Teoría Fundamentada: Precisiones Teóricas, Aportes
y Aplicabilidad en las Ciencias Educativas y Otras
Ciencias Sociales
Henry Alberto Rodríguez Urdaneta
Núcleo Costa Oriental del Lago. Universidad del Zulia. Cabimas-Venezuela
La Teoría Fundamentada hace referencia a un método del enfoque cualitativo que pretende la generación de
conocimiento a través de datos recabados directamente del campo de estudio. Aborda el fenómeno mediante las
interacciones de los involucrados con el investigador; toma datos empíricos y es flexible al tocar fenómenos complejos
o poco explorados. Así, emergen categorías y nuevas construcciones teóricas. El propósito del presente ensayo es
reflexionar sobre algunas precisiones, los aportes y la aplicabilidad de la Teoría Fundamentada en el campo de las
ciencias educativas y otras ciencias sociales como la comunicación y la sociología. Para ello, se analizaron de forma
crítica y reflexiva textos científicos disponibles en repositorios digitales de acceso abierto. En este proceso
investigativo la información recogida se va analizando constantemente, y no al recolectarla en su totalidad. Lo relevante
con estos estudios es producir nuevos conocimientos, ampliar o perfeccionar los existentes. Como conclusión, en la
literatura se evidencia que el mencionado método aunque se ha popularizado, no se aplica de la manera correcta, lo
que denota una falla en la formación de los investigadores, puesto que al no profundizar en la puesta en práctica de
cada uno de ellos, y no cumplir los pasos establecidos, el resultado es una simple acumulación de datos que no se
asemejan a una teoría, y por ende no tiene fundamentos.
Palabras clave: teoría fundamentada, enfoque cualitativo, construcciones teóricas
Grounded Theory: Theoretical Details, Contributions and Applicability in Educational
Sciences and Other Social Sciences
Grounded Theory refers to a qualitative research approach that aims to generate knowledge through data collected
directly from the field of study. It addresses phenomena through the interactions of those involved with the researcher;
it uses empirical data and is flexible when dealing with complex or underexplored phenomena. In this way, new
categories and theoretical frameworks emerge. The purpose of this essay is to reflect on some key aspects,
contributions, and applicability of Grounded Theory in the field of educational sciences and other social sciences such
as communication and sociology. To this end, scientific texts available in open-access digital repositories were
critically and reflectively analyzed. In this research process, the collected information is analyzed continuously, rather
than as a whole. The key to these studies is producing new knowledge and expanding or refining existing knowledge.
In conclusion, the literature shows that although the aforementioned method has become popular, it is not applied
correctly, which denotes a failure in the training of researchers, since by not delving into the practical application of
each of them, and by not following the established steps, the result is a simple accumulation of data that does not
resemble a theory, and therefore has no foundation.
Keywords: grounded theory, qualitative approach, theoretical constructs
Notas de autor
Henry Alberto Rodríguez Urdaneta https://orcid.org/0000-0001-7030-4753 email: henryalbertorodriguez@gmail.com
El autor declara no tener conflictos de intereses relacionados con la elaboración del presente trabajo.
Fecha de recibido: 15-09-2025 Fecha de Aceptado: 30-10-2025
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.17925968
e-ISSN 2731-2429 Depósito legal ZU2021000152
Vol. 32(2) julio diciembre 2025
https://produccioncientificaluz.org/index.php/encuentro
Introducción
En el quehacer investigativo las dudas e inquietudes siempre afloran. Todavía en pleno siglo
XXI se mantiene la rivalidad entre los paradigmas y sus defensores procuran imponerse ante los
otros. Particularmente, en este ensayo se destaca que lo fundamental son los deseos o la inquietud
por generar nuevos conocimientos y trascender con los nuevos aprendizajes y aportes teóricos que
surgen mediante la labor de investigar. Por ello, se aborda el método de la Teoría Fundamentada
(TF), como la forma de obtener el mayor beneficio en el campo de las ciencias educativas y otras
ciencias sociales, como la comunicación y la sociología, puesto que se le considera de gran ayuda
en la construcción de lineamientos, sistemas, modelos teóricos, así como teorías que derivan de
datos primarios aportados por los actores sociales en un contexto o escenario real del cual no se
tiene mayores detalles o ha sido poco estudiado.
