integrar recursos y materiales multimedia. En este escenario, las plataformas digitales favorecen
una interacción activa con los contenidos y permiten que los educandos construyan significados de
manera más flexible. Por ello, su integración pedagógica se convierte en un recurso valioso para
promover aprendizajes matemáticos más significativos y contextualizados.
De acuerdo con el modelo TPACK (Technological Pedagogical and Content Knowledge),
que significa Conocimiento Tecnológico, Pedagógico y Disciplinar (Mishra y Koehler, 2006), la
eficacia de la mediación tecnológica depende de la integración equilibrada entre los saberes
tecnológicos, pedagógicos y disciplinares del docente. No se trata simplemente de incorporar
herramientas digitales, sino de utilizarlas con un propósito educativo claro que potencie la
comprensión del contenido. Autores como Morales (2025) y León (2024), señalan que el nivel de
TPACK del profesorado influye de manera decisiva en su capacidad para diseñar experiencias
apoyadas en tecnología. Este modelo plantea que el valor educativo de lo digital depende de cómo
se articula con las estrategias didácticas y los objetivos formativos. Desde esta perspectiva, el
docente necesita las competencias para crear experiencias de aprendizaje donde la tecnología se
integre de forma coherente con la enseñanza del álgebra, favoreciendo la construcción activa del
conocimiento y la resolución de problemas.
Por otro lado, Arias-Rueda et al. (2020) y Araque et al. (2018) plantean que los Entornos
Virtuales de Aprendizaje (EVA) son concebidos como espacios pedagógicos que favorecen la
construcción colaborativa del conocimiento, trascendiendo su mera dimensión tecnológica. En
ellos, la interacción entre docentes y estudiantes se convierte en un proceso dinámico de
intercambio de saberes, donde los recursos digitales funcionan como mediadores. Pero el
verdadero valor radica en la capacidad de generar aprendizajes significativos y fortalecer la
comunidad académica. Así, los EVA se configuran como escenarios donde el alumno interactúa
activamente con contenidos, compañeros y docentes, a través de situaciones contextualizadas que
estimulan el pensamiento crítico y la apropiación significativa del saber.
La tecnología en la educación debe responder a una intención formativa y no limitarse a un
uso instrumental. Balseca et al. (2025) señalan que su integración adquiere sentido cuando impulsa
la autonomía, el pensamiento crítico y la participación activa del estudiante. En esta línea, la
mediación tecnológica busca fortalecer la metacognición y la colaboración entre pares. Para
lograrlo, es necesario diseñar EVA que incorporen recursos interactivos, simuladores, espacios de
discusión y sistemas de evaluación formativa (Arias-Rueda et al., 2020), permitiendo que el
alumnado participe de manera activa en la construcción del conocimiento. Así, la mediación digital
no sustituye la labor docente; más bien la potencia, ofreciendo experiencias más ricas, inclusivas
y personalizadas para el aprendizaje de la matemática.
Diseño Instruccional y Aprendizaje Mediado
El diseño instruccional constituye un proceso sistemático de planificación, desarrollo y
evaluación de experiencias de aprendizaje, cuyo propósito es optimizar la enseñanza y favorecer
la adquisición de competencias (Góngora & Martínez, 2012; Belloch, 2010). En contextos
mediados por tecnologías, este proceso permite organizar de manera clara la secuencia de
objetivos, estructurar los contenidos y seleccionar estrategias activas coherentes con las metas
formativas (Morales, 2022). En opinión de Góngora y Martínez (2012), entre los diseños
instruccionales más utilizados se encuentran: ADDIE, ASSURE, TPACK, Guàrdia y Sangrá
(2005) y Merril (2002), orientados a planificar la enseñanza a partir del análisis del estudiante, la
selección de recursos y la participación activa del aprendiz. Estos diseños ofrecen marcos de
referencia sólidos que facilitan la creación de ambientes formativos flexibles, coherentes y
centrados en las necesidades actuales de los educandos.
En el ámbito de la educación matemática, el diseño instruccional permite construir
secuencias didácticas que favorecen la comprensión progresiva y la transferencia de los conceptos.
Mendizábal et al. (2025) señalan que la mediación de las TIC amplía las oportunidades de