Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades y Educación
Centro de Estudios Filosócos
“Adolfo García Díaz”
Maracaibo - Venezuela
Esta publicación cientíca en formato digital
es continuidad de la revista impresa
Depósito legal pp 197402ZU34 / ISSN 0798-1171
Dep. Legal ppi 201502ZU4649
99
2021-3
Septiembre-Diciembre
I. ÉTICA, GLOBALIDAD CRÍTICA Y BIENESTAR HUMANO
II. DIMENSIÓN EPISTÉMICA Y DESARROLLOS CULTURALES
III. LA EDUCACIÓN EN CONTEXTO INTERCULTURAL Y
DECOLONIAL
IV. REPENSAR LA EDUCACIÓN SUPERIOR: TEORÍAS Y
PRÁCTICAS
Revista de Filosofía
Vol. 38, N°99, (Sep-Dic) 2021-3, pp. 631 - 644
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
Multiculturalidad y modelos económicos en América Latina
Multiculturalism and economic models in Latin America
Karla Stefanny Huertas Vilca
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6042-9680
Universidad Privada del Norte
Trujillo - Perú
n00094540@upn.pe
Omar Fabricio Maguiña Rivero
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-1173-7748
Universidad Privada del Norte
Trujillo Perú
Omar.maguina@upn.edu.pe
Luis Augusto Durand Azcárate
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2590-7333
Universidad Privada del Norte
Trujillo Perú
Augusto.durand@upn.pe
Resumen
El artículo tiene por objetivo analizar los modelos económicos aplicados a través de la historia
en Latinoamérica, haciendo hincapié en el desarrollo del modelo neoliberal, entendido como la
preferencia por los mercados sobre las normas culturales; trayendo a colación la sustitución de la
razón social por una economía abundante en capital y riquezas acumuladas en un sector de la
población. Garantizando así, la conversión de los derechos sociales en servicios mercantiles, donde
su principal finalidad es la búsqueda de equilibrios macroeconómicos a costa de la marginalidad,
discriminación y vulneración a derechos de poblaciones que representan la multiculturalidad en la
región. Por ello, la necesidad de búsqueda del equilibrio enfocado en la salvaguarda individual y
colectiva en cara al abuso y arbitrariedad capitalista. La presente investigación asume una postura
teórica-filosófica, empero, reconoce la confluencia en el impacto político, cultural y ecológica.
Escenarios que han concentrado problemáticas que desembocan en la destrucción de la diversidad
de pueblos en la región, trastocando el valor y la dignidad humana al perseguir una cultura
dominante, la asimilación de otras vulnerables a través de la imposición de saberes, creencias y
modos de vida distintas a las suyas. Por esta razón, se reconoce la importancia de un modelo
económico reorientado a la compresión multidimensional de su repercusión en el entorno, creando
una convivencia horizontal con las culturas relegadas y marginadas en la sociedad.
Palabras clave: Modelos económicos; neoliberalismo; pueblos marginados; multiculturalidad;
Latinoamérica.
________________________________________
Recibido 10-06-2021 Aceptado 12-09-2021
Este trabajo está depositado en Zenodo:
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.5677115
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 632
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
Abstract
This paper aims to analyze the economic models applied throughout history in Latin America,
emphasizing the development of the neoliberal model, understood as the preference for markets over
cultural norms; bringing up the substitution of the company name for an economy abundant in
capital and accumulated wealth in a sector of the population. Thus, guaranteeing the conversion of
social rights into commercial services, where its main purpose is the search for macroeconomic
balances at the expense of marginalization, discrimination and violation of the rights of populations
that represent multiculturalism in the region. That is why, the need to search for balance focused on
individual and collective safeguarding in the face of abuse and capitalist arbitrariness. The present
investigation assumes a theoretical-philosophical position; however, it recognizes the confluence in
the political, cultural and ecological impact. Scenarios that have concentrated problems that lead to
the destruction of the diversity of peoples in the region, disrupting the value and human dignity by
pursuing a dominant culture, the assimilation of other vulnerable ones through the imposition of
knowledge, beliefs and ways of life different from yours. For this reason, the importance of an
economic model reoriented to the multidimensional compression of its impact on the environment
is recognized, creating a horizontal coexistence with relegated and marginalized cultures in society.
Keywords: Economic Models; Neoliberalism; Marginalized Peoples; Multiculturalism;
Latin America.
I. Multiculturalidad y modelos económicos en Latinoamérica
Los resabios sociales que conlleva la aplicación de un modelo económico poco
solidario en las poblaciones menos reconocidas en cuanto a derechos se refieren dentro de
la gestión política y económica de un país, sobre todo en Latinoamérica, denota la
parcialidad del conducto para la administración de la riqueza en un cierto sector social que
desemboca en un interés particular sin mediar la garantía de la estabilidad económica de las
poblaciones de inmigrantes, indígenas, aborígenes, campesinas, entre otros. En ese sentido,
la multiculturalidad vista como un vector cultural cuyos principios surgen bajo las
aspiraciones del respeto, reconocimiento de sus diferencias y la promoción del derecho de
minorías respecto a las mayorías, buscan que sus demandas sean atendidas con el mismo
valor e importancia que se les atribuye a sectores que evidentemente detentan el poder
económico como condición indispensable de gobernabilidad y el correcto manejo de
dinámicas sociales.
