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Diagnóstico endoscópico del reflujo gastroesofágico, importancia de las clasificaciones
(Endoscopic diagnosis of gastroesophageal reflux, importance of the classifications)
Maribel Lizarzábal-García
1
http://orcid.org/0000-0002-6185-5163
1
Postgrado de Gastroenterología. Facultad de Medicina, Universidad de Zulia, Venezuela. Maracaibo, Venezuela
Recibido: 1 de enero 2023
Aceptado: 1 de febrero 2023
RESUMEN
La enfermedad por reflujo gastroesofágico es un trastorno crónico muy común. A menudo se
diagnostica síntomas clásicos, pero en ciertos pacientes pueden ser necesarias pruebas
especializadas como la endoscopia. La clasificación de Los Ángeles permite caracterizar los
grados de erosión de la mucosa esofágica. Una endoscopia normal no excluye la enfermedad
por reflujo gastroesofágico.
Palabras claves: reflujo gastroesofágico, clasificación de Los Ángeles, esofagitis erosiva
péptica.
ABSTRACT
Gastroesophageal reflux disease is a very common chronic disorder. Classic symptoms are
often diagnosed, but specialized tests such as endoscopy may be necessary in certain patients.
The Los Angeles classification makes it possible to characterize the degrees of erosion of the
esophageal mucosa. A normal endoscopy does not exclude gastroesophageal reflux disease.
Keywords: gastroesophageal reflux, Los Angeles classification, peptic erosive esophagitis.
Autor de correspondencia: Maribel Lizarzábal-García, Postgrado de Gastroenterología. Facultad de Medicina,
Universidad de Zulia, Venezuela. Maracaibo, Venezuela, correo electrónico: higadosanove@gmail.com
INTRODUCCIÓN
La endoscopia digestiva alta es la prueba objetiva más utilizada para evaluar la mucosa
esofágica. Para los pacientes con síntomas de enfermedad por reflujo gastroesofágico que
también tienen síntomas de alarma como disfagia, pérdida de peso, sangrado, vómitos y/o
anemia, se debe realizar una endoscopia tan pronto como sea posible. Los hallazgos
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.7714108
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endoscópicos de esofagitis erosiva y esófago de Barrett son específicos para el diagnóstico de
reflujo gastroesofágico. La evaluación endoscópica completa de los ntomas del reflujo
gastroesofágico incluye la inspección de esofagitis erosiva péptica (Clasificación de Los Ángeles),
el hiato diafragmático (grado de Hill de la válvula), la longitud de la hernia de hiato y la inspección
del esófago de Barrett (Clasificación de Praga) (1,2).
CLASIFICACIÓN DE LOS ÁNGELES
La clasificación de esofagitis erosiva péptica de Los Ángeles es el sistema de puntuación más
utilizado y validado (3). Recientes declaraciones de consenso de expertos concluyeron que la
esofagitis erosiva de grado A de esta clasificación no es suficiente para un diagnóstico definitivo
de reflujo gastroesofágico, ya que no se diferencia de manera confiable de la normal. El grado B
puede ser diagnóstico de reflujo gastroesofágico en presencia de síntomas típicos y respuesta al
tratamiento con inhibidores de bomba de protones, mientras que el grado C es prácticamente
siempre diagnóstico de reflujo gastroesofágico. En pacientes ambulatorios, el grado D es una
manifestación de grave de reflujo gastroesofágico, pero podría no ser un índice fiable de la
gravedad de la enfermedad en pacientes hospitalizados. En pacientes con grado C y D, se
recomienda la endoscopia después del tratamiento con inhibidores de bomba de protones para
asegurar la curación y evaluar el esófago de Barrett, que puede ser difícil de detectar cuando
hay esofagitis erosiva péptica grave (4,5).
CORRELACIÓN DE CLASIFICACIÓN DE LOS ÁNGELES Y PHMETRÍA ESOFÁGICA
El hallazgo endoscópico se puede correlacionar con el monitoreo ambulatorio de ácido
(Phmetría). En tal sentido, la presencia de enfermedad por reflujo gastroesofágico erosivo y/o
un tiempo de exposición al ácido esofágico de más del 4,0 % durante al menos 1 a de
monitoreo de pH inalámbrico realizado sin tratamiento con inhibidores de bomba de protones
refleja una carga de ácido elevada. La presencia de esofagitis B de la clasificación de Los Ángeles
o mayor y/o ≥2 días con tiempo de exposición al ácido esofágico >6% respaldan el diagnóstico
de enfermedad por reflujo gastroesofágico (4). Específicamente, la presencia de esofagitis C o D
de la clasificación de Los Ángeles, reflujo biposicional, niveles extremos de exposición al ácido
(tiempo de exposición al ácido esofágico >12 % o puntuación DeMeester >50) y/o una hernia
hiatal grande representa una manifestación más grave de reflujo gastroesofágico (6). En el otro
extremo del espectro, la esofagitis grado A de la clasificación de Los Ángeles y/o tiempo de
exposición al ácido esofágico elevada que no cumple con los criterios de definidos
anteriormente identifica un grupo límite de enfermedad por reflujo gastroesofágico.
En general, la ausencia de enfermedad por reflujo erosiva péptica en la endoscopia digestiva
alta y los hallazgos de un tiempo de exposición al ácido esofágico fisiológico de menos del 4,0 %
durante todos los días de monitorización inalámbrica del pH reflejan una fisiología normal del
reflujo gastroesofágico (7). No se considera que los pacientes con exposición ácida normal
tengan enfermedad por reflujo gastroesofágico y tienen una alta probabilidad de un trastorno
esofágico funcional (8). La terapia con inhibidores de bomba de protones debe interrumpirse en
estos pacientes a menos que los síntomas demuestren una escalada clara de la terapia y mejoren
con inhibidores de bomba de protones, un patrón observado en algunos pacientes con
hipersensibilidad al reflujo. Se debe considerar seriamente la derivación a un psicólogo para
terapia cognitiva conductual, hipnoterapia esofágica dirigida y/o neuromodulación
farmacológica. Se puede considerar la manometría de alta resolución para evaluar pacientes con
sospecha de síndrome de rumiación o un trastorno motor esofágico (4).
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CONCLUSIÓN
La clasificación de Los Ángeles se ha utilizado para evaluar la lesión de la mucosa; sin embargo,
los síntomas y los hallazgos endoscópicos no siempre están correlacionados. La intensidad y
frecuencia de los síntomas de reflujo gastroesofágicos son malos predictores de la presencia de
esofagitis por reflujo severa (9,10). Los hallazgos endoscópicos de clasificación de Los Ángeles
grado B tuvieron una importante variabilidad interobservador. Por lo tanto, la esofagitis
endoscópica grados C o D, el esófago de Barrett o la estenosis péptica se consideran evidencia
confirmatoria de reflujo gastroesofágico en el Consenso de Lyon (4,11)
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