Formación del
emprendimiento social: Compromiso de la Universidad de la Guajira en Colombia*
Cantillo Campo, Nair**
Pedraza Reyes, Carlos Julio***
Suarez Barros, Horacio****
La formación del emprendimiento, busca crear el espíritu y cultura emprendedora
en los estudiantes de la Universidad de La Guajira, a los fines de fortalecer
iniciativas de negocios desarrolladas por los estudiantes, y mitigar los
efectos de desempleo e informalidad del entorno. De este modo, el estudio
estuvo dirigido a analizar la formación del emprendimiento como compromiso de la
Universidad de La Guajira, mediante el paradigma cuantitativo, investigación
descriptiva, diseño no experimental, transversal de campo. La población estudiada
fue de 55 estudiantes con orientación de ideas de negocios. Se aplicó un
cuestionario de 9 ítems, escala tipo Likert, validado por 7 profesionales de la
temática de estudio, la confiabilidad por Alfa Cronbach, fue de 0,90. La
técnica de análisis fue la estadística descriptiva. Los resultados muestran que
en la institución se propician la iniciativa social, la innovación social y el
valor compartido. Se concluye, que, desde la formación de la Universidad de la
Guajira, existe un compromiso con el emprendimiento en sus estudiantes, pues se
enfoca en fomentar en ellos el emprendimiento como un escenario de vida laboral
y personal, a través de los programas académicos ofertados.
Palabras clave: Formación; emprendimiento social; compromiso; innovación social; Universidad
de la Guajira.
Formation of social entrepreneurship: Commitment of the University of La
Guajira in Colombia
Abstract
Entrepreneurship training seeks to create the
entrepreneurial spirit and culture in the students of the University of La
Guajira, in order to strengthen business initiatives developed by the students,
and mitigate the effects of unemployment and informality in the environment. In
this way, the study was aimed at analyzing the formation of entrepreneurship as
a commitment of the University of La Guajira, through the quantitative
paradigm, descriptive research, non-experimental design, cross-field field. The
population studied was 55 students with a business idea orientation. A
questionnaire with 9 items, a Likert-type scale, was applied, validated by 7
professionals of the study topic, the reliability by Alpha Cronbach was 0.90.
The analysis technique was descriptive statistics. The results show that the
institution fosters social initiative, social innovation and shared value. It
is concluded that, since the formation of the University of La Guajira, there
is a commitment to entrepreneurship in its students, as it focuses on promoting
entrepreneurship as a setting for work and personal life, through the academic
programs offered.
Keywords: Training; social entrepreneurship; commitment;
social innovation; University of La Guajira.
Introducción
Los procesos funcionales de las
organizaciones, sin ser excluyentes las universidades, vienen sufriendo cambios
constantes que las inducen a adaptarse a las exigencias del entorno, para
mantenerse actualizadas bajo las perspectivas de competitividad y compromiso en
la sociedad. Resultando fundamental para desarrollar sus estrategias, el
análisis del entorno interno y externo a ellas, a fin de lograr incorporar
tendencias que impacten las bases que sustentan su filosofía de gestión. Con la
introducción de conceptos claves que les proporcionen identidad y visibilidad
en el entorno académico y social, así como también en el contexto empresarial,
de la cual puede crear una sinergia para agregar valor de manera integrada
entre su gente y las comunidades al desarrollo local (Paz, Harris y Paz, 2015; Paz,
Harris y García, 2015; Mendoza, Jaramillo y López, 2020).
En virtud de ello, las
universidades en su compromiso por mantener los niveles de competitividad deben
focalizar sus acciones, en las bases que fecundan la interacción de sus
estrategias diseminadas en las funciones académicas, de investigación y
extensión, visualizando los requerimientos que demanda la sociedad para
responder a sus necesidades, aportando al desarrollo y a su estabilidad como
ventaja competitiva.
De allí, el compromiso de
incorporar el emprendimiento, como parte de sus actividades, no solo en lo
académico con la formación de personas, sino también desde la creación de un
espíritu emprendedor con la actividad extensionista, que coadyuva al bienestar
y calidad de vida en las comunidades, e investigativas con la capacidad de
determinar la presencia de características emprendedoras; asimismo ideas
creativas e innovadoras para la sostenibilidad del entorno con las competencias
presentes en las personas. Por lo cual, “el emprendimiento juega un papel esencial en el
proceso de formación del capital humano y en la transformación del conocimiento
y las técnicas en unidades económicas productivas” (Mayer, et al., 2020, p.109).