Por lo tanto, se recurre a procesos analíticos, se comparan conceptos, categorías, entre otras
que conformarán la nueva estructura teórica, la cual dependerá de los propósitos que el investigador
tenga. A grandes rasgos, al referirse a la Teoría Fundamentada, se menciona un método cualitativo
que pretende la generación de conocimiento a través de datos recabados directamente del campo
de estudio. Para ello, se aborda el fenómeno educativo o social y a través de las interacciones de
los involucrados y el investigador, emergen categorías que permiten las nuevas construcciones
teóricas, que tendrán repercusión en la sociedad.
Palacios (2022) señala que la propia TF ofrece elementos y herramientas para el análisis de
datos y la creación de teorías que permitan la comprensión de un fenómeno específico. Por su
parte, Estrada et al. (2019), consideran relevante que, mediante la TF, se puede ir construyendo
una teoría propia que surja de los escenarios donde se está desarrollando el fenómeno, ya que se
obtienen de los principales actores sociales con quienes se interactúa y se puedan lograr visiones
particulares.
De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, el presente ensayo tuvo
como propósito reflexionar sobre algunas precisiones, los aportes y la aplicabilidad de la Teoría
Fundamentada en las ciencias de la educación, así como en otras ciencias sociales. Para ello, se
analizaron de forma crítica y reflexiva varios artículos científicos que están disponibles en
repositorios digitales de acceso abierto.
Desarrollo
Teoría Fundamentada. Un Método en Crecimiento
El incremento del uso del método de la TF en las investigaciones educativas, a criterio de
Lúquez y Fernández (2016), es evidente en los últimos años, especialmente en las de carácter
cualitativo; según su opinión, la razón es que mediante esta se pueden abordar distintos problemas
que siguiendo un enfoque cuantitativo no se lograría, puesto que requieren de enfoques más
holísticos que permitan la comprensión e interpretación de la realidad, sus significados, la forma
como lo perciben y las experiencias de los actores sociales involucrados en una situación
específica.
Por lo tanto, las autoras precitadas hacen referencia a que la TF cuenta con reconocimiento
científico internacional, debido a que facilita a los investigadores en distintas áreas contextualizar
y comprender determinadas experiencias sociales, interpretar procesos y construir categorías
conceptuales mediante procedimientos sistemáticos de recolección y análisis, tales como la
observación participante, entrevistas en profundidad y la memorización analítica, entre otras, bajo
el diseño cualitativo. Este método contribuye a la investigación educativa y social al producir
teorías sustantivas relevantes para contextos específicos y potencialmente útiles para la práctica y
formulación de políticas públicas. Su rasgo distintivo es la generación inductiva de teoría a partir
de los datos y la comparación constante proporcionados por los informantes, más que la aplicación
previa de marcos teóricos preestablecidos.
Adicionalmente, Lúquez y Fernández (2016) destacan que el investigador debe poner en
práctica el pensamiento crítico, así como la creatividad al momento de explorar a los informantes,
porque de esta manera pueden retomar los temas abordados y establecer distintas perspectivas, que
vayan surgiendo en el proceso investigativo. De hecho, sobre un mismo tema tienen la posibilidad
de avanzar y retroceder, al momento de recolectar los datos hasta que surjan las nuevas categorías,
para lo cual realizan todo el proceso analítico y sistemático que organicen los resultados obtenidos.
El mencionado método tiene una fuerte influencia norteamericana:
La Teoría Fundamentada, originalmente surg de la convergencia entre dos tradiciones
intelectuales y académicas diferentes de la sociología norteamericana; por un lado, la de
Glaser, quien recogió influencia metodológica cuantitativa de Lazarsfeld y la propuesta de
teorías de Merton; y, por otro lado, la tradición representada por Strauss, de la universidad
de Chicago, bajo el liderazgo intelectual de Park; quien, a su vez tiene sus bases en el
interaccionismo simbólico de Blumer y en el pragmatismo de la escuela de Chicago,
especialmente en las ideas de Mead y Dewey (Lúquez & Fernández, 2016, p. 105).
