido tuvo y tendrá que actuar para hacer evidente sus habilidades y
competencias, o falta de ellas, al efectuar una tarea. Lo anterior, parece
implicar que, a pesar de que se referenció de manera negativa al CLP, cuando
este mostró las habilidades necesarias para llevar a la obtención del resultado
exitoso sus indicaciones influyeron en el comportamiento de los participantes
independientemente del estatus con el que fue referido.
c. Esto puede verse apoyado con el
siguiente dato: Cuando el resultado de la tarea fue no exitoso, en conjunto con
el estatus negativo del CLP, los participantes mostraron una menor cantidad de interacciones
con este confederado, en comparación a los participantes sujetos a la condición
resultado exitoso de la misma Referencia negativa.
Al analizar si se presentó
mantenimiento de liderazgo (seguimiento durante condición de post-prueba), se encontraron algunas
diferencias con respecto al establecimiento, pues cuando la referencia del CLP
fue positiva y el resultado de la tarea fue exitoso, se observó que únicamente
en dos de los seis participantes hubo mantenimiento. Esto no concuerda ni con
lo sucedido en el establecimiento de liderazgo ni con los supuestos
conceptuales, en el sentido de que una Referencia positiva ligada al logro de
un objetivo supondría una tendencia de liderazgo en un segundo momento
(mantenimiento) en los individuos influenciados una vez que ya se estableció la
relación.
Sin embargo, para los casos
subsecuentes (referencia positiva resultado no exitoso; referencia negativa con
resultado exitoso y no exitoso) si tuvieron una tendencia similar a lo ocurrido
en las interacciones donde se estableció una relación de liderazgo; es decir,
de manera general, una vez establecida la relación, ésta se mantuvo para un
segundo momento, lo que puede sugerir que el seguimiento sobre un individuo se
puede perder o mantener dependiendo de lo que haga en la actividad (que lleve a
un beneficio o no) e independientemente de lo que se diga de él.
Con respecto al último experimento,
cuyo objetivo fue el análisis de la variable Demostración de habilidades, se
observó de manera general que en el 96% de los participantes se adquirió la
relación de liderazgo y principalmente cuando la Demostración fue positiva y el
resultado de la tarea fue exitoso, pues se pudo observar en los participantes
una mayor interacción con el CLP con respecto a la condición con estatus
negativo (ver Figura III), resultados que concuerdan con lo sugerido por Raven
y Rubin (1983), en tanto que un líder puede destacarse del grupo a partir del
grado de reconocimiento por parte de los otros miembros con respecto a las
habilidades mostradas en una actividad, a lo que se le
denomina habilidad en la tarea.
Fuente: Elaboración propia, 2023.
Figura III: Muestra el tipo de seguimiento de los participantes del Grupo 4 B -
Demostración negativa con resultado no exitoso/ ningún confederado sigue
indicaciones del CLP-
Del mismo modo, cuando la
Demostración fue negativa con el resultado de la tarea exitoso, los
participantes durante el juego percibieron habilidades en el CLP o la capacidad
para alcanzar el objetivo, influyendo de esta manera en su comportamiento
(Barra, 1998); puesto que en una sesión previa a las sesiones de pre-prueba se
había presentado (mediante una video grabación) al CLP con una demostración
negativa, es plausible suponer que el seguimiento parece haber estado modulado
por la competencia (demostración de pericia) del líder en la tarea misma
(Hernández y Canto, 2003; Moxnes y Van der Heijden, 2003; Del Toro, 2010;
Peecher et al., 2010).
De igual manera, cabe destacar que
cuando la demostración fue negativa y el resultado de la tarea fue no exitoso,
también se establecieron relaciones de liderazgo, lo que no concuerda con lo
expuesto por Ribes-Iñesta et al. (2008); y, Rangel y Ribes
(2009), en el sentido de que la influencia social del líder se da por el
prestigio que este ostenta y este prestigio se identifica al demostrar
habilidades, por lo que al ser negativa, se asumiría que no existe tal
prestigio y, por lo tanto, no debería presentarse liderazgo. A pesar de ello,
los resultados de este último grupo evidencian una disminución en las
frecuencias de seguimiento en comparación con los otros tres, lo que puede
interpretarse que bajo este modo de interacción es menos probable que se
presente una relación de liderazgo.
