Ciencias de la Salud

MULTICIENCIAS, Vol.17, Nº 1, 2017 (81-89)

ISSN: 1317-2255 / Dep. legal: pp 200002FA828 (Versión Impresa) ISSN: 2477-9636/ Dep. legal: ppi 201502ZU4642 (Versión Digital)


Sexualidad en la Adolescencia. Estudio de grupos focales

*Andreali Patricia Morón Vásquez, **Ana Ysolina Soto de Clavero, ***Flor María Ledesma Solaeche


* Facultad de Odontología, Universidad del Zulia, Edo. Zulia- Venezuela

** Universidad Nacional Abierta, Edo. Zulia- Venezuela

*** Facultad de Medicina, Universidad del Zulia, Edo. Zulia- Venezuela

moron.andreali@gmail.com


Resumen


Con la finalidad de analizar fenomenológicamente las vivencias en relación a la sexua- lidad en adolescentes, docentes, médicos de atención primaria y padres, se realizaron sesiones de grupos focales como muestra intencional, bajo enfoque cualitativo y fenomenológico. La categorización y análisis interpretativo, facilitó esbozar los elementos explicativos, analíticos y hermenéuticos de lo universalmente esencial y un marco de referencia global e intersubje- tivo. En todos los grupos de estudio la sexualidad se experimenta desde la genitalidad y el erotismo. Los adolescentes enfocados en: afectividad, género, reproductividad y erotismo. Los adultos mostraron temor al tratar el tema. Los profesionales enfocan el tema hacia las con- secuencias de las prácticas sexuales y los padres, aunque reconocen que la educación sexual inicia en el hogar, enfrentan dificultades para manejarla. La educación estereotipada dificulta las vivencias de la sexualidad con igualdad de género, incrementando los comportamientos sexuales no saludables. Los adolescentes demostraron asertividad, capacidad de reflexión y conciencia ciudadana. Los adultos mostraron interés y preocupación por el tema. Todos estos aspectos requieren especial atención en el diseño de programas de educación sexual.


Palabras clave: sexualidad; adolescencia; salud sexual; fenomenología; grupo focal.


Recibido: 12-12-2016/ Aceptado: 14-03-2017


Sexuality in Adolescence. Focus Group Study


Abstract


In order to analyze phenomenologically the experiences in relation to sexuality in ado- lescents, teachers, primary care physicians and parents, focus group sessions were conducted with an intentional sample, under a qualitative and phenomenological approach. The categori- zation and interpretative analysis enabled to know the explanatory, analytical and hermeneutic elements of the universally essential and a global and intersubjective frame of reference. In studied groups, sexuality is experienced from genitality and eroticism. Adolescents focused on: affectivity, gender, reproductivity and eroticism. The adults were afraid to deal with the issue. Professionals approach the issue to the consequences of sexual practices and parents, although they recognize that sex education starts at home, they face difficulties in handling it. Stereotyped education hampers sexuality experiences with gender equality, increasing un- healthy sexual behaviors. The adolescents demonstrated assertiveness, capacity for reflection and citizen awareness. The adults showed interest and concern about the subject. All of these aspects require special attention in the design of sex education programs.


Key words: sexuality, adolescence, sexual health, phenomenology, focus group.


Introducción


La sexualidad comprende condiciones anatómi- cas, fisiológicas y psico-afectivas propias de cada sexo e implica una serie de comportamientos y prácticas re- lacionados con la búsqueda del placer sexual y llegado el caso con la reproducción, con influencia determinante durante todo su ciclo vital (Santrock 2004). Sin embar- go, la sexualidad implica una definición más profunda y actualmente se considera que es una dimensión de la persona que implica bienestar, donde de un contacto se- xual, implica ternura, placer, satisfacción y comunica- ción entre las personas.

Así entonces, la sexualidad es definida en la ac- tualidad con un enfoque holístico, más humanista, sin olvidar todos los aspectos biológicos asociados. Oliver (2016) plantea que lo biológico se integra con lo so- ciocultural para profundizar un concepto más integral, que sea comprendido por las personas para el pleno conocimiento y disfrute de la sexualidad, siendo que esta dimensión forma parte de la arquitectura social de la humanidad. De igual manera, la definición de salud sexual también ha requerido adaptarse a este mismo en- foque, entonces más allá de la ausencia de enfermedad asociada al sistema reproductivo, comprende el estado de bienestar biopsicosocial que permite al individuo dis- frutar libremente de una vida sexual plena y sin riesgos.

