Dep. legal ppi 201502ZU4636

Esta publicación científica en formato digital es continuidad de la revista impresa

Depósito Legal: pp 199202ZU44 ISSN:1315-0006

Universidad del Zulia


Cuaderno Venezolano de Sociología


En foco: Variaciones sobre el tema de la Juventud y la Violencia



Auspiciada por la International Sociological Association (ISA),

Vol.26 4

la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS)

y la Asociación Venezolana de Sociología (AVS)

Octubre – Diciembre

2017


Espacio Abierto Cuaderno Venezolano de Sociología Vol.26 No.4 (octubre - diciembre, 2017): 251-254


Pineda, Alicia (2018) COMUNICAR LA TECNOCIENCIA. Una

propuesta desde el análisis de sus prácticas discursivas. Editorial Académica

Española, Madrid.

Los libros son como las personas: “siempre tienen una historia”, y éste no podía escapar a ello. Mi posición como docente-investigadora en la Facultad de Ciencias de la Universidad del Zulia (Maracaibo-Venezuela) y mi inquietud por la comunicación tecnocientífica, estimulada desde los tiempos de estudiante de periodismo, se complementaron para brindarme la posibilidad de observar la producción de conocimiento científico- tecnológico desde las prácticas de la investigación científica (el ¿cómo se hace la investigación?, ¿en qué circunstancias?,

¿con qué prioridades? ¿cuáles

financiamientos?, ¿con cuáles alianzas?,

¿alrededor de qué intereses?), y no sólo

desde sus productos o resultados obtenidos. También intenté aprender en esos contextos el decir sobre la ciencia (comunicar, divulgar, difundir), una apasionante actividad que desarrollé desde el ejercicio del periodismo institucional universitario y desde la investigación, actividad que aún hoy ocupa espacios en mi cotidianidad.

De las “cruzadas” en la Facultad de Ciencias en busca de información científica y tecnológica aún recuerdo la íntima relación que existe, por ejemplo, entre los investigadores y los actantes no humanos que pueblan el mundo de la investigación científica- tecnológica: laboratorios, microorganismos, muestras, inóculos, reacciones, pruebas, referencias, presupuestos, textos, revistas etc. Todos ellos preservados en esos espacios en absoluto orden y protegidos de alguna posibilidad contaminante proveniente del mundo real, externo. Recuerdo haber entrado descalza a algún laboratorio de investigación, y



también a regañadientes haber corregido mis cuartillas bajo la tutela del investigador. Sin duda, ambas prácticas a pesar de ser diferentes, tienen un referente común: desde sus espacios más sagrados como lo son los laboratorios de investigación, se luchó siempre por preservar su limpieza, respecto al uso del lenguaje, cosa mucho más necesaria si se corría el peligro de que un inexperto periodista pudiera en sus cuartillas olvidarse que el decir de la investigación científica tecnológica y de innovación (en adelante ICTI) debía conservarse libre de palabras sucias, subjetivas, intencionales, que atentaran contra el reino de la razón científica (objetividad, neutralidad), y en general,en algunos casos, contra la autonomía de la ciencia respecto a sus vínculos con la sociedad.

Un tiempo después comprendí, en su acepción más literal, que la ecología científico- técnica o “el limpiar por dentro la casa de la ciencia y la tecnología” va más allá de la simple acción preventiva relacionada con quitarse los zapatos a la puerta de un laboratorio de investigación científica a fin de mantener a los actantes limpios, asépticos, impolutos, tanto como el estatuto científico que aún domina, ha pretendido mantener su pretendida racionalidad por los siglos de los siglos…

La ecología científica puede también convertirse en un intento por hurgar en los procesos de producción (onomasiológicos) y de interpretación semasiológicos) de las prácticas discursivas (diseminación, divulgación, difusión, comunicación) que expresan e interpretan prácticas no discursivas (observación, planificación, producción, asimilación, difusión, uso), tal es el caso que nos ocupa en esta obra, a fin de encontrar, entre otros, una explicación al paradójico mundo de la ciencia y la tecnología que se expresa tanto en la forma como se desarrollan sus actividades, como en el uso de las estrategias discursivas que deben crear los vasos comunicantes con el contexto social. Este texto es pues resultado de esas circunstancias...

Las comunicación pública de la ciencia, la tecnología y la innovación (en adelante CPCTI), a diferencia de otras formas de comunicación y temáticas, no se ha planteado suficientemente como una Teoría de la comunicación científica pública que sistematice conceptos, modelos, teorías, esquemas, elementos, operaciones,recursos y estrategias de la comunicación, referentes al desarrollo e impacto de la investigación científica, tecnológica y de innovación (en adelante ICTI). Esto no obsta para que diversos actores desde diferentes campos interdisciplinarios hayan abordado esos aspectos y aportado soluciones. Uno de estos aspectos, objeto de este Estudio, se refiere a la representación de la ciencia, tecnología e innovación (en adelante CTI) en modelos de divulgación, difusión y comunicación, cónsonos con la realidad actual de la ciencia y de sus prácticas, promovidas por el nuevo cambio tecno-científico.