El abandono de la premisa de Estado- nación homogénea conforma la base que
detenta el fenómeno migratorio trasnacional de ciertos grupos etnoculturales para pasar a
conformar en una nueva comunidad la realidad de un grupo minoritario. Asimismo, la
concepción “minoría” enraizada en Latinoamérica no sólo atañe la movilización de culturas,
sino también distingue a los pueblos originarios de un determinado espacio geográfico,
denominados indígenas, cuya característica distintiva parte de la categoría autóctona y
aborigen.
La complejidad dentro del contexto Latinoamericano deja entrever una filosofía
intercultural, como aquel diálogo e interacción constante hacia el enriquecimiento del
intercambio de costumbres, idiosincrasia y modos de vida que definen una cultura
propiamente dicha. En consecuencia, el derecho a la realización y el reconocimiento de
culturas, a partir de este fenómeno intercultural, requiere a su vez de la justicia social, de tal
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 633
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
forma que puedan poseer, sin privación alguna, de las condiciones necesarias que respaldan
su identidad y dignidad humana. Así pues, la interculturalidad en América Latina ha estado
sujeta a luchas políticas de movimientos sociales que han transcendido calando y dejando
un mensaje de reclamo frente al patrón excluyente y discriminatorio de los modelos
económicos adaptados y operativos en los países que conforman la región, los que, de
acuerdo a Bussoletti, Estrada & Mariscal, identifica especialmente a movimientos indígenas,
afrodescendientes y de mujeres.
1
El multiculturalismo, entonces parte de una ideología social-política como resultado
de la globalización y la afluencia migratoria dictada a nivel internacional
2
, también conocido
como el puente en el que converge la diversidad cultural en un estado de estar-transitar de
múltiples culturas que propugna la comunicación intercultural. En ese sentido, hoy la
coexistencia de culturas responde al agravamiento de la desigualdad a raíz de los recientes
cambios en las sociedades latinoamericanas originando confrontaciones que formulan una
actitud de oposición
3
, en tanto se trate de derechos humanos vulnerados.
Efectivamente, el caso de Latinoamérica concentra el punto ebullición del encuentro
de culturas que a lo largo de la historia han venido agrupándose por múltiples grupos
étnicos, por lo que el producto de la esclavitud africana, aunado a la migración europea y
asiática, colige en la existencia de medio millar de idiomas indígenas u originarios.
4
Por esta
razón, es de suma importancia realizar un recuento de la evolución de la cultura indígena en
Latinoamérica. Se estima pues, que, en el año 2002, fueron 40 millones de personas que
representaron el 10% de la población total de la región, cuya distribución varió,
concentrándose en México y América Central. De modo que, fueron Bolivia y Guatemala, los
países cuya cifra resultó ser superior respecto a la cantidad de personas indígenas, mientras
que en Ecuador y Perú la integraron cerca del 50% de la población. Sin dejar de mencionar
que, México tuvo una concentración de indígenas en el centro y sudeste del país. Caso
contrario, la situación de Brasil y Argentina configuraron un porcentaje menor al 1% en su
población
5
.
Actualmente, las estimaciones varían en cuanto al número de pueblos indígenas
existentes. Es decir, sobre la base de criterios lingüísticos, se pueden distinguir unos 400
grupos diferentes, divididos a su vez en varios miles de comunidades locales. Así pues,
algunos idiomas (como el maya y el quechua) son hablados por millones de individuos,
mientras que otros (como los de numerosas tribus amazónicas) están en vías de extinción.
Sin duda observamos que la idea estandarizada de un país monogrupal y monocultural es
rechazada, puesto que, a partir de sus diferencias idiomáticas, genéticas y estilos de vida, un
1
Cfr. BUSSOLETTI, D., ESTRADA GUEVARA, Á. & MARISCAL LANDÍN, D. La interculturalidad en América
Latina: una categoría en construcción. RECERCA. Revista De Pensament I Anàlisi, (11), 11-27, 2011.
Disponible en: https://www.e-revistes.uji.es/index.php/recerca/article/view/221
2
Cfr. BARABAS, A. Multiculturalismo, pluralismo cultural e interculturalidad en el contexto de América
Latina: la presencia de los pueblos originarios», Configurações, N° 14, 2014.
3
Cfr. GARCÍA, N. Culturas híbridas y estrategias comunicacionales. Revista Estudios sobre las Culturas
Contemporáneas. Vol. III (5).109-128, 1997.
4
Cfr. PALOMINO, J. La constitución multicultural peruana. Lex: Revista de la Facultad de Derecho y Ciencia
Política de la Universidad Alas Peruanas, Vol. 14, N° 17, 2016.
5
Cfr. SATVENHAGEN, R. Identidad indígena y multiculturalidad en América Latina”. Revista
Iberoamericana de Filosofía Política, Humanidades y Relaciones Internacionales. N° 07, 2002
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 634
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
grupo humano distará del otro en función a caracteres sociales, económicos y sobre todo
políticos, por tanto, compartimos la posición sentada por Bhikhu Parekh
6
cuando menciona
lo siguiente:
“Aunque sean múltiples las diferencias de los grupos que reclaman el reconocimiento
de su población, el común denominador radica en la resistencia a la aceptación de la
homogeneización y asimilación en sociedad más amplias”
De hecho, esta lucha cobró preponderancia paralelamente al surgimiento y adopción
de modelos económicos destinados a prevalecer en la región latinoamericana y su secuencia
cobró partida desde el siglo XX hasta el actual siglo XXI, iniciando por el modelo primario
exportador, seguido del modelo de industrialización por sustitución de importaciones y
finalmente el modelo neoliberal. Este último, protagonista del análisis del presente artículo,
dando pie a la evaluación de un “enfoque postneoliberal” como concepto polisémico y
transitorio.
