Reyes, G., Rodríguez, S., Durand, L., Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 791 - 802 799
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culturales diferentes a través de las redes (Jenkins, 2009), piénsese en las posibilidades
que han abierto las experiencias a través de los blogs, las enciclopedias colectivas como las
wiki pedias, las redes sociales y todos los software libres que han aparecido, para abrir los
recursos tecnológicos a los usuarios de Internet, que están reformulando la relación entre
los sujetos, la información y el conocimiento, haciendo que la participación se convierta en
un derecho político social.
En la medida en que la participación colectiva crece, es más seguro que las
comunidades intenten buscar salidas y soluciones para sus problemas de una forma más
socializada y más activa socialmente hablando. Ello implica el surgimiento de nuevas
posibilidades para aumentar el poder de estas comunidades, es decir, mayor capacidad
para comprender y actuar en todos los campos de la vida social y, en consecuencia, para el
desarrollo social, humano y particularmente educacional.
Otro elemento determinante para entender los fines que persigue el desarrollo
humano lo expone la concepción tecnocientífica, representado por la superestructura
social, es decir, todo el aparato económico, político y cultural, que involucra no
solamente a la técnica, sino a la industria y al quehacer científico, en un recíproco
condicionamiento que ha marcado la consciencia humana, moldeada por las formas de
pensamiento y de comportamiento dictadas por la cultura dominante de cada tiempo,
conformando así una consciencia social que refleja la convicción de que sus perspectivas
culturales son únicas, naturales y racionales, o por lo menos comprensibles (Pineda y
Molero, 2017).
Las comunicaciones y las tecnologías de la información, que sirven de soporte al
proceso globalizante constituyen el factor clave en la construcción de este sentido común,
pues como mediación de los procesos sociales inducen prácticas sociales determinadas
que, soportadas en las nuevas tecnologías son, a la vez, una de las principales fuentes de
acumulación de capital. Por tales razones su conocimiento resulta fundamental para la
comprensión de las transformaciones económicas, políticas y socio-culturales que vienen
sucediéndose en el mundo actual (Crovi, D. 2004).
Así, las Tecnologías de la Comunicación y la Información constituyen el basamento
sobre el cual se articulan nuevas tensiones y transformaciones sociales convirtiéndose en
un objeto de estudio cada vez más complejo. Apoyadas en los resultados de la revolución
científico-técnica, especialmente en los de la microelectrónica, las comunicaciones y las
tecnologías de información se han transformado en el sector bastante dinámico de la
economía mundial y en una de las principales fuentes de acumulación de capital. Ellas son
también el principal factor condicionante de las prácticas socioculturales, las pautas de la
interacción educativas, los patrones conductuales y la percepción de la realidad. De la
naturaleza de la acción política, los espacios en que ésta se desarrolla y la naturaleza
cambiante de la relación entre lo público y lo privado y, en consecuencia, de las formas de
ejercicio democrático. En definitiva, no hay cambio importante en la actualidad, ni
proyección de transformación a futuro que no esté impulsado por las tecnologías de
información y comunicación.