Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades y Educación
Centro de Estudios Filosócos
“Adolfo García Díaz”
Maracaibo - Venezuela
Esta publicación cientíca en formato digital
es continuidad de la revista impresa
Depósito legal pp 197402ZU34 / ISSN 0798-1171
Dep. Legal ppi 201502ZU4649
99
2021-3
Septiembre-Diciembre
I. ÉTICA, GLOBALIDAD CRÍTICA Y BIENESTAR HUMANO
II. DIMENSIÓN EPISTÉMICA Y DESARROLLOS CULTURALES
III. LA EDUCACIÓN EN CONTEXTO INTERCULTURAL Y
DECOLONIAL
IV. REPENSAR LA EDUCACIÓN SUPERIOR: TEORÍAS Y
PRÁCTICAS
Revista de Filosofía
Vol. 38, N°99, (Sep-Dic) 2021-3, pp. 827 - 837
Universidad del Zulia. Maracaibo -Venezuela
ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
La descolonización universitaria como fuente de un cambio
paradigmático en salud: una reflexión necesaria
University Decolonization as a Source of a Paradigmatic Change in Health:
a Necessary Reflection
Alex Véliz Burgos
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-1371-9041
Universidad de Los Lagos Chile
alex.veliz@ulagos.cl
Alexis Soto Salcedo
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1304-4438
Universidad Mayor Facultad de Ciencias - Chile
alexis.soto@umayor.cl
Germán Moreno Leiva
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5338-0391
Universidad de Las Américas Chile
kinegerman@gmail.com
Resumen
El presente trabajo es una reflexión respecto de la estructura universitaria como cuna de
transformaciones sociales en la sociedad posmoderna, y de cómo la estructura legalista y
normativa influyen en el tan necesario cambio de paradigma que se encuentran
anquilosados en el mundo profesional, e impiden un adecuado abordaje. Se analiza este
fenómeno usando como eje vinculante el concepto de salud, asociado por años al modelo
biomédico actualmente hegemónico y colonial, centrado en la enfermedad y la relación
sujeto-objeto, y reflexiona respecto de la imperiosa necesidad de abordar este tema como un
constructo social multidimensional, histórico, ideológico y dinámico. Se entrelazan en el
relato el cambio paradigmático del concepto de salud y la resistencia que se presenta de la
propia universidad cuya función se relaciona con el desarrollo y bienestar social. Una mirada
que incorpora la complejidad del entorno y sus diversidades, con acento en las realidades
locales para favorecer una salud desde el territorio, considerado en su sentido amplio en la
formación de los profesionales en la educación superior.
Palabras clave: Salud; Salud Colectiva; Multidisciplinaridad; Bienestar
________________________________________
Recibido 28-05-2021 Aceptado 30-07-2021
Este trabajo está depositado en Zenodo:
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.5702873
Véliz, A., Soto, A., Moreno, G., Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 827 - 837 828
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
Abstract
This work is a reflection on the university structure as the cradle of social transformations
in postmodern society, and how the legalistic and normative structure influence the much-
needed change of paradigms that are stagnant in the professional world and prevent an
adequate approach. This phenomenon is analyzed using as a binding axis the concept of
health linked for years to the currently hegemonic and colonial biomedical model, focused
on disease and the subject-object relationship, and reflects on the imperative need to
address this issue as a multidimensional social construct, historical, ideological and
dynamic. Intertwined in the story is the paradigmatic change in the concept of health and
the resistance that arises from the university itself, whose function is related to development
and social well-being. A look that incorporates the complexity of the environment and its
diversities, with an emphasis on local realities to promote health from the territory,
considered in its broad sense in the training of professionals in higher education.
Keywords: Health; Collective Health; Multidisciplinarity; Welfare
Introducción
La concepción clásica de salud establecía un arraigo indivisible con el funcionamiento
anatómico y fisiológico del ser humano influenciado por ideologías y corrientes de
pensamiento que han dominado el mundo
1
, como si estuviese escindido del contexto
relacional con otros sujetos, con un contexto situacional específico y con un territorio
definido. En muchos casos tales distinciones no generaban más que desazón al no poder
encontrar razones específicas del malestar de personas en las cuáles no se observaba un
correlato físico de su dolencia y se intentaba vincular a un trastorno perceptivo asociado a
un mal funcionamiento de la mente a la cual se le asignaba la responsabilidad de todo
aquello que no se podía comprender. Las nuevas ciencias humanas surgidas en el siglo XX
permitieron ampliar la comprensión de este fenómeno y transitar a modelos que
sostenidamente intentaban ver al ser humano en un contexto de interrelaciones con otros
actores. De allí surge la gran revolución paradigmática que amenazó al modelo biomédico,
e instaló la posibilidad comprensiva de un modelo de análisis biopsicosocial, que fue gestor
de una estrategia de salud sustentada en la familia como sistema básico del cuidado y
garantía de la salud de las personas. Probablemente y sin duda, esto fue un buen comienzo,
pero las nuevas realidades de la sociedad posmoderna nos trajeron como desafío no solo la
inmediatez y la búsqueda del éxito y el triunfo, sino que visibilizo el territorio y el desarrollo
de las comunidades como un factor que, si bien se tenía clara su existencia, no
necesariamente se le había dado protagonismo en la comprensión de la salud personal y
colectiva.
