Espacio Abierto Cuaderno Venezolano de Sociología Vol.28 No.1 (enero-marzo, 2019): 105-122


Migración calificada del sur de Europa en México: Expectativas, oportunidades y nichos laborales1

Cristóbal Mendoza Pérez*


Resumen.

Se presentan resultados de un proyecto de investigación centrado en la inmigración de alta calificación originaria de España e Italia en cuatro ciudades mexicanas (Monterrey, Guadalajara, Puebla y Distrito Federal). En concreto, se estudian las motivaciones y expectativas que llevan a estos inmigrantes calificados a desplazarse a México. El artículo está basado en un extenso trabajo de campo que consistió en 129 entrevistas semi-estructuradas con guión con inmigrantes procedentes de España e Italia que vivían en las cuatro ciudades. Las entrevistas que duraron un promedio de hora y media fueron trascritas y trabajadas sistemáticamente con el software MAXQDA. Con la excepción de los expatriados, los entrevistados apuntan a la falta de oportunidades laborales (contratos inestables, bajos salarios o trabajos no adecuados a su formación) como la principal razón de emigración. La atracción de México resulta de una amplia y variada oferta de trabajo en un mercado altamente flexible, donde las opciones empresariales se ven como viables. En este mercado, algunos entrevistados pueden desarrollar las habilidades técnicas y los conocimientos que le son vetados en sus países de origen, a la par que descubren nuevas formas de inserción laboral. Entre los aspectos negativos que provocan plantearse la permanencia en el país, los entrevistados mencionan problemáticas no laborales, particularmente aquéllas asociadas a la inseguridad y la falta de calidad de vida en las ciudades mexicanas; discursos que son particularmente relevantes entre aquéllos que cuentan con familia en México.



1 Este artículo forma parte del proyecto de investigación ¿Fuga o suma de cerebros?: Migración calificada del sur de Europa a las nuevas ciudades emergentes mexicanas, que cuenta con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del gobierno federal mexicano.


Recibido: 08-11-2018 / Aceptado: 05-12-2018

* LGAC Relaciones internacionales, Migración y Economía. global. Universidad Autónoma Metropolitana- Iztapalapa. DF., México.

Email: cristobalmendozaperez@yahoo.com.mx, cmp@xanum.uam.mx


 

Palabras clave: Inmigración; Inmigración altamente cualificada; Inmigración de españoles a México; Motivaciones y expectativas.


Qualified Migration from Southern Europe in Mexico: Expectations, Opportunities and Labor Niches


Abstract.

Here are presented results of a research project focused on highly qualified immigration originating in Spain and Italy in four Mexican cities (Monterrey, Guadalajara, Puebla and Federal District) In particular, the motivations and expectations that lead these qualified immigrants to move to Mexico are studied. The article is based on an extensive fieldwork that consisted of 129 semi-structured interviews with a script with immigrants from Spain and Italy who lived in the four cities. The interviews that lasted an average of an hour and a half were systematically transcribed and worked with the MAXQDA software. With the exception of expatriates, respondents point to the lack of job opportunities (unstable contracts, low salaries or jobs not suited to their training) as the main reason for emigration. The attraction of Mexico results from a wide and varied offer of work in a highly flexible market, where business options are seen as viable. In this market, some interviewees can develop the technical skills and knowledge that are vetoed in their countries of origin, while discovering new forms of employment. Among the negative aspects that lead to consider staying in the country, the interviewees mention non-labor problems, particularly those associated with insecurity and lack of quality of life in Mexican cities; discourses that are particularly relevant among those who have family in Mexico.

Keywords: Immigration; Highly qualified immigration; Immigration of Spanish to Mexico; Motivations and expectations.


Introducción.

En el momento actual de creciente globalización de la economía y de compresión espacio-tiempo (Harvey, 1990), se observa un aumento de la movilidad y migración de personas (de alta calificación) sin precedente en la historia. En parte debido a la extensión del uso de nuevas tecnologías de la información, las empresas transnacionalizan sus mercados internos de trabajo, las universidades fomentan programas de intercambio de alumnos y docentes, y los organismos públicos internacionales reclutan a sus empleados en diferentes países del mundo (Montanari y Staniscia, 2014).

No obstante lo anterior, la literatura sobre migración calificada es minoritaria en el conjunto de estudios de migración porque, a pesar del número creciente de desplazamientos de las personas de alta calificación, la mayoría de flujos todavía se componen por personas con niveles relativamente bajos de educación formal, de tal forma que los inmigrantes de alta calificación son invisibles, tanto para las estadísticas como para la población en general de los países de destino (Salt, 1992; Peixoto, 2001). La escasa literatura de migración calificada, al menos en términos relativos, se ha centrado básicamente en dos temas: la fuga de cerebros y la movilidad dentro de las empresas transnacionales.