Bajo este contexto, la corriente capitalista dentro del modelo neoliberal imperante,
desarrolló sus bases principales basadas en la estabilidad macroeconómica y la apertura
externa de los países de la región
7
, puesto que el detonante se debió a la crisis de la deuda en
los 80 donde la medida fue el impulso de las exportaciones, con la finalidad de lograr evitar
cuantiosos desequilibrios macroeconómicos. Con ello se atenúo el disparo de los precios que,
durante el año 1987, ya habían alcanzado una tasa de inflación del 159% en el estado
mexicano, 175% en Argentina y 395% en Brasil.
De esta manera, el multiculturalismo, sobrevive hoy en día dentro de un proyecto
liberal en la modernidad actualizada y servil, que destina sus objetivos hacia un capitalismo
global
8
, que, tomando las palabras de Díaz- Polanco, coincidimos en que:
El Multiculturalismo se traduce en una propuesta de reconocimiento respecto a
la diversidad cultural cuya intención apunta que dichas culturas sean vinculadas
al mercado donde el punto de convergencia de las disímiles y opuestas
cosmovisiones expresadas en espacios limitados se logran concretizar a través
del consumo, en ese sentido las proyecciones de las diversas culturas y etnias
locales trascienden las fronteras nacionales a través de su incorporación al
mercado global
9
6
Cfr. BHIKHU P. Repensando el multiculturalismo-diversidad multicultural y teoría política. Istmo, Madrid,
2005.
7
Cfr. SÁNCHEZ, D. El modelo económico en América Latina desde los años noventa hasta la gran
crisis. Revista CIDOB d’Afers Internacionals. (85-86), 2009.
8
BOLÍVAR ECHEVERRÍA. Discurso crítico y modernidad. Ediciones desde abajo, Bogotá, 2011, p. 48. “Dos
razones que se complementan hacen de la teoría crítica del capitalismo una vía de acceso privilegiada a la
comprensión de la modernidad: de ninguna realidad histórica puede decirse con mayor propiedad que sea
típicamente moderna como del mundo capitalista de reproducción de la riqueza social; a la inversa, ningún
contenido característico de la vida moderna resulta tan esencial para definirla como capitalismo.”
9
DÍAZ-POLANCO, H. Elogio de la diversidad. Globalización, multiculturalismo y etnofagia. Siglo Veintiuno
Editores, México, 2007, p. 28
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 635
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
Así también, su integración en el mercado denota la preservación del modelo
económico neoliberal, que en opinión de Walzer señala que el liberalismo, al describir la
variante más común en la actualidad, es considera una teoría insuficiente con una praxis
política inservible
10
al reconocer la lucha de comunidades minoritarias ante una opresión
liberal capitalista. Frente a ello, algunos autores han planteado como discurso correctivo a
la descolonización, como contribución a partir de la interculturalidad, en tanto este concepto
refiere al sentido de independencia político formal que logra desvincular a un país del poder
colonial.
Sin embargo, considera la autora, esto únicamente es aplicable desde una perspectiva
teórico -geográfica, puesto que la realidad dista de un carácter utópico, donde aún se percibe
el colonialismo sustancialmente dentro del contexto de asimetría de estructuras políticas,
injusticia social, marginación geopolítica y sobre todo exclusión cultural. Por tanto, es
necesario examinar el estado de la “colonialidad” actual y el proceso de “descolonización”,
donde son las comunidades minoritarias excluidas, las más interesadas en su adopción por
sus respectivos Estados, puesto que enfrentan una era de globalización neoliberal.
II. Modelos económicos en Latinoamérica
Resulta complejo acaparar la realidad económica encuadrando cada etapa
cronológicamente dentro de un modelo económico, sin embargo, para fines explicativos se
distinguen tres modelos económicos y un enfoque que parte como etapa de transición para
dar solución al modelo imperante en la región Latinoamérica.
Según Álvaro Cálix
11
, la necesidad económica dio paso a la constitución de los
siguientes modelos económicos:
- Modelo primario exportador: Se centra en la exportación de materias primas,
entre las más recurrentes se distinguen tanto productos agrícolas como minerales. En
ella se concentra el impulso por la inserción internacional de países no desarrollados.
Si bien su puesta en práctica significó el crecimiento del PIB en Latinoamérica, este
no resultó favorable en cuanto a bienestar social se refiere, puesto que creó un estado
de dependencia de la demanda de centros capitalistas durante las primeras décadas
del siglo XIX, donde Argentina, Chile y Uruguay respondía a la demanda inglesa, y
posteriormente fueron los países de México, Brasil y los ubicados en Centroamérica,
los que adoptaron este modelo; en suma originando así, un sector atrasado de
subsistencia.
- Modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones: Su
nacimiento responde a la contraposición del modelo primario exportador. El mismo
que no centraba sus esfuerzos en las importaciones de manufactura y bienes de
capital, así como se abstenía de generar un valor agregado para el producto. A través
10
Cfr. WALZER, M. Razón, política y pasión. Tres defectos del liberalismo. Machado Libros, España, p. 11.
11
Cfr. CALIX, Á. “Los enfoques del desarrollo en América Latina. Hacia una transformación social-ecológica.
