Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
que desunen y dividen, teniendo siempre como norte el desarrollo de la
región, del país y por ende, de sus habitantes, pues difícilmente la
prosperidad de una nación se alcanzará, si no hay acuerdos y
negociaciones sobre la base del ganar-ganar, entre estos actores
fundamentales, lo cual permitiría la gestación de un ecosistema nacional
de ciencia, tecnología e innovación articulado y fortalecido.
Sin embargo, antes de abordar el reto que tiene la FEC-LUZ en el
contexto de una crisis general que afecta a la economía del país, de la
región zuliana, y a la sociedad en su conjunto, y, que en consecuencia
repercute en todas las IES venezolanas; así como el desafío que tienen
ante sí en el marco del nuevo patrón tecno-económico mundial, es
importante tener en cuenta las transformaciones que están aconteciendo
desde hace algunos años, en la forma de concebir a la ciencia, la
tecnología, la innovación y a las ciencias humanas, y que es preciso tomar
en cuenta, en cualquier propuesta de actualización disciplinar.
Trasformaciones caracterizadas por la acentuación del carácter
inclusivo de la CTI, del conocimiento y su utilidad real en términos de su
dimensión humana y social, pues tal como lo afirman AROCENA y
SUTZ (2003), el conocimiento se encuentra socialmente distribuido, toda
vez que, existen múltiples actores sociales creadores y usuarios del
mismo. Este “anarquismo científico” defendido, entre otros, por
FEYERABEND (1986), quién afirma que la ciencia es apenas un tipo de
conocimiento, involucra que las IES deben compartir espacios con otros
actores sociales que crean conocimientos y saberes, pues en materia de
conocimientos “todo sirve”; vale decir, todos tienen cabida y son válidos
(FEYERABEND, 1986).
En atención a esta pluralidad del pensamiento y del conocimiento,
es que la diversidad de enfoques y vertientes, tanto los que tienen
existencia previa como los que han surgido recientemente, apuntan hacia
una mayor apertura e inclusión, y transitan desde la “ciencia abierta”
(ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA
EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA UNESCO, 2020),
“ciencia con conciencia” (ESCOBAR et al, 2014), “ciencia ciudadana o
demociencia” (EUROPEAN COMMISSIÓN,2013), “investigación
participativa o investigación interactiva” (AROCENA y SUTZ, 2003;
PÉREZ, S/A), “conocimiento colectivo, aprendizaje colectivo y
capacidades colectivas” (GORE, 2003), “innovaciones y patentes
colectivas” (COLINA, 2012), “marcas colectivas”(SERVICIO
AUTÓNOMO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL SAPI de