La sexualidad forma parte importante de cada uno de los ciclos vitales del individuo. Como caracte- rísticas distintivas, durante la adolescencia se produce la exploración y experimentación para la incorporación de

la sexualidad a la identidad de la persona. Los cambios neurobiológicos conducen a la maduración social, emo- cional y cognitiva a la par de los cambios físicos apro- piados para preparar al individuo para la reproducción (Suleiman, Galván, Harden y Dahl, 2016) Durante esta etapa del desarrollo se plantean si son realmente atrac- tivos, cómo comportarse con sus parejas y cómo será su sexualidad en el futuro. Al final de la adolescencia la mayoría de ellos consigue desarrollar una identidad se- xual madura, aunque durante ese proceso está expuesto a períodos de vulnerabilidad y confusión, posición esta asumida por Santrock 2003, Jinish 2006, Mora-Cancino y Hernández-Valencia 2015.

La sexualidad irrumpe en la adolescencia ge- nerando nuevos sentimientos, miedos y experiencias, asumiendo frecuentemente conductas de riesgo. Para el momento de la primera consulta del control ginecológi- co o asesoramiento sobre métodos anticonceptivos, la mitad de los adolescentes ya ha tenido una experiencia sexual (Jinish 2006, Beltrán 2006). Estas conductas no sólo se asocian con falta de conocimiento sino con as- pectos psicológicos más complejos, como: la omnipo- tencia normal de esta etapa (“a mí no me va a pasar”), el pensamiento concreto de las más jóvenes (“si no me embaracé hasta ahora ¿Por qué me pasaría en el futuro?” y las fantasías de esterilidad, muchas jóvenes dudan de su capacidad para quedar embarazadas. Todos estos as- pectos son condicionantes para que los jóvenes no utili- cen los métodos anticonceptivos a pesar de conocerlos. (Jinish, 2006, Woog, Singh, 2015).


Los factores psicológicos característicos del ciclo vital, en un contexto sociocultural determinado, tienen gran influencia sobre las conductas riesgosas al experi- mentar con la sexualidad. Estudios demuestran que los mejores predictores de riesgo de embarazo precoz son: el escaso nivel educativo, la pobreza, los embarazos tempranos familiares, y la baja autoestima o depresión. (Añez y Ledesma 2008) El alcance de las redes sociales y otros medios de comunicación influyen sobre la pobla- ción adolescente al exponerlos a una gran cantidad de estímulos sexuales muy accesibles con sobrevaloración del sexo sin compromiso emocional (Rodríguez, 2008). Las conductas de riesgo como tabaquismo, consumo de alcohol y promiscuidad están frecuentemente presentes entre adolescentes embarazadas, lo cual implica ries- gos adicionales ante la condición de embarazo. Ante este complejo fenómeno social se conjugan factores de riesgos propios de las prácticas sexuales tempranas con los riesgos inherentes a la condición de embarazo, si este llegara a suceder. La maternidad en la adoles- cencia determina una mayor tasa de abandono escolar, disminución de las oportunidades laborales, aislamiento del grupo de amigos y de la familia, mayor inestabilidad conyugal y se asocia a mayor incidencia de depresión. (Mora-Cancino, Hernández-Valencia 2015)

Desde el punto de vista biológico la aparición de los caracteres sexuales secundarios siguen una secuencia progresiva estimulada por la producción hormonal y se asocian a los cambios conductuales propios de la edad. El adolescente, es por tanto muy susceptible de asumir actitudes y comportamientos riesgosos como el inicio temprano de la actividad sexual, cuando la madurez genital y mucho menos la psicológica han llegado. Se describe que los adolescentes llegan a ser fértiles apro- ximadamente 4 ó 5 años antes de ser emocionalmente maduros y muchos se inician sexualmente antes de los 18 años de lo cual deriva el riesgo de embarazo precoz no deseado, el contagio de enfermedades de transmisión sexual y las prácticas inseguras como el aborto, entre otras. La Organización Mundial para la Salud (2017) reporta que a nivel mundial se reportan 44 nacimientos por cada 1000 adolescentes femeninas de 15 a 19 años y aunque la mortalidad por VIH ha disminuido, existen poblaciones donde se incrementa la morbilidad por este agente infeccioso y más preocupante aún, una buena parte de ellos desconoce su condición de seropositividad (Beltrán 2006, OMS 2017)

