Ensayo
Kasmera 48(2):e48232302,
Julio-Diciembre, 2020
P-ISSN 0075-5222 E-ISSN
2477-9628
https://doi.org/10.5281/zenodo.3911379
Citas a ciegas
Blind citations
Ruiz Joaquim. https://orcid.org/0000-0002-4431-2036.
Universidad Científica del Sur. Laboratorio de Microbiología Molecular y
Genómica Bacteriana. Lima. Perú. Dirección Postal: Panamericana Sur, Km 19,
Lima. Perú. Teléfono: 0051(1) 610 6400. E-mail: joruiz.trabajo@gmail.com
Recibido: 30-05-2020 / Aceptado: 27-06-2020 / Publicado: 01-07-2020
Como Citar: Ruiz J. 1909. Citas a ciegas. Kasmera. 2020;48(2):e48232302. doi: 10.5281/zenodo.3911379
Las citas que se utilizan en los
artículos son una parte integral de los mismos, dando soporte a afirmaciones,
comparaciones y datos. No obstante, a menudo esos trabajos citados no son
leídos por aquellos que los citan, en el mejor de los casos la lectura se
limita a los resúmenes recogidos en bases de datos o simplemente se citan al
oído, transcribiendo lo que otros autores usan en sus introducciones o
discusiones, o aplicando razonamientos lógicos, que no tienen por qué ser
correctos. Esto, que es una evidente mala práctica científica, lleva a la
introducción y perpetuación de errores en la literatura científica.
Para
ilustrar este problema, voy a poner varios ejemplos, fáciles de constatar,
usando un clásico de la temática de resistencia a antibióticos; seguro que la
mayoría lo conocemos: La beta-lactamasa “TEM”.
¿Qué significa
"TEM"?
Por ejemplo, todos sabemos, o creemos saber, que
significan esas siglas; el nombre de la paciente que proporcionó la muestra de
la que se aisló por primera vez un microrganismo con una beta-lactamasa tipo
“TEM” (1). Para
citarlo, lo más usual sería que nos remitamos al artículo donde se describió la
TEM por primera vez, cosa que sucede en algunas publicaciones; pero lo
interesante es que en ningún momento Datta y Kontomichalou (2) en su artículo original de 1965, por mucho que se use
como fuente para referenciar el origen del nombre, dicen nada al respecto. Fue en 1984 cuando Medeiros (3) incluyó
esa información en una revisión (ver la Tabla II de la misma), sin poner cita
alguna sobre el origen de la información. Este autor ha sido incapaz de
encontrar ninguna información anterior sobre la razón que subyace tras el nombre
(¿Alguna comunicación a
congreso previa a 1965?). Pero la historia del
nombre no acaba aquí, si leemos a Medeiros (u otros) el nombre es Temoniera (3,4), pero
otros autores lo escriben como Temoneira (5,6). Es una cuestión menor, pero si yo me llamo de una
manera ese es mi nombre y no otro.
En
lo tocante al nombre, hasta aquí podemos estar hablando de un boca/oreja, de un
dato que Medeiros (3) consiguió
hablando con el investigador original, o tal vez accediendo a algún texto de
escasa difusión hoy posiblemente extraviado y luego las variaciones deberse a
un simple error de redacción por parte de autores subsiguientes que han llevado
a la presencia de variantes en torno al nombre de esa paciente. En lo tocante a
usar el artículo de Datta y Kontomichalou
(2) de 1965 como referencia,
hablamos de una referencia puesta sin leer, por simple “suposición” o “copia”
de lo que dicen otros, sin constatar la corrección de la información.
Vayamos hasta
el tipo de muestra de donde se aisló la cepa portadora de esa TEM. Aquí según
algunos autores la muestra original era de sangre y según otros de orina (4,7). Si bien las
diferencias en el nombre de la paciente pueden ser una permuta de letras sin
más relevancia posterior ¿Se pueden confundir las muestras biológicas al citar un
origen? La respuesta es que no, y aquí ya la cosa cambia, como
mínimo una de las dos versiones no se atiene a la realidad. Eso es que alguien
puso lo que no era una vez, sin verificar los datos, por “inferencia” lógica y
el resto, en vez de localizar la fuente original para reportar correctamente
los datos, perpetuó el error.
Evidentemente
para salir de dudas debemos ir a la fuente primigenia. Pero es muy curioso, si
vamos al artículo original de Datta y Kontomichalou (2), tampoco dicen nada
al respecto. ¿De dónde sale pues esa información?
