Omnia Año 24, No. 2 (mayo-agosto, 2018) pp. 58 - 81
Universidad del Zulia. ISSN: 1315-8856
Depósito legal pp 199502ZU2628
Cualidades físicas y antropométricas
de la mujer adulta zuliana
Manuel J. Rodríguez Bonito*
y Ramón Pérez Salas**
Resumen
En el presenta artículo se busca cuantificar la magnitud de los benefi-
cios de la actividad física para la salud abordando las cualidades físicas y an-
tropométricas de 89 mujeres entre 29 y 74 años que realizaban ejercicios de
tipo aeróbico en espacios públicos como canchas y plazas de la ciudad de Ma-
racaibo. Se realizaron mediciones antropométricas para la configuración del
somatograma y la tipificación de índices relacionados con la salud, y se aplicó
la batería de pruebas SFT para la medición de la condición física. Se compro-
la normalidad de las pruebas y las diferencias significativas en cuatro de
las mediciones realizadas. Se evidenció la utilidad del somatograma de Behn-
ke para la comparación de las personas adultas físicamente activas, la identi-
ficación de los índices antropométricos que mejor determinan los niveles de
riesgo para la salud, y la aplicabilidad de la batería de pruebas SFT a toda
persona adulta físicamente activa.
Palabras clave: Antropometría, somatograma, índices antropométricos,
condición física.
Recibido: 29-02-18 · Aceptado: 15-04-18
* Profesor egresado de la Universidad Pedagógica Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas, en
Técnicas Deportivas y Ciencias Aplicadas. Magister en Educación Área Planificación, Universidad
del Zulia. Profesor Titular Emérito, Departamento de Educación Física, Deporte y Recreación. Fa
-
cultad de Humanidades y Educación, LUZ. manueljrb1@hotmail.com, manuel.rodriguez@hdes.
luz.edu.ve
** Economista egresado de la Universidad del Zulia. Magister en Estadística e Investigación de Ope
-
raciones, Facultad de Ciencias y Sociales de LUZ. Profesor Titular Emérito. Departamento de
-
todos Cuantitativos, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de LUZ. rmpaperez@gmail.com
Plysical and anthropometric qualities
al the adult zulian woman
Abstract
The present article looks to quantify the magnitude of the benefits of
physical activity on health considering the physical and anthropometric
qualities of 89 women between 29 and 74 years of age that performed aerobic
exercises in public spaces like courts and squares in the city of Maracaibo.
Anthropometric measurements were made for the somatogram configuration
and the distinction of health-related indexes, and the SFT set of tests were
applied to the measurement of physical activity. The normality of the tests
was calculated and verified and the significant differences on four of the
measurements. It was evident the usefulness of the Behnke somatogram for
the comparison of physically active adults, the identification of anthropomet
-
ric indexes that better determine the health risk levels, and the applicability
of the set of SFT tests to every physically active adult.
Key words: Anthropometry, somatogram, anthropometric indexes, physi-
cal condition.
Introducción
Los beneficios de la relación entre condición física y salud han sido
demostrados en estudios científicos, orientando las metas emprendidas
por organismos públicos y privados. La Organización Mundial de la Sa-
lud (OMS, 2004, 2010) señala que la mortalidad, la morbilidad y la disca-
pacidad atribuidas a las enfermedades no trasmisibles representan el
60% de las defunciones y el 47% de la morbilidad mundial, cifras que po
-
drían llegar al 73 % y 60% antes del 2020; el 66% de las defunciones atri
-
buidas a dichas enfermedades se registran en países en desarrollo y su
aumento se vincula a dietas poco saludables y la falta de actividad física.
Se ha demostrado que los programas de ejercicios físicos son favorables
para la salud, retardando o controlando el proceso de envejecimiento y
las enfermedades no trasmisibles (Nelson, 2007; Rodríguez, 2011). Em
-
presas, alcaldías, universidades, ONG, se han planteado programas de
Actividad Física para la Salud (AFS) a fin de contribuir a la mejoría de la
calidad de vida de los adultos.
La disminución de la capacidad funcional de los adultos mayores
para realizar las tareas diarias se ha convertido en un asunto de interés
prioritario. Burgos (2007) lo examina para conocer las causas más fre
-
cuentes de las caídas y por qué hay personas con mayor riesgo de sufrir
-
las, a fin de evitar sus consecuencias. Para Nelson et al (2007) la AFS
continua es esencial para la vejez ya que reduce el riesgo de enfermeda
-
des crónicas, la mortalidad prematura, las limitaciones funcionales y la
discapacidad. Es vital que las personas se preparen para llevar una vida
Omnia • Año 24, No. 2, 2018, pp. 58 - 81 59
adulta con pocas dolencias físicas porque, según Jones y Rikli (2002), la
calidad de vida dependerá de ser capaz de realizar tareas sin dolor y por
un tiempo prolongado, y dos de las metas de la AFS son ayudar a retrasar
la fragilidad física y mejorar la movilidad funcional. Las cualidades físi
-
cas relacionadas con la salud se miden a través de pruebas adaptadas a
la población, y un programa de AFS para adultos requiere una evalua
-
ción basada en pruebas de capacidad funcional relacionadas con activi
-
dades de la vida diaria (Izquierdo, et al. 2008; Mahecha, et al. 2008; Nel
-
son, et al. 2007; López, 2016; Lopategui, 2013; Ramírez y León, 2010;
Araya, et al. 2012; González. et al. 2003 y Baumgartner, et al. 2007).
Rikli y Jones (2001), proponen la batería de tests Senior Fitness
Test (SFT) destinada a medir los atributos físicos relacionados con los
movimientos funcionales de los adultos mayores de 60 años, siendo muy
útil para la evaluación de la AFS (Mora, et al. 2007 y Correa, et al. 2011).