Con relación al número de trabajos sobre la fuga de cerebros, los primeros estudios de los sesenta, fuertemente influenciados por las teorías de inspiración marxista, hacían énfasis en aspectos relativos al subdesarrollo y a la dependencia asociados al desplazamiento. En los actuales, sin embargo, se plantea reemplazar el concepto de fuga de cerebros por el de circulación o intercambio de cerebros (brain gain), que refleja un mayor grado de movilidad entre países y la mejora del capital humano que puede significar este tipo de migración tanto en los países de origen como de destino (Docquier y Rapoport 2011; Giannetti, Liao y Yu, 2012). Esta visión “optimista” del fenómeno no debería impedirnos ver las condiciones de trabajo, en muchos casos, precarias o los problemas de adaptación a las sociedades de destino de estos trabajadores calificados (véase, por ejemplo, Erel, 2010; Tseng, 2011). Por último, los estudios sobre fuga o intercambio de cerebros se han realizado fundamentalmente desde la perspectiva de los países desarrollados, que han sido tradicionalmente los mayores receptores de mano de obra calificada (véase, por ejemplo, los libros recientes sobre el tema que recogen diferentes estudios de caso de países desarrollados, Smith y Favell, 2006; Bhagwati y Hanson, 2009; Solimano, 2008; Chiswick, 2011).

Un segundo enfoque ha sido los estudios sobre movilidad dentro de las empresas transnacionales, que se centraron, en un principio, en los desplazamientos de personal calificado desde las sedes centrales, ubicadas en países desarrollados, a las filiales, situadas en zonas con menor grado de bienestar (véase, por ejemplo, Salt, 1992; Beaverstock, 2002). De acuerdo con esta línea de análisis, que tiene una fuerte influencia de la teoría del sistema mundo, la mano de obra calificada sigue el propio desplazamiento del capital hacia los países de industrialización reciente, a diferencia del flujo de trabajadores sin calificar que se dirige en dirección contraria al capital. Posteriormente, sin embargo, se ha intentado abordar el fenómeno desde una perspectiva más compleja, superar esquemas interpretativos rígidos y enfatizar otros aspectos, como la relevancia de los mercados


internos de las empresas o la articulación de trayectorias laborales de los trabajadores calificados en complejos mapas mundiales de sucursales y casas matrices, en principio dentro de una lógica de movilidad laboral ascendente (por ejemplo, Mendoza y Ortiz, 2006; Millar y Salt, 2008).

La migración calificada, en este sentido, dista de ser homogénea, ya que existe una gran diversidad de experiencias entre estos inmigrantes, en función de su origen, sexo, edad, cultura, educación o condición socioeconómica (Nagel, 2005). La decisión de migrar, la inserción laboral y la integración en el país de destino dependen, por tanto, también de las características de los inmigrantes, de sus circunstancias personales, así como de su percepción del mercado laboral y de la sociedad de destino. Especialmente en estos momentos de crisis económica en el sur de Europa, es probable que muchas personas con estudios superiores, desempleadas o con trabajos que no se ajustan a su formación académica, se planteen la posibilidad de emigrar a las ciudades latinoamericanas, donde las oportunidades laborales para este colectivo pueden ser más interesantes tanto en términos salariales como de desarrollo profesional.

En este contexto, esta ponencia presenta resultados de un proyecto de investigación que estudia los inmigrantes, hombres y mujeres, de alta calificación originarios del sur de Europa (concretamente, España e Italia) en distintas ciudades mexicanas (Distrito Federal, Monterrey, Guadalajara, y Puebla), teniendo en cuenta el panorama de crisis económica que viven los países europeos desde el año 2008. En ese marco económico, las ciudades mexicanas se resitúan como polos de atracción de capitales e inmigrantes de alta calificación. En concreto, nos interesa investigar, desde la perspectiva del trabajador/a de alta calificación, las motivaciones, las trayectorias y movilidad laborales, la construcción de redes y las cotidianidades de este colectivo en México; y, desde la perspectiva de la empresa, la transferencia de conocimientos y habilidades entre trabajadores y directivos; así como los posibles cambios, o quizá conflictos, derivados de las diferencias en las culturas laborales de inmigrantes y nacionales. Por cuestiones de espacio y tiempo, esta ponencia se centrará en cuatro ejes de análisis: la inserción laboral, el papel del estado, la migración por amor y la perspectiva geográfica.


Metodología

El proyecto usa básicamente una metodología cualitativa, que consiste en entrevistas semi-estructuradas con guión a personas de alta calificación, aunque también analiza las pocas estadísticas oficiales que existen sobre extranjeros en México. El trabajo de campo se realizó de octubre de 2014 a octubre de 2016, durante el cual se entrevistaron a 129 personas: 81 hombres y 48 mujeres; 107 españoles y 22 italianos; residentes en Ciudad de México (41), Guadalajara (31), Monterrey (31) y Puebla (21). El guión se estructuró a partir de tres ejes temáticos: laboral, social y geográfico. En el apartado geográfico, además, se solicitaba a los entrevistados que dibujaran un mapa mental de la ciudad de residencia, de cara a evaluar sus espacios cotidianos y sus representaciones espaciales urbanas. Las entrevistas han sido transcritas en su totalidad y se han codificado con el


programa MAXQDS, lo cual implica la codificación abierta de las entrevistas, la creación de categorías de análisis y, a partir de ello, la abstracción de conclusiones

De esta manera, en esta ponencia, se presentan resultados preliminares de las entrevistas transcritas, que apuntan tendencias, pero que, en ningún caso, se pueden considerar conclusiones definitivas. Más que intentar cuantificar o dar datos, pretendemos realizar un análisis cualitativo provisional a partir de algunos temas que organizan la entrevista. De esta manera, y en parte porque todavía no se acaba el trabajo de campo, dejamos para un posterior análisis, el estudio de los perfiles sociodemográficos del colectivo entrevistado. Aquí, se presentan, más bien, ejes de interpretación y resultados preliminares para, en todo caso, estimular la discusión y posterior análisis.


