Invest Clin 62(Suppl. 2): 43 - 57, 2021 https://doi.org/10.22209/IC.v62s2a04
Autor de Correspondencia: José Manuel Barboza-Vílchez. Hospital Universitario de Los Andes, Departamento de
Epidemiología, Mérida, Venezuela. Correo electrónico: jbarboza94@yahoo.com
COVID-19 en los trabajadores de salud del
Instituto Autónomo Hospital Universitario
de Los Andes en Mérida, Venezuela
José Manuel Barboza-Vílchez
1
, Jormany Quintero-Rojas
2,3
, Angélica Sivira-Penott
2
,
Lenín Constantino Valeri-Ramírez
4
, Eneida Rosa Rejes-Medina
1
,
y Ciro Antonio Angulo-Lacruz
5
1
Departamento de Epidemiología Instituto Autónomo Hospital Universitario
de Los Andes, Mérida, Venezuela.
2
Facultad de Odontología, Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.
3
Departamento de Sistemas de Control, Escuela Ingeniería de Sistemas, Facultad
de Ingeniería, Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.
4
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad de Los Andes, Mérida.
Venezuela.
5
Departamento de Medicina Interna, Escuela de Medicina, Facultad de Medicina,
Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.
Palabras clave: COVID-19; SARS-CoV-2; trabajadores de salud; seroprevalencia.
Resumen. En diciembre de 2019 comenzó en China la enfermedad por co-
ronavirus COVID-19. Desde entonces se han reportado millones de infecciones
y decesos por esta causa a nivel mundial, particularmente entre los trabajado-
res de salud quienes han sufrido el duro embate de la pandemia en el contexto
de sistemas sanitarios colapsados por la demanda. En este sentido el objetivo de
este trabajo fue determinar la prevalencia, características sociodemográficas,
epidemiológicas y clínicas de la COVID-19 presentes en el personal del Institu-
to Autónomo Hospital Universitario de Los Andes en Mérida-Venezuela. Se reali-
zó un estudio observacional, retrospectivo, unicéntrico y documental, donde se
analizaron 297 fichas clínico-epidemiológicas correspondientes a 285 emplea-
dos, en un periodo comprendido entre el 16 de marzo y el 30 de noviembre de
2020. Los registros se separaron en dos grupos, trabajadores de primera línea
y trabajadores de apoyo. La positividad general de las RT-PCR realizadas fue del
31,6%. La frecuencia de los resultados confirmatorios positivos fue mayor entre
los trabajadores de apoyo con un 33,9%. El personal de enfermería fue el que
presentó mayor positividad (39,5%). Se halló una seroprevalencia del 34,3% en
las pruebas inmunológicas. La prevalencia de la infección por SARS-CoV-2 entre
44 Barboza-Vílchez y col.
Investigación Clínica 62(Suppl. 2): 2021
COVID-19 among health care workers at the “Instituto
Autónomo Hospital Universitario de Los Andes”
in Merida, Venezuela.
Invest Clin 2021; 62 (Suppl. 2): 43-57
Key words: COVID-19; SARS-CoV-2; health workers; seroprevalence.
Abstract. In December 2019, the coronavirus disease COVID-19 began
in China. Since then, millions of infections and deaths from this cause have
been reported worldwide, particularly among health workers who have suffered
the harsh onslaught of the pandemic in the context of healthcare systems col-
lapsed by demand. In this sense, the objective of this work was to determine the
prevalence, sociodemographic, epidemiological, and clinical characteristics of
COVID-19 present in health workers of the “Instituto Autónomo Hospital Uni-
versitario de Los Andes” in Mérida-Venezuela. An observational, retrospective,
single-center, documentary study was carried out, where 297 clinical-epidemio-
logical records corresponding to 285 health workers were analyzed, in a period
between March 16 and November 30, 2020. The records were separated into
two groups, front-line workers and support workers. The overall positivity of the
RT-PCRs performed was 31.6%. The frequency of positive confirmatory results
was highest among support workers at 33.9%. Nursing staff had the highest
positivity (39.5%). A seroprevalence of 34.3% was found in immunological tests.
The prevalence of SARS-CoV-2 infection among health care workers was higher
among support workers compared to front-line workers. Therefore, general and
work-specific prevention strategies should be strengthened to limit the spread
of SARS-CoV-2 among staff to ensure that they perform safely and effectively.
Recibido: 23-01-2021 Aceptado: 16-07-2021
INTRODUCCIÓN
La enfermedad por coronavirus (CO-
VID-19), es una zoonosis emergente de rápida
propagación, dada la alta transmisibilidad de
su agente causal el SARS-CoV-2 (1). Este virus
se transmite por contacto directo o indirecto,
de persona a persona, a través de gotículas
respiratorias, aerosoles o fómites y cursa con
manifestaciones clínicas leves que no ameri-
tan hospitalización en la mayoría de los casos
(2) o evolucionando hacia las formas mode-
radas y severas como la neumonía e incluso
complicaciones como el Síndrome Respirato-
el personal se presentó con mayor frecuencia en quienes laboran en activida-
des de apoyo, en comparación con aquellos de primera línea. Por tanto, deben
fortalecerse las estrategias de prevención generales y laborales específicas, y
así limitar la diseminación del SARS-CoV-2 entre el personal, para que este se
desempeñe de manera segura y efectiva.
COVID-19 en los trabajadores de salud del IAHULA Mérida, Venezuela 45
Vol. 62(Suppl. 2): 43 - 57, 2021
rio Agudo Severo (SRAS), falla respiratoria y
sepsis en la minoría de los casos (3). Esta úl-
tima forma es la más frecuente, puede acom-
pañarse o no de anormalidades circulatorias
y/o metabólicas y ocurre en virtualmente en
el 100% de quienes fallecen (4). La severidad
de la morbilidad y mortalidad observadas en
la COVID-19, es causada por hiperactivación
y alteraciones del sistema inmunológico fren-
te a la infección (4,5), y en conjunto con las
células endoteliales, epiteliales y fibroblastos
(6,7), liberan grandes cantidades de citocinas
pro-inflamatorias y probablemente autoan-
ticuerpos, que son responsables tanto de la
coagulopatía y falla multiorgánica como de
los cambios fisiopatológicos encontrados en
los pulmones durante el SRAS (4,8), entre los
que destacan el daño alveolar mediado por los
neutrófilos, el edema intersticial, el desequili-
brio de la ventilación/perfusión y la falla res-
piratoria (9).
Según las estimaciones la infectivi-
dad comienza 2 a 3 días antes del inicio de
síntomas y declina en una semana, aunque
puede extenderse hasta 20 días (10); más
recientemente se ha descrito que alrededor
del 13% de los pacientes (11), experimen-
tan síntomas heterogéneos que permanecen
durante más de dos meses (12), fenómeno
que se conoce como síndrome post CO-
VID-19 o “COVID-19 a largo plazo”. Este es
más frecuente en el género femenino (13)
y en pacientes inmunocomprometidos, en-
tre los cuales se ha detectado la presencia
de ARN genómico y subgenómico hasta 105
días después del diagnóstico inicial (10), lo
que podría denotar un estado de activación
inmunológica persistente (13), de bajo per-
fil, así como la expulsión de partículas vira-
les por más tiempo de lo esperado (10). Por
ello, esta enfermedad representa un reto
para los sistemas de salud, puesto que sus
trabajadores son altamente vulnerables, de-
bido a su contacto frecuente y cercano con
los afectados (3), por lo que están en riesgo
de infectarse y secundariamente transmitir
la enfermedad a sus familiares y compañe-
ros de trabajo (14).
