Tecnología de información: ¿Herramienta potenciadora
para gestionar el capital intelectual?
Briñez Rincón, Moisés Eduardo*
Resumen
El panorama empresarial actual se caracteriza por ser complejo, dinámico
y, sobre todo, muy competitivo. La dinámica de innovación plantea la necesidad
de implementar tecnologías orientadas al desarrollo del talento humano,
reforzamiento de su estructura y consolidación de relaciones estratégicas. El objetivo de esta investigación consiste en
analizar la tecnología de información como herramienta para gestionar el
capital intelectual en las empresas de construcción. La orientación
metodológica se inserta en el enfoque epistemológico positivista cuantitativo, de
tipo explicativo con un diseño no experimental, la población se constituyó por
todas las empresas del sector construcción del estado Zulia-Venezuela; la información fue recolectada
a través de un cuestionario de 78 preguntas, con una confiabilidad de 0,896,
obtenida a través del coeficiente alfa de Cronbach. Los resultados evidencian
que las empresas constructoras poseen componentes de tecnología de información;
no obstante, no utilizan sus aplicaciones de forma estratégica, más bien,
centran la utilidad en operaciones rutinarias. Con respecto al capital
intelectual, se identificaron tres elementos: Humano, estructural y relacional,
éste último, presentando grandes desafíos en la consolidación de relaciones con
agentes clave como clientes, proveedores y competidores. En conclusión, la tecnología
de información contribuye de manera poco significativa en la gestión del capital
intelectual.
Palabras clave: Tecnologías de información;
capital intelectual; talento humano; relaciones estratégicas; sector
construcción.
Information technology: ¿Potential
tool for managing intellectual capital?
Abstract
The current business landscape is characterized
by being complex, dynamic and, above all, highly competitive. The dynamics of
innovation established the need to implement technologies aimed at the development
of human talent, strengthening its structure and consolidating strategic
relationships. The objective of this research is to analyze information technologies
as a tool for the management of intellectual capital in construction companies.
The methodological orientation is inserted in the quantitative positivist
epistemological approach, of an explanatory type with an experimental design,
the population is made up of all the companies in the construction sector of
the State of Zulia-Venezuela; The information was collected through a
questionnaire of 78 questions, with a reliability of 0.896, obtained by means
of Cronbach's alpha coefficient. The results show that construction companies
have information technology components; however, it does not use its
applications strategically, but rather, focusing its usefulness on routine
operations. Regarding intellectual capital, three elements were identified: Human,
structural and relational, the latter presenting great challenges in the
consolidation of relationships with key agents such as customers, suppliers and
competitors. In conclusion, information technology contributes significantly to
the management of intellectual capital.
Keywords: Information technologies; intellectual capital; human talent;
strategic relationships; construction sector.
Introducción
Hoy, el mundo empresarial globalizado ha
influido en que empresas de diferentes tamaños, sectores económicos o ámbitos
territoriales, se vean abocadas a adoptar tecnologías de información para
soportar sus actividades diarias de negocio, adaptarse al entorno y basarse en
ellas para ser más competitivas. Al respecto, sostienen Varguillas y Bravo (2020)
“el uso de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) no solo provee herramientas, medios,
recursos y contenidos, sino, principalmente, entornos y ambientes que promueven
interacciones y experiencias de interconexión” (p.220), permitiendo desarrollar
competencias digitales; asimismo, estos medios y redes informáticas conforman un espacio de
vital importancia, conllevando a mejorar la capacidad comunicativa (Ortiz-Colón,
Ortega-Tudela y Román, 2019).
De allí, las tecnologías de información (TI) pueden
considerarse un instrumento que promueve el progreso social de cualquier
nación, contribuyendo a suscitar la economía digital además de fortalecer la
sociedad como un todo. Razón por la cual es sumamente importante que las
empresas busquen y promuevan no sólo el conocer las TI, sino también la aplicación
que éstas puedan tener en el desarrollo de las diferentes actividades que
puedan ejecutar. En ese sentido, Folgado-Fernández, Duarte y Hernández-Mogollón
(2019) manifiestan que las TI permiten “interactuar con los conocimientos,
experiencias y vivencias de multitud de posibles consumidores a través del
correo electrónico, páginas web y redes sociales, creando un entorno abierto,
interactivo” (p.15), consolidando nuevos recursos multimedia, convirtiéndose en
un medio eficaz de comunicación de marketing.
