Espacio Abierto Cuaderno Venezolano de Sociología Vol.26 No.3 (julio - septiembre, 2017): 165-188


Gestión del consejo comunal del sector 10 de la Urbanización San Jacinto, Parroquia Juana de Ávila, Maracaibo: una mirada desde la perspectiva de sus voceros

Ketty Navarro*


Resumen

Los consejos comunales representan actualmente en Venezuela un mecanismo de participación ciudadana y de gestión de políticas públicas, en donde las comunidades organizadas tienen la oportunidad de coadyuvar al Estado en la ejecución de las políticas sociales, a través del desarrollo de proyectos diseñados desde el interior de las comunidades a partir de sus propias necesidades. Con el objetivo de analizar la gestión del consejo comunal del Sector 10, Urbanización San Jacinto, Parroquia Juana de Ávila, Maracaibo, desde la perspectiva de sus propios voceros, se realizó una investigación de tipo estudio de caso, enfocada en el paradigma cualitativo y con las técnicas propias del método fenomenológico para la recolección y tratamiento de la información. El trabajo se fundamentó en la gestión de políticas públicas como base para el análisis de los consejos comunales. Entre los resultados más importantes se destaca que la gestión es percibida por los voceros como la oportunidad de ayudar a la comunidad a resolver sus problemas, lo cual contrasta con los obstáculos que presentan para ejercer sus funciones, tales como interferencias políticas, burocratismo e imposición del Estado


Recibido: 31-10-2016 / Aceptado: 14-05-2017


La definición de las fases del ciclo comunal, permite apreciar que los procesos para la gestión de los consejos comunales no es de ninguna manera informal, por el contrario, son intervenciones basadas en la racionalidad de lo formal que implica el uso de determinadas técnicas y herramientas básicas que no necesariamente se oponen a las prácticas cotidianas de la representación comunal (Nuváez, 2010). Se concluye entonces, que la gestión comunitaria ejerce funciones de carácter público, por lo que en buena parte puede considerarse como una gestión pública en el ámbito comunitario y que ésta a su vez requiere generar resultados que legitimen su razón de ser, que impacten en términos de logros de su propio desarrollo (Lovera, 2008).


  1. Los Consejos Comunales. Aspectos Formales

La Ley Orgánica de los Consejos Comunales, en su artículo 2 define a los consejos comunales como instancias de participación, articulación e integración entre los ciudadanos, ciudadanas y las diversas organizaciones comunitarias, movimientos sociales y populares, que permiten al pueblo organizado ejercer el gobierno comunitario y la gestión directa de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades, potencialidades y aspiraciones de las comunidades, en la construcción del nuevo modelo de sociedad socialista de igualdad, equidad y justicia social (Asamblea Nacional, 2009).



3.1 Organización de los Consejo Comunales.

Desde el punto de vista organizativo, los consejos comunales se componen de cinco áreas operativas fundamentales para su funcionamiento, de acuerdo con el Artículo 19 de la Ley Orgánica que los regula, a saber: la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Consejo Comunal, el Colectivo de Coordinación Comunitaria, la Unidad Ejecutiva, la Unidad Administrativa y Financiera Comunitaria y la Unidad de Contraloría Social (Asamblea Nacional, 2009). Tal como se muestra en el siguiente gráfico:



En una breve descripción de cada una de ellas, puede indicarse que la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas es la máxima instancia de deliberación y decisión para el ejercicio del poder comunitario (Art. 20). El Colectivo de Coordinación Comunitaria es la instancia de articulación, trabajo conjunto y funcionamiento, conformado por los voceros y voceras de la Unidad Ejecutiva, Unidad Administrativa y Financiera Comunitaria y Unidad de Contraloría Social del consejo comunal (Art. 24).

La Unidad Ejecutiva es la instancia del consejo comunal encargada de promover y articular la participación organizada de los habitantes de la comunidad, organizaciones comunitarias, los movimientos sociales y populares en los diferentes comités de trabajo (Art. 27). La Unidad Administrativa y Financiera Comunitaria es la instancia que funciona como un ente de administración, ejecución, inversión, crédito, ahorro e intermediación financiera de los recursos y fondos de los consejos comunales, de acuerdo a las decisiones y aprobaciones de la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas, privilegiando el interés social sobre la acumulación de capital (Art 30). La Unidad de Contraloría Social es la instancia del consejo comunal para realizar la evaluación de la gestión comunitaria y la vigilancia de las actividades, recursos y administración de los fondos del consejo comunal (Art. 33).