En Venezuela, la crítica situación del
sistema de salud (15) se ha exacerbado con
la llegada de la COVID-19, debido a la crisis
económica que atraviesa el país. Al déficit
de personal, la escasez de equipos de pro-
tección personal (EPP), de medicamentos y
equipos de ventilación mecánica, se añaden
la poca adherencia de la población a las me-
didas de distanciamiento físico y la disponi-
bilidad limitada de las pruebas diagnósticas
(16) lo que probablemente haya determina-
do un sub-registro de casos.
En este contexto, desde mediados de
enero 2020 el Instituto Autónomo Hospi-
tal Universitario de Los Andes (IAHULA),
dio inicio a una campaña educativa sobre
el SARS-CoV-2 y la COVID-19 entre sus
trabajadores, y dos meses después, fue de-
signado por las autoridades de salud del
país, como hospital centinela para el tra-
tamiento de los pacientes con sintomato-
logía moderada y severa. En tal sentido,
se implementaron medidas sanitarias des-
tinadas a evitar la transmisión de la enfer-
medad entre sus trabajadores, destacando
entre ellas el lavado frecuente de manos,
el uso adecuado del EPP, así como el dis-
tanciamiento físico y el aislamiento pre-
ventivo de los afectados, suspendiéndose
las actividades de consulta externa, inter-
venciones electivas (17) y las actividades
de pregrado en la Institución.
Por ello, se hace necesario el conoci-
miento de la situación real para reorientar
las actividades y suplir adecuadamente las ne-
cesidades de los trabajadores de salud (TS)
durante la pandemia, se determinó la preva-
lencia y características sociodemográficas,
epidemiológicas y clínicas de la COVID-19
presentes en el personal del IAHULA, con la
finalidad de implementar políticas hospitala-
rias de prevención, vigilancia y abordaje ade-
cuado para mitigar el impacto de la pandemia
en los trabajadores de la salud.
46 Barboza-Vílchez y col.
Investigación Clínica 62(Suppl. 2): 2021
MATERIAL Y MÉTODOS
Se trata de un estudio observacional, re-
trospectivo, unicéntrico y documental para el
cual se analizaron las fichas contentivas de la
data sociodemográfica, epidemiológica, clíni-
ca y paraclínica de los TS (médicos, personal
de enfermería, personal administrativo-técni-
co y obrero), con sospecha de COVID-19 en
el IAHULA. Estos TS fueron sometidos a la
realización de pruebas moleculares entre los
días 5 y 10 luego del inicio de los síntomas y
las pruebas serológicas luego del día 7.
El período de estudio estuvo compren-
dido entre el 16 de marzo y el 30 de noviem-
bre de 2020, donde se analizaron un total de
297 fichas clínico-epidemiológicas.
La determinación de la presencia de an-
ticuerpos IgM e IgG fue realizada por inmu-
nocromatografía de flujo lateral, en el suero
de los trabajadores, usando las pruebas de
diagnóstico rápido (PDR) cualitativas dispo-
nibles (Wondfo® SARS-CoV-2 Antibody Test,
China - INNOVITA® 2019-nCoV Ab Test. IN-
NOVITA Biological Technology Co., China -
COVID-19 IgG/IgM Antibody Test Kit. Anhui
Deep Blue Medical Technology Co Ltd., Chi-
na - 2019-nCoV IgG/IgM Detection Kit. Nan-
jing Vazyme Medical Technology Co., Ltd.,
China – Core tests® 2019-nCoV IgG/IgM Ab
Test. Core Technology Co., Ltd., China), de
acuerdo a las instrucciones de los fabrican-
tes, y los resultados fueron registrados en las
fichas clínico-epidemiológicas, categorizán-
dose como reactivo para IgM, IgG, o ambos,
negativos y no concluyente.
Los resultados de la prueba molecular
(RT-PCR) fueron emitidos por el laboratorio
nacional de referencia (INH “Rafael Rangel”,
Caracas-Venezuela), mediante la demostra-
ción de la presencia del ARN viral en los hiso-
pados naso-faríngeos, a través de la Reacción
en Cadena de la Polimerasa con Transcripta-
sa Reversa (RT-PCR), de las muestras envia-
das. Los reportes fueron registrados en las
fichas analizadas y clasificados como positi-
vo, negativo y no concluyente. En aquellos
con resultados de RT-PCR positivos recu-
rrentes, se determinó la concentración de
los anticuerpos empleando inmunoensayos
cuantitativos de quimioluminiscencia en el
laboratorio de Investigaciones en COVID,
Fundacite Mérida. Se aseguró el anonimato
de los participantes de acuerdo a las normas
del comité de Ética Institucional.
Los registros fueron agrupados de acuer-
do a la frecuencia y cercanía de menos de 1,8
metros o 6 pies, en la ejecución de las activi-
dades de los TS, para la atención de pacientes
sospechosos o confirmados con COVID-19,
en sus diversas áreas laborales y fueron cla-
sificados como trabajadores de primera línea
(TPL) y trabajadores de apoyo (TA). Los da-
tos obtenidos fueron analizados mediante es-
tadística descriptiva usando el software IBM
SPSS Statistics 26 y representados en tablas
de frecuencia y gráficos. Adicionalmente las
variables se analizaron mediante la prueba de
chi-cuadrado de Pearson y los resultados se
consideraron significativos con una p < 0,05.
RESULTADOS
Características demográficas,
epidemiológicas y clínicas
Durante el período estudiado, se anali-
zó una muestra no probabilística de 297 fi-
chas clínico-epidemiológicas correspondien-
tes a 285 TS a quienes se les realizó RT-PCR
confirmatoria y de control. Aquellos casos
sin reporte de RT-PCR (no emitido por el
laboratorio de referencia) se consideraron
como caso probable (serología positiva) y
sospechoso (antecedentes clínicos y epide-
miológicos). La edad promedio de la mues-
tra estudiada fue de 38 ± 10 años (min 18
/ máx. 72), el género más afectado fue el
femenino con un 63,9% y el municipio de re-
sidencia de mayor frecuencia fue Libertador
con un 79,3% de la muestra. El 79,3% de los
TS fueron considerados TPL (personal mé-
dico, enfermería, laboratorio y odontología)
y el restante como TA (personal obrero, ad-
ministrativo, técnico, nutrición y farmacia,
entre otros) como se detalla en la Tabla I.
COVID-19 en los trabajadores de salud del IAHULA Mérida, Venezuela 47
Vol. 62(Suppl. 2): 43 - 57, 2021
El análisis de la muestra arrojó que el
31,6% de los casos analizados fue positivo
confirmado por RT-PCR, y se excluyeron los
casos negativos para subsiguientes análisis.