De manera particular, las TI han cobrado gran
importancia en el sector de la construcción, puesto que los procesos
tecnológicos se convierten en innovaciones sociales al estar directamente
relacionados con el talento humano, estableciéndose en generadores de
conocimiento para el individuo, al propiciar una revisión y reestructuración continua
de las organizaciones. Logrando de esta manera, la aplicación de herramientas
tecnológicas enfocadas en el mejoramiento de su capital intelectual. Puesto que,
tal como lo señalan Barzaga, et al. (2020) “el conocimiento está vinculado con las estructuras
informacionales que, al internalizarse, se integran a sistemas simbólicos de
alto nivel” (p.121), constituyendo un factor de capital
importancia para alcanzar la eficiencia en la organización y lograr la máxima coherencia
en la toma de decisiones.
Desde esa perspectiva, el capital
intelectual es fundamental para el desarrollo del sector construcción, sin
embargo, la pregunta central es si está siendo gestionado de manera adecuada a
través del uso de tecnologías de información, debido a que solamente cuando
esta herramienta es utilizada por los distintos agentes para generar su propio
conocimiento, se crean mayores probabilidades de éxito en la empresa.
A partir de lo anterior, el
siguiente artículo tiene como objetivo general analizar la tecnología de información como herramienta potenciadora en la
gestión del capital intelectual en las empresas de la construcción,
considerándolo como uno de los esfuerzos innovadores más significativos en el
globalizado mundo empresarial donde éstas se desenvuelven.
Vale destacar que, para el
desarrollo del presente trabajo, la concepción del mismo se fundamenta en
autores reconocidos y destacados por su aporte teórico práctico relacionado con
la TI, tales como: Cohen y Asin (2005); O’Brien
y Marakas (2006); Gómez y Suarez (2011); Nevado y López (2012); Krajewski, Ritzman
y Malhotra (2014); Naranjo y Chu (2015); Grande, Cañón y Cantón (2016); Laudon
y Laudon (2016); entre otros. Además, para el abordaje metodológico del mismo, se asumió
un tipo de investigación explicativo y un diseño de investigación no
experimental-transaccional, abarcándose las empresas del sector construcción
del estado Zulia en Venezuela.
Para el desarrollo de la
investigación, las técnicas de recolección de datos estuvieron conformadas por
un cuestionario, con el fin de lograr la
obtención de información empírica que sirve para medir la variable tecnología
de información, aplicado a la población objeto de estudio, además se hizo uso de la observación documental, basada en
la revisión de libros, folletos, documentos, revistas y conferencias, que
dieron todo el soporte necesario para culminar el trabajo.
1. Tecnología de información
Krajewski, et al. (2014), opinan que la
tecnología de información abarca el uso de medios tecnológicos para adquirir,
procesar, almacenar y transmitir información de manera oportuna; comprende el hardware,
software, bases de datos y telecomunicaciones. Al introducir éstos, además
de otros medios tecnológicos en las empresas, ocurre una transformación tanto
de procesos como de las personas, lo que genera cambios significativos en todas
las operaciones empresariales.
De acuerdo con Canales (2012), el término TI se define como las herramientas de hardware y software, computadoras,
dispositivos electrónicos para procesar, almacenar, transmitir, recuperar información,
redes integradas o medios electrónicos, infraestructura de redes, medios
físicos o virtuales, que permitan intercambios de comunicación entre sí.
Otro punto de vista es el señalado
por Cobo (2009), quien considera la TI como aquellos dispositivos tecnológicos
(hardware - software) que permiten editar, producir, almacenar,
intercambiar y transmitir datos entre diferentes sistemas de información con
protocolos comunes. Integran medios de informática, telecomunicaciones,
posibilitando la colaboración interpersonal; desempeñando un papel sustantivo
en la generación, intercambio, difusión, gestión y acceso al conocimiento.
A
partir de lo anterior, se conceptualiza la TI como una herramienta de cambio en
las organizaciones modernas, utilizando diferentes medios informáticos de hardware,
software, base de datos y telecomunicaciones, proporcionando a las
empresas del sector construcción soluciones que sirven de apoyo para evaluar su
gestión, por tanto, entre sus fines está la automatización de tareas, coordinación
de proyectos, apoyo a la toma de decisiones, entre otras.
