Ciencias de la Educación

MULTICIENCIAS, Vol.16, Nº 2, 2016 (202-210)

ISSN: 1317-2255 (IMPRESO) / Dep. Legal pp 20002FA828 ISSN: 2477-9636 (DIGITAL) Dep. Legal ppi 201502ZU4642


Hacia la formación de públicos culturales desde una estrategia pedagógica


Félix Sánchez Rodríguez, Mirtha Numa Rodríguez y Aníbal Sánchez Numa

Centro de trabajo: Centro Provincial de Investigaciones Culturales “Enrique Sosa”. Ciego de Ávila. Cuba

mirtha@unica.cu


Resumen


La formación de públicos por parte de las instituciones culturales constituye una necesi- dad, por cuanto los estudios realizados revelan la insuficiente participación de los ciudadanos en los espacios creados por estas instituciones para el disfrute del producto cultural. El presente trabajo tuvo como objetivo proponer una estrategia pedagógica para la formación públicos cul- turales, lo cual constituye su principal aportación. Para su desarrollo se partió de un diagnóstico inicial y de un análisis de los antecedentes teóricos relacionados con la problemática. Se realizó una implementación parcial de la estrategia, y a través del criterio de especialistas y la realiza- ción de talleres de socialización se llegó a la conclusión de que es viable su introducción en la práctica y que contribuye a la formación de los públicos culturales.


Palabras clave: formación de públicos culturales; proceso formativo; estrategia pedagógica


Recibido: 22-03-2015/ Aceptado: 16-06-2016


Towards Cultural Publics Formation from a Pedagogical Perspective


Abstract


The formation of public by cultural institutions is a necessity, because studies reveal in- sufficient involvement of citizens in the spaces created by these institutions for the enjoyment of the cultural product. This paper aimed to propose a pedagogical strategy for cultural public, which is its main contribution. For its development, an initial was performed and an analysis of the theoretical background related to the problem was performed. A partial implementation of the strategy and through the criterion of specialist workshops and socialization is concluded that it is feasible its introduction in practice and contributing to the training of cultural public was made.


Keywords: formation of cultural publics; educational process; pedagogical strategy.


Introducción


Los profundos cambios que se producen en las sociedades contemporáneas dan lugar al surgimiento de nuevas exigencias en las diferentes profesiones y en la formación de los especialistas en desarrollo cultural; así como en el funcionamiento de las instituciones de la cultura.

Las instituciones culturales pertenecen al con- junto de las denominadas instituciones sociales. Actúan como enlaces entre la política cultural y la ciudadanía, llevando así a la práctica la primera. Son consideradas no solo difusoras de cultura sino agentes educativos, y deben contribuir a crear en la población del entorno en el que inciden individuos capacitados para efectuar la percepción y apreciación artística, motivados, activos y críticos, en correspondencia con la necesaria formación cultural de los ciudadanos y las demandas de la política cultural.

La revisión de los resultados científicos publica- dos al respecto por algunos autores, entre ellos, a nivel nacional: Alzugaray y Linares (2008), Calvo (2002), y a nivel internacional: González (1994), Guedes (2001), Wortman (2008), Rivero (2008), García (1999), Pou (2009), así como el diagnóstico realizado mediante en- cuesta aplicada a directivos y especialistas del trabajo cultural en la provincia Ciego de Ávila, Cuba, permiten afirmar que aún no se ha avanzado suficientemente en ese sentido. Por esta razón se hace necesario trabajar en función de elaborar estrategias para el trabajo cul- tural, que tomen en cuenta los principios pedagógicos, de modo que las Instituciones Culturales Comunitarias

doten de una dimensión pedagógica, la labor de promo- ción y animación, a fin de provocar una transformación educativa en los ciudadanos del entorno.