Se consideraron 117 casos para este estu-
dio (confirmado, probable y sospechoso) los
cuales se clasificaron en asintomáticos, le-
ves (con sintomatología sin hospitalización),
moderados (casos que ameritaron hospita-
lización) y severos (casos en los que se re-
quirió soporte vital) se halló que la mayoría
de estos casos analizados (91,5%), cursaron
TABLA I
DISTRIBUCIÓN DE CASOS DE COVID- 19 SEGÚN VARIABLES DEMOGRÁFICAS
Datos
Epidemiológicos
Positivos
N (%)
Probables
N (%)
Sospechosos
N (%)
Negativos
N (%)
Total
N (%)
P
Casos 90 (31,6) 8 (2,8) 19 (6,7) 168 (58,9) 285 (100,0)
Género 0,874
Femenino 58 (31,9) 4 (2,2) 12 (6,6) 108 (59,3) 182 (63,9)
Masculino 32(31,1) 4 (3,9) 7 (6,8) 60 (58,3) 103 (36,1)
Edad 0,027
<30 21 (28,8) - 5 (6,8) 47 (64,4) 73 (25,7)
30-39 33 (31,4) 6 (5,7) 3 (2,9) 63 (60,0) 105 (37,0)
40-49 26 (42,6) - 4 (6,6) 31 (50,8) 61 (21,5)
50-59 6 (17,1) 1 (2,9) 5 (14,3) 23 (65,7) 35 (12,3)
≥60 4 (40,0) 1 (10,0) 2 (20,0) 3 (30,0) 10 (3,5)
Sin Registro - - - 1 1
Procedencia 0,924
Libertador 72 (31,9) 6 (2,7) 14 (6,2) 134 (59,3) 226 (79,3)
Campo Elías 16(30,8) 2 (3,8) 4 (7,7) 30 (57,7) 52 (18,2)
Sucre 2 (50,0) - 1 (25,0) 1 (25,0) 4 (1,4)
Otros - - - 3 (100,0) 3 (1,1)
Trabajadores de
Primera Línea (TPL)
70 (31,0) 8 (3,5) 18 (8,0) 130 (57,5) 226 (79,3) 0,221
Médicos 34 (26,0) 5 (3,8) 9 (6,9) 83 (63,4) 131 (46,0)
Enfermeros 34 (39,5) 3 (3,5) 9 (10,5) 40 (46,5) 86 (30,2)
Laboratorio 1 (12,5) - - 7(87,5) 8 (2,8)
Odontólogos 1 (100,0) - - - 1 (0,4)
Trabajadores de Apoyo
(TA)
20 (33,9) - 1 (1,7) 38 (64,4) 59 (20,7) 0,007
Obrero 3 (16,7) - - 15 (83,3) 18 (6,3)
Administrativo 4 (28,6) - - 10 (71,4) 14 (4,9)
Técnico 7 (50,0) - - 7 (50,0) 14 (4,9)
Estadística de Salud 3 (75,0) - - 1 (25,0) 4 (1,4)
Nutrición 1 (33,3) - 1 (33,3) 1 (33,3) 3 (1,1)
Farmacia 1 (50,0) - - 1 (50,0) 2 (0,7)
Otros 1 (25,0) - - 3 (75,0) 4 (1,4)
48 Barboza-Vílchez y col.
Investigación Clínica 62(Suppl. 2): 2021
con un cuadro sintomático leve de la enfer-
medad, presentándose con mayor frecuencia
en los TPL (Tabla II). Al análisis estadístico
se halló un valor de p=0,6 para las variables
estadío de la enfermedad y caso diagnosti-
cado.
La mayoría de los TS (37,6%), buscó
atención médica en los primeros 5 días del
inicio de los síntomas, seguida muy de cerca
por el grupo que consultó entre los días 6 y 10
(35,3%), la menor proporción fue la de los TS
que solicitaron atención médica luego de los
10 días (16,24%). Los signos y síntomas más
frecuentemente reportados fueron los respi-
ratorios (74,4%), seguidos por la fiebre y las
manifestaciones neurológicas con un 67,5%
cada una. Entre las manifestaciones respira-
torias destacó la tos, con un 35% mientras
que, entre los síntomas neurológicos, predo-
minó la cefalea con un 62,4% (Fig. 1).
El antecedente de contacto con pacien-
tes confirmados COVID-19, estuvo presente
en 32 de los 285 TS, sin embargo, solo fue
positivo en el 7,7% (9/117) de los casos en
TPL. Sólo se encontraron comorbilidades
en el 18,8% de los casos, las más frecuentes
registradas fueron las respiratorias (11,1%),
tabaquismo (5,1%), las enfermedades car-
diovasculares (4,3%) y la diabetes mellitus
(1,7%). Sólo se registró una muerte entre los
afectados (0,9%), correspondiente al caso
severo de la enfermedad, y fue a consecuen-
cia de complicaciones propias de COVID-19
tales como el shock séptico/hemorrágico y
la insuficiencia renal aguda.
Pruebas moleculares
La frecuencia de los resultados confir-
matorios positivos fue mayor entre los TA
con un 33,9% contra un 31,0% de los TPL,
habiendo una diferencia significativa en el
número de individuos entre ambos grupos.
Por su parte, a pesar de que el personal mé-
dico fue quien solicitó evaluación clínica y
de laboratorio con mayor frecuencia, sus
resultados solo fueron positivos en un 26%,
mientras que el personal de enfermería fue
quien presentó mayor positividad en sus
pruebas como se detalla en la Tabla I.
Pruebas serológicas
En relación a los resultados de las PDR
se encontró que solo 102 pruebas presenta-
ron resultados positivos, sin embargo, con-
TABLA II
DISTIBUCIÓN DE CASOS SEGÚN LA SEVERIDAD DE LA COVID-19.
Estadio de la Enfermedad Positivo
N (%)
Probable
N (%)
Sospechoso
N (%)
Total
N (%)
Asintomático 5 (4,3) - -
5 (4,3)
TPL 4 (3,4) - -
4 (3,4)
TA 1 (0,9) - -
1 (0,9)
Leve 81 (69,2) 7 (6,0) 19 (16,2)
107 (91,5)
TPL 62 (53,0) 7 (6,0) 18 (15,4)
87 (74,4)
TA 19 (16,2) - 1 (0,9)
20 (17,1)
Moderado 3 (2,6) 1 (0,9) -
4 (3,4)
TPL 3 (2,6) 1 (0,9) -
4 (3,4)
TA - - -
-
Severo 1 (0,9) - -
1 (0,9)
TPL 1 (0,9) - -
1 (0,9)
TA - - -
-
Total 90 (76,9) 8 (6,9) 19 (16,2)
117 (100)
COVID-19 en los trabajadores de salud del IAHULA Mérida, Venezuela 49
Vol. 62(Suppl. 2): 43 - 57, 2021
trastando con los resultados moleculares,
sólo el 13,8% del total correspondió a una
seroprevalencia positiva en la muestra es-
tudiada (Tabla III). Es importante resaltar
que en el 21,2% de las pruebas realizadas, su
resultado no fue registrado. Se encontró un
10,4% de falsos negativos y un 17,8% de fal-
sos positivos para estas pruebas serológicas
tomando como referencias los resultados
confirmatorios de la RT-PCR (positivos y ne-
gativos). Es importante señalar que durante
el análisis de los datos se evidenciaron 2 TS
con RT-PCR positiva prologada.
Predictores de severidad
Se consideraron algunas variables de ru-
tina disponibles en los registros para el cál-
culo del índice de neutrófilos/linfocitos (INL)
e índice plaquetas/linfocitos (IPL) como
predictores de severidad y mortalidad en la
muestra estudiada. En la Tabla IV se mues-
tran los resultados referentes a estos índices.
