Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades y Educación
Centro de Estudios Filosócos
“Adolfo García Díaz”
Maracaibo - Venezuela
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Depósito legal pp 197402ZU34 / ISSN 0798-1171
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99
2021-3
Septiembre-Diciembre
I. ÉTICA, GLOBALIDAD CRÍTICA Y BIENESTAR HUMANO
II. DIMENSIÓN EPISTÉMICA Y DESARROLLOS CULTURALES
III. LA EDUCACIÓN EN CONTEXTO INTERCULTURAL Y
DECOLONIAL
IV. REPENSAR LA EDUCACIÓN SUPERIOR: TEORÍAS Y
PRÁCTICAS
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Revista de Filosofía
Vol. 38, N°99, (Sep-Dic) 2021-3, pp. 762 - 778
Universidad del Zulia. Maracaibo -Venezuela
ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
Endocalidad educativa como apropiación social de los hechos
pedagógicos
Educational Endocality as Social Appropriation of Pedagogical Facts
Alex-Sandro Landeo-Quispe
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0989-9492
Universidad Nacional de Huancavelica - Perú
alex.landeo@unh.edu.pe
Vladimir Orihuela Rojas
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2993-9447
Universidad Nacional de Huancavelica - Perú
vladimir.orihuela@unh.edu.pe
Fernando Pool Orihuela Rojas
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0182-3351
forihuelarojas@gmail.com
Resumen
La investigación analiza los basamentos epistémicos de la endocalidad como cualidad de las
mejores formas educativas, al permitir la apropiación social de los hechos pedagógicos.
Junto a esto, destaca la vocación docente como demostración de solidaridad hacia las
comunidades. El uso de la educación como herramienta que provoca convivencia es
posibilidad de las sociedades éticamente coordinadas. Estas estrategias limitan las
fragmentaciones provocadas por modelos educativos conductistas, positivistas y
utilitaristas. En tal sentido, se realiza un estudio de caso de los profesionales egresados de
las universidades en la ciudad de Huancayo, Perú. Las indagaciones coordinan exámenes
bibliográficos junto a observaciones; consideran los enfoques descriptivos y vivenciales.
Palabras clave: Endocalidad; Vocación; Apropiación de los Hechos Pedagógicos,
Formación Docente.
________________________________________
Recibido 10-06-2021 Aceptado 12-09-2021
Este trabajo está depositado en Zenodo:
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.5699514
Landeo, A., Orihuela, V., Orihuela, F. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 762 - 778 763
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Abstract
The research analyzes the epistemic foundations of endo-quality as a quality of the best
educational forms, by allowing the social appropriation of pedagogical facts. Along with this,
the teaching vocation stands out as a demonstration of solidarity towards the communities.
The use of education as a tool that provokes coexistence is the possibility of ethically
coordinated societies. These strategies limit the fragmentations caused by behavioral,
positivist and utilitarian educational models. In this sense, a case study of university
graduates in the city of Huancayo, Peru is carried out. Inquiries coordinate bibliographic
examinations along with observations; they consider descriptive and experiential
approaches.
Keywords: Endocality; Vocation; Appropriation of Pedagogical Facts; Teacher Training.
Introducción
Tradicionalmente se concibe la formación universitaria como el predilecto medio a
través del cual se logra inculcar los conocimientos apropiados para enfrentar los retos que
las sociedades enfrentan. Cuando se reflexiona la formación humana se consideran las
competencias que se transmiten a través de la educación; estas deben coordinarse de tal
manera que hagan posible las mejores sociedades.
La formación correcta formación docente es uno de los pilares que posibilita las
mejores sociedades. En todo caso, la vocación del docente es determinante en el ejercicio
profesional. Por lo cual, la buena docencia pasa necesariamente por el impulso de la
vocación como compromiso humano.
1
En no pocos casos la docencia como carrera es seleccionada por quienes no pueden
cursar otros campos de saber. Entonces, la no concordancia entre vocación y el servicio que
la actividad pedagógica demanda influye sobre las muchas limitantes que se evidencian en
el ejercicio profesional.
En tal caso, destaca la vocación como el impulso primario que determina la vida
futura de quien se forma y ejerce en docencia. Es evidente que quien se resigna a ejercer la
docencia demuestra múltiples falencias y limitaciones en el ejercicio profesional. Así, las
mejores sociedades garantizan que quien cursa las carreras pedagógicas se encuentran
impulsados por la necesidad de servir a otros a través de los hechos educativos.