Análisis, N° 1, 2016. Disponible en: https://library.fes.de/pdf-files/bueros/mexiko/12549.pdf
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 636
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
de sus políticas, el proceso de industrialización otorgó al Estado la extensión de
facultades promotoras de factores económicos en la reproducción de condiciones
sociales para las masas laborales, haciendo énfasis en el área industrial urbana. En
Latinoamérica, este modelo tuvo lugar entre los años 1950 y 1970, demostrando que
su desarrollo en la región no fue uniforme, en consecuencia, los países que obtuvieron
mayores niveles de industrialización fueron: Brasil, Argentina y México; por otro
lado, lo de menos alcance estuvieron comprendidos por: Chile, Colombia, Perú y
Uruguay.
- Modelo Neoliberal: Su mayor difusión y consolidación tuvo lugar en
Latinoamérica, logrando desplazar esferas institucionales sentadas bajo los modelos
primigenios anteriormente expuestos. Es durante los años setenta que sus aportes
teóricos empezaron a predominar, no obstante, fue necesario la espera hasta la
década siguiente para obtener el respaldo político que sienta las normas orientadas a
la estabilización macroeconómica con una mirada hacia la liberación de los mercados
y su apertura externa.
La implementación de este modelo, durante el siglo XX trajo como consecuencia todo
lo contrario a lo esperado como teoría, pues numerosos países de la región tuvieron que
lidiar con severas crisis económicas, tales como: el periodo de inestabilidad en México
(1994), Brasil (1999) y Argentina (2001)
12
, pues a partir del denominado “Consenso de
Washington”, los países de la región aplicaron medidas con tendencias a liberalizar y a
desregular las economías. Con esta intención, se puso en marcha reformas estructurales
neoliberales para asegurar un impacto en un nivel de crecimiento óptimo y productivo.
Sin embargo, si bien estas aspiraciones teóricas tuvieron resultados positivos
modestos, estos no pudieron mantenerse a largo plazo a partir de reformas deficientes que
no contaron con la importancia de integrar el enfoque de garantía y bienestar de sus
poblaciones. A partir de esto, se visibilizó la carencia de políticas compensatorias, cuyo
objetivo enmarca a las comunidades menos favorecidas y, como consecuencia, muestran
altos niveles de desprotección a causa de la introducción de las reformas liberales.
13
Para ejemplificar, la promesa de empleo de calidad fue una de los planes arraigados
durante este modelo económico, empero, no pudo llegar a concretarse, puesto que el
postulado primigenio del modelo neoliberal no llegó a crear el nivel de empleo anunciado
y, por el contrario, extendió la economía informal. Por tanto, la consecuencia inmediata de
esa situación trajo consigo el deterioro de los salarios reales, concentración de ingresos y
aumento de la pobreza, por lo que el aumento de capital en un país, efectivamente,
12
Cfr. ARENAS, N. 2012. Post-Neoliberalismo en América Latina: en busca del paradigma perdido”, Revista
Aportes para la Integración Latinoamericana, Año XVIII, N° 27.
13
Cfr. HEREDERO DE PABLOS, M. “Reseña: Modelos de Desarrollo Económico en América Latina:
desequilibrio externo y concentración de la riqueza”. Revista de Estudios Regionales, N° 76, 2006.
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 637
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
promueve la heterogeneidad estructural de un sistema económica alcanzando así, la
estratificación social.
14
Posteriormente, en 1988 un grupo de líderes, políticos e intelectuales en
Latinoamérica dan cuenta de los fallos que emanan de un modelo neoliberal, siendo
pertinente la búsqueda del paradigma perdido. Esta iniciativa fue encabezada por el filósofo
y político brasileño, Roberto Mangabeira Unger y el político mexicano, Jorge Castañeda,
quienes sembrarían el manifiesto denominado como “la alternativa latinoamericana”, que
luego se llamaría “post- neoliberalismo”
15
Frente a ello, comenzaron las disputas entre los núcleos centrales del Consenso de
Washington y el Consenso de Buenos Aires, este último reconocido cinco años después de
los términos sentados por los mandatarios de Brasil y Argentina con el fin de guiar sus
mandatos hacia la priorización del bienestar social, justicia y libertad, como lucha firme
contra la desigualdad.
Al respecto, considera María Rhó
16
:
(…) la etapa política se abre en Sudamérica, debe ser entendida como de “crisis
de legitimidad política del neoliberalismo”, mas no como el inicio de un ciclo
postneoliberal, puesto que no hace referencia a un nuevo proceso de transición
o superación de este modelo económico, sino que este se renueva y reconfigura
en proyectos alternos.
Por otro lado, Féliz
17
demuestra la existencia de un enfoque post- neoliberal cuando
analiza el caso argentino a través de Néstor Kirchner, quien asume el poder en el año 2003
y por quien el autor expresa que:
El modelo instaurado por Kirchner representa un “neo-desarrollismo”, esto es
en otras palabras, un desarrollo capitalista postneoliberal, puesto que
manifiesta a través de su plan de gobierno cambios respecto al proceso de
valorización del capital y con ello las políticas públicas integradas. Es así que, lo
social retorna a la agenda del Estado tomando un rol principal en la conexión
entre el mercado y la esfera social, es decir en el marco de políticas
macroeconómicas se convergen las presiones de un mercado globalizado con los
interesas nacionales.
14
Cfr. GUILLÉN, A. 2007. Modelos de Desarrollo y Estrategias Alternativas en América Latina. Centro
Internacional Celso Furtado de Políticas para o Desenvolvimento. Documento disponible en
http://www.centrocelsofurtado.org.br/arquivos/image/201108311505340.A_GUILLEN3.pdf
15
Cfr. Ibíd.