Fig. 1. Distribución de signos y síntomas.
50 Barboza-Vílchez y col.
Investigación Clínica 62(Suppl. 2): 2021
DISCUSIÓN
La COVID-19 ha representado un reto
sin precedentes para los sistemas de salud,
los cuales debieron ser reorganizados para
anticipar la aparición de casos, así como los
recursos necesarios para su tratamiento, al
mismo tiempo que se establecían estrategias
para preservar los EPP que permitieran limi-
tar la diseminación del virus entre sus tra-
bajadores (18). Por ello, esta pandemia ha
sido más demoledora en países con sistemas
de salud en condiciones precarias como el
de Venezuela (15,16), donde el colapso eco-
nómico ha determinado que sus centros de
atención se encuentren funcionando bajo un
cierre técnico virtual. Esta situación ha sido
consecuencia de la emigración de personal
especializado, la disminución del número de
camas hospitalarias y de los inventarios de
medicamentos, así como a la insuficiencia
de equipos y consumibles esenciales para la
atención de la población (19), lo cual auna-
do al deterioro de la infraestructura y las fa-
llas en el servicio eléctrico y de distribución
del agua potable (20), hace que la respuesta
a la epidemia se vea severamente afectada, al
no contar con los requerimientos mínimos
necesarios para su contención.
Los estudios de la pandemia han confir-
mado una prevalencia de la COVID-19 entre
el 5 y el 26% de los TS de los países desa-
rrollados como USA, Reino Unido, Holanda,
Alemania, España e Italia (3,21-26), sin em-
bargo, en países orientales como Singapur
esta cifra se eleva hasta un 41% (27). La
situación en los países latinoamericanos no
es diferente, ya que en Perú se ha reportado
hasta un 58,3% de sus TS afectados (28), Mé-
xico reportó un 22,1% (29) y Brasil un 16,1%
(30) mientras que en Argentina esta cifra es
menor (7,6%) (31).
Entre los TS de IAHULA, se encontró
una prevalencia del 31,6%, lo que se encuen-
tra muy por encima incluso, de países veci-
nos del continente, con excepción de Perú.
De estos, la mayoría (33,9%) correspondió
a TA que no laboran en áreas con pacientes
confirmados COVID-19, lo que concuerda
con lo reportado por otros autores (32-34),
TABLA III
SEROPREVALENCIA PARA LAS DIFERENTES PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO RÁPIDO.
Resultado Positivo
N (%)
Probable
N (%)
Sospechoso
N (%)
Negativo
N (%)
Total
N (%)
Reactivas 41 (13,8) 8 (2,7) - 53 (17,8) 102 (34,3)
IgM+ 10 (3,4) 3 (1,0) - 22 (7,4) 35 (11,8)
IgG+ 8 (2,7) 1 (0,3) - 2 (0,7) 11 (3,7)
IgM+ e IgG+ 23 (7,7) 4 (1,3) - 29 (9,8) 56 (18,9)
Negativa 31 (10,4) - 12 (4,0) 89 (30,0) 132 (44,4)
Sin Resultado 27 (9,1) - 7 (2,4) 29 (9,8) 63 (21,2)
Total 99 (33,3) 8 (2,7) 19 (6,4) 171 (57,6) 297 (100,0)
TABLA IV
PREDICTORES DE SEVERIDAD Y MORTALIDAD.
Estadio N
INL IPL
Media DE Media DE
Moderado 4 4,50 2,71 292,03 119,57
Severo 1 63,87 - 1750,70 -
COVID-19 en los trabajadores de salud del IAHULA Mérida, Venezuela 51
Vol. 62(Suppl. 2): 43 - 57, 2021
quienes sugieren que estos TS pudieron expo-
nerse a pacientes atípicos o colegas en otras
áreas durante entrega de guardias y el tiem-
po de descanso o alimentación además del
Síndrome de Agotamiento Físico o Síndro-
me del Burnout. Aunque también pudieron
haber sido infectados en el ámbito comuni-
tario por familiares o contactos en áreas de
transmisión activa, donde se tiene el mismo
riesgo de infección que la población general.
Adicionalmente, al no trabajar directamente
con pacientes confirmados, estos TA pudie-
ron tener una menor percepción de riesgo y
por ende no cumplir rigurosamente con las
medidas de protección siendo más vulnera-
bles a la infección por el SARS–CoV-2 (35).
La edad de los TS afectados en el IA-
HULA concuerda con lo señalado por otros
autores, quienes han descrito mayor fre-
cuencia en edades comprendidas entre los
30 y 54 años (29) y aunque se pueden en-
contrar en la literatura reportes que seña-
lan un mayor riesgo entre el personal mé-
dico (36) y el género masculino que labora
en áreas COVID-19 (24), la mayoría de los
estudios demuestran que las infecciones en
los TS son más frecuentes en el personal de
enfermería de áreas hospitalarias diferentes
a las emergencias (25). En cambio, en nues-
tra institución se observó que el personal de
enfermería de las áreas COVID-19 fue el más
afectado, probablemente debido al mayor
tiempo que estos TS dedican al cuidado di-
recto del paciente en cama, a la administra-
ción de medicamentos y a su participación
activa de primera línea durante los procedi-
mientos de emergencia en los casos de com-
plicaciones (25). Esta situación se agudiza
durante las pandemias ya que las jornadas
laborales se extienden por largas horas, bajo
la presión del miedo al riesgo del abordaje
directo del paciente con los recursos inade-
cuados, a lo que se deben sumar los niveles
de estrés que generan los temores de trans-
mitir la infección a los familiares (37), así
como los rumores, la información incorrecta
y hasta la estigmatización que sufren los TS
en sus propias comunidades (38).
Las pruebas serológicas son una alter-
nativa para el diagnóstico del SARS-CoV-2 en
los individuos asintomáticos o con infección
subclínica con pruebas moleculares negati-
vas, pero con antecedentes epidemiológicos
de importancia. A pesar de sus bajas cargas
virales, los pacientes mantienen la capaci-
dad de realizar la seroconversión (36), la
cual generalmente se produce luego de 11 a
14 días después de la aparición de los prime-
ros síntomas (3).
Los estudios señalan bajas seropreva-
lencias que oscilan entre el 1,5 y el 4,04% de
los TS de hospitales en USA, Alemania y Di-
namarca (3,24), con un máximo de 17,14%
en China (36). Sin embargo, en esta insti-
tución, se observó una alta seroprevalencia
que se ubica en el 34,3%, lo cual es similar
al porcentaje obtenido por RT-PCR. Adicio-
nalmente hay que recordar que la mayoría
(72,9%) de nuestros sujetos de estudio, so-
licitó atención médica antes de los 11 días
del inicio de los síntomas, por lo que proba-
blemente para el momento de la toma de la
muestra, no existían suficientes anticuerpos
para ser detectados por la PDR, destacando
además que hubo un 21,2% de TS a quienes
no se les realizó la serología respectiva, por
lo que la seroprevalencia en IAHULA podría
ser aún más alta.