De este modo, se explica que en
Colombia como otros países latinoamericanos, con una economía emergente, se
presenta una dinámica hacia el desarrollo de la actividad emprendedora, con
iniciativas favorables para el desarrollo empresarial que surge de Micro, pequeñas
y medianas empresas (Mipymes); sin embargo, se evidencia la existencia de
brechas entre las atenciones de formación de este tema, en las personas que participan
en capacitaciones o convocatorias, y en casos, donde a pesar de iniciativas que
pudiesen aportar al sector productivo con su idea de negocio, no reciben la
información pertinente, creando una disyuntiva acerca de sobre quién recae la responsabilidad, y si
estas pueden ser atendidas con la orientación y formación que imparten las Instituciones
de Educación Superior, como las universidades.
En este sentido, las acciones de
las universidades, deben promover el desarrollo de su entorno, mediante la Ley
1014 de 2006 denominada Cultura del emprendimiento (Ministerio de Educación de Colombia, 2006),
la
cual busca la formación en este ámbito, al igual que en sus diversas tipologías
y escenarios sociales, donde este sea visto no solamente como un indicador económico,
sino como un elemento que agrega valor al bienestar, donde a través de un trabajo
da solución a sus necesidades acuciantes. Por lo tanto, entre los tipos de emprendimiento,
está el social, siendo un término de interés en las organizaciones actuales,
representando la contribución activa en su entorno, argumentada por una conciencia
emprendedora orientada al desarrollo comunitario en la sociedad moderna,
apoyada por el sistema económico de cada país.
Al respecto, Austin, et al. (2006),
señalan, que el emprendimiento social comprende aquellas compañías que en forma
independiente o a través de alianzas con organismos gubernamentales y de la
sociedad civil, puedan contribuir al proceso de mejora de la humanidad. Dentro
de este contexto, las organizaciones deben prepararse constantemente junto con
organismos gubernamentales o las ONG, para afrontar los retos predominantes del
entorno social, con el propósito de prever o anticiparse, a nuevos escenarios
como base de sus responsabilidades u obligaciones comunitarias (García, et al.,
2018); sin embargo, hacerlo con sentido moralista, vinculando su plataforma
ética en la práctica de la cultura organizacional, promoviendo el compromiso
donde se formalice la participación ciudadana individual y colectiva.
En referencia a lo anterior, se agrega
el trabajo de Vega y Mera (2016), en el cual se expone un
modelo de formación en emprendimiento social para Instituciones de Educación
Superior en Colombia, este artículo establece los componentes acorde con el
contexto colombiano, para lo cual se rastrean las investigaciones que permitan
distinguir las particularidades que debe desarrollar el emprendedor social, y
los aspectos a insertar en la formación que se está impartiendo en torno al
emprendimiento, en particular, el caso de las Instituciones de Educación
Superior (IES); concluyéndose que las principales dificultades que tiene el
desarrollo de este tipo de programas de instrucción, recaen en dos aristas.
La
primera, relacionada con el individuo, debido a la marcada tendencia del
emprendedor colombiano de trabajar de forma individual y buscando logros
económicos o de movilidad social, los cuales son preceptos que van en contravía
a los fines teleológicos de formación en emprendiendo social; mientras la
segunda, consiste en los programas de formación en administración de empresas
que hacen énfasis en los contenidos y en las competencias que debe desarrollar
el emprendedor relacionadas con oportunidades de negocio. Adicionalmente, el
mencionado carece de estrategias de aprendizaje y de pedagogía, que promueva el
espíritu emprendedor en la formación universitaria.
Por
su parte, Ocampo (2016), en su disertación sobre el emprendimiento social desde
la formación integral, expresa que las empresas requieren entender la
problemática social que las rodea; para ello, tienen la oportunidad de servirse
de la experticia de los emprendedores sociales, siendo este un desarrollo
natural de cualquier economía, teniendo en cuenta los aspectos sociales e
incluyentes de la sociedad, así como identificar las competencias del personal,
brindando oportunidades a todos. Si bien este trabajo se centra en el
emprendimiento, en el mismo se puede identificar el desequilibrio que causa la
exclusión, el sufrimiento humano, la creación del valor social, la innovación
social, la pro actividad, y los riesgos, de allí el interés por crear valor al
desarrollo del entorno, mediante el emprendimiento social, con el desarrollo de
competencias integrales en su formación, siendo adquiridas de los conocimientos
impartidos en las universidades.