Metodología


En el desarrollo del trabajo se parte de un diag- nóstico acerca de la situación en que se encuentra en la provincia de Ciego de Ávila la participación artísti- co-perceptiva de los miembros de la comunidad, en los espacios creados por las instituciones culturales comu- nitarias, para el disfrute de las diferentes manifesta- ciones artísticas. En el balance efectuado por la Unión Nacional de Escritores y Artistas Cubanos (UNEAC) Informe del VII Congreso de la UNEAC (2014) y otras instituciones, recientemente, así como en los estudios desarrollados por instituciones culturales del territorio avileño, se revelan las siguientes insuficiencias en los resultados de la proyección educativa eficiente de las instituciones culturales comunitarias:


  1. Limitaciones en la práctica cultural institucional de la población comunitaria como creador, intérprete y consumidor cultural.

  2. Dificultades de la comunidad para vincularse a prác- ticas y ofertas culturales en aquellas manifesta- ciones que requieren de una específica educación artística previa.

  3. Insuficiente respuesta comunitaria a las acciones de divulgación, animación y promoción que realizan las instituciones culturales en torno a las prácticas correspondientes de las que son escenarios.


  4. Reducida incorporación al modo de vida comunitario de la práctica cultural institucional


Lo anterior permite identificar como problema: Limitada participación de la comunidad en los espacios creados por las instituciones culturales comunitarias para la percepción y disfrute de sus ofertas y como ob- jetivo del trabajo la elaboración de una estrategia peda- gógica para la formación de públicos culturales a través de la labor de las instituciones culturales comunitarias.

Partiendo del problema identificado y el objetivo trazado, se realizan algunas consideraciones teóricas y metodológicas, que conllevan a la elaboración de una concepción pedagógica para la formación de los pú- blicos culturales, la cual sustenta teóricamente la ela- boración de una estrategia pedagógica. Se realiza una valoración de la pertinencia de la estrategia elaborada mediante el criterio de especialistas. También se desa- rrollan cursos sobre la temática y talleres de socializa- ción de los resultados en los que participaron directi- vos y promotores de las Instituciones comunitarias de la provincia de Ciego de Ávila en Cuba, lo que permite enriquecer la propuesta.


Resultados y discusión.


Algunas consideraciones acerca de la labor for- mativa de las instituciones culturales comunitarias. ¿Por qué resulta imprescindible la labor formativa de las ins- tituciones culturales comunitarias?

La educación, en su sentido amplio, trasciende la institución escolar. A escala de toda la sociedad el pro- ceso educativo no se limita a la escuela sino que es re- sultado de la labor coherente de esta y las demás fuerzas educativas Báxter et al (2002) Se entienden por fuerzas educativas todos los factores que intervienen en este proceso, entre las que se encuentran las instituciones culturales Portillo y Contreras (2013).

El reconocimiento de los escenarios formativos y educativos no escolares está presente en pedagogos como Fuentes (2002) e Ibarra (2005). La sociedad también educa a sus hombres, a través de factores no formalizados, como son: los medios de comunicación masiva; los centros culturales; museos y salas de arte, bibliotecas, los centros de entretenimiento; los grupos y asociaciones. El concepto de educación se ha amplia- do y no se reduce solamente al aprendizaje de conoci- mientos a fin de insertarse laboralmente, lo que supone el acento en la preparación para la vida. Tal como lo refiere Fuentes (2008)

Las organizaciones y las instituciones sociales, presentes en la comunidad, como casa de cultura, mu- seos, galerías de arte, casa de la música entre otras ins- tituciones, desempeñan un papel importante y propician

influencias educativas hacia todos los que en ella con- viven. Fernández (2008). Las instituciones culturales comunitarias pertenecen al conjunto de las instituciones sociales, son consideradas como agentes educativos. Estas deben contribuir a despertar en la población del entorno comunitario el interés por las distintas mani- festaciones artísticas, como creadores e intérpretes afi- cionados, o como públicos reales o competentes, con disposiciones y habilidades para la percepción y disfrute de estas manifestaciones.

