Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
experiencia estudiantil; sin embargo, en el marco de la pandemia se
intensificaron las brechas que, en cierta forma, con la asistencia presencial
a la universidad se atenuaban por espacios de tiempo mientras la
población estudiantil hacía uso compartido de las instalaciones, servicios,
mobiliario, infraestructura y recursos varios de sus instituciones escolares,
y si bien no todas están en las mismas condiciones hacen esfuerzos
importantes por brindar el acceso igualitario a todos sus estudiantes a sus
diversos servicios.
Autores como SOLS (2012), ALCNTARA et al. (2014),
ORDORIKA (2020) y DOMNGUEZ (2021), manifiestan que
Latinoamrica es una de las regiones del mundo donde existen factores
marcados de desigualdad, tales como, diferencias de clase, gnero,
ingresos econmicos, pobreza, capital cultural de las familias, localizacin
geogrfica de las escuelas y acceso a las tecnologas de la informacin y
comunicacin, mismas que impactan en las oportunidades educativas de
los estudiantes universitarios. De acuerdo con DE GARAY et al. (2014,
p. 49) en Mxico la desigualdad entre las zonas rurales y urbanas es
preocupante, ya que “el medio rural ha padecido la llegada de recursos
vinculados a garantizar los mnimos de bienestar como la salud,
educacin o fuentes de empleo suficientes”.
En estas condiciones, la responsabilidad de disponer de un equipo
de cómputo, acceso a internet, bibliografía o lo básico como una mesa y
una silla para desarrollar las actividades escolares se descargó en las
familias de los estudiantes, esto sin tener en consideración si contaban
con los insumos mínimos para dar continuidad al trabajo escolar desde
casa.
Además, cuando se dejó de asistir a la escuela para no contagiarse,
se perdió lo fundamental de la relación pedagógica, es decir el vínculo
cotidiano cara a cara estudiante-docente, así como la interacción con los
pares. En la universidad el desafío de dar continuidad a las actividades
académicas se hizo mayor ante la necesidad de estar comunicados por
cualquier vía virtual (WhatsApp, correo electrónico, redes sociales,
plataformas educativas); si bien la juventud dispone de un teléfono
celular, el hecho es que los datos para acceder a internet tienen un costo y
no todos pueden pagarlo cuando se hace uso intensivo de los mismos. Al
respecto, la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de
Tecnologas de la Informacin en los Hogares, reporta que solo “56.4%
de los hogares mexicanos disponen de Internet, ya sea mediante conexin
fija o mvil” (INEGI, et al., 2020, p. 2).