3.2. Perfil de los Voceros.

En el contenido del artículo 15 de la Ley Orgánica de los Consejos Comunales, se establece que son requisitos para ser vocero o vocera del Consejo Comunal (Asamblea Nacional, 2009):


  1. Ser venezolano o venezolana, extranjero o extranjera residente, habitante de la comunidad con al menos un año de residencia en la misma, salvo en los casos de comunidades recién constituidas.


  2. Presentación de la carta de postulación o manifestación de voluntad por escrito,

    identificando nombre, apellido y cédula de identidad.


  3. Ser mayor de quince años.


  4. Estar inscrito en el registro electoral de la comunidad.


  5. De reconocida solvencia moral y honorabilidad.


  6. Tener capacidad de trabajo colectivo con disposición y tiempo para el trabajo comunitario. Espíritu unitario y compromiso con los intereses de la comunidad.


  7. No poseer parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo grado de afinidad con los demás voceros o voceras integrantes, tanto de la Unidad Administrativa y Financiera Comunitaria como de la Unidad de Contraloría Social que conforman el consejo comunal, salvo las comunidades de áreas rurales y comunidades indígenas.


  8. No ocupar cargos de elección popular.


  9. No estar sujeto a interdicción civil o inhabilitación política.


  10. No ser requerido por instancias judiciales.

Si se analiza en el sentido estricto el espíritu de los artículos 44 y 45 de la Ley, relacionados con el ciclo comunal y que es de estricto cumplimiento para los voceros, pues de ello depende el otorgamiento de los recursos para su funcionamiento, en primer lugar se observa que la comunidad organizada a través del consejo comunal, debe reunir competencias en materia de gestión con altos niveles de eficiencia para poder responder a las tareas descritas (Puerta, 2012). En segundo lugar, se interpreta que no cualquiera en la comunidad está en capacidad de ejecutar las políticas que el Estado transfiere a los consejos comunales, por cuanto para ello se requiere de competencias metodológicas y técnicas, tanto para la aplicación de la política, el desarrollo de los proyectos y toma de decisiones, entre otros. En tercer lugar, de allí se pudiera inferir que no cualquier persona está calificada para ser vocero del consejo comunal y en cuarto lugar, que el contenido del artículo 15 contradice el espíritu del contenido del artículo 45.



De acuerdo con Zambrano, (2001) la implementación de la política pública constituye uno de los pasos determinantes, ya que el éxito o el fracaso de la misma dependerán de la calidad de las organizaciones, procesos y personas que intervienen en su ejecución. En concreto, depende de su capacidad técnica y política tanto de los diseñadores como ejecutores, así como de la red de organizaciones públicas y privadas y ciudadanos que intervienen.

Por consiguiente se concluye, de acuerdo con Nuváez, (2015) que la participación ciudadana que se da a través de los consejos comunales, requiere de ciertas condiciones, que permitan la normatividad dictada al efecto; tales como la capacitación del pueblo, la vinculación con el gobierno local y la creación de comités locales. Por tanto, se deben formar ciudadanos para la gestión, porque sin capacitación y preparación en el ejercicio de la democracia participativa, difícilmente lograrán los cambios a los que aspiran. De igual manera se debe educar para co-gobernar y para co-administrar, pudiendo ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a solucionar las necesidades y aspiraciones de los miembros de las comunidades. También se requiere educar para actuar en las asambleas de ciudadanos, para el control social y para tareas específicas dentro del consejo comunal.