El mercado laboral mexicano: flexibilidad, apertura y segmentación

En un contexto de creciente globalización y de crisis económica en Europa, especialmente notable desde el año 2008, muchas transnacionales aprovechan esta situación económica para reorganizar sus actividades, contrayendo el volumen de negocios en los países de origen de la transnacional y expandiendo sus actividades en países emergentes. Los países de América Latina, en general, y México en particular, se han caracterizado por políticas de apertura económica que, acompañadas de una relativa estabilidad política, han hecho que estos países sean atractivos para la inversión extranjera. En este sentido, la literatura ha apuntado que muchas transnacionales, en principio, prefieren reubicar a parte de su equipo directivo, de gestión y técnico en los países de destino. Éstos aceptan la oferta de trasladarse a vivir temporalmente fuera de sus países de origen; los llamados “expatriados” (por ejemplo, Findlay et al., 1996; Beaverstock, 2002; Montanari y Staniscia, 2014).

Este hecho, no obstante, no debería hacernos perder la perspectiva de que la actual situación económica del Sur del Europa ha provocado que muchos profesionales, licenciados jóvenes, con poca experiencia laboral y dificultades para conseguir trabajo en sus países de origen se decidan a emprender la aventura americana, al margen de los canales de las empresas. La situación de crisis, además, hace que muchos expatriados se planteen permanecer en México, tras su estancia, en principio, temporal. Estos dos hechos posibilitan, como pone de manifiesto nuestras entrevistas, que las empresas transnacionales busquen a sus trabajadores calificados en el mercado mexicano a través de canales tradicionales, como headhunters o páginas web como Linkedin, y no recurran a la expatriación que siempre implica más costos. A título de ejemplo:


¿Con la empresa que viniste a México estuviste mucho tiempo?


Dos años en España, un año y medio en México. Aquí la empresa desarrolló un departamento con cinco personas. Los resultados también eran muy buenos, batiendo records, pero me cansé de hacer lo mismo durante tres años y medio (…) Empecé a escuchar ofertas, y me contactaron de mi actual empresa. Fui muy claro, muy abierto con el que era mi jefe, porque le tengo mucho aprecio y es mi


amigo (…) Me interesaba mucho lo que me ofrecía, porque era la parte de data, de diseño de targeting, impactar al usuario, analizando cuál ha sido su impacto, y tecnológicamente era mucho más avanzado, era más puntero.


¿Cómo te contactaron?


Una headhunter de Miami me contactó.


¿Por Linkedin?


Sí, por Linkedin. Yo tengo una estrategia muy clara, y en mi sector más aún. O sea yo lo he visto por ejemplo en amigos, que están en el sector de energías renovables en España. Había déficit de profesionales, y al que tenía seis meses de experiencia lo estaban tocando por todos lados. Yo soy como muy fiel a saber lo que hago y a durar por cierto tiempo en una compañía, para tener más conocimientos y crear una buena red de contactos y dejar un buen sabor de boca, porque es un sector relativamente pequeño. Si te enemistas, malo (Gonzalo, Vitoria, 35, 3 años en México, DF).


Por otro lado, el mercado laboral mexicano, fuertemente segmentado, puede ofrecer nichos de mercado interesantes para algunos profesionales extranjeros en estados iniciales de sus carreras, como ya se puso de manifiesto en una investigación previa en la Ciudad de México (Mendoza y Ortiz, 2006). La ubicación de nichos laborales proclives a la entrada de extranjeros es un aspecto poco conocido del funcionamiento del mercado laboral mexicano. En nuestro estudio, encontramos maquillistas, actores, periodistas, profesores de idiomas, gestores, consultores independientes, técnicos informáticos, académicos universitarios, entre otros. Es interesante resaltar que el éxito laboral de los inmigrados españoles e italianos no resulta de la inexistencia de buenos profesionales mexicanos en estos campos. No se trata, por tanto, de una mejor calificación comparada con sus colegas mexicanos. Es consecuencia, más bien, de una mayor productividad laboral de los extranjeros, aunado a una actitud diferente ante el trabajo, de acuerdo con los propios entrevistados.

Entre estos nichos de mercados con un número elevado de extranjeros resalta el de los académicos. Curiosamente, aquí encontramos diversas formas de entrada a la academia mexicana. Se encuentran personas que llegaron al país a través del programa de doctores españoles, otros que llegaron con redes de universidades españolas y mexicanas, y un último segmento que utilizó los canales clásicos de búsqueda de empleo; por ejemplo, el envío de currículum. Un número reducido de entrevistados puntualmente imparte docencia, como trabajador temporal, como profesor de alguna asignatura, más por vocación que por salario, dado que los profesores por horas no están, en general, bien pagados. El ejemplo siguiente es el de un profesor de una universidad pública del DF que investiga temas de biología molecular y llegó con el programa español de intercambio de doctores.