De
tal forma que, se puede deducir que la tecnología de información no sólo afecta
al modo en que se realiza cada una de las actividades individuales, sino, por
medio de los nuevos flujos de información que demanda el sector construcción,
incrementa extraordinariamente la capacidad para explotar los enlaces entre
actividades de diferentes obras (Ciudad, 2017), tanto fuera como dentro de la
empresa. Dicha tecnología está creando nuevos enlaces entre actividades, de
manera que ahora cualquier empresa constructora puede armonizar mejor las
propias actividades tanto de proveedores como clientes. Para Laudon y Laudon (2016), esto sólo puede ser alcanzado
mediante el adecuado manejo de sus componentes: Hardware, software,
base de datos y telecomunicaciones.
En
primer lugar, el hardware comprende
todos aquellos dispositivos físicos y materiales usados en el proceso de
información. De acuerdo con Krajewski, et al. (2014), abarca el uso de la
computadora y los aparatos conectados a ella. Sin embargo, Rodríguez (2010),
considera que el hardware se
refiere a todos los componentes físicos del ordenador. Es el soporte físico que
ayuda tanto al tratamiento como procesamiento de la información. En segundo lugar, para Laudon
y Laudon (2016), las funciones fundamentales del software son: Gestionar los recursos de computación de la organización,
facilitarles las herramientas a los empleados para que aprovechen estos recursos
y operar como mediador entre las organizaciones con la información
recopilada.
El
tercer componente que define el uso de las tecnologías de la información en las
empresas, es la base de datos, dado
que permite el resguardo de la información (temporal o permanentemente), para
posteriormente ser procesada a través de medios digitales o impresos, estando
disponible de manera rápida y oportuna cuando sea necesario su uso. En cuarto lugar, las telecomunicaciones, las cuales se
basan en una técnica que consiste en la transmisión de mensajes de un lugar a
otro, e incluye todas las formas de comunicación a distancia, como son: La
radio, televisión, internet, telefonía móvil, entre otros. En ese
sentido, Navarro, et al. (2020) manifiestan la importancia de la misma, en:
La interacción de los
seres humanos para su convivencia e intercambio de información, conocimientos y
experiencias, a través de mensajes que llegan a su destino haciendo uso de
diferentes medios, los cuales han evolucionado con la llegada de la internet
y sus diversas aplicaciones, al ofrecer canales innovadores y múltiples para la
comunicación. (p.78)
Siguiendo
con el orden de ideas, existen diversas razones para aplicar las tecnologías de
información dentro de las operaciones de los negocios, entre ellas Laudon y
Laudon (2016), indica que las aplicaciones de las TI están agrupadas en dos grandes
categorías: Las operativas, además de las de gestión empresarial. Por su parte,
O´Brien y Marakas (2006) resaltan tres funciones vitales, a saber: Las TI
apoyan los procesos, las operaciones de negocios; tanto a los empleados como
directivos, para la toma de decisiones; y, el desarrollo de estrategias, para
establecer condiciones de competitividad estratégica.
2. Capital intelectual
Nevado y López (2012), definen el Capital Intelectual
(CI) como el conjunto de activos de la empresa no reflejados en los estados
financieros, pero que generan valor en un futuro, como consecuencia de aspectos
relacionados con el capital humano y con otros elementos estructurales
referidos a la capacidad de innovación, relaciones con los clientes, calidad de
los procesos, productos o servicios, capital cultural y comunicacional, entre
otros.
Desde otro punto de vista, Batista, Melián y Sánchez (2002)
lo asocian con la combinación de activos inmateriales o intangibles,
incluyéndose el conocimiento del personal, la capacidad para aprender y
adaptarse, las relaciones con los clientes, proveedores, las marcas, los
nombres de los productos, los procesos internos, también a la capacidad de
Investigación + Desarrollo.
Cañibano, et al. (2008), expresan que el CI se
considera generalmente como un determinante fundamental del valor de la empresa
y un elemento asociado estrechamente con la existencia de ventajas
competitivas, definición apoyada por Bueno (2002), quien menciona que es un
conjunto de competencias básicas distintivas de carácter intangible que
permiten crear y sostener la ventaja competitiva. “Dando lugar a que todo tipo de organizaciones, sin
importar su naturaleza, centren su atención en la gestión del capital
intelectual como mecanismo para alcanzar el éxito empresarial” (Escorcia y
Barros, 2020, p.84).