En la última década, la evaluación de investiga- ciones en el campo de la educación sexual se ha incre- mentado y actualmente la evidencia sustenta que los programas de educación sexual pueden ayudar a los jóvenes a retrasar el inicio de la actividad sexual o a mejorar el uso de métodos anticonceptivos cuando ya se han iniciado sexualmente, siendo más efectivos los pro-

gramas educativos que enfocan la salud sexual desde un punto de vista integral, comparados con aquellos progra- mas que sólo se enfocan en la prevención de embarazo o enfermedades de transmisión sexual. (Testa, Núñez, Ruíz y Senior. 2002, Boonstra 2011). Los temas de sexualidad y salud sexual requieren ser incluidos en el currículo escolar desde las etapas iniciales, impartidos por docentes preparados y con fundamentación teórica científica, involucrando a los alumnos, la comunidad educativa, la familia y con apoyo de los servicios de salud (García y Marín, 2012)

En el sistema educativo venezolano, usualmente estos temas se imparten durante la educación secunda- ria, muchas veces después que algunos adolescentes ya se han iniciado sexualmente. Existen además ciertas organizaciones no gubernamentales que ofrecen infor- mación sobre salud sexual pero no está al alcance de todos. Asimismo, los jóvenes no comparten temas de sexualidad en el hogar, generalmente obtienen infor- mación de medios de comunicación masivos y de sus pares (Domínguez 2008). En un estudio realizado entre madres australianas donde, a pesar de que el 80% es- tuvo de acuerdo con la necesidad de educación sexual desde el hogar, la mayoría admitió que sólo hablan oca- sionalmente de algunos tópicos sobre sexualidad con sus hijos. (Fragan 2010)

A este respecto los tópicos que más frecuente- mente se discuten en el hogar están relacionados con los cambios corporales en las niñas, la menstruación, el em- barazo, el rechazo a las relaciones coitales, enfermeda- des de transmisión sexual y HIV/SIDA; en muchos ca- sos los temas asociados con las relaciones sexuales son considerados tabú y se retarda el inicio de estas conver- saciones hasta mucho después de que los adolescentes ya han debutado sexualmente. (Beckett y col, 2009). Un estudio de grupos focales que analizó el diálogo sobre sexualidad entre padres e hijos destacó la importancia de que las conversaciones no se limiten a los temas pre- ventivos y de que ambos padres participen activamente de estas conversaciones. (Savegnago y Arpini, 2016)

Así también, en las consultas de atención prima- ria y secundaria los temas de salud sexual se enfocan de manera muy puntual, prácticamente cuando el paciente expresamente lo solicita, cuando se hacen evidentes las situaciones de riesgo o cuando ya se establece un diag- nóstico relacionado con ella como embarazo precoz, ITS, aborto, entre otros. Existen entonces barreras para el pleno desarrollo sexual de los adolescentes, normas sociales, restricciones legales, disponibilidad inadecua- da de los servicios de salud y una actitud poco favore- cedora por parte de los proveedores de educación sexual tanto en el entorno escolar, familiar, sanitario y comu- nitario, que limita la información adecuada, oportuna, confidencial y constante, con pleno respeto de los dere-


chos sexuales y reproductivos. (Sauceda 2003 y Woog, 2015)

El conocimiento sobre sexualidad no es suficien- te para generar cambios conductuales, por ello la infor- mación debe acompañarse de una educación sustenta- da en valores humanos, con adultos significativos que demuestren un comportamiento sexual responsables y acorde a la realidad social en la que se vive, con dispo- nibilidad e integración de la comunidad, los servicios educativos y sanitarios. (Trejo-Ortíz y col, 2011)


Unidades de análisis


Las unidades de análisis en esta investigación se concentraron en 4 grupos a saber:


Grupo de Adolescentes:


Quince jóvenes, de 10 a 15 años, representaron a la adolescencia temprana e intermedia. Según sexo el grupo estuvo integrado por 9 adolescentes femeninas y 6 adolescentes masculinos. Todos los participantes esta- ban en condición de escolaridad en una escuela privada, de un sector de clase media-baja del municipio Maracai- bo del estado Zulia.