Al igual que otros autores (3), también
se encontraron resultados negativos de RT-
PCR en individuos con serología positiva,
lo que denota una limitante del hisopado
nasofaríngeo como método diagnóstico. Se
debe recordar que no todos los pacientes
con clínica compatible con COVID-19 tie-
nen resultados positivos, bien sea por erro-
res en la toma y manejo de la muestra, las
condiciones del laboratorio y/o la calidad de
los reactivos, lo cual puede derivar en resul-
tados falsos negativos (39). Es por ello que
impera la evaluación de todos los recursos
complementarios a las pruebas moleculares,
que se encuentren a disposición, para lograr
un diagnóstico más acertado para evitar la
transmisión intrahospitalaria y maximizar la
fuerza laboral disponible.
52 Barboza-Vílchez y col.
Investigación Clínica 62(Suppl. 2): 2021
Así mismo, se encontraron resultados
falsos negativos para IgM e IgG entre los tra-
bajadores positivos por RT-PCR, lo cual po-
dría deberse a bajos títulos de anticuerpos,
las características propias de la respuesta in-
munológica humoral de cada individuo (39)
o la preponderancia de la respuesta celular
en los casos de COVID-19 (40,41).
Entre las manifestaciones clínicas más
frecuentemente reportadas por los TS del
IAHULA, se encontraron las respiratorias,
fiebre y neurológicas, lo que es similar a lo
reportado previamente (25,42). La anosmia
y ageusia fueron incluidas como síntomas de
sospecha tardía, por lo que las estimaciones
relacionadas con estos síntomas deben ser
interpretadas con cuidado. En esta institu-
ción el 92,2% de los casos no ameritó hos-
pitalización, solo una pequeña proporción
(3,5%) requirió ingreso para su manejo clí-
nico, con una única muerte reportada para
una letalidad del 0,9%, lo cual es similar a
lo descrito a nivel mundial, donde el 5% de
los TS desarrolló complicaciones severas con
una letalidad entre 0,5 y 1,48% (25,37), ci-
fras que se repitieron en países latinoameri-
canos como México donde además, el 92% de
los TS no requirió hospitalización (29). Esta
menor mortalidad de los TS comparada con
la de la población general, podría reflejar un
mejor estado de salud y cuidado entre estos,
así como diferencias etarias y demográficas
(25). Hay que puntualizar además que en
el IAHULA sólo el 4,3% de sus trabajadores
infectados, no presentó ningún síntoma, lo
que difiere de lo descrito en la literatura
(3,25), donde se estima que las infecciones
asintomáticas pueden llegar a representar
del 40 al 50% de los casos. Es importante
destacar que estos portadores asintomáticos
contribuyen de manera importante a la dise-
minación del virus, de allí la importancia de
detectarlos tempranamente (25).
Es importante señalar, que el perfil
clínico de la COVID-19 indica la existencia
de factores extrínsecos e intrínsecos que
inciden en su evolución. Entre los factores
extrínsecos, destacan el antecedente de ex-
posición previa o contactos, el tiempo de
preparación y el acceso a los EPP (24). En
la cohorte estudiada se encontró que apenas
el 7,7% de los TS afectados, refirió contacto
directo con pacientes COVID-19, mientras
que el resto aludió exposición por las labores
propias de su cargo, muchas veces con EPP
inadecuados o reciclados. Hay que puntuali-
zar que, debido a la escasez global, a causa
del incremento en la demanda y a la disrup-
ción en las cadenas de distribución por la
pandemia, fue necesario implementar estra-
tegias de reutilización de EPP mediante pro-
tocolos de desinfección con poco consenso
científico (43), lo cual hace que los mismos
pierdan su eficacia e incrementen el riesgo
de exposición en los TS al SARS-CoV-2.
En todo caso, la alta prevalencia de ca-
sos entre los TS de esta institución, podría
reflejar la escasez de EPP, la cual ha alcan-
zado un 57,37% a nivel mundial (25). Otros
factores atribuibles incluyen deficiencias
tanto en la infraestructura como en la or-
ganización (44) y entrenamiento específico
de los TS como es el caso del Reino Unido,
Italia y Brasil, donde entre el 50% y el 68%
del personal médico, no recibió un entrena-
miento específico apropiado para enfrentar
la pandemia (14,45).
Es importante señalar que se considera
que el INL es un marcador con mayor sensi-
bilidad que el dímero-D y que la proteína C
reactiva (46), aunque menor que la ferritina.
El INL ≥ 3 se asocia a un alto riesgo de evo-
lución desfavorable, mientras que al ser
6 predice un mayor riesgo de muerte (47).
El promedio del INL de los TS del IAHULA
con COVID-19 moderado fue de 4,5 mien-
tras que el índice del fallecido fue de 63,9, es
decir un 1320% mayor, por lo que su riesgo
de muerte era definitivamente muy alto. En
cuanto al IPL, los estudios en COVID-19 han
demostrado que mientras más alto es este
índice durante el pico de plaquetas, mayor
podría ser la trombocitopenia subsiguiente,
incrementando así el tiempo de hospitaliza-
ción y de severidad de la enfermedad (48).
Estos estudios muestran un valor de corte
COVID-19 en los trabajadores de salud del IAHULA Mérida, Venezuela 53
Vol. 62(Suppl. 2): 43 - 57, 2021
para IPL de 126,7, por lo que recomiendan
aumentar la vigilancia del paciente por en-
cima de esa cifra. En el IAHULA el TS falle-
cido exhibió un IPL de 1750 mientras que
el promedio entre los pacientes moderados
recuperados, fue de 292 lo que representa
una diferencia del 499%.
La prevalencia de la infección por
SARS-CoV-2 entre los TS del IAHULA estuvo
por encima de lo registrado en la literatura,
con una mayor afectación entre los TA. Por
tanto, deben fortalecerse las estrategias de
prevención generales y laborales específicas
para limitar la diseminación del SARS-CoV-2
entre los TS, para que estos se desempeñen
de manera segura y efectiva. Se recomien-
dan medidas generales que incluyen la vacu-
nación, la promoción del uso correcto de los
EPP, la educación sobre la importancia del
distanciamiento físico e higiene de manos,
así como la limpieza y desinfección rigurosa
de las áreas. De igual manera, se debe facili-
tar el acceso a las pruebas diagnósticas para
la identificación temprana, aislamiento, cua-
rentena y búsqueda de contactos de los afec-
tados, así como brindar apoyo psicosocial,
para fortalecer la resiliencia y fomentar la
autoprotección de la salud de todos los que
laboran en la Institución. Hay que enfatizar
la importancia del uso de las mascarillas, in-
cluyendo las no quirúrgicas descartables, ya
que al igual que las N95 (o sus equivalentes
FFP2 y KN95), pueden reducir (aunque en
menor proporción) el potencial de infección
intrahospitalaria del SARS-CoV-2.
Entre las estrategias laborales específi-
cas, destacan la optimización de la vigilan-
cia epidemiológica general del SARS-CoV-2
(33,49), establecer el triaje en áreas exter-
nas del hospital (38), separar los equipos que
se ocupan de los pacientes con COVID-19,
de los que se encargan del resto de pacien-
tes, para minimizar el riesgo de infección
cruzada, limitar el número de acompañan-
tes al momento de internar al paciente en la
institución, estratificar las labores de acuer-
do al riesgo de exposición, para determinar
el EPP apropiado por actividad, proveer las
pruebas necesarias para la clasificación y de-
rivación oportuna de los pacientes, registrar
la temperatura de los TS dos veces al día,
para identificar precozmente a los afectados
y limitar en lo posible, las labores extra-ins-
titucionales (27). Igualmente se debe exten-
der la respuesta ante la pandemia, a toda la
red sanitaria (50), de acuerdo a sus capaci-
dades, promover el uso de las tecnologías
disponibles para las sesiones didácticas y re-
uniones departamentales, así como escalo-
nar los horarios de alimentación para evitar
las concentración de trabajadores; gestionar
de manera estricta los recursos con crite-
rios de pandemia, es decir, manteniendo una
existencia suficiente, que pueda ser gestio-
nada progresivamente (27), para satisfacer
las crecientes necesidades a medida que au-
menta el número de casos.