De este modo influyen en los individuos de la comunidad para despertar en ellos la vocación artísti- ca, a través de la realización de acciones dirigidas a capacitarlos para la práctica cultural, el desarrollo de la percepción y la apreciación artística, convertirlos finalmente en seres culturalmente motivados, activos, críticos, en correspondencia con la necesaria formación estética de los ciudadanos, así como las demandas de la política cultural.

Esta tarea exige de las instituciones culturales co- munitarias no solo ofrecer una oferta estable de calidad, sino de una intencionalidad educativa en su actuación, orientada al acercamiento de la ciudadanía a la oferta ar- tística, favorecer el cultivo de sus inquietudes estéticas, dotarla a su vez de las herramientas adecuadas para el disfrute estético, y la conversión de la práctica artística en una necesidad cotidiana, parte de su modo de vida, así como forma de actuación como participante de la vida cultural comunitaria.

Constituye tal propósito un desafío para las ins- tituciones culturales comunitarias, las que deben con- vertirse así en escenarios artísticos-educativos, y desa- rrollar un proceso formativo extraescolar, no formal, continuo, pero intencional, organizado en coherencia con sus restantes procesos, y resultante del aporte peda- gógico y didáctico del conjunto de acciones dinamiza- doras de la vida comunitaria.

¿En qué sentido debe orientarse la labor formati- va de las instituciones culturales comunitarias?

La labor formativa de las instituciones cultura- les debe estar orientada hacia la formación constante de un público competente, capaz de actuar en pro de su autoformación estética, cuyos niveles de participa- ción en los eventos artísticos lleguen a corresponderse con la red de instituciones de este tipo existentes en el país, la gran fuerza de profesores de educación ar- tística, instructores de arte, promotores, y otros es- pecialistas, que han enriquecido el escenario cultural educativo cubano Báxter (2010).

Tal propósito educativo implica estructurar el tra- bajo de estas instituciones de un modo sistémico, eficien- temente dirigido hacia el encargo social de preparar a los miembros de la comunidad para el disfrute del producto cultural ofertado por ellas, a partir del desarrollo de una


programación que integre los procesos de proyección, coordinación, dirección y evaluación, dinamizada a tra- vés de las dimensiones del quehacer cultural (animación, creación, preservación, divulgación) Guedes (2001).

En el estudio de los referentes teóricos existentes acerca del proceso formativo de las instituciones cultu- rales comunitarias, se revela la existencia de insuficien- tes propuestas teóricas y metodológicas que aborden el proceso de formación de públicos como un objeto de naturaleza pedagógica, conducente a una labor cultural de dimensiones formativas sustentada en el proceso di- fusivo-perceptivo cultural institucional.

En Cuba, el Ministerio de Cultura, Prieto (2001) ha estrechado sus vínculos con las instituciones edu- cativas en aras de la educación estética y artística de la población, y ha convocado a enfocar la incidencia cultural comunitaria de sus instituciones también des- de una perspectiva educativa de los procesos del tra- bajo cultural, como lo son la animación, la promoción y la programación.

Sin embargo, aunque hoy existen avances sig- nificativos en este sentido, aún las acciones realizadas no han provocado un cambio sustancial, en lo relativo a elevar la participación de los públicos en las ofertas de las instituciones culturales, por cuanto esta labor no se concibe desde un enfoque educativo, sino desde la animación y promoción cultural.

Por esta razón la concepción de la programación de las instituciones culturales, no toma en cuenta las cualidades y características propias de la labor educa- tiva que conlleva, una actividad dirigida a promover el interés por participar en sus ofertas artísticas. Es decir, al abordar el trabajo de estas instituciones en función de la educación artística comunitaria, no se le atribuye de manera consciente e intencional un carácter educati- vo a la programación.