  1. Gestión del Consejo Comunal del Sector 10 de la Urbanización San Jacinto, Parroquia Juana de Ávila, Maracaibo.


    1. Proyectos Ejecutados

      La Urbanización San Jacinto se encuentra ubicada en la Parroquia Juana de Ávila, municipio Maracaibo del estado Zulia, Venezuela. Se inauguró en el año 1973, como parte de las políticas de viviendas populares desarrolladas durante el primer gobierno del Dr. Rafael Caldera. El Consejo Comunal del Sector 10, fue creado el 27 de noviembre del 2010, como respuesta al mandato del Estado venezolano, según Gaceta Oficial Nº 39335, del 28 de diciembre de 2009, que crea la Ley Orgánica de los Consejos Comunales. Para la fecha en que se realizó la investigación (marzo-septiembre 2015), lo integraban 44 personas, cada una cumpliendo funciones a través de una vocería. La mayoría de estas personas son mujeres de la tercera edad y de oficios del hogar. Del total, se entrevistaron a las 10 personas que cumplen funciones de voceras principales y son las que llevan la mayoría de las gestiones que se desarrollan en el Consejo Comunal (informante 1).

      Desde el punto de vista organizacional, el consejo comunal funciona tal como lo indica la Ley Orgánica de los Consejos Comunales 2009, es decir, que no existen jerarquías ni líneas de dependencia y mando entre ellas. Como caso particular de este Consejo Comunal, la vocería principal, a modo de coordinación general, la ejerce una mujer 40 años de edad, quien fue elegida por los miembros del consejo comunal por puntaje mayor y además, debido a su empatía con el grupo, sentido de responsabilidad y compromiso, es considerada por todos como la “líder”.



      Hasta el momento de realizar esta investigación, han diseñado tres proyectos de envergadura para la comunidad, los cuales fueron logrados por autogestión y en colaboración con CORPOZULIA. Dichos proyectos son:


      1. Impermeabilización de 25 casas de la comunidad.


      2. Donación de 25 tanques de agua a familias de menos recursos de la comunidad.


      3. Rehabilitación de la cancha deportiva del Sector.

      Lo primero que se percibe cuando se leen las repuestas de los informantes sobre qué significa para ellos pertenecer al consejo comunal, es que de entre los voceros emergen actitudes positivas, de agrado hacia la labor que realizan en el consejo comunal. Por otro lado, es necesario agregar que las respuestas se inclinan hacia la definición de gestión que según su criterio debería identificar a los voceros y voceras, dejando ver que el consejo comunal surge para dar respuesta a los problemas presentes en su comunidad. De lo que se puede interpretar que, a través de la organización comunitaria, como instancias de participación popular, los voceros y voceras asumen el papel generador de cambios sociales a través de la participación activa en los distintos procesos de gestión comunal

      Sin embargo, también se debe aclarar que aún cuando se refleja un alto grado de motivación de los voceros y voceras: “Mi vida lo es todo, porque trabajo por la comunidad, por las personas para que tengan confianza en nosotros como vocero del consejo comunal” (informante 7). “Un orgullo porque estoy aportando mi granito de arena, mi tiempo y todo mi amor para que la comunidad siga adelante y que sea por la comunidad” (informante 9). Y que para ser vocero es necesario tener vocación para el servicio comunitario: “Para mi mucho la verdad porque me gusta trabajar mucho por la comunidad sin ningún interés ayudar a la comunidad con sus problemas que tenga sin esperar nada a cambio” (informante 5). “Sería como ayudar a la comunidad, bueno es lo principal, eso es lo que más me gusta yo soy muy humana porque soy flexible a los problemas de la comunidad yo digo, así no pertenezcamos al consejo comunal” (informante 3). Gracias a la técnica de entrevistas informales, realizadas durante los primeros contactos, a algunos integrantes del consejo comunal, se revelaron datos interesantes para el análisis que reflejan la verdadera situación del consejo comunal con respecto a la gestión.

      Así, en primer lugar, relatan lo difícil de la gestión, por cuanto los intereses del de la comunidad, muchas veces no encajan con los intereses de los entes superiores de toma de decisiones del Estado, y específicamente del Consejo Federal de Gobierno, organismo que actualmente es el principal financiador de proyectos de los consejos comunales. En este sentido, relatan que de acuerdo con las decisiones tomadas en Asamblea de Ciudadanos, el Consejo Comunal elaboró proyecto y sometió a la consideración del Consejo Federal de Gobierno, el reacondicionamiento de la infraestructura general e impermeabilización de los techos de 200 viviendas de la comunidad, cantidad que se obtuvo como resultado de un censo realizado por ellos mismos.