La medición de los atributos físicos funcionales permite valorar y detec
-
tar las debilidades de las personas, a fin de diseñar el programa de AFS
(Jones y Rikli, 2002). Para estudiar el vínculo entre condición física y sa
-
lud se valoran índices antropométricos cuyos resultados señalan las po-
sibilidades o no de riesgos para la salud (Ashwell y Hsieh, 2005; Hayward
y Wagner, 2004; Baumgartner, et al. 2007; Reiman y Manske, 2009).
Conjuntamente con las pruebas de condición física y la valoración de los
índices antropométricos, se debe reflejar la distribución de los músculos
con respecto a los valores de referencia del grupo y elaborar el perfil an-
tropométrico o somatograma de cada sujeto para determinar los cambios
corporales y monitorear el progreso y los resultados de un programa de
AFS (Behnke y Wilmore, 1974; Heyward y Wagner, 2004; Alexander,
2004). Se plantean así los siguientes objetivos:
Objetivo general: Estudiar las cualidades físicas y las característi
-
cas antropométricas de la mujer adulta zuliana físicamente activa.
Objetivos específicos: 1) Estimar los índices antropométricos y el
somatograma de la mujer adulta zuliana físicamente activa; 2) De
-
terminar la condición física funcional de la mujer adulta zuliana,
aplicando las pruebas SFT.
Métodos y materiales
El tipo de estudio fue una investigación carácter descriptivo y ex
-
ploratorio para medir y evaluar las cualidades físicas y antropométricas,
con un diseño transeccional con muestreo por autoselección y medicio
-
nes independientes. Se midió un grupo de mujeres físicamente activas
que hacían ejercicios aeróbicos en espacios públicos; se procesaron los
datos considerando el grupo total y los grupos conformados por edad,
buscando conocer su nivel de condición física y sus características an
-
tropométricas como elementos esenciales para la salud. Se midieron 89
mujeres entre 29 y 74 años, extendiendo la aplicación de la batería de
pruebas SFT a las mujeres menores de 60 años. Las pruebas son:
Cualidades físicas y antropométricas de la mujer adulta zuliana
60 Manuel J. Rodríguez Bonito y Ramón Pérez Salas
Fuerza de miembros inferiores: Pararse y pararse continuamente
durante 30 segundos, se cuentan las repeticiones; - Fuerza de
miembro superior: Desde la posición de sentado, elevar y bajar una
mancuerna de 5 libras flexionando y extendiendo el codo por 30 se
-
gundos, se cuentan las repeticiones;- Flexibilidad: Desde la posi
-
ción de sentado, flexionar el tronco hacia la punta del pie con una
rodilla extendida y la otra flexionada para alcanzar la mayor distan
-
cia, se mide en centímetros y pulgadas; - Agilidad: Realizar un reco
-
rrido de 4,88 metros desde la posición de sentado, caminar rápido
adelante hasta un cono a 2,44 metros y regresar a sentarse midién
-
dose el tiempo en segundos/100; - Resistencia aeróbica: Caminar
durante 6 minutos alrededor de un rectángulo de 45,72 metros, mi
-
diéndose la distancia total en metros y centímetros.
Las mediciones antropométricas básicas fueron el peso medido con
una balanza Tanita UM 080 de una precisión de 0,1 kilogramos y
la estatura utilizando un estadiómetro portátil de una precisión de
0,1 centímetros. Las circunferencias corporales fueron medidas
con cintas métricas metálicas flexible Sanny con una precisión de
0,1 centímetros, incluyendo seis circunferencias de componentes
musculares (hombros, tórax, muslo superior, brazo, antebrazo y
pantorrilla) y cinco circunferencias de componentes no musculares
(abdominal por el promedio de cintura mínima y cintura abdominal,
caderas, muñeca, rodilla y tobillo) para construir el somatograma
de Behnke. Los índices antropométricos relacionados con la salud
determinados fueron: índice de masa corporal (IMC= kg/estatura
2
con peso en kg y estatura en metros); índice cintura-cadera (ICC=
circunferencia de la cintura mínima /circunferencia de la cadera,
en centímetros); índice de cintura-estatura (ICE= circunferencia de
la cintura mínima/estatura, en centímetros); la circunferencia de
cintura mínima (CCM, en centímetros) y la profundidad abdominal
(PAB, con un antropómetro Sanny a nivel umbilical y anteroposte
-
rior en posición de pie, en centímetros).
Resultados
Se presentan los estadísticos con base en el procesamiento de los
resultados de las mediciones antropométricas y las pruebas de condición
física (Tabla 1).
Se comprobó a través de la prueba de Kolmogorov-Smirnov y de la
prueba de homogeneidad de varianzas que las pruebas cumplieron con
el requisito de normalidad. A través de ANOVA se determinó que existen
diferencias significativas en dos circunferencias (muñeca y abdominal) y
dos pruebas físicas (caminata y agilidad) de un total de diecinueve medi
-
ciones y pruebas realizadas con un nivel de significación del 5%. Los da
-
tos fueron procesados con el paquete estadístico SPSS 24 y la hoja de cál
-
culo Excel 13.
Omnia • Año 24, No. 2, 2018, pp. 58 - 81 61
Cualidades físicas y antropométricas de la mujer adulta zuliana
62 Manuel J. Rodríguez Bonito y Ramón Pérez Salas
Tabla 1. Estadísticos de las mediciones antropométricas
y de condición física
Variables N Mínimo Máximo
Media
Desviación
estándar
Estadístico Error
estándar
Edad
89 29,00 74,00 47,34 1,10 10,33
Peso
89 43,20 113,00 68,63 1,15 10,88
Estatura
89 141,00 174,00 157,37 0,60 5,66
Circunferencia
Hombros
89 87,00 121,00 100,0270 ,68722 6,48321
Circunferencia
Tórax
89 74,00 111,00 92,4697 ,72403 6,83045
Circunferencia
Cintura*
89 66,90 116,30 87,0326 1,03786 9,79118
Circunferencia
Cadera
89 82,50 123,00 104,7730 ,88881 8,38498
Circunferencia
Muslo sup.