La realidad es que Kontomichalou (8) reportó la fuente biológica en un
artículo posterior, publicado en 1967, que incluye la misma cepa de Escherichia coli, y no se trata de
sangre, ni tampoco de orina. El autor dice
que la cepa fue aislada de una muestra de heces tras un tratamiento con
ampicilina (8). Si queremos disipar dudas, podemos seguir leyendo la obra
de Kontomichalou y, como mínimo, en un artículo de
1974 vuelve a reportar la misma cepa de E.
coli como aislada de una muestra de heces tras un tratamiento con
ampicilina (9). Valdría
la pena preguntarse cómo, con el devenir de los años, se convirtió en sangre u
orina. Tristemente, este autor no ha leído en ningún trabajo, fuera de los del
autor original, que la fuente originaría fuesen heces.
¿Esta tan claro que la TEM que dio el nombre a esta familia de genes es
la TEM-1?
Para terminar,
vale la pena hablar sobre el nombre que recibe hoy esa betalactamasa. El
plásmido RTEM, el descrito por Datta y Kontomichalou (2), se rebautizó como R6K (10),
determinándose que el punto isoeléctrico de la beta-lactamasa que codifica era
de 5.4 (11). La secuencia
del gen se determinó en 1978, viéndose que contenía una Lys en posición 37 (12). En
paralelo, Sutcliffe (13) secuenció la
beta-lactamasa del vector pBR322. la cual provenía de la beta-lactamasa
presente en el plásmido R7268 (posteriormente rebautizado como R1)
procedente de una cepa de Salmonella
enterica serovar Paratyphi B aislada en 1963 en Londres (2). Al analizar
esa secuencia encontró que había una diferencia aminoacídica con respecto a la
secuencia de Ambler y Scott (12), presentando una Gln en posición
37.
Si comparamos
con las secuencias presentes en GenBank a día de hoy
comprobamos que la beta-lactamasa de RTEM (Lys37) descrita
por Ambler y Scott (12). coincide con la
actual TEM-2 y la de R7268 (Gln37) con la actual TEM-1.
Por tanto, parecería evidente que la enzima que dio el nombre a una familia de
betalactamasas era la que hoy conocemos como TEM-2.
No obstante, la
realidad va un poco más allá. El punto isoeléctrico (pI)
de la actual TEM-1 es de 5,4, mientras que el de TEM-2 es de 5,6 (11). Esos puntos
isoeléctricos son los determinados por Matthew and col. (11) para las dos
betalactamasas tipo TEM conocidas en ese momento: TEM-1 (pI
5,4) y TEM-2 (pI 5,6). No obstante, describen el mismo pI para la beta-lactamasa de
RTEM y la de R7268: 5,4, siendo por tanto para ellos la
misma beta-lactamasa (TEM-1) (11). El escenario más probable es la sugerencia, ya propuesta
por Sutcliffe (13) de una equivocación en algún momento de la historia de la
cepa RTEM (R6K) utilizada en el primer estudio de secuenciación.
Ello también se ampara en las diferencias en los patrones de resistencia
conferidos por el plásmido R6K original y el plásmido R6K desde el que se
procedió a secuenciar; Sutcliffe (13) reporta que se
le comunicó que el plásmido RTEM secuenciado por Ambler y Scott (12) confería
también resistencia a tetraciclina, pero no a estreptomicina, a diferencia de
lo reportado originalmente (2). De hecho, actualmente la secuencia del plásmido R6K
presente en GenBank (LT827129) muestra la presencia
de una TEM-1.
Conclusiones
Así, como
muestra la cuestión del nombre de la paciente, a veces hay datos que ponemos,
que en efecto son cosas que nos creemos sin más; nos parecen tan evidentes que
no comprobamos la fuente y ponemos la que debería ser por lógica mental, y eso
no tiene por qué ser así; como indica el tipo de muestra del que se aisló la
primera TEM, no basta con copiar supuestas evidencias, por mucho que parezcan
razonables, se ha de indagar en el texto original, o en su defecto en los más
próximos a él; y como muestra el caso del nombre del alelo, a veces lo
aparentemente evidente no es tan simple como parece (y puede llevar a
confusiones de buena fe).
Corolario
Todo este
texto, está documentado con una serie de citas, pero, si alguien decide usar
este texto como fuente de información ¿Revisará antes
que lo que pone es correcto y no fruto de mí imaginación?
Conflicto de Relaciones y Actividades
El autor
declara que no tiene conflicto de relaciones y actividades
Financiamiento
Financiación del
Fondo Nacional de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación
Tecnológica (FONDECYT-Perú) en el marco del “Proyecto de Mejoramiento y Ampliación
de los Servicios del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
Tecnológica". Número de contrato 08-2019-FONDECYT-BM-INC-INV.
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©2020. Los Autores. Kasmera. Publicación del
Departamento de Enfermedades Infecciosas y Tropicales de la Facultad de
Medicina. Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. Este es un artículo de
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