      Este proyecto de impermeabilización de los techos lo consideraron de necesidad imperiosa, dada la merma considerable en el poder adquisitivo de los integrantes de la comunidad que les impide costear la impermeabilización de sus viviendas, con todas las consecuencias que ello acarrea para la calidad de vida de los habitantes. Asimismo, en algunos casos las condiciones de los techos son tan graves, que sus habitantes temen que puedan derrumbarse. Sin embargo, el proyecto fue negado por parte del Consejo Federal de Gobierno, por cuanto la “orden presidencial” (informante 4) era que el presupuesto para los consejos comunales debía orientarse hacia la construcción de viviendas. Ante esta respuesta negativa, los integrantes del Consejo Comunal solicitaron una ayuda financiera ante la Corporación de Desarrollo del estado Zulia (CORPOZULIA) y con la ayuda de los mismos vecinos, se impermeabilizaron apenas 25 viviendas, es decir, el 12,5% de las viviendas proyectadas.

      Esto concuerda con los resultados de Piña (2015), en una investigación realizada en los 17 consejos comunales de la Parroquia Francisco Eugenio Bustamante de Maracaibo, en donde se revela que el 53% de los encuestados opina que FUNDACOMUNAL es quien diseña los proyectos y que el 94% de los proyectos ejecutados son de construcción de viviendas. El estudio concluye que en realidad fueron pocos los consejos comunales a quienes se les ha aprobado todos los proyectos solicitados y por tal motivo, existe una disparidad entre la cantidad de proyectos elaborados y ejecutados.

      Por otra parte, los voceros del consejo comunal del Sector 10, Parroquia Juana de Ávila, narraron que a través de un financiamiento otorgado por CORPOZULIA, también se logró la adquisición de 25 tanques de agua, sin embargo, algunas de las informantes clave manifestaron su desacuerdo con la manera como se procedió a la distribución de los mismos, por cuanto, argumentaron, que fueron repartidos entre familiares directos y allegados a los voceros del consejo comunal, dejando por fuera a familias más necesitadas de la comunidad.

      La rehabilitación de la cancha deportiva se logró más que por gestión del consejo comunal, por iniciativa de integrantes de la comunidad, puesto que los recursos solicitados no llegaron nunca, situación que también generó disgusto en la comunidad y el resquebrajamiento de las relaciones entre ésta y el consejo comunal, por diferencias políticas, debido a que un grupo de la comunidad recibió de la Alcaldía de Maracaibo1 ayuda para culminarla, lo que apunta a que las tensiones políticas que han caracterizado al gobierno y la oposición en los últimos diecisiete años, también han penetrado los consejos comunales. Cabe destacar que según lo observado por el equipo de investigadores es que de hecho, el consejo Comunal es limitado en su autonomía ejecutiva para el desarrollo de proyectos, puesto que la mayoría de actividades que realizan son impartidas por órdenes “desde arriba”, es decir emanadas de la Presidencia de la República y en coordinación con el Ministerio de las Comunas. Esto se evidencia en las actividades proselitistas para la movilización de votantes a favor del gobierno en las actividades electorales, periodos


      1 La Alcaldía de Maracaibo, para el momento de realizar la obra y durante el desarrollo de esta investigación era Eveling Trejo de Rosales, reconocida líder política adversaria al gobierno revolucionario y al partido de Gobierno.



      durante los cuales se paralizan todas las acciones del consejo comunal para atender la “prioridad”, según palabras de los propios voceros. Los hechos narrados anteriormente se pudieron constatar en otros consejos comunales, tanto de la Ciudad de Maracaibo, como en el Municipio San Francisco en los cuales los investigadores de este trabajo han realizado actividades tanto de investigación como de Servicio Comunitario.

      Al respecto, Pereira y Vásquez (2009) concluyen que en cuanto al funcionamiento y gestión se producen dificultades para concertar objetivos, ya que producen diferencias entre los consejos comunales e instancias del gobierno central por la realización de determinados proyectos no requeridos por la comunidad y se ha detectado que, en algunos casos, los organismos públicos no transigen y actúan sin considerar tales exigencias, se traduce ello en la ejecución de obras que la comunidad no desea, y en tal contrariedad, se hace difícil a las comunidades hacer valer sus decisiones porque no les asignan los recursos para que realicen los proyectos que aspiran. En adición, la politización limita el cumplimiento de objetivos y las divergencias entre los intereses de las comunidades motivan trabas y conflictos, que hacen inmanejable a los consejos comunales. Estas situaciones exponen el obstáculo mayor que tienen los consejos comunales: el peso del poder ejecutivo en las decisiones y las interferencias políticas, a lo que se agregan las insuficiencias técnicas que puedan tener los mismos para manejar la negociación.