¿Por qué saliste España? ¿Qué te motivó a venir a México?


Pues porque no le veía mucha posibilidad. Como que me adelanté a la crisis yo creo, porque todavía no se veía nada. Pero sí se veía como que muy copada todas las plazas en la universidad o incluso en empresas. Había intentado, sin mucho éxito, en una empresa que, de hecho, estaba en la misma ciudad donde yo estudiaba. Y entonces me surgió esto que era como temporal, es decir, que era como uno o dos años sólo, y dije “bueno, no es una mala opción de conocer otro país, otra cultura, otra gente”. Y nunca me imaginé que iba a ser definitivo, o casi definitivo. No hay nada definitivo en la vida. Pero yo pensaba que venía por un año, luego salieron dos, y luego pues aquí llevo 15 ya. (Pepe, 45, Valladolid, 17 años en México, DF)


El papel del estado: los cambios legislativos en México

El papel del estado es fundamental para Castles y Miller (2003) en la “bifurcación” de la “migración internacional global” actual que se daría entre la migración calificada, tolerada e incluso incentivada por diferentes países, y la migración poco calificada o sin calificar que, en principio, se trataría de evitar. Como han puesto de manifiesto Kuptsch y Pang (2006), dado que el capital humano es una de las características que mejor definen la capacidad de adaptación de las sociedades, los países buscan mejorarlo no sólo invirtiendo en educación, sino también atrayendo a migrantes calificados dentro de sus propias fronteras. Se podría afirmar incluso que, para la mayoría de países, la única cara “aceptable” de la migración es la calificada (Raghuram, 2013).

En efecto, los migrantes calificados, en principio, consiguen sin problemas sus permisos de residencia y trabajo; trámite que, en el caso de las movilidades dentro de las transnacionales, se realiza con frecuencia por parte de la empresa. Es más, la necesidad de inversión directa extranjera ha impulsado a muchos países en vías de desarrollo a adoptar una posición menos restrictiva con respecto a la llegada de personal calificado (por ejemplo, los casos de Indonesia, Malasia y China, ilustrados por Koser y Salt, 1997). En la misma dirección, Pang (1993) afirma que en países como Singapur, Malasia, Taiwán o Tailandia, se permite, de forma relativamente fácil, la migración de personas calificadas para incorporarse en empresas extranjeras. Pero quizá el ejemplo más notorio de esta política sean los países árabes que ha impulsado ambiciosos planes de desarrollo, que implican transferencia de tecnología y personal altamente calificado para la creación de empresas e instituciones, lo cual contrasta con sus políticas altamente restrictivas con respecto a la migración poco calificada. Incluso los países más pobres de África han visto en la inversión de tecnología un primer paso para su desarrollo, impulsando así la contratación de trabajadores calificados bajo modalidades de corta duración (Errichiello, 2012)

En el caso de México, en efecto, los entrevistados que se desplazan dentro del marco de transnacionales no tienen problemas a la hora de migrar al país. Los trámites son realizados por los gestores de las empresas y su relación con las oficinas del Instituto de Migración es fluida. Esta situación, aunque no exenta de algunas trabas burocráticas,


se reproduce con los migrantes que llegaron al país antes de la entrada en vigor de la nueva Ley de Migración de mayo de 2011. Sin embargo, a partir de esa fecha, la normativa mexicana se equipara a la de, por ejemplo, los países europeos, y obliga a las personas que deseen trabajar en México a tramitar el visado de trabajo en sus respectivos países antes de viajar al país. Las siguientes narraciones ilustran los tres ejemplos mencionados.

El primer ejemplo es de un trabajador de una multinacional española que llegó como expatriado y ayudó a montar la filial en México. Posteriormente se quedó como subdirector de la empresa, con contrato mexicano, pero manteniendo las prerrogativas del contrato de expatriado en cuanto a sueldo y pago de vivienda.


La renovación del permiso migratorio, ¿lo hace la empresa por ti? Sí, no me pierdo de nada

Es una suerte


(…) Es como un proceso en el cual yo voy una vez al año y me dicen quien se ocupa de todo esto. La persona que se ocupa me dice “Ven a las ocho de la mañana a las oficinas del Instituto de Migración”. Esa persona está haciendo cola desde las seis y media, para hacer no sé cuántos trámites que prefiero no saber. Y yo llego a las ocho, y me pasa con un licenciado. Y ella pasa “buenos días, licenciado”, “buenos días, ¿por aquí de nuevo?”, “si”, “pásele”, “traigo a otro español”. Firmo y ya está. Las cosas de documentación aquí son tremendas. Eso sí. Y las cuestiones de corrupción, de policías, y todo eso, claro. Tiene que avanzar el país un montón (Víctor, 48, Palma, 7 años en México, DF).


En términos parecidos, se expresa Christian que llegó al país en 1999 y ha trabajado en un centro de investigación y dos universidades del país. En 2005, se naturalizó mexicano.