De manera general en la programación de las instituciones culturales no se conciben acciones que de modo gradual y sistemático vayan dirigidas a provocar una transformación de los individuos de la comunidad a fin de dotarlos de conocimientos, habilidades y valores para la percepción y el disfrute estético de las ofertas que promueven estas instituciones.

La programación cultural se reconoce como el principal proceso que transcurre en estas entidades, el que por su sistematicidad, variedad y calidad debe apor- tar las experiencias y vivencias imprescindibles para que el encuentro arte-público deje una huella duradera y transformadora, que sea expresión de una labor forma- tiva de públicos culturales en los consumidores de sus ofertas Linares (1998).

Al no asumirse el carácter educativo de la pro- gramación cultural, se concibe la formación artística desprovista de un proceso, sistemático y consciente,

con una orientación, un objetivo en correspondencia con el encargo social de la formación de los públicos. Es decir no se trabaja en función de desarrollar en los ciudadanos, niveles cada vez más altos de competencia, a través del desarrollo de acciones que de modo dosi- ficado vayan consolidando la formación de un público que disfrute y perciba el producto cultural.

Hay una marcada ausencia de teorización sobre la institución cultural como agente también de la la- bor educativa para desarrollar el proceso formativo de la población para su conversión en “público cultural”, y los objetivos fundamentales se dirigen al perfec- cionamiento de la promoción y la animación cultural y no a lograr un enfoque educativo del proceso de la formación de públicos.

Tampoco se resalta el carácter de proceso de la formación de públicos culturales, por lo que no se re- velan componentes esenciales de este como su diseño, planificación, ejecución y evaluación. De este modo las acciones dirigidas al público se limitan a estudios y diagnósticos, dejando a un lado las acciones transforma- doras que deben emprenderse a partir de los resultados obtenidos en esos estudios .Sánchez y Numa (2014).

¿Cuál debe ser la peculiaridad distintiva de la la- bor formativa de los públicos culturales?

La peculiaridad distintiva de este proceso se ma- nifiesta en la prevalencia de la integración de lo cultural y lo pedagógico en el desarrollo de la práctica cultural, dinamizada por la relación entre la promoción instruc- tiva movilizadora y la comunicación educativa desa- rrolladora de intencionalidades y habilidades artísticas perceptivas. Esta relación se sintetiza en la intervención institucional sociocultural comunitaria y en la sociali- zación perceptiva apreciativa en los escenarios de las instituciones culturales, lo que deviene en orientación epistémica de la concepción del proceso de labor forma- tiva de públicos culturales. Numa et al (2015)

La categoría público cultural ha sido objeto de atención tanto por la sociología de la cultura, la promo- ción, comunicación y animación cultural; y los estudios sobre este tipo de consumo. Varios autores, entre ellos González y de Cambra (2004), Jiménez y Arbeláez (2007) y Téllez (2010), han definido el concepto de pú- blico cultural. Se asume aquí la siguiente definición, por considerarse la más integra): “Se entiende por “público cultural” al conjunto de agentes sociales que poseen las disposiciones (inculcadas o adquiridas) que los hacen capaces de evaluar, apreciar y valorar los discursos y objetos de una oferta cultural específica en un momento histórico dado.” González (1994:123).

La formación de los públicos culturales, ha sido conceptualizada por diversos autores, entre los que se encuentran Guedez (2001), Pérez (2010) y Carriera (2010). De estas enunciaciones, sobresale por su conte- nido pedagógico la siguiente definición:


“… proceso a través del cual promotores, instituciones y artistas facilitan el que diversos grupos amplíen sus conocimientos y sus posibi- lidades de aprendizaje e interacción con el arte (…) es la creación de actitudes, sensibilidades, disposiciones, creencias y prácticas relativas a la posibilidad y capacidad de disfrute de las diversas expresiones artísticas, en las mentes, en los senti- dos y en los cuerpos de los espectadores habitua- les y potenciales”. Jiménez y King (2001: 123).