Ante lo expuesto, destacan las diferencias entre las corrientes principales de la TF, pero
concuerdan en que lo más relevante es la identificación del procedimiento de investigación desde
que inicia la socialización, puesto que ello es lo que sustenta el análisis de la situación y la
producción de las nuevas estructuras teóricas. Se debe añadir que hay dos grandes estrategias que
sirven a la TF, estas son el Método Comparativo Constante (MCC) y el Muestreo Teórico, aunque
los principios centrales de Glaser y Strauss (1967) proponen generar teoría directamente a partir
de datos empíricos en un proceso abierto, sensitivo; en contraste, Strauss y Corbin (2002) proponen
una aplicación más estructurada, porque integran fases de codificación y matrices para lograr la
relación de categorías y llegar a la saturación. En la Tabla 1, se contrastan las vertientes clásicas
de la TF en la aplicación de las referidas estrategias:
Tabla 1
Método Comparativo Constante Vs Muestreo Teórico
Glaser y Strauss (1967)
Strauss y Corbin (2002)
Comparación Constante: es un proceso inductivo y
abierto donde se comparan incidentes para que las
categorías emerjan directamente de los datos.
Comparación Constante: es un procedimiento
sistematizado que se apoya en fases de codificación y
herramientas analíticas para relacionar categorías.
Muestreo Teórico: es flexible y dirigido por las
necesidades emergentes de la teoría; se buscan casos
que maximicen variación hasta alcanzar la saturación.
Muestreo Teórico: es guiado por la teoría, pero con
criterios y registros más explícitos para seleccionar
casos y determinar la saturación.
Nota. Elaboración propia (2025)
Además, otro de los aspectos que se observa es que en la TF los investigadores recolectan,
codifican y analizan los datos simultáneamente al proceso de generación teórica, porque el
propósito no es verificar las existentes, más bien, se busca desarrollar conceptos y fundamentarlos
en datos. En el contexto educativo y social, pueden identificarse cuestiones no abordadas o vacíos
emergentes con el tiempo y son los propios actores quienes pueden contribuir a la construcción de
teorías que expliquen o amplíen ese conocimiento.
Procesamiento Constante
En función de los planteamientos que se han venido realizando, se considera necesario citar
a Mohajan y Kumar Mohajan (2022), quienes recalcan un aspecto relevante al momento de emplear
la TF, como es la presencia de datos de forma constante, destacando que las teorías emergen de los
datos que se recopilan y se analizan sistemáticamente. Es un proceso que se complementa
precisamente con la recolección de los datos, a diferencia de otras metodologías científicas, con la
TF se requiere del dato que se va obteniendo y sistematizando para la construcción de los
conceptos, por lo que no se tienen que reunir todos los datos para su procesamiento al final.
En relación con lo anterior, se observa que el dato va surgiendo en el desarrollo del método,
pero se procesa constantemente. Es allí, donde se requiere de la audacia y creatividad del
investigador para explorar los distintos caminos de la teoría que se desarrollan durante la
interacción entre los actores sociales y quien investiga. Ahora, sobre la manera de cómo se
recolecta la información, entre otras técnicas, puede emplearse la observación y la entrevista,
también se obtienen a través de documentos, videos, películas, hasta registros numéricos como
encuestas o censos. Aquí la mirada del investigador debe ampliarse para obtener los datos de
diversas maneras (Mohajan & Kumar Mohajan, 2022).
Hasta ahora, puede decirse que los datos son interactivos, puesto que se van procesando
progresivamente y no como en otros métodos que se realiza cuando se terminan de recolectar en
su totalidad. Lo que indica el momento en el cual el investigador puede determinar que ha recabado
los datos suficientes, es cuando se produce la saturación teórica y por ende emerge la teoría. Esto,
llevándolo al contexto educativo o social permitirá generar las teorías que expliquen determinados
fenómenos, partiendo de lo que proporcionan sus propios actores sociales.