89 48,00 75,00 60,7843 ,60881 5,74347
Circunferencia
Brazo
89 23,00 45,90 30,9382 ,42829 4,04049
Circunferencia
Antebrazo
89 20,00 30,30 24,9337 ,20683 1,95122
Circunferencia
Muñeca
89 13,00 17,60 15,4708 ,10160 ,95848
Circunferencia
Rodilla
89 34,00 50,00 39,1910 ,35200 3,32079
Circunferencia
Pantorrilla
89 27,00 45,00 36,6888 ,33982 3,20583
Circunferencia
Tobillo
89 19,00 26,20 21,5933 ,16195 1,52783
Circunferencia
Cintura abd
89 70,80 139,00 90,9056 1,20094 11,32960
Circunferencia
Cintura mín
89 63,0 106,0 82,951 ,9923 9,3616
Profundidad
Abdominal
89 15,5 33,0 24,225 ,3887 3,6667
Fuerza
Miembro
Inferior
89 9,00 28,00 15,9551 ,35262 3,32658
Somatograma de Behnke
Para establecer el somatograma se miden las circunferencias cor-
porales y se procede a hallar la constante k de cada una, según el si-
guiente procedimiento. En primer lugar se calcula el valor de D, (a) pro-
mediando las circunferencias corporales de los sujetos, (b) sumando di-
chos promedios y, (c) dividiendo esa sumatoria entre 100; a continua-
ción, (d) se divide cada circunferencia promediado entre ese valor D para
obtener la constante k de cada circunferencia. Las constantes k suman
100, por lo que constituyen una proporción de cada circunferencia con
respecto a la totalidad de las circunferencias corporales (Tabla 2).
Omnia • Año 24, No. 2, 2018, pp. 58 - 81 63
Variables N Mínimo Máximo Media Desviación
estándar
Estadístico Error
estándar
Fuerza
Miembro
Superior
89 10,00 27,00 18,3034 ,37558 3,54325
Agilidad
89 3,39 6,51 4,7802 ,06649 ,62727
Flexibilidad
89 -16,00 23,00 6,3708 ,89280 8,42262
Caminata 6
Minutos
89 386,55 754,38 562,9331 7,95985 75,09309
* Promedio de circunferencias abdominal y cintura mínima, para el
somatograma.
Tabla 1 (Continuación)
Tabla 2. Cálculo de la constante k de cada circunferencia
del grupo
(a) Promedio de las circunferencias corporales de los sujetos (cm)
Hombros Tórax Abdo
-
minal
Cadera Muslo Brazo Ante-
brazo
Muñe-
ca
Rodi-
lla
Pan-
to
-
rrilla
Tobi
llo
100,027 92,47
0
87,03
3
104,73
3
60,78
4
30,93
8
24,93
4
15,47
1
39,19
1
36,6
89
21,59
3
(b) Suma de las circunferencias
promediados: 613,902
(c) D= 613,902/100 = 6,14
(d) Constante k = Promedio de circunferencia/D. Por ejemplo, constante k para hombros:
k = 100,027/6,14 = 16,3
k = 16,3 k =
15,1
k =
14,2
k =
17,1
k =
9,9
k =
5,0
k =
4,1
k =
2,5
k =
6,4
k =
6,0
k =
3,5
Fuente: Elaboración propia (2018).
La determinación del somatograma se inicia de la siguiente mane
-
ra. A partir de la constante k (Tabla 2) se determina el % de desviación de
cada circunferencia y se lleva ese % al somatograma.
Cada circunferencia se divide entre su constante k para obtener el
valor d (d=c/k). D es el producto de la división de la suma de las circunfe
-
rencias entre la suma de las constantes k, que es 100. El % de desviación
de cada cociente d con respecto al valor de referencia D se integra en el
somatograma, que es una representación de la forma corporal. Seleccio
-
nando a la participante 1 como ejemplo por cuanto la suma de sus cir
-
cunferencias coincide con la mediana de la suma de las circunferencias
del grupo (Tabla 3), tenemos:
El % de las desviaciones observadas en la tabla 3 se refleja en el so
-
matograma (gráfico 1) donde la mayoría del % de las desviaciones se ha
-
llan entre +5 y -5. Ya que en el componente muscular las circunferencias
de muslo y pantorrilla se desvían más allá de +5 y brazo y antebrazo se
hallan entre 0 y +5, se puede decir que en esta persona prevalece el com
-
ponente muscular.
El gráfico 2 presenta el somatograma del sujeto 2 con la suma de
circunferencias más baja y del sujeto 3 con la suma de circunferencias
más alta, cuyas formas corporales son diferentes al sujeto 1 dada la dis
-
tribución del % de las desviaciones de las circunferencias. Se observa
que las desviaciones mayores a +5 del sujeto 2 en las circunferencias de
muñeca, tobillo y rodilla indican que en ella prevalece el componente
Cualidades físicas y antropométricas de la mujer adulta zuliana
64 Manuel J. Rodríguez Bonito y Ramón Pérez Salas
Tabla 3. Porcentaje de desviación del cociente d respecto al valor
de referencia D de acuerdo con los valores de las circunferencias
de la participante Nº 1
Circunferencia Valor en cm
(c)
k
d=c/k %desv.=
((d-D)/D)*100
Hombros 98,2 16,3 6,02453988 -1,382552344
Tórax 90,0 15,1 5,9602649 -2,434688154
Abdominal 82,3 14,2 5,79577465 -5,127277003
Caderas 106,0 17,1 6,19883041 1,47046013
Muslo superior 65,0 9,9 6,56565657 7,475144306
Brazo 31,0 5,0 6,2 1,4896055
Antebrazo 25,8 4,1 6,29268293 3,00675932
Muñeca 15,0 2,5 6 -1,784252742
Rodilla 36,8 6,4 5,75 -5,876575544
Pantorrilla 38,8 6,0 6,46666667 5,854749823
Tobillo 22,0 3,5 6,28571429 2,892687604
Total 610,9 D= 6,109
Fuente: Elaboración propia (2018).