Finalmente, se debe tener en cuenta
que la necesidad de redistribución del TS de
otras especialidades hacia áreas de primera
línea, el reclutamiento de personal con me-
nor experiencia (estudiantes calificados),
así como una adherencia subóptima a las
medidas de prevención ante la escalada de
casos, pudiera incrementar el riesgo de in-
fección, por lo que la divulgación de estos
resultados ayudará a entender ,aún más, la
infección por SARS-CoV-2 y la COVID-19 en-
tre los TS y contribuirá a la formulación e
implementación de medidas de prevención
y control más efectivas, encaminadas a darle
prioridad al bienestar clínico y psicológico
de sus trabajadores, así como a mitigar los
efectos de esta pandemia en el ámbito intra-
hospitalario.
Limitaciones
Este estudio presentó varias limitan-
tes, entre las que se señalan el tamaño de la
muestra analizada y la variedad de estuches
empleados para la detección cualitativa de
anticuerpos, a lo que se suma, que los ensa-
yos para su determinación cuantitativa, solo
estuvieron disponibles al final del estudio,
por lo que algunos trabajadores con proba-
ble COVID-19 a largo plazo no fueron in-
54 Barboza-Vílchez y col.
Investigación Clínica 62(Suppl. 2): 2021
cluidos y, por último, entre los pacientes in-
cluidos, no se realizó el monitoreo dinámico
apropiado de la concentración de anticuer-
pos. Además, hay que mencionar que nume-
rosas variables no estaban reportadas o se
encontraban reportadas inapropiadamente
en las fichas, por lo que al contar con pocos
datos, se dificulta el establecimiento de con-
clusiones generales, por lo que es necesario
realizar estudios más amplios, que permitan
establecer medidas apropiadas para prevenir
la transmisión del SARS-CoV-2 entre los TS.
REFERENCIAS
1. Ferreira Anderson O, Polonini Hudson
C, Dijkers Eli CF. Postulated adjuvant
therapeutics strategies for COVID-19. J
Pers Med 2020; 10: 80. DOI: https://doi.
org/10.33090/jpm10030080.
2. Shao L, Shen L, Wang H, Xu X, Lu X, Zhu
Y, He P, Xu Y, Shan X, Wu J. Serological
chemiluminescence immunoassay for the
diagnosis of SARS-CoV-2 infection .Clin Lab
Anal 2020; 34: e23466. DOI: https://doi.
org/10.1002/jcla.23466.
3. Korth J, Wilde B, Dolff S, Anastasiou
OE, Krawczyk A, Jahn M, Cordes S, Ross
B, Esser S, Lindemann M, Kribben A,
Dittmer U, Witzk O, Ank H. SARS-CoV-
2-specific antibody detection in healthcare
workers in Germany with direct contact to
COVID-19 patients. J Clin Virol 2020; 128:
104437. DOI: https://doi.org/10.1016/j.
jcv.2020.104437.
4. Nowill AE, de Campos-Lima PO. Immune
response resetting as a novel strategy to
overcome SARS-CoV-2–induced cytokine
storm. J Immunol 2020; 205. DOI: https://
doi.org/10.4049/jimmunol.2000892.
5. Kalfaoglu B, Almeida-Santos J, Tye CA,
Satou Y and Ono M. T-Cell hyperactivation
and paralysis in severe COVID-19 infection
revealed by single-cell analysis. Front Im-
munol 2020; 11: 589380. DOI: https://doi.
org/10.3389/fimmu.2020.589380.
6. Flament H, Rouland M, Beaudoin L, Toubal
A, Bertrand L, Lebourgeois S, Rousseau
C, Soulard P, Zouriatou Gouda Z, Cagni-
nacci L, Monteiro AC, Hurtado-Nedelec
M, Luce S, Bailly K, Andrieu M, Saintpie-
rre B, Letourneur F, Jouan Y, Si-Tahar M,
Baranek T, Paget C, Christian Boitard C,
Vallet-Pichard A, Gautier JF, Ajzenberg N,
Terrier B, Frédéric Pène F, Ghosn J, Les-
cure X, Yazdanpanah Y, Visseaux B, Des-
camps D, Timsit JF, Monteiro RC, Lehuen
A. Outcome of SARS-CoV-2 infection is
linked to MAIT cell activation and cytotoxi-
city. Nat Immunol 2021; DOI: https://doi.
org/10.1038/s41590-021-00870-z.
7. Hirano T, Murakami M. COVID-19: A new
virus, but a familiar receptor and cytokine
release syndrome. Immunity, 2020; 52 (5):
731-733. DOI: https://doi.org/10.1016/j.
immuni.2020.04.003.
8. Hampton T. Autoantibodies may drive CO-
VID-19 blood clots. JAMA 2021; 325 (5):
425. DOI: https://doi.org/10.100/jama.
2020.25699.
9. Arcanjo A, Logullo J, Barreto Menezes
CC, de Souza Carvalho GTC, Carneiro
dos Reis M, Menezes Migliani G, da Silva
Fontes Y, Todeschini AR, Freire-de-Lima
L, Decoté-Ricardo D, Ferreira-Pereira A,
Freire-de-Lima CG, Coutinho Barroso SP,
Takiya C, Conceição-Silva F, Savino W,
Morrot A. The emerging role of neutrophil
extracellular traps in severe acute respira-
tory syndrome coronavirus 2 (COVID-19).
Sci Rep 2020; 10, 19630.
10. Avanzato VA, Matson MJ, Seifert SN, Pryce
R, Williamson BN, Anzick SL, Barbian K,
Judson SD, Fischer ER, Martens C, Bow-
den TA, de Wit E, Riedo FX, Munster VJ.
Case Study: Prolonged infectious SARS-
CoV-2 shedding from an asymptomatic im-
munocompromised cancer patient. Cell,
2020 ;183(7):1901-1912.e9 DOI: https://
doi.org/10.1016/j.cell.2020.10.049.
11. Drucker DJ. Diabetes, obesity, metabo-
lism and SARS-CoV-2 infection: The end
of the beginning. Cell Metabolism 2021;
S1550-4131(21)00016-4. DOI: https://doi.
org/10.1016/j.cmet.2021.01.016.
12. Mannan BA. Deleterious outcomes in
Long-Hauler COVID-19: The effects of
SARS-CoV-2 on the CNS in chronic CO-
VID syndrome. ACS Chem Neurosci 2020;
11: 4017−4020. DOI: https://dx.doi.
org/10.1021/acschemneuro.0c00725.
13. Karlsson AC, Humbert M, Buggert M.
The known unknowns of T cell immu-
COVID-19 en los trabajadores de salud del IAHULA Mérida, Venezuela 55
Vol. 62(Suppl. 2): 43 - 57, 2021
nity to COVID-19. Sci Immunol 2020;
18;5(53):eabe8063. DOI: https://doi.org/
10.1126/sciimmunol.abe8063.
