MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01D3AAE6.5D5F6810" Este documento es una página web de un solo archivo, también conocido como archivo de almacenamiento web. Si está viendo este mensaje, su explorador o editor no admite archivos de almacenamiento web. Descargue un explorador que admita este tipo de archivos, como Windows® Internet Explorer®. ------=_NextPart_01D3AAE6.5D5F6810 Content-Location: file:///C:/D1623F04/5-SaezyRujano-Aproximacionaunmodeloparalaparticipacionsocialensalud.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="windows-1252"
Interacción y Perspectiva =
Dep. Legal ppi 201002Z43506
Revista de Trabajo Social =
ISSN 2244-808X
Vol. 8 No1
pp. 93-110 =
Copyri=
ght © 2018
Enero-Junio
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Raquel Sáez González y Raima Rujano Roque**
Resumen
En éste artículo se revelan los elementos
constitutivos de un modelo para la participación social en salud. Se diserta
sobre los valores, objetivos, estrategias y conocimientos que fundamentan la
dimensión estructural de la participación social en salud en Venezuela, así
como las opiniones, actitudes y conductas aceptadas y compartidas por el
personal de salud que denotan la dimensión situacional de este proceso. Des=
de
una perspectiva complementaria, se trabajó metodológicamente con un enfoque
cuantitativo-cualitativo, se utilizó la modalidad empírica-inductiva en su =
fase
descriptiva, complementado con un acercamiento etnobiográfico, mediante la
encuesta por relatos. Entre los resultados se destaca el predominio
interaccional de los valores, objetivos, estrategias y conocimientos como
elementos constitutivos de la participación social en salud. Se concluye
afirmando que el diseño de un modelo para la participación social en salud
contempla entre sus elementos básicos: principios y valores transversales c=
omo
respeto, amor, solidaridad, afectividad, compromiso y sostenibilidad, lo que
configura una dimensionalidad normativa. Los propósitos de cambio hacia una
mejor calidad de vida a partir del futuro deseado contemplado como un proye=
cto
común (dimensionalidad política), las acciones junto con el reconocimiento =
de
las instancias organizativas asumidas como espacios participativos
favorecedores del encuentro de saberes y el diálogo interactivo, constituir=
ían
la dimensionalidad organizacional; y, la dimensionalidad cognoscitiva estar=
ía
representada por los supuestos para actuar en pro de la participación. Todo
ello revestido de la interacción surgida entre los actores y sujetos de la
participación social en salud al interior de los espacios de la salud.
Palabras clave: modelo, salud, participación social, perspect=
iva,
etnografía
Recibido: 30/08/17 Aceptado: 14/12/17
*Proyecto CON=
DES
No.CH-0592-16
**Docentes-Investigadoras. Doctoras en Ciencias Humanas. Universidad d=
el
Zulia. Maracaibo-Venezuela. raquel65.saez@gmail.com
Abstract
Approach to a m=
odel
for social participation in health
This article reveals the constituent elements of a
model for social participation in health; It speaks about the values,
objectives, strategies and knowledge that underlie the structural dimension=
of
social participation in health in Venezuela as well as the opinions, attitu=
des
and behaviors accepted and shared by the health personnel that denote the
Situational dimension of such participation. From a complementary perspecti=
ve,
we worked methodologically with a quantitative-qualitative approach; the
empirical-inductive modality was used in its descriptive phase, complemente=
d by
an etnobiográfico approach, by means of the survey by accounts. The results
highlight the interactional prevalence of values, objectives, strategies and
knowledge as constituent elements of social participation in health. It
concludes by affirming that the design of a model for social participation =
in
health includes among its basic elements: principles and transversal values=
such
as respect, love, solidarity, affection, commitment and sustainability which
configures a normative dimensionality; The purposes of change towards a bet=
ter
quality of life from the desired future contemplated as a common project
(political dimensionality); The actions together with the recognition of the
organizational bodies assumed as participatory spaces conducive to the meet=
ing
of knowledge and interactive dialogue, would constitute the organizational
dimensionality; and, cognitive dimensionality would be represented by the
assumptions to act on behalf of participation. All this is covered by the
interaction between the actors and subjects of social participation in heal=
th
within the areas of health.
Key words: Model, health, social participation, perspective,
ethnography.
Introducción
El artículo
expone los resultados de una investigación titulada “Hacia un modelo para la
participación social en salud”; cuyo objetivo central consistió en <=
span
lang=3DES style=3D'font-size:10.0pt;line-height:115%;font-family:"Verdana",=
"sans-serif";
mso-ansi-language:ES'>develar los elementos constitutivos de un modelo para=
la
participación social en salud en Venezuela.
En América
Latina, actualmente se experimentan transformaciones profundas en sus siste=
mas
políticos, derivado de las expresiones de movimientos sociales, que han
generado el establecimiento de espacios comunes para llevar a la práctica el
ejercicio de la ciudadanía, construir su propio futuro, y tener como result=
ado
cambios en la forma y contenido de las relaciones entre el Estado y la soci=
edad
civil, así como en las acostumbradas relaciones entre las personas, desde el
nivel nacional hasta el plano local. Pese a esto, la participación es vista=
aún
como una concesión por parte de la autoridad, más que como un derecho inher=
ente
a todo ciudadano; por lo que el concepto de participación en salud se limita
generalmente a la intervención de los actores internos del sistema, dejando
fuera al resto de la sociedad (CELEDÓN C y Noé, M, 2000
A partir de la
década de los setenta y en especial desde la conferencia de Alma Ata, la
participación ha sido reconocida como una de las actividades básicas de las
políticas de atención primaria de la salud; es más, la participación social=
en
salud sigue siendo reconocida como parte sustantiva de las acciones dirigid=
as a
solucionar, o por lo menos limitar, los principales problemas que afectan la
salud de los estratos subalternos, y en particular de los grupos étnicos (M=
enéndez,
1992)
Partiendo de
estas consideraciones, es posible encontrar que la participación social en
América Latina fue propuesta como una actividad necesaria no sólo respecto =
del
proceso en salud, sino también para lograr determinados objetivos en otros
campos como el educativo, el económico, el recreativo e incluso el cultural.