Cuadro 1 Distribución de informantes Adolescentes según sexo y edad


SEXO

EDAD

TOTAL

MASCULINO

FEMENINO

10 a 13 años

3

4

7

14 a 16 años

3

5

8

Total

6

9

15

Fuente: FI. Morón, 2016


Grupo de Adultos :


Docentes: Conformado por once (11) docentes de aula, con ejercicio laboral tanto en instituciones pú- blicas como privadas, se distribuyeron según sexo en 5 docentes femeninas y 6 docentes masculinos.

Padres: El grupo estuvo constituido por 9 padres, ambos sexos, 4 masculinos y 5 femeninas, representan- tes de una institución educativa pública del municipio Maracaibo del estado Zulia.

Médicos de Atención Primaria: Ocho médicos con ejercicio profesional en el nivel primario de aten- ción participaron en el estudio representando a las espe- cialidades de medicina familiar, pediatría, ginecología y medicina general.

Cuadro 2 Distribución de informantes Adultos según sexo


SEXO

ADULTOS

TOTAL

MASCULINO

FEMENINO

Padres Docentes Médicos

4

6

2

5

5

6

9

11

8

Total:

12

16

28

Fuente: FI. Morón, 2016


Metodología


El presente estudio está enmarcado bajo el pa- radigma cualitativo, desde la enfoque fenomenológi- co, con grupos focales de discusión como estrategia de recolección de datos. Aplicando para ello un muestreo de tipo intencional, a través de un guión de entrevista elaborado en concordancia con las interrogantes y obje- tivos formulados, se buscó entonces que los informantes (adolescentes, docentes, médicos de atención primaria y padres) transmitieran en sus propias palabras, el signi- ficado, interpretación, perspectiva y vivencias en rela- ción a la sexualidad y la salud sexual. (Martínez, 2004), (Rojas, 2010)

La entrevista se constituyó en una conversación coloquial, semiestructurada, profunda, con preguntas generadoras, desde un planteamiento de relación de ayuda para el diálogo, mediante la facilitación de las in- tervenciones y el acercamiento con plena disposición de escucha, comprensión y aceptación de la persona, sus valores, vivencias y opiniones.

El análisis de datos cualitativos inició desde la preparación del protocolo descriptivo respetando los momentos de reducción fenomenológica propuestos por Leal 2003, para descubrir la clase de eventos y definir las propiedades que caracterizan a cada uno de ellos, fa- cilitando el proceso de categorización. (Soto, 2013)


Resultados de la Investigación


Los aspectos comparables, se enriquecen de los puntos de encuentros y desencuentros, que surgie- ron de las vivencias relacionadas con la sexualidad y la salud sexual en cada grupo de discusión, como se muestra a continuación:


Tabla 1 Aspectos comparables. Noción de la sexualidad según adolescentes, padres, docentes y médicos de atención primaria



ASPECTOS COMPARABLES

GRUPOS FOCALES DE DISCUSIÓN

ADOLESCENTES

PADRES

DOCENTES

MÉDICOS DE APS*



Noción de Sexualidad


Desde sus vivencias, la sexualidad está relacionada con el acto sexual, con

el uso de expresiones como: deseo, atracción, sexo, intimidad, deleite, seducción, acto único

y especial, creatividad, conciencia, toma de decisiones y consecuencias Relacionaron además,

con el acto sexual, los sentimientos, emociones, y valores humanos como amor, sinceridad, respeto,

responsabilidad, confianza, honestidad, comprensión y protección


Desde sus vivencias la relacionaron con el acto sexual. Agregaron que tiene que ver con la forma en cómo se comporta