Dado lo anterior, habría que
discutir si el tiempo de interacción juega un papel relevante en este tipo de
relaciones, tanto en el sentido de la demostración positiva, como facilitadora
del establecimiento de la relación; como la negativa, en el debilitamiento del
posible surgimiento del líder, lo cual puede reconocerse como una limitante de
este estudio por lo que sería pertinente analizar estas dos condiciones en
interacciones más duraderas.
Respecto del análisis del
mantenimiento de liderazgo, de manera general se observó que se presentaron más
interacciones hacia el CLP al manipularse la Demostración positiva que cuando
se manipuló la Demostración negativa; este hecho se hizo más evidente cuando el
resultado de la tarea fue exitoso, indistintamente al estatus de la variable
(positivo/negativo), es decir, se mantuvo el liderazgo en el 58% de los
participantes.
De acuerdo con lo expuesto hasta
ahora, los resultados del presente trabajo invitan a llevar a cabo estudios que
permitan:
a. Analizar cada una de las
variables, aumentando el número de participantes en el grupo, dado que puede
existir mayor influencia social cuando el número de personas en un grupo
aumenta (Asch, 1956; Latané, 1981), pues se pudo observar que, sí existen
ciertos indicios de influencia grupal sobre los participantes, pero no es lo
suficientemente robusto para asegurar dicho argumento.
b. De acuerdo con Latané (1981),
existe un potenciador de la influencia social, denominado Inmediatez y sugiere
que se ejerce mayor influencia cuando la interacción se da de manera presencial
que cuando no es así; en este sentido, si se considera que las relaciones de
poder pueden establecerse de manera presencial o no, sería relevante analizar
el fenómeno atendiendo a esta variable (inmediatez), puesto que para la
presente serie de estudios la Referencia se manipuló mediante un currículo y la
Demostración se hizo mediante una video grabación, por lo que cabría la
posibilidad de preguntarse sobre el efecto de estas variables si el tratamiento
se diera persona a persona, construyendo historias de interacción en donde se
hagan evidentes las habilidades y capacidades de uno o de varios de los
miembros en la interacción.
Desde otras perspectivas (psicología
social), se ha sugerido a la inmediatez como una variable que puede afectar en
las relaciones, aspecto que no se ha evaluado desde la propuesta
interconductual.
c. Analizar los efectos de la
complejidad de la tarea en el establecimiento y mantenimiento de las relaciones
de liderazgo, puesto que en esta serie de estudios los participantes reportaron
que la tarea fue compleja, lo que pudiera implicar que a mayor dificultad en la
tarea los individuos buscan una alternativa para lograr sus objetivos mediante
la persona identificada con mayores habilidades o capacidades para resolver la
situación (Steiner, 1972).
Conclusiones
De manera general, resulta relevante
resaltar en los tres estudios efectos de la variable todos siguen/ninguno sigue
indicaciones del líder potencial; se puede observar una ligera disminución en
las tendencias de seguimiento cuando no hubo seguimiento por parte de los
confederados, acentuándose el efecto cuando, de manera simultánea, la condición
en turno era negativa y esto puede ser relevante dado que la influencia del
grupo puede afectar a que se establezca o se mantenga la relación de liderazgo.
En este sentido, se puede sugerir
que la influencia de una autoridad moral (líder) está determinada por las
habilidades y capacidades mostradas en torno a una situación o actividad
específica, dirigiendo la conducta de otros individuos (Indicación y Demostración),
siendo estas habilidades, y bajo la perspectiva de los seguidores, factores
relevantes para modificar su comportamiento con el propósito de lograr algún
tipo de beneficio.