En ese sentido, el capital intelectual queda
definido como el conjunto de activos intangibles propios de cada organización,
teniendo como base el conocimiento, la experiencia y todas aquellas relaciones
tanto internas como externas, que contribuyen a mejorar los procesos de
trabajo, incrementando el nivel de efectividad en los productos y/o servicios
ofrecidos.
Dicho de este modo, el capital intelectual en
las empresas de construcción no sólo está compuesto por el personal experto en
las diferentes ramas que conforman la ingeniería civil, también incluye
conocimientos que se puedan generar en cada obra ejecutada o experiencia
compartida en el ejercicio de su función; de igual forma, implica relaciones
comerciales que se creen y materialicen en esta industria, desde clientes,
proveedores, hasta los mismos competidores u otros agentes clave del sector.
3. Metodología
La orientación metodológica de la presente
investigación se inserta en el enfoque epistemológico positivista, el cual de
acuerdo con Chávez (2007), se orienta al método empírico – experimental,
sostiene que fuera del ser humano no existe una realidad social externa
objetiva ya concebida, por el contrario, su objetivo es manifestar ésta sin
modificarla, considerando así que todo enunciado tiene sentido si es
verificable.
En el presente estudio se abordó el problema a
partir de la realidad que se vive en las empresas de construcción del estado
Zulia, Venezuela. Por lo cual, estuvo sustentada únicamente en la objetividad
como única vía para alcanzar el conocimiento, orientada a la obtención de
resultados; se pretende analizar y explicar las hipótesis frente a las teorías
que se verificaron. Para llevar a cabo el respectivo análisis de los datos se
utilizó la estadística inferencial, la cual de acuerdo con De Pelekais, et al.
(2015), le denominan enfoque empírico-analítico-positivista.
Además, se considera de carácter explicativo,
de acuerdo con los objetivos establecidos y bajo el concepto de Hernández, Fernández
y Baptista (2014), el cual indica que su interés se centra en explicar por qué
ocurre un fenómeno y en qué condiciones se
manifiesta, o por qué se relacionan dos o más variables. El tipo de diseño de
investigación utilizado fue no experimental, las variables tecnología de
información y aplicaciones empresariales, sus dimensiones e indicadores, fueron
analizados en su estado natural, sin la intervención del investigador.
La población de estudio para el presente
trabajo, estuvo representada por todas las empresas de construcción del estado
Zulia, Venezuela. Vale destacar, que se realizó un sondeo para determinar las
empresas inscritas en la Cámara de la Construcción del Estado Zulia (CCEZ), la
cual está adscrita a la Cámara Venezolana de Construcción (CVC), a Fedecámaras,
además de otras asociaciones empresariales. Siendo la cantidad de empresas
registradas en la base de datos para el 2018, un total de sesenta y tres (63)
(CCEZ, 2018).
Con el fin de establecer el tamaño de la
muestra, fue utilizado un muestreo no probabilístico intencional, el cual como
sugiere Chávez (2007), se caracteriza por un esfuerzo deliberado de incluir
grupos típicos, seleccionado directa e intencionadamente los elementos de la
muestra. Los criterios considerados para seleccionar las 15 empresas escogidas,
giraron en torno a las obras ejecutadas, a su desarrollo y permanencia
ininterrumpida en el sector construcción en la ciudad de Maracaibo, del estado
Zulia. De igual forma, se tomó en cuenta el acceso a ellas para la recolección
de datos que permitan analizar el comportamiento de las variables objeto de
estudio. Es de hacer notar, que la mayoría de las empresas no seleccionadas
como muestra no poseen obras en ejecución para el 2018; aunado a ello, su
funcionamiento está totalmente condicionado a las licitaciones adjudicadas, puesto
que su nómina la componen en mayor grado profesionales subcontratados.
De igual manera, los informantes clave para el
desarrollo de esta investigación están constituidos por los gerentes generales
de las 15 empresas constructoras, considerándose una fuente primaria de
información, ellos son los responsables en la ejecución de los procesos
administrativos. Aunado a ello, asumen posiciones de liderazgo a través de
ciertas competencias personales y sociales, para fortalecer el capital
intelectual de tales organizaciones. Se diseñó un cuestionario, para las
unidades de análisis mencionadas, es decir, los gerentes de las empresas
constructoras, conformado por 48 preguntas, cuyas respuestas están dadas por
una escala tipo Likert.
