Miranda contaba con 23 años o 24, cuando estalla la guerra entre
este país y España, entre el Rey Carlos III y Sidi Mohamed, el enfrenta
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miento dura cerca de dos (2) años y nuestro primer prócer, nuestro pre
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cursor y gestor de libertadores sufrió como todos los presentes en aquella
plaza de Melilla de hambre y enfermedades y aproximadamente 8000
proyectiles qué abatieron el emplazamiento Español que se había insta
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lado allí desde el año 1493 y por supuesto no se puede olvidar la no pe
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queña “Tortura de los abrazadores rayos del sol africano” (Grigulievich,
2006:23); sin gloria, pero sin pena, logró ser parte de la victoria alcanza
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da en Melilla. Y por primera vez un Venezolano, un hijo de estas tierras,
Guerreaba en tierras Africanas.
Miranda no obtuvo nada, ni condecoración, ni ascenso, ya que el
ministro de guerra se los negó. Aunque su estadía en Cádiz, luego en Ma
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drid, un poco después en Granada, después en Málaga y posterior trans
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ferencia a Melilla, le permitió obtener sus primeros libros, tanto de “Ma
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temáticas, de arte militares, de historia, de religión, filosofía y literatu
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ras” (Polanco, 1996:78).
Todo ello, como base de su formación, aparentemente autodidacta
y con conocimiento de causa, ya que “varios de esos libros eran de carác-
ter heréticos” (Polanco, 1996:56); aún más, cuando ahora sabemos que
mantenía una selección de los mismos autores que renovaba, y protegía
celosamente, que solo los abandonaba cuando podía cambiarlos por edi-
ciones de mejor calidad y de mejor valía.
Su mayor tesoro podría decirse las obras de: Pope y Virgilio, las de
Maquiavelo, Destrucción de las India por las Casas, los libros de Burke y
de Locke, los principios de la Política natural de Burlamaqui, el Arte de la
Guerra de Puissegur, Tácticas de Guibert, la Historia Filosófica del Abate
Raynal y los Comentarios de Cesar. Ésta colección con más obra suma
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das a lo largo del tiempo se le conoce como la biblioteca Madrileña, la cual
muestra a un joven estudiante, metódico, preocupado y con muchas in
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quietudes.
Según nos cuenta Polanco, ésta primera biblioteca y basado en los
catálogos o listas que aparecen en Colombeia, tomo I: 312 y siguientes,
estudia, lee y aprende de: Religión, estudio la Historia eclesiástica y tiene
junto así la Biblia; las Matemáticas en diferentes formas, Trigonometría,
geometría y Algebra; la Física y la Óptica; la Literatura y el Lenguaje.
Por ende se encuentran obras sobre Gramática, Poesía y Comedia;
la Historia y las revoluciones son lo suyo, lee sobre la Revolución en In
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glaterra, la Historia de Alemania, la Conquista del Perú; y por si fuera
poco también lee a Lope de Vega, Hume, Hipócrates y Lucrecio; aprende
de Geografía mediante el manejo de Mapas y del globo.
También, y para justificar el grado de Capitán estudia, Tácticas, Ar
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quitectura, Ingeniería, Artillería, Fortificaciones y Ataque de plazas todo
relacionados al Arte Militar; no debemos olvidar que aprende Francés,
Gramática Italiana, Gramática Inglesa y la comparación del Inglés con el
Miranda: el Cid desterrado. Argumentos y nociones característicos...
98 Carlos E. Torres Geisse