Interacción Permanente
Estrada et al. (2019) señalan que los participantes en estudios doctorales experimentan mayor
satisfacción profesional en la elaboración de la tesis cuando emplean la TF, debido a que promueve
el interés sostenido y la implicación investigativa durante su redacción. A criterio de los autores,
aunque en este nivel de estudios se ofrecen distintas metodologías, respecto a las cualitativas resalta
la TF, ya que esta se construye mediante la interacción de los seres humanos presentes en una
sociedad específica.
Adicionalmente, en los contextos educativos y sociales, la TF aporta metodológicamente al
facilitar la elaboración creativa y empírica de conocimiento. Estrada et al. (2019) recalcan su
carácter reiterado y su énfasis en la codificación constante que favorecen la emergencia de teorías
sustantivas; estos autores resaltan las cuatro vertientes desarrolladas sobre el método, donde se
aprecia que la TF emergió en la década de 1960 con Barney Glaser y Anselm Strauss y rápidamente
dio lugar a dos tradiciones diferenciadas: la propuesta por Glaser y la desarrollada por Strauss junto
a Juliet Corbin. En el siglo XXI la tradición se amplió con la aproximación constructivista de Kathy
Charmaz y con la perspectiva posmoderna de Adele Clarke.
Cabe agregar a Sosa y Valverde (2022), quienes exponen que la TF genera teoría emergente
de la interacción entre los datos, el contexto y las atribuciones de sentido de los participantes,
posibilitan marcos interpretativos novedosos aplicables a las organizaciones. Su componente
creativo se manifiesta como reflexividad metodológica y sensibilidad teórica, lo que exige adaptar
herramientas analíticas manteniendo procedimientos sistemáticos (muestreo teórico, codificación
iterativa, memos y comparación constante). A su vez, Giraldo et al. (2025) recalcan que la TF
articula codificación sistemática, memos analíticos y la identificación de categorías nucleares hasta
la emergencia de patrones que delimitan la teoría; estos procesos interactivos y no lineales la
distinguen por su énfasis en la consolidación de teoría sustentada en los datos.
En el orden de las ideas anteriores, se comprende que Estrada et al. (2019), Sosa y Valverde
(2022) y Giraldo et al., (2025), coinciden en que la fuerza de la TF reside en su carácter interactivo.
Lo relevante en este punto, es que la teoría surge y se refina permanentemente en el diálogo entre
los datos, el contexto y las interpretaciones de los participantes.
Precisión y Calidad
Kristjansson (2022) advierte que la elección explícita de una vertiente de la TF es condición
necesaria para garantizar coherencia epistemológica y calidad analítica. Aconseja optar por una
vertiente metodológica definida y, en caso de integrar procedimientos de distintas tradiciones,
justificar y documentar explícitamente la compatibilidad epistemológica y las adaptaciones
aplicadas para mantener los límites. Esto quiere decir, que cada investigador debe seleccione una
versión de la TF y así no tendrá inconvenientes para desarrollar su investigación,
Por su parte, Palacios (2022) señala que al emplear la TF se deben seguir unas directrices
que facilitan la aplicabilidad del método. La propia TF ofrece elementos y herramientas para el
análisis de datos y la creación de teorías que permitan la comprensión de un fenómeno específico.
Para ello, se valdrá principalmente de los datos cualitativos, entre ellos, las percepciones,
experiencias, interacciones y significados. En consonancia con lo explicado en el párrafo anterior,
resalta las perspectivas o tendencias actuales de la TF, las cuales tienen aspectos similares y
diferentes.
Sobre este último señalamiento, el precitado autor recalca que, al optar por la Teoría
Fundamentada como el método de trabajo, se debe estar consciente de la capacidad para el abordaje
de los temas de interés de una perspectiva que no será superficial. Asimismo, para quien seleccione
la TF deberá comprender los supuestos en los cuales se fundamenta, al igual que las limitaciones
y alcances que cada propuesta presente; allí se evidencia el reto para quienes se posicionan con
este método en particular para desarrollar la investigación.
