Revista de Ciencias Humanas y Sociales
© 2022. Universidad del Zulia
ISSN 1012-1587/ ISSNe: 2477-9385
Depósito legal pp. 198402ZU45
Portada: Ya basta, cierra la ventana
Artista: Rodrigo Pirela
Medidas: 120 x 140 cm
Técnica: Mixta sobre tela
Año: 2011
Año 38, Regular No.98 (2022): 83-94
ISSN 1012-1587/ISSNe: 2477-9385
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.7499228
Recibido: 12-04-2022 Aceptado: 20-05-2022
La escuela y los valores en un mundo globalizado
María Esther Álvarez M.
Universidad de Oriente (Núcleo de Sucre), Venezuela.
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7914-0118
mariaestheralvarezm@gmail.com
Resumen
En el presente artículo se analiza el carácter paradójico de la
globalización, destacándose los valores que imperan en la sociedad actual,
preguntándose asimismo - cuál es el papel de la escuela en cuanto a la
formación en valores. En este trabajo se plantea fraguar una lucha a favor
de la diversidad cultural dentro de un clima conciliador anhelando que lo
global se encuentre con lo local. Se propone que la escuela globalice
tolerancia, humanidad, diversidad, sensibilidad y memoria.
Palabras clave: globalización; escuela; valores; diversidad cultural.
The school and values in a globalized world
Abstract
This article highlights the paradoxical nature of globalization,
highlighting the values that prevail in today's society, wondering - also -
what is the role of the school in terms of the formation of values. In this
work, it is proposed to forge a fight in favor of cultural diversity within a
conciliatory climate, yearning for the global to meet the local. It is
proposed that the school globalize tolerance, humanity, diversity,
sensitivity and memory.
Keywords: globalization; school; values; cultural diversity.
84
María Ester Álvarez M. et al.
Opción, Año 38, Regular No.98 (2022): 83-94
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
1. INTRODUCCIÓN
La globalización se muestra como un fenómeno social,
económico, tecnológico, científico. Si bien es cierto que se le señala de
propiciar el intercambio comercial y cultural, de promover el avance
científico y el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación; también es verdad que se le acusa de, entre otras cosas,
poner en riesgo la identidad de los países al implantar una cultura global e
instaurar una competencia desigual al llevar a participar en el mismo
juego a las pequeñas empresas locales y a los grandes bloques
económicos.
La globalización se mira como un proceso paradójico puesto que,
por un lado, promueve la inclusión al invitarnos a participar como
clientes en el mercado y, por otro lado, nos excluye cuando nuestro
poder adquisitivo no nos permite comprar los productos que se ofrecen
en las vitrinas. Igualmente, la globalización fomenta la universalización al
consentir el intercambio cultural o al propagar sueños, gustos y valores
comunes en naciones disímiles; pero, contradictoriamente, despierta
sentimientos nacionalistas en pro de la defensa de la cultura de los
pueblos (UGALDE, 1998). A la par, la globalización favorece el
encuentro de dos o más personas a través de sus diferentes dispositivos,
llegando a conformar comunidades donde, muchas veces, se comparten:
…valores minúsculos que, en una danza sin fin,
entrechocan, se atraen, se rechazan en una constelación de
vagos contornos, perfectamente fluidos… La unicidad de la
constelación en cuestión se hace a partir del
entrecruzamiento y de la correspondencia de microvalores
que por sedimentación constituyen el suelo de la
comunicación (MAFFESOLI, 2007, p. 27).
Pero, también, la globalización siembra el desencuentro al
conducirnos a buscar relaciones y/o referentes distantes descuidando los
más inmediatos. PÉREZ ESCLARÍN (2000) asevera que, en esta aldea
global, lo lejano se aproxima mientras que lo cercano se aleja. Niños,
jóvenes y adultos se han convertido en adictos al uso del celular y a las
redes sociales, sumergiéndose en realidades virtuales generalmente
triviales. Establecen relaciones con personas desconocidas y distantes
mientras, irónicamente, descuidan las relaciones familiares, vecinales.
Estas dinámicas llevan a idolatrar lo foráneo, menospreciando o viendo
con sospecha lo propio, lo autóctono.