En este contexto, y de acuerdo con lo explicitado existe el imperativo de ampliar el
concepto tradicional de salud, aprendiendo de las experiencias de los modelos biomédico y
biopsicosocial y avanzando a una multidimensionalidad del concepto en un entorno
1
MACAYA SANDOVAL, X. C., PIHAN VYHMEISTER, R., & PARADA, Vicente (2018). Evolución del
constructo de salud mental desde lo multidisciplinario. Humanidades Médicas, vol. 18 n° 2, 338-355.
Véliz, A., Soto, A., Moreno, G., Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 827 - 837 829
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
contextualizado y ecológico
2
. Ampliar este concepto nos llevaría a considerar que la salud
es una construcción social, y como tal es un concepto dinámico, histórico, compuesto por
diversas dimensiones y que afecta de diferentes formas a las personas, considerando su
esfera física, espiritual, moral, cognitiva, psicológica y social, entre otras posibilidades en
que pudiera emerger. Los seres humanos son y existen en un contexto que considera los
espacios cercanos pero también las ciudades y los territorios
3
. Bajo este precepto, la
visualización de las ciudades centradas en el bienestar, la relación con el medio ambiente, el
acceso a la naturaleza, a una educación adecuada, momentos de ocio y recreación serian
también parte de la comprensión de un concepto de salud más amplio e integrador.
4
El desafío que nos impone flexibilizar el constructo de salud y darle un sentido más
amplio e integrador, significa por un lado deconstruir las clásicas representaciones de salud
y enfermedad como conceptos estáticos, asociados a la carencia o falta de bienestar físico, y
acomodar la estructura mental y el discurso cotidiano hacia una mirada de salud integradora
asociada a un bienestar complejo y multidimensional donde la persona y la comunidad se
sienten parte y co-responsables del entorno, una mirada sujeto-sujeto con la naturaleza que
permite disminuir la separación cartesiana mente-cuerpo, o humano-no humano
5
.
Un ser humano centrado en el bienestar, debería ser consciente de su interacción con
la naturaleza y como sus actos u omisiones tienen un efecto global, este efecto además nos
genera un imperativo ético que nos conmina a actuar con urgencia
6
. De ahí, que esta
interacción que se da desde diferentes áreas del quehacer humano tan disímiles como las
áreas extractivas-productivas, servicios, educación, política, religión, tienen efectos en las
relaciones humanas y en las interacciones con el resto de los seres vivos
7
.
El rol de las universidades en la transformación del concepto de salud
Las universidades como instituciones de educación superior contienen una serie de
responsabilidades con la sociedad en su conjunto, por un lado son catalizadoras de cambios
y transformaciones siendo en muchas ocasiones la cuna de movimientos sociales y políticos;
por otra parte, tiene la responsabilidad de formar académicamente a jóvenes en distintas
2
VÉLIZ-BURGOS, A. (2020). Salud y bienestar: un campo multidisciplinario. Revista 100-Cs, vol. 6 2,
15-20.
3
ARAGÓN, M., VÉLIZ-BURGOS, A., D’ARMAS-REGNAULT, M., & GALLEGOS, A. (2018). La ciudad y los
rostros del otro: el bienestar humano en un contexto metropolitano. Utopía y Praxis Latinoamericana, vol.
23 n° 83, 58-66.
4
VÉLIZ, A., SOTO, A., & DÖRNER, A. (2017). Una propuesta multidisciplinaria para abordar salud colectiva
y bienestar humano en comunidades vulnerables del sur de Chile. Revista Inclusiones, vol. 4 n° 2, 179-187.
5
VÉLIZ BURGOS, Alex & RETAMAL MALDONADO, Alejandro. (2019). “El fenómeno de la Marea Roja en el
sur de Chile y su impacto en el bienestar psicosocial de los habitantes de una caleta pesquera de la región de
Los Lagos”. Revista Notas Históricas y Geográficas, n° 23, 236 - 257
6
ARBELÁEZ-CAMPILLO, D. F., ROJAS-BAHAMÓN, M. J., & ARBELÁEZ-ENCARNACIÓN, T. F. (2019).