En
cuanto al contenido del instrumento, se realizó a través de la revisión de diez
(10) expertos vinculados al área de las ciencias gerenciales, las variables
objeto de estudio y metodología de la investigación. Se entregó una guía de evaluación
a cada experto, presentada en dos partes; en la primera se identificó al
investigador, título del trabajo, objetivos, población, definiciones
conceptuales, operacionales, y en la segunda, el cuestionario que se diseñó para cada una de
las variables objeto de estudio.
Asimismo,
se realizó una prueba piloto, a fin de aclarar si es necesario realizar algunos
ajustes o bien modificaciones significativas. A los efectos de esta
investigación, la prueba piloto se aplicó a 5 gerentes de las empresas del sector
construcción, lo cual representa un 33,33% de la población total a estudiar. Para determinar la confiabilidad del instrumento se utilizó
el método de coeficiente Alfa Cronbach, el resultado obtenido para el
coeficiente fue de 0.896, considerándose un valor adecuado para afirmar que el
instrumento es absolutamente confiable.
4. Resultados y discusión
En cuanto al estudio de la variable tecnologías
de información, se desarrolló sobre la base de identificar la estructura de
sus componentes (hardware, software, bases de datos y
telecomunicaciones), con la finalidad de determinar la aplicación que ésta
pueda tener en el desarrollo de las operaciones de negocios en el sector construcción,
tanto operativas como de gestión empresarial. Los resultados generales que a
continuación se presentan en la Tabla 1, exponen el comportamiento asumido por
los sujetos
en torno al fenómeno investigado.
Tabla 1
Prueba “t” para muestras Independientes. Variable: Tecnologías de información
Estadísticos
de grupo |
|||||
|
Factor |
N |
Media |
Desviación
típ. |
Error
típ. de la media |
Puntaje |
Componentes de las Tecnologías de Información |
15 |
4,8250 |
,15000 |
,07500 |
Aplicaciones de las Tecnologías de Información |
15 |
4,1060 |
1,06758 |
,47744 |
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Tal como se puede
observar en la Tabla 1, la prueba “t” para muestras independientes arrojó en el
indicador “componentes de las
tecnologías de información” una media de 4,8250. Por su parte, el
promedio del indicador “aplicaciones
de la tecnología de información” mostró una media de 4,1060. Con
respecto al supuesto de homogeneidad de varianzas se halló que existen
diferencias entre los criterios abordados en las tecnologías de información, dado que el valor t = 1,488 es significativo a un nivel de 0,000;
p < 0,05. Por lo tanto, la diferencia entre medias y varianzas entre ambos,
es significativa.
Esto refleja que las
empresas de construcción poseen los principales componentes de las tecnologías
de información, es decir, elementos de hardware, software, bases
de datos y telecomunicaciones; sin embargo, los resultados permiten inferir que
la plataforma tecnológica tiende a ser subutilizada, o por lo menos, no es
explotada de la manera que debería, al desarrollar aplicaciones que garanticen
que éstas constituyan una fuente de ventajas para la organización.
Dentro de este contexto, las aplicaciones operativas
tienen una función vital y creciente en los negocios, sobre todo en el caso de
la construcción, dado que es un sector interactivo con el cliente, el cual
maneja una serie de expectativas para el disfrute de sus proyectos ejecutados,
el cual es satisfecho en la medida que se cumplan las exigencias planteadas en
la etapa de formulación. Bajo esta dinámica, estas aplicaciones persiguen un
objetivo concreto, el cual consiste en aportar eficiencia y efectividad en cada
uno de los procesos, toma de decisiones y colaboración entre los distintos
grupos de trabajo que conforman la empresa. Mientras que los sistemas de gestión empresarial,
no evidencian una presencia significativa, reflejando esto una debilidad en sus
esfuerzos por utilizar la información desde un punto de vista estratégico.
Por lo tanto, se puede deducir que las empresas de
construcción necesitan mejorar su uso en sistemas estratégicos capaces de cambiar
las metas, operaciones, productos o relaciones con el entorno de las empresas,
para ayudarlas a ganar una ventaja sobre la competencia. Así, modificar
productos, servicios y procedimientos internos, llevándola a nuevos patrones de
comportamiento que finalmente conducen a ventajas competitivas sostenibles.