La escuela y los valores en un mundo globalizado
85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Sucumbimos ante lo que nos muestran los medios de
comunicación de masas. La televisión, por ejemplo, nos invade con
productos que, al comprarlos, ya están obsoletos. Nos seduce a gastar lo
que no tenemos, a anhelar lo que dice que debemos tener y a sentirnos
mal por lo que no podemos o nos cuesta tener.
En el mundo globalizado hoy, pareciera que pulula la comodidad
como valor mientras que el trabajo y el compromiso lucen como
antivalores.
Quien no se hace el vivo va muerto. Estás obligado a ser
jodedor o jodido, mentidor o mentido. Tiempo del qué me
importa, el q le vas a hacer, el no te metás, el sálvese
quien pueda. Tiempo de los tramposos: La producción no
rinde, la creación no sirve, el trabajo no vale. En Río de la
Plata llamamos bobo al corazón. Y no porque se enamora; lo
llamamos bobo por lo mucho que trabaja (GALEANO,
2010a, p. 166).
La desigualdad, la irracionalidad, la desesperanza, el egoísmo y la
intolerancia impregnan nuestro día a día. Todo indica que aquellas
promesas de la Modernidad -progreso, igualdad y felicidad por medio de
la razón - no se han alcanzado. GERVILLA, referido por PÉREZ
GÓMEZ (2000), acota:
…la consolidación definitiva de la racionalidad, la
modernidad, tan orgullosa y segura del poder de la razón y
de la esperanza de felicidad, ve frustrados sus proyectos
ante acontecimientos históricos tan desprovistos de razón
como: las dos guerras mundiales; Hiroshima, Nagasaki; el
exterminio provocado por los nazis; las invasiones rusas de
Berlín, Praga, Budapest, Polonia; las guerras del Vietnam y
del Golfo Pérsico; la crisis de los Balcanes; Croacia y
Serbia; el desastre de Chernobyl; el hambre; el paro; la
emigración, el racismo y la xenofobia; la desigualdad norte-
sur; las políticas totalitarias; la destrucción de alimentos
para mantener los precios; la carrera de armamentos; las
armas nucleares, etc., etc. (p. 22).
A esta lista se suman: la contaminación ambiental, el cambio
climático, el narcotráfico, la corrupción, el fanatismo religioso, la
obsolescencia planificada y percibida, el culto al cuerpo, las cirugías, las
86
María Ester Álvarez M. et al.
Opción, Año 38, Regular No.98 (2022): 83-94
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
poses, los conflictos en Siria, Libia, Irak e Irán, Ucrania, Palestina e Israel,
Yemen, Somalia, Nigeria, etc.
PÉREZ ESCLARÍN (2000) argumenta que las personas se
centran en el hoy, en lo inmediato ya que el futuro “no se percibe como
posibilidad de realización, de vida mejor, sino como amenaza… Hay que
refugiarse en el presente y tratar de disfrutarlo al máximo…” (p. 49). Las
pasiones más burdas desplazaron a la razón. “Sólo contamos con los
pequeños relatos de la televisión… y las microhistorias personales…”
(ob. cit., p. 50) mostradas sin pudor en las redes sociales. Abundan por
doquier las poses, los selfies, los comportamientos exhibicionistas. Cada
quien materializa desde su espacio virtual - su reality show personal.
Actualmente se tiende a instaurar una cultura para todos los
pueblos: los mismos productos, los mismos ritmos musicales, las mismas
comidas. Nos han convertido “…en una aldea global, donde todos, en
cierta forma nos conocemos, pensamos de un modo semejante y
aspiramos a lo mismo” (ob. cit., p. 10). No es raro, entonces, que los
jóvenes en Italia tengan los mismos gustos y anhelos que los jóvenes de
Chile, Japón y Canadá: les gustan las hamburguesa de McDonald's, se
comunican a través de un Samsung Galaxy, admiran a Messi y quieren
comprar unos zapatos Adidas.
Este panorama ha generado a manera de defensa - la necesidad
de subrayar lo plural, lo diverso, lo “otro”. Urge reafirmar las culturas
locales, la identidad de cada pueblo. Florecen el localismo, el
nacionalismo y también, su expresión más extrema, el fundamentalismo.
El fundamentalismo, paradójicamente, incita al rechazo y a la aniquilación
del otro con posturas irracionales como el racismo y la xenofobia
(PÉREZ GÓMEZ, 2000).
2. LA ESCUELA EN UN MUNDO GLOBALIZADO:
¿ESCUELA DEL DESENCUENTRO EN UN MUNDO DE
DESENCUENTROS?