el hombre y la mujer, indicando que se debe saber llevar y coordinar e involucra el autoconcepto y la identidad sexual. Para este grupo la sexualidad es

importante y necesaria para el ser humano

Implica relación sexual

Diferencia al hombre de la mujer, Es una forma de expresión que identifica a la persona en su apariencia

al vestir y manera de caminar. Involucra el funcionamiento y conocimientos sobre sexualidad. Implica amor y madurez para

la toma de decisiones y responsabilidad sobre las consecuencias. Es el

motor de la existencia del ser humano, está implícita en aspectos de la vida e influenciada por normas de la sociedad y actualmente se ejerce de forma muy liberal


Desde sus perspectivas, constituye un proceso que conlleva al acto sexual o a la intimidad física. Es una forma de comunicación entre dos personas, surge por la necesidad del individuo de relacionarse con su entorno y se fundamenta ella educación sexual que

se recibe desde la niñez. Es, desde sus experiencias, una meta del desarrollo humano, que implica cambios físicos, psicológicos y biológicos hasta llegar a la madurez completa.


Fuente: FI. Morón, 2016 *APS: Atención Primaria en Salud.


Para los grupos de estudio la sexualidad se rela- ciona con el acto sexual, sin embargo, se presentaron elementos que complementan y diferencian la noción de sexualidad en cada grupo. Así, los adolescentes asocian al acto sexual expresiones como: deseo, atracción, sexo, intimidad, deleite, seducción, acto único y especial, crea- tividad, conciencia, toma de decisiones y consecuencias. Además implica sentimientos, emociones, y valores hu- manos como amor, sinceridad, respeto, responsabilidad, confianza, honestidad, comprensión y protección.

Al comparar la noción de sexualidad de los padres y docentes, se observó que coincidieron en que implica el acto o relación sexual, permite diferenciar al hombre de la mujer basado en su comportamiento, siendo im- portante para el ser humano. Para los padres, tiene que ver con la forma en cómo se comporta cada individuo (hombre-mujer), indicando que se debe saber llevar y coordinar, destacando que involucra el auto-concepto y la identidad sexual.

Por su parte, los docentes consideraron que es una forma de expresión que identifica a la persona en su apa- riencia al vestir y manera de caminar e involucra el fun- cionamiento y conocimientos sobre sexualidad. Implica amor y madurez para la toma de decisiones y responsa- bilidad sobre las consecuencias. Aseveraron que es el motor de la existencia del ser humano que está implícita en muchos aspectos de la vida e influenciada por las nor- mas de la sociedad, resaltando que actualmente se ejerce de forma muy liberal.

La noción de sexualidad para los médicos de atención primaria comprende cuatro elementos: proce- so, forma de comunicación, educación sexual y meta del desarrollo humano. La sexualidad es un proceso que conlleva al acto sexual o a la intimidad física, como una forma de comunicación entre dos personas, surgida por la necesidad del individuo de relacionarse con su entor- no. Se fundamenta en la educación sexual que se recibe desde la niñez y es desde su perspectiva una meta del desarrollo humano, con cambios físicos, psicológicos y biológicos hasta llegar a la madurez completa.


Tabla 2 Aspectos comparables. Sexualidad en la familia según adolescentes, padres, docentes y médicos de atención primaria



ASPECTOS COMPARABLES

GRUPOS FOCALES DE DISCUSIÓN

ADOLESCENTES

PADRES

DOCENTES

MÉDICOS DE ATENCIÓN PRIMARIA


Sexualidad en la familia


Identificaron que la identidad sexual se crea en el hogar, siendo los padres modelos para los hijos. Inicia a temprana edad con la diferenciación de juegos entre niños y niñas. Reconocieron que las revistas y programas de TV son útiles para aprender.

Afirmaron que a los padres no les interesa que sus hijos sepan de sexualidad y sienten temor de explicar.

A veces los padres no tienen más que explicar


Reconocieron que los padres en su rol de pareja, son ejemplo para los hijos. La educación debe iniciar a temprana edad, sino informan los hijos buscarán la información por otras fuentes.