Disponer la formación docente de modo acorde a los restos sociales contemporáneos
significa afrontar las restricciones personales que limitan las formas educativas. Amerita por
1
BOLÍVAR, C. (2007). El Coaching Esencial. Libro: Capital humano. 213. Recuperado de:
https://essentialinstitute.org/uploads/Publicaciones%20y%20entrevistas/coaching%20esencial%20capital
%20humano_pdf.pdf en julio de 2021.
Landeo, A., Orihuela, V., Orihuela, F. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 762 - 778 764
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un lado seleccionar a quienes sienten vocación de servicios para brindarles los mejores
modos pedagógicos. Junto a esto, promover el servicio docente como uno de los mejores
servicios que se presta a la sociedad. Quien se forma adquiere las mejores estrategias para
servir a las comunidades a través del ejercicio educativo.
Es así que el docente debe contar con las mejores competencias posibles para que
pueda servir a la educada formación social; donde la adecuación está dada por la acertada
capacidad de educar en cómo operan las relaciones físicas que la realidad ofrece. A su vez,
concientizar en la responsabilidad hacia la vida común como la mejor estrategia ética
posible.
Por supuesto, las mejores pedagogías involucran el hecho de fomentar el
pensamiento crítico entre los formandos como la estrategia que facilita confluir reflexiones
en virtud de enfrentar las limitantes. Trata sobre la educción como ejercicio democrático en
la medida que posibilita la escucha hacia los valores que los otros ofrecen.
2
Destaca la noción de endocalidad como la capacidad individual y social de apropiarse
de la educación para crear las mejores sociedades posibles. En tal sentido, la apropiación es
dada por la capacidad de decidir las formas sociales como acuerdo entre quienes confluyen
socialmente. Desdeña cualquier imposición, privilegiando las prácticas dialógicas que la
democracia ofrece.
La endocalidad se presenta entonces como el giro pedagógico que le permite a las
comunidades emplear los recursos que conforman las mejores formas sociales. Así, disponer
de las confluencias y los encuentros para que sean los acuerdos quienes determinen las
prácticas pedagógicas pertinentes. En este escenario el Estado brindar los medios y recursos
para que sean las comunidades quienes ejerzan el derecho a conformar democracia. Mas
precisamente, las instituciones estatales se colocan al servicio de los acuerdos que las
comunidades concertan.
La investigación tiene el propósito de analizar los basamentos epistémicos de la
endocalidad como cualidad de las mejores formas educativas. Junto a esto, destacar la
vocación docente como demostración ética requerida por las mejores pedagogías. En tal
sentido, se realiza un estudio de caso de los hechos educativos en los egresados de las casas
de estudio superiores en la ciudad de Huancayo, Perú.
Metodología
Los análisis se realizan desde el enfoque cualitativo. El método de investigación es
fenomenológico; busca comprender las situaciones, influencias, relaciones y circunstancias
que caracterizan la educación contemporánea.
2
GARCÍA, M. (2006). Los Profesores como Trabajadores del Conocimiento. Certidumbres y desafíos para una
formación a lo largo de la vida. Revista Cuadernos de Pedagogía. (48)9. Recuperado de:
https://www.raco.cat/index.php/Educar/article/viewFile/20762/20602 en septiembre de 2021., pp. 27-56.
Landeo, A., Orihuela, V., Orihuela, F. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 762 - 778 765
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Se consideró a profesionales egresados de universidades de Huancayo en Perú, los
cuales son los sujetos de estudio. A estos se le aplicó entrevistas a profundidad como
instrumento que proporciona información. Se analizan los datos a través de la
categorización, estructuración, triangulación y contrastación de la información; de estos
derivan las consideraciones finales del estudio.
En este análisis se ordena, clasifica y compara para posteriormente darle significado
a los datos obtenidos; estos son de carácter descriptivo. Mediante las técnicas de análisis se
evidencian las vivencias y/o experiencias de los informantes en cuanto a la percepción que
tienen sobre la endocalidad como capacidad docente.