      Estos hechos permiten señalar, de acuerdo con Machado (2008) que en los actuales momentos no existen elementos de juicios consistentes , para señalar hacia dónde se dirigen estas organizaciones de participación comunitaria, situación a la cual no es ajena el consejo comunal objeto de estudio de esta investigación; pero ciertamente se encuentran entre dos caminos, el primero, el patrón clientelar y populista y el segundo, deberán ser fuertes para luchar ante la injerencia del gobierno y defender sus propias decisiones, es decir, una verdadera participación, democrática y protagónica.


    2. Las Fases del Ciclo Comunal

Enmarcar la ejecución de los proyectos de los consejos comunales, dentro de las teorías académicas que tradicionalmente se utilizan para estudiar la gestión en organizaciones públicas y privadas, es como colocarle una camisa de fuerza a su labor, debido a las características intrínsecas actuales de esta organización de participación ciudadana, por cuanto sus voceros no están formados (al menos en lo que concierne a los de este estudio) para ejecutar políticas públicas y a que la Ley misma no establece un perfil de preparación como condición para ser vocero. Sin embargo, el proceso de gestión que siguen para el desarrollo de sus proyectos se analizó a partir de las fases del ciclo comunal establecidos en el artículo 45 de la Ley Orgánica de los Consejos Comunales.

En este sentido, durante la observación se pudo constatar que los voceros conocen las fases del ciclo comunal y cumplen con ellas a partir de las nociones básicas que sobre cada etapa tienen y de acuerdo con percepción. Es así como para ellos las necesidades se determinan a través de la observación directa de los problemas de su comunidad, discusiones, acuerdos en asambleas y censos que permiten establecer el número de



familias o individuos (según sea el caso) que deben ser atendidas. No entienden lo que es un plan, desde el punto de vista formal, sin embargo, las necesidades las transforman en proyectos, solicitan ayuda entre los vecinos para elaborar los presupuestos para cada proyecto, buscan los recursos y ejecutan. Entienden la contraloría social a través de la vigilancia para que se ejecute la obra y la denuncia, si no se cumple “Yo como pertenezco a la contraloría yo tengo que estar pendiente de la contraloría de todo” (Informante 6).

Por tal razón, con el fin de indagar más allá de la formalidad del ciclo comunal, esta parte de la investigación se abordó tomando en consideración dos aspectos: primeramente se consideró necesario examinar si los voceros estaban claros sobre las funciones que deben cumplir, de acuerdo con la Ley Orgánica de los Consejos Comunales. En segundo lugar, sus respuestas se contrastaron con las otorgadas en otras sesiones de entrevistas abiertas, semi estructuradas, a algunos voceros, en torno a lo que tácitamente perciben como ejecución. En consecuencia, del contenido de las respuestas de los informantes clave se desprende que para los voceros su ejecución está relacionada con un estilo particular de hacer las cosas, en donde priva la vocación de servicio y la presencia permanente en la comunidad para atender sus demandas: “Mi presencia mi trabajo y la lucha día a día, trabajando por la comunidad” (Informante 9). “La función es estar pendiente de la comunidad los problemas que tengan, con el agua hay que estar pendiente de esas personas que vienen aquí con una problema ayudarlo a solucionarlo” (Informante 3). “Es el trabajo diariamente con la comunidad, con el fin del bienestar” (Informante 1).

Es importante acotar que durante las visitas al consejo comunal estudiado, se percibió una dependencia “de conocimientos” de los voceros hacia la persona a quienes ellos consideran como su líder, dependencia que afecta, no solamente el desarrollo de proyectos, sino a las demás actividades que realizan, pues todas las decisiones que se toman, giran en torno a su opinión. Sin embargo, hubo momentos en que la misma manifestó cansancio, debido al volumen excesivo de trabajo, situación que los lleva no solamente a una dependencia peligrosa, sino que recarga a esta persona de actividades y funciones convirtiéndola en lo que en la teoría de gerencia de empresas se conoce como el “hombre orquesta”, es decir, la persona que lo hace todo en la organización.