Apuntes para el debate de las categorías ciudadanía universal, derechos humanos y globalización”. Cuestiones
Políticas, vol. 34 n° 61, 139-161.
7
DÖRNER PARIS, A. P. (2021). Seguir Comunicándonos en tiempos de Pandemia. Salud y Bienestar
Colectivo, vol. 5 1, 1-4. Recuperado a partir de
https://revistasaludybienestarcolectivo.com/index.php/resbic/article/view/116
Véliz, A., Soto, A., Moreno, G., Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 827 - 837 830
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
áreas del conocimiento a objeto titular a profesionales especialistas en distintas materias; y
en tercer lugar, las universidades tienen el rol de investigar y contribuir al desarrollo de la
ciencia y el conocimiento. Todas estas acciones están obligatoriamente vinculadas al
desarrollo sociopolítico de las naciones y debe contribuir al desarrollo y crecimiento del país
en que se encuentra.
8
En este contexto la universidad sin duda, es terreno fértil para los cambios
paradigmáticos que se pretende instalar a la hora de construir un nuevo sistema de relación
entre el ser humano y este concepto de salud integrador y ecológico. Deben constituirse las
universidades en terrenos fértiles para el diálogo, producción de nuevas formas de reflexión
y de acción, cuyo propósito final debería ser un aporte sustancial a pensar en mejores
modelos de sociedad.
Para ello, una de sus herramientas más básicas es la formación de profesionales.
Cuando pensamos en la formación de profesionales en el ámbito de pregrado, especialmente
las carreras ligadas directa o indirectamente a “las ciencias de salud”, nos surge la genuina
curiosidad respecto de cuál es el paradigma de salud imperante y en qué medida la
universidad y sus académicos/as, a través de sus experiencias formativas y su plan curricular
recogen un modelo moderno y vanguardista respecto de un nuevo concepto de salud.
Lamentablemente muchas escuelas de salud, siguen formando a sus profesionales con
miradas monádicas, replicando contenidos que segregan al ser humano, en el sentido que se
estudia como una cantidad de órganos, sistemas específicos o patologías determinadas,
olvidando al ser humano como un ente complejo multidiverso e integrado en un contexto
diferenciado en el que sus contextos se modifican y cambian de forma permanente y
constante.
Estos procesos de formación integral, requeridos e impulsados por la visión holística
del ser humano en contacto estrecho con su comunidad y su entorno, han sido dejados de
lado, por una formación centrada en la atomización de la realidad donde las personas
aprenden de su “realidad disciplinaria”, dejando de comprender la relación entre el
individuo con un entorno complejo, dinámico, que está en constante construcción.
Ahora bien, la reflexión que surge es si efectivamente es posible dentro del marco
universitario avanzar hacia una suerte de reorganización de los curriculum que recojan
nuevos saberes y se atrevan a innovar en formas distintas de comprender la vida y el buen
vivir. Al observar a las universidades latinoamericanas nos encontramos con que existe una
presencia predominante de formación con un fuerte arraigo colonial, donde se pone el
acento en alcanzar los estándares de las universidades del hemisferio norte, en un proceso
de aspiración constante por alcanzar los rankings internacionales construidos bajo
paradigmas europeos. Para ello, muchas universidades construyen un marco estructural y
8
VÉLIZ BURGOS, Alex; VILLASANA LÓPEZ, Pedro y DÖRNER PARIS, Anita (2021). Aproximación crítica
a la Mirada Decolonial en el quehacer universitario: reflexiones desde la Salud Colectiva. Revista Inclusiones
vol: 8 n° 4, 195-202.
Véliz, A., Soto, A., Moreno, G., Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 827 - 837 831
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
organizacional tanto en la formación de pregrado y postgrado basado en una lógica legalista
de excesiva normativa en donde se establece un campo de acción limitado e hiperregulado
por decretos y otras reglamentaciones, que si bien permiten generar un marco de acción que
tributa la eficiencia y eficacia, también reduce las posibilidades de acción hacia la diversidad
de las personas
9
. El clásico paradigma cartesiano, que nos muestra una determinada que
debe ser observada y medida, impide poder verla o relacionarse con ella de maneras alternas
o diferentes.