Desarrollo
La endocalidad como cualidad educativa
Esteve indica que “la comprensión de los saberes y haceres del ser humano desde una
perspectiva holística, pues su desempeño está condicionado por dimensiones físicas,
psicológicas y espirituales dentro de una macro dimensión social ilimitada.
3
Cuando el
autor considera la endocalidad destaca la apropiación de las formas de vida compartidas,
subrayando el hecho que este tipo de disposición amerita compromiso consigo mismo y los
otros para que sea posible lograr los modos de vida justos.
Cuando se antepone el prefijo endo se refiere a dentro; al conjugarla calidad recalca
que es posible lograr la mejor cualidad desde los haberes que se disponen dentro del sistema
que es susceptible de mejorar. Así, las maneras en las que se relacionan los elementos que
componen el sistema educativo determinan la calidad que este exhibe.
En este contexto, los docentes al conducir las prácticas educativas tienen la
responsabilidad de coordinar las acciones en favor de los mejores modos.
Consecuentemente, las prácticas docentes determinan la capacidad de alcanzar la
autogestión social como necesidad de la endocalidad educativa.
Es así que la educación como servicio requiere de la vocación como disposición a
conformar las mejores formas sociales. Evidentemente, quiebra la noción utilitaria de las
prácticas profesionales como acumulación de satisfacciones egoístas. Expliquemos, las
mejores prácticas docentes ameriten la disposición y compromiso solidario hacia los otros;
lejos está esto de los egoísmos que conforman las sociedades totalitarias.
4
3
ESTEVE, J. M. (2004). La Tercera Revolución Educativa. La educación en la sociedad del conocimiento.
Contextos Educativos: Revista de Educación. (6)7. Recuperado de: Dialnet-
VocacionDocenteVersusProfesionDocenteEnLasOrganiza-3675464.pdf en mayo de 2021., p. 16.
4
VAILLANT, D (2007). Mejorando la Formación y el Desarrollo Profesional Docente en Latinoamérica.
Pensamiento Educativo. (41)2. Recuperado de:
http://www.pensamientoeducativo.uc.cl/files/journals/2/articles/424/public/424-941-1-PB.pdf en agosto de
2021., pp. 207-222.
Landeo, A., Orihuela, V., Orihuela, F. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 762 - 778 766
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Destaca el hecho que las actuales prácticas docentes sobre todo en Latinoamérica se
caracterizan por ser practicistas, en cuanto realización de técnicas carente de reflexión
epistémica que las cimenten; notablemente individualistas. Es acompañado esto por los
remanentes de una educación orientada exclusivamente a capacitar para el trabajo. Explica
la vigencia de planes de estudio inconexos de los contextos donde acontecen, sin objetivos,
métodos y estrategias claras; donde la improvisación media las prácticas educativas.
Invariablemente, determinan las fallas pedagógicas de las sociedades contemporáneas.
5
El ejercicio docente actual se caracteriza por la confluencia del conductismo como
enfoque psicológico, el dogmatismo positivista como basamento epistémico y el utilitarismo
como limitante concepción antropológica. La educación a modo de conducción de la
conducta solicita la acrítica como condición de quien copia y reproduce conductas sin
reflexionar las razones de estas; invariablemente produce individuos mansos, incapaces de
apropiarse dialógicamente con otros de los medios que hacen cultura.
El positivismo da cuenta de una educación que se enfoca exclusivamente en la
condición fáctica de la existencia, reduciendo las consideraciones a la materialidad que
suscitan las relaciones entre los fenómenos; en tanto, desconsidera la ética como reflexión
que atiende las relaciones humanas y la política como las estrategias que pueden subvertir
las situaciones injustas de convivencias por justas. El utilitarismo impulsa sociedades
egoístas donde los conformantes son incapaces de confluir; acontecen como correlatos que
emplean la otredad como medios en función de lograr placer a través del consumo de
objetos.
Por supuesto, las prácticas docentes deseadas se enfrentan críticamente a las
reducciones fanáticas del conductismo, el positivismo y utilitarismo en beneficio de la
educación como práctica de humanización cuando median las disposiciones éticas entre
quienes se encuentran en los hechos educativos. Resalta aquí el papel del docente como
mediador de las estrategias debidas al formar a los seres humanos en las características que
las mejores sociedades ameritan.