Desde el seno familiar fomentan la heterosexualidad y la

postergación del inicio de la actividad sexual Reconocen que a pesar de los avances, la sexualidad sigue siendo un tabú en

el hogar. Reconocieron que la madre es quién más habla de sexualidad en el hogar, “sabe llegarles” y los hijos se sienten más

en confianza. Afirmaron que se sienten cómodos cuando ellos inician el tema y temor cuando son los hijos quienes toman la iniciativa para hablar.

Ante preguntas incómodas, refieren a los hijos al otro progenitor o a las abuelas


La falta de atención en la familia provoca desviaciones sexuales dónde, desde sus vivencias la figura paterna modela al varón. La crianza y la postura de la madre son influyentes en la diferencia de género.

Pasar muchas horas solos, es un factor de riesgo. En la familia La sexualidad es un tabú. La educación sexual debe comenzar a temprana edad con el respeto a la intimidad entre padres y hermanos. Las abuelas

y hermanos mayores apoyan a los padres. El docente se considera como apoyo para la familia, pero al salir de la escuela, el adolescente se enfrenta a su experiencia familiar, que es otra realidad


La funcionalidad familiar es un elemento protector siendo la comunicación la herramienta más importante. En familias con adolescentes embarazadas se repite el patrón de conducta de la madre y consideraron que el apoyo excesivo

en el cuidado de los nietos favorece la reincidencia de adolescentes en

subsiguientes embarazos. La conducta sexual de los padres modela la de los hijos y el hacinamiento familiar es desfavorable para el desarrollo sexual.

La persistencia del problema está en la falta de asertividad y proyectos de vida en los jóvenes. Se requiere el

empoderamiento de las adolescentes para la toma de decisiones en relación a la sexualidad


Fuente: FI. Morón, 2016


Los adolescentes, reconocieron la importancia del modelaje que hacen los padres en la identidad y la educa- ción sexual, así como la influencia de los medios de co- municación y redes sociales. Como grupo afirmaron que los padres sienten temor de hablar del tema y muestran desinterés de que los hijos aprendan sobre sexualidad.

Manifestaron que los padres a veces “no tienen más que explicar”. En este sentido los padres coincidie- ron con los adolescentes en que sienten temor de hablar de temas de sexualidad, cuando los hijos inician la con- versación. En ocasiones refieren las explicaciones a ter- ceras personas, como el otro padre o las abuelas, en este último aspecto los docentes admitieron que los herma- nos mayores, las abuelas y los docentes contribuyen con los padres en lo que a educación sexual se refiere, des- tacando que a pesar de sus esfuerzos por ofrecer educa- ción sexual en la escuela, el adolescente al salir de este ambiente se enfrenta a su propia realidad en el hogar. Desde su perspectiva, destacan la influencia de la fami- lia en la orientación sexual, asegurando que la falta de atención familiar puede provocar “desviaciones sexua-


les” refiriéndose a la homosexualidad o la bisexualidad. Los médicos, por su parte destacaron la funcio- nalidad familiar como un elemento protector, donde la comunicación es la herramienta más importante. Desde sus vivencias, observan como el embarazo en adoles- centes muchas veces se corresponde con el antecedente materno de embarazo precoz y consideran que el apoyo excesivo en el cuidado de los nietos favorece la rein- cidencia de adolescentes en subsiguientes embarazos. Las prácticas sexuales riesgosas son, desde su punto de vista, debidas a la falta de asertividad y proyectos de vida. Desde su óptica profesional se requiere el empo- deramiento de las jóvenes para la toma de decisiones en

relación a los comportamientos sexuales.

La dinámica de grupo focal favoreció la genera- ción de propuestas por parte de los adultos participantes del estudio. Los padres, docentes y médicos de atención primaria generaron, a partir de la discusión guiada, pro- puestas para mejorar la educación sexual

Los aspectos comparables a este respecto se muestran en la tabla 3


Tabla 3 Aspectos comparables.Propuestas según padres, docentes y médicos de atención primaria.