óseo. Por otra parte, en el sujeto 3 se presenta un % de desviación más
alto en las circunferencias de brazo y abdomen, y menores en muñeca y
tobillo al igual que en hombros y antebrazo, con las demás circunferen
-
cias alrededor de 0, todo lo cual parece indicar que se trata de una perso
-
na gruesa con tejidos blandos ya que solo una circunferencia del compo
-
nente muscular, el brazo, es mayor a +5.
De acuerdo a las pruebas SFT, al seleccionar el sujeto con mejor
percentil en condición física por grupo de edad se observa el porcentaje
de las desviaciones en cada caso partiendo del valor k del grupo total
(tabla 4), de donde se puede colegir el predominio o no de uno de los com
-
ponentes. Así como es posible comparar los sujetos con mejor condición
física de cada grupo de edad, es factible establecer el somatograma del
conjunto de los sujetos, o de los sujetos por grupos de edad.
Omnia • Año 24, No. 2, 2018, pp. 58 - 81 65
Gráfico 1. Somatograma del sujeto 1, su forma corporal
de acuerdo con el % de desviación de sus circunferencias
con respecto al grupo
Fuente: Elaboración propia (2018).
Gráfico 2. Somatograma de dos sujetos: Sujeto 2 en línea sólida;
Sujeto 3 en línea segmentada
Fuente: Elaboración propia (2018).
Índices antropométricos
Un índice antropométrico vincula la condición de salud de una per
-
sona con su forma corporal y la compara con normas estandarizadas
para ese índice; se evalúan en forma independiente por ofrecer una pers
-
pectiva de riesgo para la salud desde diferentes ángulos. Los estadísticos
descriptivos apuntan hacia la consideración de que las participantes
presentan riesgos moderados para la salud, exceptuando la circunferen
-
cia de cintura mínima que refleja un riesgo bajo (Tabla 5).
Índice de masa corporal (IMC). La clasificación resultante se pre
-
senta reflejando la frecuencia en cada una en las categorías establecidas,
con el más alto porcentaje en la categoría sobrepeso seguida de las que
muestran obesidad (Tabla 6).
Por otra parte, al cruzar el IMC con la circunferencia de cintura
-
nima encontramos una situación diferente al determinar que hay riesgo
para la salud cuando se muestran dos condiciones: un IMC mayor a 25
kg/m
2
y una circunferencia de cintura mínima mayor a 88 cm, lo que re
-
presenta un mayor riesgo de sufrir enfermedades metabólicas para 36
mujeres, el 40,4% (Tabla 7).
Cualidades físicas y antropométricas de la mujer adulta zuliana
66 Manuel J. Rodríguez Bonito y Ramón Pérez Salas
Tabla 4. Porcentaje de desviación de las circunferencias
de los sujetos con mejor percentil en condición física por grupo
de edad
Circunferencias
Grupo £ 39
años
Grupo 40–49
años
Grupo 50–59
años
Grupo ³ 60
años
Mejor
percentil
de condición
física: 95
Mejor
percentil
de condición
física: 86
Mejor
percentil
de condición
física: 81
Mejor
percentil
de condición
física: 61
Hombros -1,9 0,1 -0,3 -1,9
Tórax -4,2 -1,0 -4,0 -2,8
Abdominal -6,6 -2,1 -3,2 7,0
Caderas 11,1 -2,8 2,1 0,7
Muslo 7,7 -0,8 2,9 -7,9
Brazo -5,4 5,7 -4,6 5,1
Antebrazo -9,1 3,2 -2,0 7,4
Muñeca -6,0 -3,3 7,0 2,0
Rodilla 2,9 -3,2 1,0 5,0
Pantorrilla -3.1 13,3 1,9 -6,0
Tobillo -2,4 -0,7 9,8 -7,3
Fuente: Elaboración propia (2018).
La media de 27,75±4,35 asciende en la medida que se incrementa
la edad.
Índice cintura cadera (ICC). Este índice tiene como punto de ries
-
go para la salud de la mujer la marca de 0,80. En la tabla 8 se observa la
escala de valoración con el rango del ICC y la cantidad de sujetos por gru
-
po de edad y nivel, lo que arroja la cantidad de 40 mujeres (45%) en los ni
-
veles de excelente y bueno y, 49 mujeres (55%) en los niveles considera
-
dos inaceptables de riesgo promedio, alto y extremo en razón de tener un
ICC igual o superior a 0,80.
Omnia • Año 24, No. 2, 2018, pp. 58 - 81 67
Tabla 5. Estadísticos descriptivos de los índices antropométricos
N Mínimo Máximo Media Desviación
estándar
Profundidad
Abdominal
89 15,5 33,0 24,225 3,6667
Índice de masa
corporal
89 17,29 38,87 27,7529 4,34763
Circunferencia
cintura mínima
89 63,0 106,0 82,951 9,3616
Índice
cintura/estatura
89 ,38 ,68 ,5296 ,06554
Índice
cintura/cadera
89 ,65 ,98 ,7947 ,07370
Fuente: Elaboración propia (20018).
Tabla 6. Clasificación del IMC en mujeres activas adultas
Clasificación Frecuencia Porcentaje
Delgadez 2 2,2
Normal 24 27,0
Sobrepeso 37 41,6
Obesidad 26 29,2
Total 89 100,0
Tabla 7. Riesgo de presentar enfermedades metabólicas
Frecuencia Porcentaje
Sin riesgo de EM 53 59,6
Con riesgo de EM 36 40,4
Total 89 100,0
Índice cintura estatura (ICE). Considerando que un valor mayor a
0,50 indica mayores riesgos para la salud, de la totalidad del grupo 34
sujetos (38,2%) se muestran sin riesgos para la salud mientras 55
(61,8%) exhiben la tendencia a presentar riesgos para la salud. En los
grupos por edad, quienes tienen 39 años o menos tienen mayor porcen-
taje en la categoría sin riesgo para la salud. En los otros grupos más del
64% presenta riesgos para la salud con un ICE ³ 0,50 (Tabla 9).