En las concepciones equívocas docentes se consideran como un ingeniero
educacional, conocedor de técnicas que modelan modos de vida. Con el objeto de doblegar
la voluntad, cuando no se práctica el castigo físico se emplea la amenaza de las bajas
calificaciones.
Las prácticas docentes a desplazar son aquellas que limitan el diálogo como
confluencia humana, la crítica como expresión de la reflexión, la amenaza y castigo como
modeladora de la conducta requerida. En esto, la apropiación de la educación como entidad
que coordina mejores sociedades es posible al practicar el diálogo como entidad que
estructura los encuentros. Aquí el papel del docente es determinante para provocar el giro
5
LARROSA MARTÍNEZ, Faustino. (2010). Vocación Docente Versus Profesión Docente en las Organizaciones
Educativas. REIFOP. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3675464 en agosto
de 2021., pp. 44-49.
Landeo, A., Orihuela, V., Orihuela, F. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 762 - 778 767
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hacia las mejores pedagogías; invariablemente, amerita de la docencia como vocación de
servicio.
Nuevo paradigma en la formación docente
En las prácticas docentes contemporáneas se evidencia la ruptura entre los mejores
propósitos y los modos empleados. El docente no investiga los haberes que caracterizan el
medio donde acontecen los hechos educativos con el fin de ajustar las prácticas a las maneras
necesarias para cristalizar las sociedades habitables. Quien enseña se limita a mal cumplir
los contenidos programáticos, planes de estudio y currículos; estos, ante las exigencias
sociales, se convierten en gríngolas que impiden las mejores prácticas.
6
Es importante la responsabilidad social del docente pues a través de él se inducen las
debidas prácticas pedagógicas. Es así que las instituciones de formación docente se
convierten en organizaciones sociales al servicio de los modos justos de relación humana.
Las principales preocupaciones pedagógicas conciernen las condiciones a través de las
cuales los docentes aprenden; considera la justa educación como formación para el trabajo
y disposición ética hacia sí y las comunidades.
7
Es así que la disposición ética como reconocimiento de la condición humana entre los
individuos que conforman sociedad se convierte en la entidad epistémica pertinente a través
de la cual todas las prácticas deben condicionarse. Pues, el reconocimiento ético se convierte
en el mejor basamento que sustenta las debidas prácticas. De esta manera, la pedagogía, las
técnicas de reproducción social, se condicionan a la capacidad de evidenciar sociedades
habitables al ser justas.
Se desdeñan todas las formas de convivencia que no sean capaces de provocar
validación ética entre los seres humanos. El condicionamiento a la reciprocidad como
compromiso humano permite identificar aquellas prácticas que impiden las mejores formas
de vida que se comparten.
Las formas educativas requeridas parten del hecho que la educación es un proceso de
socialización al cual le es posible provocar los derechos humanos en tanto favorece el diálogo
como mediación de los encuentros humanos; quiebra las violencias e imposiciones al
cercenar las distancias que los dogmatismos provocan. Es así que la docencia se convierte
en vocación hacia los otros como necesidad de ser a través de la realización de quienes me
rodean; la vocación docente se evidencia como disposición solidaria hacia los otros.
6
ZABALA, M (2007). Competencias Docentes del Profesorado Universitario: Calidad y desarrollo
profesional. Narcea, S.A de Ediciones. Segunda Edición. España. Recuperado de:
https://books.google.com.pe/books?isbn=8427713991 en julio de 2021.
7
PEÑALVER, L (2005). La Formación Docente en Venezuela. Estudio Diagnóstico. UNESCO. Recuperado
de: https://www.oei.es/historico/docentes/.../informe_formacion_docente_venezuela_iesalc en julio de
2021., pp. 10-37.
Landeo, A., Orihuela, V., Orihuela, F. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 762 - 778 768
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La educación como endocalidad trata sobre la apropiación de la educación como
evento edificante de las mejores sociedades. Mas, esta posibilidad se encuentra
condicionada a la disposición solidaria y compasiva entre los seres humanos. Ciertamente,
el docente funge como un dispensador de recursos y herramientas; pero, estas tienen el
propósito de disponer humanamente a quienes conforman sociedades. Entonces, los
formandos reproducen las formas humanas de vida cuando confluyen en los proyectos de
convivencia.