Llegué en enero de 1999 al aeropuerto de Los Ángeles. Guardo el pasaporte con el sello. De ahí volé en una avioneta a San Diego, donde me recogieron y me llevaron a Tijuana. Nadie nos paró en la frontera. No hay ningún tipo de control, cuando llegas desde los Estados Unidos. En el trabajo, me informaron que necesitaba el formato de entrada. Regresé a la “línea” (frontera) y busqué las oficinas de migración, llené el formato, lo entregué, y el centro (de investigación) se encargó de hacer todo el trámite. Y así fue siempre, también en las renovaciones. Nunca pisé el Instituto de Migración en Tijuana. O sea, entré como turista sin mayor problema. Después, con el tiempo, me fui enterando de las restricciones a los extranjeros, que no puedes comprar una propiedad en frontera o costas, que debes pedir permiso para casarte, que no puedes meterte en política porque te aplican no sé qué artículo de la Constitución y te expulsan, y cosas así. Ahora la ley ha cambiado y todo es mucho más complicado (Christian, 47, Barcelona, 15 años en México, DF).


Esta complicación nos la resume muy bien Mariana, que está trabajando en una universidad privada, sin contrato, a la espera de que se tramite su permiso de residencia. En el momento de contactarla, estaba pendiente de los papeles de los trámites realizados en el consulado de México en Guatemala, para poder regularizar su situación migratoria.


Me quedé sin trabajo en España. La verdad es que podría haber conseguido trabajo como camarera, pero ya estaba harta de hacer trabajos que no tenían nada que ver con lo que había estudiado, con cooperación. Pregunté en una página de Facebook “Españoles en México” y me dejaron una habitación durante dos semanas. Y busqué trabajo. Salió el trabajo donde estoy (gestión de proyectos con enfoque social en una universidad privada), a partir de una amiga al poco tiempo. Pero ahí empezó todo un lío. La universidad se tuvo que dar de alta como empleador que puede contratar extranjeros. Cuando finalmente se hizo el trámite, Migración autorizó que yo pudiera pedir el permiso. Tuve que salir del país para pedir el visado de trabajo en el consulado de México en Guatemala y mejor no te explico cómo funciona. Y menos que mal que se han flexibilizado, y te dejan hacer el trámite en un país que no es el tuyo. Fui una vez, entregué todos los papeles y me dieron cita para ocho días más tarde. Te puedes imaginar. Guatemala está horrible y está lleno de gente que quiere emigrar. Tuve que regresar otra vez. Una entrevista muy intimidante y una experiencia muy desagradable. Me he dejado 12,000 pesos en dos viajes a Guatemala (700 euros). Este último viaje pedí que me lo pagaran. Llevo tres meses y todavía no me han pagado porque no pueden, claro, y además, cuando firme contrato, será sin efectos retroactivos (Mariana, 28, pueblo de Murcia, 4 meses en México, DF).


Migración por amor: multiplicidad de intercambios afectivos

La literatura de migraciones calificadas ha abordado la problemática de las parejas que acompañan (“accompanying spouses”) en los últimos años, generalmente desde la perspectiva heterosexual, donde la esposa acompaña al marido, en muchos casos cargos directivos de empresas transnacionales (Scott, 2006; Aure, 2013). Sin otras opciones, las mujeres aceptan y asumen un papel más tradicional de género que el que ejercían en su país, llegando a lo que Ho (2006) llama la “feminización” de la migración que viene dada por un cambio o redefinición de los papeles y las identidades. Hasta hace poco el papel de las mujeres en el contexto de la migración calificada aparecía totalmente invisibilizado por la concepción de un modelo migratorio en el que supuestamente sólo los hombres de alta calificación migraban en busca de trabajo y sus esposas (e hijos) los seguían posteriormente gracias a las políticas de reunificación familiar. Sin embargo, lejos de considerar a las mujeres como meros agentes pasivos dependientes de sus maridos en la decisión migratoria y en la inserción en la sociedad de destino, los estudios recientes sobre migración y género coinciden en afirmar el papel activo que adoptan las mujeres a la hora de definir y negociar estrategias en el ámbito laboral, social y familiar.

Desde una perspectiva más amplia, la migración por amor es un tema creciente en la

literatura de migraciones. Los temas relacionados con el amor, la sexualidad, la intimidad,


y las emociones, en general, están ocupando de forma creciente un papel en la literatura, aunque todavía queden muchos aspectos por explorar en las complejas relaciones entre los procesos migratorios y las emociones (Svasek, 2010). De hecho, la búsqueda de una pareja sentimental o de intimidades diferentes puede ser motivo de una migración internacional (Roca et al., 2012). En este sentido, King (2002) ha acuñado el término “la transnacionalización de la intimidad” para referirse a esta realidad que es cada vez más frecuente. Mai y King (2009) incluso sitúan a las emociones, especialmente al amor y al afecto, en el centro de la toma de decisiones. La sexualidad sería uno de los ejes de la identidad que pueden ayudar, según estas autoras, a decidir permanecer en un país o a migrar (véase también Gorman-Murray, 2009, que analiza las relevancia de la sexualidad para las migraciones dentro del colectivo homosexual).