Ello ha dado lugar desde la década de los cincuenta a la propuesta de proye=
ctos
específicos de participación, impulsados por la sociedad civil o el Estado
(Comisión Económica para América Latina, 1960).
En la actualidad, existe amplio consenso
respecto a las múltiples significaciones que se tiene de la participación,
incluso sería pertinente señalar que hay consenso sobre el hecho que no exi=
ste
un acuerdo en las ciencias sociales o en los gobiernos o agencias
internacionales sobre lo que se quiere significar con ésta idea (participac=
ión).
Más aún, “dada las características multidimensionales de la participación, =
éste
parece ser un concepto polisémico, profundamente arraigado e impulsador de
nuevos conocimientos, nuevas interpretaciones y por ende, nuevas aplicacion=
es” (Villarroel,
2014); lo que sugiere la necesidad de profundizar en torno a éste término, a
los fines de esclarecer sus usos y limitaciones.
Por todo esto, la participación, puede considerarse una herramienta para deliberar y escoger la vida que vale la p= ena ser vivida. Si las personas tienen oportunidades, es decir, libertades y capacidades, para discutir, apreciar y elegir entre diferentes estilos de v= ida podrán alcanzar las competencias para elegir entre diversos tipos de sociedades, entre formas de gobierno y modalidades de producción económica y bienestar social (Villarroel, 2014). Entonces, si la participación denota calidad de vida y prácticas de acción democráticas es fácil comprender la multiplicidad de usos y abusos que dicho término connota en la actualidad.<= o:p>
En el ámbito de salud, el término de
participación tuvo gran connotación social a partir de la Declaración de Al=
ma
Ata en 1978, en la que acertadamente se planteó la importancia de la
participación popular en la atención a la salud como derecho y como
responsabilidad; desde ese momento, tanto para las agencias financiadoras, =
las
instituciones académicas como para los entes gubernamentales, un proyecto,
programa o intervención, es considerado interesante, atractivo o importante=
si
incluye la participación entre sus estrategias o actividades; mientras más
participativo sea, tiene una mayor probabilidad de ser aceptado, resulta más
políticamente correcto y se presume que deberá tener una mejor
"ejecución". De igual forma, y en dirección contraria, se conside=
ra que
el fracaso o poco éxito de algunos proyectos o programas se debe a que no h=
ubo
participación de las personas. Es decir, así como es ventajoso identificar =
una
intervención como participativa, también se considera contraproducente, y se
suele atribuir el fracaso en los objetivos o actividades, a la poca o ningu=
na
participación de las personas, a pesar de los buenos esfuerzos que puedan h=
aber
realizado los investigadores o responsables (Briceño-León y Ávila, 2014).
Los autores citados consideran que, est=
os
resultados tan dispares tienen su origen en la propia ambigüedad del concep=
to,
por eso, a los pocos años de la Declaración de Alma-Ata, ya en 1984, la pro=
pia
Organización Panamericana de la Salud (OPS) declaraba que si bien “la
estrategia (de participación comunitaria) se ha adoptado hoy en día en toda=
la
Región” existían muchas dificultades, pues: “Varios países afrontan graves
problemas al tratar de poner en práctica el concepto a menudo vago y mal
entendido de participación de la comunidad, especialmente en programas naci=
onales
realizados en gran escala” (OPS).
Así pues, “pese a diversas concepciones=
de
la participación, es importante comprender que ésta no se restringe a un
momento específico, sino que se trata de un proceso social, donde intervien=
en
personas, organizaciones, instituciones, es interactivo, colaborativo,
cooperativo, recíproco, el cual, a medida que se consolida sobre bases de
conocimiento, capacitación, experiencia, comunicación, logros y aprendizaje=
s,
se crea una cultura de toma de decisiones, equilibrio de poder y gobernanza=
que
lleva al empoderamiento de los diversos actores y sectores participantes,
propia de estilos democráticos” (Briceño-León y Ávila, 2014).
La participación exige un amplio respeto
por el ser humano y constituye un elemento esencial para el ejercicio y
consolidación de la libertad, pilar fundamental de un sistema democrático (=
Sen,
2002). Allí radica la importancia y valor de la participación, en involucra=
r y
empoderar a los ciudadanos, a las comunidades, a las organizaciones en el p=
apel
que les corresponde socialmente para promover calidad de vida y hacer valer=
y
cumplir sus deberes y derechos.
Toda ésta situación, evidencia que no
existen criterios únicos para el diseño y formulación de modelos en
participación social, mucho menos en salud, lo que motiva esta investigació=
n;
dada la inexistente unidad conceptual respecto a la participación social en
salud, con las subsecuentes consecuencias del mal uso del mismo para la
sociedad en general. Teniendo presente que la tarea de las ciencias sociale=
s es
comprender estas diversas significaciones en toda su complejidad, y proponer
una explicación en perspectiva, surge la necesidad de plantearse un esquema
conceptual que aclare por qué surgen los procesos participativos en salud, =
cómo
se expresan o por qué varían del modo en que varían teniendo caracteres
inherentes comunes, en cuanto procesos de alianzas.
No obstante, es necesario hacer notar q=
ue
pese a los innumerables usos y desusos del término, hoy más que nunca se
requiere aclarar y profundizar en él, a los fines de conocer sus alcances y
límites; así como definir los dilemas y perspectivas desde el ámbito de la
salud pública; más aún se requiere definir líneas de acción que faciliten su
implementación. En sintonía con lo ya expresado, se plantearon algunas
interrogantes que se constituyeron guías de la investigación: ¿Cuáles son los ejes (elementos, víncu=
los y
relaciones) vertebradores de la participación social en salud?
En éste sentido se procuró i) determinar los valores, objetivos, estrategias y
conocimientos que fundamentan la dimensión estructural de la participación
social en salud en Venezuela; ii) examinar las opiniones, actitudes y condu=
ctas
aceptadas y compartidas por el personal de salud que denotan la dimensión
situacional de la participación en salud en Venezuela; por lo que el estudi=
o se
circunscribe los elementos d=
e la
participación social en salud en base a los aportes provenientes de la teor=
ía
de la acción Argyris y Schon (1976) y el enfoque eco sistémico en salud de
Lebel (2005).