Entonces la disposición ética destaca como competencia preponderante en la
educación que demuestra endocalidad. En tal sentido, las pedagogías disponen
humanamente en la medida que provocan los reconocimientos solidarios entre los seres
humanos. Es educación que condiciona las prácticas técnicas a la condición de evidenciar
humanización en las estrategias formativas empleadas. Por supuesto, impide la educación
como entrenamiento y mera formación para el trabajo cuando impulsa la compasión.
Apunta Peñalver:
La formación docente, aun cuando constituye un componente central
de los sistemas educativos en general, sigue pendiente su abordaje
como política para los tiempos contemporáneos; quizás para poder
reconfigurarla como un lugar académico, ético, social, político y
cultural, donde puedan ocurrir los cambios que exige el magisterio del
futuro.
8
Precisa la necesidad de coordinar éticamente la educación para que las mejores
sociedades acontezcan. Por lo cual, junto a la correcta formación técnica se suma la
competencia ética como capacidad para condicionar las prácticas a la conformación de
sociedades habitables. Estas sociedades se encuentran caracterizadas por la ausencia de
racismo, dogmatismos, fanatismos, violencia como corte y quiebre de las confluencias
humanas.
Necesaria es coordinar enseñanza acorde a los retos contemporáneos; en esto, los
docentes disponen las competencias precisas que les permiten educar técnica y éticamente.
Justamente, donde la ética se convierte en habilidad que permite expresar sociedades justas.
Por tanto, es una educación que problematiza la existencia al indagar, inquirir, preguntar
permanentemente y en conjunto las formas de vida que se comparten.
Es educación que cuestiona porque atiende el hecho que lejos están los derechos
humanos de ser realidades fijas, inamovibles e inalterables. Es educación que considera el
hecho que la vigencia de los derechos humanos sucede justamente en la cotidianidad de las
dinámicas e intercambios sociales. Por tanto, inquirir en común las situaciones de vida
8
PEÑALVER, L (2005). La Formación Docente en Venezuela. Estudio Diagnóstico. UNESCO. Recuperado
de: https://www.oei.es/historico/docentes/.../informe_formacion_docente_venezuela_iesalc en julio de
2021., p. 13.
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significa identificar las mejores prácticas de convivencia para que ocurran los derechos
humanos. Debido a esto, se insiste en las prácticas docentes como disposición ética hacia la
otredad.
El fracaso de la educación conductista se evidencia en las múltiples crisis que las
sociedades contemporáneas demuestran. Son estas expresiones de las incomunicaciones
entre los seres humanos, el posicionamiento del racismo, el dogmatismo y los fanatismos en
los espacios donde los diálogos deben mediar. La educación utilitaria falla como
humanización pues desconoce la condición sintiente de la otredad con el fin de disponer los
modos técnicos de producción donde las posibilidades humanas son sacrificadas. En tanto,
la esclavitud acontece como forma antinatural de ser, cercenando la convivencia, las
democracias, imponiendo a la fuerza todas las formas de totalitarismo.
El sustento de los totalitarismos contemporáneos radica en las reducciones
positivistas que cercenan la capacidad humana ética en beneficio de emplear los haberes
materiales para maximizar la producción sin atender a las formas de vida. El fanatismo
positivista intencionalmente obvia la vida como evento que se comparte; y que desde la
condición de ser compartida a la existencia le es necesaria precisos haberes éticos para
hacerla habitable.
En este escenario, la endocalidad como cualidad pedagógica contribuye a construir
formas éticas de convivencia basadas en la responsabilidad compartida. Atiende al hecho
que las mejores formas de educación suceden cuando a partir de la necesidad de vida justa
se disponen las acciones que permiten la vigencia de los derechos humanos.
9
Entonces destaca la endocalidad como basamento de la adecuada vocación docente,
al impulsar las disposiciones éticas que condicionan los ejercicios pedagógicos a las mejores
sociedades posibles. De esta manera, la validación de pasa necesariamente por la
disposición a humanizar la vida que se comparte.
Quiere decir que la endocalidad como componente de las mejores pedagogías insiste
en el hecho que cada ser humano se valida en la realización de los otros. Indica que no hay
manera de vida justa cuando los otros exhiben paupérrimas formas de convivencia. Remite
a un saber ético especial y predilecto porque condiciona toda realización humana a las
mejores formas de convivencia. En esto, cancela todas las concepciones hedonistas que
subsumen la realización de al empleo del otro como medio que suscita el consumo como
realización.