En relación al estudio de la variable capital intelectual, se
desarrolló examinando cada uno de sus elementos (humano, estructural y relacional),
los cuales a su vez fueron medidos a través de la identificación de indicadores.
Al
aplicar la técnica estadística análisis de varianza (ANOVA), se precisa la
significancia obtenida de 0,710, siendo este valor mayor que 0,05 (0,000 <
0, 05; nivel de significancia referencial), lo cual permite aseverar que no
existen diferencias altamente significativas entre los indicadores comparados,
por lo que todos tienen el mismo grado de presencia dentro de esta variable,
tal como se muestra a continuación en la Tabla 2.
Tabla 2
Variable: Gestión del Capital Intelectual. ANOVA de un factor
|
Suma de
cuadrados |
gl |
Media
cuadrática |
F |
Sig. |
Inter-grupos |
,662 |
2 |
,331 |
,363 |
,710 |
Intra-grupos |
5,462 |
6 |
,910 |
|
|
Total |
6,124 |
8 |
|
|
|
Fuente: Elaboración
propia, 2020.
Al mismo tiempo, la comparación de la prueba de
múltiples rangos Post Hoc de Tukey, revela las diferencias entre
los diversos indicadores de la variable gestión del capital intelectual,
destacando la homocedasticidad de las varianzas entre los distintos indicadores.
El cálculo ubica unos sub conjuntos, basados en la similitud y diferencias de
comportamiento entre sus medias, correspondiendo el primero de ellos al
indicador elementos del capital relacional, que obtuvo la calificación más baja
con una media de 4,1267 puntos, seguido de los otros indicadores: Elementos del
capital estructural y elementos del capital humano, con el valor de 4,3500 y
4,7800, respectivamente (ver Tabla 3).
Tabla 3
Variable: Gestión del Capital Intelectual. Puntaje HSD de
Tukey
Factor |
N |
Subconjunto
para alfa = 0.05 |
1 |
||
Elementos del Capital Relacional |
15 |
4,1267 |
Elementos del Capital Estructural |
15 |
4,3500 |
Elementos del Capital Humano |
15 |
4,7800 |
Sig. |
|
,695 |
Fuente: Elaboración
propia, 2020.
Tal como se puede observar, el indicador con la
media más alta lo constituye los elementos del capital humano, con un valor de
4,7800. En concordancia con dichos resultados, Roos, et al. (2001), mencionan
que el capital humano es el conductor principal de creación de valor para la
organización, es decir; generador de valor y fuente potencial de innovación
para la empresa. Lo consideran como el centro desde donde parten las ideas que
se pueden plantear y desarrollar en la organización para su provecho. Por
tanto, el capital humano constituye un factor fundamental en las empresas de
construcción.
El segundo indicador más alto es denominado
elementos del capital estructural, con una media de 4,3500. En relación a ello,
Naranjo y Chu (2015) manifiestan que el capital estructural resume los
mecanismos de organización internos que diseña y ejecuta la empresa para
desempeñar sus funciones de la manera más efectiva posible. Dentro de las
empresas de construcción, la flexibilidad organizativa que poseen en sus
estructuras, el servicio de documentación o resguardo de expedientes físicos o
digitales de proyectos con gran relevancia, el uso de las tecnologías de
información, la capacidad de aprendizaje organizativo, métodos constructivos
novedosos, procesos de trabajo ajustados durante construcciones complejas,
entre muchos otros, son algunos ejemplos de sus componentes.
Con respecto al tercer indicador, es decir, los
elementos del capital relacional, obtuvo una media de 4,1267. Casanueva y Gallegos
(2010), explican que está compuesto por los recursos derivados de la red
relacional que la organización mantiene a través del tiempo, demostrando tener
una influencia positiva en la innovación. Ejemplos son: El conocimiento de los
canales de distribución, del mercado, las relaciones con aliados estratégicos
como el Gobierno, las redes industriales, la lealtad, satisfacción de los
clientes, la imagen corporativa de las marcas, los pactos con proveedores, el
poder de negociación, los acuerdos de licencias o distribución, los negocios
conjuntos y la reputación.