En el caso de las Universidades chilenas, especialmente las Universidades del Estado
son presas de una tradición colonial, en la que se establecen una serie de reglamentaciones,
tradiciones y usos, donde incluso se han normalizado frases como “lo que no está decretado”
tiene poca relevancia, “se deben seguir los marcos normativos para resolver los problemas”,
“la norma impera por sobre la creatividad”, “aspiramos a ser como las universidades de alto
prestigio internacional”. Donde los académicos/as deben desempeñar roles cada vez más
estructurados, sujetos a los procesos de acreditación institucional, a los que las
universidades se ven permanentemente sometidas para certificar su calidad como
instituciones de educación superior, en áreas como: gestión, vinculación con el medio,
postgrado e investigación. Acreditación que en Chile está asociada a la disponibilidad de
mayores recursos, convirtiéndose en un fin en sí misma, e invisibilizando la Misión original
de la Universidad.
En este sentido las Universidades, si bien tienen cierta autonomía institucional,
siguen presas de un modelo disciplinar y colonialista eurocentrado, que de manera explícita
o implícita permite escasas reflexiones y acciones fuera de la lógica del propio modelo,
provocando además una asimetría de saberes entre el saber académico (investigación) y lo
que no es considerado como tal
10
. Donde además se socializa a las personas en un “lenguaje
científico” predominante, mirando al hemisferio norte e invisibilizando el conocimiento
local, regional, minimizando el interés por los saberes no universitarios, reduciéndolos a
conocimientos anecdóticos, manteniendo prisionera a la producción de saberes
investigación a lo que se genera en círculos académicos
11
. Las acciones que se realizan en y
desde el mundo universitario en su mayoría no consideran el sentir y pensar de las personas
que habitan en las comunidades (razón de ser de las Universidades), pues se recoge
información que muchas veces no se devuelve a quiénes aportan su experiencia,
conocimiento y visión del mundo. En ese sentido muchas voces reclaman por “Decolonizar,
9
VÉLIZ, A., DÖRNER, A., SOTO, A. y ALVARADO, P. (2021). Gobernanza universitaria en tiempos de crisis
sociosanitaria: experiencias de directivos chilenos. Hallazgos, vol. 38 35, 31-53. DOI:
https://doi.org/10.15332/2422409X.5454
10
ORTIZ, O. A. (2017). Decolonizar la investigación en educación. Praxis, vol. 13 n° 1, 93-104. Doi:
http://dx.doi.org/10.21676/23897856.2112
11
ORTIZ OCAÑA, Alexander (2019). “Altersofía y Hacer Decolonial: epistemología ‘otra’ y formas ‘otras’ de
conocer y amar. Utopía y Praxis Latinoamericana, vol. 24 85; 89-112. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27961112023
Véliz, A., Soto, A., Moreno, G., Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 827 - 837 832
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
indisciplinar la investigación”, lo que se propone como “dar un salto conceptual y
epistémico, y sobre todo practicar la desobediencia epistemológica”.
12
En este contexto surge la paradoja de una universidad que tiene como función ser
transformadora y catalizadora de nuevos sistemas relacionales y de bienestar social y
colectivo, y por otro una estructura conservadora que está anquilosada en las facultades,
escuelas y departamentos, que hace difícil que desde allí, se generen los cambios requeridos
respecto de futuros profesionales de las ciencias de la salud, que visualicen a un ser humano
como una persona con estrecha vinculación con su esencia, su contexto y su territorio, para
que las acciones de prevención y promoción de salud sepan considerar todas estas nuevas
dimensiones de análisis.
El reto de pensar en el territorio
Idealmente, el principal desafío para las Universidades debería ser “provocar”. ¿Qué
se provoca?, En primer lugar un contexto de reflexión que busca potenciar en el diálogo la
instalación de nuevas preguntas y nuevos conceptos con propuestas que permitan favorecer
un mejor bienestar social, con significados que den apertura a la diversidad de saberes, y de
esta forma favorecer la visibilización de la perspectiva de los múltiples conocimientos y
experiencias diferentes a la academia, apertura a nuevas miradas respecto al mundo en la
vida universitaria
13
, para asumir una mirada emancipatoria que comprende y se basa en la
comprensión intersubjetiva de nuestras realidades. Desde esta forma de proponer, se puede
tomar como ejemplo las propuestas de una Epistemología del Sur construida desde los
territorios y la pluriversidad, en la que es fundamental e indispensable ampliar la
participación de nuestras Universidades.
Atreverse a mirar y reconocer la existencia de diferentes perspectivas, miradas,
realidades, lenguajes y culturas que son tan válidas como la academia tradicional o
científica; atreverse a aceptar que “lo científico” es relativo, y que pueden existir diferentes
formas de aprender, no solo aprehender, y producir conocimiento. Sin embargo, la actitud
pasiva que se instala en nuestros estudiantes, ese modelo de educación bancaria del que nos
habló Freire
14
, conspira contra cualquier esfuerzo en contra. Frente a estos procesos las
propuestas deben ser cautivadoras y con sentido.