Así, cuando se les preguntó a algunos voceros que de qué manera ellos participaban en la elaboración de los proyectos, respondieron que ayudaban con su presencia en las discusiones, pero quien los elaboraba era su líder principal porque “es quien sabe de ello” (informante 4). Esta respuesta confirma la postura de González y León, (2012) cuando argumentan que la formación académica de cada vocero y vocera y la vinculación general de todos los miembros de la comunidad constituyen el punto de partida para llegar a desarrollar un papel importante dentro de la actividad comunal. Por lo tanto, si es necesario el desarrollo de habilidades y destrezas de los ciudadanos para el control de la gestión pública, también debería procurarse que los voceros de los consejos comunales posean un nivel cognoscitivo integrado y holístico acerca de los métodos, técnicas y herramientas para la gestión pública (Oviedo, 2006).

Esto podría ser la razón por la cual hasta ahora el consejo comunal estudiado aún no posea proyectos aprobados por el Consejo Federal de Gobierno u otra instancia



financiadora del Estado y que sus necesidades originales, detectadas a través de la Asamblea de Ciudadanos, no hayan podido ser satisfechas. Además, el hecho de que la mayoría no se sienta capaz de desarrollar los proyectos y que técnicamente dependan de una persona, (aunque esa persona en todo momento se haya mostrado dispuesta a trabajar por su comunidad), representa una limitación del consejo comunal como organización y un peligro latente para su permanencia que el propio Estado debe atender. Aunque dese el punto de vista formal, en este caso, la ejecución de los proyectos se realiza ante la mirada escrutadora de la Unidad Administrativa de Contraloría Social del Consejo Comunal, CORPOZULIA y la propia comunidad, desde lo informal, la ejecución de los proyectos dependen más del entusiasmo y la perseverancia con la que actúan los voceros.


5. Valores Organizacionales

A los efectos de profundizar en los elementos que subyacen en los resultados de la gestión del consejo comunal estudiado, se indagó sobre aquellos atributos que algunos autores del área de la gestión pública y participación ciudadana, establecen que deben estar presentes en los representantes de las comunidades y que se extienden desde la base hasta la cúspide del poder ciudadano y en todas las organizaciones de carácter pública y privadas existentes en las sociedades en el mundo entero y que de una u otra manera inciden en el desempeño de las mismas. Estos son los valores de humildad, ética y confianza, cuyos resultados se muestran a continuación.

Con respecto a la percepción sobre los valores que los propios voceros deben poseer, se infiere que ellos están claros en el tema, si bien aún no poseen formación académica para la gestión de políticas públicas, poseen valores compartidos y un conjunto de creencias que pudieran definir su cultura organizacional: “Si supieras que en x o en z como dice uno, siempre estamos unidos siempre hay obediencia entre las personas, en realidad siempre estamos así sea en lo más imposible, porque en realidad a nosotros no nos han dado herramienta para trabajar en nada; pero si nosotros mismos con nuestros esfuerzo, hemos estado, pero en realidad si hay humidad y siempre estamos unidos (Informante 6).” “Éticamente en este consejo comunal, nosotros es el trato con las personas y el respeto, esa es la cualidad que ellos ven en nosotros” Primeramente trabajar, trabajar con empeño para sacar a delante los problemas de la comunidad, dejando a un lado la envidia el egoísmo y trabajar sin esperar nada a cambio”.(Informante 5). “Yo siempre le digo a ellos si alguno no pudiera confiar en mí, cuando ellos me insiste mucho en una cosa que se haya dado, yo les digo confíen en mi que yo confió en ustedes con todo mi corazón, porque la confianza es todo, Porque nada puede estar bien si no hay con fianza”(Informante 10)

Los valores que reconocen poseer individualmente y como equipo, les permite una ventaja al emprender sus funciones, porque se puede ser exitoso en una gestión cuando el comportamiento de sus operadores es ético y además si se basan en la humildad y la confianza, en cambio, numerosos estudios han demostrado que se puede estar muy preparado para desempeñar funciones, pero si no se cuenta con estos valores, el resultado en la gestión será un fracaso.