A continuación, se presenta un gráfico de
polígono de frecuencias, expresando las medidas de tendencia central, medias
alcanzadas que exponen el comportamiento de las unidades de análisis, por cada
indicador del capital intelectual. Se observa los promedios en orden descendente,
de acuerdo con la preferencia de los sujetos consultados en las empresas de
construcción seleccionadas (ver Gráfico I).
Fuente:
Elaboración propia, 2020.
Gráfico
I: Polígono de frecuencias. Variable:
Gestión del capital intelectual
Una vez explicados estadísticamente el
comportamiento de las dos variables abordadas en la investigación, y posterior el
contraste con los referentes teóricos que fundamenta el estudio, es conveniente
dar respuesta al interrogante central de este artículo ¿Constituye la
tecnología de información una herramienta potenciadora para la gestión del
capital intelectual en las empresas de construcción? En ese
sentido, se aplicó la prueba de regresión lineal simple para determinar la
bondad de ajuste (R2) entre las variables, que se puede apreciar en la Tabla 4.
Tabla 4
Bondad de ajuste
Resumen
del modelo |
||||
Modelo |
R |
R
cuadrado |
R
cuadrado corregida |
Error
típ. de la estimación |
1 |
,617a |
,381 |
,334 |
1,06294 |
a. Variables predictoras: (Constante), Gestión |
Fuente: Elaboración
propia, 2020.
En efecto, en la Tabla 4 se muestra una bondad
de ajuste de R2= 0,381. El resultado expuesto, indica que la tecnología de
información interviene de manera poco significativa en la gestión del capital
intelectual del sector construcción; lo que significa, que mientras más alto
sea la aplicación y manejo de herramientas de tecnología de información por
parte de los gerentes y directores generales, más óptima será la gestión del
capital intelectual en las empresas de construcción del estado Zulia, Venezuela.
El análisis
de los resultados obtenidos, conllevan a la necesidad de diseñar y desarrollar
sistemas de información que faciliten el aprendizaje organizacional,
permitiendo reunir y editar información, evaluando su valor al aplicarla en los
procesos de la empresa; convirtiéndose las mismas en creadoras de conocimientos
u organizaciones que aprenden, lo cual se traduce en la generación constante de
nuevo conocimiento empresarial, diseminarlo a través de la empresa e
incorporarlo rápidamente en sus productos y servicios.
Al mismo tiempo, establecer procesos formativos
vinculados con el manejo, uso y aprovechamiento de la tecnología de
información, ofreciendo los recursos necesarios, de cara a favorecer la
integración de dichos medios con la formación y desarrollo profesional de los
trabajadores. De manera particular, es pertinente proporcionar desarrollo
profesional para establecer modelos deseados de conocimientos y comportamientos
a través de la creación de un Programa
de Desarrollo de Liderazgo (PDL), adaptado a la visión, valores
y necesidades particulares de la organización, que garantice la búsqueda de
resultados, promover el cambio, ganar la confianza de colaboradores y
desarrollar o formar a su gente empoderándola.
Bajo el mismo orden
de ideas, las empresas de construcción deben reforzar la estabilidad del
sistema organizacional, implementando herramientas tecnológicas modernas, como
por ejemplo, la creación de un portal en la intranet
con un menú de acceso directo priorizado como inicio de sesión, que contenga
todos los documentos referidos a la filosofía de gestión, de tal forma que, al
acceder al sistema, los trabajadores observen, se familiaricen e internalicen
el material como parte estructural de su cultura organizacional. Asimismo, se debe
reevaluar continuamente
cómo se organiza el trabajo ejecutado, buscando diseños de estructuras que den
mejor apoyo y faciliten el trabajo del capital humano.
De forma predominante, estas empresas requieren
la consolidación de cada una de las relaciones que puedan establecerse con su
entorno, no sólo con sus clientes y proveedores, sino también con sus
competidores, como eslabón clave en su cadena de valor. Lo anterior, resulta
imprescindible, en virtud de que gran parte de la industria constructiva de Venezuela
se maneja a través de relaciones o alianzas establecidas con clientes,
proveedores, competidores, agentes de gobierno, entre otros involucrados al
momento de realizar obras conjuntas.
De manera resaltante, se hace énfasis en formalizar mecanismos de cooperación
empresarial. A través de ésta, las empresas de construcción pueden conseguir un
mayor tamaño operativo que, en muchos casos, resulta necesario para acceder a
un nuevo mercado, especializar áreas constructivas, licitar en proyectos de
gran envergadura, abordar acciones de desarrollo tecnológico, entre otros.