Estas miradas sin duda se enriquecen en la medida que se construyen con otro que
busca aprender, pero desde una vereda distinta con estrategias distintas y con caminos que
parecieran ser distintos, pero en muchos casos terminan siendo complementarios. Esta
posibilidad de coexistir con otras disciplinas con un objetivo común, con independencia
12
ORTIZ OCAÑA, A. y ARIAS LÓPEZ, M. I. (2019). Hacer decolonial: desobedecer a la metodología de
investigación. Hallazgos, vol. 16 n° 31, 149-168. Doi: https://doi.org/10.15332/ s1794-3841.2019.0031.06
13
Villasana López, P. (2020). “De la crisis de los fundamentos, a los fundamentos de una crisis civilizatoria
más allá de la Modernidad. COVID 19 como catalizador en Chile.” Salud y Bienestar Colectivo vol. 4 n° 2, 18-
28.
14
FREIRE Paulo (1972). Pedagogía del Oprimido. Buenos Aires: Siglo XXI Argentina Editores.
Véliz, A., Soto, A., Moreno, G., Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 827 - 837 833
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
metodológica, conceptual y epistemológica, desde la perspectiva e intereses del
conocimiento, que brinda una universidad, provee un interés técnico sin que medie la
subjetividad
15
y que ayuda a una co-construcción teórico-práctica que se acerca a una suerte
de democratización de los saberes
16
.
Una primera tarea que tenemos como miembros de unidades académicas a nivel de
pregrado y postgrado, es reconocer que la formación profesional es una de las diferentes vías
posibles de acercarse a la realidad; Sin embargo, no es la única forma de acercarse a la
realidad; se debe buscar con esta primera reflexión llevar a la conciencia el proceso de
socialización del que somos parte y víctimas en nuestra vida; hacer conciencia de los
procesos de reproducción que ejercemos y fomentamos, la mayoría de las veces sin mayor
reflexión y con sentido principalmente utilitarista e individualista
17
. Este primer
acercamiento consiste en identificar, reconocer y hacerse parte del reconocimiento de la
existencia de un modelo colonial predominante en el discurso, que existe y se hace presente,
pero al mismo tiempo estimar que dicho modelo colonialista no debe ser el único modelo
existente, un reconocimiento que desde la perspectiva de la formación de salud, cobra mayor
sentido, pues son las personas quienes también construyen sus propios modelos de
significado y le dan sentido a “su bienestar”. En este proceso las universidades deben dar
un salto epistemológico que impregne su accionar para movilizar el reconocimiento de los
diversos conocimientos, especialmente los que provienen de las realidades de una
comunidad, una región o de macrorregiones, buscando idealmente el diálogo con otras
diversidades. Esta acción de rebeldía al clásico modelo que reproduce facilita una suerte de
apertura hacia otras formas de educar que incorporen una relación más contextualizada,
directa y humana. No se trata de una rebeldía como una desobediencia civil, sino la
incorporación rigurosa de la intersubjetividad en una mirada que comprende realidades
históricamente determinadas. Esta acción reconoce de manera crítica el valor del
conocimiento históricamente acumulado y no lo desecha, se atreve a observar con una
mirada propia y local haciendo una lectura del acontecer del territorio en el cual está inserta
la universidad como institución preponderante del desarrollo académico, social y científico.
La transformación de las universidades latinoamericanas más allá de la
reproducción de conocimiento
Es relevante explicitar que la formación universitaria tradicionalista se sustenta en
un paradigma positivista que limita nuestra capacidad de senti-pensar respecto a nuestras
formas de hacer e interpretar, y nuestras formas de conocer al mundo, en el mundo. Este
15
HENAO-VILLA, C. F., ARANGO, D. A. G., MESA, E. D. A., GONZÁLEZ-GARCÍA, A., BRACHO-ACONCHA,
R., SOLORZANO-MOVILLA, J. G., & LOPEZ, A. P. A. (2017). Multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y
transdisciplinariedad en la formación para la investigación en ingeniería. Revista Lasallista de
investigación, vol. 14 n° 1, 179-197.
16
ZULUAGA-DUQUE, J. F. (2017). Relación entre conocimientos, saberes y valores: un afán por legitimar los
saberes más allá de las ciencias. Revista de investigación, desarrollo e innovación, vol. 8 n° 1, 61-76.
17
SOTO, A., DÖRNER, A., GARCÍA, C. y HERNÁNDEZ, T. (2018). El bienestar colectivo como tema de
resocialización familiar en la sociedad del capitalismo informacional. Utopía y Praxis Latinoamericana, vol.