Este resultado se complementa también en los gestos de agrado a través de la sonrisa (una vez roto el hielo con los entrevistadores), lo cual denota que se sienten a gusto con lo que hacen y a pesar de los tropiezos, siguen adelante porque los motiva un elevado compromiso y sentido de pertenencia con su comunidad. Así, por ejemplo, cuando se les preguntó sobre las acciones emprendidas para ejecutar los proyectos, manifestaron que muchos no habían podido realizarse porque no les habían bajado los recursos para ello. Sin embargo, estas circunstancias no significaron obstáculos para seguir adelante y emprender nuevas acciones en beneficio de un colectivo. Ellos creen en lo que hacen y lo asumen con ética, humildad y confianza en que las cosas van a mejorar. Y creen también en un proyecto político que los impulsa a seguir trabajando a pesar de las adversidades y piensan que esa es la mejor manera de contribuir con el desarrollo de su comunidad “Yo me identifico con este proceso revolucionario porque por primera vez, estoy tomada en cuenta cuando yo con 64 años que tengo, jamás me habían tomado en cuenta ni como persona hoy en día donde estoy se lo debo al consejo comunal” (informante 6)

En tal sentido, en función de lo acotado por Barone, (2009) pudiera decirse que el Consejo Comunal del sector 10, Parroquia Juana de Ávila, Urbanización San Jacinto posee una cultura organizacional basada en un conjunto articulado de valores: “El trabajo ético es velar por el bienestar comunitario” (Informante 3), creencias: Algo, bastante si todos confiáramos en lo que estamos por obtener todo saldrá bien, porque hay ese amor, y donde hay mucha confianza en lo que se piensa, si estamos pensando en dar una carrera hay que tener unión para que eso se dé” (Informante 4), pautas de comportamiento: ““Bueno en primer lugar la transparencia de la gestión, la transparencia en todo. Lo ético tiene que ser que lo que yo hablo lo hago y ser honesto y lo que boto por mi boca es lo que se hace, está prohibido hablar de otra persona si no está presente. Si pasa algo con uno pasa con todos” (Informante 10). Todos estos valores forman parte del acervo de valores organizacionales de su consejo comunal, los comparten como colectivo y son el resultado de las interacciones entre sus miembros y del consejo comunal con su entorno.

Mientras adquieren otras destrezas y competencias, bien sea por la experiencia o porque se las proporciona el Estado, como garante de la participación ciudadana para el beneficio y desarrollo de las comunidades, esta cultura organizacional puede funcionar como un sistema de referencias que serán válidas en la medida que garanticen el buen funcionamiento del consejo comunal y que serán transmitidos a los nuevos miembros como guía para su accionar.


6. Fortalezas y Debilidades.

Los significados expresados en los puntos relacionados con la gestión y los valores de los voceros del consejo comunal, permiten inferir que existen factores asociados que de una u otra manera influyen en los resultados obtenidos en su gestión y su proyección hacia la comunidad. En este sentido, basados en los contenidos de las entrevistas y su análisis se desprende que la gestión ejercida por los voceros del consejo comunal estudiado, presenta fortalezas y debilidades claramente definidas y reconocidas por ellos mismos, a saber:



Fortalezas:

Con respecto a las fortalezas, como elementos presentes en la gestión, deben profundizarse aún más como un mecanismo de fortalecimiento organizacional que



permitirá la viabilidad de proyectos futuros, facilitando así la construcción del desarrollo local. Los voceros asumen con responsabilidad el rol que se les ha asignado al ser elegidos por la propia comunidad, aún sin tener formación para ello, la cumplen de acuerdo a sus posibilidades, potencializando la gestión con sus fortalezas, que en este caso se expresan como herramientas auxiliares de la gestión. Por otro lado, el Estado, a los fines de profundizar la participación ciudadana, debe y necesita fortalecer los programas de formación para los voceros y que ya existen, respetando sus decisiones y otorgándoles herramientas para que crezcan como organización, con el fin de minimizar sus debilidades.