En síntesis, el sector construcción en el
entorno venezolano, conlleva a las organizaciones a crear una fusión dinámica
con los avances tecnológicos que invaden el universo empresarial, a través de
la diversidad de mercados, proyectos y procesos. Esta dinámica de innovación,
en muchos casos emprendimiento, requiere de una serie de acciones en los
estratos gerenciales, lo cual da origen a la necesidad de implementar componentes
de la TI, orientados al mejoramiento en la gestión del capital intelectual
dentro de estas empresas; de tal forma que, se pueda lograr el
perfeccionamiento del talento humano con la aplicación de tecnologías, promoviendo
la causa de nuevas acciones conducentes a garantizar desarrollo, crecimiento y
competitividad.
Conclusiones
A partir de los resultados obtenidos en la
investigación, se exponen a continuación las siguientes conclusiones, las
cuales muestran las ideas principales de cada uno de los hallazgos evidenciados
en la contrastación teórica y los datos recogidos en la realidad empresarial
del sector construcción, en relación al comportamiento de las variables: Tecnologías
de información y capital intelectual.
Se identificaron
los
componentes de la TI en las empresas de construcción, demostrando que la adopción de estas tecnologías, se ha convertido en una
conducta general de forma masiva al interior de estas empresas; motivadas por
la necesidad de contar con herramientas que permitan alcanzar un mayor nivel de
competitividad, además de mejores resultados en términos de rentabilidad. Sin embargo, los resultados
permiten inferir que la plataforma tecnológica tiende a ser subutilizada, o por
lo menos, no es explotada de la manera que debería, al desarrollar aplicaciones
que garanticen que éstas constituyan una fuente de ventajas para la
organización.
En otras palabras,
en las empresas de construcción tiene mayor presencia el uso de sistemas de
información relacionados con actividades operativas, que respaldan las tareas cotidianas
generando información que al mismo tiempo sirve para apoyar el proceso de toma
de decisiones. Mientras que los sistemas de gestión empresarial no evidencian
una presencia significativa, reflejando esto una debilidad en sus esfuerzos por
utilizar la información desde un punto de vista estratégico.
Igualmente, se
analizaron los elementos del capital intelectual, quedando constituidos por el
capital humano, estructural y relacional, observando al mismo tiempo la
presencia de éstos en las empresas objeto de estudio. En tal sentido, los
indicadores diseñados para medir el comportamiento de cada elemento, demostraron
que sí existen esfuerzos y mecanismos para promover el desarrollo del capital
humano y estructural. No obstante, vale resaltar que las empresas constructoras
no han asumido la conducta impuesta por la
denominada nueva economía,
comprendiendo que el éxito, más allá de la rentabilidad por proyectos u obras
de envergadura del pasado, se consigue en el manejo de una exitosa relación con todos
los agentes involucrados en la red de valor, desde clientes, hasta proveedores,
competidores, distribuidores, entes regulatorios, entre otros.
Finalmente, el
resultado central del artículo refleja que las empresas constructoras no aplican
la tecnología de información, como una herramienta potenciadora al momento de
gestionar los elementos que componen el capital intelectual, dejando en el
corto plazo el gran reto de obtener un valor agregado con la incorporación de
tecnología. Por lo tanto, es fundamental que estén conscientes que la
implantación de TI implica más que sólo instalar un software, exige un
compromiso de parte de la gerencia de la empresa. Su incorporación no ayuda por
sí misma al desarrollo de la comunicación y el beneficio de las mismas; sólo su
gestión efectiva garantizará las mejoras esperadas.
De
tal forma que, para que exista una auténtica comunicación no implica solamente
el intercambio de información, deben lograrse intercambios reales afectando el
conocimiento y las pautas de comportamiento, logrando así, en el caso de la
comunicación interna, un mayor compromiso para el mejoramiento continuo,
mientras que en la externa, una mejora en las relaciones con todos los
individuos u organizaciones involucradas.
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* Doctor en Ciencias
Gerenciales. Magíster en Gerencia de Empresas, mención Gerencia de Operaciones.
Licenciado en Administración. Docente de la Universidad EIA, Colombia. E-mail:
moises.brinez@eia.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1126-017X
Recibido: 2020-09-11 · Aceptado:
2020-11-29