Metodología
Hoy día, la discusión en torno a los enfoques cuantitativo y cualitativo respecto a la explicación y comprensión de los fenómenos sociales, está siendo superada e= n la práctica concreta por una tendencia a su integración en los procesos investigativos; por ello, es tan importante entender que “si se clarifican = los niveles en los que pueden ser más útiles las técnicas e instrumentos de uno= u otro enfoque; si se acepta su potencia diferencial para operar sobre cada t= ipo de material (números o palabras); si se extreman los cuidados en su aplicac= ión, en una actitud vigilante ante cada procedimiento; si se atiende a todo esto= , la integración indudablemente puede representar una poderosa perspectiva no só= lo para la recolección sino para el análisis de los datos” (Romero Salazar, 2011).<= o:p>
Partiendo de
éstas consideraciones, en la presente investigación se trabajó desde una
perspectiva complementaria el enfoque cuantitativo-cualitativo. Se investigó
bajo la modalidad empírica-inductiva en su fase descriptiva, complementado =
con
un acercamiento etnobiográfico, donde el individuo se toma como muestra de =
su
comunidad, mediante la encuesta por relatos. La perspectiva de la encuesta =
por
relatos, es una modalidad de la investigación etnobiográfica, que permite
trabajar aspectos a los cuales no es posible acceder de otra manera,
facilitando la captación de la diversidad de lo social (Romero Salazar, 201=
1).
La metódica
utilizada en la investigación se enmarca en un diseño de campo (Arias, 1999=
), y
transversal o transaccional (Hernández Sampieri y col. 2010). Se trabajó con
los comités de salud y los centros de salud de las cinco subregiones (Guaji=
ra,
Perijá, Costa Oriental del Lago, Sur del Lago y Maracaibo) del estado Zulia,
como unidades de análisis. Los mismos fueron representados por los
coordinadores municipales o voceros de los comités de salud y el personal de
salud pública (médico epidemiólogo municipal) ubicado en los establecimient=
os
de salud de las subregiones mencionadas, quienes mostraron total disposició=
n a
la colaboración y apoyo en la ejec=
ución
de la investigación. Para determinar la confiabilidad del
instrumento aplicado a los voceros de los comités de salud se trabajó con u=
na
medida de estabilidad (confiabilidad por test-retest), cuyo procedimiento
consistió en aplicar dos veces la misma encuesta a los representantes de los
comités de salud
En la indagat=
oria
se realizó un abordaje complementario, debido a la naturaleza de sus elemen=
tos
constitutivos, se trabajó “unos desde fuera, a partir de su consideración
estadística y otros desde adentro, asumiendo su formulación en el habla. El
primer acercamiento, entonces, se concreta en el número que es la entidad
mediante la cual se hace el análisis; en el segundo, la aproximación se pro=
duce
a través de la palabra” (Romero Salazar, 1997); por lo que se aprovechó tan=
to
el análisis estadístico (elementos estructurales) como el análisis de conte=
nido
(elementos interacciónales o situacionales). Es decir, desde una aproximaci=
ón
cuantitativa se tocaron los aspectos externos, concretos y fútiles de la
participación social en salud (opiniones y creencias), mediante el aporte de
datos, indicadores y tendencias observables; mientras que los aspectos más
íntimos de la participación social en salud se abordaron desde una aproxima=
ción
cualitativa (actitudes, sentimientos y comportamientos) a través del
significado de los hechos y fenómenos, posteriormente todo lo cual fue reca=
bado
en una síntesis.
La población =
de
la investigación, estuvo representada tanto por los coordinadores municipal=
es
de los comités de salud como por los médicos epidemiólogos municipales del
estado Zulia (N21); ya que, el estado Zulia es la entidad federal con mayor
población del país (4.023.467 habitantes aproximadamente), además representa
una de las diez entidades federales que concentra el 69.4% de la población =
de
Venezuela, ocupando la primera posición (13.30%) con respecto al resto del =
país
(INE, 2014). Asimismo, se trabajó con una muestra no probabilística e
intencional; la misma estuvo constituida tanto por los veintiún coordinador=
es
municipales de los comités de salud (n21), con quienes se trabajó de manera
censal como por los médicos
epidemiólogos municipales de los municipios con mayor peso poblacional para=
el
año 2014, a saber Maracaibo (1.627.501 hab.), San Francisco (479.222 hab.),
Cabimas (289.393 hab.), Mara (217.423 hab.), Lagunillas (214.004 hab.), Col=
ón
(134.267 hab.), Machiques (131.915 hab.) y Lossada (126.054 hab.); ya que
concierne más a los propósitos específicos de ésta investigación.
Resultados
La dimensión estructural de la participación social en salud
Se trabajó
mediante un análisis de tipo cuantitativo. Para determinar los valores,
objetivos, estrategias y conocimientos que fundamentan la dimensión estruct=
ural
de la participación social en salud en Venezuela, se tomaron los datos
relacionados con las nociones y creencias de la participación social en sal=
ud
(los aspectos concretos) de la variable en estudio, procedentes en su total=
idad
del cuestionario aplicado a los 21 representantes de los comités de salud d=
el
estado Zulia, quienes constituyeron la muestra intencionada de la
investigación.
Entre las
características de los representantes de los comités de salud que constituy=
eron
la muestra se pueden destacar las siguientes particularidades: la edad prom=
edio
es de 52 años, la mayoría (62%) está en las edades comprendidas entre 50 y =
69
años; concentrándose el mayor porcentaje entre los 50 y 54 años. El grupo m=
ás
numeroso de la muestra (80%) es de sexo femenino. En cuanto a la instrucció=
n,
se tiene que la mayoría (76%) cuenta con la primaria y secundaria completa,
incluso un 23% alcanzó la educación universitaria. Un porcentaje significat=
ivo
(57%) se desempeña en actividades relacionadas con la salud (defensor de sa=
lud,
promotor de salud, secretaria en sala de rehabilitación), un 24% está jubil=
ado
y el resto (19%) se dedica a los oficios del hogar y comercio. Por último, =
el
número de años dedicados al cargo como miembros de los comités de salud en
promedio es de seis años.