Estos aspectos son importantes tomarlos en cuenta para la toma de decisiones en el ámbito público y especialmente, a nivel local, debido a que las complejas decisiones que conducen la formulación de programas sociales intensivos, en los cuales se comprometen importantes recursos para la realización de los proyectos sociales; requieren de una gerencia que le permita racionalizar la inversión e incrementar la tasa de retorno de dicha inversión programas, superando la tradicional debilidad institucional de pérdida y desviación de recursos por parte de los organismos e instituciones involucradas, elevando así, sus niveles de eficiencia y logro.

A partir de tales fortalezas y debilidades se puede crear un modelo de gestión adecuado al contexto social y organizacional particular de los consejos comunales, tomando en cuenta que dicho contexto social va a determinar características únicas para cada consejo comunal.


Conclusiones

Los consejos comunales han sido impulsados por el gobierno nacional, como medio de participación ciudadana y a través de los cuales las comunidades se organizan para ejercer el gobierno comunitario, la gestión directa de las políticas públicas y el desarrollo de proyectos orientados a satisfacer sus propias necesidades, potencialidades y aspiraciones. De acuerdo a esto, son la forma de organización más efectiva que pueden darse los vecinos de una determinada comunidad para asumir el ejercicio real del poder popular, es decir, para poner en práctica las decisiones adoptadas por la comunidad. Es además, la instancia básica de toma de decisión, donde el ciudadano común planifica, formula, ejecuta, controla y evalúa las políticas públicas. Todo lo cual le otorga potestad para realizar las demandas que considere necesario ante los .organismos públicos.

En este sentido, se hace ineludible que las instancias gubernamentales involucradas en el proceso de gestión de los Consejos Comunales, realicen un balance de los resultados obtenidos por estas organizaciones sociales y generen las alternativas necesarias que conlleven a superar las dificultades enfrentadas hasta ahora, para lograr una mayor articulación entre los actores que participan en el proceso; un verdadero compromiso en participar y que se garantice el cumplimiento de la Ley y de las regulaciones que las instituciones involucradas imponen, lo que permitiría lograr su mejor funcionamiento y por ende, mejores resultados.

En cuanto al consejo comunal estudiado, se advierte que la gestión comunitaria es percibida por los voceros como la oportunidad de ayudar a la comunidad a resolver sus



problemas. Esto contrasta con los obstáculos que presentan para ejercer sus funciones, tales como interferencias políticas, burocratismo e imposición del Estado de actividades y proyectos no deseados o considerados como necesarios por parte de la asamblea de ciudadanos. Esto indica que la voluntad popular pierde peso y se merma el aporte de la participación comunal a la calidad democrática del país; ya que, a pesar del alto potencial democrático que tienen los consejos comunales, estos se convertirían en organizaciones de participación limitada o tutelada

La percepción de su función como vocero y la ejecución transita entre el “estar pendiente de la comunidad”, preocuparse por sus problemas y el movilizarse para resolverlos, existiendo una brecha entre esta percepción de ejecución y los resultados, propiciada desde las mismas esferas gubernamentales al no brindar las herramientas necesarias para la concreción de los proyectos, situación que deben cuidar, tanto el Estado como el propio consejo comunal, por cuanto esta fase en el proceso de gestión de políticas públicas es clave, porque es cuando la comunidad, comienza a creer en los consejos comunales de su sector, sobre todo si está siendo beneficiado a través de algún proyecto.

Los voceros poseen una cultura organizacional basada en creencias compartidas a través de los valores de la humildad, ética y confianza, la cual resulta primordial en estos momentos, para su desempeño y que debe ser fortalecida, para arraigarla en la conciencia de los voceros actuales y futuros. Por último, se puede concluir que en el consejo comunal estudiado prevalecen fortalezas que enriquecen el quehacer cotidiano de la gestión y que pueden potencializarse para su aprovechamiento máximo como garante del éxito y por otro lado, existen debilidades que pueden ser superadas, mediante la capacitación de los voceros en materia de gestión comunitaria, por parte de FUNDACOMUNAL y la atención de las instancias gubernamentales, a los propuestas derivadas de las asambleas de ciudadanos.


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Vol 26, N°3


Esta revista fue editada en formato digital y publicada

en septiembre de 2017, por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela


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