También se debe enfatizar en que:


” Es importante el interés del propio suje- to por su formación, su actitud autoformativa. Al respecto considero conveniente que el especta- dor que quiera valorar en su máxima intensidad el consumo artístico se sujete a su formación de consumidor para pasar de ser un aficionado del arte a un verdadero consumidor artístico; alcan- zando esto sólo con la alternativa permanente de estar consumiendo productos artísticos y abrirse como esponja al consumo estético en torno al que giran las manifestaciones artísticas”. Para Téllez (2010:7)


Sobre las características de este proceso se tiene en cuenta además que


“Los procesos de formación y desarrollo de públicos tienen un carácter continuo y deberán ser diseñados, ejecutados, controlados y evalua- dos desde una perspectiva diferenciadora, tenden- te a integrar desde la participación a cada uno de los interesados. Posibilitan a estos asumir el hecho artístico con conocimiento de causa, apreciarlo y disfrutarlo plenamente Gutiérrez (2010:124).


Ideas y principios que deben prevalecer, al con- cebir el proceso de formación de públicos en las instituciones culturales comunitarias


Las ideas y principios que se enuncian en el tra- bajo son aportadaspor los autores del trabajo. Numa y Sánchez (2015).


Ideas básicas a considerar


  1. El consumo cultural requiere que elque lo disfruta (público cultural) posea determinadas capacida- des, habilidades, conocimientos, hábitos, valores que de forma general no puede adquirir espontá- neamente sino que resulta necesario que les sean inculcados y desarrollados

  2. Durante el proceso formativo el público cultural tran- sita escalonadamente por distintas categorías, llegando a adquirir las cualidades que lo hacen pasar de potencial, incapaz de percibir y apreciar el arte, a profesional o competente.

  3. El proceso de formación de los públicos culturales consta de dos etapas, una no presencial que tiene como escenario el espacio comunitario, median- te la influencia hacia el exterior de la Institución Cultural Comunitaria, y otra presencial, decisiva, que ocurre en el espacio cultural institucional.


Principios:


—La influencia pedagógica de la práctica cultural

sistemática e institucional.


Conforme a este principio se integra lo artístico y lo pedagógico en la concepción de una programación artística dotada de una dimensión educativa. Esto signi- fica que han de planificarse y desarrollarse actividades de promoción con un carácter instructivo, portador de la información requerida para despertar en los ciudadanos el interés por participar en las ofertas de las instituciones culturales. Estas actividades deben desarrollarse en los espacios comunitarios con el propósito de provocar una movilización que convierta los ciudadanos en públicos, cuando de manera espontánea incorporen a sus hábi- tos, la participación en los espacios creados por estas instituciones. Esta programación debe incluir además de las actividades que tradicionalmente se desarrollan en estos espacios, otras de carácter instructivo dirigidas a desarrollar habilidades para la percepción y apreciación artística. El desarrollo de estas destrezas, conlleva a la formación de un público cultural competente.


—El carácter contextual de la formación artísti- co-cultural.


Conforme a este principio las instituciones cul- turales deben convertirse en agentes educativos que desde su singularidad contribuyan al proceso de forma- ción general de la sociedad. Se formula tomando como elemento esencial, que alrededor de estas instituciones, se gesta un movimiento de creadores y de público inte- resado en el arte, que está sustentado en el desarrollo de una programación cultural que desde la labor de estas entidades, integre todos los elementos del sistema de la cultura, en función de la política cultural del Estado, logrando así un mayor nivel de adecuación a las reali- dades, necesidades, características y potencialidades del desarrollo cultural del entorno.


Estrategia Pedagógica para la forma- ción de públicos, en las instituciones culturales comunitarias.


Objetivo general: Contribuir a la forma- ción de públicos culturales a través de la inser- ción de procedimientos pedagógicos en la labor de promoción, animación y programación de las Instituciones culturales comunitarias.