En relación con las manifestaciones v=
alorativas
de la participación social en salud, los representantes de los comités =
de
salud reconocieron casi en un 90%, que las acciones participativas en salud de su localidad son =
de
buenas a regulares; mientras que apenas un 9.5% opina que es muy buena; con=
lo
que se pone de manifiesto la afectividad de la participación social en salud
por parte de sus representantes municipales
Asimismo, =
la
mayoría (81.2%) de los encuestados, asocia la participación social en salud=
con
la cooperación mutua, la solidaridad e interacción social; sin embargo, es
importante resaltar que en la primera aplicación casi un 20% de los
representantes de salud aglutinó en la opción todas las anteriores dichas
implicaciones, mientras que en la segunda aplicación fueron más precisos;
además ninguno la asoció con situaciones de conflictividad.
Para trabajar los problemas de salud en su comunidad, el 100% de los
representantes de los comités de salud manifestó, sentirse plenamente
comprometidos con los problemas de salud en su comunidad y con todas las
políticas en materia de salud impulsadas por el Ejecutivo Nacional; es de h=
acer
notar que éste es un compromiso asumido de manera voluntaria.
Situación que se relaciona con la opinión emitida, sobre la contribuc=
ión
de la participación a la salud oportuna y de calidad, donde la mayoría (95.=
2%)
consideró que siempre o casi siempre la participación contribuye con una sa=
lud
oportuna y de calidad, lo que permite afirmar que para los representantes de
los comités de salud el compromiso y la sostenibilidad son condiciones
inherentes a la participación, es decir la razón que les impulsa a buscar un
cambio.
Igualmente,
los entrevistados consideraron, que los valores que mayormente favorecen la participación social en
salud son: primeramente la solidaridad con casi un 30%, en segundo lugar
tolerancia y respeto con menos de un 20% cada uno y en tercer lugar
responsabilidad con un 10%; mientras que el resto de los valores (ayuda mut=
ua,
igualdad, amor y comprensión) son valores que apenas la favorecen.
En relación a la significación que hacen de su participación en las
organizaciones sociales en salud, los mayores porcentajes tanto en la prime=
ra
como en la segunda aplicación, se concentraron alrededor de esperanza y
confianza, elementos estos que representan la voluntad hacia un cambio a pa=
rtir
de las experiencias vividas; apenas un 20% y 10% respectivamente, se agrupa=
ron
en torno a preocupación y seguridad.
En virtud que=
los
valores representan el componen=
te
axiológico de la acción participativa, a través de los cuales se revela la
naturaleza del valor y el nivel de significación como elementos decisivos p=
ara
involucrarse en la participación social en salud, estos
resultados permiten señalar que la participación social en salud efectivame=
nte
se caracteriza por principios y creencias tales como solidaridad, toleranci=
a,
respeto y responsabilidad, entre otros. Mientras que asociada a la
significación (afectividad, compromiso y sostenibilidad) estarían presentes=
la
cooperación mutua y la interacción social; todo lo cual configura el niv=
el
normativo de la participación social en salud. Todo lo cual permite
confirmar lo dicho por (Casilla e Inciarte, 2004), en el sentido que los valores constituyen un
fundamento y un referente de la acción participativa, se proclaman, se
reconocen, se cuestionan y se construyen, porque se hacen realidad en un es=
tilo
de vida, en la dedicación y entrega al cambio buscado. Por otra part=
e,
con respecto a los objetivos
participativos en salud, la mayoría (80.9 y 95.2%) de los encuestad=
os
en la primera y segunda aplicación respectivamente, opinó estar de acuerdo =
con
que los vecinos de su localidad
participan libremente en los asuntos de salud de su comunidad, articulándose
con los consejos comunales y defensores de la salud para impulsar las polít=
icas
de salud y calidad de vida; lo que da muestras de la necesidad de direccion=
ar u
orientar su participación en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Situación que=
se
relaciona con el hecho de que para casi la totalidad (80%) de los
representantes de los comités de salud (ambas aplicaciones), a través de la
participación social en salud no solo se genera una mejor calidad de vida y
bienestar colectivo (20%), sino que se garantiza el derecho a la salud tal =
como
lo establece el artículo 84 de la
Constitución Nacional; lo que denota el propósito de logro de la acc=
ión
participativa en salud. Por otra
parte, en la primera y segunda aplicación los encuestados en su mayoría (47=
.6%
y 66.6% respectivamente), sostuvieron que participar en los asuntos inherentes a la salud de su
localidad representa una responsabilidad compartida que les permite articul=
arse
con los trabajadores de los establecimientos de salud para la promoción de =
la
salud y prevención de enfermedades y daños, mientras que el resto (38% y 33=
.3%
respectivamente) consideraron que simboliza un derecho social y un deber
ciudadano. Igualmente, se
debe destacar que más del 80% de los representantes de salud (en ambas
aplicaciones), opinó que la participación social en salud como proyecto com=
ún
puede generar cambios que impulsen políticas de salud y mejoras en la calid=
ad
de vida de la población; apenas un 14% piensa que puede alcanzar aspiracion=
es
colectivas o satisfacer necesidades sociales apremiantes; el resto concentró
sus respuestas en la opción todas las anteriores; todo lo cual muestra la
direccionalidad de la participación social en salud en aras de una mejor
calidad de vida como futuro deseado. Al
consultarles a los representantes de los comités de salud, su opinión acerc=
a de
la contribución que tienen las organizaciones sociales de salud en el
desarrollo de la autonomía, la libertad de pensamiento y la convivencia
ciudadana, un significativo 57.1% coincidió, que siempre influye, especialm=
ente
en lo concerniente al mejoramiento de la gestión en salud. Al
consultarles a los encuestados acerca de las limitaciones para la participa=
ción
social en salud, resultó que la falta de conciencia del problema obtuvo más=
del
40% en ambas aplicaciones; seguido de la apatía de los vecinos y la falta de
apoyo por parte de los entes gubernamentales, aparecieron como otras razones
que limitan dicha participación (primera y segunda aplicación respectivamen=
te);
para el resto de los encuestados (en ambos aplicaciones) es la falta de
organización comunitaria lo que limita la participación en salud.