Es muy común escuchar a la gente diciendo: Ya no hay valores” o
“los valores se han perdido”. Pero, ¿Qué son los valores? ¿Qué valores se
transmiten en la sociedad? ¿Cuál es el papel de la escuela en cuanto a la
educación en valores?
Los valores implican un “modelo de realización personal que
intentamos, a lo largo de nuestra vida, plasmar en nuestra conducta”
La escuela y los valores en un mundo globalizado
87
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
(ORTEGA Y MINGUEZ, 2001, p. 20). Los valores entran en el
terreno de las creencias, de los gustos y tendencias de un sujeto,
permeando su accionar. A la hora de discernir sobre los valores, SEIJO
(2009) presenta una visión subjetiva en el sentido que cada sujeto o
colectivo establece lo que es un valor: …todo valor depende de la
aceptación de un grupo social, de forma que algo se define como bueno,
malo, en función de la valoración que le otorga el grupo social
mayoritario” (p. 148). Para esta autora, se considerará “valor” todo
aquello que despierte en un sujeto o en un grupo de personas interés o
agrado, es algo que se percibe como positivo o de provecho.
Los valores se conciben como una opción existencial que guía
nuestras acciones, internalizándose en el contexto relacional. No se llega a
ser honesto aprendiendo el concepto de “honestidad” en la escuela. Se
trata de la “…apreciación de este valor en el contexto de la vida de quien
aprende” (ODREMÁN, 2006, p. 47). Los valores no deben verse como
un asunto de transmisión o prédica. Se trata de acción, de vivencias
(PÉREZ ESCLARÍN, 1997). Una persona no puede decir que valora la
puntualidad cuando siempre llega tarde a sus compromisos. No puede
decir que valora la verdad cuando miente constantemente. “Todo valor,
para serlo realmente, debe ser experimentado como un bien, como algo
sobre lo que vale la pena organizar la vida” (PÉREZ-ESCLARÍN, 1997,
p. 62).
Es fundamental reflexionar sobre los valores en la escuela y en
todos los espacios sociales puesto que actualmente reina una especie de
tergiversación del modo cómo se concibe la vida y a los otros. Pareciera
que la corrupción, la vanidad, la superficialidad, el egoísmo son vistos
como “…los genuinos valores que realzan a las personas y dan pleno
sentido a la existencia” (1997, p. 62), mientras que la honestidad, la
sencillez, el trabajo, el esfuerzo y el compromiso son censurados y vistos
con sospecha. ¿Este mundo está “patas arriba” como asegura
GALEANO (2010b)?
En el mundo tal cual es, mundo al revés, los países que
custodian la paz universal son los que más armas fabrican y
los que más armas venden a los demás países; los bancos
más prestigiosos son los que más narcodólares lavan y los
que más dinero robado guardan; las industrias más exitosas
son las que más envenenan el planeta; y la salvación del
medio ambiente es el más brillante negocio de las empresas
que lo aniquilan. Son dignos de impunidad y felicitación
88
María Ester Álvarez M. et al.
Opción, Año 38, Regular No.98 (2022): 83-94
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
quienes matan la mayor cantidad de gente en el menor
tiempo, quienes ganan la mayor cantidad de dinero con el
menor trabajo y quienes exterminan la mayor cantidad de
naturaleza al menor costo (GALEANO, 2010 b, p. 7).
En el mundo de hoy, los deshonestos hablan de honestidad.
Claman justicia los injustos. Pregonan paz los que siembran muerte por
el mundo.
Después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió
en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia
renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún
espejo: le bastaría con asomarse a la ventana (GALEANO,
p. 2).
A Alicia le bastaría ver por las ventanas de los hogares y constatar
el poder que tiene la televisión sobre las personas. La televisión no solo
“…conduce a la aceptación de que la auténtica realidad es la que se nos
presenta en la pantalla” (PÉREZ GÓMEZ, 2000, p. 107), a la
sobresaturación de información, sino también al fomento de estereotipos
que trastocan pensamientos, relaciones, sentimientos, sueños y
aspiraciones.