Tal como se ha visto, se debe ser precisos al momento de seleccionar la TF para un
determinado estudio, principalmente por las vertientes que este método pueda tener. También, que
al momento de ejecutarla no se estará trabajando en lo superficial, de allí que se necesita que el
investigador sea sumamente creativo para el abordaje de los actores sociales y así poder encontrar
en los datos que aporten las categorías emergentes y de esa manera se logre la nueva estructura
teórica.
Es necesario traer a colación a Espriella y Gómez (2020) quienes abordan el aspecto de la
calidad en al TF, donde mencionan:
La calidad en la TF, según Glaser y Strauss (1967) radica en la adaptabilidad (fit), el trabajo,
la relevancia y la modificabilidad; en tanto que para Strauss y Corbin (1990) existen 2
conjuntos de criterios: de proceso de investigación y de fundamentación empírica de los
hallazgos. Debido al ciclo continuo de recolección y análisis riguroso de los datos propios
de la TF, que incluye el uso de recolección concurrente de datos, el análisis comparativo
constante, el muestreo teórico y los memorandos como parte integral y no optativa de su
método, se puede afirmar que la TF promueve la investigación de calidad. (Espriella &
Gómez, 2020, p. 128).
Lo anterior, abarca el tema de la calidad al momento de emplear la TF, por lo que se presentan
varias visiones, una enfocada en la adaptabilidad y otro en el proceso de investigación y la
fundamentación práctica de los hallazgos. Pero en sentido general, Espriella y Gómez (2020)
aseguran que la TF impulsa investigaciones de calidad y reconocen tres caminos hacia donde se
desplaza esta teoría: el primero, es que está tomando mayor auge internacional y multidisciplinario;
el segundo, se amplía a los campos de investigación política y social; tercero, en el caso de los
investigadores que usan diseños mixtos, la integran como un método cualitativo riguroso.
Hechas las condiciones previas, se refuerza que la aplicación de la TF en el campo educativo
y en otras ciencias sociales resulta pertinente. Muestra una creciente proyección internacional, lo
que permite el desarrollo de lo multidisciplinario, que, en opinión del autor del ensayo, pudiera
llegar a lo transdisciplinario ya que desde estos escenarios no se debe limitar a la actuación en
disciplinas aisladas, al contrario, el conocimiento en ellas puede generarse a través del diálogo con
sus actores para obtener lecturas de una realidad dinámica que avanza sobre su propio movimiento
histórico.
Resulta interesante la posición de Bonilla y López (2016), quienes enfatizan que las
experiencias sociales generan mundos particulares: conjuntos contextuales con vocabulario,
normas culturales e históricas propios, a los que los individuos atribuyen significado. De este
modo, la comprensión de los fenómenos sociales exige atender las atribuciones de sentido de los
actores. La TF permite este análisis en profundidad al centrarse en las interpretaciones de los
sujetos. Lograrlo exige flexibilidad en el método y la combinación de diversas técnicas de
recolección que sustenten el análisis.
Bonilla y López (2016) resaltan que, en la TF el punto de partida puede ser teóricamente
nulo; no obstante, es admisible incorporar elementos teóricos previos pertinentes a la temática.
Esta estrategia facilita un estudio más profundo y contribuye a la solidez de la teoría emergente.
El propósito central de la TF es la generación de teoría: puede producir teorías nuevas, así como
ampliar o perfeccionar marcos conceptuales existentes, constituyendo en todos los casos un aporte
al campo del conocimiento.
Críticas Relacionadas al Método
García y Rodríguez (2018) aseguran que la TF ni es teoría, ni está fundamentada, porque se
confunde lo teórico con lo metodológico. Agregan que se banaliza el concepto de teoría por hacer
énfasis en lo procedimental. Plantean que el método pretendía responder al paradigma
interpretativo para la valorización de los significados, sin embargo, en su ejecución se aproxima
más al positivista por priorizar en los pasos metodológicos y no en los resultados de la
investigación. No consideran que pueda emerger teorías directamente de la realidad del día a día,
sino de la búsqueda racional de modelos que puedan explicar y den coherencia lógica a la
cotidianidad. De allí, que refuerzan su posición que a través de la TF no se va más allá de una
escueta transcripción de datos obtenidos en entrevistas, que no cuentan con el análisis requerido,
por lo que aseveran que no se genera teoría y mucho menos esté fundamentada.