16
RHÓ, M. “¿Ciclo pos-neoliberal? Una aproximación histórico-conceptual a la crisis del neoliberalismo en
Sudamérica”. Revista de la Red Intercátedras de Historia de América Latina Contemporánea. Año 3, 5,
2015.
17
FÉLIZ M. “¿Neo-desarrollismo: más allá del neo-liberalismo? Desarrollo y Crisis Capitalista en Argentina
desde los 90”. THEOMAI, N° 23, 2010.
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 638
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
En ese sentido, existen posturas marcadas en cuanto al enfoque postneoliberal y su
puesta en práctica en países de la región Latinoamérica, no sin antes precisar que algunos
autores acuñan distinta denominación a la apertura y reconocimiento de intereses sociales
frente a una era capitalista. Sin embargo, es necesario distinguir que países como
Venezuela, Bolivia, Ecuador y, recientemente, con el nuevo gobierno a mando en Perú, ya
han dispuesto políticas planteadas con dicho enfoque, las mismas que plantean un objetivo
explícito al trazar metas de disminución de la pobreza y los elevados niveles de desigualdad
social.
III. Descolonización: crítica al modelo económico neoliberal
La asimetría y hegemonía establecida por el orden colonial tuvo gran incidencia en
la región latinoamericana. El proceso imperialista encuadra la conducción hacia la
destrucción de la riqueza material y cultural, en tanto el control de territorios y la
sustracción de recursos naturales fueron los argumentos base para lograr la “civilización”
de pueblos y culturas consideradas decadentes, endebles y/o vulnerables.
18
De esta forma, el colonialismo centra su dominación en un arraigo histórico de
opresión desde el surgimiento de la élite occidental hasta los mandos medios de la
burocracia compuesta por una clase intelectual, que en sus inicios fue percibida como la
más “evolucionada” dentro de la cultura europea. Posteriormente, producto de la primera
guerra mundial, pensadores pusieron en una constante dubitativa el hecho de la legitimidad
de la dominación europea, así pues, del mismo modo se extendió hasta la segunda guerra
mundial.
Frente a ello, la descolonización sembró sus primeras iniciativas a lo largo de la
historia en diversas formas como: las luchas violentas insurreccionales, maniobras
políticas, resistencias pacíficas sociales e incluso culturales. A partir de ello, los pueblos
aspiran mantener su independencia frente a la política de alienación en bloque de las
potencias hegemónicas, con el fin de sentar sus propios proyectos de emancipación
19
.
El pensamiento decolonial ha permitido que autores como Lander, formen una
postura de crítica a la colonialidad del poder, expresado en otros términos, una crítica al
liberalismo clásico, así como al pensamiento constitucional con una apertura hegeliana
20
.
Precisamente en ella deja entrever la desigualdad de los pueblos en cuanto al espíritu
universal, por lo que el autor asegura que vivimos en un universalismo no- universal, en la
medida que la colonialidad rechaza cualquier derecho diferente al liberal basado en la
propiedad privada individual. En ese sentido, el indígena se ve desprotegido y desamparado,
18
Cfr. LITTLE, R. “Colonialismo e imperialismo: Europa y el dominio del mundo”, Revista Credencial, 2021.
Disponible en: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/colonialismo-e-imperialismo-europa-y-
el-dominio-del-mundo
19
Cfr. BRITTO, L. “India y América Latina, colonización, descolonización y no alienación”. Vol. I, III, 2012.
20
Cfr. LANDER, E. Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos. En: La colonialidad del saber:
eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas. CLACSO, Buenos Aires, 2000.
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 639
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
por lo que no reúnen las condiciones para que se le atribuyan los derechos que merece, ya
sea de carácter público o privado.
Por otro lado, Josef Esterman
21
afirma que:
Si el proceso de descolonización tratara de erradicar completamente con la
cultura ganada en la historia a partir de este fenómeno, entonces estaríamos
refiriéndonos también a rasgos filosóficos, religiosos, gastronómicos, entre
otros que fueron impuestos por las colonias, en consecuencia, gran parte de la
población europea tendría que abolir su herencia filosófica helénica, el derecho
romano y la religión judeo-cristiana. Lo mismo sucedería en Estados Unidos con
respecto a los valores extraídos por la Ilustración europea, el protestantismo y
el idioma inglés. América Latina, encontraría la misma problemática con las
universidades, la biomedicina, productos agrícolas y animales, así como su
diversidad de lenguas hispano-lusitanas.
Consecuentemente, la extralimitación de la descolonización repercutiría en la
inexistencia de la interculturalidad, puesto que en aplicación del proceso recaería en un
purismo cultural y de acuerdo al postulado de la filosofía intercultural, esta plantea una
crítica marcada al tratarse de un esencialismo, en tanto las culturas de hoy, como producto
de la historia, han seguido un proceso complejo de inter-trans-culturación. Por ese motivo,
cuando se defina el concepto descolonización, este no puede ser sinónimo de una cultura
“no contaminada”.
Por esta razón, el alcance del reconocimiento de la primacía de intereses de pueblos
relegados, debe ser la crítica planteada dentro de la descolonización, todo ello con el fin de
promover el progreso socioeconómico y aspiraciones políticas esperadas dentro de un
Estado. No obstante, un factor que aún desestima estos intereses se debe principalmente al
modelo económico imperante en Latinoamérica, esto es el Neoliberalismo.
La lógica de un modelo neoliberal posicionado afecta notoriamente los progresos de
la descolonización. en tanto su mayor necesidad es un Estado fuerte a partir de la
privatización, liberalización y desregularización. En ese sentido, bajo la óptica de
acumulación de capital, el neoliberalismo es entendido como el conjunto de medidas que
crean un marco propicio para la actividad capitalista, pues eleva el nivel de rentabilidad
empresarial
22
a través de la priorización de las libertades económicas sobre las libertades
políticas.