En
este sentido, teniendo la Universidad de La Guajira, su capacidad de adaptarse
a las tendencias que marcan el desarrollo económico y social en Latinoamérica y
en particular en Colombia, constantemente busca alcanzar una educación de
calidad, en la formación de su masa estudiantil, con criterios de igualdad de
género, bienestar y trabajo decente, en sus diversos programas académicos, a
razón de ello se presenta en su estructura curricular como catedra transversal
el emprendimiento, el cual fomenta una cultura emprendedora, con competencias
para crear ideas innovadoras, creativas y sostenibles, que contribuyan al
desarrollo local con Mipymes que se insertan en el sector productivo, y en
casos, transcienden su gestión al ámbito nacional e internacional.
Por
tanto, estas iniciativas, gestadas en la Universidad objeto de estudio, desde
la formación profesional, propende el desarrollo de emprendimientos sociales, con
apoyo del centro de emprendimiento y desarrollo empresarial, mediante la
orientación de sus funciones misionales, coadyuvando a garantizar un tejido social
que mitigue los indicadores de pobreza, economía informal, reducción de
desigualdades, y desempleo presente en el distrito especial, turístico y
cultural de Riohacha en Colombia. A razón de los aspectos planteados, surge
analizar la formación del emprendimiento social como compromiso de la Universidad
de La Guajira.
1. Fundamentación teórica
1.1. Emprendimiento social
El
emprendimiento es cualquier acción, iniciativa u oportunidad en la esfera
socioeconómica de una nación orientado a satisfacer las necesidades de la colectividad,
para garantizar el bien común en la población. En ese sentido, según Guachimbosa,
Lavín y Santiago (2019), “constituye un factor importante para
el mejoramiento de los niveles de competitividad y el crecimiento económico de
un país, siendo el resultado de las decisiones de sus ciudadanos para tener la
capacidad de percepción y aprovechamiento de las oportunidades” (p.79) que se exhiben
dentro del entorno en el cual se desenvuelven, colocando en marcha sus visiones
de negocios.
Es
de este modo, como surge el emprendimiento social, el cual comprende la
intervención de ideas para dar respuesta a problemas sociales y atención de sus
necesidades, generando un impacto o beneficio en los sectores más vulnerables
de las zonas adyacentes al contexto de las empresas, pudiendo contribuir a
mejorar la calidad de vida de las personas (Paz, Pinto y Mendoza, 2015; Paz y
Prieto, 2015; Pedraza, Cantillo y Paz, 2017; Mendoza, et al., 2020).
De
esta forma, la inclusión del emprendimiento social, ha generado cambios
positivos en las organizaciones permitiéndole no solamente tener mejor
rentabilidad, sino la oportunidad de que sus colaboradores desarrollen sus
habilidades y destreza para benéfico de la empresa y de ellos mismos. Menciona
Franco, et al. (2017), que el emprendimiento social comprende las oportunidades
que agregan valor al desarrollo de las comunidades a través de iniciativas que
ayudan a propender una mejor calidad de vida, por el bienestar común de todos.
Destacan Pedraza, Cantillo y Dueñas (2019), que los ejes fundamentales del
surgimiento de las nuevas organizaciones será el valor adicional proporcionado
por el emprendimiento social, siendo un pilar que aporta al desarrollo
sostenible y sustentable, proveyendo de un sentido humanitario al entorno.
De
tal manera, que el emprendimiento viene a ser parte de la formación de los
estudiantes de la Universidad de La Guajira, creando una cultura emprendedora,
que ayuda a visualizar y desarrollar sus propias iniciativas, transformando sus
ideas de insertarse en un mercado laboral, para dar paso al cambio de paradigma
de emprender creando sus propios negocios que contribuyen al bienestar propio,
de sus familias y el entorno social, colocando de manifiesto sus cualidades y los
conocimientos adquiridos en su formación. Al respecto, sostienen Borrayo, Valdez
y Delgado (2019), “se
refiere al conjunto de creencias, valores, cualidades, conocimientos y
competencias necesarias, que posee una persona o grupo social, para iniciar y
gestionar un determinado proyecto concreto o su rumbo profesional” (p.76); por
lo cual, la enseñanza en emprendimiento se debe fundamentar en instruir acerca
de las habilidades y competencias para la formación de esa cultura en los
individuos.
En
este sentido, admiten Leite, et al. (2015) y Paz, et al. (2020), que la Universidad
no se puede limitar tan sólo a dar conocimientos y enviar a sus egresados al
mercado, tiene que incluir el factor del emprendimiento en la formación, de modo
que sus alumnos sean capaces de crear su propio puesto de trabajo al finalizar
su formación profesional.