Desde el marco de la globalización, hay una serie de valores que
se están instaurando en los procesos de socialización de los niños y
jóvenes, entre ellos: el individualismo con sentido de “…separación,
diferenciación y competitividad” (ob. cit., p. 117), la apariencia, el
narcisismo, la moda, el consumismo, el vivir intensamente el presente
sin angustiarnos por el futuro incierto. En este sentido, PÉREZ
ESCLARÍN (2000) afirma: “Si sólo existe el presente y resulta inútil
preocuparnos por el futuro, tampoco existe el pasado. Por ello, no hay
memoria, no hay raíces, y no tiene sentido la autoridad ni la
obligación…” (p. 50).
En la escuela, como en todos los contextos sociales, se adquieren
valores. PEZ Y RODRÍGUEZ (1994) consideran que la mayoría de
los valores que se crean, transmiten y arraigan en la escuela no esconden
su huella positivista. Entre esos valores se encuentran: la objetividad, la
obediencia, el orden y la disciplina “…con la consiguiente valoración de
la preparación para el mundo del trabajo como mecanismo necesario
para establecerse individualmente dentro del orden establecido”
(LÓPEZ Y RODRÍGUEZ, 1994, p. 77).
La escuela y los valores en un mundo globalizado
89
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Para DUSSEl, los contenidos que se transmiten en la escuela
giran en torno a la cultura eurocéntrica descuidando y menospreciando
los saberes propios de nuestra región. En una conferencia publicada en
youtube por ProyectoECOS en el año 2014, DUSSEL expresó lo
siguiente:
La mayoría de nuestras ciencias, de hecho, son concebidas
todavía eurocéntricamente, hasta en el Arte. Si uno dice
“un cuadro”: la Gioconda, “una catedral”: Notre Dame,
“una música”: la Novena Sinfonía. Ah caramba, qué
casualidad. Todos son ejemplos europeos y no se me
ocurre otro. ¿Por qué? Porque soy eurocéntrico desde la
primaria, la secundaria, la prepa, la universidad y el
doctorado… (DUSSEL, 2014)
Parece que la escuela juega a la invisibilización de los sujetos al
no darle cabida a su historia, a su gastronomía, a sus manifestaciones
artísticas, a sus tradiciones. Se podría pensar que en la escuela se
fragua la amnesia colectiva que busca que los sujetos se olviden de
mismos a modo de neutralizar posibles procesos de concientización.
Hay que actuar contra la preeminencia del eurocentrismo dentro del
espacio escolar y enarbolar la bandera de la inclusión, del encuentro y
la tolerancia. Pensamos en una escuela donde puedan dialogar
críticamente los saberes europeos, asiáticos, africanos, americanos;
priorizando lo latinoamericano con el fin de fundar caminos
emancipadores.
Se trata de pensar las Américas desde nuestras propias
realidades de dolor, pobreza material, hambre, injusticia
social, dependencia, muerte; pero también desde la
alegría, la convivencia, la humanidad y calidez que nos
caracteriza, la hospitalidad, entre muchos otros rasgos
positivos que expresamos en la concretés de la vida
(LEÓN, 2011, p. 95).
Esto habla de una escuela donde se fomenten el “pensar desde
los sujetos”, donde los educandos puedan reconocerse como hombres
con historia, con tradiciones, costumbres. Apremia reivindicar a los
hombres que caminan todos los días, y la escuela lo hará cuando
empiece a permitirles que aflore su “ser y estar”, considerando y
90
María Ester Álvarez M. et al.
Opción, Año 38, Regular No.98 (2022): 83-94
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
respetando su cultura, sus sueños, sus alegrías, sus tristezas y sus
esperanzas.
3. LOS VALORES EN LA ESCUELA
Los valores no constituyen una “moda”. Sin ellos resulta
impensable la construcción de una sociedad. La formación de valores
debe estar anclada, según MILANO (1999, (p. 75), “…dentro de un
proyecto ético de reorganización social”. Los valores hay que
“…sembrarlos en la práctica pedagógica de modo que los alumnos los
vivan en la cotidianidad” (PÉREZ ESCLARÍN, 1997, p. 62). Estancarse
en la “transmisión de valores” habla de una práctica llevada a cabo sin
fundamentos serios y sin una lectura crítica de los procesos de
concientización, habla de caminos distorsionados y precarios, de
“…ausencia de una teoría de base que oriente la actividad docente”
(MILANO, 1999, p. 75).