Teniendo en cuenta la discusión de la literatura sobre el tema, nuestro proyecto apunta, en efecto, la relevancia de las relaciones de pareja para entender los procesos migratorios de los inmigrantes calificados en México. Siendo datos totalmente provisionales, alrededor de un 25% de los entrevistados ha decidido migrar a México teniendo en cuenta motivos sentimentales, amorosos o de pareja. Curiosamente, al menos comparado con lo que establece la literatura, encontramos también hombres españoles, y no sólo mujeres, que deciden emprender la “aventura” mexicana por amor. Es cierto, no obstante, que, en algunos casos, la decisión se ve facilitada por la coyuntura económica desfavorable de la economía española que ha comportado que la pareja haya decidido optar por México, viendo las mayores posibilidades laborales para ambos cónyuges en el país de destino.

El caso siguiente es de una persona que no finalizó los estudios superiores y que trabajaba como personal de mantenimiento en diversos hoteles en un pueblo de la costa de Tarragona. Su mujer, mexicana, abogada, que renunció a su empleo en la administración del DF, hacía trabajos esporádicos en supermercados en la época alta del turismo. Con la crisis, ambos se quedaron sin empleo y decidieron “regresar” a México por las mejores opciones laborales, aunque el relato siguiente ejemplifica las dudas de esta decisión.


Pero tu mujer, ¿está sin trabajo?


Claro, claro pero sí lo tuvo. Curró durante un año antes de irse a España. Aquí todo se mueve por contactos. Antes de Navidad, estuvimos con un contacto muy bueno del jefe de gobierno del DF (…) También ella está muy desilusionada y la entiendo.


Pero el perfil de tu esposa es un perfil interesante


Es bueno. Por eso siempre hablo más para ella, la presento más, porque yo sé que ella tiene más posibilidades de trabajo. Y por eso vinimos a México.


Aparte tu esposa en (pueblo de la provincia de Tarragona), teniendo trabajo como tenía en México, y ser titulada en derecho…. Es algo que tienes que agradecerle porque realmente renunció a su carrera.


No, no ella no quería regresarse a México. No, no porque la calidad de vida que sus hijos siempre han tenido allí nunca la van a tener aquí. Estamos hablando de un pueblo de provincia, pueblo pequeño que allí hacían lo que querían; andaban en total libertad ¡aquí nunca! ¡Aquí nunca! Y claro eso se paga a un precio muy, muy alto. Y nosotros estábamos a tres calles de la playa (Fernando, 39, pueblo de Tarragona, 1 año en México, DF).


En el momento de decidir la migración a México, las situaciones personales, de pareja y hogar son complejas y muy variadas. Entre los entrevistados, encontramos parejas mixtas (español-a / mexicano-a), aunque también se ha encontrado parejas de españoles que deciden emigrar conjuntamente (y entre éstos, tenemos expatriados y profesionales que migran fuera del marco de una transnacional) y parejas formadas por españoles con otra nacionalidad. Entre los italianos entrevistados, cuyo número es mucho menor, nos hemos encontrado básicamente con migración de solteros. En algunos casos, la pareja se constituye en España, porque la persona mexicana vivía en el país; en otros, la pareja se conforma en un tercer país, donde coinciden ambas personas; en otros, el contacto se produce por Internet y se va forjando la relación en la distancia y, por último, en algún caso, el amor surge en el marco de un viaje turístico.


¿Cómo fue que llegaste a México? Porque yo me casé con un mexicano. Ah bueno, ¿te casaste en España?

Me casé en España hace siete años. Nos trasladamos para acá por el trabajo de él. Llegamos y estuvimos viviendo tres años en Mérida y luego al final decidimos separarnos. Él sigue allí y yo me vine para el D.F.


¿Dónde lo conociste?


Nos conocimos en Madrid


¿Él vivía en Madrid?


Él vivía en Albacete, porque estaba haciendo el doctorado. Albacete tiene una de las

mejores universidades de ingeniería de lo suyo, vamos.


¿Estaba haciendo un doctorado allá y lo conociste en Madrid, y estuviste con él tres

años en España?


No, estuvimos cuatro años allí y tres años aquí


¿Te casaste para venirte para acá o fue al margen?


No, la verdad a los tres años decidimos casarnos y nos casamos en Madrid.


¿Decidiste venir para acá porque ya estabas casado con él? Él llevaba dos años con “vámonos, vámonos, vámonos”

¿Pero tenía acabado el doctorado ya?


Pues es que él se tenía que regresar un año acá (por la beca que tenía del gobierno mexicano). Pero yo era fijo de Televisión Española. Soy maquillador. Gané una oposición. Entonces a mí me hacía polvo. Por eso me costó tanto el decidirme (David, 34, ciudad de la periferia de Madrid, 5 años en México, DF).


Un aspecto que no abordaremos en esta ponencia, por falta de tiempo y espacio, pero que también es relevancia es el papel que tiene la pareja, no sólo para la llegada en el país, como hemos visto anteriormente, sino para permanecer en el país En este sentido, el hecho de tener pareja mexicana se apunta como la razón principal para permanecer en el país de muchos de los entrevistados.