En las mejores sociedades los seres humanos entienden la educación como
disposición ética hacia la otredad. Por lo cual, la realización de pasa únicamente por el
servicio hacia las comunidades. Asistencia que se traduce en brindar los talentos,
9
VAILLANT, D (2007). Mejorando la Formación y el Desarrollo Profesional Docente en Latinoamérica.
Pensamiento Educativo. (41)2. Recuperado de:
http://www.pensamientoeducativo.uc.cl/files/journals/2/articles/424/public/424-941-1-PB.pdf en agosto de
2021., pp. 207-222.
Landeo, A., Orihuela, V., Orihuela, F. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 762 - 778 770
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pensamientos y acciones para solventar en común las limitantes que se enfrentan en virtud
de la convivencia pacífica.
Desde el punto de vista de las transformaciones que las sociedades requieren la
educación se conforma como el medio para concientizar éticamente como mejor disposición
hacia los otros. Involucra la solidaridad como habilidad que vence los egoísmos para hacer
de las sociedades lugares habitables. García refiere que “los cambios que se están
produciendo en la sociedad inciden en la demanda de una redefinición del trabajo del
profesor y seguramente de la profesión docente, de su formación y de su desarrollo
profesional.”
10
Estos cambios involucran desdeñar pedagogías centradas en la mera
realización de trabajo manual por el ejercicio del pensamiento crítico como confluencia
social.
La actividad docente es sin lugar a dudas una de las profesiones más importantes para
lograr sociedades justas. Pues, los hechos docentes son cajas de resonancia que multiplican
los sustentos antropológicos y epistémicos de las sociedades humanas. Seguidamente, la
importancia de la debida formación docente estriba que las prácticas sociales se encuentran
condicionadas a las correctas prácticas pedagógicas. Quiere decir que es condición de las
sociedades justas exhibir pedagogías humanizantes ejercida por profesionales
comprometidos solidariamente con las sociedades.
Esteve evidencia que “la actividad docente es una profesión con vocación, una
profesión de valores.
11
El docente dispone las herramientas para que las sociedades
acuerden los basamentos que justifican las prácticas sociales. Así, las mejores habilidades
solicitan el compromiso ético del docente. La acertada educación requiere de las
disposiciones éticas que humanizan las convivencias.
La vocación docente se presenta entonces como contención de las sociedades egoístas
al impedir la reproducción de la pedagogía como entrenamiento y condicionamiento
humano. La vocación refiere al impulso humano primario que subsume toda realización de
a la realización humana de los otros. En esto, el impulso de la vocación como servicio
caracteriza a las mejores sociedades.
El basamento epistémico que promueven las actuales prácticas educativas busca
coordinar sociedades de conocimientos. Este requerimiento se logra al capacitar en las
mejores competencias y habilidades que permiten operar de forma óptima la condición
material de la exigencia; por supuesto, involucra capacitación en la operación de los medios
digitales de la información. Mas, las sociedades de conocimientos se encuentran
caracterizadas por el reconocimiento ético entre quienes las conforman; por tanto, la
10
GARCÍA, M. (2006). Los Profesores como Trabajadores del Conocimiento. Certidumbres y desafíos para una
formación a lo largo de la vida. Revista Cuadernos de Pedagogía. (48)9. Recuperado de:
https://www.raco.cat/index.php/Educar/article/viewFile/20762/20602 en septiembre de 2021., p. 20.
11
ESTEVE, J. M. (2004). La Tercera Revolución Educativa. La educación en la sociedad del conocimiento.
Contextos Educativos: Revista de Educación. (6)7. Recuperado de: Dialnet-
VocacionDocenteVersusProfesionDocenteEnLasOrganiza-3675464.pdf en mayo de 2021., p. 26.
Landeo, A., Orihuela, V., Orihuela, F. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 762 - 778 771
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formación en los compromisos que los seres humanos nos debemos se convierte en haber
indispensable de las mejores pedagogías.
Son posibles las mejores sociedades al romper los modelos educativos que generan
las crisis contemporáneas. Impulsa la elección de la docencia como servicio social,
compromiso para solventar las premuras compartidas para que la solidaridad medie las
óptimas convivencias. Significa romper las imposiciones dogmáticas por formas dialógicas
de relación; en estas, se sustentan las sociedades democráticas.