La formación de valores requiere que los sujetos sean conscientes
que “…las reglas y normas que guían la reflexión ética y la conducta
moral son estructuras cognitivas que el individuo construye interactuando
con la realidad social y en la relación social dialógica intersubjetiva con
sus semejantes” (MILANO, 1999, p. 82). La formación de valores no es
sinónimo de instrucción, de prédica, de palabras vacías; equivale a
reflexión, a vivencias, a opción existencial.
Con frecuencia, «aprendemos o proclamamos» valores, y
sólo los apreciamos verbalmente, sin comprometernos con
ellos ni vivirlos. No son valores reales. Son sólo valores
verbales, recitados o reflexionados que, al no haber sido
aceptados vitalmente ni experimentados como tales,
influyen muy poco o nada en la conducta. Y hasta podría
ser que alguien sea un predicador incansable de ciertos
valores y demuestre con su vida lo contrario. No olvidemos
nunca lo que decía ese gran maestro cubano, José Martí: «la
mejor manera de decir es hacer» (PÉREZ ESCLARÍN,
1997, p. 62).
La sociedad debe consolidarse como comunidad pedagógica. Ella
debe forjar seres conscientes de sus posibilidades para construir un
mundo mejor. Esta tarea contempla redimensionar los espacio cotidianos
-incluyendo los virtuales- en espacios de vivencias, de “afectos y
La escuela y los valores en un mundo globalizado
91
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
emociones comunes” (MAFFESOLI, 2007, p. 205) de manera que los
sujetos puedan a reconocerse como ciudadanos del mundo. Implica,
además, que el proceso comunicativo se conciba como sinónimo de
comunión (MAFFESOLI, 2007), de experiencia cálida, subjetiva.
Los niños y los jóvenes deben resignificar las relaciones que
establecen con los otros, con su entorno. Deben celebrar sus costumbres,
sus tradiciones sin perder de vista que se forma parte de un mundo
globalizado que requiere mirarse-vivirse de una forma crítica. En tiempos
globales es crucial que el sujeto no solo esté al tanto que existen diversas
culturas sino que también aprenda a respetarlas y a comulgar con ellas.
De esta forma, se estará apostando por el encuentro y el diálogo
intercultural.
Ante la tendencia globalizadora de universalizar valores, sueños,
conductas y aspiraciones, la escuela se esforzará por servirse de forma
crítica de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación
(Tics) como un acto de rebelión socio-cultural en defensa de la vida, es
decir, en defensa de la historia, de la memoria colectiva y la identidad de
las comunidades.
Dentro de la escuela, el aula será vista como “un foro abierto y
democrático de debate, contraste y recreación de las diferentes
perspectivas presentes con mayor o menor implantación en la comunidad
multicultural de la sociedad postmoderna” (PÉREZ GÓMEZ, 2000, p.
260). Se plantea emprender una lucha a favor de la diversidad cultural
dando a conocer -sin imposición ni aniquilamientos- rostros
desconocidos, voces históricamente silenciadas, formas de relacionarse,
saberes otros en medio de un clima conciliador aspirando que lo global
se encuentre con lo local. Esto, dentro del espacio de la escuela, nutrirá la
discusión, la reflexión y fortalecerá el proceso formativo. Usando los
mismos medios que ofrece la globalización, la escuela buscará globalizar
tolerancia, humanidad, diversidad, sensibilidad y memoria.
4. REFLEXIONES FINALES
Frente a la globalización que tiende a imponer una cultura
mundial, es fundamental apelar a la tolerancia y al uso crítico de las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación para compartir
modos de ser de los pueblos. Dentro de este escenario, la escuela debe
defender la diversidad cultural, fortaleciendo la identidad de las
92
María Ester Álvarez M. et al.
Opción, Año 38, Regular No.98 (2022): 83-94
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
comunidades, sus valores, antes de que sean devorados por la cultura
homogénea.
Se apuesta por una escuela que asuma la formación de valores de
una forma comprometida y no de manera superficial. Se trata de forjar
modos de vida. Se requiere una escuela que “…permita reencontrarnos
con nosotros mismos y reconstruirnos como sujetos desde esa pérdida
permanente de la energía que padecemos, y que es lo que necesitamos
para poder ponernos de pie…” (ZEMELMAN Y QUINTAR, 2005, p.
117).
