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Opción. Año. 39 Núm. 101 mayo-agosto (2023): 77-91 ISSN 1012-1587 / ISSNe: 2477-938
Abisamar Salones, Joan López Urdaneta
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tre dos personas socialmente desiguales o entre dos grupos. Se trata de una relación
diádica, en la cual una persona poderosa (el patrón) pone su inuencia y sus medios
en juego para dar protección o ciertas ventajas a una persona socialmente menos po-
derosa (el cliente) que le ofrece respaldo y servicios al patrón (Caciagli, 1997). Por
otro lado (Schedler, 2004) lo llama subordinación política, Dado que intenta resol-
ver problemas de distribución y mediar entre intereses diversos, siempre es político.
El clientelismo también es entendido como un sistema social, resultado de opera-
ciones de comunicación que producen un sentido, en función de unas potencialidades
y no otras, que trazan una distinción sistema/entorno, es decir, incluyen y excluyen.
Los “enlaces entre amigos y las ventajas correspondientes” dan lugar a un “sistema” que
generan sus propios mecanismos de exclusión/inclusión, las reservas fundamentales
de estos enlaces consisten en conocer a alguien quien conoce a alguien, como una red,
el pedir favores se vuelve tan común que no se puede —en caso de tener posibilidad
de ayudar— rechazar el hacer el favor, sin correr el riesgo de quedar después excluido
de la red de mutuo servicio. (Luhmann, 2007, citado por Tosoni, 2010).
Con esta premisa según (Luhmann, 2007, citado por Tosoni, 2010), se busca
superar los cuatro obstáculos epistemológicos de la teoría sociológica que son; la
sociedad está compuesta de individuos o relaciones entre individuos; la sociedad
se establece a través del consenso y la complementariedad de objetivos; las socie-
dades tienen límites territoriales y; la sociedad puede observarse desde fuera de
ella como territorios o como grupos humanos
Las condiciones para su surgimiento son la insuciencia de la familia para
asegurar el acceso a recursos y la incapacidad de las organizaciones para alcanzar
objetivos comunes, haciéndose útiles sólo en la medida que ofrecen posiciones
jerárquicas. Las redes de favores mutuos no operan con medios de pago, aunque
uno de los recursos que circule sea el dinero, y tampoco intercambian equivalen-
tes, pero sí permiten acceder a bienes materiales y facilitan la obediencia (Luh-
mann, 2007, citado por Tosoni, 2010).
Otro matiz para observar el clientelismo es verlo como una institución política
informal. Política, en tanto establece pautas que regulan el proceso de construcción,
acumulación y ejercicio del poder político. E informal, en tanto tales pautas no cris-
talizan en un ordenamiento normativo formal, sino que se construyen como resul-
tantes de un proceso de interacción entre los actores sociales que participan de la
relación clientelar. De este sentido se entiende el concepto de las instituciones como
las pautas regularizadas de interacción que son conocidas, practicadas y regularmen-
te aceptadas (aunque no necesariamente aprobadas normativamente) por agentes
sociales que mantienen la expectativa de seguir interactuando conforme a las reglas y
normas –formales e informales– que rigen esas pautas (O’Donnell, 2001).