Con
base en lo expresado, se evidencia la coincidencia en las apreciaciones de los autores
utilizados, por cuanto el emprendimiento social se asume como una forma en que
grupos de personas en las comunidades pueden mejorar sus condiciones y calidad
de vida, logrando el bienestar de sus familias y del colectivo; siendo en el
caso de las universidades, actores fundamentales para propiciar la cultura del
emprendimiento en sus estudiantes.
1.2. Emprendedor social
Hablar de los
emprendedores es reconocer a los líderes innatos quienes, desde una actuación
voluntaria, transparente y objetiva, velan por el bien común de la sociedad. Según
Paz, Harris y Franco (2016); Borrayo,
et al. (2019) y Paz-Marcano, Castro-Alfaro
y Palacios-Rozo (2019), el emprendedor muestra en sus acciones rasgos
característicos de su personalidad, como la iniciativa, la toma de decisiones,
capacidad de riesgo, autocontrol, entre otras. Asimismo, coinciden Paz,
et al. (2020) que el emprendedor cuenta con características que lo distingue de
los demás miembros del entorno; siendo fácil de identificar por su acción proactiva
y líder, que posee habilidades para interactuar en el entorno donde se
desenvuelve.
De este modo, se explica que los aspectos planteados
llevan a reconocer, desde los criterios expuestos por Pedraza, et al. (2017), que
el emprendedor social refleja el compromiso integral consigo mismo y
su entorno, aportando desde sus competencias ideas creativas e innovadoras, que
ayuden a resolver los problemas de las comunidades, de allí su capacidad de
participación con las empresas para sustituir los esquemas tradicionales de
gestión social por esquemas innovadores, bajo la premisa de cooperación integral
empresa - sociedad y viceversa.
En
líneas generales, el emprendedor social, en la formación de la Universidad de
La Guajira, alude a la orientación y desarrollo de características así como
competencias diferenciales, al momento de ejercer una iniciativa social, el
cual lleva consigo la práctica de conocimientos, habilidades y actitudes. En
este particular, Leite, et al. (2015), indican que el emprendedor no precisa
solamente de conocimientos, debe desarrollar actitudes, tales como: La
capacidad de seguir adelante, de no dejarse intimidar frente a los problemas,
la persistencia, el liderazgo, la creatividad, la innovación y la capacidad de
convencimiento.
1.3. Elementos del emprendimiento social
Según
Padilla, Cantillo y Pedraza (2013), las organizaciones han comenzado a tener
una nueva visión de los negocios y están optando por iniciativas que coadyuven
hacia cambios sociales, incorporando proyectos que faciliten la satisfacción de
la sociedad; los cuales ayudan a promover organizaciones sostenibles en lo
social, económico y territorial, con ideas e innovación que agregan valor al
desarrollo de la localidad. Si bien es cierto, fortalecer desde la formación
universitaria el emprendimiento social, conlleva a promover el desarrollo de ideas
con iniciativas sostenibles (Paz, et al., 2020), que busquen cubrir las
necesidades sociales presentes en el entorno, con la práctica de innovación que
crean valor.
Para
Austin, et al. (2006), el emprendimiento
social incluye tres elementos clave: Un objetivo social, una innovación
transformadora y un modelo de negocios sostenible, que crean un valor
compartido. En líneas generales, el emprendimiento social suele darse, y tener
éxito, en los sectores de la economía donde el mercado ha fallado y la acción
del Estado es inexistente o ineficaz. Por tanto, éste cuando resulta exitoso,
puede no sólo transformar las vidas de los beneficiarios, sino también la forma
de abordar un problema en general de la sociedad.
a.
Iniciativa social
Refieren Austin, et al. (2006),
que el emprendimiento social lleva a cabo sus iniciativas haciendo uso de su
posición jerárquica, red de contactos, recursos económicos u otros activos
necesarios, ya sea que estén bajo su control o tenga que acceder a ellos por
otros medios. En algunas ocasiones, la habilidad emprendedora se manifiesta de
manera activa, impulsada por motivaciones altruistas o utilitarias del líder,
el cual hace que este busque oportunidades para desarrollar un proyecto social.