Esta premisa lleva a autores como Rojas a considerar al neoliberalismo como el
capitalismo existente en la actualidad
23
, dando lugar a la globalización y mercados exigentes,
21
ESTERMANN, J. Colonialidad, descolonización e interculturalidad”. Polis [En línea], 38, 2014,
Disponible en: http:// journals.openedition.org/polis/10164
22
Cfr. MATEO, J. “Capitalismo, neoliberalismo y política económica”. Revista digital. N° 04, 2016
23
Cfr. ROJAS, L. “Neoliberalismo en América Latina. Crisis, tendencias y alternativas”. Grupos de trabajo de
CLACSO, 2015, p. 316. Disponible en:
http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20151203044203/Neoliberalismo.pdf
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 640
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
suponiendo así elevados niveles de explotación económica, alienación ideológica,
dominación política y sobre todo opresión social.
24
Producto de las desavenencias surgidas entre la corriente descolonizadora en un
contexto neoliberal, es que surgen las luchas sociales haciendo frente al poder hegemónico
capitalista, con el fin de garantizar la deseada igualdad y libertad, que, según Patiño
25
:
(…) Los ejes estructuradores de un proyecto que pretende liberar a los seres
humanos de diversas formas de opresión y por lo cual la democracia emerge
como el norte de la sociedad. Democracia que supone como su misma acepción
lo plantea un demos, un pueblo, y un cratos, es decir, el poder para el pueblo.
De esta forma el poder del pueblo sería el garante del ejercicio de la autonomía
para conjugar los valores de libertad e igualdad en las dimensiones económica,
social y política. Esto supondría entonces transformar las sociedades
tradicionales para permitir que sus pobladores obtengan los beneficios del
crecimiento económico, acceder a recursos económicos que mejores su
patrimonio y sus ingresos para el ejercicio real de libertad y autonomía, así como
también fortalecer los espacios políticos para que la población establezca el
ejercicio de sus derechos como ciudadano.
Así pues, la puesta en práctica de este modelo económico latinoamericano planteó la
reforma del Estado en el extremo de potenciar una reinserción competitiva en el mercado
internacional
26
, lo que significó para muchos la marginación de unos para el beneficio de
otros, que en simples palabras se traduce en la concentración de riqueza en sectores
minoritarios empresariales e industriales, desencadenando una suerte de disolución de
acervos e identidades culturales.
El neoliberalismo no sólo ha desplegado la remarcación de las diferencias entre
sectores sociales, sino también ha dejado entrever su carácter homogeneizador a través de
la imposición de culturas distintas en comunidades sacudidas drásticamente por la ola
liberal, con ello señala Borón
27
que:
La consecuencia de esta imposición o adopción consentida de valores, estilos
culturales, icónicos e imágenes proyectadas a través del mundo por el poder
hegemónico estadounidense y el bombardeo propagandístico de las
megacorporaciones, es la instauración de una uniformización cultural en las
sociedades.
Esta situación desprende también otro concepto denominado “habitualidad”, cuya
secuencia desencadena un proceso de estructuración que, pese a ser una consecuencia no
24
Cfr. Ibíd.
25
PATIÑO, A. “Neoliberalismo: Desigualdad y exclusión”. Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y
Administrativas. Universidad de Nariño. Vol. V, N° 1-2. 2004, pp. 131-156
26
Cfr. JIMENEZ, E. “El modelo neoliberal en América Latina”. Revista del Departamento de Sociología. Vol.
7, N° 19. 2016.
27
BORÓN, A. “Pensamiento único” y resignación política: los límites de una falsa coartada”, en BORÓN, A.,
GAMBINA, J., MINSBURG, N. (Compiladores), Tiempos violentos. Neoliberalismo, globalización y
desigualdad en América Latina, CLACSO, Buenos Aires, 1999.
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 641
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
intencional de la generación de una acción, va a reproducir asimetrías estructurales de
poder, para así dar paso a la legitimización de un estado de dominación
28
.
IV. Sistema económico capitalista: ¿fuente de homogeneización cultural?
El capitalismo compromete mutaciones sociales. El cambio cultural se debe
generalmente a la influencia directa del crecimiento económico en un país. Por consiguiente,
la evolución de las economías capitalistas reivindica la primacía de la propiedad y
acumulación de riqueza privada
29
. Hoy en día, la expansión de las industrias y tecnologías
implican complejos conflictos con profundas implicaciones culturales, es así que dentro de
este ámbito, no solo trata el impacto cultural propiamente dicho, sino también sus
implicancias ecológicas y relaciones internacionales.
De acuerdo a Marini
30
, la globalización corresponde a una moderna fase del
capitalismo y tuvo sus inicios durante los primeros años del denominado capitalismo puro,
al acentuarse la carencia internacional de una autoridad pública, razón suficiente para
impedir una distribución similar de la riqueza incluso en un estado soberano. Existe así una
sensación de aceptación pasiva de la globalización y del hecho de ser globalizados como
sociedad.
Para Baeza
31
es el vivir dentro de la usencia de control social en un marco de
autonomización de la lógica económica. Bajo esta premisa, la opinión formada por la
población no tiene una incidencia tangible en la puesta en marcha de proyectos
empresariales ni las estrategias que estas emplean; por ende, los ajustes macroestructurales
de la economía son decididas por las élites sujetas en el poder.