ASPECTOS COMPARABLES

GRUPOS FOCALES DE DISCUSIÓN

PADRES

DOCENTES

MÉDICOS DE ATENCIÓN PRIMARIA


Propuestas

Dirigieron sus propuestas a los padres de familia, sustentando una serie de estrategias que mejoren el enfoque y abordaje de la educación sexual en el hogar. A este respecto consideraron que la disciplina es primordial en horarios para ver TV y uso de Internet,

en el uso del celular, siendo vigilantes en cuanto a hora de llamadas y envío de mensajes. Reconocieron que el uso de la violencia no funciona así como tampoco

tener una actitud de “espía”. Afirmaron que hablar claramente y atender sus necesidades son las mejores estrategias. Consideraron que la actitud anticipada ante temas de sexualidad es esencial, sustentado en que

al tener información accesible por medios de comunicación, los hijos no preguntan sobre el tema. Es conveniente, desde

sus vivencias, enseñar el respeto por el sexo opuesto y el acompañamiento de los hijos durante el noviazgo. Reconocieron que una buena relación de pareja en los padres los protege de conductas sexuales riesgosas. Los padres deben prepararse para responder sus preguntas, sin referirlos a terceras personas. La actitud debe ser de

escucha y atención a sus necesidades. La era tecnológica que vivimos exige a los padres ser “tecnológicos, a la par de sus hijos”. Deben estar atentos al uso de la pornografía entre los jóvenes y fomentar la comunicación en el hogar.


Dirigieron las propuestas al currículo escolar y a la actuación del docente. En la familia y la escuela, los temas

de sexualidad se deben abordar con naturalidad. En el currículo escolar se debe tener una hora para dedicarla a educación sexual, siendo necesario dictar más talleres. Reconocieron

que hace falta la materia de Puericultura que facilitaba el abordaje de estos temas.

Expresaron que en la escuela hay que ser cuidadosos al tratar ciertos temas, por ejemplo la masturbación, siendo aceptable como parte del currículo. Las propuestas dirigidas hacia

su actuación profesional, reconocieron que necesitan reforzar la orientación sexual a nivel escolar y cuando los temas de sexualidad son planteados fuera del aula requieren el apoyo de los servicios de orientación.


Dirigieron sus propuestas a las necesidades de los adolescentes y a la familia. Es necesario, desde sus

perspectivas investigar la realidad de cada contexto, para sustentar sus estrategias en evidencias que permitan llegar a las causas del problema. El médico debe ir a las escuelas, para vivenciar la realidad e involucrar al adolescente en la selección

de temas de interés. Reconocieron que el médico tiene el conocimiento, por ello tiene la responsabilidad de dar

información. Afirmaron que la orientación sexual en la consulta médica requiere dedicación por parte del médico y

actitud para confrontar a sus pacientes e incentivar en ellos el interés por prevenir. Una propuesta dirigida la familia consiste en identificar en las consultas quién

cuida a los niños y dar orientación a este respecto. Es necesario, desde sus experiencias dar orientación anticipada a las madres de niños pequeños para

fortalecer la educación sexual en el hogar.


Fuente: FI. Morón 2016


Los padres destinaron sus propuestas a la familia, destacando que, la educación debe estar sustentada en la disciplina, desestimando el uso de la violencia y la actitud de “espía” en la crianza de los hijos. Considera- ron que hablar claramente y atender las necesidades de los hijos son las mejores estrategias, con una actitud an- ticipada ante temas de sexualidad, alentando el respeto por la pareja y el acompañamiento de los jóvenes duran- te el noviazgo. Los padres deben, desde sus perspectivas prepararse para responder sus preguntas manteniéndose actualizados en los avances tecnológicos.

Los docentes, por su parte orientaron sus pro- puestas al currículo educativo y a la actuación del do- cente. Destacaron que se requiere incluir con formalidad la educación sexual y la necesidad de más talleres de educación sexual. En cuanto a su actuación profesio- nal, reconocieron la necesidad de reforzar sus conoci- mientos sobre el tema y de ser cuidadosos al enfocar el tema en la escuela por lo que requieren el apoyo de los servicios de orientación cuando los temas son tratados fuera del aula.