Dado que l=
os
objetivos, constituyen el componente teleológico de la acción participativa=
, lo
que conforma los propósitos de logro como el elemento motivador, impulsivo y
generador de un cambio en la participación social en salud propiamente, est=
os
resultados son indicativos de que la finalidad última de la participación
social en salud está representada=
por
el propósito de cambio hacia una mejor calidad de vida de la población a pa=
rtir
del futuro deseado contemplado como proyecto común; lo que además, induce h=
acia
un
cambio en su visión sobre la participación y por tanto un cambio a través de la acción participativa en salu=
d, todo lo cual configura el nivel político de la
participación social en salud. Al respecto, aseveran que los objetivos marcan patrones o referent=
es de
calidad de logro, priorizan, orientan y direccionan los esfuerzos hacia los
espacios donde se causará impacto con la participación (Casilla e Inciarte,
2004).
En lo
concerniente a las estrategias
participativas en salud, resalta en la opinión de los representante=
s de
los comités de salud que las nuevas estructuras sociales (Barrio Adentro,
Consejos Comunales, Comités de Salud, Madres del Barrio y Defensores de Sal=
ud)
patrocinadas por el gobierno nacional hacen vida en el sector salud con un
50.8% en la primera aplicación; mientras que en la segunda aplicación alcan=
zó
un 74.5%. Un significativo 38.2%
considera que todas las organizaciones mencionadas participan en la salud d=
e su
localidad (primera aplicación), porcentaje que se reduce a un 10.9% en la
segunda aplicación, por motivos reflexivos según manifestaron los entrevist=
ados.
Por otra parte, al consultar a los representantes de los comités de s=
alud
su opinión sobre la organización so=
cial
como un medio de participación, resalta que en la primera y segunda
aplicación, la mayoría (76.6% y 93.3% respectivamente) se expresó en función
del espacio participativo, el encuentro de saberes y el dialogo interactivo,
con lo que se advierte que las organizaciones de salud constituyen importan=
tes
oportunidades para la consolidación de buenas prácticas participativas en s=
alud
y por ende, ciudadanía. Un significativo 23.3% consideró en la primera
aplicación, que la opción todas las anteriores recoge los medios para la
participación social en salud; mientras que en la segunda aplicación esto se
redujo a un 6.6%, los mismos encuestados imputaron estos cambios a la
meditación realizada a partir de la primera aplicación.
También se le
consultó a los representantes de los comités de salud su opinión sobre el
estilo participativo de la organización social en salud a la que concurre, =
la mayoría
(48%) de los encuestados, tanto en la primera como en la segunda aplicación,
consideró que el debate es el estilo que caracteriza su organización, segui=
do
de la discusión (40 y 52% respectivamente), lo que sugiere el modo que se s=
igue
para la toma de decisiones; apenas un 12% mencionó el consenso en la primera
aplicación.
Entre los encuestados, más del 70% (en ambas aplicaciones) opinó que =
una
manera de participar en la resolución de los problemas de salud de su local=
idad
es convocando o asistiendo a asambleas vecinales; mientras que el resto de =
los
representantes de los comités de salud considera que lo hace proponiendo
alternativas de acción y mediante campañas de promoción; lo que revela las
acciones inducidas para el encuentro de posibilidades y las oportunidades de
desarrollo.
Ahora bien,
dado que las estrategias simbolizan el componente operativo de la acción
participativa, lo que configura la gestión estratégica y organizacional como
elemento activos u operantes, es decir los procesos, formas y tipos de la
participación social en salud propiamente, estos resultados confirman que Barrio Adentro, los
Comités de Salud y los Defensores de Salud son las organizaciones de salud =
con
mayor presencia entre la colectividad zuliana, todas las cuales se correspo=
nden
con las estructuras sociales promovidas por el gobierno nacional; además, a
decir de los propios encuestados, representan un espacio participativo que
favorece el encuentro de saberes y el diálogo interactivo, con lo que se
advierte que las organizaciones de salud constituyen importantes oportunida=
des
para la consolidación de buenas prácticas participativas en salud y por end=
e,
ciudadanía, todo lo cual dispone =
los
modos de actuación para la toma de decisiones, estructura y sistemas de
comunicación e información; determinando así el nivel operativo de la participación social en salud. Igualmente=
, es
perentorio señalar que, estas manifestaciones o modos de interacción están
directamente asociadas a los objetivos, los valores y los significados que =
acompañan
la acción y su desenvolvimiento en el tiempo, de acuerdo con las situaciones
que se presentan.
En lo referente a los cono=
cimientos
participativos en salud, en la primera y segunda aplicación, más del
70% de los representantes de los comités de salud, señaló que la participac=
ión
social en salud contribuye a la formación ciudadana y educativa, mientras q=
ue
el resto de los encuestados en ambas aplicaciones asocia la participación
social en salud con el dialogo de saberes y la
comunicación; denotando las posibilidades
y oportunidades de la participación social en salud como un medio para estar
informado e informar sobre temas de interés colectivo en salud o que satisf=
agan
necesidades de información para la toma de decisiones.
La mayoría (86%) de los representantes de=
los
comités de salud, considera que en Venezuela la participación social en sal=
ud
fortalece la organización social mediante el aprendizaje colectivo para un
mejor desenvolvimiento de sus actividades; sin embargo, un 14% de los
encuestados opina que algunas veces se da dicho fortalecimiento. En éste
sentido, autores refieren que en =
el
aprendizaje de la participación, la construcción del conocimiento requiere
atención a la diversidad, tanto como a la homogeneidad, a la individualidad
como al aprendizaje cooperativo (Casilla e Inciarte, 2004); lo que redundar=
á en
el fortalecimiento de los conocimientos y los saberes adquiridos.
Además, los encuestados consideraron que las acciones más favorecedor=
as
de la participación social en salud en su localidad son: las jornadas de sa=
lud
y ayudar a las personas necesitadas (28.6% y 33%); un 33.3% y 43%
(respectivamente), aprecian que los comités de salud, las mesas de salud y =
el
diseño de proyectos comunitarios son las opciones más favorecedoras; mientr=
as
que un significativo 38.1% y 24% respectivamente, optó por todas las
anteriores; lo que evidencia el compromiso voluntario de involucrarse
activamente en los planes y programas de salud.