Es pertinente aclarar que estudiar las prácticas de la investigación CTI desde la prácticas discursivas que forman prioritariamente parte de su arquitectura, es vincularlas, en un primer acercamiento conceptual, con el uso del lenguaje como un elemento que ejerce acción sobre el mundo a través de la palabras, acción sobre uno mismo, sobre el otro, sobre las situaciones, y no solamente como un instrumento de comunicación o como una representación del mundo (Charaudeau y Maingueneau, 2005).

Comunicar la tecnociencia. Una propuesta desde el análisis de sus prácticas discursivas. Pineda, Alicia (2018)


Alicia Pineda Torres /253


Otro tanto debe decirse del estatuto de ciencia y tecnología en que se plantea el uso de estas prácticas discursivas. En este sentido, se evidencia que la ciencia del siglo XX hasta bien entrada la década de los 60, tal como la “muralla china”, protegió su carácter interno: teorías, modelos, axiomas, leyes, que estuvieron destinadas a demostrar la verdad absoluta del conocimiento. Las ciencias físicas naturales heredaron esos postulados de la primera revolución científico-técnica, preservados en sus paradigmas más relevantes: el positivismo del siglo XIX y neopositivismo del siglo XX.

La potencia (poder de persuasión) de las corrientes mencionadas anteriormente, ha hecho que la búsqueda de objetividad y neutralidad de la ciencia, a falta de otros argumentos más robustos, aún se mantenga como práctica en la investigación CTI y en la formación científica, académica y de investigación, pero matizada, a lo largo del siglo XX por acercamientos de corrientes, tales como la filosofía analítica, la teoría crítica, el realismo radical, el racionalismo crítico, el constructivismo, y el experiencialismo, entre otros. Una gama de posiciones desde donde se intenta discutir entre otros, por ejemplo, si los hechos considerados como científicos son fabricados por el hombre, es decir, son artefactos; o por el contrario, existen independientemente del quehacer humano. Una gran interrogante adquiere relevancia en este contexto de la cultura del saber: ¿qué es la ciencia?. Respecto a la misma, la filosofía y la sociología de la ciencia refieren como los científicos establecen conexión con otros científicos y construyen consensos alrededor de un saber que se mantiene estable mientras no ocurran anomalías (Kuhn, 1962) que afecten la visión o las forma de ver los hechos.

Ante la complejidad del mundo, nuevas interrogantes se plantean para la tecnociencia:

¿para qué sirve la ciencia?, ¿qué problemas resuelve? , ¿qué valores sustentan los desarrollos tecnológicos?, ¿cuál es la comunicación que hace falta para hacer entrar “a la masa de los de a pie” en la “república de los sabios”?. No hay duda, que la complejidad de los problemas a resolver plantea a su vez problemas en la forma cómo se vinculan los “elementos y relaciones” en las ciencias naturales (inter y transdisciplinaridad), la teoría de la toma de decisión, planificación, programación de ordenadores, la investigación y la metodología, la cibernética y el análisis de sistemas. En las humanidades, por el contrario, la complejidad se relaciona con el “sentido del sentido” (Luhmann, 1998:25,26).

Es así como la Comunicación para responder a la nuevas interrogantes planteadas por la complejidad del conocimiento CTI requiere, por ejemplo, rescatar realmente de la década de los 80 del pasado siglo las propuestas provenientes del neoestructuralismo sociológico (corrientes historicistas) relativas a la vinculación de la CTI con los contextos, vale decir, con la realidad social, política, económica, cultural, tecnocientífica, bioética y ecológica en que se desenvuelve el trabajo de los científicos y su impacto sobre la sociedad.

De igual forma, en esta publicación se entiende la CTI como acontecimiento (ubicación espacio-temporal e histórica) con una finalidad performativa, es decir, con su posibilidad de producir cambios. Esto es lo contrario de la visión – aún vigente – de científicos que se quedaron estacionados en el modelo epistemológico del saber racional (ciencia: teorías, métodos, axiomas, leyes, creaciones, descubrimientos), que cuestionan los vínculos de la ciencia con la resolución de problemas, sobre todo los de naturaleza social; y rechazan las



nuevas propuestas que plantean el trabajo colectivo de los científicos, que trasciende, el individualismo cartesiano “pienso, luego existo” hasta el “pensamos, somos, existimos” (Latour, 2012), sin duda, los procesos de inclusión social llegaron a la actividad para tecnocientífica para quedarse…

Vista la historia, y la forma como la evolución y visión del desarrollo tecno-científico y la comunicación pública del conocimiento interaccionan, ésta entra en el objetivo general del Estudio presentado en esta obra, y el cual contempla: (1) una teoría, (2) un método, (3) la aplicación de una metodología de análisis sobre corpus concretos, reales (no abstractos ni ideales), publicados por la prensa venezolana durante el período 2007-2012, y (4) la posibilidad de interacción entre una hermenéutica interpretativa de la tecnociencia y la comunicación y la analítica de niveles, elementos, operaciones y estrategias lingüístico- discursivas, como estrategia explicativa –argumentativa de los lineamientos de un modelo comunicativo de CTI.

Este libro es de interés para investigadores, estudiantes de pre y postgrado, profesionales de la comunicación pública de la CTI, comunicólogos, sociólogos, filósofos, historiadores, entre otros. El libro lo distribuye la editorial académica española (eae) a través de la WEB



Vol 26, N°4


Esta revista fue editada en formato digital y publicada en diciembre de 2017, por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


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