Proyectamos una escuela viva, una escuela que apela al
ENCUENTRO. Al encuentro con la vida, con la cotidianidad. Al
encuentro del hombre consigo mismo, con sus iguales, con su mundo. Al
encuentro intercultural. Al encuentro de la escuela con su noble
propósito de forjar humanidad, sensibilidad, de formar personas,
ciudadanos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
DUSSEL, Enrique. (2014). La política de los pueblos originarios en
América Latina. Video Youtube. Disponible en: La política de los
pueblos originarios en América Latina- Dr. Enrique Dussel - Bing
video Consultado el: 30.03.2022
GALEANO, Eduardo. 2010a. El libro de los abrazos. Siglo Veintiuno
Editores, Buenos Aires (Argentina).
GALEANO, Eduardo. 2010b. Patas arriba: la escuela del mundo al
revés. Siglo Veintiuno Editores, Buenos Aires (Argentina).
LEÓN, Franklin. 2011. “La enseñanza de la filosofía en la educación
superior latinoamericana”. En: Revista Educación en Valores,
Vol. 2, No.: 16: 84-97. Disponible en: servicio.bc.uc.edu.ve.
Consultado el: 24.02.2021
LÓPEZ, Abilio y RODRÍGUEZ, William. 1994. Filosofía de la
educación: la educación oficial. Publicaciones Centro
Educativo Diocesano, Cumaná (Venezuela).
MAFFESOLI, Michel. 2007. En el crisol de las apariencias: para una
ética de la estética. Siglo Veintiuno Editores, D.F. (México).
MILANO, Daniel. 1999. “Epistemología y educación en valores”. En:
Fontus. No.: 4: 75-88. Universidad de Oriente. Cumaná
(Venezuela).
La escuela y los valores en un mundo globalizado
93
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
ODREMÁN T., Norma. 2006. Formando al ciudadano del futuro:
propuestas didácticas para desarrollar la ciudadanía en el
aula. El Nacional, Caracas (Venezuela).
ORTEGA R., Pedro y MINGUEZ V., Ramón. 2001. Los valores en la
educación. Editorial Ariel, Barcelona (España).
PÉREZ ESCLARÍN, Antonio. 1997. Más y mejor educación para
todos. San Pablo Ediciones, Caracas (Venezuela).
PÉREZ ESCLARÍN, Antonio. 2000. Educar en el tercer milenio. San
Pablo Ediciones, Caracas (Venezuela).
PÉREZ GÓMEZ, Ángel. 2000. La cultura escolar en la sociedad
neoliberal. Ediciones Morata, Madrid (España).
PROYECTOECOS. 2014, Septiembre 2. Enrique Dussel: anotaciones
sobre el Norte y el Sur. [Videoconferencia en línea]. Disponible
en: https://www.youtube.com. Consultado el: 21.03.2021
SEIJO, Cristina. 2009. Los valores desde las principales teorías
axiológicas: cualidades apriorísticas e independientes de las cosas y
los actos humanos”. En: Economía, Vol. 28. Disponible en:
www.redalyc.org. Consultado el: 12.02.2021
UGALDE, Luis. 1998. “Desafíos de la globalización”. En: Revista SIC.
No.: 603: 102-107. Centro Gumilla. Caracas (Venezuela).
ZEMELMAN, Hugo y QUINTAR, Estela. 2005. “Pedagogía de la
dignidad de estar siendo”. En: Revista Interamericana de
Educación de Adultos, Vol. 27, No.: 1. Disponible en:
http://www.ipecal.edu.mx. Consultado el: 15.01.2021
94
María Ester Álvarez M. et al.
Opción, Año 38, Regular No.98 (2022): 83-94
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
BIODATA DE AUTORA
María Esther Álvarez M. Profesora e Investigadora de la Universidad
de Oriente (Núcleo de Sucre) Venezuela. Licenciada en Educación
(Universidad de Oriente - Venezuela). Magister en Educación Superior
(Universidad Pedagógica Experimental Libertador Venezuela).
Doctora en Ciencias de la Educación (Universidad Latinoamericana y
del Caribe).
UNIVERSIDAD
DEL ZULIA
Revista de Ciencias Humanas y Sociales
Año 38, N° 98 (2022)
Esta revista fue editada en formato digital por el personal de la Oficina de
Publicaciones Científicas de la Facultad Experimental de Ciencias, Universidad del
Zulia. Maracaibo - Venezuela
www.luz.edu.ve
www.serbi.luz.edu.ve
produccioncientifica.luz.edu.ve