A partir de la observación anterior, es posible constatar que la TF persigue la emergencia de
teoría con datos de primera mano recopilados entre los actores sociales. No obstante, García y
Rodríguez (2018) señalan que la escasa documentación y el tratamiento superficial de los
procedimientos analíticos resultan en acumulación de datos sin análisis profundo. Adicionalmente,
McCall y Edwards (2021) advierten que la multiplicidad de vertientes de la TF amplía el debate
metodológico, pero puede dificultar a los investigadores en formación la selección coherente de
procedimientos, afectando la calidad de la teoría generada.
En concordancia con las ideas expuestas, Sosa y Valverde (2022) son enfáticos al señalar
que la TF es uno de los métodos más empleados en los estudios cualitativos, sin embargo, lo
califican como controvertido. Esto se debe a que su ejecución no es precisa, en algunos momentos
está rodeada de incertidumbres y contradicciones, porque la interpretación del método no es fácil,
y enseñarlo es otra ardua tarea, para los profesores que no disponen de manuales o guías prácticas
que les facilite formar a nóveles investigadores.
Cabe agregar a Niasse (2023), con su postura sobre las confusiones que se mantienen
actualmente sobre la TF, cuando ya deberían estar superadas; por ello, considera urgente que las
nuevas generaciones de investigadores renueven sus esfuerzos para dominar esta metodología y
así aportar avances significativos en la producción teórica de las ciencias sociales. Recomienda a
los investigadores trabajar con paciencia y creatividad, sin forzar el surgimiento de la teoría,
recalcando que siempre una teoría fundamentada no es definitiva; su validez se mide por su ajuste,
relevancia, viabilidad y capacidad de modificación, por lo que requiere revisión y refinamiento
continuos.
Stough y Lee (2021), tras una revisión sistemática en revistas educativas (periodo de 18 años)
hallaron predominio del enfoque de Strauss con una creciente presencia de Charmaz. Entre lo más
relevante para este ensayo es su observación de que muchos autores tratan la TF como una simple
técnica de análisis en vez de un método completo; además, detectaron inconsistencias y
confusiones metodológicas, aun en revistas de alto impacto.
En términos precisos, las críticas que estos autores realizan no son contra el método, sino en
la manera en la que se emplea por algunos investigadores. Ello conlleva a pensar en las debilidades
en la formación en el campo de la investigación, donde no se profundiza en cada uno de estos y
esas debilidades se reflejan en el producto generado, que no es de la calidad requerida y que a su
vez contribuya con el crecimiento de la sociedad o en determinado contexto educativo, pero que
verdaderamente se genere la teoría tal como sus precursores lo han establecido.
Conclusiones
La Teoría Fundamentada permite la ampliación de estudios en diversas áreas. En la
educación y en lo social, su relevancia radica en que los aportes se construyen mediante la
interacción entre investigadores e informantes en contextos específicos, evitando la imposición de
teorías preexistentes y favoreciendo teorías emergentes ancladas en los datos. De allí, que resalta
en la literatura que es uno de los métodos más empleados en los referidos contextos.
En este ensayo, además de las precisiones teóricas desarrolladas, se abordaron una serie de
críticas, las más recurrentes no cuestionan el método en sí, sino su aplicación por parte de algunos
investigadores, ya que se evidencian debilidades formativas: poco dominio de los principios y
procedimientos metodológicos que deriva en prácticas incompletas, productos académicos de
calidad insuficiente, trabajos que no producen teoría sólida; en vez de ello, son compilaciones
descriptivas que carecen de estrategias como la comparación constante y del muestreo teórico que
sostienen una teoría fundada en los datos.
Resulta imprescindible fortalecer la formación metodológica en el ámbito académico, lo que
permita promover la rigurosidad en las estrategias que la Teoría Fundamentada pueda desarrollar,
y así se podrá exigir una producción transparente que resulte de decisiones analíticas que garanticen
resultados que realmente contribuyan al conocimiento y a la transformación de contextos
concretos.
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