23 n° 83, 51-56.
Véliz, A., Soto, A., Moreno, G., Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 827 - 837 834
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
paradigma imperante asociado a prácticas conservadoras y clásicas, instaladas en el
inconsciente universitario lleva a la universidad a reproducir un conocimiento científico que
busca normalizar la realidad al generar teorías explicativas que buscan interpretar los
fenómenos particulares desde propuestas globalizantes, inhibiendo los intentos de
propuestas participativas que ponen acento en las subjetividades, que se salgan de la norma,
el decreto o la jurisprudencia. Esta declaración puede ser gravitante a la hora de inducir a
nuevos académicos en el mundo de la docencia y más aún cuando desde esta acción
transformadora se pretende remover constructos clásicos como el de salud e instalar una
mirada más flexible e integradora.
Atrevernos a trabajar en procesos reflexivos con nuestras/os colegas, con los y las
estudiantes en un reconocimiento otro de ser y estar en el mundo y cómo afecta esta
reflexión el propio trabajo profesional de cara al futuro y a instalar la relación co constructiva
como un factor de salud personal y colectiva es sin duda un insumo relevante cuando se
quiere avanzar de la reproducción a la producción de saberes, desarrollo y conocimiento.
Desde esa perspectiva la decolonialidad es un camino gradual, reflexivo y en
comunidad, para reconocer a los otros como sujetos válidos de saberes y aportar con
alternativas, no con visiones absolutistas, trabajando con el reconocimiento del
conocimiento del otro, en una progresiva mirada que fomente que el individuo sea
consciente de su estar en comunidad, en el mundo
18
.
Ahora bien, es importante estar atento a no caer en un vacío discursivo en donde el
argumento termina difuminándose por una excesiva exposición o ideologización
terminológica y para ello no debe perderse el objeto de la humanización de la universidad
como espacio de encuentro entre distintos saberes que con forma respetuosa validan la
experiencia individual y construyen nuevas formas de abordaje para problemas antiguos o
recientes.
Siguiendo esta lógica, en primer lugar, el conocimiento, que entendemos como
saberes, académicos o no; tiene ese carácter intersubjetivo que es inmanente a los saberes,
superando además la pretensión de objetividad de la llamada ciencia moderna occidental
hegemónica y sus modos o formas de conocer, lo que llamamos epistemologías. Así, y no por
capricho semántico, entender y respetar a los saberes en su complejidad, lo que vemos y no
vemos, lo que sentimos o dejamos de sentir, y la diversidad y particularidades en las cuales
se manifiestan, configura nuestra primera premisa: el respeto por los saberes y la obligación
de ser y practicar la rigurosidad como facilitadores en la producción de
saberes/conocimiento. Esta premisa puede ayudarnos a superar el cientificismo excluyente
sin esquivar por comodidad la rigurosidad y el respeto por los saberes y el acto de conocer.
18
VÉLIZ-BURGOS, A. & FRANCISCO-CARRERA, F. (2020). Educación, generosidad, ecología y silencio:
hacia una didáctica de la salud y el bienestar en las aulas del siglo XXI. Revista Costarricense De Psicología,
vol. 39 n° 1, 1934. https://doi.org/10.22544/rcps.v39i01.02
Véliz, A., Soto, A., Moreno, G., Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 827 - 837 835
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
En segundo lugar, la opción colonial y decolonial se constituyen de manera
recursivamente esencial, y de alguna manera son complementarias. El colonialismo, como
forma de instrumentar el afán de control y poder, históricamente ha tenido, tiene y tendrá,
múltiples expresiones epistémicas en diferentes civilizaciones; floreciendo o no en tensión
con las opciones, corrientes de pensamiento, epistemes etc. de carácter decolonial,
alcanzando estados dinámicos de equilibrio (nunca de armonía). Lo decolonial transcurre
entonces, en tensión dialéctica con el colonialismo, como en un espejo, ambos avanzan
mirándose mutuamente, y ¿sería posible decir que uno no es posible sin el otro? Para ser
consecuentes y no complacientes, respondemos que no, pues la opción decolonial no es un
fin en misma, es la forma otra que nos permite luchar contra el colonialismo. Pero estamos
obligados a mirar los horizontes más allá del colonialismo; horizontes en los cuales el
colonialismo seguiría estando. Esto merece ser discutido desde posturas no
fundamentalistas, cuidándonos de terminar siendo ortodoxo/as en nuestra lucha contra la
ortodoxia. En tercer lugar, al hablar de “desobediencia metodológica” estamos refiriéndonos
a la libertad como método. La libertad de la que hablamos es un método en misma; un
método en el cual son los fenómenos los que nos dictan las maneras de conocerlos, en una
decisión que nos involucra como sujetos del proceso de producción de
saberes/conocimiento. Acciones como el contemplar comunal, conversar alterativo y
reflexionar configurativo van siendo posibles, con el respeto y la rigurosidad que la
producción de saberes nos exige en nuestro involucramiento en y con el Mundo
19
. No se trata
de la desobediencia por la desobediencia misma, se trata de obedecer a la desobediencia que
nos indica la realidad. Ser consecuentes con nuestro hacer decolonial.