14. Cotrin P, Moura W, Martins Gambarde-
la TC, Castilho Pelloso F, dos Santos L,
Dalva de Barros Carvalho M, Pelloso SM,
Salvatore Freitas KM. Healthcare wor-
kers in Brazil during the COVID-19 pan-
demic: A cross sectional online survey.
Inquiry 2020; 57: 1–11. DOI: https://doi.
org/10.1177/0046958020963711.
15. The Lancet. The collapse of the Venezue-
lan health system. The Lancet 2018; 391:
1331. DOI: https://doi.org/10.1016/0140-
6736(16)00277-4.
16. Taylor L. Covid-19: Venezuela’s doctors re-
fuse to be gagged. BMJ 2020; 371: m3938.
DOI: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.m3938.
17. Instituto Autónomo Hospital Universita-
rio de Los Andes. [A partir del día lunes
16 de Marzo de 2020, se suspenden todas
las consultas externas de nuestro #iahula,
para la prevención y acción efectiva sobre
posibles casos del virus COVID-19, todo
ello en razón de haber sido seleccionados
como Centro de Salud Centinela.] 14 mzo
2020. [consultado 19 ene 2021]. Disponi-
ble en: https://twitter.com/iahulaoficial/
status/1238877009884991493
18. Sun H, Jain A, Leone MJ, Alabsi Haitham
S, Brenner LN, Ye E, Ge W, Yu-Ping S,
Boutros CL, Wang R, Tesh RA, Magdamo
C, Collens SI, Ganglberger W, Bassett
IV, Meigs JB, Kalpathy-Cramer J, Li MD,
Chu JT, Dougan ML, Stratton LW, Rosand
J, Fischl B, Das S, Mukerji SS, Robbins
GK, Westover MB. CoVA: An acuity score
for outpatient screening that predicts CO-
VID-19 prognosis. J Infect Dis 2021; 223
(1): 38-46. DOI: https://doi.org/10.1093/
infdis/jiaa663
19. Paniz-Mondolfi AE, Sordillo EM, Márquez-
Colmenarez MC, Delgado-Noguera LA,
Rodriguez-Morales AJ. The arrival of SARS-
CoV-2 in Venezuela. The Lancet 2020; 395:
e85-e86. DOI: https://doi.org/10.1016/
S0140-6736(20)31053-9
20. Litewka SG, Heitman E. Latin American
healthcare systems in times of pandemic.
Dev World Bioeth 2020; 20(2):69-73. DOI:
https://doi.org/10.1111/dewb.12262
21. CDC COVID-19 Response Team. Charac-
teristics of health care personnel with CO-
VID-19: United States, February 12–April 9,
2020. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 2020;
69: 477–481.
22. Canetti D, Dell’Acqua R, Riccardi N, Della
Torre L, Bigoloni A, Muccini C, Bruzze-
si E, Ranzenigo M, Chiurlo M, Racca S,
Galli C, Castagna A, Tambussi G, Lazza-
rin A. SARS-CoV-2 IgG/IgM rapid test as
a diagnostic tool in hospitalized patients
and healthcare workers, at a large teaching
hospital in northern Italy, during the 2020
COVID-19 pandemic. New Microbiol 2020;
43 (4): 161-165.
23. Lazzerini M, Putoto G. COVID-19 in Italy:
momentous decisions and many uncertain-
ties. Lancet Glob Health 2020; 8: e641–642
24. Iversen K, Bundgaard H, Hasselbalch RB,
Kristensen JH, Nielsen Pernille B, Pries-
Heje M, Knudsen AD, Christensen CE,
Fogh K, Norsk JB, Andersen O, Fischer
TK, Juul Jensen CA, Larsen M, Torp-Pe-
dersen C, Rungby J, Ditlev SB, Hageman
I, Møgelvang R, Hother CE, Gybel-Brask
M, Sørensen E, Harritshøj L, Folke F, Sten
C, Benfield T, Dam Nielsen S, Ullum H.
Risk of COVID-19 in health-care workers
in Denmark: an observational cohort stu-
dy. Lancet Infect Dis 2020; 20(12):1401-
1408. DOI: https://doi.org/10.1016/S1473-
3099(20)30589-2
25. Gómez-Ochoa SA, Franco OH, Rojas LZ,
Raguindin PF, Roa-Díaz ZM, Wyssmann
BM, Romero Guevara SL, Echeverría LE,
Glisic M, Muka T. COVID-19 in healthca-
re workers: A living systematic review and
meta-analysis of prevalence, risk factors,
clinical characteristics, and outcomes. Am
J Epidemiol 2020:
190(1):161-175. DOI:
https://doi.org/10.1093/aje/kwaa191
26. Suárez-García I, Martínez de Aramayona
MJ, Sáez VA, Lobo Abascal P. SARS-CoV-2
infection among healthcare workers in a
hospital in Madrid, Spain. J Hosp Infect
2020; 106: 357e363
27. Gan WH, Lim JW, Koh D. Preventing intra-
hospital infection and transmission of co-
ronavirus disease 2019 in health-care wor-
kers. Saf Health Work 2020; 11: 241-243.
DOI: 10.1016/j.shaw.2020.03.001.
56 Barboza-Vílchez y col.
Investigación Clínica 62(Suppl. 2): 2021
28. Chafloque-Vásquez RA, Pampa-Espinoza
L, Celis Salinas JC. Seroprevalencia de
COVID-19 en trabajadores de un hospital
de la Amazonía peruana. Acta Med Peru
2020; 37 (3): 390-392. DOI: https://doi.
org/10.35663/ amp.2020.373.1050.
29. Ñamendys-Silva SA. Healthcare workers
with COVID-19 in Mexico. Eur Respir
J 2020; 56: 2002885. DOI: https://doi.
org/10.1183/13993003.02885-2020.
30. Montani Caseiro M, Mazzurana M, Barrei-
ro B, Capelas Barbosa E, Pires Barbosa A.
Positivity of SARS-CoV-2, by RT-PCR among
workers of a Public Hospital in the city of
Santos, SP, Brazil. medRxiv preprint 2020.
DOI: https://doi.org/10.1101/2020.06.30.
20143529.
31. Rearte A, Baldani A Elvia M, Barbeira
PB, Dominguez CS, Laurora MA, Pesce
M, Rojas Mena MP, da Cruz Ferreira HH,
Hertlein C, Tarragona S, Vizzotti C. Carac-
terísticas epidemiológicas de los primeros
116974 casos de COVID-19 en Argentina,
2020. Rev Argent Salud Publica 2020; 12
Supl COVID-19: e5.
32. Sikkema RS, Pas SD, Nieuwenhuijse DF,
O’Toole Á, Verweij JJ, Van der LA, Ches-
takova I, Schapendonk C, Pronk M, Lex-
mond P, Bestebroer T, Overmars RJ, Van
Nieuwkoop S, Van den BW, Bentvelsen
RG, Van Rijen M, Buiting AGM, Van Ou-
dheusden AJG, Diederen BM, Bergmans
AM, Van der EA, Molenkamp R, Rambaut
A, Timen, Kluytmans J, Munnink BBO,
Kluytmans BM, Koopmans MP. COVID-19
in health-care workers in three hospitals
in the south of the Netherlands: a cross-
sectional study. Lancet Infect Dis 2020; 20:
1273–1280. DOI: https://doi.org/10.1016/
S1473-3099(20)30527-2
33. Bielicki JA, Duval X, Gobat N, Goossens
H, Koopmans M, Tacconelli E, Van der WS.