Etapa III Ejecución


Objetivos específicos:


  1. Asegurar la comunicación sistemática con los públi- cos potenciales y reales de la comunidad.

  2. Movilizar a los públicos comunitarios mediante las diferentes vías que ofrece la promoción cultural.

  3. Elevar la preparación de los públicos culturales para realizar la apreciación artística de las ofertas

    Etapa I: Diagnóstico.

    de la programación cultural.

  4. Desarrollar los conocimientos, capacidades


    y habili-

    Objetivo específico: Delimitar las características del entorno sociocultural comunitario enmarcado en la localidad donde se encuentra la Institución Cultural de que se trate.


    Acciones a desarrollar por los gestores cultura- les de la Institución.


  5. Estimular los diferentes tipos de públicos para su avan- ce hacia la formación como públicos competentes


Acciones a desarrollar por los artistas, escrito- res y gestores culturales de la Institución


Valoración de la pertinencia de la estrategia pedagógica, elaborada para el desarrollo del proceso de formación de públicos culturales

Para valorar la pertinencia de los resultados re- flejados en el trabajo se empleó el criterio de especia- listas para su valoración. Para esto se seleccionaron treinta (30) especialistas, de ellos quince (15) directivos de las diversas instituciones culturales de la provincia de Ciego de Ávila, diez (10) promotores culturales, y cinco (5) trabajadores con experiencia en el trabajo cul- tural. Se impartió un curso sobre la temática abordada,


a fin de renovar sus conocimientos al respecto. Poste- riormente se desarrollaron 10 talleres de socialización de los resultados con estos especialistas, en los que se valoró y se debatió acerca de los resultados presenta- dos, lo cual contribuyó a perfeccionar la estrategia propuesta. En encuesta realizada a los especialistas se constató que el 90% la consideran muy adecuada y el 10% bastante adecuada.

Para corroborar la validez de la estrategia ela- borada se implementó parcialmente en las Institu- ciones Culturales de la ciudad de Ciego de Ávila, durante seis meses.

Su impacto se midió a través de una guía de ob- servación que tuvo en cuenta los siguientes indicadores de los niveles de participación de los públicos:

  1. Asistencia a casas de cultura, casa comunal o de la trova.

  2. Asistencia a conciertos de música clásica.

  3. Asistencia a bibliotecas o librerías.

  4. Asistencia a galerías de arte o museos.

  5. Asistencia al teatro.

  6. Asistencia a cines o salas de video.

  7. Asistencia a presentaciones de libros, talleres o tertulias literarias


Los resultados que se observan en el gráfico 1 revelan que la introducción del aporte obtenido provo- có transformaciones positivas en cuanto a los niveles de participación medidos.


Gráfico 1. Niveles de participación. Fuente: Propia


Consideraciones finales


La labor formativa de públicos culturales es un proceso sistemático, planificado, orientado al desarrollo de disposiciones, en los miembros de la comunidad, que los lleven a incorporar a su modo de vida la participa- ción sistemática en los espacios creados por las insti- tuciones culturales comunitarias: así como habilidades artístico perceptivas para el disfrute de las diferentes manifestaciones del arte, a través de actividades de ca- rácter instructivo educativo insertadas en la programa- ción cultural de estas instituciones.

Según la valoración realizada acerca de los resulta- dos propuestos, se considera que la estrategia realizable y pertinente. Los resultados más relevantes de la aplica- ción de los resultados reflejados en el trabajo, en lo re- lativo a la Formación de los Públicos Culturales fueron:


La obtención de un incremento de la mo- tivación de la población para participar de la vida artística cultural comunitaria.

El desarrollo de un vínculo más estable, diná- mico y creador entre las Instituciones Culturales y su entorno social.

Incremento de los niveles de público tanto en el or- den cuantitativocomocualitativo, enespeciallaelevación de sus competencias como público cultural competente.


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Vol 16, Nº 2

Edición por el Fondo Editorial Serbiluz.

Publicada en junio de 2016.

Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


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