Durante los últimos años, según Aparicio
32
la tendencia globalizadora ha demostrado
que:
(…) no solo está integrando mercados, sino también gente. Con ello, promueve
un proceso de homogeneización cultural por el cual se están uniformando a
través de medios de comunicación de masas y creciente influencia mediática del
ciberespacio, estilos de vida reflejados en el vestido, la dieta y el
entretenimiento.
Entonces, la homogeneización cultural resulta ser el producto del capitalismo, bajo
una preponderancia de países primermundistas sobre los tercermundistas, debilitando las
28
Cfr. GIDDENS, A. Las nuevas reglas del método sociológico, Amorrortu, Buenos Aires, 1987.
29
Cfr. LOUÇA, F. “Cultura, valores y ciclos largos del desarrollo capitalista”. School of Economics and
Management Lisboa, Portugal, 2011. Artículo extraído del libro Innovación. Perspectivas para el siglo XXI,
disponible en: https://www.bbvaopenmind.com/articulos/cultura-valores-y-ciclos-largos-del-desarrollo-
capitalista/
30
Cfr. MARINI, R. “Procesos y tendencias de la globalización capitalista”. En: MARTINS, C. (Comp.); CLACSO;
Siglo del Hombre Editores, Bogotá. 2008. Disponible en: http://www.marini-
escritos.unam.mx/089_globalizacion_capitalista.html
31
Cfr. BAEZA, M. Globalización y homogeneización cultural. Sociedad Hoy, 10, 2006. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=90201002
32
APARICIO, F. “Globalización, Homogenización cultural y cultura nacional”. Red de bibliotecas virtuales de
CLACSO. Cuadernos Nacionales, 5, 2015. Disponible en:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/panama/iden/cnn5.htmlhttp://bibliotecavirtual.clacso.org.ar
/ar/libros/panama/iden/cnn5.html
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 642
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
tradiciones culturales a través de la dependencia de industrias económico-culturales, tales
como Estados Unidos, que incide en la identidad cultural de comunidades situadas en la
región latinoamericana.
33
Asimismo, cabe precisar que la doctrina ética del hedonismo liberado por el
capitalismo juega un rol importante para entender el proceso de la homogeneización como
una manera de estandarización global. En efecto, Simón Torres
34
detalla que:
(…) la orientación de la acción humana acorde a los intereses del creciente
mercado capitalista, propician el individualismo, utilitarismo y el hedonismo
como valores morales capaces de afirmar “el progreso” del ser humano en la
posmodernidad neoliberal.
Las brechas existentes, producto de una globalización capitalista en el marco de
desprotección a comunidades minoritarias como los indígenas, inmigrantes y aborígenes,
han supuesto la erradicación de costumbres y culturas oriundas. En otros términos, significa
que estas culturas se han visto obligadas consciente e inconscientemente a seguir una
tendencia de difusión de hábitos de consumo, comportamientos y valores que caracterizan
a la influencia internacional.
A su vez, señala Matos, esta situación vulnera la identidad nacional de los países
afectados
35
, conduciendo a ser víctimas del racismo y discriminación cultural. Precisamente,
ello viene sucediendo siglo tras siglo, desde sus inicios a partir del siglo XIX, al no contar
con la oportunidad de expresarse durante el proceso de construcción de la nación, cuya
mayor influencia estuvo concentrada en las élites latinoamericanas.
Por otro lado, la privatización de las tierras indígenas ha llevado a una pérdida
progresiva de su principal fuente de ingresos, recortando así las posibilidades de subsistir
económicamente y en el peor de los casos sobrevivir. Bajo esta óptica, es necesario citar el
artículo 27° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
36
y el artículo 15° del
Pacto Internacional de los Derechos Humanos
37
, textos que hacen referencia al derecho a
formar parte de la vida cultural y su reconocimiento a través de su participación. Por tanto,
a raíz del amparo de normas internacionales, el Estado debe prevalecer el rescate de las
comunidades más afectadas a costa del capitalismo globalizado.
Es evidente la capacidad de la globalización para uniformizar modos de pensar y
hacer. Por tanto, este proceso de homogeneización cultural también ha sido analizado por
33
Cfr. LLOPIS, R. “La cultura en la época del capitalismo cultural. Tendencias y controversias”. Revista de
Gestión Cultual. Vol.1, N° 1, 2014, pp. 46-60
34
SIMON TORRES, C. La ética psicoanalítica del deseo frente a la moral capitalista del placer”. Universitas,
XI (19), 2013.
35
Cfr. MATOS, D.” América Latina en Tiempos de globalización”. El Universal, pp. 1-5, marzo 30.
36
Cfr. ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS. “Declaración Universal de Derechos Humanos”.
Francia, Paris. 1948.Disponible en: https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights
37
Cfr. ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS. “Pacto Internacional de Derechos Humanos”.
Estados Unidos, New York. 1966. Disponible en: https://www.coe.int/es/web/compass/the-international-
covenant-on-civil-and-political-rights
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 643
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
otros autores como Fariñas
38
, a través de su artículo Las asimetrías de la globalización y
los movimientos de resistencia global, donde se precisa que la mejor denominación se
dispone través del título “cultura global”, en tanto, en palabras de la autora, habría que
comprender sobre este concepto a aquella que:
(…) Ilegítimamente intenta hablar en nombre de toda la humanidad,
traspasando los límites de su propia legitimidad y de su propio contexto real de
referencia, e imponiendo sus propios y unilaterales fundamentos éticos y
estéticos, como mecanismos de homogeneidad y de dominación cultural.