Circunferencia de cintura mínima (CCM). Acá el valor de 88 cm se
ha señalado como el nivel a partir del cual las mujeres pueden presentar
riesgos para la salud como las enfermedades metabólicas; en la tabla 10
se observa que 62 mujeres, el 69,7%, no presentan riesgo para la salud
mientras 27 presentan esa condición, un 30,3%. Tanto en el grupo gene
-
ral como en los grupos por edad prevalece una cintura mínima menor a
88 cm, con un mayor número de casos en la categoría sin riesgo para la
salud en los grupos con edades igual o menor a 59 años, mientras el gru
-
po de 60 o más años tiene 7 integrantes (63,6%) con riesgo para la salud.
Cualidades físicas y antropométricas de la mujer adulta zuliana
68 Manuel J. Rodríguez Bonito y Ramón Pérez Salas
Tabla 8. Escala de valoración del ICC por grupos de edad
Categoría
ICC
Escala de
valoración
menor o
igual a 39
40
a 49
50
a 59
60
o más
TOTAL %
Excelente <0,75 9 4 5 3 21 23,6
Bueno 0,75 – 0,79 3 9 6 1 19 21,4
Promedio 0,80 – 0,84 4 5 3 1 13 14,6
Alto riesgo 0,85 – 0,89 1 2 4 2 9 10,1
Riesgo
extremo
>0,90 4 8 11 4 27 30,3
Media –
Desviación
estándar ICC
0,76±
0,06
0,80±
0,06
0,80±
0,07
0,82±
0,11
0,80±0,
07
Fuente: Elaboración propia (2018).
Tabla 9. Porcentaje de sujetos de cada grupo con riesgo
y sin riesgo para la salud de acuerdo a la edad y al ICE
Edad
agrupada
Evaluación ICE
Media –
Desviación
estándar
Sin riesgo salud Con riesgo salud
Recuento %
del N de
fila
Recuento %
del N de
fila
menor o
igual a 39
0,50±0,06 13 61,9% 8 38,1%
40 a 49 0,53±0,06 10 35,7% 18 64,3%
50 a 59 0,54±0,07 9 31,0% 20 69,0%
60 o más 0,56±0,07 2 18,2% 9 81,8%
Total 0,53±0,07 34 38,2% 55 61,8%
Profundidad abdominal (PAB). Con relación a este índice se calcu-
laron los percentiles para construir un baremo precisando el riesgo bajo
(Percentil 25 o menor, igual o menor a 21,5 cm), el riesgo medio (Entre
percentil 26 y percentil 75, de 21,6 a 26,6 cm) y el riesgo alto (Percentil 76
o mayor, igual o mayor a 26,7 cm) de desarrollar enfermedades causadas
por la grasa en la región abdominal; con riesgo bajo se hallan en mayor
cantidad las que tienen 49 años o menos, en riesgo medio están mayori-
tariamente las que tienen entre 40 y 59 años, y en alto riesgo hay mayor
cantidad de mujeres de 50 años en adelante (Tabla 11).
Se cruzaron los valores de los índices antropométricos por medio
del coeficiente de correlación de Pearson determinándose que la asocia
-
ción más alta se halla entre el ICE y la CCM con r= 0,948. El IMC y el ICE
presentan una correlación de 0,798 mientras el IMC y el CCM se relacio
-
Omnia • Año 24, No. 2, 2018, pp. 58 - 81 69
Tabla 10. Porcentaje de sujetos de cada grupo con riesgo
y sin riesgo para la salud de acuerdo a la edad y la CCM
Edad
agrupada
Evaluación CCM
Media –
Desviación
estándar
Sin riesgo para la salud Con riesgo para la salud
N% N%
menor o
igual a 39
80,1±10,4 18 85,7% 3 14,3%
40 a 49 82,3±7,8 22 78,6% 6 21,4%
50 a 59 84,1±9,8 18 62,1% 11 37,9%
60 o más 86,8±9,2 4 36,4% 7 63,6%
Total 82,95±9,36 62 69,7% 27 30,3%
Fuente: Elaboración propia (2018).
Tabla 11. Cantidad y porcentaje de sujetos en nivel de riesgo
para la salud de acuerdo con la edad
Evaluación
Profundidad
Abdominal
(Riesgo)
Edad agrupada
menor o
igual a 39
40 a 49 50 a 59 60 o más Total %
Bajo (<= 21,5
cm)
9 9 4 1 23 25,8
Medio (21,6 –
26,6 cm)
8 16 17 4 45 50,6
Alto(>= 26,7
cm)
4 3 8 6 21 23,6
Media –
desviación
estándar PAB
23,4±3,9 23,3±3,5 25,1±3,6 25,9±3,3 24,23±3,7
nan en 0,791. El ICC y el ICE se correlacionan en 0,739, y entre el ICC y la
CCM es de 0,712. La PAB tiene la correlación con la CCM de 0,760 y de
0,734 con el ICE; son más bajas la correlación de la PAB con el IMC
(0,687) y con el ICC (0,421).
Condición Física (CF)
La adaptación de las pruebas de condición física de la batería SFT
contribuyó a la determinación del perfil de CF de las participantes; los es
-
tadísticos por grupo de edad permiten observar su desempeño y compa
-
rar un grupo con otro al determinar su nivel de CF en las pruebas aplica
-
das (Tabla 12). En la medida que se recorren las edades de menor a ma
-
yor se observa una disminución de las capacidades físicas: el grupo de 60
y más años es menos fuerte, menos ágil, menos flexible y con menor re
-
sistencia cardiorrespiratoria que los demás grupos.