Por otro lado, casi el 50% d=
e los
representantes de los comités de salud (tanto en la primera como en la segu=
nda
aplicación), cree que la participación social en salud favorece la cultura
participativa formando ciudadanía activa; un 19% y 28.5% (respectivamente),
considera que se forman capacidades participativas y organizativas; apenas =
un
4.8% y 19% (correspondientemente), optó por prácticas democráticas; mientras
que un significativo 28.6% y 9.5% de los consultados en las respectivas
aplicaciones, respondió que todas las anteriores coadyuvan en la formación =
de
la cultura participativa.
Finalmente, para un 85.7%% de los entrevistados en ambas aplicaciones=
, la
convivencia con actores sociales de distintas posturas políticas eventualme=
nte
afecta la participación, mientras que un 14.3% opina que siempre la afecta;=
por
lo que es necesario incentivar el espíritu de convivencia y coadyuvar en el
logro de los objetivos comunes tendientes hacia la construcción de una cult=
ura
participativa.
Por último pero no menos importante, los
conocimientos representan el componente epistémico de la acción participati=
va
en salud, denotando la formación y la cultura participativa como los elemen=
tos
resultantes de las experiencias previas, las actitudes vividas en un contex=
to y
la cultura misma; abarca la información que se genera de la interrelación entre el homb=
re,
el contexto y las acciones que
desarrollan los actores de la interacción como sujeto cognoscente. <=
span
style=3D'font-size:10.0pt;line-height:115%;font-family:"Verdana","sans-seri=
f"'>Por
lo que puede afirmarse que, estos resultados muestran la relevancia que la
formación y las oportunidades para aprender y sostener la convivencia, el
respeto y la ciudadanía representan para la participación misma, lo que
configura el nivel c=
ognoscitivo
de la misma; situación está que
reafirma que debe valorarse el conocimiento individual y colectivo en su vi=
nculación
con la realidad, propiciar el intercambio de conocimiento entre organizacio=
nes
y las experiencias de construcción compartida, más que la anticipación de
conocimientos predeterminados (Ca=
silla
e Inciarte, 2004).
Se puede
cerrar éste apartado afirmando que, los miembros de las organizaciones soci=
ales
en salud actúan de manera deliberada, orientados por sus principios, valore=
s,
creencias, en otras palabras, por su cultura, que viene a ser su marco de
referencia, que norma y controla sus actuaciones (Argyris y Schon, 1976). A=
sí
pues, en correspondencia con los resultados antes descritos, los representa=
ntes
de los comités de salud en Venezuela se guían por los principios y creencias
que le permiten ver la participación social en salud como un desafío, como =
un
valor de respeto, solidaridad, tolerancia y responsabilid=
ad;
produciendo un cambio en su visión sobre la participación y por lo tanto un=
cambio de actuación, no como simples espectadores =
sino
como protagonistas y facilitadores de cambios, de apertura hacia una cultura
democrática.
La
dimensión situacional de la participación social en salud
Por otro l=
ado
y con fines complementarios, se procedió al análisis discursivo de las
opiniones, actitudes y conductas aceptadas y compartidas por el personal de
salud que denotan la dimensión situacional de la participación en salud en
Venezuela. Se trabajó la información relacionada con las actitudes y
sentimientos hacia la participación social en salud (aspectos más íntimos),
resultante de las entrevistas realizadas a los médicos epidemiólogos de los
municipios con mayor densidad poblacional, quienes constituyeron la muestra
intencionada de la investigación. “El asunto es captar, en el testimonio de=
un
individuo (que se ha tomado como muestra), lo que es característico de los
miembros de un determinado grupo. Se trata, por eso mismo, de encontrar el
sentido de la acción colectiva a través del ejemplo de un entrevistado que =
no
es considerado en sí mismo, sino en términos de la singularidad de su exper=
iencia
social” (Romero Salazar, 2011).
En éste
sentido, es apropiado expresar que desde la perspectiva de la encuesta por
relato, como una modalidad de la investigación etnográfica, se trabajó con =
los
médicos epidemiólogos los aspectos más íntimos de la participación social,
captando el sentido que los agentes de salud le dan a la participación, lo =
que
permitió alcanzar la dimensión situacional del fenómeno en estudio según su
experiencia. En definitiva se aplicó la encuesta por relatos a los médicos
epidemiólogos de los municipios Maracaibo, San Francisco, Lossada, Cabimas y
Lagunillas con quienes se alcanzó =
la
saturación por repetitividad en los relatos, situación que se confirmó con =
la
quinta entrevista lo que hizo innecesario continuar con el resto de las enc=
uesta
por relatos.
Las nociones y creencias
Percepción de la participación social en salud
A través del tiempo y de acuerdo a los ev=
entos
o acontecimientos particularmente significativos vividos, los entrevistados
perciben la participación social en salud como:
“…un proceso a través del cual las comunidades organizadas se empode=
ran
de las gestiones, de las condiciones que afectan su calidad de vida y por
supuesto su calidad de salud”
(Celeste)
“…una acción social que tiende a integrar a las comunidades en torno=
a
la salud pública, un derecho contemplado en la Constitución Nacional, donde=
la
población identifica sus necesidad=
es y
las prioriza” (Isa)
“…cooperación, integración e involucramiento activo de las comunidad=
es” (Mara)
También se
refirieron a la participación democrática y protagónica como un mecanismo q=
ue
permite mejorar los estándares de salud, destacando:
“…la participación de la ciudadanía para trabajar
conjuntamente por la salud de la población” (Sally)
“…una participación libre y activa de la comunidad con el objetivo de
formular, ejecutar y controlar todas aquellas acciones que sean de beneficio
para la comunidad; el mismo pueblo elige a las personas que lo van a
representar, bien sea en los consejos comunales, comités de salud, madres d=
el
barrio, o cualquier organización social” (Isa).
