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INTRODUCCIÓN
El cáncer de hígado primario o metastásico es una patología con alta incidencia a nivel
mundial. Anualmente se diagnostican en el mundo 841.000 casos entre Carcinoma
Hepatocelular (HCC) y Colangiocarcinoma, 782.000 personas pierden la vida por estas causas.
Así como también 1.8 millones de pacientes son diagnosticados con cáncer colorrectal, de los
cuales se estima que el 50% hará metástasis a hígado (1). En la mayoría de los casos la
neoadyuvancia y resección hepática (RH) es el tratamiento ideal, sin embargo pocos pacientes
son candidatos a RH por descompensación de la enfermedad hepática prexistente, disposición
anatómica del tumor o extensión del mismo dentro del hígado y es acá donde el TOH juega un
papel protagónico tanto por la capacidad de resecar el tumor por completo, como también,
por cambiar el factor procarcinogénico del hígado enfermo (2).
El primer TOH exitoso como tratamiento oncológico fue descrito por Thomas Starzl y col. en
1967, por hepatoblastoma y posteriormente por colangiocarcinoma, teniendo como
resultados alta recurrencia tumoral y baja sobrevida comparada con otros tratamientos, lo que
llevó a contraindicar el TOH como tratamiento para el cáncer, sin embargo, el desarrollo de la
tecnología en medicina y la técnica quirúrgica ha hecho de éste un procedimiento de rutina y
con sobrevida aceptable, >80% al año y >70% a los 5 años (3).
La relación TOH-Cáncer da un giro importante posterior a la aplicación de los criterios de Milán
descritos por Mazzafferro y col. en 1996 para pacientes con HCC.
Además la constante evolución del tratamiento oncológico y el desarrollo de
inmunosupresores que tienen como beneficio la prevención de aparición de neoplasias de
novo y recidiva de HCC.
La comunidad científica comprende que la clave para tener buenos resultados está en los
criterios para calificar al paciente como candidato a TOH y tratamiento para el cáncer
hepático. Esto se aplica también para colangiocarcinoma, cáncer colorrectal metastásico a
hígado, tumores neuroendocrinos, entre otros.
Carcinoma hepatocelular
El carcinoma hepatocelular representa una causa importante de morbimortalidad en el
mundo, se mantiene entre el quinto y sexto tipo de cáncer más frecuente y es la tercera causa
de muerte relacionada a cáncer. Solo el 46% de los pacientes son diagnosticados en una etapa
temprana de la enfermedad, al otro 54% no se le puede brindar opciones curativas y la
sobrevida es menor a 1 año (2)
El TOH como tratamiento para el HCC confiere la ventaja de extirpar el tumor y resecar el
hígado enfermo por completo, por lo tanto disminuye la probabilidad de recidiva tumoral que
en el hígado cirrótico es 50%-70%, además realizar una resección hepática con hipertensión
portal es un procedimiento sumamente complejo y riesgoso (4).
En los inicios del TOH los resultados para el HCC no fueron muy favorables por su alta
recurrencia, por lo que se desestimó el procedimiento para esta patología hasta 1996 cuando
Mazzaferro y col. demostraron que aplicando los criterios de Milán mejoraron la sobrevida a
74% en 4 años y la sobrevida libre de recurrencia tumoral a 83%. Estos criterios básicamente
toman en cuenta el número de tumores (1-3), el tamaño (único máximo 5cm y múltiples
máximo 3 cm c/u), enfermedad extrahepática e invasión vascular (5)
Posterior a la aplicación de los criterios de Milán se ha criticado lo estricto que son y que no se
toma en cuenta el aspecto biológico del tumor. Esto con la intención de ser más flexible al
momento de incluir pacientes en una lista de espera y, aún más, para ser candidatos a
trasplantes de donantes vivos. Por esta razón ha surgido por parte de algunos grupos