En suma, la resistencia de los grupos dispares provenientes de otras culturas aún es
visible en tiempos modernos que comprometen a la globalización. Esta lucha constante se
basa en la defensa del sentido de pertenencia, así como su identificación con la amalgama
de costumbres y tradiciones que caracterizan a sus pueblos dentro un país multicultural
como los que conforman la región latinoamericana. Debiendo entenderse que, el
sentimiento nacional otorga a un individuo la condición de ser humano, de tal forma que
Martínez
39
añade lo siguiente:
(…) lo nacional debe motivar la aparición de lo global, es decir convertirse en un
espacio donde el individuo pueda desarrollar esferas amplias de la diversidad
cultural, pero sin relegar los fundamentos de la riqueza que alberga la cultura
local.
A partir de esta premisa, hoy existe un efecto movilizador de estas comunidades, cuyo
principal motivo se basa en el reconocimiento del respeto a sus derechos, los mismos que
fueron desplazados y negados por una sed capitalista. En ese sentido, Montenegro
40
señala
que:
Son tiempos de renovación en el pensamiento del desarrollo de los países, donde
las dimensiones económica, productiva y exportadora tienen que venir
necesariamente acompañadas de la dimensión ambiental, política,
institucional, de la educación y de la inclusión social.
En efecto, más allá de la creación de constituciones y legislaciones progresivas, es
necesario destinar los esfuerzos a su puesta en práctica, puesto que las comunidades buscan
ser escuchadas como ciudadanía multicultural, bajo una participación igualitaria.
Conclusiones
38
FARIÑAS, M.” Las asimetrías de la globalización y los movimientos de resistencia global”. V Encuentro de
Estío de la Universidad de Valladolid, 2004, pp. 15-41. Disponible en:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1168565
39
MARTINEZ, Alejandro.” Lo Nacional, Lo Humano, Lo Global”. Diario el Nacional. Marzo 02, 1999
40
MONTENEGRO, Diego. “Sobre modelos económicos y patrones de desarrollo en América Latina”. Revista
COMUNIICA. N° 6-9, 2011.
Huertas, K., Maguiña, O., Durand, L. Revista de Filosofía, 99, 2021-3, pp. 631 - 644 644
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.es
Dentro del contexto histórico latinoamericano, el multiculturalismo ha enfrentado
dificultades de reconocimiento y valoración, en tanto que el colonialismo, como poder
hegemónico en la sociedad latinoamericana, implicó la dominación social, económica y
política. Por ello, la imposición de una identidad ajena fue el himno colonizador de los países
europeos sobre América Latina, sobre los países subdesarrollados que mantienen la lucha
por el respeto de sus tradiciones, formas de vida e idiosincrasia que los representa.
La evolución de los modelos económicos en América Latina parte de criterios
ideológicos ligados a responder la coyuntura internacional. Es así que el punto de quiebre
para su entrada en vigencia responde a crisis externas devenidas en países desarrollados,
que crean lazos de dependencia económica en los países de la región, sobre todo con el actual
modelo neoliberal que refuerza los principios asumidos por la corriente capitalista y que
consolida la privatización, el libre mercado y comercio.
La reducción de las asimetrías socioeconómicas se ve centrada en el proceso de
descolonización, en tanto permita disminuir las desigualdades provistas por el modelo
económico neoliberal. Sin embargo, no podemos respaldar la idea de un purismo cultural en
razón de la afectación directa que supone a la interculturalidad, tal es así que el alcance de
la descolonización no puede sobrepasar los límites con dirección a un ideal romántico de
culturas no contaminadas, crítica que este artículo comparte con la filosofía intercultural.
Las máximas de la ideología y política neoliberal responden a un campo económico
de poder y acumulación de riqueza materializando así la transformación social en capital.
De esta manera, ha generado la formación de opositores, que si bien en un principio fueron
los mismos Estado- nación, actualmente son los pueblos indígenas, aborígenes, inmigrantes,
campesinos, entre otros. Por tanto, el neoliberalismo significó, para dichas comunidades, la
reducción de los presupuestos destinados a la educación, sanidad y libertades democráticas.
El hecho respecto al involucramiento del Estado en un contexto de libertades
económicas en el mercado es necesario, en cuanto a la salvaguarda de derechos sociales se
refiere, frente al impacto del capitalismo abrazador. Así pues, se lograría controlar la
homogeneización cultural que produce la globalización en la era de consumo canalizadas a
través de los medios de comunicación de masas y el comercio internacional. En otras
palabras, debe considerarse devolver al Estado cierto rol regulador, con el fin de priorizar el
gasto público hacia el objetivo de reducción de desigualdades y, con ello, fortalecer las
infraestructuras que conduzcan a un desarrollo económico bajo un esquema de
responsabilidad social.
Desarrollar la convivencia multicultural con un modelo económico neoliberal resulta
complicado en el extremo de su incompatibilidad de acuerdo a los intereses que cada uno
persigue. Por lo tanto, es el momento de renovar el pensamiento de desarrollo económico
donde el enfoque no debe perder de vista el acompañamiento de las dimensiones sociales y
políticas hacia la mirada de un país cuyas bases radican en una inclusión socioeconómica.
www.luz.edu.ve
www.serbi.luz.edu.ve
wwwproduccioncienticaluz.org
REVISTA DE
FILOSOFÍA
Esta revista fue editada en formato digital y publicada
en octubre de 2021, por el Fondo Editorial Serbiluz,
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
Nº 99-3