Los actores y escenarios de la participación socia=
l en
salud
Los
entrevistados expresaron que los espacios de salud sólo pueden ser
desarrollados con la participación activa de todos aquellos involucrados en=
el
acto participativo propiamente, ya sea colectiva o individualmente:
“…Todo el equipo de salud integrado, las comunidades, los comités de
salud, los consejos comunales, las madres del barrio, los defensores de la
salud, todos juegan un papel privilegiado en el fortalecimiento de la salud”
(Lía)
“…las personas que estamos de este lado de las instituciones de
salud, junto con las instituciones
educativas y todas las personas que sienten la necesidad de aportar a su
bienestar para mejorar las condiciones de vida” (Celeste)
“…todos los ciudadanos, desde la comunidad en general, así como los
entes que están dirigiendo, bien sean las instituciones públicas, el gobier=
no
regional o nacional, todos deben participar de manera conjunta y
coordinadamente por el bienestar de la colectividad” (Isa)
“…Los entes sociales que hacen vida en una comunidad, es decir
organizaciones y empresas tanto públicas como privadas, llámese alcaldías,
iglesias, escuelas, negocios, compañías” (Sally)
En relació=
n a
las nociones y creencias manejadas por los entrevistados, se evidencian
relaciones de afiliación, aceptación y reconocimiento entre los actores de =
la
salud, lo que denota el nivel interaccional de la participación social en
salud.
Sentimientos y comportamientos
Percepción de las implicaciones sociales de la
participación en salud
En relació=
n a
los alcances, los consultados manifestaron que los centros de salud deben
contar con:
“…una comunidad organizada, con conocimientos acerca de la
participación, también es importante que las personas estén motivadas a
participar, que haya sostenibilidad de estrategias para que puedan tener éx=
ito
y además debe haber planificación y organización, para que el trabajo se ll=
eve
a cabo de una manera mancomunada; y es muy importante acá la incorporación =
del
equipo de salud en general y no sólo la de Trabajo Social” (Isa)
“…La planificación es un elemento muy importante para involucrar a l= os líderes comunitarios, el compromiso y acompañamiento durante la ejecución de cualquier actividad en salud y la rendición de cuentas; además ser comunicativos y tener comunidades organizadas garantiza una mejor salud” (L= ía)<= o:p>
Por otra
parte, de acuerdo con sus vivencias los entrevistados consideraron que entre
los impedimentos de la participación social en salud sobresale la política,=
en
éste sentido señalaron:
“…La afrenta política, es una de las razones que más nos está afecta=
ndo,
las diferencias políticas han llevado a que unos están en contra de otros, =
es
un tira y encoge todo el tiempo… La otra parte es la económica, la falta de
recursos económicos e insumos también limita la participación en salud” (Sa=
lly)
“…no puedo dejar de mencionar la parte política, lamentablemente a
influenciado de manera negativa lo que es la participación comunitaria, a v=
eces
se excluye a líderes que verdaderamente quieren participan, personas que
quieren colaborar pero que no se identifican con la parte política
institucional y eso dificulta un poco los procesos” (Celeste)
“…La falta de motivación de=
las
personas, la apatía de las comunidades, el temor por el maltrato del person=
al
de salud, la politización. Por ejemplo, cuando se interpone la política y l=
os
intereses personales, cuando se busca participar para obtener algo a cambio
pero no el beneficio de la comunidad, eso ocasiona mucho daño entre los
representantes de salud” (Isa)
Tendencias reforzadoras de la participación social en salud
Asimismo,
señalaron algunas estrategias interacciónales que puntualmente favorecen la
participación social en salud, a saber:
“…a través de charlas educativas e informativas y la
receptividad de nosotros como equipo de salud se puede fortalecer mucho la
participación en salud, recibir a los representantes de las comunidades u
organizaciones sociales y escuchar de parte de ellos lo que tienen qué deci=
r,
los problemas que tienen en su comunidad en cuanto a lo que respecta a la s=
alud
para buscarle una solución” (Sally)
“…asesoramos y atendemos de acuerdo al interés que tenga cada person=
a en
participar, en mejorar su calidad de vida y en grupo; pues el trabajo en
equipo, la organización, la jerarquización de problemas, de ese conocimiento
que tengan las comunidades, de sus necesidades, que tanto individual como
grupalmente puedan tener hacia la participación comunitaria debería ser una
herramienta que se dirija hacia el logro de una mejor calidad de vida de la
población” (Celeste)
Según la
visión que tiene el personal de salud tanto las comunidades organizadas como
las organizaciones sociales tienen un papel esencial en la promoción y cali=
dad
de vida de la población venezolana, por lo que procuran mantener relaciones=
de
aceptación y respeto con todos los actores participantes; sin embargo, no
dejaron de reseñar algunas dificultades que impiden una participación socia=
l en
salud plena y sobre las cuales es perentorio trabajar: la falta de comunida=
des
organizadas, la esporádica comunicación, el escaso compromiso y la no
consolidación de los equipos de trabajo (actores y agentes de la salud); ad=
emás
resaltaron la necesidad de que haya más cooperación y menos confrontación
política, ya que tanto los equipos de salud como las organizaciones de salud
requieren todo el apoyo posible a los fines de alcanzar un mayor éxito en el
logro de una mejor calidad de vida de la población en general.
En síntesi=
s,
tanto los representantes de los comités de salud como los médicos
epidemiólogos, dieron muestras de una clara interaccionalidad entre los val=
ores
como el respeto, amor, y solidaridad; en consonancia con los nuevos desafío=
s y
la defensa al derecho a la participación en salud; los objetivos, simboliza=
dos
como los propósitos de cambio hacia una mejor calidad de vida a partir del
futuro deseado contemplado como proyecto común, lo que induce a un cambio e=
n la
visión de la acción participativa en salud; las estrategias, representadas =
como
el conjunto de acciones; y, los conocimientos o los supuestos para actuar en
pro de la participación, constituyen una oportunidad para su formación,
crecimiento, y también un reto que enfrentar; todo lo cual evidencia el
predominio interaccional de valores, objetivos, estrategias y conocimientos
como elementos primordiales en el diseño de un modelo para la participación
social en salud.