Los médicos de atención primaria se enfocaron en el conocimiento de las necesidades de los adolescen- tes para dirigir las estrategias educativas, haciéndoles partícipes en la selección de temas y fomentando en ellos el aporte de ideas. Destacaron, la necesidad de que el médico investigue con el rigor científico requerido, la situación de cada contexto en dónde ejerce su acción. Consideraron que el médico tiene responsabilidad en la educación sexual ya que tiene el conocimiento para ello. Asimismo, requieren conocer y mejorar las estrategias de confrontación e incentivos para estimular en los pa- cientes el interés por prevenir, para lo cual es necesario e importante invertir tiempo en sus consultas. Las estra- tegias orientadas a las madres de niños pequeños para anticipar los cambios y las situaciones riesgosas fortale- cerían la educación sexual en el hogar.

Es importante destacar que las propuestas gene- radas surgieron como una categoría emergente en la in- vestigación, siendo los grupos focales conformados por adultos los que la abordaron. Surge entonces la necesi- dad de profundizar, en futuras investigaciones, las pro- puestas desde la perspectiva de los propios adolescentes.


Consideraciones Finales


Los adolescentes mostraron a través de sus expe- riencias, una noción limitada con respecto al tema, con una visión de la sexualidad carente de integralidad que les impide ver y experimentar la sexualidad como una dimensión humana. La educación estereotipada recibi- da a través de su proceso de socialización en el hogar, la escuela y la comunidad limita las vivencias bajo una relación de igualdad de género, que expone a los adoles- centes a incrementar el riesgo de comportamientos no saludables con respecto a la sexualidad. Sin embargo, se apreció en los investigados la actitud positiva hacia la formulación de proyectos de vida e interés por adqui- rir conocimientos que podrían modificar sus sistemas de creencias, acabando con mitos que dificultan las prácti- cas sexuales saludables.

Los adultos participantes en el estudio, mostraron a través de sus experiencias, la falta de integralidad en la esencia de la sexualidad. A pesar de los avances de la sociedad, persiste la educación sexual estereotipada, con claras diferencias en la crianza de los hijos e hijas. Los padres reconocieron sus debilidades en el manejo del tema en el hogar, pero fue evidente la disposición de ellos al cambio, a tener apertura hacia la conversación de estos tópicos, reconociendo la importancia de la edu- cación sexual en el hogar, evidenciado a través de una serie de propuestas que mejorarían desde sus vivencias, la educación y por ende la salud sexual al promover las prácticas sexuales sin riesgos.

La visión de la sexualidad desde una perspectiva fenomenológica, ha permitido destacar que la adoles- cencia es una etapa del ser humano llena de potencia- lidades, creatividad y entusiasmo, con gran capacidad para actuar como agentes de cambio social. Los ado- lescentes estudiados demostraron asertividad, capacidad de reflexión y conciencia ciudadana. Bajo la mirada de la realidad mostrada por familias, docentes y médicos de atención primaria indagados en esta investigación, la sociedad no está dando a los jóvenes la posibilidad de concebir la adolescencia como una herramienta para el desarrollo humano. (Misle y Pereira, 2012)

Es indudable la influencia que el sistema de creencias tiene sobre la estructuración de la sexualidad humana. La representación social del sexo y su interac- ción están reguladas por los aspectos socioculturales propios de cada región, de allí que el conocimiento de estas características particulares es esencial para el di- seño, planificación y ejecución de políticas públicas en este ámbito. La educación sexual desde temprana edad contribuye al modelaje de la sexualidad, la manera cómo la vivenciarán y sin duda logrará mejorar los indicadores de salud sexual y reproductiva (Woog y Kagesten, 2017)

La vinculación estratégica del ámbito sanitario, con los servicios educativos, de recreación, cultura ju- venil y familia se hace necesaria a efecto de dar integra- lidad al enfoque de la sexualidad adolescente, para verla no como un “problema de salud pública”, sino como un asunto de derechos humanos, condición indispensable para el desarrollo integral los adolescentes.

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Conflicto de Interés


Las autoras declaran que la investigación fue con- ducida en la ausencia de cualquier relación comercial o financiera que pudiera ser considerada un potencial conflicto de interés


Vol 17, Nº 1

Edición por el Fondo Editorial Serbiluz.

Publicada en marzo de 2017.

Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


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