Menciona Pastor y Torralba (2015), que la iniciativa social comprende la idea
que agrega valor a la configuración de la sociedad, a favor de propender
acciones u actividades direccionadas a mejorar la calidad de vida y bienestar
colectivo, haciendo del tejido social un indicador del desarrollo para todo.
b. Innovación social
Según
Hernández-Ascanio, Tirado-Valencia y Ariza-Montes (2016);
y, Vera, Vera y Martínez (2018), la innovación social supone el proceso por el
que se buscan formas diversas, creativas y nuevas para satisfacer las necesidades
aún no cubiertas, satisfechas de manera deficiente o emergente; agregan los
autores que la innovación, se traduce en la manifestación de la invención y de
la creatividad en nuevas formas de mercados y valores económicos, su desarrollo
e impacto en el tejido social, implicando un amplio abanico de actividades
económicas y productivas, que coloca de manifiesto su propósito, que no es otro
que la mejora continua del producto, mercado, organización, sociedad, del
entorno y, en definitiva, del bienestar de las personas y de la sociedad.
Por su parte, Morales (2014), considera que la
innovación social se basa en acciones colectivas llevadas a cabo en sistemas
sociales determinados y que éstas son establecidas por las instituciones
subyacentes. En este particular, se infiere que
promover los emprendimientos
sociales, desde la formación de los estudiantes en los diversos programas que,
adscritos a las facultades de la Universidad de La Guajira, propende la combinación
de los aspectos de índole social y económica; al igual que la praxis de
competencias, que contribuyen a lograr el alcance de su éxito, mediante el
desarrollo de la innovación social, como un elemento que aporta solución a las
necesidades o problemas del entorno.
De tal modo, que la innovación
social, debe orientarse en primera instancia a cubrir una necesidad social; mediante
el desarrollo de un producto nuevo o bien restructuración del ya existente, con
criterios mejorados, que pudiese cubrir la demanda de la sociedad, desde sus
propósitos e interés particulares, para llegar a su comercialización y
distribución eficaz así como eficiente. Destacan Salim y Ellingstad (2016), que
la innovación social, consiste en un proceso de aplicabilidad de la innovación,
destinada a la mejora de necesidades o problemas sociales y medioambientales,
apoyada en acciones que involucran tanto a la comunidad como al sector
empresarial.
A este aspecto, se agrega lo aportado por Vera, et al. (2018), la innovación social, desde las instituciones de educación superior es un factor determinante que aporta conocimientos, aprendizajes y experiencias, socialmente aceptadas, en el desarrollo local de las comunidades así como la sociedad en general, creando un impacto positivo en ellas.
c. Creación de valor
compartido
Para los autores, Visser y Kymal (2015); y, Melamed-Varela, Blanco-Ariza y Rodríguez-Calderón (2018);
crear valor integral en las organizaciones, constituye una metodología de
gestión sustentadas en las actividades de orden social de las empresas,
involucrando para ello los grupos de interés e interpretando el horizonte que
implica la dirección de los objetivos sociales, las relaciones organizacionales
y los vínculos en la cadena de valor.
Al respecto, Bracho-Parra y
García-Guiliany (2011) señalan que las organizaciones
demandan el desarrollo de capacidades y habilidades desde su gestión interna, donde
fluya la sinergia e integración con los grupos de interés, con la finalidad de
aportar desde su gestión a las problemáticas emergentes en el contexto
socioeconómico del entorno donde ejercer sus actividades misionales. Por otra
parte, según Vives (2012), el valor compartido surge de la estrategia de
responsabilidad social, en el cual se tiene tanto un valor económico como
social.
Mencionan Vera, et al. (2018); y, Mendoza, et al.
(2020); que los centros universitarios deben agregar valor social, con
la participación de los actores sociales, conllevando a un espacio de reflexión
crítica de la realidad y de acción colectiva, que mediante el apoyo del proceso
de formación educativa, que impulsa y fomenta a los estudiantes universitarios,
a las prácticas y acciones participativas de enseñanza-aprendizaje, contribuyan
a propiciar mejoras en las condiciones de vida de la colectividad y
comunidades.
2. Metodología
El desarrollo del presente artículo, acerca del análisis de
la formación del emprendimiento social como compromiso de la Universidad de La
Guajira en Colombia, resulta de la compilación de información en los sujetos encuestados,
convirtiendo los datos cualitativos en indicativos susceptibles de medirse en términos
cuantitativos, apoyados en un lenguaje numérico, utilizando la estadística
descriptiva. Según Palella y Martins (2012),
en el enfoque cuantitativo, el dato es la expresión que expresa realidad, creando
desde el positivismo la aplicación
de instrumentos para la recolección de datos que posteriormente se codifican,
tabulan y analizan, con la finalidad de redactar las conclusiones que dan lugar
al objeto de estudio.