Es justamente en esta obtención de
logro, que el líder adquiere su prestigio para mantener una relación de
liderazgo, dado que el prestigio, o lo que se refiere de un individuo, puede no
ser suficiente para establecer una relación líder-seguidor, pues si en
situación no hay correspondencia entre lo referido con lo demostrado, puede
dificultar que se posibilite el establecimiento de una relación de liderazgo.
Por tanto, y cabe destacar que no solamente, es importante lo que hace
un individuo líder potencial (hablando en situaciones reales) sino también
importan las capacidades y habilidades de los potenciales influidos, así como
el planteamiento de ciertos criterios que se faciliten ser cumplidos por el
seguimiento a uno de ellos. Bajo esta lógica, el establecimiento de la relación
de liderazgo no recae en propiedades intrínsecas de lo que el líder tiene en sí
mismo, en sus características o rasgos tal y como se plantea desde perspectivas
tradicionales, sino es algo que el líder hace en relación con otros que hacen
cosas distintas, en ciertos contextos y bajo ciertas prácticas socialmente
relevantes y pertinentes en alguna actividad particular.
A diferencia de los estudios
desarrollados bajo el contexto de la postura tradicional, el analizar el
fenómeno bajo el enfoque de la propuesta interconductual permitió identificar
la manera en que un individuo establece liderazgo en una relación, segregando
de las interacciones a la figura de autoridad con poder obligado y, además,
analizando el surgimiento del fenómeno, puesto que desde el enfoque
tradicional, se ha analizado al líder y sus implicaciones en los grupos a
partir y una vez que ya fue establecida la relación.
Así mismo, bajo este último
argumento, si bien es cierto la tradición operante da indicios de la manera en
que surge el liderazgo, parece no considerar el ambiente funcional en el que el
comportamiento tiene lugar, lo que implica que se excluyan variables que pueden
afectar la relación como la existencia de beneficios compartidos, la
pertinencia y convenciones en las prácticas sociales, las habilidades de los
seguidores, la dificultad en la situación o tarea, las características y el
número del grupo, entre otras.
De igual manera, el arreglo
experimental permitió evaluar de forma independiente dichas variables
(Indicación, Referencia y Demostración), en aras de conocer la manera en que se
da el establecimiento y mantenimiento del fenómeno para cada una de ellas,
observando aspectos diferenciales entre las variables y hacia dentro de las
mismas; esta estrategia difiere de la tradicionalmente utilizada (encuestas,
cuestionarios, baterías de pruebas estandarizadas, tareas repetitivas), no sólo
en términos empíricos sino por los supuestos conceptuales, a saber, el
planteamiento del liderazgo como relación entre individuos que se puede ver
modulada por distintos factores, de la cual es importante no sólo identificar
si se presenta o no, sino también cómo se establece y cómo es que se mantiene
dicha relación.
Sin embargo, este mismo arreglo
metodológico puede tener sus limitantes en el sentido de que el establecimiento
y mantenimiento del liderazgo se pueda ver afectado por la influencia del
grupo, pues quizá un número mayor de integrantes pueda influir en el
comportamiento del participante (Asch, 1956). Así mismo, se vuelve pertinente
decir algo sobre el juego (la tarea), pues a pesar de que los participantes lo
reportaron como una tarea compleja y quizá pueda ensombrecer en algún sentido
los hallazgos, se podría considerar una ventaja la validez ecológica que se
gana al utilizarla en contraste con los cuestionarios, encuestas o tareas
repetitivas como se ha hecho desde otras posturas, las cuales no permiten que
se enriquezcan las interacciones con respecto a posibles variables que puedan
surgir en este tipo de contexto.
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* Doctor
en Ciencias del Comportamiento. Master In Business Administration. Docente
Investigador en la Universidad de Guadalajara, Guadalajara, México Email: israel.cordero@cucea.udg.mx ORCID:
https://orcid.org/0000-0003-4575-1513
Recibido: 2023-04-22 · Aceptado:
2023-07-10