Por otra
parte, han internalizado la teoría explícita (valores, creencias y
comportamientos) que expresan y defienden habitualmente convirtiéndola en
teoría en uso, desarrollando acciones concretas que les permita continuar c=
on
su práctica participativa en salud. Sin embargo, el médico epidemiólogo, en=
fatiza
algunos aspectos controversiales para la participación social en salud: la
falta de comunidades organizadas, la esporádica comunicación, el escaso
compromiso y la no consolidación de los equipos de trabajo (actores y agent=
es
de la salud); la poca cooperación y la confrontación política. Todo esto ti=
ene
importancia para el logro de aprendizajes tanto individuales, como colectiv=
os
(grupales, organizacionales y sociales), que son necesarios para poner en
práctica los valores y lograr los fines y objetivos que forman parte de
las intenciones del actor social en
salud (Argyris y Schon, 1976).
Por último=
, es
pertinente señalar la oportunidad que representa el enfoque ECOSALUD en fav=
or
de la participación social en salud, puesto que constituye un método inclus=
ivo
con buenas probabilidades de éxito en los programas y proyectos de salud
siempre y cuando los equipos de salud socialicen con la gente, se tome en
cuenta la sabiduría, las inquietudes y necesidades locales, eviten los
conflictos partidistas, promuevan la aparición de líderes naturales, respet=
en a
la gente de todas las categorías (incluyendo a mujeres, niños, jóvenes y a
ancianos) y, acepten la crítica constructiva.
Conclusiones
De acuerdo=
con
el objetivo general de la presente indagatoria revelar los elementos
constitutivos de un modelo para la participación social en salud=
, se
puede aseverar que en la acción participativa en salud interactúan fundamen=
tos
estructurales y situacionales, que deben ser considerados en el diseño de un
modelo para la participación social en salud. En cada una de las subdimensi=
ones
estudiadas se pone de manifiesto estrechas relaciones, por lo que resulta
difícil separarlas, excepto como en éste caso con fines investigativos.
Las
manifestaciones de los elementos estructurales han sido examinados
encontrándose que, en la acción participativa en salud también se exteriori=
zan
las subdimensiones denominadas: objetivos, conocimientos, valores y
estrategias; expresadas en indicadores o particularidades que se organizan =
de
acuerdo a las propiedades que comparten.
Por otra
parte, los elementos situacionales o dinamizadores de la participación soci=
al
en salud, revelados por ésta indagatoria no es otro que la interaccionalidad
que se establece entre las comunidades organizadas, las organizaciones soci=
ales
en salud, los equipos locales de salud y los espacios de la participación. =
De ésta ma=
nera
puede afirmarse que el diseño de un modelo para la participación social en
salud debe contemplar entre sus elementos básicos, cinco ejes vertebradores=
: 1)
un núcleo interno en el que se suscitan las interacciones propias entre los
actores y agentes de la salud en los espacios de la salud; 2) un eje o
dimensionalidad normativa en el que predominan principios y valores
transversales como respeto, amor, solidaridad, afectividad, compromiso y
sostenibilidad; 3) un eje o dimensionalidad política en el que privan los
propósitos de cambio hacia una mejor calidad de vida a partir del futuro
deseado contemplado como un proyecto común en salud; 4) un eje o
dimensionalidad organizacional en el que prevalecen las acciones operativas
junto con el reconocimiento de las instancias organizativas como espacios
participativos favorecedores del encuentro de saberes y el diálogo interact=
ivo;
5) un eje o dimensionalidad cognoscitiva representada por los supuestos para
actuar en pro de la salud y calidad de vida. Todo ello protegido por un cír=
culo
externo en el que se expresa el contexto sociopolítico nacional, la cultura
participativa y las buenas prácticas participativas en salud
Es importante=
no
perder de vista que las organizaciones sociales de salud, lamentablemente
mantienen rutinas defensivas, así como teorías en uso tipo Modelo I, inhibi=
endo
el aprendizaje doble, con lo que sobreprotegen a sus miembros; siendo neces=
ario
cambiar mecanismos individuales para lograr cambios organizacionales. Enton=
ces,
el desafío al interior de las organizaciones sociales en salud es ayudar a =
que
las personas puedan transformar las teorías que defienden explícitamente en
teorías en uso, pudiendo actuar en base a los valores y capacidades que
defienden públicamente; con lo que se alienta el aprendizaje doble
permanentemente.
Ante la gr=
ave
crisis que vive el país en todos los órdenes, es pertinente crear alianzas
entre las organizaciones sociales, las instituciones de salud pública y las
universidades para propiciar la construcción de vínculos entre los diferent=
es
actores y agentes de salud que permitan conocerse, definir valores, interes=
es y
estrategias comunes que puedan garantizar el exitoso cumplimiento de las
políticas públicas en aras de una mejor calidad de vida.
Además, en=
el
proceso de participación social en salud es oportuno tener presente el enfo=
que
ECOSALUD (Lebel, 2005), ya que éste exige involucrar a la poblac=
ión
local en los proyectos y programas de salud llevados a cabo en su comunidad,
teniendo presente sus necesidades humanas, la valorización de sus propios
saberes y experiencias; “aun cuando siempre existirán intereses encontrados=
, de
lo que se trata es de consensuar y conciliar las motivaciones de todos los
actores de tal manera que los procesos de participación coadyuven en el
desarrollo de entendimientos compartidos que giren en torno a un problema
particular” (Briceño León y Ávila, 2014).
Finalmente, un
cambio profundo en la acción participativa en salud, transita por: una escu=
cha
más sensible de las necesidades de los actores y agentes de la salud en
relación a las políticas de salud y calidad de vida de la población; pasar =
de
un sentido personal y posesivo a uno más colectivo en interacción con el me=
dio
ambiente; reconocimiento e impulso de organizaciones populares, consejos
consultivos locales, foros participativos, entre otros; reconstrucción del
tejido social con sentido de responsabilidad y compromisos comunes; respeto=
a
los saberes populares, modos de pensar y hacer solidarios y colaborativos; =
todo
lo cual incidirá en el rescate de prácticas y convivencia democráticas, por
ende ciudadanía.
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