En este particular, la investigación es descriptiva, compilando
hechos característicos de la variable emprendimiento social en el contexto de
la Universidad de La Guajira. Menciona Parra (2018), que la investigación
descriptiva, subyace en la descripción de fenómenos en situaciones reales, es
decir, los investigadores descubren un nuevo significado, describen lo que
existe, determinan la frecuencia con la que sucede algo y agrupan la
información para estudiarla, a partir de las características del fenómeno
extraída de la opinión de los sujetos que hacen parte de ella.
El diseño de investigación, es no experimental,
transaccional de campo, donde los investigadores no manipulan la información,
sino que se analiza e interpreta según la información arrojada por los
encuestados, de tal modo que los investigadores no intervienen en ella; refieren
Hernández, Fernández y Baptista (2014), en el diseño no experimental no se
manipula deliberadamente las variables, sino que la investigación está
destinada a observar los fenómenos en su escenario natural, para luego ser
interpretados.
De igual manera, para efectos de la presente investigación,
la población corresponde a 55 estudiantes con orientación de ideas de negocios,
caracterizándose como censo poblacional. De acuerdo a Arias (2016), la
población es un conjunto finito o infinito de elementos con características
comunes para los cuales serán extensivas las conclusiones de la investigación,
esta queda delimitada por el problema y por los objetivos del estudio; asimismo,
menciona por su parte Méndez (2013), que un censo estudia todos los elementos
involucrados en la población.
En cuanto a la recolección de datos, se empleó un cuestionario
con 9 ítems con alternativas de respuesta tipo Likert, siendo validado
por 7 expertos, donde posteriormente de corregir las sugerencias pertinentes,
se calculó a través de una prueba piloto la confiabilidad, donde los datos
arrojados se le aplicó la fórmula de Alfa Cronbach, con un 90% de fiabilidad. Finalmente,
el análisis de los datos arrojados por los encuestados se estudió aplicando la
estadística descriptiva.
3. Resultados y discusión
Los
resultados de un estudio de investigación, representan un producto generado del
análisis de los datos contribuidos por la población objeto de estudio, así como
de su descripción, de forma de exponer la opinión emitida de manera objetiva y
transparente a los fines de ejercer la validez y confiabilidad de la
información suministrada desde su experticia así como razonamiento lógico. En
este sentido, se exponen los resultados de la aplicación del cuestionario a la
población objeto de estudio. Asimismo, se establece un baremo que responde a un
procedimiento estadístico, que permite determinar el rango que definirá cada
una de las categorías, tal como se aprecia en el Cuadro 1 que se muestra a
continuación.
Cuadro 1
Baremo de interpretación del
promedio
Rango |
Categoría |
1,00 - 1,80 |
Muy baja |
1,81 - 2,60 |
Baja |
2,61 - 3,40 |
Moderada |
3,41 - 4,20 |
Alta |
4,21 - 5,00 |
Muy alta |
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
3.1. Emprendimiento social:
Elementos
Dentro de los elementos del
emprendimiento social se consideran: La iniciativa social, la innovación social
y la creación de valor compartido. Con relación a la información expresada en la
Tabla 1, el primer indicador analizado fue iniciativa social, el cual es uno de
los elementos más importantes del emprendimiento social, en el que se aprecia
la motivación altruista que ofrece la Universidad a los emprendedores; al igual
que impulsa la práctica de actividades direccionadas a mejorar la calidad de
vida y el bienestar de los emprendedores y su colectivo (Sánchez, et al., 2019).
Tabla 1
Elementos del emprendimiento social
Indicadores |
Iniciativa
Social |
Innovacion social |
Creacion de valor compartido |
|||||
Baremo |
||||||||
Categoria |
Rango |
Fa |
% |
Fa |
% |
Fa |
% |
|
Muy alta |
4,21 |
5,00 |
14 |
25 |
14 |
25 |
41 |
75 |
Alta |
3,41 |
4,20 |
41 |
75 |
27 |
50 |
14 |
25 |
Moderada |
2,61 |
3.40 |
0 |
0 |
14 |
25 |
0 |
0 |
Baja |
1,81 |
2,60 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
Muy baja |
1,00 |
1,80 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
Total |
55 |
100,00 |
55 |
100,00 |
55 |
100,00 |
||
Indicador promedio |
4,25 |
4,00 |
4,75 |
|||||
Categoria del indicador |
Muy alta |
Alta |
Muy Alta |
|||||
Categoria de la dimension |
4,33 |
|||||||
Categoria de la dimension |
Muy Alta |
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Con respecto a la media aritmética
que se obtuvo para el indicador fue de 4,25, con lo cual se evidencia que la
institución proporciona una iniciativa social, con acciones enfocadas a mejorar
la calidad de vida y el crecimiento personal de los emprendedores. En tal
sentido, los resultados permiten inferir que estos se encuentran en
correspondencia a los aspectos planteados por Pastor (2001); Pastor y Torralba (2015);
así como, por Durán, Prieto y García (2017); al señalar que la iniciativa social
comprende la idea que agrega valor a la configuración de la sociedad, a favor
de propender acciones o actividades direccionadas a mejorar la calidad de vida
y bienestar colectivo, haciendo del tejido social un campo de desarrollo para
todo.