Retos para la Salud Colectiva: decolonizar el concepto de salud
La consciencia y el hacer decolonial, pueden favorecer algo fundamental en el área de
salud. Uno de los primeros aspectos es la humanización del proceso de atención que tiene
relación con la atención centrada en la persona, en sus propias necesidades, incorporando
estos elementos a los procedimientos en salud
20
y por otro lado, la comprensión y
consideración de los saberes comunitarios. Esta epistemología, se ve enfrentada en el ámbito
de la salud a una serie de reglamentaciones que limitan los procesos en su desarrollo pleno.
¿Qué queda entonces? Trabajar arduamente desde los diferentes espacios disponibles para
provocar cambios en la formación profesional, en la relación con otros, recoger los saberes
comunitarios y la concepción de bienestar, y muy especialmente en los espacios de
validación
21
, como los Comités Ético Científicos, donde son verificados y filtrados los
aspectos metodológicos y éticos de cada investigación que desea cumplir con las normativas
y por lo tanto con criterios científicos universales de la verdad. La sola importancia de
19
CHAKRABARTY, Dipesh (2008). Al margen de Europa:pensamiento poscolonial y diferencia histórica.
Bracelona: Tusquest Editores.
20
DÖRNER A. (2017). “Aspectos Formativos de la Enfermería en el Sur de Chile”. Revista Inclusiones, vol. 4
n° 3, 157-162. VÉLIZ-BURGOS, A. (2020). “Salud y bienestar: un campo multidisciplinario. Revista 100-Cs,
vol. 6 n° 2, 15-20.
21
DÖRNER, A., PEREIRA, R. y ARRIAGADA, A. (2019). Hacia un modelo de universidad saludable: las
posibilidades de implementación en una universidad estatal chilena. Comunidad y Salud, vol. 17 n° 2, 60-64.
Véliz, A., Soto, A., Moreno, G., Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 827 - 837 836
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
trabajar con la dignidad de las personas como eje principal del quehacer ético
22
da sustento
y una sólida arquitectura moral respecto de avanzar sin transgredir los derechos y
oportunidades de las personas. Esto que pareciera tan esencial y sencillo no siempre cubre
la agenda de los cambios y transformaciones sociales y políticas en donde intereses
particulares se transforman políticas de estado que no benefician más que a un grupo
específico de personas. El bien común requiere un compromiso formal con el ser humano
como sujeto de derecho, que debe estar presente en la universidad como ente formador de
jóvenes adolescentes que llegan en pleno proceso de construcción de identidad y egresan
como futuros líderes de diversos ámbitos del desarrollo de un país.
Ahora ¿Cómo se logra un trabajo mediado, ético, comprensivo y progresivo?
Probablemente debemos buscar a la comunidad como centro del dialogo y el bienestar
común, en donde los actores sean a su vez los protagonistas y co-construyan de forma
horizontal los lineamientos básicos que permitan tener una comprensión más sentida,
honesta y significativa para toda la comunidad.
El pasar de formaciones tradicionales, coloniales y androcéntricas hacia conceptos
más integradores y diversos como el de salud colectiva que ha estado presente en este relato,
requieren sin duda de estrategias participativas desarrollados con diseños de investigación-
acción u otros que permitan con una mirada más cualitativa y fenomenológica construir
relatos vívidos que faciliten la consolidación de un cambio que surja desde la propia
comunidad y humanice la forma en que vivimos y nos relacionamos con nuestra propia
salud
23
.
Los modelos de gestión de la ciencia, los programas académicos universitarios y los
medios de comunicación contribuyen a establecer configuraciones sígnificativas e
ideológicas que proliferan y se instauran en el vivir cotidiano, configurando así la
colonialidad de la ciencia y la investigación científica
24
.
La Salud Colectiva para trascender al Modelo Biomédico Positivista tan difícil de
deconstruir y tan anquilosado en las propias estructuras curriculares de formación
universitaria, tiene el reto de consolidar una forma distinta de avanzar en la formación de
profesionales, de relacionarse con la comunidad, de involucrarse con el territorio,
trabajando de forma integrada con la interacción que surge del ser humano y su contexto.