La perspectiva geográfica

al igual que las emociones, la apropiación, el espacio vivido de este colectivo de personas calificadas, fruto de las experiencias y vivencias cotidianas, puede resultar de gran importancia para entender procesos de migración o asentamiento (Ortiz y Mendoza, 2008). El espacio vivido implica una nueva concepción del espacio que no sólo toma en cuenta la materialidad, sino también la experiencia subjetiva de los sujetos y, por ello, también considera las emociones, sentimientos, recuerdos, motivaciones, gustos, sueños, miedos y deseos. El concepto de espacio vivido considera que las representaciones del espacio están influidas por el lugar de residencia y las áreas frecuentadas, así como por la educación, los valores culturales y la experiencia de los individuos. Desde esta perspectiva, la materialidad del espacio es inseparable de las diversas representaciones que se construyen para interpretarlo (Ortega Varcácel 2000).

En un mundo global, concebido de forma creciente como un espacio de flujos (de capital, mercancías, personas), más que un espacio de territorios, los lugares se revalorizan,


adquieren mayor protagonismo y proporcionan mayor seguridad y estabilidad identitaria. Massey (1994), en este sentido, propone reconceptualizar y resignificar los lugares como resultado de los flujos y movimientos, y evitar acotar el concepto desde posiciones identitarias de carácter excluyente. Esta autora propone superar la concepción de los lugares como espacios delimitados por fronteras y con unos límites con connotaciones particulares, fijas y estáticas, e imaginarlos como el producto de una intersección compleja de procesos, relaciones sociales y conocimientos que se integran a diferentes escalas, desde la local a la global. Desde esta perspectiva, los lugares no son estáticos, sino, más bien, fluidos y dinámicos y, en consecuencia, las identidades se encuentran en proceso continuo de formación.

Con relación a este proceso de construcción y representación de identidades, el concepto sentido de lugar concibe la noción de lugar como una construcción social o una subjetivización. Este concepto permite analizar la manera cómo el espacio, entendido como una abstracción genérica, se transforma en lugar gracias a la experiencia y la acción de los individuos (Massey 1995). El sentido de lugar, construido a partir de la experiencia cotidiana y de los sentimientos subjetivos, puede ser de tal intensidad que se convierta en un aspecto central de la construcción de la identidad individual (Rose 1995).

El contrapunto estaría expresado por la idea de desarraigo (placelessness), relacionado con la ausencia de significados de los lugares y de una cierta pérdida de autenticidad. La globalización, la cultura del consumo o la alta movilidad han creado espacios estandarizados, atemporales y, en principio, sin connotaciones emocionales (por ejemplo, centros comerciales, parques temáticos o nudos de intercambio como aeropuertos; Arefi 1999). Sin embargo, como apunta posteriormente Relph (1996), el desarraigo, al suprimir los significados locales, puede también incorporar aspectos cosmopolitas y liberales que faciliten el entendimiento, la tolerancia y la aceptación de la diferencia y, al contrario, las lucha por la identidad de un lugar puede comportar prácticas y actitudes excluyentes.

Más que despertar un sentimiento de arraigo, las ciudades mexicanas se valoran en cuanto a su funcionalidad y suscitan sentimientos contradictorios. En general, los entrevistados se desplazan en áreas bien delimitadas, y reducen sus desplazamientos a los lugares de residencia, trabajo y de ocio, que, en muchos casos, coinciden. Los lugares de residencia de gran parte de los entrevistados varían sustancialmente, en función del tipo de migrante. Los expatriados se ubican en las áreas de mayores ingresos de la ciudad y en colonias de clase alta (Polanco o Santa Fe, en el caso de la Ciudad de México; o las inmediaciones del Bosque de la Primavera en el Área Metropolitana de Guadalajara). El resto se distribuyen en colonias de diferente sustrato socioeconómico, predominando zonas de clase media o media-alta (Americana en Guadalajara o Roma en el Distrito Federal), aunque también encontramos, en pocas ocasiones, barrios de clase media- baja (Los Álamos, en la Ciudad de México) o incluso, en algunas ocasiones, baja, como la Unidad Modelo de Iztapalapa. Este hecho contrasta con un estudio preliminar realizado en la Ciudad de México por Ortiz y Mendoza (2008) donde los entrevistados, también migrantes de alta calificación de origen español, vivían, en su totalidad, en barrios de clase media, media-alta o baja. Los nuevos perfiles migratorios a México han comportado también que las estrategias residenciales se diversifiquen.


La cercanía con el trabajo y la reducción de los tiempos de desplazamiento son elementos clave para muchos entrevistados. Y así encontramos urbanizaciones cerradas en áreas marginales de la ciudad (como Villa California, en Tlajomulco, en el Área Metropolitana de Guadalajara) o zonas de bajo ingreso (como Nueva Antequera, en Puebla), debido a que los entrevistados valoran la cercanía con el trabajo. En otros casos, más que la cercanía física, se valora la posibilidad de poder desplazarse al trabajo en tiempos reducidos, y la vivienda se ubica cerca de los grandes ejes viales. Así, encontramos residentes españoles a lo largo de urbanizaciones cerradas ubicadas a lo largo del Periférico de la Guadalajara, que coincide con la zona de nuevo crecimiento de la ciudad.