Destacan las prácticas democráticas como apropiación de las comunidades de los
medios, formas y maneras que permiten construir cultura. En este requerimiento el diálogo
sirve de encuentro a las reflexiones humanas. La democracia como mejor forma de
convivencia reproduce en los hechos educativos los valores que la sustenta; donde la
disposición ética cimenta las mejores relaciones posibles.
Datos de investigación
Los resultados se basan en los datos que aportan los sujetos de investigación. Se
clasifican las categorías de la siguiente manera: Falta de Competencias Docentes (12-13),
Endocalidad (19-20), Vocación (53-55) y Enseñar por Opción (75-76). Asimismo, se
muestra la estructuración, triangulación y contrastación que proporcionan los hallazgos y
conclusiones del estudio.
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Consideraciones finales
La endocalidad destaca como competencia de las mejores sociedades al involucrar
dos eventos: La apropiación de la educación por parte de las comunidades para establecer
modos de convivencias justos; también, como expresión de la vocación de los docentes. En
tanto, funciona como medio que posibilita las sociedades democráticas, siendo estas
impulsadas por la solidaridad como realización común.
La endocalidad como virtud educativa destaca como estrategia que permite superar
las múltiples crisis que atraviesan las sociedades contemporáneas, al disponer los haberes
éticos que la convivencia humana solicita. En tanto, cancela las sociedades egoístas que
reproducen haberes técnicos que emplean a los seres humanos como medio para la
obtención de placer mediado a través del consumo de objetos. En tanto, refiere directamente
a la capacidad humanizante de la educación comprometida con los proyectos democráticos.
El estudio de caso permite identificar las falencias y limitaciones de la educación
signada por la falta de vocación docente, por la incomunicación entre quienes confluyen.
Subraya la necesidad de vencer la educación como mero entrenamiento de la fuerza de
trabajo. Insiste en la educación como construcción de sociedades de conocimiento al ejercer
en común el pensamiento crítico.
Se observa que las categorías apuntan a la falta de competencias por parte de algunos
docentes, lo cual determina el fracaso de la educación como acción que edifica sociedades
justas. La falta de vocación es resultado de la pedagogía como entrenamiento; de las
reducciones humanas que las sociedades egoístas impulsan. La desmotivación como
síntoma de las sociedades fracasadas impide la reproducción de prácticas culturales
auténticas al propiciar los desencuentros que las sociedades totalitarias requieren.
16
Frente a esto, debe insistirse en la educación como quiebre de las sociedades egoístas
porque es capaz de humanizar las relaciones sociales. La educación dispone el diálogo que
permite la confluencia humana con el fin de conformar modos democráticos de convivencia.
Es así que educar se convierte en evento liberador para las partes involucradas.
Las pedagogías contemporáneas insisten en la educación como suceso capaz de
conformar las mejores sociedades; pero, requieren la intencionalidad como disposición para
los encuentros humanizantes. La endocalidad como cualidad educativa quiebra los
desencuentros de las pedagogías conductistas al fomentar el pensamiento crítico como valor
de las acciones liberadoras.
16
PEÑALVER, L (2005). La Formación Docente en Venezuela. Estudio Diagnóstico. UNESCO. Recuperado
de: https://www.oei.es/historico/docentes/.../informe_formacion_docente_venezuela_iesalc en julio de
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Landeo, A., Orihuela, V., Orihuela, F. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 762 - 778 778
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Se vence la educación como entrenamiento de individuos acríticos que se acoplan a
las máquinas que reproducen sociedades fragmentadas.
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La endocalidad invita a la
confluencia humana como evento democrático, considerando la ética como reflexión que
impulsa las mejores formas de convivir; porque siempre educar es confluir humanamente.
17
LARROSA MARTÍNEZ, Faustino. (2010). Vocación Docente Versus Profesión Docente en las Organizaciones
Educativas. REIFOP. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3675464 en agosto
de 2021., pp. 44-49.
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REVISTA DE
FILOSOFÍA
Esta revista fue editada en formato digital y publicada
en octubre de 2021, por el Fondo Editorial Serbiluz,
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
Nº 99-3