Cualidades físicas y antropométricas de la mujer adulta zuliana
70 Manuel J. Rodríguez Bonito y Ramón Pérez Salas
Tabla 12. Estadísticos por grupos de edad y cualidad física
Edad
agrupada
Cualidades
físicas
Media Error
estándar
de la
media
Desviación
estándar
Mínimo Máximo
menor o
igual a 39
N: 21
Fuerza
Miembro
Inferior
17,00 ,82 3,74 12,00 25,00
Fuerza
Miembro
Superior
18,86 ,77 3,51 14,00 27,00
Agilidad 4,54 ,12 ,53 3,87 5,84
Flexibilidad
(cm)
7,38 1,91 8,77 -6,00 22,00
Caminata 6
Minutos
587,15 15,02 68,82 411,48 729,52
40 a 49
N: 28
Fuerza
Miembro
Inferior
16,25 ,48 2,56 13,00 22,00
Fuerza
Miembro
Superior
18,96 ,67 3,55 13,00 26,00
Agilidad 4,71 ,12 ,63 3,39 5,68
Flexibilidad
(cm)
8,39 1,59 8,40 -5,00 23,00
Caminata 6
Minutos
595,62 12,31 65,16 502,92 754,38
Asimismo, se refleja que la mejor flexibilidad, fuerza de miembros
superiores y resistencia cardiorrespiratoria está en el grupo de 40 a 49
años, mientras la mejor agilidad y fuerza de miembros inferiores la tiene
el grupo de 30 a 39 años; se observa que las personas mayores de 50 años
tienen un menor nivel de CF. La distribución porcentual por arriba y por
debajo de la media, llevados los puntajes originales a percentil para esta
-
blecer el nivel de CF (hasta el percentil 25 es CF baja, del percentil 26 al
50 es CF por debajo de la media, del percentil 51 al 75 es CF por arriba de
la media, y del percentil 76 en adelante es CF superior), se expresa con 36
sujetos (40,4%) por arriba de la media y 12 (13,5%) con una condición
-
sica superior, para un total de 48 mujeres con una mejor condición física
distribuidas en todos los grupos de edad. Por debajo de la media se ubi
-
can 32 personas (36%) y con la condición física baja 9 personas (10,1%),
igualmente distribuidas en todos los grupos de edad (Tabla 13).
Omnia • Año 24, No. 2, 2018, pp. 58 - 81 71
Edad
agrupada
Cualidades
físicas
Media Error
estándar
de la
media
Desviación
estándar
Mínimo Máximo
50 a 59
N: 29
Fuerza
Miembro
Inferior
15,55 ,73 3,91 9,00 28,00
Fuerza
Miembro
Superior
17,93 ,61 3,26 12,00 26,00
Agilidad 4,80 ,10 ,55 4,13 6,29
Flexibilidad
(cm)
4,48 1,67 8,99 -16,00 18,00
Caminata 6
Minutos
541,33 13,03 70,16 428,69 681,23
60 o más
N: 11
Fuerza
Miembro
Inferior
14,27 ,51 1,68 11,00 17,00
Fuerza
Miembro
Superior
16,55 1,22 4,03 10,00 25,00
Agilidad 5,36 ,21 ,68 4,48 6,51
Flexibilidad
(cm)
4,27 1,50 4,98 -1,00 14,00
Caminata 6
Minutos
490,45 17,96 59,56 386,55 568,03
Tabla 12 (Continuación)
Dado que las pruebas SFT establecen normas percentiles para el
grupo de edad de 60 años o más, se procedió a comparar los resultados
del desempeño de la mujer zuliana con las normas percentiles referidas
en el Manual. Participaron once mujeres de las cuales seis estaban en la
edad comprendida entre 60 y 64 años, cuatro entre 65 y 69 años y una
entre 70 y 74 años (Tabla 14).
Cualidades físicas y antropométricas de la mujer adulta zuliana
72 Manuel J. Rodríguez Bonito y Ramón Pérez Salas
Tabla 13. Cantidad y porcentaje de sujetos de acuerdo
con el nivel de condición física y los grupos de edad
Nivel
de condición
física
Edad agrupada Total %
menor o
igual a 39
40 a 49 50 a 59 60 o más
CF baja 1 1 5 2 9 10,1
CF debajo de
media
6 9 10 7 32 36,0
CF sobre la
media
10 12 12 2 36 40,4
CF superior 4 6 2 0 12 13,5
Total 21 28 29 11 89 100,00
Fuente: Elaboración propia (2018).
Tabla 14. Valores obtenidos por la mujeres iguales o mayores
de 60 años, al comparar sus resultados con las tablas de SFT
Edad
de
sujeto
Evaluación FMI-
Repeticio-
nes
FMS-
Repeticio-
nes
Agilidad-
Segundos
Flexibi-
lidad-
Pulgadas
Caminata-
Metros
60
Puntaje 13 17 4,94 1,97 520,00
Percentil 35 60 60 50 15
Rango Normal Normal Normal Normal - Promedio
60
Puntaje 15 16 5,02 0,00 532,48
Percentil 55 50 55 30 25
Rango Normal Normal Normal Normal - Promedio
62
Puntaje 13 17 5,76 4,33 537,78
Percentil 35 60 35 75 25
Rango Normal Normal Normal +
Promedio
- Promedio
62
Puntaje 15 16 5,28 0,79 418,98
Percentil 55 50 50 40 5
Rango Normal Normal Normal Normal - Promedio
Individualmente se corrobora que la prueba donde presentan ma
-
yor déficit es la caminata; cada mujer se compara con el percentil obteni
-
do en la prueba respectiva y se evalúa de acuerdo al rango de riesgo se
-
gún las categorías del SFT: (a) mayor promedio, arriba del percentil 75
que significa menor riesgo; (b) riesgo normal, percentil 25 al 75; (c) menor
promedio, debajo del percentil 25 que significa en proceso de riesgo; y (d)
con percentiles muy bajos se califica como “riesgo de perder movilidad
funcional”.