Monitoring approaches for health-care wor-
kers during the COVID-19 pandemic. Lan-
cet Infect Dis 2020; 20: e261–67
34. Belinghen M, Paladino ME, Riva MA. Be-
yond the assistance: additional exposure si-
tuations to COVID-19 for health workers. J
Hospital Infect 2020; 105: 353.
35. Moncunill G, Mayor A, Santano R, Jiménez
A, Vidal M, Tortajada M, Sanz S, Méndez
S, Llupià A, Aguilar R, Alonso S, Barrios
D, Carolis C, Cisteró P, Chóliz E, Cruz A,
Fochs S, Jairoce C, Hecht J, Lamoglia M,
Martínez MJ, Moreno J, Mitchell RA, Or-
tega N, Pey N, Puyol L, Ribes M, Rosell N,
Figueroa-Romero A, Sotomayor P, Torres
S, Williams S, Barroso S, Vilella A, Trilla
A, Varela P, Dobaño C, Garcia-Basteiro
AL. SARS-CoV-2 seroprevalence and antibo-
dy kinetics among health care workers in a
Spanish Hospital after 3 months of follow-
up. J Infect Dis 2021; 223: 62–71. DOI:
https://doi.org/10.1093/infdis/jiaa696.
36. Chen Y, Tong X, Wang J, Huang W, Yin S,
Huang R, Yang H, Chen Y, Huang A, Liu Y,
Chen Y, Yuan L, Yan X, Shen H, Wu C. High
SARS-CoV-2 antibody prevalence among
healthcare workers exposed to COVID-19
patients. J Infect 2020; 81: 420–426, DOI:
https://doi.org/10.1016/j.jinf.2020.05.067
37. Mani NS, Jehan BZ, Lan KF, Bryson-Cahn
C, Zelikoff A, Barker G, Grant CW, Hart
K, Barbee CJ, Sandoval MD, Dostal CL,
Corcorran M, Ungerleider HM, Gates JO,
Olin SV, Bryan A, Hoffman NG, Marquis
SR, Harvey ML, Nasenbeny K, Mertens K,
Chew LD, Greninger AL, Jerome KR, Pot-
tinger PS, Dellit TH, Liu C, Pergam SA,
Neme S, Lynch JB, Kim HN, Cohen SA.
Prevalence of coronavirus disease 2019 In-
fection and outcomes among symptomatic
healthcare workers in Seattle, Washington.
Clin Infect Dis 2020; 71 (10): 2702–2707.
DOI: https://doi.org/10.1093/cid/ciaa761
38. Schwartz J, King CC, Yen MY. Protecting
healthcare workers during the coronavirus
disease 2019 (COVID-19) outbreak: lessons
from Taiwan’s severe acute respiratory syn-
drome response. Clin Infect Dis 2020; 71
(15): 858-860
39. Hu F, Shang X, Chen M, Zhang C. Joint
detection of serum IgM/IgG antibody is an
important key to clinical diagnosis of SARS-
CoV-2 infection. Canadian J Infect Dis Med
Microbiol 2020; 1020843. DOI: https://doi.
org/10.1155/2020/1020843
40. Altmann DM, Boyton RJ. SARS-CoV-2 T
cell immunity: specificity, function, dura-
bility, and role in protection. Sci Immunol
2020;
5(49):eabd6160. DOI: https://doi.
org/10.1126/sciimmunol.abd6160
41. Breton G, Mendoza P, Thomas H, Oliveira
TY, Schaefer-Babajew D, Gaebler C, Tu-
COVID-19 en los trabajadores de salud del IAHULA Mérida, Venezuela 57
Vol. 62(Suppl. 2): 43 - 57, 2021
rroja M, Hurley A, Caskey M, Nussenzweig
MC. Persistent cellular immunity to SARS-
CoV-2 infection. J Exp Med 2021; 218 (4):
e20202515. DOI: https://doi.org/10.1084/
jem.20202515
42. Ran L, Chen X, Wang Y, Wu W, Zhang L,
Tan X. Risk factors of healthcare workers
with coronavirus disease 2019: a retrospec-
tive cohort study in a designated hospital of
Wuhan in China. Clin Infect Dis 2020; 71
(16): 2218-2221.
43. Nguyen LH, Drew DA, Graham MS, Joshi
AD, Guo C, Ma W, Mehta RS, Warner ET,
Sikavi DR, Lo CH, Kwon S, Song M, Muc-
ci LA, Stampfer MJ, Willett WC, Eliassen
AH, Hart JE, Chavarro JE, Rich-Edwards
JW, Davies R, Capdevila J, Lee KA, Lo-
chlainn MN, Varsavsky T, Sudre CH, Car-
doso M J, Wolf J, Spector TD, Ourselin S,
Steves CJ, Chan AT. On behalf of the Co-
ronavirus Pandemic Epidemiology Consor-
tium. Risk of COVID-19 among front-line
health-care workers and the general com-
munity: a prospective cohort study. Lancet
Public Health 2020; 5: e475–483.
44. Galán-Rodas E, Tarazona-Fernández A,
Palacios-Celi M. Riesgo y muerte de los
médicos a 100 días del estado de emergen-
cia por el COVID-19 en Perú. Acta Med Peru
2020; 37 (2): 119-121. DOI: https://doi.
org/10.35663/amp.2020.372.1033.
45. Huete-Pérez JA, Cabezas-Robelo C, Páiz-
Medina L, Hernández-Álvarez CA, Quant-
Durán C, McKerrow JH. First report on
prevalence of SARS-CoV-2 infection among
health-care workers in Nicaragua. PLoS
ONE 2021; 16(1): e0246084. DOI: https://
doi.org/10.1371/journal.pone.0246084.
46. Basbus L, Lapidus MI, Martingano I, Puga
MC, Pollán J. Índice neutrófilo-linfocito
como factor pronóstico de covid-19. Medi-
cina (B. Aires), 2020; 80.
47. Cai J, Li H, Zhang C, Zhang X, Zhang XJ,
Li H. The neutrophil-to-lymphocyte ratio
determines clinical efficacy of corticoste-
roid therapy in patients with COVID-19. Cell
Metab 2021. 33(2):258-269.e3.DOI: https://
doi.org/10.1016/j.cmet.2021.01.002.
48. Qu R, Ling Y, Zhang Y, Wei L, Chen X, Li
X, Liu X, Liu H, Guo Z, Ren H, Wang Q.
Platelet-to-lymphocyte ratio is associated
with prognosis in patients with coronavirus
disease-19. J Med Virol 2020; 92(9):1533-
1541. DOI: https://doi.org/10.1002/jmv
25767.
49. Grubaugh ND, Hodcroft EB, Fauver JR,
Phelan AL, Cevik M. Public health actions
to control new SARS-CoV-2 variants. Cell
2021;184(5):1127-1132. DOI: https://doi.
org/10.1016/j.cell.2021.01.044.
50. Chirico F, Nucera G, Magnavita N. CO-
VID-19: protecting healthcare workers
is a priority. Infect Control Hosp Epide-
miol 2020; 41(9):1117. DOI: https://doi.
org/10.1017/ice.2020.148.