Particularmente, en el caso de la Ciudad de México, debido a las grandes distancias, los entrevistados valoran más la calidad de vida y la seguridad de la colonia de residencia. A diferencia de las otras ciudades donde los desplazamientos no suelen sobrepasar la media hora, en el Distrito Federal la movilidad dentro de la ciudad puede comportar largas travesías de dos o tres horas en según qué momento del día, de acuerdo con los entrevistados. De esta manera, la disponibilidad de una serie de servicios y equipamientos necesarios para la vida cotidiana (escuelas, tiendas de alimentación, lavanderías, o papelerías, entre otras) y la posibilidad de acceder a ellos a pie es uno de los aspectos más apreciados por los entrevistados. Ciertamente, los espacios públicos y los servicios accesibles a pie desde la vivienda, los espacios de proximidad o espacios locales, como los denominan Duhau y Giglia (2004), son importantes no sólo por una cuestión ecológica o de comodidad para el residente, sino también porque fomentan un conocimiento más cercano del territorio y posibilitan interacciones sociales con el vecindario. En la Ciudad de México, se produce el contraste más fuerte entre el retrato que se realiza de los lugares de residencia, que se elabora a partir de una serie de características positivas, y la urbe, que se suele definir con adjetivos de carácter negativo.

Los centros comerciales también juegan un papel importante en los mapas mentales, en parte, porque aquí se concentra gran parte de las actividades de ocio que desarrollan los entrevistados. Es el caso de Angeolópolis en Puebla, o Plaza Andares en Guadalajara, zonas de nueva centralidad, que precisamente reflejan el auge económico que están experimentando estas ciudades. Por el contrario, el centro histórico juega un papel marginal en las narraciones de los entrevistados de Guadalajara y Monterrey, aunque se mantiene con fuerza en las de los Ciudad de México y Puebla. Esto último no significa forzosamente que los entrevistados “vivan” el centro de sus respectivas ciudades, sino que se conoce y reconoce como elemento cohesionador de la vida de la ciudad (por ejemplo, en la vida “provinciana” de Puebla).

En este sentido, el caso de Monterrey es particular dado que comparte un patrón urbano más cercano al de los Estados Unidos. En su área metropolitana, la mayoría de los entrevistados, que mayormente usan el transporte privado, vive al sur del río Santa Catarina, que divide el área metropolitana en dos mitades, siendo la mitad sur donde se concentran además los niveles socieconómicos más elevados. El centro de Monterrey no juega un papel relevante de centralidad: son pocos los que dicen desplazarse al mismo y son pocas las actividades que realizan en el mismo (ocio, principalmente, y escasamente trabajo). Ni siquiera el centro de Monterrey tiene un papel de referencia, simbólico, a la


hora de entender la ciudad, como lo pueden ser los centros históricos de la Ciudad de México o Puebla para los españoles o italianos residentes en estas ciudades. De hecho, el centro y, más específicamente, el Barrio Antiguo son prácticamente ignorados en los mapas mentales dibujados por los entrevistados. Otros elementos, como el Parque de la Fundidora, el parque de Chipinque o el Cerro de la Silla adquieren mayor relevancia en los mapas, reflejando un uso recreacional de estos espacios urbanos. La ciudad, en gran parte, es vista como un conjunto de ejes o arterias de comunicación que permiten una movilidad fluida entre los diferentes municipios del área metropolitana.

Los aspectos geográficos, la vivencia de la ciudad, los usos y las representaciones que se realizan del espacio urbano en las cuatro ciudades de estudio es uno de los aspectos que primero se abordarán en el análisis de las entrevistas. En los párrafos previos, se ha dado algunas pautas de interpretación (el papel del centro histórico, la funcionalidad de los espacios urbanos, las pautas residenciales) y se han dejado otros más complejos, como la identificación de los entrevistados con las ciudades de residencia y su eventual relevancia para entender las trayectorias migratorias, que se abordarán con posterioridad.


Conclusiones

como se ha comentado anteriormente, no se trataba de hacer un análisis estadístico de las entrevistas realizadas. Los cuatro ejes de análisis (mercado laboral, el papel del estado, las migraciones por amor y la perspectiva geográfica) son elementos de análisis de la realidad de los nuevos migrantes españoles e italianos en México. Estos cuatro ejes sobrepasan la perspectiva estrictamente laboral y pretenden tomar en cuenta otros elementos quizá no tan estudiados, a la hora de entender los procesos de migración o asentamiento. Quizá por las características del colectivo, o por las del destino, muchas de las trayectorias migratorias, a pesar de las restricciones que impone la actual ley migratoria, responden a razones que podríamos considerar no estrictamente laborales, a un conocimiento previo de México, o a relaciones personales previas ya sea de amistad o de pareja. No obstante, en las migraciones recientes, el discurso de la crisis y la falta de perspectiva laboral en España (y en Italia, aunque menos) está muy presente, y es decisivo para entender la migración a México.


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Vol 28, N°1


Esta revista fue editada en formato digital en marzo de 2019 por su editorial; publicada por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


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