Omnia • Año 24, No. 2, 2018, pp. 58 - 81 73
Edad
de
sujeto
Evaluación FMI-
Repeticio-
nes
FMS-
Repeticio-
nes
Agilidad-
Segundos
Flexibi-
lidad-
Pulgadas
Caminata-
Metros
64
Puntaje 14 25 4,48 2,36 497,66
Percentil 45 100 75 55 15
Rango Normal +
Promedio
Normal Normal - Promedio
64
Puntaje 11 13 5,54 0,39 480,06
Percentil 20 25 40 35 10
Rango - Promedio - Promedio Normal Normal - Promedio
66
Puntaje 17 16 6,51 0,39 445,18
Percentil 85 60 25 35 15
Rango + Promedio Normal -
Promedio
Normal - Promedio
66
Puntaje 13 10 5,55 0,00 448,95
Percentil 45 10 55 30 15
Rango Normal Riesgo Normal Normal - Promedio
66
Puntaje 15 21 4,50 3,15 568,03
Percentil 70 90 85 65 50
Rango Normal +
Promedio
Normal Normal Normal
67
Puntaje 15 13 4,94 - 0,39 559,28
Percentil 70 30 75 25 50
Rango Normal Normal Normal -
Promedio
Normal
74
Puntaje 16 18 6,42 5,51 386,55
Percentil 80 80 40 90 5
Rango + Promedio +
Promedio
Normal +
Promedio
Riesgo
Fuente: Elaboración propia (2018).
Tabla 14 (Continuación)
Discusión
Los resultados obtenidos demuestran la importancia de aplicar
técnicas que permitan visualizar la forma corporal y las características
de los individuos objeto de estudio, a fin de programar las actividades
respectivas. Según el somatograma, la desviación de varias circunferen
-
cias del mismo componente orienta cuál es la forma corporal de un sujeto
así como el tipo de actividad física a sugerir. Los gráficos del somatogra
-
ma representan una descripción del patrón de distribución muscular y
de grasa con respecto a los valores del grupo, en correspondencia con
Behnke y Wilmore (1974), Heyward y Wagner (2004) y Alexander (2004).
La elaboración del somatograma en un plano corrobora que, si las pro
-
porciones antropométricas de un individuo se encuentran conforme a la
simetría del grupo, entonces la totalidad de las desviaciones caen en el
mismo plano (Behnke y Wilmore, 1974); ya que el somatograma fue idea
-
do para la comparación de los individuos con un hombre o mujer de refe
-
rencia, se considera también que es posible comparar un individuo con
otro, o un grupo con otro, efectuando las correcciones del caso (ibídem).
Para efectos del presente trabajo, siendo un estudio exploratorio de las
características antropométricas de la mujer adulta zuliana que realiza
actividad física con fines de salud y aunque no se encontraran referen-
cias acerca de la implementación del somatograma de Behnke, es rele-
vante comprobar que con esta técnica se le encuentra utilidad a la medi-
ción de las circunferencias a fin de orientar y programar la actividad físi-
ca destinada a gente que no tiene un claro estándar de comparación.
Con respecto a la evaluación de los índices antropométricos, el IMC
del grupo general se ubica en la categoría de sobrepeso/pre obeso (OMS,
2010), coincidiendo con el estudio de Ramos et al (2011), aunque con valo
-
res más altos, y en discrepancia con López et al (2008), quienes hallaron
valores medios propios de la categoría normal. El grupo de 60 o más años
del presente estudio muestra valores más altos de sobrepeso con respecto
a otros estudios (Fernández, et al. 2001; Cannan, et al. 2015; Araujo, et al.
2016). En las mismas edades el IMC de la mujer zuliana se eleva en la me
-
dida que avanza en edad, en contradicción con lo expuesto por (Burr y Phi
-
llips, 1984 y Fernández, et al. 2001), mientras que (López, et al. 2008), de
-
terminaron valores del IMC con pocas diferencias entre los grupos de edad
siendo el IMC más alto de 25,8 en el grupo de 60 o más años.
El ICE encontrado en el presente estudio fue de 0,53±0,07 y se eleva
en los grupos a medida que se avanza en edad, siendo mayor al límite de
0,50 como indicador del punto en que se produce el incremento de riesgos
para la salud. El valor de 0,53 es menor al encontrado por (Almeida, et al.
2009 y Ramos, et al. 2011), mientras en el grupo de 60 o más años de este
trabajo el ICE de 0,56 también es menor al puntaje de 0,63 expuesto por
(Canaan, et al. 2015) y de 0,60 encontrado por (Araujo, et al. 2016).
La CCM del grupo estudiado promedia 82,95±9,36 con un rango
entre 80,1 y 86,8 de promedio en los grupos aumentando a medida que
Cualidades físicas y antropométricas de la mujer adulta zuliana
74 Manuel J. Rodríguez Bonito y Ramón Pérez Salas
se avanza en edad, promedios que son menores a 88 cm. Según la WHO
(2008), al considerar la CCM de mujeres, el riesgo de complicación meta
-
bólica se eleva a partir de 80 cm y se acentúa al superar los 88 cm por lo
que el valor encontrado en general y en los grupos se observan con cierto
nivel de riesgo, siendo menor al promedio de los valores encontrados por
(Ramos, et al. 2011: Almeida, et al. 2009: Cannan, et al. 2015 y Araujo, et
al. 2016).
