200 Laury Beatríz Dzib Moo Doris et al.
Opción, Año 38, Especial No.28 (2022): 197-217
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
aproximarnos a su cuantificación es a través de los certificados de
defunción.
A pesar de que es evidente la violencia contra la mujer, aún hay
mucho que trabajo por hacer para poder atender las necesidades de la
sociedad mexicana. La injusticia genera más violencia, sin importar que
haya evidencias de lo sucedido, es más probable que el caso de las
victimas queden impunes. Se debe tomar en cuenta que detrás de cada
acto delictivo hay una persona que lucha constantemente por conocer la
verdad y hacer justicia, las madres y padres de las victimas solo buscan
saber la verdad de lo ocurrido.
Se determinó que las mujeres informan más actos de abuso de
pareja que los hombres, tanto la perpetración como la victimización
fueron reportadas por estudiantes mayores, aunque estudiantes
universitarios tienden a informar más actos de abuso general y emocional
contra sus parejas, los estudiantes de escuelas profesionales están más
representados en perpetradores, víctimas de violencia física y severa
(MACHADO, et. al, 2010; MIRANDA, et al., 2019).
La violencia en general no siempre viene por parte del hombre,
pero es más evidente que el hombre es quien la ejerce contra la mujer y
en algunas ocasiones contra otros hombres. No quedamos escépticos de
que la mujer también pude violentar a un hombre, pero estos casos son
mínimos. Es entonces que se piensa el porqué de esta manifestación de
odio contra el género femenino y el cómo aun en el siglo XXI la violencia
sigue en pie e incluso hay nuevas formas de violencia.
La violencia de género se ha definido ampliamente, enfatizando
los rasgos que colocan, mantienen y perpetúan la subordinación
femenina, tanto en el ámbito doméstico como en el social (CASTRO, et.
al 2006; INSTITUTO NACIONAL DE LAS MUJERES, 2008). La
violencia se manifiesta en los distintos ámbitos de la vida cotidiana de una
mujer, esta puede ser ejercida dentro de su hogar por parte de su pareja o
su padre, en la calle, por algún vecino o un simple desconocido e incluso
en la escuela, por algún amigo o compañero de clase.
En el ámbito familiar, la violencia de pareja deriva también en
violencia hacia los infantes, en la medida que éstos atestiguan agresiones
entre los padres. En los hogares donde existen mujeres violentadas por su
pareja, tienden a darse más casos de maltrato infantil que en los hogares
sin violencia doméstica (EDLESON, 1999; RAMOS et al., 2000;