Una Epistemología que nace desde una conexión con el territorio, y la consideración de la
22
SOTO SALCEDO, A. G., ANDRADE PÉREZ, M. L., VÉLIZ BURGOS, A. L., ESTAY SEPÚLVEDA, J. G., &
PEÑA TESTA, C. L. (2019). El valor de la ética en profesionales del nuevo milenio: Construyendo una sociedad
abierta. Opción, vol. 89-2, 686-705
23
VÉLIZ, A., SOTO, A. y DÖRNER, A. (2017). Reflexión respecto a las emociones en el trabajo del profesional
de la salud especialmente en población infantil. Dilemas Contemporáneos: Educación, Política y Valores.
Vol. 4 n° 3, 1-12.
24
ORTIZ OCAÑA, A., ARIAS LÓPEZ, M. I. y PEDROZO CONEDO, Z. (2018). “Metodología ‘otra’ en la
investigación social, humana y educativa. El hacer decolonial como proceso decolonizante. Revista FAIA, vol.
7 n° 30, 172-200.
Véliz, A., Soto, A., Moreno, G., Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 827 - 837 837
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
realidad como pluriversa
25
, como incorporación rigurosa de las intersubjetividades en
nuestra mirada, que busca y debe comprender realidades históricamente determinadas;
una configuración “otra” para el contemplar comunal, el conversar alterativo y el reflexionar
configurativo, como acciones/huellas decoloniales que median el tránsito desde la
decolonialidad hacia la comunalidad.
El nuevo concepto de salud y la transgresora mirada humanizada de la relación
individuo-entorno requiere un vehículo donde se instale como nuevo paradigma
comprensivo que module la intervención en salud de los futuros profesionales y para ello la
universidad es sin duda el espacio que por naturaleza recoge las manifestaciones culturales
que promueven cambios relevantes en el quehacer de un país. De allí que la universidad debe
flexibilizar sus rígidas estructuras que han sido diseñadas a imagen y semejanza del antiguo
mundo y avanzar hacia una versión latina más conectada con su gente y su territorio.
Conclusiones
El desafío es entonces pasar del discurso a la praxis y desde la praxis favorecer un
cambio de paradigma, que vaya más allá de lo académico y que impregne a la sociedad en su
forma de considerar el concepto de salud, un derecho básico que busca empoderar a las
personas y vincularlas con su entorno de una manera empoderada, abandonando
estructuras colonialistas que reproducen fórmulas que distan de las necesidades de las
comunidades latinoamericanas.
Bajo esta mirada, se debe promover un enfoque de salud colectiva y multicultural
participativa, responsable, que se adapta a las comunidades de forma dinámica y que puede
ser asumida por todos/as como un buen vivir.
Resulta imperioso además potenciar el trabajo interrelacionado entre las disciplinas
para enfrentar los problemas y desafíos que son y serán parte de las siguientes décadas,
especialmente lo relacionado con el cambio climático y los efectos sociales que este tiene en
su amplio espectro
26
,
27
.
25
VILLASANA LÓPEZ, P. “Acerca de la noción de Territorio. Una contribución a las Epistemologías del Sur”.
En VELIZ BURGOS, A. (coord.) y CONTU, M.; ESTAY SEPULVEDA, J. G. y MANSILLA, J. (Ed.).
Decolonización y Epistemicidio. Hacia un Nuevo Orbe Sur-Sur. Homenaje a la obra de Boaventura de Sousa
Santos. Viña del Mar: Editorial Cuadernos de Sofía.
26
VELIZ BURGOS, A.; ESTAY SEPÚLVEDA, J. G; VILLA, N.; MANSILLA SEPÚLVEDA, J.; BARRIENTOS-
BÁEZ, A.; MONTEVERDE Sánchez, A. (2021) Percepción del cuidado del agua de estudiantes secundarios
chilenos. La construcción de un Nuevo Mundo está en la juventud. Fronteiras: Journal of Social,
Technological and Environmental Science vol. 10 2. https://doi.org/10.21664/ 2238-8869.2021v10i2. p.
247-260
27
VÉLIZ BURGOS, Alex; SOTO SALCEDO, Alexis; FRANCISCO CARRERA, Francisco José; PEÑA TESTA,
Claudia y KATRANDZHIEV, Aleksandar Ivanov. (2020). El contexto ambiental y geográfico en la vivencia del
confinamiento por pandemia. Revista Notas Históricas y Geográficas, n° 25, 211-230.
Esta revista fue editada en formato digital y publicada
en octubre de 2021, por el Fondo Editorial Serbiluz,
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
Nº 99-3