Con relación al ICC encontramos un promedio de 0,80±0,07 en el
grupo general, con puntajes promedio de 0,76 a 0,82 según el grupo de
edad elevándose ligeramente al avanzar de edad. Reiman y Manske
(2009), indican un valor de 0,80 a partir del cual hay riesgos para la salud
con base en un estudio no publicado; Heyward y Wagner (2004), se refie
-
ren a las normas del ICC de Bray y Gray con base en edades agrupadas
donde estaría la mujer zuliana en riesgos moderado y alto, mientras la
WHO (2008), señala que el ICC constituye un riesgo para la salud si es
igual o mayor a 0,85. El ICC del presente estudio resultó menor al encon
-
trado por (Ramos, et al. 2011; Almeida, et al. 2009 y Canaan, et al. 2015).
Para Heyward y Wagner (2004), la profundidad abdominal (PAB) es
un término que aplica mejor que el diámetro abdominal sagital para refe-
rirse a la medición de la adiposidad abdominal señalando una fuerte re-
lación con factores cardiovasculares y metabólicos al compararlo con
otros índices. En el presente estudio la mujer zuliana alcanzó una media
de 24,23±3,70 en la PAB, elevándose al avanzar en edad. Sin embargo,
no se tienen medios de comparación con estudios similares por las dis-
crepancias existentes en torno a las técnicas de medición y los puntos de
corte (Silva, et al. 2012; Marques, 2012). Tampoco se pueden comparar
los resultados obtenidos con los referidos por (Risèrus, et al. 2010), quie-
nes midieron en posición supina sobre una mesa encontrando resulta
-
dos similares entre la PAB y la CCM en mujeres de 60 y más años en
cuanto al riesgo metabólico, identificando el punto de corte para la PAB
en 20,1 cm a partir del cual habría riesgo metabólico.
Se ha sugerido la utilización de indicadores diferentes al IMC para
determinar el riesgo de la obesidad abdominal, ya que se encontró que
enfermedades como las cardíacas no mostraron asociación con el IMC
(WHO, 2008). En opinión de Ashwell y Hsieh (2005), el ICE es un indica
-
dor más sensible que el IMC como aviso temprano de riesgos para la sa
-
lud de hombres, mujeres, infantes y población de diferentes grupos eta
-
rios, lo que respaldan (Valle, et al. 2016), al señalar que el ICE es un indi
-
cador más eficiente para definir el riesgo metabólico en niños. De acuer
-
do con Ashwell y Gibson (2009), el ICE y la CCM son mejores predictores
de riesgo metabólico que el IMC al haber un incremento en las evidencias
de la superioridad del ICE sobre otros índices antropométricos por su
asociación con riesgos metabólicos, hipertensión, ataque fulminante y
enfermedad renal crónica. De manera similar, se ha expuesto la superio
-
ridad de la PAB como un indicador antropométrico de adiposidad abdo
-
minal visceral relacionada con complicaciones metabólicas cardiovascu
-
Omnia • Año 24, No. 2, 2018, pp. 58 - 81 75
lares al comparar y analizar diferentes índices encontrando una mejor
asociación entre la PAB y la CCM con respecto al IMC y el ICC (Junquei
-
ras, et al. 2009; Pimentel, et al. 2011; Marques, 2012). En el presente es
-
tudio se observó una alta asociación entre el ICE y la PAB y una menor
asociación entre estos índices con el IMC y el ICC.
Con respecto a las pruebas de condición física se hallaron dos refe
-
rencias con aplicación de las pruebas de Rikli y Jones (2001), López
(2016), encontró en mujeres mayores de 65 años un valor de -6,6±10,3
cm en la prueba de flexibilidad sobre el miembro inferior derecho,
6,24±2,4 segundos en la prueba de agilidad y de 506,1±84,5 metros en la
prueba de resistencia. Correa, et al (2011) refieren un valor de
16,12±6,89 repeticiones en la prueba de fuerza de miembros inferiores y
de -6,13±9,36 cm en la prueba de flexibilidad. En estas pruebas la mujer
zuliana de 60 y más años logró un mejor puntaje en las pruebas de flexi
-
bilidad y agilidad, mientras obtuvo un menor logro en resistencia y fuer
-
za de miembros inferiores.
La evaluación de la condición física de los adultos se ha extendido
considerando los factores asociados con la salud, empleándose diferen-
tes perspectivas con respecto al tipo de pruebas y las técnicas estableci-
das para aplicarlas, como se observa en (Fernández, et al. 2007: Mahe-
cha, et al. 2002; González, et al. 2003; Jiménez, 2007; Mora, et al. 2007;
Ramírez y León, 2010; Araya, et al. 2012; Lopetegui, 2013). También se
han expuesto diferentes propuestas y enfoques para el diseño y desarro-
llo de programas para el diagnóstico y mejoramiento de la condición físi-
ca relacionada con la salud, varios de ellos especialmente dirigidos al
adulto mayor (Rikli y Jones, 2001; Jones y Rikli, 2002; OMS, 2004; Bur-
gos, 2007; Nelson, et al. 2007; Izquierdo, et al. 2008; Mahecha, et al.
2008; WHO, 2008; Rodríguez, 2001; Rikli y Jones, 2013).
Conclusiones
1) Es posible implementar la conformación del somatograma de
Behnke en la población adulta con base a sus cualidades, para determi
-
nar su forma corporal y el tipo de trabajo específico y apropiado dirigido a
las personas que utilizan espacios públicos para la realización de activi
-
dades físicas relacionadas con la salud; 2) Para prescribir programas de
actividad física es importante conocer los índices antropométricos nece
-
sarios para orientar las recomendaciones sobre los riesgos para la salud
de los índices asociados a la adiposidad abdominal, utilizando preferible
-
mente el índice cintura estatura, la circunferencia de cintura mínima y la
profundidad abdominal; 3) Las pruebas de condición física son impres
-
cindibles para cualquier estudio, programa y/o política que se desee im
-
plementar en el ámbito de la prevención de enfermedades no transmisi
-
bles y que pueden evitarse o mejorarse a través de la actividad física
como coadyuvante a ese proceso.
Cualidades físicas y antropométricas de la mujer adulta zuliana
76 Manuel J. Rodríguez Bonito y Ramón Pérez Salas
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