En cuanto al indicador innovación
social, este elemento del emprendimiento social, se enfoca en realizar
actividades creativas, innovadoras para satisfacer las necesidades no cubiertas
de los emprendedores, generando impacto en el tejido social ,promoviendo actividades económicas
productivas. La media de este indicador fue de 4,00; por tanto, se ubica en un
rango de categoría Alta, lo que indica que la Universidad persevera para que
los estudiantes promuevan entre ellos ideas emprendedoras con innovación social.
En este sentido, estos
hallazgos refuerzan y se encuentran en concordancia con los postulados
teóricos, de Hernández-Ascanio, et al.
(2016); así como de Mayer, et al. (2020); quienes sostienen que la innovación
social, se asocia a la manifestación de la invención y de la creatividad en
nuevas formas de mercados y valores económicos, su desarrollo e impacto en el
tejido social, implicando un amplio contenido de oportunidades a desarrollar en
actividades económicas y productivas, que colocan de manifiesto su propósito,
el cual alude a la mejora continua del producto, mercado, organización, sociedad,
entorno en el que se desenvuelven y, por ende, contribuye al bienestar de las
personas y la sociedad.
Seguidamente, y manteniendo
la secuencia metodológica en el análisis de los datos, se muestra que el indicador
creación de valor compartido, es un elemento que promueve estrategias de responsabilidad social y
actividades de valor en sus proyectos sustentables, involucrando a los
estudiantes y los grupos de interés. En este sentido, el resultados de la media fue igual a
4,75; situada en la categoría Muy alta, lo cual indica que la institución se
preocupa por fomentar entre los estudiantes, la responsabilidad social y el valor
compartido en los proyectos sustentables. Estos resultados coinciden
con los de Vives (2012), para quien
este valor surge de la estrategia de responsabilidad social, en la cual se
tiene tanto un valor económico como social.
A modo general, los resultados
arrojan por la medición de la dimensión elementos del emprendimiento social, que
la misma alcanzó una media de 4,33, ubicándose en la categoría de muy alta presencia,
según el baremo de interpretación de datos promedios. En tal sentido, los
resultados referidos, muestran una relativa coincidencia con Austin, et al. (2006),
quienes manifiestan que el emprendimiento social incluye tres elementos clave: Un
objetivo social, una innovación transformadora y un modelo de negocios
sostenible, que crean un valor compartido. En líneas generales, el
emprendimiento social suele darse, y tener éxito, en los sectores de la
economía donde el mercado ha fallado y la acción del Estado es inexistente o
ineficaz. Por tanto, si éste resulta exitoso y sostenible en el tiempo, puede
no sólo transformar las vidas de los beneficiarios, sino también la forma de
abordar un problema de la sociedad.
En el análisis de la Tabla 1, se muestran los valores
obtenidos de la aplicación del instrumento en correspondencia a los elementos
del emprendimiento social, los datos que se obtuvieron fueron los siguientes: El indicador iniciativa
social fue de 4,25
ubicándose en el rango de (4,21 – 5,00) dentro de la categoría Muy alta;
seguido de innovación social, el cual obtuvo un promedio de 4,00 situándose dentro del
rango (3,41 – 4,20) de la categoría alta; asimismo, el indicador creación
de valor compartido,
obtuvo una media de 4,75 ubicándose en
el rango de (4,21 – 5,00) en la categoría Muy alta. Con base a estos
resultados, se observa que coherentemente el valor de la dimensión 4,33 entre
(4,21 y 5,00), se ubica en el rango de categoría muy alta, con lo que se valida
alta presencia del emprendimiento social en la formación de los estudiantes de
la Universidad de La Guajira en Colombia
Estos aspectos, se comparten con la teoría aportada por Padilla,
Cantillo y Pedraza (2013); García, et al. (2017); y, Paz, et al. (2020), quienes
afirman, que las universidades han empezado a tener una nueva visión de los
negocios, y en la formación de sus estudiantes están optando por propiciar y
fomentar iniciativas, que coadyuven hacia cambios sociales en los servicios
ofrecidos, incorporando proyectos que faciliten satisfacción de la sociedad;
los cuales ayudan a promover organizaciones sostenibles en lo social, económico
y territorial, con iniciativas e innovación que agregan valor al desarrollo de
la localidad.
Conclusiones
En función de los hallazgos luego del análisis
de datos y cotejo de resultados, por medio del cual se buscó analizar la formación
del emprendimiento como compromiso de La Universidad de La Guajira en Colombia, a continuación, se muestran las conclusiones
derivadas de ellas.
En atención al objetivo formulado, orientado a analizar
los elementos del emprendimiento social, se concluyó que la universidad objeto
de estudio como parte de los indicadores que sustenta la base de su gestión en
la función académica, investigación y extensión, el emprendimiento está suscrito
en el contenido curricular de los programas académicos de las diversas
facultades del sistema educativo institucional, donde conjuntamente con el
centro de emprendimiento y desarrollo empresarial, se busca crear una cultura
de emprendimiento social, con las directrices que establece la Ley 1014, donde
de manera articulada con los docentes de catedra de emprendimiento, contribuyen
a crear iniciativas sociales, que despierten las competencias creativas e innovadoras,
que induzcan al valor compartido en la sociedad.
En este particular, los parámetros estratégicos
de La Guajira, asume el compromiso de las acciones orientadoras a la formación de
una educación de calidad con emprendedores sociales,
pudiendo contribuir a cubrir las necesidades del mercado laboral y satisfacer
las perspectivas de la sociedad, con productos o servicios que se convierten en
ventajas competitivas en la creación de emprendimientos sociales, que surge de
las ideas de los estudiantes, conllevando al desarrollo de un vínculo
integrador universidad – sector productivo local. De allí, el interés
de Colombia, de propender el desarrollo del emprendimiento desde los núcleos
educativos, sin excepción de la institución de educación superior, pudiendo
forjar esfuerzos, para su consolidación, no sólo como intención desde el
compromiso curricular, sino destacando un sentido social como cultura mediante
la formación.
De
la misma forma, este análisis permitió concluir que, el emprendimiento social, permite
afianzar el escenario económico desde un valor compartido, que facilita la
superación de los desafíos externos e internos del mercado, además de plantear
una forma efectiva de percibir y abordar los problemas que van surgiendo en el
entorno, y que mitiga los factores que repercuten en el desarrollo local. De
tal manera, que desde la formación de la universidad objeto de estudio, el
emprendimiento, busca crear y despertar un espíritu emprendedor, pero al igual
empresarial y gestor de Mípymes adscritas al sector productivo; por tanto, que la
formación en emprendimiento fomente una cultura emprendedora en los diferentes
programas académicos que se ofertan en la institución.
A modo
general, la Universidad de La Guajira promueve iniciativas para inspirar el
desarrollo de la cultura emprendedora, las cuales inducen a la creación de Mípymes, por
tratarse que estas desempeñan un papel notable en el desarrollo local, con la
generación de fuentes de empleo, desarrollo socio-económico, diversificación de
la cadena productiva y mitigando los índice de informalidad empresarial,
desempleo, empleo informal, entre otros aspectos; y aportar al bienestar
colectivo con la mejora de la calidad de vida.
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Universidad de La Guajira, Colombia.
** Doctora en Ciencias
Gerenciales. Magíster en Gerencia de Mercadeo. Licenciada en Administración de
Empresas. Profesora Tiempo Ocasional en la Universidad de La Guajira, Riohacha,
Colombia. E-mail: ncantilloc@uniguajira.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0001-555-938X
*** Doctor en Ciencias Gerenciales. Docente
de Planta en la Universidad de La Guajira, Riohacha, Colombia. E-mail:
cjuliop@uniguajira.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3168-6864
**** Doctor en Ciencias Gerenciales. Magíster
Gerencia Empresarial. Docente de Planta en la Universidad de La Guajira,
Riohacha, Colombia. E-mail: hsuarez@uniguajira.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0710-6006
Recibido: 2020-08-31
· Aceptado:
2020-11-18